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Fracturas óseas Concepto tipos causas y tratamiento

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Fracturas óseas: 
Concepto, tipos, 
causas y 
tratamiento 
 
 
 
 
 
 
 
 
Las fracturas óseas son una lesión común que afecta a 
las personas de todas las edades y pueden ser 
causadas por una variedad de factores. En este 
ensayo, se abordarán los conceptos básicos de las 
fracturas óseas, sus tipos, causas y tratamientos. 
 
 
Concepto 
 
Una fractura ósea es una rotura o fisura en el hueso, la 
cual puede ser causada por una fuerza externa, como 
una caída o una colisión, o por una enfermedad que 
debilite el hueso, como la osteoporosis. Las fracturas 
pueden ser simples o complejas, dependiendo de la 
gravedad de la lesión y la localización del hueso 
afectado. 
 
 
 
 
 
 
 
Tipos de fracturas 
 
 
Existen diferentes tipos de fracturas óseas, entre los 
cuales se incluyen: 
 
 
 
1. Fracturas cerradas: el hueso se rompe, pero la 
piel no se lacerada. 
 
2. Fracturas abiertas: el hueso se rompe y la piel se 
lacerada. 
 
 
3. Fracturas completas: el hueso se rompe 
completamente en dos o más partes. 
 
4. Fracturas incompletas: el hueso se rompe 
parcialmente, pero no se separa en partes. 
 
 
5. Fracturas transversales: la rotura ocurre 
perpendicularmente al eje del hueso. 
 
6. Fracturas oblicuas: la rotura ocurre en ángulo a lo 
largo del hueso. 
 
 
7. Fracturas espirales: la rotura ocurre en espiral a lo 
largo del hueso. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Causas 
 
 
 
Las fracturas óseas pueden ser causadas por una 
variedad de factores, incluyendo: 
 
 
 
1. Trauma físico: caídas, accidentes de tráfico, 
deportes de contacto y golpes. 
 
2. Enfermedades óseas: osteoporosis, 
enfermedades del metabolismo óseo y cáncer de 
huesos. 
 
 
3. Factores de riesgo: edad avanzada, bajo peso, 
sedentarismo, dieta inadecuada y tabaquismo. 
 
 
 
Tratamiento 
 
 
 
El tratamiento de las fracturas óseas depende de la 
gravedad y la localización de la lesión. Algunos de los 
tratamientos comunes incluyen: 
 
 
 
1. Inmovilización: se utilizan yesos, férulas o 
dispositivos de tracción para mantener el hueso 
en su lugar y facilitar la cicatrización. 
 
2. Cirugía: en casos graves o complejos, se puede 
requerir cirugía para alinear y fijar el hueso 
mediante tornillos, placas o alambres. 
 
 
3. Terapia física: una vez que el hueso ha sanado, la 
terapia física puede ayudar a recuperar la fuerza y 
la movilidad de la articulación afectada. 
 
4. Medicamentos: los analgésicos pueden ayudar a 
controlar el dolor, mientras que los 
antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden 
reducir la inflamación. 
 
 
 
 
 
 
 
Prevención de fracturas óseas 
 
 
 
Aunque no es posible prevenir todas las fracturas 
óseas, existen algunas medidas que las personas 
pueden tomar para reducir su riesgo de sufrir esta 
lesión. Algunas de estas medidas preventivas incluyen: 
 
 
 
1. Dieta saludable: consumir una dieta rica en calcio 
y vitamina D puede ayudar a mantener los huesos 
fuertes y saludables. 
 
2. Ejercicio regular: realizar ejercicio regularmente 
puede mejorar la densidad mineral ósea y reducir 
el riesgo de fracturas. 
 
 
3. Prevención de caídas: instalar barandas de 
seguridad en las escaleras, usar zapatos cómodos 
y adecuados para la actividad y eliminar riesgos 
en el hogar, como alfombras sueltas y cables 
eléctricos. 
 
4. Control médico regular: realizar exámenes 
médicos regulares para detectar y tratar 
enfermedades que pueden afectar la salud ósea, 
como la osteoporosis. 
 
 
5. Evitar el consumo de tabaco y alcohol: el consumo 
excesivo de tabaco y alcohol puede debilitar los 
huesos y aumentar el riesgo de fracturas. 
 
 
 
Complicaciones 
 
 
 
Las fracturas óseas pueden causar complicaciones a 
corto y largo plazo, como: 
 
 
 
1. Infección: las fracturas abiertas pueden exponer el 
hueso al riesgo de infección, lo que puede retrasar 
la cicatrización y causar otros problemas de salud. 
 
2. Coágulos de sangre: las fracturas graves pueden 
causar la formación de coágulos de sangre, lo que 
puede ser potencialmente mortal. 
 
 
3. Artritis: la lesión del cartílago y los tejidos conjunto 
puede causar artritis, lo que puede producir dolor 
y rigidez en la articulación afectada. 
 
4. Síndrome de compartimiento: el hinchazón y la 
inflamación pueden causar un aumento de la 
presión dentro de la musculatura, lo que puede 
dañar los tejidos y comprometer la circulación 
sanguínea. 
 
 
 
 
Conclusiones 
 
 
 
En resumen, las fracturas óseas son una lesión común 
que puede afectar a personas de todas las edades. 
Aunque no es posible prevenir todas las fracturas, 
existen medidas preventivas que pueden reducir el 
riesgo de sufrir esta lesión. Además, es importante 
estar atentos a los síntomas y complicaciones 
potenciales de las fracturas óseas para buscar 
tratamiento médico adecuado y prevenir problemas a 
largo plazo. 
 
En conclusión, las fracturas óseas son una lesión 
común que puede afectar a personas de todas las 
edades. Aunque pueden ser dolorosas y causar 
discapacidad temporal o permanente, la mayoría de 
las fracturas pueden ser tratadas con éxito mediante 
una combinación de inmovilización, cirugía, terapia 
física y medicamentos. 
 
 
Rehabilitación y recuperación de fracturas óseas 
 
 
 
Después de sufrir una fractura ósea, el proceso de 
rehabilitación y recuperación es crucial para restaurar 
la función y la movilidad del área afectada. El 
programa de rehabilitación dependerá de la gravedad 
de la lesión y puede incluir varias etapas: 
 
 
 
1. Control del dolor: la administración efectiva del 
dolor mediante medicamentos y terapias físicas 
como la terapia de calor y frío, es esencial para 
lograr una recuperación óptima. 
 
2. Inmovilización y estabilización: se utilizan métodos 
de inmovilización, como yesos, férulas o 
dispositivos de tracción, para asegurar que el 
hueso se mantenga en la posición correcta y se 
cicatrice adecuadamente. 
 
 
3. Ejercicios de movilidad: una vez que el hueso 
haya sanado lo suficiente, se inician ejercicios de 
movilidad pasivos y activos para restaurar la 
función de la articulación y la musculatura 
circundante. 
 
4. Ejercicios de fortalecimiento: se introducen 
ejercicios de fortalecimiento graduales para 
aumentar la resistencia y la capacidad funcional 
del área afectada. 
 
 
5. Actividades funcionales: se fomenta la realización 
de actividades de la vida diaria y deportes 
adaptados para mejorar la coordinación, la fuerza 
y la resistencia. 
 
 
 
Factores que afectan la cicatrización 
 
 
La cicatrización de una fractura ósea puede verse 
influenciada por diversos factores, como: 
 
 
 
1. Edad: los niños y los jóvenes tienden a sanar más 
rápidamente que los adultos y las personas 
mayores. 
 
2. Nutrición: una dieta adecuada, rica en proteínas, 
calcio y vitamina D, puede acelerar la cicatrización 
de las fracturas. 
 
 
3. Estilo de vida: el consumo de tabaco, el 
alcoholismo y la sedentariedad pueden ralentizar 
la cicatrización y aumentar el riesgo de 
complicaciones. 
 
4. Enfermedades subyacentes: la presencia de 
enfermedades como la diabetes, la osteoporosis y 
la enfermedad vascular periférica pueden afectar 
la cicatrización de las fracturas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Prevención de fracturas óseas en grupos de riesgo 
 
 
 
Existen ciertos grupos de personas que tienen un 
riesgo más alto de sufrir fracturas óseas, como las 
personas mayores, las personas con osteoporosis y 
los deportistas. Algunas medidas preventivas 
específicas para estos grupos incluyen: 
 
 
 
1. Personas mayores: realizar ejercicios de equilibrio 
y fortalecimiento, mejorar la iluminación en el 
hogar, usar dispositivos de ayuda para la 
movilidad y realizar exámenes de densitometría 
ósea periódicamente. 
 
2. Personascon osteoporosis: seguir un tratamiento 
farmacológico adecuado para la osteoporosis, 
realizar ejercicios de impacto moderado y 
asegurarse de ingerir suficientes nutrientes 
esenciales para la salud ósea. 
 
 
 
3. Deportistas: realizar entrenamiento adecuado y 
progresivo, usar equipo de protección apropiado 
para la actividad, evitar la fatiga y la 
deshidratación y seguir una dieta adecuada para 
sostener la actividad física. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fracturas óseas y enfermedades crónicas 
 
 
Las fracturas óseas pueden estar relacionadas con 
diversas enfermedades crónicas, como: 
 
 
 
1. Osteoporosis: la osteoporosis es una enfermedad 
que debilita los huesos y aumenta el riesgo de 
fracturas, especialmente en la cadera, la columna 
vertebral y la muñeca. 
 
 
2) Artritis reumatoide: la artritis reumatoide es una 
enfermedad inflamatoria de las articulaciones que 
puede afectar también a los huesos y aumentar el 
riesgo de fracturas. 
 
 
 
3) Cáncer: las personas con cáncer pueden tener un 
riesgo más alto de sufrir fracturas debido a la pérdida 
de masa muscular y la fragilidad ósea causadas por el 
tratamiento contra el cáncer. 
 
 
 
4) Síndrome de Cushing: el síndrome de Cushing es 
una enfermedad hormonal que puede causar debilidad 
muscular y pérdida de densidad mineral ósea, lo que 
aumenta el riesgo de fracturas.

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