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MULTIVERSOS CULTURALES: YORUBAS Y RASTAFARIS EXPRESIONES DE 
DESCOLONIZACIÓN 
 
CULTURAL MULTIVERSES: YORUBAS AND RASTAFARIS 
DECOLONIZATION EXPRESSIONS 
Carmen Mambel 
 
RESUMEN 
 
Estas breves líneas son un esfuerzo por 
trascender la lógica colonizadora en la 
concepción de lo cultural y lo diverso, desde 
la llamada “santería” derivación de los 
yoruba y desde los rastafaris descendientes 
de la cultura etíope, como expresiones de 
descolonización mediante sus 
significaciones expresadas en sus lenguajes, 
en sus prácticas de vida, en sus 
cosmovisione, una forma de trascendencia a 
la triangulada colonialidad del poder-saber-
ser, develadas y expuestas por Quijano, 
Lander, Fanon y Mignolo. Es un proceso de 
emancipación, en un volver al encuentro con 
la sabiduría presente en la naturaleza, más 
allá de la instrumentalidad. La 
descolonización se inicia en el rendir culto a 
la reivindicación del hombre como 
naturaleza, a sus culturas sobrevivientes ante 
el protervo sometimiento a la esclavitud en 
estas tierras 
Palabras clave: Descolonización. Práctica 
de vida. Multiversos culturales. 
 
ABSTRACT 
 
These brief lines intent to make an effort to 
extend the Colonising logic in the 
conception of cultural and the diverse thing, 
from the call “santería” derivation of yoruba 
and from rastafaris descending of the 
Ethiopian culture, like expressions of 
decolonization by means of their meanings 
expressed in their languages, where they 
structure from his actions and their wisdoms 
inherited of his African ancestors, a form of 
importance to the triangulated colonialidad 
of power-know-being, revealed and set out 
by Quijano, Lander, Fanon and Mignolo. It 
is an emancipation process, in returning to 
the encounter with the present wisdom in 
the nature, beyond instrumentality. The 
decolonization begins in cultured rendering 
to the vindication of the man like nature, to 
its surviving cultures before protervo 
submission to the slavery in these earth. 
Keywords: Decolonization, cultural 
practice of life, cultural multiverses. 
 
Carmen Mambel. Lic. en Educación mención Ciencias Sociales. Magister en Enseñanza 
de las Ciencias Sociales. Profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la FaCE, UC, 
adscrita al Centro de Investigaciones Sociales en la línea de investigación “Antropología de 
la vida cotidiana”. Doctorando en Ciencias Sociales, UC. Correo: 
caromam06@hotmail.com 
Artículo recibido en marzo de 2012 y aceptado en septiembre de 2012. 
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La idea de descolonización 
 Lo que se intenta ahondar aquí no es la correspondencia de un concepto como el de 
cultura o el de diversidad cultural con la realidad, ni un conjunto de teorías que versen sobre 
estas temáticas, lo que se busca es una aproximación que permita la comprensión de las 
“realidades culturales” en las que han tomado parte tales conceptos, definiciones, ideas y 
prejuicios, no es ver desde ellos esas realidades; pues en las redes culturales se transmiten 
contenidos y códigos de generación en generaciones por tradición, pero también se 
transmiten a través de los sistemas de educación, estos últimos vienen a establecerse como 
lógicas que se imponen anticipadamente. 
 Estas lógicas que se imponen son expresiones de lo que Lander, Quijano, Fanon y Mignolo 
denominan la colonilidad, la cual abarca los tres puntales fundamentales: el poder, el saber 
y el ser, mediante la colonización se implantó no sólo un modelo de sociedad de corte 
europeo, sino que en ella se produce y reproduce la colonialidad que mantiene a los países 
de la llamada periferia bajo su dominio ,dado que la cultura implantada desde Europa bajo 
la forma de colonialismo se convirtió en la referencia para medir a las demás que se 
encuentran en estos mismos espacios y por tanto, éstas deben adecuarse a sus 
singularidades. 
No obstante, en estos espacios se configuraron lógicas de perseverancia, desde aquel 
entonces hasta nuestros días, a las cuales la concepción universalizante de la razón 
científica ha caracterizado en los últimos tiempos en el plano intelectual como una noción 
de resistencia desde la cual se visualiza la situación en un marco de colonialidad del saber 
mediante el conocimiento científico, es por ello que bien sostiene (Escobar,2007:282) que 
“…los estudios sobre la resistencia tocan apenas tangencialmente las culturas en las cuales 
se originan las resistencias .Por lo general las formas de resistencia y el concepto mismo se 
teorizan en relación con las culturas occidentales” Ahora bien, una de esas resistencias 
fueron encarnadas por los africanos traídos a estas tierras como esclavos, pues ellos trajeron 
consigo sus propias lógicas de vivirse y al ser sometidos a las más protervas condiciones de 
existencia, estas lógicas culturales buscan la forma de sobrevivir. 
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Desde la colonización del poder, del saber y del ser, se tejen las dominaciones culturales, 
se doblegan las resistencias para que la búsqueda se oriente bajo la colonialidad hacia una 
“identidad” con un universo cultural construido y definido científicamente, es decir, 
cualquier estudio sobre culturas desde los conceptos estructurados por la tradición científica 
heredada y transferida por los llamados países “centros” está pensado desde la colonialidad 
del saber que define como universo cultural a todas las culturas y diversidad cultural a las 
diferencias entre ellas, de modo que universo cultural y diversidad son dos caras de una 
misma moneda, sobre la cual la ciencia ha pensado; pero existen realidades que van 
mucho más allá de ser parte de un universo cultural y mucho más allá de la simple 
diferencia dentro de ese universo. 
Ahora, pensar desde estas realidades constituye un modo de trascendencia de la 
colonización a la descolonización, porque como plantea (Mignolo,2007:40) “En la historia 
de las ideas, de la filosofía, de la ciencia en Europa y de Europa (…) se asumió que lo 
importante es aquello que y sobre lo que se piensa y no desde y a partir de dónde se 
piensa.”. En tal sentido, pensar desde los diferentes universos culturales, entendiendo que 
son más que una simple parte diferente dentro del universo cultural, es dar paso a la 
concepción de multiversos culturales, ya que dentro de cada universo cultural existe una 
gran diversidad que lo constituye, por tanto, al pensar desde ellos y a partir de ellos se 
produce un proceso de descolonización. 
Multiversos Culturales. 
La concepción tradicional sociológica, histórica y antropológica de universo cultural y en él 
de diversidad cultural tiene su máxima expresión en el proceso de globalización, en éste la 
cultura es industria y evento, es un régimen complejo que modula las relaciones de la 
sociedad, definiendo tanto al mundo real material como a lo inmaterial, enclaustrando una 
visión de mundo, que se intensifica, se fortalece y mundializa como única visión que 
contiene en sí todo el universo cultural. Esta visión colonialista legitimada por las 
disciplinas científicas que definen el universo cultural y la diversidad presente en él, es la 
forma de dominación. Para trascender esta lógica hay que pensar desde la diversidad 
presente en cada universo, es decir desde los multiversos culturales, desde las riquezas 
culturales que les constituyen, ya que en cada universo se presentan múltiples matices en 
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la relación del sujeto con la totalidad que se torna heterogénea en la medida en que se 
tejen y construyen significados y significaciones. 
Culturas Yoruba y Rastafaris como expresiones de descolonización 
La introducción de los africanos en estas tierras como parte del aparato productivo de las 
colonias, bajo el modo esclavista, vino a constituir una forma de ampliación y de 
despliegue cultural, negada por la cultura europea y a su vez generadora de resistencias, al 
intentar éstos la pervivencia de sus características culturales. Los africanosarrancados de 
sus tierras, separados de sus familias y trasladados a las colonias, necesitaban una forma de 
reencontrarse, de reinventarse y de relegitimar sus raíces en unos espacios donde sólo eran 
objetos, donde habían sido despojados de su condición de seres humanos. 
En este continente, los afrodescendientes buscaron formas de reencontrarse con sus 
ancestros, las cuales encontraron en prácticas que les permitieron rendir culto a la 
reivindicación del hombre que fue despojado de todo, incluyendo su humanidad; es una 
reconstitución en las diferencias, se relegitiman en su condición de hombres y de diferentes 
a la vez que encuentran espacios que les permiten emerger desde donde fueron sumergidos, 
uno de estos espacios son las prácticas religiosas, en las cuales profesan parte de lo que les 
fue impuesto, pero a su vez integran y reivindican sus creencias y las de sus antepasados, es 
un volver a sus raíces, a su reencuentro como parte de la naturaleza, integrados y no 
separados de ella. 
Los afrodescendientes intentan desde sus multiversos culturales formas de 
descolonización, al pensarse desde sus raíces, desde la naturaleza, porque la sociedad 
moderna separó al hombre de la naturaleza convirtiéndolo en soberano y a la naturaleza 
solamente en medio ambiente, al respecto cabe destacar lo que señala (Escobar,2007:327) 
“Para quienes defienden una visión del mundo como recurso, el 
medio ambiente se convierte en una estructura indispensable. Como 
se usa hoy el término, el medio ambiente incluye una visión de la 
naturaleza acorde con el sistema urbano industrial. Todo lo 
importante para el funcionamiento de este sistema se convierte en 
parte del medio ambiente.” 
 
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En este sentido, los descendientes de las culturas yoruba y etíopes presentes en el territorio 
hoy llamado América, se reencuentran mediante sus prácticas religiosas como parte de sus 
multiversos culturales con sus raíces ancestrales, con la naturaleza, son espacios para 
relegitimarse intentando en su accionar la deslegitimación de la colonialidad que les relegó 
desde las definiciones históricas, sociológicas y antropológicas como sinónimos de inferior, 
razón por la cual existió y existe en muchos afrodescendientes “vergüenza de su diferencia” 
no utilizo “endorracismo” porque aludiría a la categoría de “raza” que contiene el término 
y que fue establecida por la colonialidad del poder, del saber y del ser, permeando en las 
conciencias estableciendo como algo natural que los hombres estamos clasificados en razas 
y es por ello que desde este ser colonizado se irrespeta a las culturas afrodescendientes, 
La colonización del saber mantiene a la sociedad fuera del entendimiento y la comprensión 
de las culturas afrodescendientes como la de los Yoruba y los Rastafaris, ya que en el 
imaginario criollo lo africano es sinónimo de sinsentido y contrario a las creencias de la 
cultura criolla, aun así ellas mantienen parte de sus identidades con su naturaleza de 
origen, en el caso de los descendientes Yoruba hay un respeto y una conexión con todos 
los elementos de la naturaleza, un reencuentro con los antepasados, con los ancestros, con 
los que se quedaron en África, con los que fueron traídos a estas tierras, con la madre: en el 
caso de los Rastafaris hay un anhelo por la vuelta a Etiopia, para ellos la nación no está en 
lado que no sea África, resultará algo extraño, pero la triangulada colonialidad del poder-
saber-ser, puede compararse con el vocablo “babilonia” que utilizan los Rastafaris para 
referirse a la estructura de poder que ha mantenido a los pueblos africanos sometidos por 
siglos, en el pasado por las colonias y la esclavitud y en el presente por la pobreza, el 
irrespeto a las culturas africanas y la explotación en sus tierras. 
Licuefacción de las expresiones de descolonización 
Ante las expresiones de descolonización de los afrodescendientes en América Latina y el 
Caribe, la colonización expresada en la globalización dispone sus mecanismos para disolver 
tales expresiones y convertirlas, en un campo visual que las enmarca como parte del 
espectáculo globalizador y colonizador del “universo cultural” que “incluye” a las 
expresiones africanas, pronunciadas en las religiones derivadas de los Yoruba y la derivada 
de los etíopes como parte de la cultura cosmopolita, con lo cual se incorpora una nueva 
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clientela a la moda, puede verse como el poder “visibiliza” rasgos de estos multiversos 
culturales al tiempo que los distorsiona, los disuelve e invisibiliza la verdadera esencia y el 
verdadero debate entre el poder establecido y las diversas expresiones culturales. 
Al desvirtuar la verdadera práctica se tiende a disolver los símbolos y los significados, el 
ser colonizado percibe a los rastafaris como simples consumidores de hierba, pero como 
están presentados al mundo como una “moda” la inclinación es a consumir hierba como 
ellos y utilizar los atuendos características de esta cultura, y escuchar la música reggae que 
es comercializada; pero tanto la marihuana como el reggae tienen un significado específico 
dentro de la práctica rastafari, ya que la hierba no se consume para recrearse, dado que su 
humo es ofrendado en señal de alabanza y reggae es su forma de protesta. Igual ocurre con 
la cultura Yoruba, se presentan como una moda, como una forma de obtener bienes 
materiales, por ello proliferan los establecimientos que comercian objetos relacionados con 
la “santería” y se maneja la información en toda la red comercial que los “santeros” 
mediante sus implementos prosperan materialmente, imprimiendo siempre un aire de 
misterio y cierta nigromancia, desvirtuando el verdadero origen y la connotación de esos 
elementos simbólicos de los Yoruba con sus ancestros y su historia. 
Las prácticas religiosas de los afrodescendientes al ser transformadas en parte del universo 
cultural colonizador, recuerda un poco las palabras de (Lipovetsky, 2007:125) “…la 
reafirmación actual de lo religioso se caracteriza por tener los mismos rasgos que definen al 
turboconsumidor experiencial.” Claro que él hace alusión a la práctica de la religión 
tradicional, pero ocurre lo mismo en el caso estas prácticas afrodescendientes a las cuales el 
poder colonizador les ha asignado un espacio en el universo cultural del Homo 
consumericus definido por Lipovetsky. 
Dentro de las cosmovisiones de los Yoruba y de los Rastafaris el mundo se concibe como 
un todo donde el hombre es parte de la naturaleza y está conectado permanentemente 
mediante los elementos representados en cada una de las deidades en el caso de los Yoruba, 
o en la conexión con Jah en el caso de los Rastafaris. Pero estas cosmovisiones para el 
universo cultural colonizado no tienen más sentido que el de unas representaciones a 
través de la moda sustraída de cualquier significado cultural, sus símbolos se desvanecen en 
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la trivialidad, perdiendo sus sentidos originarios. Al respecto (Lipovetsky, 1994:153) critica 
inexorablemente cuando afirma que “…lo que era ritual y tradicional pierde peso y cae en 
la mascarada. Es una nueva cara del etnocidio: la exterminación de las culturas y 
poblaciones exóticas ha sido substituida por un neocolonialismo humorístico.” En este 
caso el autor hace la crítica el auge como parte de la moda de carácter exótico de las trenzas 
utilizadas por los afrodescendiente, y es precisamente esto lo que ocurre en el caso de los 
Yoruba y los Rastafaris, sus multiversos culturales están en riesgo de disolverse al ser 
incorporados sus elementos simbólicos como parte del universo cultural sin ningún valor. 
De allí la importancia de la lucha por mantener y profundizar la descolonización, para 
trascender el universo cultural pensando y construyendo discursivamente desde los 
multiversos culturales. 
REFERENCIAS 
 
Escobar, A. (2007) La invención del tercer mundo. Construcción y deconstruccióndel 
desarrollo.Fundación editorial El Perro y la Rana. Caracas. 
Mignolo, W. (2007) El pensamiento decolonial: desprendimiento y apertura. Un manifiesto. 
En Castro Gomez, S. y Grosfoguel, R (Editores) El giro decolonial. Reflexiones para 
una diversidad epistémica más allá del capital global .Siglo del hombre editores. 
Bogotá. 
Lipovetsky, G. (2007) La felicidad Paradójica. Editorial Anagrama. Barcelona. España 
Lipovetsky, G.(1994) La era del Vacío. Editorial Anagrama. Barcelona . España. 
Quijano, A. (2007) Colonialidad del poder y clasificación social. En Castro Gómez, S. y 
Grosfoguel, R. (Editores) El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad 
epistémica más allá del capitalismo global.Siglo del hombre editores. Bogotá. 
Camps, V. (2004) El derecho a la diferencia. En León, O. (compilador) Ética y diversidad 
cultural. Fondo de Cultura Económica. México.

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