Logo Studenta
¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

La tortuga andariega
Un cuento sobre la perseverancia en el que una tortuga ayuda a entender cómo poner en 
práctica este valor.
______________________________________________________________________
Yo amo a Adriana, mi tortuga; es bella, andariega y graciosa. Más que una mascota, es mi 
amiga. Se puede decir que somos inseparables y su bello nombre de origen latino significa: 
Nacida en la ciudad del mar.
Tenemos por costumbre salir a pasear para hacer ejercicio y para disfrutar del aire puro de la 
periferia de la ciudad. El viernes pasado, aprovechando que la circulación de vehículos se 
había interrumpido, la saqué a la calle y le quité la correa para que se sintiera en completa 
libertad y disfrutara más de su caminata.
Me quedé en la puerta de la casa mientras ella, segura de si misma, cruzó la acera, 
descendió y tomó el carril central, y empezó a avanzar; de vez en cuando me volvía a ver, 
como tratando de comprobar que gozaba de mi confianza y se fue alejando.
Avanzaba a su habitual velocidad, tranquila y confiada. Cuando de nuevo empezó a circular 
el tránsito, tuve que correr en su auxilio. Mi trabajo consistió en prevenir a los pilotos, para 
que tuvieran cuidado con mi querido quelonio; para que no la fueran a atropellar y todos los 
conductores, comprensivos y al mismo tiempo divertidos, disminuyeron velocidad y la 
esquivaron con gentileza. Así pasamos largo tiempo, ella ganando terreno y yo sirviéndole 
deángelguardián. 
Conforme avanzaba, centímetro a centímetro, los curiosos empezaron a aglomerarse y a 
escoltarnos en ese peregrinaje. Después de algún tiempo, cuando la andarina por fin llegó a 
la meta que se había fijado, la multitud estalló en aplausos. Había recorrido doscientos 
metros, y se sentía exhausta; con su lengüita de fuera asesaba por el esfuerzo efectuado, 
pero exhibía una gloriosa sonrisa de satisfacción.
A Adriana se le veía realizada y vivió con toda intensidad sus quince minutos de gloria. En 
esa oportunidad, no impuso ninguna marca y no se le podía exigir más, pero regresó a la 
casa en hombros de sus admiradores.
Ya habrá tiempo para que entrene y quién sabe si el día de mañana pueda participar en 
competencias de su categoría y hasta conquistar la codiciada medalla que la acredita como 
campeona olímpica. Después de todo, no será la primera tortuga que haga historia, ganando 
una competencia. Con dedicación y perseverancia todo es posible.
Se conoce como perseverancia a aquel valor del que disponen algunos seres humanos en su 
actuar y que implica la constancia, la firmeza y el tesón en la consecución de algo.
Por Vicente Antonio Vásquez Bonilla
Están ustedes dispuestos como Adriana a aventurarse con perseverancia? Cuál es su 
compromiso para este semestre?
	La tortuga andariega
	Un cuento sobre la perseverancia en el que una tortuga ayuda a entender cómo poner en práctica este valor.