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33 células B migran a los cordones medulares y continúan dividiéndose por 2 o 3 días hasta que se diferencian en células plasmáticas productoras de los anticuerpos mas tempranos en respuesta al antigeno, hasta que mueren por apoptosis. Otras células B del foco migran al centro del folículo para establecer un centro germinal. Los centros germinales son sitios de intensa proliferación, generándose centroblastos, sobre los que opera la hipermutación somática. Estos posteriormente se diferenciarán a centrocitos que sufrirán switch de isotipo y eventualmente se diferenciarán a plasmoblastos o a células B de memoria. Los plasmoblastos abandonan el centro germinal y vía linfático eferente y conducto toráxico pasan a la circulación que los transporta a la medula ósea. Allí se diferencian a plasmocitos que persisten secretando anticuerpos por aproximadamente 4 semanas. Por otra parte, Toxocara canis (larva migrante visceral) es un parásito (gusano) que actúa como un microorganismo extracelular, por lo tanto se generará frente al mismo una respuesta tendiente a la producción de anticuerpos (preferentemente IgE). Estos últimos podrán eliminar al patógeno por alguno de los siguientes mecanismos: - Opsonización: mediante la cual el anticuerpo recubre el patógeno y facilita que este sea ingerido y destruido por células fagocíticas, ya que las mismas cuentan con receptores que unen el fragmento Fc de las inmunoglobulinas. - Neutralización: el anticuerpo se une al patógeno, bloqueando sus adhesinas o las toxinas producidas por el mismo, neutralizando su sitio activo. - Activación del sistema del complemento: a través del fragmento Fc de los anticuerpos IgG o IgM. Los complejos inmunes contribuyen a la expansión clonal de los LB por períodos prolongados de tiempo, manteniéndose los LB de memoria. Este clon de memoria expandido responderá ante un segundo contacto (reexposición) con el mismo antígeno, en lo que constituye la respuesta secundaria. La inmunidad mediada por células genera tres tipos diferentes de células T efectoras: - Células CD4+ TH1, que presentan capacidad para activar a los macrófagos y por lo tanto juegan un papel fundamental en la destrucción de patógenos intracelulares. - Células CD4+ TH2, que colaboran con los LB a fin de producir una adecuada respuesta humoral. - Células TCD8+ citotóxicas las cuales median la destrucción de células infectadas por virus. En el caso del sarampión, se genera inmunidad de por vida, por lo que NO existe reinfección y los anticuerpos producidos actúan por un mecanismo de neutralización. Además, en un principio la respuesta innata es mediada por células NK que lisan las células infectadas prolongándose esta situación durante el desarrollo de la respuesta adaptativa, mediada esta última por linfocitos TCD8+ citotóxicos. MECANISMOS DE LESION INMUNITARIA: REACCIONES DE HIPERSENSIBILIDAD El ser humano habita un entorno cargado de sustancias capaces de provocar respuestas inmunitarias. El contacto con estos agentes no solo induce una respuesta inmunitaria protectora, sino también reacciones que pueden ser nocivas para los tejidos. Los antigenos exógenos se encuentran en el polvo, los pólenes, los alimentos, los fármacos, los agentes microbianos, los productos químicos y muchos derivados sanguíneos utilizados en la práctica clínica. Las respuestas inmunitarias provocadas por estos antigenos exógenos adoptan diversas formas, que van desde las molestias triviales, como el prurito cutáneo, a enfermedades potencialmente mortales como el asma bronquial. Estas respuestas reciben en conjunto el nombre de reacciones de hipersensibilidad y pueden ponerse en marcha por la interacción del antigeno con los anticuerpos humorales, o bien por mecanismos inmunitarios de tipo celular. No solo los antigenos exógenos pueden desencadenar reacciones inmunitarias nocivas para los tejidos, sino que también pueden hacerlo los antigenos intrínsecos del organismo. Algunas reacciones inmunitarias contra el propio organismo son desencadenadas por antigenos homólogos distintos en las personas con carga genética diferente. Las reacciones transfusionales y el rechazo de transplantes son ejemplos de trastornos causados por antigenos homólogos. Otro tipo lo constituyen las enfermedades autoinmunes. HIPERSENSIBILIDAD TIPO I Es una reacción inmunológica de desarrollo rápido, que ocurre poco minutos después de la combinación de una antigeno con un anticuerpo unido a mastocitos o a basofilos en personas previamente sensibilizadas al antigeno en cuestión. Puede manifestarse como una respuesta generalizada o como una reacción local. La enfermedad generalizada suele producirse por la inyección intravenosa de un antigeno y provoca prurito, contracción de los bronquios, edema laringeo con obstrucción respiratoria, vómitos, diarrea y shock que puede llevar a la muerte. Las reacciones locales dependen de la puerta de entrada del alergeno (sustancias generalmente inocuas que son capaces de inducir la producción de cantidades importantes de IgE en ciertos 34 individuos) y adoptan la forma de tumefacciones cutáneas localizadas (ronchas), exudado nasal y conjuntival (rinitis y conjuntivitis alérgica), asma bronquial o gastroenteritis alérgica. Muchas reacciones locales de hipersensibilidad tipo I tienen dos fases bien definidas: la respuesta inicial, caracterizada por vasodilatación, salida de liquido de los vasos y, dependiendo de la localización, espasmo del músculo liso bronquial o secreciones glandulares. En muchos casos tiene lugar una segunda fase tardía, entre 2 y 8 horas después, sin nueva exposición al antigeno. Esta reacción persiste por varios días y se caracteriza por una infiltración mas intensa del tejido por eosinófilos, neutrófilos, basofilos, monocitos y células T CD4+, así como por destrucción hística de las células epiteliales de las mucosas. Los mastocitos y los basofilos se activan mediante el enlace cruzado de los receptores Fc de la IgE de elevada afinidad. Además, los mas- tocitos pueden ser activados por los componentes del complemento C5a y C3a que actúan uniéndose a los receptores presentes en los mismos. El primer paso de la síntesis de IgE es la presentación del alergeno a los precursores de las células TH2 por CPAs. Los LTH2 comienzan a sinte- tizar citoquinas de las cuales la IL4 es esencial para la activación de las células B productoras de IgE. La IL3, IL5 y el GM-CSF favorecen la supervivencia de los eosinófilos, que son efectores importantes en la hipersensibilidad tipo I. La porción Fc de la los anticuerpos IgE tienen una gran afinidad por los mastocitos y los basofilos, a los que se unen gracias a los receptores de alta afinidad. Cuando un mastocito o un basófilo provistos de anticuerpos IgE vuelve a quedar expuesto a un alergeno específico, se produce una serie de reacciones que terminan por dar lugar a la liberación de dis- tintos y potentes mediadores res- ponsables de la expresión clínica de las reacciones de hipersensibilidad tipo I. El primer paso de esta se- cuencia consiste en la unión del an- tígeno (alergeno) a los anticuerpos IgE, dando lugar a enlaces cruzados con anticuerpos IgE adyacentes. La unión de esta molécula desenca- dena un proceso que conduce a la degranulación de los mastocitos con descarga de los mediadores previa- mente formados (HISTAMINA, ADENOSINA, EOTAXINA, PROTEASAS E HIDROLASAS) y otro que consiste en la síntesis y liberación de mediadores secundarios sintetizados de novo (metabolitos del ácido araquidónico: LEUCOTRIENOS Y PROSTAGLANDINAS). MEDIADOR FUNCION HISTAMINA Produce contracción del músculo liso bronquial, aumento de la permeabilidad vascular, vasodilatación, aumento de la secrecion de las glándulas nasales,bronquiales y gástricas. ADENOSINA Estimula la liberación de mediadores por los mastocitos y provoca broncoconstricción. PROTEASAS E HIDROLASAS Activan componentes del complemento. LEUCOTRIENOS Aumentan la permeabilidad vascular y provocan la contracción de la musculatura lisa bronquial. Algunos como el LTB4 cumplen funciones quimiotácticas PROSTAGLANDINAS Producen un broncoespasmo intenso con aumento de la secrecion de moco. EOTAXINA Es un factor quimiotáctico de eosinófilos Entre las células reclutadas en la reacción de fase tardía, los eosinófilos adquieren gran importancia. El arsenal de los eosinófilos es tan amplio como el de los mastocitos y además fabrican una proteasa básica mayor y una proteína catiónica eosinófila, toxicas para las células epiteliales. HIPERSENSIBILIDAD TIPO II La hipersensibilidad de tipo II está mediada por anticuerpos dirigidos contra antigenos existentes en la superficie de las células o en otros componentes del tejido. Existen tres tipos de mecanismos dependientes de anticuerpos que intervienen en este tipo de reacción: Citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos (ADCC) Esta forma de lesión celular provocada por los anticuerpos no requiere la fijación del complemento, sino que implica la cooperación de los leucocitos. Las células revestidas por anticuerpos son lisadas por distintas células no sensibilizadas que poseen receptores de la porción Fc de la INMUNOGLOBULINA. Tanto los monocitos como los 35 neutrófilos, los eosinófilos y las células NK pueden llevar a cabo ADCC. Intervienen en este proceso tanto la IgG como la IgE. Reacciones dependientes del complemento Existen dos mecanismos por los que el anticuerpo y el complemento pueden dar lugar a una hipersensibilidad de tipo II: la lisis directa y la opsonización. En el primer caso, el anticuerpo IgG o IgM reacciona con un antigeno de la superficie celular causando la activación del complemento y provocando la formación del CLAM. En el segundo, la fijación del anti- cuerpo o del frag- mento C3b sobre la superficie de las células (opsoniza- ción) las convierte en susceptibles a la fagocitosis. Clínica- mente, estas situa- ciones se producen en las reacciones transfusionales, en las que las células de un donante in- compatible reaccio- nan con los anti- cuerpos autóctonos del receptor; y en la eritroblastocis fetal, en la que existe una incompatibilidad Rh entre la madre y el feto y un pasaje de IgG anti-eritrocitos fetales por la placenta, causando la destrucción de los mismos. Disfunción celular mediada por anticuerpos En algunos casos, los anticuerpos dirigidos contra los receptores de la superficie celular dificultan o alteran la regulación funcional sin provocar lesión celular ni inflamación. Por ejemplo, en la MIASTENIA GRAVIS, los anticuerpos reaccionan con los receptores de acetilcolina de las placas motoras terminales de los músculos esqueléticos, alterando la transmisión neuromuscular con la consiguiente debilidad de los músculos. En la enfermedad de GRAVES la situación es inversa, existiendo una estimulación de la función celular, ya que los anticuerpos dirigidos contra el receptor de TSH presentes en las células tiroideas provocan el desarrollo de hipertiroidismo. HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO III (MEDIADA POR INMUNOCOMPLEJOS) 36 Las reacciones de hipersensibilidad de tipo III se deben a complejos antigeno-anticuerpo que lesionan los tejidos a causa de su capacidad para activar el sistema del complemento. La reacción toxica se inicia cuando el antigeno se combina con el anticuerpo en la circulación o en una localización extravascular en la que se hayan depositado los antigenos, generalmente vasos sanguíneos, articulaciones o glomérulo renal. La patogenia de la enfermedad por inmunocomplejos se divide en tres fases: - Formación de los complejos antigeno-anticuerpo en la circulación, que comienza cuando el antigeno penetra en la circulación e interactúa con los leucocitos, resultando la producción de anticuerpos que reaccionan con los antigenos aun existentes en la circulación para formar los complejos antigeno-anticuerpo. - Deposito de estos complejos en distintos tejidos. - Inicio de una reacción inflamatoria en diversas localizaciones. Existen dos mecanismos que parecen explicar el depósito de complejos inmunes en los tejidos con la posterior reacción inflamatoria aguda: - La activación de la cascada del complemento con producción de opsoninas (C3b) que estimulan la fagocitosis de partículas y microorganismos, factores quimiotácticos (C5), anafilotoxinas (C5a y C3a) que aumentan la permeabilidad vascular y provocan la contracción del músculo liso y la formación de CLAM (C5-C9). - La activación de los neutrófilos y los macrófagos a través de sus receptores Fc. Sea cual sea el escenario, la fagocitosis de los complejos antigeno-anticuerpo por los leucocitos atraídos por los factores quimiotácticos provoca la liberación o la generación de diversas sustancias proinflamatorias, entre ellas prostaglandinas, pép- tidos vasodilatadores y sustancias quimiotácticas, además de varias enzimas lisosómicas, como las proteasas capaces de digerir la membrana basal, el colágeno, la elastina y el car- tílago. Los radicales libre del oxigeno producidos por los neutrófilos activados también contribuyen a la lesión del tejido. Los inmunocomplejos tienen además otros efectos: producen agregación de las pla-quetas y activación del factor de Hage- man; estas dos reacciones multiplican el efecto inflamatorio y facilitan la formación e microtrombos. La lesión resultante recibirá el nombre de vasculitis, si afecta los vasos sanguíneos, glomerulonefritis, si ocurre en los glomérulos renales, y artritis si tiene lugar en las articulaciones. HIPERSENSIBILIDAD DE TIPO IV (CELULAR) Los linfocitos T específicamente sensibilizados son los que ponen en marcha la hipersensibilidad de tipo celular, que abarca a las clásicas reacciones de hipersensibilidad retardada iniciada por las células T CD4 y la citotoxicidad directa mediada por células T CD8. - Hipersensibilidad retardada: morfológicamente la hipersensibilidad retardada se caracteriza por la acumulación de células mononucleares alrededor de pequeñas venulas. El aumento de la permeabilidad vascular ocasiona el clásico edema de la dermis con el posterior depósito de fibrina, responsable de la induración observada en estas reacciones. El clásico ejemplo lo constituye la reacción a la tuberculina producida por la inyección de un derivado proteico purificado del bacilo Mycobacterium Tuberculosis en una persona previamente sensibilizada. La respuesta sería producto de la presencia de memoria inmunológica frente a dicho derivado proteico. Frente a una primera exposición, los LT CD4 reconocen peptidos derivados de los bacilos tuberculosos sobre la superficie de CPAs asociados a moléculas MHC de clase II. Este primer encuentro estimula la diferenciación de las células T CD4 a un perfil TH1. Cuando se administra la inyección intracutánea de tuberculina a una persona que estuvo antes expuesta al bacilo tuberculoso, las células TH1 de memoria entran en contacto con el antigeno existente sobre la superficie de CPAs y se activan. Estos cambios van acompañados por la secrecion de citoquinas del tipo TH1, responsables de la expresión de la hipersensibilidad retardada. Con determinados antigenos persistentes o no degradables, como es el caso del bacilo tuberculoso, el infiltrado linfocitario perivascular inicial esta constituido por macrófagos, los que suelen sufrir una transformación morfológica hacia células de aspecto epitelial37 denominadas células epitelioides. El granuloma (ver figura) es una estructura conformada por un agregado de células epitelioides, generalmente rodeadas de una corona de células leucocitarias (inflamación granulomatosa). - Citotoxicidad mediada por células T: en esta variante de hipersensibilidad de tipo IV, las células T CD8 sensibilizadas destruyen las células diana productoras de antigeno. A estas células efectoras se las denomina linfocitos T citotóxicos (LTC). Los LTC dirigidos contra los antigenos de histocompatibilidad de la superficie celular, desempeñan un papel importante en el rechazo de transplantes. Además intervienen en la resistencia frente a infecciones virales. En las células infectadas por virus, los peptidos virales se asocian a las MHC de clase I y el complejo así formado es transportado a la superficie para ser reconocido por el TCR de los linfocitos T CD8+. La lisis de las células infectadas antes de que se complete la replicación viral, permite eliminar la infección. RECHAZO DE TRANSPLANTES El rechazo de un transplante depende del reconocimiento que el huésped hace con respecto al tejido extraño transplantado. En el hombre, los antigenos responsables del rechazo son los del HLA (MHC). En el rechazo participan tanto la activación de los LT CD8+ como las reacciones de hipersensibilidad retardada desencadenadas por las células T helper CD4+. Se han propuesto dos vías distintas por las cuales se genera esta reacción de rechazo: - Vía directa: las células T del receptor del transplante reconocen las moléculas MHC sobre la superficie de una CPA del donante. Se cree que los imunógenos más importantes son las células dendríticas del donante, ya que no solo expresan grandes cantidades de moléculas MHC de clase I y II, sino que también están dotadas de moléculas coestimulatorias como B7. Una vez activados, los LTC maduros lisan al tejido injertado. - Vía indirecta: los linfocitos T del receptor reconocen los antigenos del injerto una vez que estos son presentados por CPAs del receptor. Este fenómeno implica la captación y procesamiento de las moléculas MHC procedentes del órgano donante, por parte de las CPA del huésped. 38 TOLERANCIA INMUNITARIA La tolerancia inmunitaria es un estado en que la persona es incapaz de desarrollar una respuesta inmune adecuada frente a un antigeno específico. La autotolerancia se refiere a la ausencia de respuesta frente a los antigenos del propio individuo y es lo que nos permite vivir en armonía con nuestras propias células y tejidos. Para explicar el estado de tolerancia se han propuesto diversos mecanismos que pueden agruparse en: - Mecanismos de tolerancia CENTRAL: consiste en la deleción clonal de los linfocitos T y B autorreactivos durante su maduración en los órganos linfáticos primarios (TIMO Y MEDULA OSEA). Se cree que los timocitos poseen la capacidad de presentar antigenos autólogos en asociación con MHC propias. Las células T en desarrollo que expresan receptores de alta afinidad para estos autoantígenos sufren una selección negativa y acaban sufriendo apoptosis, por lo que en el conjunto de células T periféricas no existen células autorreactivas o si existen son escasas. Cuando un linfocito B en desarrollo encuentra un antigeno unido a la membrana en el interior de la medula ósea, esa célula sufre apoptosis. No obstante, existen muchos autoantígenos que no son presentados en el timo, por lo que las células T poseedoras de receptores para los mismos escapan del timo y pasan a la periferia. Lo mismo sucede en el sistema de células B, de forma que en la sangre periférica de personas sanas se encuentran células B que poseen receptores para diversos autoantígenos. - Mecanismos de tolerancia PERIFERICA: las células T autorreactivas que escapan a la selección negativa intratímica podrían provocar lesiones hísticas, salvo que fueran eliminadas o neutralizadas en los tejidos periféricos. Existen varios mecanismos que operan a este nivel: ❖ Deleción clonal por muerte celular inducida por la activación: consiste en la muerte por apoptosis de las células T activadas, a través del sistema FAS-FASL. ❖ Anergia clonal: se trata de una inactivacion funcional prolongada e irreversible de los linfocitos, que se produce cuando se encuentran con antigenos en determinadas condiciones. Si la célula que presenta el antigeno no posee CD28 (que interacciona con el B7 de la CPA), la señal liberada será negativa y la célula se volverá anérgica (inactiva), no pudiendo ser activada ni siquiera ante la presentación del antigeno por una CPA competente capaz de emitir coestimulación. Como los tejidos normales no expresan estas moléculas, o lo hacen solo muy débilmente, el encuentro entre las células T helper específicas y sus correspondientes autoantígenos específicos causará la anergia clonal. Este mecanismo se aplica también a los linfocitos B de los tejidos. ❖ Celulas T reguladoras: la activacion de los clones T autorreactivos esta bajo su control. La deplecion de estas se asocia con la induccion de autoinmunidad ya que esto elimina el principal mecanismo de control en la periferia de los clones T autorreactivos. La alteración de los mecanismos de tolerancia periférica contribuye a la patogenia de las enfermedades autoinmunitarias. 39 SUPERANTIGENOS Los súper antígenos son proteínas producidas por diferentes microorganismos que se unen a los MHC de clase II SIN SER PREVIAMENTE PROCESADOS. Los mismos no se unen a estas moléculas en el sitio en el que lo hace la mayoría de los péptidos, sino que lo realizan en la región externa de las MHC de clase II y el dominio variable beta del TCR. Como resultado, muchas de estas células tendrán estas moléculas unidas a su superficie formando una mayor cantidad de pares de células T helper-CPA que lo normal. Entonces, las CPA en lugar de estimular una de cada 10.000 células T (respuesta normal a un antigeno), estimula una de cada 5 (activación policlonal) por la acción de puente, produciendo niveles excesivos de IL2 que llegan a la circulación y ocasionan una gran variedad de síntomas tales como vómitos, nauseas, malestar, fiebre y pueden ocasionar SHOCK. La gran proliferación de células T y la producción de IL2 llevan, además, a la elaboración en exceso de otras citoquinas (IL1 y TNFalfa). AGENTES INFECCIOSOS Y MECANISMOS DE EVASION Existen cuatro clases principales de microorganismos que causan infecciones en los vertebrados, entre los cuales figuran VIRUS, PARASITOS, BACTERIAS y HONGOS. El objetivo de estos agentes es procurarse un medio propicio para su desarrollo. Por lo tanto, deben evitar de alguna manera los mecanismos generados por el huésped para erradicarlos. Las bacterias, los parásitos y los hongos pueden habitar tanto en el medio intracelular como el extracelular dependiendo del tipo analizado, mientras que los virus son patógenos intracelulares obligados, ya que necesitan la maquinaria biosintética que les proporciona la célula huésped para poder replicarse. Como ya sabemos, la respuesta inmune contra microorganismos intracelulares está a cargo de LTH1 y macrófagos, mientras que la respuesta contra patógenos extracelulares esta dirigida por LTH2 y LB. Sin embargo, como nada es perfecto, existe la posibilidad de desarrollar una infección a pesar de haber iniciado una respuesta inmune adecuada. ¿Cómo es posible? Sencillo. Los agentes infecciosos poseen una amplia gama de mecanismos que les permite evadir las defensas del huésped. MECANISMOS DE EVASION BACTERIANA EXTRACELULARES INTRACELULARES Resistencia a la fagocitosis Invasión de células incapaces de mediar su destrucción (fagocitos no profesionales comoel hepatocito) Bloqueo de la activación del complemento Inhibición de la fusión fagolisosómica Inactivacion de los productos biológicos generados Interferencia con los IRO Variación antigénica Resistencia a enzimas lisosomales 40 MECANISMOS DE EVASION VIRAL Variación antigénica (mutación de los epitopes reconocidos por los anticuerpos) Latencia (el virus queda acantonado en un determinado sitio anatómico sin estimular al sistema inmune) Alteraciones de la respuesta inmune del huésped ❖ Inhibición de la inmunidad humoral (producción de receptores de anticuerpos y de complemento) ❖ Interferencia a nivel de la presentación antigénica (disminución en la expresión de MHC clase I) ❖ Interferencia en la regulación de citoquinas (producción de homólogos de IL-10 que inhiben la respuesta TH1) MECANISMOS DE EVASION PARASITARIA Variación antigénica Liberación al medio extracelular de los anticuerpos unidos a la superficie del parásito Supresión y/o bloqueo de la respuesta inmune del huésped (producción de proteasas que clivan los anticuerpos INMUNODEFICIENCIAS Las deficiencias inmunitarias primarias casi siempre son de tipo genético y afectan un aspecto especifico de la inmunidad humoral o celular, mecanismos de defensa inespecíficos mediados por proteínas del complemento o por células como los fagotitos o las células NK. Los defectos de células T se asocian casi siempre a defectos en la síntesis de los anticuerpos, por lo que los déficit aislados de células T suelen ser indistinguibles de los déficit combinados de células T y B. Casi todas las inmunodeficiencias primarias se manifiestan a edades muy tempranas, entre los 6 meses y los dos años, descubriéndose a causa de la propensión de estos lactantes a sufrir infecciones a repetición. Las inmunodeficiencias secundarias son producidas por complicaciones de una infección (HIV), malnutrición, envejecimiento o efectos secundarios de la inmunosupresión, la radiación o la quimioterapia antineoplásica, quemaduras o por otras enfermedades autoinmunitarias. De más esta decir que ambos tipos de inmunodeficiencias son importantes por igual, pero en esta ocasión nos limitaremos al estudio de las inmunodeficiencias primarias. AGAMMAGLOBULINEMIA DE BRUTON LIGADA AL CROMOSOMA X La enfermedad de Bruton es una de las formas mas frecuentes de inmunodeficiencia primaria. Se caracteriza por la ausencia de precursores de las células B (células PRO-B y PRE-B) que puedan diferenciarse hacia células B. Durante la diferenciación normal de las células B en la medula ósea, se produce primero un reordenamiento de los genes de cadena pesada de las inmunoglobulinas, que va seguido del reordenamiento de los genes de las cadenas livianas. En la agammaglobulinemia de Bruton, la maduración de las células B se detiene después del reordenamiento de los genes de cadena pesada. Como no se producen cadenas livianas, resulta imposible formar y transportar hacia la membrana celular la molécula completa de inmunoglobulina, que debe contener la cadena liviana y la pesada. En el citoplasma de las células se encuentran cadenas pesada libres. Este bloqueo de la diferenciación se debe a mutaciones en una tirosina kinasa citoplasmática denominada tirosina kinasa de Bruton (BTK). Se sabe que las proteínas tirosina kinasas intervienen en la transducción de la señal y se cree que la BTK es esencial para la transducción de señales que dirige las células PRO-B hacia las PRE-B y estas a células B maduras. El gen BTK se encuentra en el cromosoma X y es por esta razón que afecta casi exclusivamente a varones. INMUNODEFICIENCIA VARIABLE COMUN (IDVC) Esta alteración, relativamente frecuente pero mal definida, abarca un heterogéneo grupo de trastornos. La característica común a todos estos pacientes es la hipogammaglobulinemia que en general abarca a todas las clases de anticuerpos, aunque a veces solo afecta a la IgG. El diagnostico de inmunodeficiencia variable común se hace tras haber excluido las demás causas bien definidas de disminución de la síntesis de anticuerpos. No se conoce bien la base molecular de la diferenciación anormal de las células B, pero según algunos autores lo que sucedería es que las células T serian defectuosas, lo que les impediría enviar señales adecuadas para la maduración y activación de las células B. DEFICIT AISLADO DE IgA Como la IgA es la principal inmunoglobulina existente en secreciones externas, las defensas de las mucosas estan debilitadas, lo que facilita la infección de los aparatos respiratorio, digestivo y urogenital. Los pacientes sintomáticos suelen presentar infecciones pulmonares a repetición y diarrea. El defecto básico afecta la diferenciación de los linfocitos B productores de IgA, aunque su base molecular sigue siendo desconocida. SINDROME DE HIPER IgM Originalmente se pensaba que el síndrome de hiper IgM se debía a un trastorno de las células B, ya que los pacientes afectados fabrican anticuerpos IgM, pero son incapaces de producir IgG, IgA e IgE. En la actualidad se sabe que se trata de un trastorno de las células T, en el que la alteración de estas les impide activar a las células B con la posterior elaboración de isotipos diferentes a IgM. La capacidad de las células B productoras de IgM para poner en marcha la trascripción de genes que codifican otros isotipos de Igs depende de señales mediadas por citoquinas y por el contacto de las células T CD4+. En este proceso interviene la interacción física entre las moléculas CD40 de las células B y CD40L expresados por las células T activadas. Por lo tanto, las mutaciones de CD40 o CD40L impiden la interacción necesaria entre las células T y B (cooperación T-B) para que se produzca el cambio de isotipo y el paciente desarrolla esta inmunodeficiencia. En el 70% de los casos, la mutación afecta al gen CD40L situado en el cromosoma X. Por lo tanto, estos pacientes tienen la forma de la enfermedad ligada al cromosoma X. En los restantes, no se sabe con exactitud cuales son las mutaciones precisas, aunque se cree que afectan a CD40 o a otras moléculas de las células B en la vía de señalización CD40.
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