Vista previa del material en texto
EDITORIAL CORREO Nº 15. 1994 Protoverso, multiverso y universo. Ha sido casi una constante, a través de estas líneas estar aludiendo a la necesidad de aunar esfuerzos en torno a la idea de trabajo conjuntos de los distintos actores de la Salud Mental por acercar nuestro actual nivel de conocimientos hacia la construcción de un paradigma unificado del acontecer de lo Psicológico. Reflejando, quizás si, en esta propuesta un paralelo con el movimiento que el desarrollo filogenético de la especie humana está siguiendo, pues nos parece de perogrullo el reconocimiento de que los distintos humanos -hasta hace poco tiempo, coexistentes y a la vez ignorantes uno del otro, en un mismo lugar físico- tendemos cada vez más hacia el concepto de “aldea global” en donde la coexistencia se convierte en interacción y el desconocimiento en conocer y reconocerse. Pero este descubrirnos, conocernos, nos ha abierto hacia una etapa dentro de este proceso no exenta de conflictos. Conflictos que, por otro lado, no hacen reflejar peculiares leyes y reglas que históricamente parecen haber regulado los comportamientos humanos, al punto que a veces las hemos caracterizado bajo el concepto de “Naturaleza Humana”. Sin embargo -así como hace un siglo, aún nos desconocíamos en la variada y múltiple expresión de lo humano, y desde esos tiempos a la fecha nos reencontramos cotidianamente con las diversas propuestas que surgen desde cada confín de la tierra-, este proceso también ha constituido un innegable reto a nuestra capacidad de integrar y fusionar nuevos aspectos hasta la fecha ignorados de nuestra propia dimensión humana. De esta suerte, la aspiración científica de encontrar principios absolutos, valores universales y leyes generales en la búsqueda del conocimiento, ha dado paso a una nueva perspectiva en la Filosofía de las Ciencias. El Positivismo o Empirismo estructurado a partir de una paradigma epistemológico que, minimizando la variable Sujeto del Conocimiento, resaltaba al Objeto como núcleo central del conocer, posibilitó un salto inédito en el desarrollo tecnológico y científico, terminó haciendo crisis debido a la subordinación de dicho saber a relaciones hegemónicas de poder y control en lo social, y a las propias limitaciones que surgieron cuando se trató de desplazar el énfasis del conocimiento de lo macrocósmico hacia lo microcósmico. La relativización del conocer empezó a hacer su aparición radicalizando la posición del Sujeto en el modelo del Conocimiento, que pasó de ser un ente neutro, casi invisible, a constituirse en el eje central: modificador, filtrador y finalmente articulador omnideterminante del Saber. Apoyada en el cambio de una Física Newtoniana a otra Einsteniana, y en el conflicto de valores de una ciencia positiva al servicio de hegemonías de dominación, este cambio paradigmático de concebir el Conocer, empezó a posibilitar la coexistencia de distintos modelos teóricos en relación a modos de abordamiento de la realidad. El, hasta entonces, Protoverso -y no Universo, como se pensaba-, en tanto pretensión fragmentaria de una concepción totalitaria, parcial y reduccionista de entender la realidad, se abrió al Multiverso, como instancia de coexistencia de múltiples miradas que se posaron sobre el objeto, develando aspectos variados y disímiles del mismo. No obstante, al momento actual, paralelamente a la evolución de la especie humana, parece surgir un nuevo reto, cual es, la necesidad de integración de las distintas teorizaciones que de esta aproximación fueron resultando, en paradigmas unificados. La posibilidad por un lado, de acercarnos a develar un definitivo concepto de humanidad, en el cual abarcar las propuestas que -hoy por hoy-, empiezan a coexistir en una visión holística, ecológica y mundial, encuentran su símil en el esfuerzo de sintetizar bajo un modelo de conocimiento que tras la forma de una relación dialéctica entre Sujeto y Objeto de Conocimiento, permitan un Constructivismo tal, que se empeñe en la integración de los distintos aportes realizados por todas y cada una de las distintas aproximaciones que hemos sido capaces de crear, ofreciendo la posibilidad de acercarnos quizás si por primera vez a concebir una visión unitaria tras la cual pretender que la idea de Universo, aparezca fuera de la confrontación ideológica, la hegemonía y los juegos del poder. Volver al correo Nº 15 Instituto de Desarrollo Psicológico. INDEPSI. LTDA. ALSF-CHILE http://www.alsf-chile.org/Indepsi/Correos/Newsletter/Newsletter-15.pdf _GoBack _GoBack _GoBack