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Sangre "La sangre es Ltn zLtmo muy particular" Goethe La sangre se puede considerar un tejido conectivo fluido, dado que está constitui- da nor células v una "sustancia intercelu- lar'; IÍquida, el plasma sanguíneo. La san- gre circula por el organismo por los vasos sanguíneos. La cantidad total de sangre en un adulto es de alrededor de 5 l itros. La sangre fresca es un líquido viscoso rojo qr,re tras un corto período de reposo coagr.rla (lat. coagulat¡o, correr junto), por lo que adquiere una consistencia gelatino- sa. Si se impide Ia coagulación por el agre- gado de un anticoagniante, lentamente se- dimentan las células y el plasma_sanguí- neo permanece en suspenso en Ia parte superior. Por centriftigación se Iogra sedi- mentar los componentes celulares de Ia sangre con mayor rapidez y además se asnlman en el fondo del tubo de centrífu- gá. Si r" divide éste de 0 a 100 se lee di- rectamente el porcentaje de volumen san- guíneo compuesto por los glóbulos rojos, denominado hematócrito (gr. hcrimo, gen. haimatos, sangre; crienin, separar). En condiciones normales es de alrededor de 43. Después de la centrifugación se obser- va que los elementos de la sangre forman tres capas (fig. 10-1): la inferior, roja, está compuesta por los glóbulos rojos o eritro- citos (gr. erythros, rojo). Por encima se dis- tingue una capa delgada grisácea, formada Fig. 10-1. Dibujo esque- mático de un tubo de he- matócrito tras la centri- fugación de la sangre 1 0 por plaquetas o trombocitos (gr. throm- bos, grumo; los trombocitos intervienen en la coagulación sanguínea) y glóbulos blancos o leucocitos (gr. leukos, blanco). En la parte superior se observa el plasma sanguíneo, que es un líquido translÍrcido amarillento. Elementos figurados de la sangre Las células -eritrocitos, leucocitos y plaquetas- se denominan en conjunto ele- mentos figurados de Ia sangre. Los eritro- citos y las plaquetas desempeñan sólo sus funciones en el torrente sanguíneo, es de- cir, dentro del sistema de vasos sanguí- neos. Por el contrario, mediante el marca- do de los leucocitos se demostró que éstos sólo se encuentran en la sangre én forma transitoria, dado que abandonan el torren- te sanguíneo a través de las paredes de los capilares y vénuias poscapilares. Luego se esiablecen en el tejido conectivo y los ór- ganos l infoides, tras lo cual algunos regre- san, mientras que la mayor parte finaliza allí su existencia. La denominación eritrocito y tromboci- to es discutible, puesto que ambos care- cen de nÍrcleo. Por el contrario, los leuco- citos son células eucarióticas en sentido estricto, dado que contienen núcleo. Exis- ten 5 tipos de leucocitos en la sangre, que se clasifican sobre la base de su contenido de gránulos citoplasmáticos específicos, visibles con el microscopio óptico, en leu- cocitos granulares y agranulares. Los gra- nulocitos a sLl vez se clasifican de acuerdo con Ias caracterÍsticas tintoriales de los gránulos citoplasmáticos en granulocitos neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Los leucocitos agranulares comprenden a los linfocitos y los monocitos. A menudo los leucocitos se dividen sobre Ia base de la forma del nÍrcleo, en mononucleares y po- limorfonucleores (o polinucleares). Pero estas denominaciones pueden inducir a error. dado que sugieren que los granulo- citos nolimorfonucleares contienen más de un núcleo, Io cual no es así, el núcleo sólo está dividido en lóbulos. En Ia sangre circulante, la cantidad de eritrocitos es de unos 5 millones por pL (mmt), Ia de plaquetas, de unos 300.000 por pL y Ia de leucocitos, de alrededor de 7.000 por ¡rL. C A P í T U L O SANGRE 235 + Hioertónicots Solución de NaCl lsotónico Fig. 10-3. Dibujc mático de cómo trocitos modific forma debido a sis al ser coloca, soluciones sal in¿ tinta tonicidad. (S Garven.) Células sangíneas vivas Eritrocitos. Los glóbulos rojos contie- nen hemoglobina, que confiere a la sangre el color roio característ ico. En estado fres- co, los eri trocitos aislados se observan co- mo discos bicóncavos de color narania. La forma característ ica se aDrecia con esDe- c i a l c l a r i d a d m e d i a n t e - l a m i c r o s c o b i a e lec t rón ica de ba¡ r ido ( f ig . 10-2) . Careéen de movimiento propio y soportan gran de- formación, por ejemplo al pasar por los capilares más pequeños, dado que son muy elást icos. Cuando los eri trocitos no circulan oor el lorrente sanguÍneo t ienen tendenciá a agruparse en columnas, denominadas pi- las de monedas. Se cree oue este fenóme- no se debe a modif icaciones de la carga eléctrica en la superficie de los eritrocitos después de una extracción de sangre. La forma de los eritrocitos es inf)uida por fuerzas osmóticas. En una solución hipertónica (con mayor osmolaridad que la del plasma sanguíneo) los eri trocitos disminuyen de tamaño por la pérdida os- mótica de agua, y adoptan una forma cre- nada característ ica (f ig. 10-3). En una so- lución hipotónica, por el contrario, los eri trocitos aumentan de tamaño debido a la captación de agua y adoptan la forma esférica. Ei estiramiento de la membrana del eritrocito la hace permeable, por lo que se filtra la hemoglo-bina hacia el exte- Fig. 10-2. lmagen de eritrocitos captada con microscopio electrónico de barrido. x4.000. (Cedida por F. Biening ) r ior de la célula. De este modo ouedan las es t ruc turas cas i inco lo ras , los " fan tas- mas" (ing. ghosts). El proceso de ruptura de los eritrocifos se denomina hemólisis. Leucocitos. En los preparados en fresco de leucocitos vivos se distinguen los grá- nulos citopiasmáticos como partículas re- fringentes dentro de las células. Los leu- cocitos vivos tienen movilidad, dado que se desolazan mediante movimientos ame- boidei (véase también bajo citoesqueleto en e l cap . 3 , p . 92) . Los trombocitos en estado fresco tienen tendencia a formar coágulos, como peque- ños agregados en los que se entrecruzan los filamentos de fibrina. Morfología de las células sanguíneas en extendidos teñidos El estudio con el microscooio de exten- didos sanguíneos f i jados y Gñidos t iene gran importancia para el diagnóstico de numerosas enfermedades de la sangre. Los extendidos sanguíneos se preparan extendiendo una gota de sangre sobre un portaobietos en una capa muy delgada (véase f ig. 10-4). Tras el secado al aire se fi ja y se t iñe el extendido por dist intos métodos. Uno de los más uti l izados es la coloración de May-Grünwald-Giemsa, que contiene Ia combinación de eosina y azu l de met i leno . Las denominac iones eo- sinofilia y basofilia tienen para esta colo- ración el mismo signif icado que en la t in- ción con eosina y hematoxi l ina. Fig. 10-4. Dibujo esquemático que muestra la técnica de preparación de un extendido de sangre Se presiona uno de los portaobjetos en ángulo contra el otro portaobjetos que contiene la gota de sangre, se lo lleva un poco hacia atrás, tocando la gota de manera que fluya a lo largo del borde posterior. Luego se extiende ha- cia adelante rápidamente, de manera que la go- ta de sangre se extienda en una capa fina. 236 SANGRE / -z/* --/' -/- C A P I T U L Eritrocitos F¡9. 10-5. Fotomicrografía de un extendido de sangre, que muestra eritrocitos y cúmulos de plaquetas Tinción de May-Grünwald-Giemsa. x660. (Cedida por E. Mortensen.) Eritrocitos. Desde el punto de vista ma- croscóp ico , los ex tend idos de sangre teñ i - dos por este método son rosados, porque la eosina se une a los eri trocitos, que re- presentan el 99% de ias células (f ig. 10-5). Los eri trocitos son casi redondos, con un diámetro promedio de 7,5 pm. La zona central delgada se t iñe menos que el ani- llo grueso externo. Los granulocitos neutróñlos tienen 12- 15 pm de diámetro, con un núcleo muy característ ico dividido en 3-5 lóbulos, unidosmediante finos filamentos de cro- matina (fig. 10-6). La cromatina forma gru- mos gruesos, fuertemente coloreados y no se dist inguen nucléolos. El núcleo lobuia- Fig. 10-7. Fotomicrografía de un extend¡do de sangre que muestra un granulocitos eosinófi- lo Tinción de May-Grünwald-Giemsa. x660 (Cedida por E. Mortensen.) do dio origen a la denominación leucoci- Ios polimorfonucleados, pero en la actua- l idad se prefiere Ia de segmentados. Los granulocitos neutróf i los inmaduros aún carecen de divisiones en ei núcieo y se de- nominan en cayado (véase más adelante). La cantidad de lóbulos incrementa con la edad del leucocito, y en las formas hiper- maduras se pueden hal lar 6 o más lóbulos nucleares. Eitas células se denominan hi- persegmentadas y se detectan en algunas patologías, por ejemplo, anemia pernicio- sa . E l c i top lasma cont iene numerosos grá- nulos f inos que apenas se resuelven con el microscopio óptico. Se t iñen muy poco y se dist inguen como partículas de polvo, denominadas gránulos específicos (grá- nulos secundarios), mientras que los grá- nulos azurófilos (gránulos primarios) de- signan un pequeño grupo de gránulos más grandes de color rojo a púrpura. Los granulocitos eosinófilos tienen un diámetro de '1.2-L5 pm y un núcleo con dos lóbulos grandes unidos por una fina hebra de c romat ina , que en ocas iones pre- senta un grumo pequeño de cromatina (f ig. 10-7). Los grumos de cromatina son gruesos y se t iñen intensamente, y no se dist inguen nucléolos. El ci toplasma está casi cubierto por grandes gránulos muy eosinófi los. oue rara vez cubren el núcleo. Los granulocitos basófilos tienen un d iámet ro de 12-15 Fm y un núc leo con 2 o 3 lóbulos, que puede presentar forma de S (fig. 10-B). La cromatina tiene grumos me- nos gruesos y se tiñen con menos intensi- dad que en los demás granulocitos. No se distinguen nucléolos. Los gruesos gránu- Granulocito neutróf i lo Fig. 10-6. Fotomicrogra- fía de un extendido de sangre que muestra un granulocito neutróf ilo. Tinción de May-Grünwald- Giemsa. x660. (Cedida por E. Mortensen.) C A P I T U L O 1 0 SANGRE 237 Granulocito basófilo Fig. 10-8. Fotomicrograf ía de un extendido de sangre que muestra un granulocito basófi lo. Tinción de May-Grünwald-Giemsa x660 (Cedi- da por E Mortensen ) Ios densamente agrupados son muy meta- cromáticos y se t iñen de rojo violáceo. A menudo ocultan el núcleo. pero varían en número , tamaño y co lo r en ios ex tend idos sanguíneos, porque son hidrosolubles y, nor el lo. dif Íci les de conservar. Los monocitos son células grandes, de 12-18 ¡rm de diámetro y t ienen un núcleo con forma de riñón o de herradura (fig. 10- 9J. La cromatina se caracteriza por tener gránulo f ino, sin nucléolo visible. El Fig. 10-9. Fotomicrografía de un extendido de sangre que muesira un monocito- Nótese el pliegue característico en el borde del citoplas- ma Tinción de May-Grünwald-Giemsa x660 (Cedida por E. Mortensen ) abundante citoplasma presenta un color gris azulado, a menudo posee vacuolas y contiene gránulos azurófilos dispersos. En los extendidos sanguíneos, el citopiasma suele tener un doblez característico en el borde del ci toplasma. Los linfocitos son células pequeñas, de un diámetro de unos 7 ¡rm. El núcleo es redondeado o presenta una pequeña esco- tadura y la cromatina es de gránulos grue- sos sin nucléolo visible (f ig. r0-r0). EI nú- cleo ocupa casi toda la célula, sólo está ro- deado por un fino borde de citoplasma claro, de color azul, en el que se dist in- guen algunos gránulos azurófilos aislados. Un pequeño porcentaje de los linfocitos es un poco más grande, con un diámetro de 10-15 pm y presentan citoplasma gra- nulado. Se denominan grandes linfocitos granulares (son idénticos a las células NK, r 'éase con mavor detal le en el cap. 16). Los trombocitos son elementos con forma de ga jo , con un d iámet ro de unos 3 ¡rm. A menudo se agrupan y a veces l le- gan a formar grandes masas (f ig. 10-5). Las plaquetas sanguíneas t ienen una zona central, el granulómero, que contiene grá- nulos que se t iñen de púrpura a azul. El granulómero está rodeado por una zona más clara, el hialómero, que no contiene gránulos. Los gránulos de las plaquetas son de varios tipos diferentes (véase más adelante). Las plaquetas sanguíneas no contienen componentes nucleares en los mamíferos. La sangre siempre contiene algunos leucocitos muertos o moribundos. En los extendidos sanguíneos a menudo se rom- Fig. 10-10. Fotomrcrografía de un extendido de sangre que muestra 3 l infocitos y un gra- nulocito neutróf i lo. Tinción de May-Grünwald- Giemsa "660 (Cedida por E. Mortensen ) Linfocitos Granulocito neutróf i loMonocito 238 SANGRE C A P I T U Fig . 10-11 . lmagen de un eritroc¡to en un capilar, captada con microscopio electrónico. x1 7.500. (Ce- dida por J.P Kroustrup.) pen y se distinguen como células grandes esponjosas o rotas, que se t iñen con me- nor intensidad oue las normales. La relación éntre la cantidad de los dist intos t ipos de leucocitos de la sangre circulante es muy constante en personas sanas. con un oronred io de a l rededor de 60% de neutróf i los, 3% de eosinót ' i los, 0,5% de basófi los, 5% de monocitos v 30% de l infocitos. Estos porcentajes re- la t i vos se ob t ienen fác i lmente med ian te un recuento diferencial de un extendido de sangre per i fé r ica teñ ido , en e l que se cuentan , por e jemplo , 200 cé lu las conse- cu t ivas , y se anotan los t ipos . Por e l con- trario, el número absoluto de céiulas se determina oor recuento en cámaras ade- cuadas. Fig. 10-12. Dibujo esquemático de la compos¡- ción molecular del citoesqueleto de un eri- trocito. PLASMA SANGUiNEO Proteína de banda 3 Plasmalema Ultraestructura de las células sanguíneas Los eritrocitos están llenos de hemoglo- bina, que presenta un aspecto homogéneo y finamente granulado con e1 microscopio electrónico (f ig. 10-11). Las células madu- ras carecen por completo de organelas, sal- vo el plasmalema. La microscopia electró- nica de barrido demuestra con claridad la característica forma bicóncava (fig. 10-2). Esta última se mantiene debido a Ia pre- sencia de un citoesqueleto que se detecta mediante preparación especial para mi- croscopio electrónico y que se observa co- mo un ret iculado bidimensional sobre la cara interna del plasmalema. La mayor parte de este citoesqueleto está formado por la proteína espectrina (Iat. spectrum, imagen, fantasma; la espectr ina se aisló primero de los fantasmas eritrocitarios) (f ig. 10-12). La espectr ina forma un ret icu- lado filamentoso fijado en parte a una pro- teína transmembrana, la proteína de ban- da 3 (un transportador de aniones; origi- nalmente obtuvo su nombre debido a la movilidad electroforética de las proteínas de Ia membrana del eri trocito) con un es- labón intermedio, denominado anquir i- na, y en parte a otra proteína integral de membrana, designada glucoforina (cuya función se desconoce), por intermedio de otra proteína de anclaje, denominada pro- teína de banda 4.1, además de un corto trozo de ñlamento de actina. El ci toesque- le to con l ie re r ig idez a la membrana ce lu - lar v es esencial para el mantenimiento de la fbrma bicóncáva. Los eri trocitos se de- forman durante el pasaje por los capilares de menor diámetro que los mismos glóbu- los rojos, y la forma bicóncava se restable- ce inmediatamente después como conse- cuenc ia c le la p resenc ia de l c i toesque le to . Desde el punto de vista estructural, los leucocitos no son muy diferentes de otras Esferocitosis hereditaria En la patología esferocitosis heredi- taria, los f i lamentos de espectr ina de los eri trocitos no están unidos a la an- quir ina, por lo que los glóbulos rojos pierdenla forma bicóncava y adoptan la convexa. Al mismo t iempo se hacen más frági les, 1o que l leva a anemia he- molít ica (gr. anaimia, falta de sangre). Anemia indica disminución de Ia concentración de hemoplobina en la sangre. 1 0C A P I T U L O Espectrina SANGRE 239 Gránulos primarios Gránulos secundarios Fig. 10-13. Dibujo esquemático del aspecto con el microscopio electrónico de un granu- locito neutrófilo (Según Lentz ) células y sólo se estudiarán aquí los grá- nulos de los granulocitos. Los granulocitos neutróñlos contienen menor cantidad de gránulos primarios (denominados azurófilos en 1os preparados de extendidos de sangre) (f ig. 10-13). Mi- den unos 0,5 pm de diametro y tienen un interior homogéneo electrondenso. Los gránulos primarios contienen la enzima mieloperoxidasa, enzimas lisosómicas y li- sozima, y se pueden considerar l isosomas primarios modificados. Los gránulos se- cundarios (son los gránulos especÍficos que se distinguen en los extendidos) repre- sentan Ia gran mayoría, son de menor ta- maño y presentan un interior mucho más claro que los gránulos primarios. Ambos ti- pos de gránulos están rodeados por mem- brana. Los gránulos secundarios contienen fosfatasa alcalina, lactoferrina, colagenasa y lisozima, que es una enzima bactericida. Los grandes gránulos redondos de los granulocitos eosinóñlos miden de 0,5 a 1,0 ¡rm. Están limitados por membrana y tie- nen un interior homogéneo en el que se en- cuentraun cristal electrondenso (fig, 10-1a). Los gránulos contienen mieloperoxidasa y enzimas lisosómicas, y se pueden conside- rar lisosomas primarios modificados. Los gránulos de los granulocitos basófi- los miden unos 0,5 pm de diámetro, están limitados por membrana y tienen un inte- rior electrondenso que puede incluir cris- ta les ( f ig .10-15) . La intensa metacromasia de los gránu- los basófilos se debe al contenido de fie- parina, un glucosaminoglucano sulfatado. Los gránulos también contienen histami- na, enzimas Lisosómicas y peroxidasa. 240 SANGRE Como se vio en el capítulo B, hay mu- chos puntos de semejanza entre los mas- tocitos y los granulocitos basófi los, por elemplo el contenido de gránulos, pero se cree que ambos t ipos celulares no son idénticos (es posible que el mastocito sea un subtipo de los granulocitos basófi los de la sangre). Los monocitos contienen un número moderado de gránulos, de un diámetro aproximado de 0,4 ¡rm, y t ienen un inte- r ior homogéneo y bastante electrondenso. Contienen hidrolasas ócidas y se deben Fig . 10-14 . ln tada con micr( electrónico, de locito eosinó1 Nótese el cara cristal de cada x24 000. (Ced Van Deurs.) F¡9 . 10-15 . D i l mático del asp el microscopi nico de un gri basófi lo. El inl gránulos genet electrondenso, de variar el as¡ parte debido a Este aspecto v los gránulos s< el dibujo. (SegrGránulos C A P I T U considerar como lisosomas prÍmarios. Son idénticos a los gránulos -azurófi los (fig. r0-16J. Los l infocitos contienen algunos l iso- somas, y otras organelas muy escasas ( f i g . 1 0 - 1 7 ) . EI plasmalema de los trombocitos tiene un grueso glucocáliz (ñg. 10-rB) ]' forman invaginaciones tubula¡es que incrementan la superficie. La mayor parte de los gránu- Ios pertenecen a los denominados gránu- los alfa, de unos 0,2 pm de diámetro, que contienen factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) (ing. platelet derived growth factor), factor de von Willebrand(que favorece Ia adhesión de los tromboci- tos a Ia pared de los vasos sanguíneos) y/r- brinógeno, que interviene en el proceso de coagulación. Además de los gránulos alfa, las plaquetas también contienen gránulos delta (gránulos densos) que, por ejemplo, contienen serotonina (captada por endoci- tosis del plasma sanguíneo circundante) y ADP. Además hay algunos lisosomas ais- lados. Los trombocitos contienen un haz anular de microtúbulos que. como un ci- toesque le to . mant iene la io rma de ga jo de las células. También se encuentran im- portantes cantidades de actina y miosina (r5-2o% del total de las proteínas del trom- bocito está constituido por actina, y las pla- quetas poseen el mayor contenido de acti- na y miosina de todos los tipos celulares, salvo las células muscularesl. La mavor parte se encuentra en forma de monóméro. pero ante la activación de la plaqueta, por ejemplo, por coagulación sanguínea, se po- l imerizan las moléculas de actina y adop- tan la forma filamentosa, que será predomi- nante a partir de entonces y representa el aparato contráctil relacionado con la reac- ción de la coagulación (véase con mayor detalle en la próxima sección). También se dist inguen unos pocos túbulos de REL. Fig. 10-16. Dibujo esque- mático del aspecto con el m¡croscopio electró- nico de un monocito. Además de los gránulos se ooservan numerosas vesículas en el citoplas- ma. (Según Lentz.) Fig. 10-17. lmagen de linfoc¡tos caotada con microscopio electrónico. x5.000. (Cedida por A.B. Maunsbach ) 1 0 a & . 1 t o . ¡ 1 C A P í T I J L O SANGRE 241 Funciones de la sangre La sangre tiene importancia fundamen- tal oara el manteni.miento de la homeosta- sis normal del organismo, es decir, el equilibrio fisiológico. Muchas funciones se relacionan con el plasma sanguíneo, oero aquí se verán sólo las relacionadas áirectamente con \os elementos fieurados de la sangre. Eritrocitos Los eritrocitos transportan oxígeno y dióxido de carbono; esta función está rela- cionada con la hemoglobina. La hemoglobina se compone de una pro- teína, la globina, formada por cuatro cade- nas polipeptídicas unidas a una porción hem rica en hierro. Este hierro en Ia hemo- globina debe permanecer en forma fetosa (reducida) dado que la forma oxidada de la hemoglobina, o metahemoglobina (gr. me- fo, después, posterior), que contiene la for- ma férrica del hierro, es incapaz de trans- portar oxígeno. Los eri trocitos contienen la enzima metahemoglobina reductasa, que reduce a ferrohemoglobina la metahemo- globina que se pudiera formar. La energía necesaria se produce por glucólisis (debido a la carencia de mitocondrias, los eritroci- tos no tienen capacidad para formar ATP por fosforilación oxidativa). La concentración de hemoglobina en ios eritrocitos es muy elevada, La hemo- globina representa casi el 33% del peso de la célula. Debido a Ia carencia de organelas, los eri trocitos han perdido ia capacidad para s in te t i zar nuevos componentes de mem- brana. Cuando pasan por la circulación, en especial por el bazo, suelen perder parte del plasmalema, al mismo t iempo que se gastan sus reservas enzimáticas, y adop- tan, con el tiempo, la forma esférica. En consecuencia, no toleran la gran deforma- ción necesaria y se hacen más frágiles. Desoués de una vida media de unos 120 díal los eritrocitos modificados por la edad se eliminan del torrente circulatorio, y son degradados en los macrófagos (véase con más detalle bajo ciclo vital de los eri- trocitos). En la patología hereditaria ane- mia drepanocítica aparecen eritrocitos con forma de hoz, que son más frágiles y rígidos, lo cual conduce a mayor hemólisis y ob turamiento de los pequeños vasos . Plaquetas Las plaquetas desempeñan un papel central en la hemostasia (gr. haima, san- gre; sfosis, estado estable), es decir, defen- ción de la hemonagid, pero también pare- cen tener importancia para el manteni- 242 SANGRE Glucocáliz Plasmalema Mitocondria Fig. 10-18. Dibujo esquemático del aspecto con el microscopio electrónico de un trom- boc¡to. En los gránulos muy electrondensos que contienen serotonina a menudo se observa, co- mo vemos en el dibujo, una claridad aparente- mente vacía entre la membrana que lo rodea y la densidad interior. (Según Constantinides ) miento del endotel io de los vasos sanguí- neos Dorla l iberación de factor de creci- miento derivado de plaquetas (PDGF), que estimula los procesos de reparación tisulares. Ante un corte u otra lesión de un vaso sanguíneo, éste se contrae de in- mediato, Io cual en principio detiene la hemorragia. A continuación, Ias plaquetas intentan obturar el orificio en Ia pared del vaso mediante la formación de una placa trombótica (gr. thrombos, coágulo sanguí- neo). En condiciones normales, Ios trom- bocitos circulantes no muesttan tendencia a adherirse entre sí o a las paredes del va- so, pero cuando las plaquetas entran en contacto con las fibras de colágeno de la pared vascular (para las cuales poseen re- ceptores sobre la membrana celular), se aclivan, lo que se expresa por un aumen- to de tamaño de los trombocitos y varia- ción de su morfología por la emisión de numerosas prolongaciones citoplasmáti- cas finas. Al mismo tiempo se hacen pega- josas, dado que, en parte, ahora expresan receptores para fibrinógeno en su superfi- cie y forman agregados con fibrinógeno y Ribosomas Microtút Fi lamentos(actina) Gránulo alfa C A P I T L 1 0 con otros trombocitos, y en parte activan otras plaquetas por secreción de ADP, que también actúa como activador. Este proce- so autoestimulante conduce a la forma- ción de una placa trombótica que, de por sí es capaz de detener la hemorragia si es un defecto pequeño. Permanentemente aparecen pequeños defectos en el endote- lio de los pequeños vasos, y la mejoría in- mediata de estos defectos producida por las plaquetas, por formación de placas trombóticas, es de gran importancia. Des- pués de la formación de la placa trombó- tica, el endotelio cubre todo el defecto. Si es un defecto mayor en la pared del vaso, por lo que el estímulo es más fuerte, se activa el próximo paso de la hemosta- sia, la formación de un coágulo. La prime- ra activación de las plaquetas desencade- na la polimerización de actina y miosina. A continuación el trombocito se contrae, lo que en primera instancia le confiere for- ma de esfera, donde las demás organelas se iuntan en el centro de la célula. La libe- ración ulterior de sustancias activadoras por los trombocitos y por la pared vascular dañada inicia una reacción en cascada que conduce a la transformación de la proteína plasmática protrombina en trombina. La trombina es una enzima que cataliza la transformación del fibrinógeno plasmático en fibrina. Este último se polimeriza al ca- bo de segundos y forma ün reticulado de grandes filamentos de fibrina que transcu- rren en todas direcciones. Entre las mallas de esta red se incluyen Ios elementos figu- rados de la sangre y se forma el coágulo. Los filamentos de fibrina del coágulo se adhieren a los trombocitos de la superficie lesionada del vaso sanguíneo, por lo que el coágulo cierra el defecto y detiene así la hemorragia. El proceso de contracción continúa en las plaquetas y, como están adheridas entre sí y al reticulado de fila- mentos de fibrina y también a la pared del vaso, el coágulo se contrae y da lugar a la retracción del coágulo (lat. retroctio, dis- minución, estrechamiento). Como efecto secundario, el vaso sanguíneo se retrae aun más y contribuye a la hemostasia. En algunos casos se puede formar una placa trombótica patológica sobre vasos sanguíneos alterados, por ejemplo las pa- redes de las arterias coronarias ateroscle- róticas y, en ocasiones, caus¿Ir trombosis coronaria. Granulocitos neutrófi los Después de su formación en la médula ósea, los granulocitos neutrófilos sólo per- manecen en eI torrente sanguíneo unas 10 horas. Es posible que muchos de ellos mueran en el interior de los vasos, pero se desconoce su destino normal. Ante un pro- ceso inflamatorio abandonan el torrente sanguíneo y se acumulan en gran número en la zona inflamada. Tienen Ia función de fagocitar y eliminar microrganismos. como parte de la defensa contra las infecciones, dado que, junto con los macrófagos repre- sentan los fagocitos profesionales del orga- nismo. Este tema ya se vio en detalle bajo inflamación, en el capítulo B (véase p.21'9). Granulocitos basófilos Como ya se mencionó varias veces, existen muchos puntos de semejanza en- tre los granulocitos basófilos y los masto- citos y, si bien la concepción dominante en este momento es que representan dos líneas celulares diferentes, aunque muy relacionadas, también es posible que los granulocitos basófilos incluyan estadios inmaduros de los mastocitos, que abando- nan el torrente sanguíneo y aparecen en el teiido conectivo. La función de los qranu- lobitos basófilos en el torrente san{uíneo no se ha establecido con certeza, salvo su oosible intervención en las reacciones ánafilácticas, de modo similar a los mas- tocitos, cuyas funciones ya se analizaron en e l capí tu lo B (véase p.21,7) . Granulocitos eosinófi los Se cree que la principal acción de Ios granulocitos eosinófilos es intervenir en la lucha contra las infestaciones parasita- rias, que se vieron en el capítulo B, al ana- lizar las funciones de los granulocitos eo- sinófi los (p.215). Monocitos Los monocitos son estadios inmadu¡os de los macrófagos, a los que se diferencia¡r des- pués de abandonar el torrente sanguíneo. Esto se analizó en detalle en el capítulo B ba- jo monocitos y macrófagos (véase p. 209). Linfocitos Por Io general, los linfocitos comprenden dos subpoblaciones, denominadas linfoci- tos T y linfocitos B. No presentan diferen- cias morfológicas, pero se pueden separar sobre la base de la determinación de marca- dores de superficie. Además de los linfoci- tos B y T también pueden ap¿Irecer linfoci- tos de tamaño notablemente más grande y que contienen griánulos citoplasmáticos. Se denominan grandes linfocitos granulares y son idénticos a una tercera subpoblación aun más pequeña de linfocitos, denomina- dos células NK (ing. natural killer cells). Los linfocitos juegan un papel funda- mental en las reacciones inmunológicas, según se verá en el capítulo 16. C A P í T I J L O SANGRE 243 lslote sanguíneo Saco vitelino Amnios Surco neural Canal neuroentérico Surco primitivo Cordón Corion a Fig. 10-19. Dibujo esquemático de islotes san- guíneos en la pared del saco vitelino en el feto temprano (a) y la primera diferenciación de vasos sanguíneos (b a d). (Según Arey.) Ciclo vital de las células sanguíneas Debido a la relativamente corta vida de las células sanguíneas, es necesaria Ia constante oroducción de células nuevas para mantener Ia cantidad original. La he- mopoyesis (gr. poiesis, formación) es la formación de células sanguíneas y tiene lugar en los tejidos u órganos hemopoyéti- cos, de los cuales el más importante es la médula ósea, después del nacimiento. AIIí se forman todos los eritrocitos, tromboci- tos, leucocitos granulares y monocitos. Parte de los linfocitos (células B no com- prometidas) también se forman en la mé- dula ósea, pero el resto se originan en los tejidos y órganos linfoides (timo, nódulos linfáticos y bazo). La formación de células sangíneas en la médula ósea se denomina mielopoyesis (gr. myelos, médula). Los órganos hemopoyéticos están com- puestos por una estroma de tejido conec- tivo reticular (en el timo en realidad es un retículo derivado del epitelio), es decir, una red de células y fibras reticulares. Convergen allí adipocitos, fibroblastos, macrófagos y células endoteliales, además de gran cantidad de células libres, espe- cialmente las células sanguíneas y sus es- tadios inmaduros. La formación de eritrocitos y granuloci- tos incluye notables modificaciones cito- 244 SANGRE Vaso sanguíneo lógicas, mientras que esto es menos nota- ble en la producción de linfocitos y mono- citos. Las células sanguíneas maduras son liberadas al torrente sanguíneo y circulan por los vasos a partir de ese momento. Co- mo se vioantes, los leucocitos abandonan el torrente sanguíneo, dado que ejercen sus principales acciones en los tejidos co- nectivos, donde, después de transformar- se en otros tipos celulares, finalmente mueren. Algunos de los componentes ce- lulares son reutilizados en la producción de nuevas células, en especial el conteni- Fig. 10-20. Fotomicrografía de la hemopoye- sis en el hígado de un feto humano en el ter- cer mes de vida fetal. Entre otras células se observan dos megacariocitos. Corte coloreado con hematoxilina-eosina. x275. Mesodermo Endotelio Célula saguínea lslote sanguíneo Futuras células Célula endotelial Megacariocitos C A P í T L s $ $ &;,., * \ ¡ Médula ósea fetal Tejido óseo ción de eritroblastos definitivos, que dan origen a eritrocitos anucleados como los que se encuentran durante el resto de la vida. En el pasaje a la producción de los eritroblastos definitivos se modifica al mismo tiempo la estructura de Ia cadena peptídica de la hemoglobina del tipo fetal al adulto. En esencia, la hemopoyesis en el hígado es extravascular, entre los hepa- tocitos. Al mismo tiempo se observa algo de formación de sangre en el bazo, sobre todo de eritrocitos. Hacia el quinto mes de vida disminuye la hemopoyesis en el hí- gado y el bazo, que se detiene antes del nacimiento (sin embargo, se puede detec- tar algo de eritropoyesis hepática en las primeras semanas de vida extrauterina). La médula ósea pasa a ser e1 órgano he- mopoyético central en los últimos meses de vida fetal v durante toda la existencia posnatai (laI. natalis, perteneciente al na- cimiento) (f ig. 10-21). Todas las células sanguíneas se originan a partir de una célula madre común (véase más adelante), que aparece primero en el saco vitelino. Se cree que el pasaje de la hemopoyesis al hígado y luego al bazo y Ia médula ósea tiene lugar por el transporte de células madre por vía hematógena, de uno a otro órgano hemopoyético. Células madre hemopoyéticas Todas las células sanguíneas se originan a partir de una célula madre hemopoyéti- ca común, que se denomina célula madre hemopoyética pluripotente y se define co- mo und célula copaz de dar origen a cual- quiera de las células sanguÍneas y de man- tener su propia existencia por divisiones mitóticas. Las células madre pluripotentes representan sólo una porción muy peque- ña de la cantidad total de células nuclea- das de la médula ósea (menos de 1 cada 100.000] v en condiciones normales sólo alrededor-del 5-10% sufren divisiones, da- do que el resto permanecen en estado la- tente, en la fase Go del ciclo celular. De to- dos modos, esta cantidad es suficiente pa- ra mantener un estado de equilibrio. don- de el número de células sanguÍneas madu- ras que muere es reemplazado por una cantidad igual. Esto se debe a que en los pasos siguientes de la hemopoyesis tienen lugar divisiones ulteriores, que producen las descendientes de cada célula madre pluripotente. Las células madre pluripo- tentes poseen gran capacidad proliferativa cuando son estimuladas en relación con un aumento de la necesidad de produc- ción (véase más adelante). Por división de las células madre pluri- ootentes se forman nuevas células madre pluripotentes, por lo que se mantiene la cantidad original, y células que se dife- rf rlF I Fig. 10-21. Fotomicrografía de médula ósea primitiva en un feto humano en el tefcer mes de vida fetal. En algunos de los vasos recién formados se distinguen er¡trocitos nucleados. Corte teñido con hematoxilina-eosina. x275. do de hierro de los eritrocitos, que con fa- cil idad se ouede convertir en un elemen- to escaso én el organismo. A la vez que forman células sanguíneas, los tejidos he- mopoyéticos también las degradan. Origel y desarrollo de las células sanSurneas Hemopoyesis en el feto Las primeras señales de hemopoyesis aparecen en el ser humano hacia la segun- da semana de vida en la pa¡ed del saco vi- telino, donde aparecen en el mesénquima pequeñas agrupaciones de células hemo- poyéticas, denominadas islotes sanguí- neos (fig. 10-1S). La relación con Ia circu- lación sanguínea del feto se establece por medio de los vasos del saco vitelino y las células hemopoyéticas originadas en el saco vitelino llegan así el feto. La hemopoyesis fetal varía paulatina- mente su localización hasta ubicarse en el hígado, que es el sitio principal de forma- ción de sangre hacia el tercer mes de vida fetal. Tanto en la fase de saco vitelino co- mo en la hepática se forman casi con ex- clusividad eritrocitos, pero en el hígado comienzan a aparecer algunos granuloci- tos y megacariocitos (fig. 10-20). Los eritroblastos que se forman en el sa- co vitelino se denominan eritroblastos primitivos y dan origen a eritrocitos nu- cleados que se observan en el feto tempra- no (fig. 10-21). Al localizarse la hemopo- yesis en el hígado comienza la produc- a2Ü tD 1 0C A P I T U L O SANGRE 245 células madre para linfocitos T y células madre para linfocitos B, que darán origen a su vez a la línea celular de los linfocitos T y los linfocitos B, respectivamente. Co- mo se mencionó antes, las células madre de los linfocitos B permanecen en la mé- dula ósea, donde tiene lugar la madura- ción a linfocitos B no comorometidos ( "na ive" ) , m ien l ras que las cé lu las madre de los linfocitos T abandonan Ia médula ósea y son transportados por el torrente sanguíneo hasta el timo, donde tiene lugar la maduración de los linfocitos T no com- prometidos ("naive"). Fig.10-22. mát¡co de lo estadios y I hemopoyes texto para lo rencian en célula madre linfoide o en cé- lula madre mieloide (fig. 10-22). Estas dos últimas, a diferencia de la célula madre pluripotente, sólo son mult ipotentes, puesto que dan origen a linfocitos y el res- to de los elementos figurados (mieloides) de Ia sangre, respectivamente. Además no tienen capacidad para renovarse por tiem- po indeterminado, como ocurre con la cé- lula madre pluripotente. Por Ia proliferación de las células ma- dre multipotentes se forman células ma- dte unipolentes, específicas de línea. Así, las células madre linfoides dan origen a 246 SANGRE C A P í T Unidades formadoras de colonias (CFU) v demostración de las células madre hemopoyéticas Se postuló la existencia de una célula madré pluripotente común para todos los elementos figurados de la sangre mu- cho antes de poder demostrarlo. Las difi- cultades para lu identificación radicaron en que li morfología de esta célula ma- dre pluripotente se debía caracterizar por la carencia absoluta de rasgos pro- pios, que identi f ican los estadios más di- ferenciados de las dist intas l íneas celula- res en la hemooovesis. Sobre la base de estos cri terios generales negativos para el aspecto de las células madre, la bús- queda (por análisis de extendidos san- guíneos teñidos) resultó infructuosa. Sin embargo, se logró la demostración expe- rimental por transplante de células de la médula ósea con marcadores cromosó- micos a ratones. Drevia destrucción de los órganos hemopoyéticos con una fuer- te dosis de radiaciones. Desoués de esta i r rad iac ión le ta l ( la t . Ie to l i s j los ra tones morían, debido a la producción insufi- ciente de células sanguíneas, pero si se inyectaban células de médula ósea de ra- tones idénticos, desde el punto de vista genético, al torrente sanguíneo de los ra- tones irradiados, éstos sobrevivÍan. r ' al cabo de só lo unos 10 d ías se demost iaba macroscópicamente la presencia de nó- dulos de 1-2 mm en el bazo, cada uno de los cuales reoresentaba una colonia de células formadoras de sangre (en los ra- tones adultos, el bazo y la médula ósea actúan como órganos hemopoyéticos y se forman colonias similares en la médu- la ósea, pero son de más dif íci l acceso para el investigador). Cada una de las co- lonias es unclon originado por una úni- ca célula, denominada CFU (ing. colony forming unif). Se demostró que las célu- las donantes eran las que originaban las colonias, debido a que se les había agre- gado como marcador una anomalía cro- mosómica de fáci l detección. Al anal izar las colonias formadas en el bazo se des- cubrió que las distintas células hemopo- yéticas de una colonia mixta tenían el mismo cariotipo anormal (marcador), es decir, todas se habían originado de una misma CFU común. La mayoría de las colonias formadas era mixta, pero todas contenían uno o más estadios orevios de los elementos mieloides (no los estadios previos de los linfocitos), es decir, originados en una CFU, idéntica a una célula madre mieloi- de multipotenfe. Algunas de las colonias contenían estadios Drevios de úodos las células sanguíneas, es decir, originarias de una CFU idéntica a la célula madre hemopoyétic a p }u ripotente. Además de la demostración in vivo de las células madre hemopoyéticas, más adelante fue posible demostrarlo in vitro en cultivos celulores, donde primero se c t r l t i van cé lu las de la es t romá de Ia mé- dula ósea, hasta que se forma una capa de las células denominadas de adhesión. Las células hemopoyéticas aisladas in- mediatamente antes de la médula ósea se ubican sobre la caDa de células de adhe- sión, donde ".""".r y forman grandes co- lonias visibles a simple vista, cuyo t ipo celular se analiza del mismo modo que las co lon ias a is ladas de l bazo. Es tos cu l - t ivos ceiulares tuvieron especial impor- tancia para la investigación de los facto- res de crecimiento necesarios oara ia su- perv ivenc ia . p ro l i fe rac ión . d i fe renc ia - ción y maduración de las células hemo- oovéticas.^ Íanto la demostración de colonias rn vivo en el bazo como la apl icación de cu l t i vos ce l t r la res in v i t ro ion aún im- portantes métodos de análisis para la de- nostración de las células madre hemo- oor¡ét icas. - Úno de los principales argumenros en favor de la existencia de una célula ma- dre pluripotente en humanos se basa en Ias investigaciones efectuadas en pacien- tes con leucemia mieloide crónica, en Ios cuaies se demuestra la presencia del c romosoma Ph i lade lph ia (véase también cap. 4, pág. 1,aa) tanto en las células mie- loides como en las l infoides. Se han rea- l izado investigaciones en pacientes so- metidos a trasplante de médula ósea con otra persona cómo donante (al lotrasplan- te), como parte del tratamiento de enfer- medades malignas. De acuerdo con esta terapéutica, el paciente recibe una dosis de quimioterapia o radioterapia tan gran- de que, si no se real izara el trasplante de médula ósea, serÍa mortal, debido a la destrucción de la médula ósea propia, pero que a Ia vez aumenta las posibilida- des de oue se cure al eliminar las células malignas. Las células de médula ósea do- nadas pueden provenir del mismo do- nante y obtenidas antes de la quimiotera- pia o la radioterapia (trasplante autólo- go), o provenir de otro individuo (allo- trasplante). En este últ imo caso ha sido posible seguir, mediante marcadores ge- néticos, los descendientes de las células transplantadas, y estas investigaciones C A P i T U L O 1 0 SANGRE 247 han confirmado oue existe una céIula madre hemopoyét1ca pluripotente con capacidad para restablecer todas las Ií- neas celulares sanguíneas en el receptor y retener la capacidad de autorreplica- ción. Mediante la clasificación de las célu- las con fluorescencia activada es relati- vamente sencillo aislar las células ma- dre hemopoyéticas, que se detectan me- diante marcado fluorescente de las mo- léculas de superficie de la membrana ce- lular específicas para las células madre. Una de ellas, CD34 (véase con más deta- lle la nomenclatura CD en el cap. 16), se demuestra en d, O,L-'Llo de todas las cé- lulas hemopoyéticas humanas y las ex- oeriencias con cultivo de teiidos v for- mación de colonias demuestian qúe las células CD34 positivas son células ma- dre hemopoyéticas, pluripotentes, mul- tipotentes y específicas de línea, dado que esta población celular es capaz de restablecer toda la hemopoyesis. Menos del 10% de las células CD34 positivas son a la vez negativas para los marcado- res CD3B y HLA-DR (que son criterios de marcación para las células madre espe- cíficas de línea). Es posible que las céiu- las con estas características [CD34 posi- tivas y CD3B y HLA-DR negativas) sean idénticas a las células madre pluripo- tentes. A pesar del uso combinado de clasificación celular con fluorescencia activada y de cultivos celulares con ais- lamiento de células aisladas a fin de identificarlas, aún no se considera haber identificado definitivamente Ia célula madre hemopoyética pluripotente. Uno de los problemas radica en Ia necesidad de definir célula madre hemopovética sobre la base de sus sucesoras, yu ieu un cultivos o postransplante, por lo que se pierde la célula original. De las células madre mieloides se dife- rencian células madre específicas de las líneas de eritrocitos, de- megacariocitos (que dan origen a los trombocitos, véase más adelante), de granulocitos y de mono- citos. La célula madre mieloide también se denomina CFU-GEMM (ing. colonyfor- ming unit-granulocyte-erythrocite-mo- n o c7,te -me gaka ryo cy'te, unidad formadora de colonias de granulocitos-eritrocitos- monocitos-megacariocitos), donde unidad formadora de colonias se refiere a que es- te tipo celular se puede definir por su ca- pacidad para dar origen a colonias de to- das las células mieloides que conforman la sangre, sea in vivo como colonias de ba- zo murino o in vitro en cultivos celulares. La célula madre de eritrocitos unipo- fenfe, específica de línea, se denomina BFU-E (ing. bursf forming uniú, unidad formadora de estallido; se usa esta deno- minación porque este tipo de CFU prolife- ra con extraordinaria fuerza en los culti- vos celulares), que es continuada por una CFU-E. Esta célula esoecífica de línea. también uniootente. es la ú l t ima célu la madre en la línea celular eritroide. ouesto que da origen a Ios eritroblastos. que no son células madre (no forman colonias), sino las primeras células reconocibles por su morfología en Ia línea eritrocítica (más adelante se verá el desarrollo ulterior de Ios eritrocitos y las demás líneas celulares mieloides a partir del estadio de blasto). En la IÍnea de trombocitos. Ia nrimera célu la madre unipoLenLe especí f icá de l Í - nea es una BFU-Meg, que prolifera y se di- ferencia a CFU-Meg, la última célula ma- 248 SANGRE dre de Ia línea de trombocitos, que por pro- liferación y diferenciación da origen ai me- gacarioblasto (fig. 10-22). La célula madre mieloide también da origen a células ma- dre unipotenfes, específicas de Ia línea de los granulocitos eosinófilos, denominadas CFU-Eo, y de Ios granulocitos basófilos, de- nominadas CFU-Bas, además de una célula madre común, bipotente, para los granulo- citos neutrófilos y los monocitos, denomi- nada CFU-GM (fig. tO-22). Esta célula pro- lifera y se diferencia para dar origen a una célula madre de los granulocitos neutrófi- Ios, unipotenfe, CFU-G, y una célula madre de los monocitos, unrpotenfe, CFU-M, res- oectivamente. Estas células madre diferen- ies dan origen después a mieloblastos eosi- nófilos, basófilos y neutrófilos y mono- blastos (para ser correctos, en realidad son mieloblastos comprometidos para Ia línea eosinófila, basófila y neutrófila). Las células madre hemopoyéticos repre- sentan así una jerarquía, donde en el pun- to superior se ubica la célula madre pluri- potente, seguida por células madre pluri- potentes y después bipotentes y unipoten- tes esoecíficas de línea. Las células madres hemopoyéticas comparten la propiedad de no poder ser identificadas con certeza por su morfología, sólo se pueden definira par- tir de su capacidad formadora de colonias, Mediante Iá determinación inmunohisto- ouímica de moléculas de membrana locali- zadas sobre la superficie celular se ha po- dido demostrar que todas las células madre hemopoyéticas poseen un marcador de su- perficie común, denominado CD34, que no se encuentra en los estadios posteriores a C A P I T U 1 0 células madre. Todas estas células positi- vas para CD34 en la médula ósea preienlan rn aspecto morfológico idéntico, con un núcleo redondo sin características particu- lares, rodeado por un angosto reborde de citoplasma basófilo, muy sr'milor o un pe- queño linfocito. Regulación de la hemopoyesis La médula ósea es tn microambiente in- ductor de la hemopoyesis especial. Si bien permanentemente circula una cantidad, aunque muy pequeña, de células madre por el torrente sanguíneo, éstas no se asien- tan en otros órganos para iniciar allí la he- mopoyesis. Lo mismo vale para una inyec- ción en el torrente sanguíneo de células de la médula ósea, por ejemplo, en caso de transplante. donde las células medulares introáucidas sólo comienzan la hemopoye- sis en la médula ósea. Se cree que esto se debe a que la estroma de la médula ósea, compuesta por células reticulares, macró- fagos, adipocitos (en realidad células reti- culares llenas de grasas, véase estroma con mayor detalle en el cap. 11), matriz extra- celula¡ y células endoteliales capilares, es necesaria para el crecimiento y la diferen- ciación de las células hemopoyéticos. En consecuencia. no es posible mantener la hemopoyesis en un cultirro celular, si pri- mero no se hace crecer una capa de estas células de adhesión a partir de estroma de Ia médula ósea. Esta última también es mu- cho más resistente a las radiaciones que las células hemopoyéticas, por lo que sobrevi- ven a radiaciones letales y están en condi- ciones de funcionar como microambiente inductor de hemopoyesis para las células madre introducidas por el trasplante de médula ósea. Es posible que tenga impor- tancia el contacto físico directo entre la es- troma y las células hemopoyéticas, pero también diversas citoquinas son factores de crecimiento necesarios en distintos es- tadios de la hemopoyesis. Algunos de estos factores son sintetizados v secretados por las células de Ia estroma, en especial se cree que el estado de equilibrio, en condiciones normales, está condicionado por citoquinas secretadas en el mismo medio, mientras oue la fuerte estimulación de la médula ósea relacionada, por ejemplo, con una in- fección con reacción inflamatoria, se debe a citoquinas circulantes secretadas por linfo- citos T helper y macrófagos activados. Se ha identi f icado y clonado un factor de crecimiento hemopoyético denomi- nado factor de células madre (o ligando c-kit) que tiene acción estimulante sobre las células madre en un estadio muy tem- prano de la hemopoyesis, posiblemente oor activación de la misma célula madre pluripotente. También se han identificado cuatro fac- tores estimulantes de colonias'. CSF mul- tilínea (multi-CsF), también llamada in- terleuquina 3 (IL-3), CSF de granulocitos- macrófagos (GM-CSF), CSF de granuloci- tos (G-CSF), y CSF de macrófagos (M- CSF). El multi-CsF es producido por lin- focitos T helper y qrizá también por Ias células de la estroma, si bien ésto no se ha demostrado. v estimula las células madre mieloides y ial vez también las células madre pluripotentes. La estimulación fa- vorece la formación de todos los elemen- tos mieloides de la hemopovesis. Los de- más [actores est imulan ' la i respect ivas CFU nombradas y actúan más tarde en el proceso de hemopoyesis, ya sea sobre cé- lulas madre bipotentes (CFU-GM) o uni- potentes, específicas de línea. GM-CSR G- CSF y M-CSF se forman en las células de la estroma, en la médula ósea, pero tam- bién se produce GM-CSF en los linfocitos T heloer activados. En los últimos esta- dios interviene además la eritropoyetina (EPO), el factor de crecimiento hemopo- yético más conocido, de gran importancia para la eritropoyesis normal. EPO actúa sobre CFU-E (pero no sobre BFU-E). Otro factor de crecimiento, ya aislado, es la trombopoyetina, que estimula la prolife- ración y la maduración de ios megacario- citos (más adelante se verán más detalles sobre eritropoyetina y trombopoyetina). La condición para que actúen los facto- res de crecimiento sobre los distintos esta- dios de la eritropoyesis es que exista la expresión de los receptores específicos co- rrespondientes en la superficie de las cé- lulas blanco. Cuando las distintas células de la hemopovesis se comienzan a dife- renciar por .,tra vía determinada, le sigue Ia expresión de receptores especÍficos pa- ra las citoquinas que dirigen a la célula en esa dirección. Es posible que existan va- rios microambientes de células de la es- troma diferentes, y que en cada medio ac- ltten determinadas combinaciones de fac- tores de crecimiento y qluízá también de moléculas de la matriz extracelular, q:ue se f i jan a las moléculas de adhesión celu- Iar sobre el tipo de célula hemopoyética que sufre diferenciación y crecimiento en ese momento en ese medio y que, en con- secuencia, Io retiene por un tiempo. La modificación de Ia expresión de las molé- culas de adhesión en la superficie de la célu la, re lac ionada con la d i ferenciac ión puede después causar Ia liberación de la célula madre del medio local v su despla- zamiento con e l lor rente sanguÍneo hácia microambientes de células de la estroma secundarios, donde continúa la prolifera- ción y diferenciación hacia los estadios si- guientes de Ia hemopoyesis. Posiblemente estos microambientes existen para cada ti- C A P I T U L O SANGRE 249 po de célula madre, desde las pluripoten- tes hasta las células madre uniootentes es- oecÍl icas de l Ínea. La resulación de Ia cantidad de células sanguíieas en el organismo también esIá relacionada con el hecho de que los t ipos de células sanguíneas tienen vida limita- do, tras la cual son eliminadas, en el caso de las células nucleadas por muerte celu- la r p rogramada por apoptos is . E l equ i l i - b¡io entre Ia oroducción constante de la médula ósea y la apoptosis después de un período fijo mantiene el estado de equili- brio, en condiciones normales. Ciclo vital de los eritrocitos En esta sección se analizará el transcur- so del desarrolio desde el estadio de blas- to hasta las células sansuíneas moduras dent ro de cada l Ínea ce lu la r , es dec i r , los es tad ios evo lu t i vos donde se oueden ident i f i car las cé lu las sobre la base de sus asDectos en extendidos comunes de mé- di la ósea (véase con mayor detal le su ob- tenc ión en e l cao . 11) . El desarrollo de un eritrocito ilustra los rasgos básicos de las modificaciones morfo- lógicas que caracterizan el proceso evoluti- vo de la mayor parte de las células sanguí- neas (fig. 10-23). Los estadios celulares más tempranos son más grandes que las células maduras y tienen un núcleo de mayor ta- maño, en relación con el citoplasma, que es basófilo sin contenido de comoonentes es- pecÍf icos (hemoglobina. gránulos). En su Fig. 10-24. Fotomicrografía de un extendido de médula ósea oue muestra un eritroblasto basófi lo y un mielocito. Tinción de May-Grün- wald-Giemsa x660. (Cedida por E Mortensen.) Mielocito Eritroblastobasófi lo Eritroblasto basófilo Eritroblasto pol icromatófi lo Eritroblasto ortocromático (normoblasto) Eritrocito camino hacia el desarrollo, la célula madu- ra disminuye de tamaño, al igual que el nú- cleo, tanto en valores absolutos como en re- Iación con el citoplasma (en el ertitrocito es finalmente eliminado), La cromatina se hace más densa y se tiñe con mayor intensidad, y Ia basofilia inespecÍfica del citoplasma es reemplazada en forma gradual por los com- ponentes específicos. Fig. 10-25.Fotomicrografía de un extendido de médula ósea que muestra eritroblastos policromatófilos y un eritroblasto ortocromá- t ico (normoblasto). Tinción de May-Grünwald- Giemsa x660 (Cedida por E. Mortensen ) Eritroblastos policromatófilos Eritroblasto ortocromático F ig .10-23. I mático de lal vanacrones cas que se I durante el d un eritrocitc 250 SANGRE C A P i T I Fig. 10-27. Fotomicrogra- fía de un extendido de sangre coloreado por la lécnica supravital con violeta brillante de cre- sil oara identificar los re- ticulocitos. La muestra de sangre proviene de un oaciente con número au- mentado de reticulocitos en sangre. x660. (Cedida por E. Mortensen.) L *.J'un E -És Fig. 10-26. Dibujo esquemático de un islote eritroblástico de la médula ósea. A la derecha se encuentra un núcleo de normoblasto elimina- do (rodeado de una fina capa de citoplasma) recién fagocitado por el macrófago ubicado en el centro. El eritrocito libre (en realidad un reti- culocito) contiene aún escasos restos de orga- nelas. (Según Bessis.) La célula madre unipotente específica de línea para la serie eritrocítica se de- nomina, como se vio antes, CFU-E (fig. 1.0-22). Su proliferación y diferenciación conduce a la formación de Ia primera cé- lula oue se reconoce como eritroblasto verdadero y, por Io tanto, perteneciente a la línea celular eritroide, denominado proeritroblasto. En los extendidos se dis- tinguen los proeritroblastos como células de gran tamaño, de 16-20 pm, con núcleo bastante grande y citoplasma con basofilia moderada. Después de una mitosis, cada célula se diferencia a eritroblasto basófilo (que sólo puede ser diferenciado del pro- eritroblasto por especialistas), algo más pequeño que un proeritroblasto y con un núcleo también menor. La cromatina for- ma grumos y se tiñe con intensidad, y el Reticulocitos citoplasma es muy basófilo (fig. 10-2a). Tras una mitosis, Ias células se diferen- cian a eritroblastos policromatófilos (fig. 10-25) donde disminuye la basofilia y al mismo tiempo aparecen zonas acidófilas en el citoplasma, debido al contenido de hemoglobina. Al mismo tiempo disminu- ye el tamaño del núcleo. Tras una nueva mitosis, las dos células formadas se dife- rencian a eritroblastos ortocromáticos (o normoblastos) (fig. 1.0-25), en los cuales todo el citoplasma es fuertemente acidófi- lo por estarbcupado por hemoglobina. Es- tas células contienen un pequeño núcleo redondo que, por último, adopta una loca- lización excéntrica en la célula. Final- mente se expulsa el núcleo, rodeado por un angosto borde de citoplasma, que en condiciones normales es fagocitado de in- mediato (fig. 10-26). Con la eliminación del núcleo, el eritroblasto ortocromático se transforma en eritrocito. Reticulocitos Siempre se encuentran algunos riboso- mas en Ios eritrocitos recién formados, pe- ro en a1¡ededor del 1% de los eritrocitos humanos circulantes la cantidad es tan elevada que se puede observar mediante coloración supravital con violeta brillante de cresil. Con la posterior t inción del ex- tendido, según las pautas habituales, se distingue Ia ribonucleoproteÍna como una red azul [retículo) en el eritrocito eosinó- filo. Estas células se denominan reticulo- citos. La coloración supravital agruma los ribosomas, por lo que son visibles con el microscopio óptico (fig. 1.0-27). La médu- Ia ósea contiene un depósito determinado de reticulocitos, dado que, en promedio, Dermanecen casi un día en la médula an- ies de pasar al torrente sanguÍneo. AIIí aDarecen como reticulocitos circulantes durante 1-2 días,luego eliminan el conte- nido basófilo y se transforman en eritroci- tos maduros. La maduración desde eritroblasto a eri- trocito maduro dura unos 5 días en total. La mayor parte de las células de la serie eritrocítica son circulantes, pero los reti- culocitos de la médula ósea representan una reserva que se moviliza con facilidad frente a requerimientos repentinos, por ejemplo, una hemorragia aguda. Se pro- duce un verdadero incremento de la pro- ducción de eritrocitos por esfi'mulación de lo eritropoyesis debidá al factorde cre- cimiento eritropoyetina (EPO). Esta es una glucoproteína producida por las célu- las intersticiales renales (véase con mayor detalle en el cap. 20), con sensores para O, que reaccionan ante un estado de hipoxia (disminución de la presión de oxígeno) y aumentan la producción y liberación de :.íIlE -*q i l * t tü *** s* {-uo E b * r * t 0C A P I T U L O #* # SANGBE 251 Reticulocitosis Ante el aumento de la oroliferación v la acelerada l iberación de bri trocitos dei- de la médula ósea, se incrementa la can- tidad de reticulocitos en la sangre circu- lante, situación denominada reticuloci- tosis. Se utiliza mucho el recuento de re- ticulocitos en la clínica como parámetro EPO. La disminución de presión de oxíge- no en los tej idos se puede deber a que ha decrecido la cantidad de eri trocitos circu- lantes, como consecuencia de la el imina- ción normal (véase con mayor detal le más adelante) o por hemorragia, o incluso por degradación aumentada de eri trocitos en ciertas fbrmas de anemia. La EPO estimu- la la e r i t ropoyes is , sobre toc lo , por acr ; ión sobre las CFU-E, que t ienen espec ia l sen- sibi l idad para EPO, pero también actÍra sobre los p roer i t lob las tos r ' los e r i t rob las- tos basúf i ios Es pos ib le q i re además ha-va mayor mov i l i zac ión de cé lu las madre por estimulación cle la célula madre mieloide mult ipotente (por el contrario, BFU-E no es sensible a EPO). Con la máxima estimu- lación por EPO, la producción de eri troci- tos se incrementa a 10 veces el valor no¡- mal. Como se vio bajo función de los eri tro- citos, con la edad se hacen más frági les y modif ir ;an su forma hasta adootar la esfé- r i c a . l J e s p r r é s d e u n o s 1 2 0 d i á s e n e l t o - rrente sanguíneo los eri trocitos modif ica- dos por la edad son e l im inados, en espe- c ia l en e l h ígado, e l bazo y la médu ia ósea Después son fagocitados por los macrófa- gos y la hemoglobina se degrada de inme- diato. El hierro l iberado se transfiere nue- vamente a la sangre, donde, unido a la g lobu l ina p lasmát ica t rans fer r ina es transportado a Ia médula ósea. Aquí, jun- simple y confiable para evaluar el nivel de actividad de la eritropovesis. En los casos en que Ia vida media he los eri l .ro- citos está muy disminuida, por ejemplo, anemia hemolítica, Ios reticulocitos pue- den representar hasta casi el so% dé los glóbulos rojos circulantes. to con el hierro ingerido con la dieta, in- gresa a la producción de nueva hemoglo- bina para los nuevos eri trocitos. La parte no férrica del hemo es transformada en el pigmento bi l iar bi l inubina, mientras que la porción globina de la hemoglobina se degrada a aminoácidos l ibres, que pasan a formar parte del pool de aminoácidos del organismo. Los macrófagos de la médula ósea. e l bazo v e l h ígado puedcn depos i ta r hierro en parte unido a las proteínas ferr i- t ina o hemosiderina. La carencia marcada de hierro se ref leja con claridad en los ex- t e n d i d o s h a b i t r r a l e s d e s a n g , r * p e r i f é r i r : a . con eri trocitos peqr.teños (microcitosis) y pál idos (hipocromía). Ciclo vital de los granulocitos Como se vio antes, existe una célula nradre unipotente, específ ica de la l ínea de cada uno de los tres t ipos de granuloci- tos, CFU-G lderiva de la célula madre co- mún para granulor; i tos neutróf i los y mo- noci ios, CFU-GI:I\ , para los granulocitos neutróf i los, CFU-Eo para los granulocitos eosinófi los 1r CFU-B para los granulocitos basófi los (véase f ig. 10-22). El mieloblasto es el primer estadio i d e n l i f i c a b l e c o r r e l m i c r o i c o o i o e n I a s e - r i eg r a n r r l o c í t i c a . E l m i e l o b l a s t o e s u n a c é - lula grande con un núcleo oval, grande y Aplicación clínica de la eritropoyetina En ciertas patologías renales severas se observa manifiesta anemia debida a una eritropoyesis deficiente, causada por disminución de Ia producción de EPO por los riñones. En la actualidad estos pacientes se tratan con inyecciones de EPO, que ejerce efecto beneficioso sobre la anemia, en la mayoría de los casos. El tratamiento con EPO también se aolica para otras anemias debidas a disniinu- ción de la producción de EPO, por ejem- plo, en prematuros, pero además esta te- 252 SANGRE rapéutica con EPO ha demostrado tener efecto beneficioso en los pacientes con anemia a pesar de una producción nor- mal de EPO. Especialmente se refiere a pacientes sometidos a quimioterapia por cáncer, que suelen desarrollar anemia que requiere transfusiones. Se ha dilucidado la secuencia de nu- cleótidos del gen de la eritropoyetina hu- mana y en el tratamiento clínico se utili- za ahora EPO obtenido in vitro por tec- nología génica (EPO recombi nanie). C A P i T U bastante claro. El citoplasma es basófilo y rencian a mielocitos (f igs. 10-2a, 1'O-28 y LO-2s). El citoplasma ahora es ligeramen- te basófilo y el núcleo presenta cromatina de grumo Brueso, ha disminuido de tama- ño y es más aplanado. Ei tamaño de las cé- lulas ha disminuido a unos 15 Pm' Los mielocitos se dividen y las células forma- de los lóbulos nucleares' La denomina- ción en cayado se ut i l iza para los meta- mielocitos cuyo núcleo presenta la forma de un bastón curvo (f ig. 10-29). Represen- tan la transición entre ei metamielocito y el núcleo lobulado del granulocito madu- ro con núcleo segmentado. Sólo los granulocitos maduros poseen movil idad propia y son los únicos que i le- gan al torrente sanguíneo en condiciones normales. La maduración desde mieloblasto a granulocito maduro duta unos 10 días. Es característico de la serie granulocítica que la cantidad de células que se encuentran en la médula ósea es mucho mayor que la de la sangre circulante (casi en 40 vecesJ. Por lo general, la sangre contiene un por- centaje escaso de metamielocitos, que es el tipo de granulocito más inmaduro en la sangre normal. La reserva de metamieloci- tos y de granulocitos maduros capaz de ser movilizado de inmediato representa mós de 15 veces la cantidad de granuloci- tos circulantes. Los granulocitos sólo circulan unas 10 horas y ya no se pueden demostrar en el torrente sanguíneo. Algunos mueren en los vasos. pero no se conoce el destino de los demás, salvo cuando abandonan el le- cho vascular debido a una inflamación, como se vio antes. Los eranulocitos circulantes en el to- rrente circulatorio se dividen en dos pool aproximadamente iguales: un pool circu- lánte y un pool marginal, que se adhiere temporariamente al endotel io de las pa- redes vasculares (véase también cap. B, páe. 216) . En cond ic iones normales es ioñs tan te e l con ten ido de granu loc i tos en la sangre circulante, salvo pequeñas variaciones diarias. En caso de infección bacteriana se produce un inmediato in- cremento notable de la cantidad de leu- cocitos circulantes, denominado leucoci ' tosis aguda, con predominio de granulo- c i tos neu l ró f i los . En es tos casos se obser - va mayor porcentaje de metamielocitos en la sangre que en condiciones norma- Ies v se hab la en la c l ín ica de "desv ia - c ión a la i zqu ie rda" . La denominac ión "desviación a la derecha", por el contra- r io, se ref iere a Ia presencia de una frac- ción mayor de granulocitos hiperseg- mentados circulantes que en condiciones normales, por ejemplo enla anemia per- niciosa. Ante la necesidad aguda de más granulocitos se produce una movil iza- Fig. 10-29. Fotomicrografía de un extendido de médula ósea que muestra 3 mielocitos y un metamielocito en cayado. Tinción de May- Grünwald-Giemsa x660 (Cedida por E Mor- tensen.) MielocitoPromielocito Metamieloci io(encayado) Mielocitos Fig. 10-28. Fotom¡crogra- fía de un extendido de médula ósea que mues- tra un promielocito Y un mielocito Tinción de May-Grünwald-Giemsa x660. (Cedida Por E Mor- tensen.) I C A P I T U L O 1 0 SANGRE 253 ción desde los oool de reserva menciona- dos. Si la neceJidad de granulocitos con- tinúa, se aumenta la producción de los tres t ipos de células madre específ icas de línea por estimulación debida a los facto- res de crecimiento, en especial los facto- res estimuladores de colonia GM-CSF y G-CFS producidos por las células de la estroma en la médula ósea v oor macró- fagos y l infocitos T activados.^ Ciclo vital de los monocitos La célula madre unipotente especÍfica de la línea de monocitos, CFU-M, da ori- gen a monoblastos, que son difíciles de identificar en Ios extendidos de médula ósea. Lo mismo ocurre con los promono- citos que se forman por división y diferen- ciación de los monoblastos. Los Dromono- c i tos también suhen d iv is iones mi tót icas y las células formadas se diferencian fi- nalmente a monocitos, que son liberados al torrente sanguíneo. En el capítulo B y al comienzo de este caoÍtulo se analizó su destino. EI mayor reclutamiento de monocitos que ocurre en relación, por ejemplo con un proceso inflamatorio se produce en parte por incorporación de un pequeño pool de promonocitos en la médula ósea y en parte por estimulación de CFU-M ejer- cida por M-CSF secretado por las células de Ia estroma de Ia médula ósea v por ma- crófagos activados. Ciclo vital de los linfocitos Se estudió el ciclo vital de los l infocitos en estadios orevios de la sección sobre cé- lulas madre y se verá con mayor detalle en el capítulo 16. Meoacariocito Porciónhemopoyética ¡- Sinusoides {* $ s *q t r Y *1:n ¡ - ¡ - i Fig. 10-30. Fotomicrografía de un corte de médula ósea roja con hemopoyesis activa, que muestra 2 megacariocitos, entre otras cé- lulas Tinción con hematoxil ina-eos¡na. x440. La célula madre unipotente específica de la lÍnea de los megacariocitos y, por Io tanto de los trombocilos, CFU-Meg, da ori- gen al megacarioblasto, que es Ia primera célula identificable por su morfología en la serie trombocÍtica, es decir, los estadios celulares desde el megacarioblasto hasta las plaquetas. EI megacarioblasto es una célula muy grande, de 30-100 pm de diá- metro, con un gran núcleo oval y citoplas- Fig. 10-31. Fotomicrografía de un extendido de médula ósea que muestra un megacario- blasto. Tinción de May-Grünwald-Giemsa. x660. (Cedida por E. Mo(ensen.) Ciclo vital de los trombocitos Los trombocitos o plaquetas se fonnan por fragmentación de células gigantes de- nominadas megacariocitos que, en el adulto, se encuentran sobre todo en Ia mé- dula ósea, donde se forman, v también en la sangre periférica. Los megacariocitos son células grandes redondeadas, de 50-100 |'rm de diámetro. El núcleo también es grande con numero- sos lóbulos de tamaño variable (fig. 10-30). Es poliploide, puede tener hasta 64 n. El abundante citoplasma es apenas eosinófilo en los preparados de extendidos sanguí- neos y contiene numerosos gránulos azu- rófilos pequeños. Sólo el borde basófilo externo del citoplasma carece de gránulos o de otras organelas. 254 SANGRE Megacarioblasto C A P í T U L Megacariocrto Fig. 10-32. Fotomicrografía de un extendido de médula ósea que muestra un megacarioci- to Nótese el núcleo lobulado Tinción de May- Grünwald-Giemsa. x600 (Cedida por E Mor- tensen ) ma bas t i f i l o ( f ig . 1 { ) - l l1 ) Los tamaños c lc l núc leo v de l r ; i top lasnra c lo ¡ - r t t t t t l c t t c lc l g rac lo de po l ip lo i t l í t r I Jcsput ' rs t l t : re ¡ re t i - c las r r :p l i c :ac io r tcs c le r l I JNt \ r to scgLt i r l t t s por rn i tos is .e l núc leo t l i s t l r i l t t t ve c le ta l l l¿ t - ño 1 ' ss hac ;e lobu la t lo ( f ig . 10- l l2 ) , Dcs- pués e l c i top lasnra se ha t ;e t ;ac la vez t t l i t s eos inó f i l r ¡ y es r : t rb ie r to por los g r ' í r r l l r los azurófi los. En el megacariocito formador de plaquetas los gránulos forrnan peque- l- los grupos en el ci tclplasma, en especial en la peri fel ia, clonde también se dist in- guen evagitt :u; iones similares a seudópo- dos. l ,as placluetas se formar cuando los seudópoclos se extiendett por entre las cé- I r r l a s e t r r l t - , l r ' l i a l e s r l e l u s p c r l t t t r ñ o s v a s o s sanguíneos cle la rnéclula ósea [sinusoi- des), donclc se sel)¿rr¿lrt y son arrastrados por el tol lente satrg,rLíueo (véase tanibién f igs . 11-4 y 11-5) . S t iLo despuí :s adoptan la lornra carar;ter ' íst ica cle gaio, de 3 ¡rm dc d iámet ro ( lnando c l c i top lasma se t rans- folr-nó en plaquertas clegeuetra la célu1a, y e l núr ; leo , co l l los l ' es t t t s c le c i top lasma, es fagocitado pol los t lar:t ' t i f i tgtts En ocasio- nes se l ibelal i al tot 'retrte sangr-rí t ieo f iag- nrentos t lc nrayrtt ' t¿t l t lai lo ct los r lúcleos "c lesnr . rc los" , quo son t ; i tp t t rc l r ts e r t los p t t l - rnones y r l cg la t lados a l l í . El periodo cle ntutlurut:i(¡tt en lo nédu- lo ósr:u, desdc lu upuricititt del ntrtgoc;orio- blosto hosto lu l i l ¡erocir in de las ploque- tos, duro uurts'10 clíus I 'os tLontbocitos r: ir t :ulott tr¡s t i r : t t t : t t uttrt vidu nterl io adicio- nul en el lr¡rrente srtt tgtt í t tr to qutt duxt c¡tros l0 r l ius En t ;onr l i r ; ioncs I l t - lL l t ta les sc tuaut iene r : o n s t ¿ u t t c . r l c l t t l ' o r l t t l í r t l i l c s c s t l ' c t ; h o s , c l n r i n r c L o c l c p l a t l t t c t i t s t r i t t ; L t l a t t t c s , p c l o s i c l i s n r i n L r t t : c r t t ; ¿ t l t t i t l a t l . ¿ t t t t t t t ¡ l t t ¿ t l a p l t l - r lucc i r in po l cs f t l r t t / r r r : ión t l c . la l t t ' o r l t r r t - r ; i r in r l r r l l l cga( i iu io l r las tos . t le l¿ t ¡ tadura- c i r in r l c los t t t cg i t t : t t l i t l t r i t r rs v s t t t ' t ; f t t t l l ' z¿r la p lo r l tLc r : ióu t l c t i ' o t t t [ to t ; i tos Es t t : e lec to es c jc r r ; i r lo po t ' c I la t ; t t t t ' t l c t ; t t : r ; i I l l i t t t r to t rom- bcrpoyet ina (TPO) , r . t t ra g l t t t ;opro tc íua . G ¡*t * l Aplicación clínica de la trombopoyetina Se ha logrado aislar el gen que codifica TPO humano y, en experimentos en rato- nes, la trombopoyetina recombinante ha demostrado capacidad para incrementar notablemente la cantidad de plaquetas La disminución importante del número de trombocitos, trombopenia, causa de- fectos de la hemostasia, en parte se estu- (rPo) dia como patología separada y en parte como complicación frecuente y grave de la quimioterapia intensiva por enferme- dades malignas. La producción mediante tecnología génica de trombopoyetina y su posibie aplir;ación clínica implican una perspectiva totalmente novedosa para el efectivo tratamiento de estos trastornos. 5. Nombre algunas sustancias que se ellcuentran en los gránulos primarios y secundarios, respectivamente, de 1os granr,rlociios neutrófi los. 6. ¿Cuál es la función de los eritroci- tos? 7. ¿Qué ocurre con los trombocitos, cuando se activan? Cuestionario sobre sangre 1. Nombre todos los elementos figura- dos de la sangre. 2. ¿Cuál es el diámetro de los eritrocitos? 3. ¿Cuál es Ia forma del núcleo en los tres tipos de granulocitos? a. ¿Qué aspecto tienen los trombocitos en un preparado de un extendido co- mún de sangre periférica? C A P I T U L O 1 0 SANGRE 255 B. Explique brevemente la función de los granulocitos neutrófilos. 9. ¿De qué tipo celular son estadios previos los monocitos? 10. ¿Cómo se llaman las dos principales poblaciones de leucocitos? 11. ;Qué se entiende por mielopoyesis? 12. ¿Cuáles dos propiedades esenciales caracterizan a una célula madre pluripotente? 13. ¿Qué marcadores de superficie, nombrados con CD-número, son co- munes a las células madre hemooo- yéticas? 14. ¿Cómo se llama la última célula nu- cleada en la línea celular eritroide? Lecturas adicionales sugeridas Anderlini P, Przepiorka D, Champlin R, Kórbling M. Biological and clinical effects of granulocyte colony-stimu- lating factor in normal individuals. 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Multidisciplinaer 15. ¿Qué son los reticulocitos? 16. ¿Dónde se produce eritropoyetina y cuál es su función? 17. ¿A partir de qué estadio celular de la granulopoyesis es posible distin- guir los estadios previos de los tres tipos de granulocitos entre sí? 18. ¿A qué célula se le aplica Ia deno- minación en cayado? 19. ¿Cuánto tiempo circulan los gra- nulocitos en el torrente sanguí- neo? 2O. ¿Córr,o se llama la célula a partir de la cual se forman las plaque- tas y cuál es su tamaño aproxi- mado? diagnostik af acut leukaemi. Ugeskr Lae ger. 1 998 ; 1 60: 54 7 3 -5 47 B. Illum NO. Erytropoiese og haemopoi- etiske vaekstfaktorers anvendelse y barnealderen. U geskr Laeger. 1996:158:41 71-41,7 4. felkmann W. Erythropoietin: Structure, control of production and function. Physiol Rev. 7992;7 2:449-489. Johansson SGO. Upptáckten av IgE och dess betydelse for allergologin. Nord Med. tggz ;tt2:L75-7't B. Kaushansky K. 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