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Fig.7-1. Dibujo esque- mático oue muestra cómo tanto las glándulas exo- crinas como las endo- crinas se desarrollan por crecimiento en pro- fundidad de una prolon- gación de epitelio en el tejido conectivo subya- cenle Se denomina secreción (l,af. secretio, separar) al proceso por el cual ciertas cé- lulas transfoÍman compuestos de bajo pe- so molecular captados de la sangre en productos específicos, que son Liberados de la célula. Los procesos parciales que intervienen requieren energía, a diferen- cia, por ejemplo, de la difusión pasiva del oxígeno y el dióxido de carbono a través del epitelio en los pulmones. Las glándulas son cé1u1os o cúmulos de cé]ulas cuva función es la secreción. Las glándulas -exocrinas (lat. crinein, separar, apartar) liberan el producto de secreción Glándulas y secreción "Los libros debenseguir a las ciencias y no las ciencias a los libros." Francis Bacon Epitelio superficial conectrvo Proliferación local del epitel io superf icial Crecimiento en profundidad de una prolongación del epitel io Conducto excretor Terminal secrelora --\\ , L a . . ) "prorongacron I degenera y O \ n ' r\ ' oesapafece Células secretoras Capilar Glándula endocrina (9 Ut:--:-....--.\ 7-<==\ C A P I T U L O Glándula exocrina GLANDULASY SECRECION 177 Gránulo de secreción Fig. 7-2. Fotomicrografía de células exocrinas de ácinos del páncreas. Las células acinosas contienen gránulos de secreción teñidas de color rojo en la parte ap¡cal del citoplasma. Coloración tricromo de Liisberq. x440. oor medio de un sistema de conductos que se abren a una superficie externa o in- terna, mientras que las glándulas endocri- nas liberan el oroducto de secreción a la sangre, como }iormonas. Algunas células glandulares paracrinas secretan molécu- Ias señal que no son liberadas a la sangre, en cambio, actúan como mediadores loca- Ies que difunden al líquido extracelular y afectan a las células vecinas (véase con mayor detalle más adelante). Las glándulas exocrinas y endocrinas se forman durante el desarrollo embriona- rio, cuando los epitelios que recubren la superficie emiten prolongaciones hacia el interior del tejido conectivo subyacente, donde desarrollan características especia- Ies, correspondientes a la g lánduia en cuestión. Si ésta es exocrina, se mantiene la conexión con la superficie bajo la forma de conduc tos de exc rec ión ( f i g .7 -1 ) , mientras que las prolongaciones de las glándulas endocrinas forman grupos de células muy profundas que pierden su co- nexión con Ia superficie que les dio ori- gen. La capacidad de secretar no está ligada exclusivamente a las células epiteliales. Si bien en los cortes habituales oara el mi- croscopio ópl ico sólo se reconóce e l pro- ceso de secreción en ias células epitelia- les. mediante métodos radioautográf icos es posible demostrar claramente que tam- bién muchas células no epiteliales. como fibroblastos, condroblastos y osteoblastos son secretoras, puesto que producen los comnonentes de la matriz extracelular del tejido correspondiente. En estos casos, la secreción tiene lugar directamente al Ií- 178 GLANDULASY SECHECION quido extracelular. Además, numerosas células aisladas del organismo secretan sustancias que median Ia comunicación entre las células por efecto paracrino y en- docrino. Glándulas exocrinas El ciclo secretor de las glándulas exo- crinas -síntesis intracelular, transporte y mecanismo de l iberación del producto de secreción- se vio al estudiai el retÍculo endoplasmático y el aparato de Golgi, en el capítulo 3. Sólo resia diferenciar entre dos t ipos de secreción, consti tut iva y re- gulada. La secreción constitutiva se encuentra en casi todas las células y presenta carac- teríst icas de proceso continuo, donde el material sintetizado es liberado del com- plejo de Golgi en pequeñas vesículas se- cretoras que se vacían por exocitosis, con incorooración simultánea del material de mem6rana del olasmalema. Las vesículas no se dist inguen con el microscopio ópti- co y el vaciamiento de Las vesículas no re- ouiere estímulos externos. La secreción óonstitutiva se emplea para la liberación no regulada de factores de crecimiento, enzimas v comDonentes de la sustancia fundamental . aia u"" oue suministra ma- terial de membrana reóién sintetizado al olasmalema. La secreción regulada sólo se encuentra en las células especializadas, en función de la liberación de productos específicos, por ejemplo, las células exocrinas del pán- creas, que secretan las enzimas digestivas. F ig .7 -3 . lme con mlcroscc co de gránul ción en la pi de una célul exocrina del Los gránulos presenlan ur mogéneo, elr y están rodei membrana d so. x15.000. J.P. Kroustru¡ C A P I T Tiene lugar una condensación del produc- to de secreción en grandes vesículas secre- toras, visibles con el microscopio óptico, bajo la forma de gránulos de secreción en el citoplasma apical de la célula (fi1.7-2), que se distinguen como grandes vesículas secretoras electrondensas con el microsco- pio electrónico (fig. 7-3). Los gránulos de secreción almacenados sóIo se vacían co- mo reacción a una señal específica. EsIe tioo de secreción se estudia en esta sec- ci-ón sobre glándulas exocrinas. Mecanismos de secreción Desde el punto de vista histológico se distinguen tres mecanismos por los cuales las células liberan sus productos de secre- ción. La secreción merocrina (gr. meros, par- te) es la que se l leva a cabo por exocitosis, donde se libera el prcducto de secreción sin oérdida de sustancia celular. Lá secreción apocrina se caracteriza porque una parte del citoplasma apical se Iibera junto con el producto de secreción. El plasmalema permanece entero, por unión de los bordes. v la célula reinicia la acumulación del próducto de secreción. La secreción aoocrina sólo ocurre en las glándulas sudóríparas apocrinas (véase fíg. L7-26) y en la glándula mamaria (don- de Ia porción l ipídica de Ia leche se l ibera por secreción apocrina). Mediante micros- copia electrónica se ha demostrado que sólo se pierde un delgado halo de cito- plasma con el plasmalema que lo rodea (véase f ig. 23-6). En la secreción holocrina (gr. holos, en- tero) se pierden células enteras, que se Fig.7-4. Fotomicrografía del epitelio del intesti- no delgado. Se observan dos células calicifor- mes, de las cuales una está liberando el pro- ducto de secreción, la mucina, que como mu- cus f luye sobre el borde en cepi l lo de las célu- las vecinas. Corte coloreado con hematoxilina- eosina. x660 Mucus destruyen en su totalidad. Este mecanismo de secreción sólo se observa en las glándu- las sebáceas cutáneas, donde las células se rompen y se libera el contenido de lípidos acumulados (véase fig. 17-24). Además de estos mecanismos de secre- ción visibles mediante métodos histolóei- cos, algunas células glandulares epitel iaiós liberan sustancias por transporte activo, facilitada por bombas de ATP (véase cap. 3 bajo membrana celular, pág. 59); también a esto se lo considera una forma de secre- ción, por ejemplo, la secreción de HCI por las células parietales del estómago. Clasificación de las glándulas exocrinas Las glándulas exocrinas pueden ser unice]u]ares o multicelula¡es; estas últi- mas se clasifican a su vez, según se verá más adelante. Glándulas unicelulares. Una glándula unicelular se compone de uno única célu- la secretora. En los mamíferos, el único ejemplo de glándula unicelular epitelial exocrina es la denominada célula calici- forme, que se encuentra en el epitelio de muchas membranas mucosas. Las células cal ici formes secretan mucina f lat. mucus, moco), una glucoproteÍna (compuesta por alrededor del 75% de hidratos de carbono y 25% de proteína). Al captar agua, la mu- cina se transforma en mucus. En una célu- Ia caliciforme llena de producto de secre- ción (f ig. 7-a). la porción apical aparece distendida por las gotas de mucina acu- muladas, mientras que el núcleo se en- cuentra en la zona basal más angosta de la célula, muy basófila. La célula adopta asíuna forma de cáliz. Fig. 7-5. Fotomicrografía de células calicifor- mes de la membrana mucosa del intest ino del- gado. La mucina es una glucoproteína que, en este preparado, se demuestra mediante la reacción de PAS. Tinción de PAS más hema- toxi l ina-eosina. x660. (Cedida por S. Seier Poulsen ) Células cal ici formesCélulas caliciformes C A P í T U t O GLÁNDULASY SECRECIÓN 179 Fig.7-6. Dibujos esquemáticos de las caracte- rísticas al microscopio electrónico de las cé' lulas cal ici formes. (Según Ham.) En los cortes habituales incluidos en oarafina v teñidos con H-E es raro distin- luir las gbtas individuales de mucina, da- do que se fusionan durante los procedi- mientos de preparación. El contenido de hidrato de carbono de la mucina se de- muestra mediante la reacción de PAS (fig. 7-5). Con el microscopio electrónico se observan las gotas de mricina rodeadas por membranas (f ig. 7-6).La síntesis de la Fig. 7-7. Fotomicrografía del epitelio superficial de la membrana mucosa del estómago que muestra una superficie epitelial secretora. El corte está teñido con la reacción de PAS y se dist ingue que todas las células del epitel io su- peficial son secretoras Así, el epitelio superfi- cial representa una superficte epitel¡al secreto- ra Tinción con PAS más van Gieson. x440 (Ce- dida por S. Seier Poulsen.) porción proteica de Ia mucina tiene lugar en el retículo endoplasmático rugoso, donde también se le agrega algo de hidra- to de carbono por glucosilación ligada a N (como es el caso de casi todas las proteí- nas sintetizadas en el RnR, véase el cap. 3, pág. 66), mientras que el resto de los hi- dratos de carbono se agregan en el com- plejo de Golgi por glucosilación l igada a O (véase también aparato de Golgi en el cap. 3, pág. 69). La l iberación del producto tie- ne lugar por secreción merocrina y es bas- tante constante durante toda la vida de la célula, es decir, unos 3-5 días para las cé- lulas de Ia mucosa gástrica. Las células ca- liciformes atraviesan sucesivos ciclos se- cretores, durante los cuales se vacÍan al cabo de minutos por estimulación coli- nérgica autónoma (véase el sistema ner- vioso autónomo con mayor detalle en el cap. 14), tras io cual se vuelven a l lenar con vesículas de secreción en L-2 horas. Además de mucina, las vesículas con- tienen inmunoglobulina A (IgA), se cree que con función similar a la que cumple en la saliva (véase el cap. 16 y glándulas sal iva les en e l cap. 1B). Glándulas multicelulares. La glándula multicelular más simple se denomina su- perficie epitelial secretora, dado que se compone de una capa epitelial de células secretoras del mismo tipo. Un ejemplo Io constituye el epitelio superficial del estó- maSo t l lg . / - / , . Las glándulas intraepiteliales se com- ponen de pequeños cúmulos de células glandulares insertadas entre células no se- cretoras, en la produndidad de una capa epitelial. Las células secretoras se ubican alrededor de una pequeña luz. Son e)em- plos típicos las glándulas de Littré de la uretra (fig. 7-B). El resto de las glándulas multicelulares presentan la porción secretora localizada en el tejido conectivo subyacente, donde forman las terminales secretoras o adenó- meros. El producto de secreción se vacía directamente sobre Ia superficie o llega * *. * f -* . * * * {*ü * *\ * € . * Fig.7-8. Foto de la membra de la uretra qt glándulas int les (de Littré) con hematoxil x440. 3 ü ..,&, 1" Superficie epitelial secretora lBO GLÁNDULASY SECHECIÓN C A P í T Fig. 7-9. Dibujos esquemát¡cos de los diferentes tipos de glándulas multicelulares que se pue- den reconocer sobre la base del grado de ramificación del sistema de conductos excretores y la configuración de las terminales secretoras. a glándula simple, no ramificada, tubular (por ejemplo, las criptas de Lieberkühn del tubo digestivo). b glándula simple, no ramificada, arrollada, tubular ("glomerular'') (las glándulas sudoríparas ecrinas). c glándula simple, ramificada, tubular (p. ej., las glándulas del pí loro). d glándula simple, no ramif icada, alveolar. e y f glándulas simples, ramif icadas alveolares (p. ej., las glándulas sebáceas de la piel). g glándula compuesta, ramificada, tubular. h glándula compuesta, ramificada, tubuloacinosa y tubuloalveolar. (Según Sobotta,/Hammersen.) Fig. 7-10. Fotomicrogra- fía de terminales secre- toras mucosas y sero- sas en una glándula sal i- val de la lengua. Corte te- ñido con hematoxilina-eo- sina. x165. allÍ a través de un sistema de conductos excretores, formados por células no secre- roras. En determinadas glándulas aparecen capilares secretores intercelulares, que se extienden desde ia luz hacia las células glandulares (véase fig. 7-1,3). La pared es- tá formada por surcos adyacentes en la su- perficie de células vecinas y se cierran contra el espacio intercelular limitante mediante zonulae occludentes entre las células que limitan el capilar secretor. Las glándulas multicelulares se c,losfi- con sobre la base del grado de ramifica- ción de] sistema de conductos excretores y sobre Ia base de la configuración de las terminales secretoras (fig. 7-9). AsÍ, Ias glándulas multicelulares se denominan simples, si presentan un conducto excre- tor no ramificado (fig. z-ga-f), o compues- tas, si el conducto excretor es ramificado (fig. zg-h). De acuerdo con Ia conforma- ción de las terminales secretoras, las glándulas simples y compuestas se clasi- f ican en varios tipos. En la glándula tubu- lar, la porción secretora es tubular, con una luz de diámetro aproximadamente constante. Una g lándula-se denomina a l - veolar si la porción secretora está disten- dida hasta fórmar un saco o alvéolo (lat. alveolus, orificio pequeño). Una terminal secretora acinosa posee Ia forma externa de un saco, mientras que Ia luz es tubular, por lo que las células adoptan una forma geométrica de clavas o pirámides en el corte. En algunas células, Ia terminal se- cretora se compone de una porción tubu- lar y una porción acinosa o alveolar, por lo que se denominan tubuloalveolares o tubuloacinosas. Por último, se debe recordar que la fe.r- minal secretora puede ser ramificada -tener una luz secretora ramificada- lo que implica que contiene una serie de compartimientos, todos comunicados con la misma porción terminal del sistema de conductos secretores (fig. 7-9). Como ejemplos de la aplicación de este esquema clasificatorio se presentarán aquí sólo las glándulas sudoríparas ecrinas (merocrinas) comunes, que son glándulas simples, tubulares no ramificadas (arrolla- das), dado que están compuestas por un largo tubo epitelial cuyo extremo secretor terminal está a¡rollado en un ovillo, que se transforma luego en un largo conducto excretor tubular no ramificado (fig. 7-9b). Otro ejemplo es el páncreas, una glándula compuesta, no ramificada, tubuloacinosa. Acinos mucosos Acinos serosos C A P I T U L O GLANDULASY SECRECION 181 Acinos serosos Fig. 7-1 1. Fotomicrograf ía de terminales se- cretoras se¡osas (ácinos serosos) en la por- ción exocrina del páncreas. Corte teñ¡do con hematoxilina-eosina. x540. A menudo se clasifican las glíndulas compuestas de acuerdo con la composi- ción del producto de secreción, en muco- sas, serosas o mixtas. Las células mucosas secretan mucina, de consistencia espesa y función protectora o lubricante. Por el contrario, la secreción de las glándulas se- rosas es fluida y suele contener enzimas. En las terminales mucosas las células están llenas de gotas de mucina y presen- tan un aspecto claro y vacuolado. EI nú- cleo suele estar aplanado debido al cúmu- lo de gotas de mucina y se localiza en la porción basal de las células (fig. 7-10). En las terminales serosas el citoplasma de las células es muy basófilo, mientras que el ápice es eosinófilo claro, en ocasio- nes con gránulos de secreción visibles (fig. 7-11). El núcleo es redondeado y se localiza en Ia porción basal de las células. Las terminales mixtas contienen célu- las mucosas y serosas. En su mayor parte, las terminales se componen de célulasmucosas, mientras que las escasas céIulas serosas son aplanadas y forman estructu- ras con forma de semiluna, denominadas semilunas de von Ebner, en los extremos de los acinos (fig.7-12). EI producto de se- creción llega a la luz a través de los capi- lares secretores intercelulares (fig. 7-13). Características histológicas de las glándulas exocrinas Por lo gen'eral, las glándulas de mayor tamaño tienen la misma conformación, da- do que Ia relación entre las porciones epi- teliales, el parénquima, y la estroma de te- 182 GLÁNDULASY SECRECION jido conectivo de sostén es similar de una glíndula a otra. Por fuera las glándulas es- tán rodeadas por una condensación de te- jido conectivo que forma una fuerte cu- bierta o cápsula, que sostiene las partes parenquimatosas más blandas del órgano. Desde la superficie interna de la cápsula se extienden tabiques de teiido conectivo hacia el interior de Ia glándula y Ia divi- den en segmentos o lóbulos. Tabiques más delgados dividen los lóbulos en lobulillos más pequeños (fig. 7-1a). Allí hay una fina red de tejido conectivo que rodea las ter- minales secretoras y las porciones inicia- les del sistema de conductos excretores y sirve como sostén de estas estructuras. Los tabiques más gruesos de teiido conectivo que dividen la glándula en lóbulos se de- nominan tabiques interlobulares, mien- tras que los más delgados, que dividen los lóbulos en lobulillos, se denominan tabi- ques intralobulares o interlobulillares. Los vosos sanguineos y linfóticos y los nervios que llegan hasta las glándulas atra- Fig.7-12. Fot( f ía de la glándr xilar. Se obsen rosas terminal tores mixtas ) chas de ellas li serosas format de von Ebner. reado con hen eosina. x165. F ig .7 -13 . D i t mático de un¿ glandular mixl ción de las cé sas en la sen von Ebner llel por medio de res secretorc lulares. Semiluna de von Ebner Terminales mixtas Caoilares secretores intercelulares C A P I T Fig. 7-14. Fotomicrogra- fía de la glándula subma- xi lar como i lustración de las características histo- lógicas generales de una glándula exocrina. Se observa una parte de un lóbulo (ubicado inme- diatamente por debajo de la cápsula) y su división en lobul i l los mediante ta- biques de tejido conecti- vo. Corte coloreado con hematoxilina-eosina. x40. viesan la cápsula y siguen los tabiques, primero interlobulares y luego interlobuli- llares, desde donde emiten ramificaciones hacia el interior de los lobulillos. Los va- sos sanguíneos y linfáticos rodean las ter- minales glandulares y los conductos ex- cretores como finas redes. mientras que las ramificaciones terminales nerviosas Tinali- zan formando pequeños engrosamientos en la superficie de las células glandulares. El sisfema de conductos excretores lle- va el producto de secreción hacia una su- oerficie externa o interna. EI conducto ex- iretor principal se divide en conductos lobulares, que se ramifican en Ios tabi- ques intralobulares (interlobuliilares) y se denominan conductos interlobulares. En Ios lobulillos los conductos se denominan intralobulares, que Iuego pasan a conduc- tillos, cuyas ramificaciones desembocan en las terminales secretoras. El eoitelio disminuve en altura. desde estralif icado -en los tonductos mayores- hasta cilín- drico simple y, por último, cúbico en los conductil los. Regulación de la secreción exocrina Algunas glándulas exocrinas reciben únicamente estímulos oor vía del sistema nervioso autónomo (véáse con mayor deta- lle en el cap. 14), mientras que otras glán- dulas sólo reciben estimulación hormonal. Otras glándulas reciben estímulos hormo- nales y del sistema nervioso autónomo. Glándulas endocrinas Para su funcionamiento como un todo integrado, los organismos multicelulares dependen de la comunicación entre las Cápsula Tabique interlobular Lóbulo Conductos excrelores intralobulares células, a fin de coordinar las funciones de los distintos tejidos y órganos. Esta co- municación intercelular se lleva a cabo a través de mensajeros químicos o molécu- las señal. Se define a una molécula señal como la sustancia química sintetizada por células con la finalidad de influir so- bre la actividad de otras células del mis- mo organismo. Numerosas sustancias quí- micas actúan como moléculas señal: pro- teínas, pépt idos pequeños, c ier tos ámi- noácidos, esteroides, derivados de ácidos grasos, nucleótidos y determinados gases disueltos. entre ellos, dióxido de carbono y monóxido de nitrógeno (NO). Como se vio en el capítulo 6, Ias sustan- cias químicas pueden pasar desde el cito- plasma de una célula al citoplasma de una célula vecina a través de los nexos, por ejemplo, entre las células musculares car- díacas v en las sinapsis del sistema ner- vioso. Ésta forma de comunicación inter- celular es Ia más directa, dado que aquí las moléculas señal no entran en contacto con el líouido extracelular. En otros casos tampoco se secretan las moléculas señal, pero igual hacen contacto con el líquido extracelular, dado que actúan como molé- culas ligadas a la superficie celular, que transfieren su señal a otras células me- diante el contacto directo, como ocurre en una resDuesta inmune celular mediada por linfócitos T (véase con mayor detalle en el cap. L6). En todos los demás (que son la mayoría) Ia molécula señal es libe- rada por la célula, ya sea secretada por exocitosis o por difusión a través del plas- malema. Las moléculas señal están enton- ces en condiciones de actuar sobre otras células, denominadas células blanco, que a veces son un único tipo celular y en otras ocasiones son varios tipos celulares C A P I T U L O GLANDULASY SECRECION 183 u otras células del organismo (p. ei., la hormona de la glándula tiroides). El he- cho de que las moléculas señal sean espe- cíficas para un tipo determinado de célu- las o para sólo algunos pocos t ipos celula- res se debe a que todas ejercen su efecto sobre otras células al fijarse a receptores que suelen estar localizados sobre la su- perficie de ia célula blanco (cara externa del plasmalema), pero que también pue- den estar en el interior de la céiula, en cu- yo caso la molécula señal atraviesa el plasmalema e ingresa al ci toplasma (p. ej. , las hormonas esteroides). Un receptor es un sjfio de unión, compuesto por una pro- teína, una glucoproteína o un polisacóri' do, en la superficie o dentro de una célu- la, al cual se fija específicamente una sus- tancia, por ejemplo una hormona, un me- tabohto, un neurotransmisor, un fórmaco o un virus, con gron afinidad y desenca- dena así una respuesta específica. La sus- tancia que se f i ja al receptor se denomina l igando. Una célula puede tener desde unos Docos cientos hasta alrededor de 100.000 receptores de superf icie, pero por ejemplo, suele haber unos 10.000 recepto- res para hormonas peptÍdicas por célula. Por otra parte, cada céiula puede contener distintos tipos de receptores para distin- tas moiéculas señal, dado que determina- dos tipos celulares tienen combinaciones especTficas de receptores. De este modo, cada t ioo celular está en condiciones de reaccionar individualmente frente a los cientos de t ipos dist intos de moléculas se- ñal [factoreJ de crecimiento, neurotrans- misores, hormonas, etc), que l legan a Ia célula por el l íquido extracelular y el to- rrente sansuíneo. La unión entre una mo- Iécula señál v el receptor desencadena va- r iaciones alóstéricas^de la conformación del receptor, que inician los procesos mo- leculares que generan la respuesta, como se verá más adelante en este capítulo. Según Ia disloncio que migran los mo- léculas señal antes de actuar sobre la cé- lulas blanco, se distinguen tres grupos de moléculas señal: 1) algunas se secretan bajo la forma de neurotransmisores desde las terminaciones nerviosas, donde for- man sinopsis (véase con mayor detalle en el cap. 1a) y por lo general difunden sólo Ios 20-30 nm que representa la hendidura sináptica, Io cual tarda apenas milisegun- dos. 2) Otras moléculas señal actúan co- mo mediadores locales. dado que tienen función oorocrinov sólo difunden una corta disiancia paraalcanzar los recepto- res de las células vecinas, sobre las cuales actúan. Aquí la difusión dura un período del orden de los segundos, y en ese lapso, el mediador local se fija al receptor de Ia célula blanco o es inmovilizado por com- ponentes de la matriz extracelular, o es 184 GLÁNDULASY SECRECIÓN degradado por las enzimas extracelulares. Por ejemplo, Ia mayoría de los factores de crecimiento actúan como mediadores pa- racrinos. En algunos casos los mediadores locales actúan sobre receptores denomi- nados autorreceptores, sobre Ia misma cé- lula que secretó la molécula señal; este ti- po dé actividad paracrina se denomina efecto autocrino dado que tiene lugar una especie de autorregulación de las activi- dades celulares. 3) Por último, algunas moléculas señal llegan al totente sangui- neobajo la forma de hormonas, que alcan- zan así células blanco lejanas. Una hor- mona (gr. hormon, estimulante, de ho¡- maein, poner en movimiento) se define como la suslancia química sintet izodo por células -aisladas u organizadas en un tejido y órgano endocrino- y secretada a) torrenle sanguíneo poro ser transportodo a sitios alejados con )a finalidad de influir sobre la actividad de otras células. De es- te modo, las hormonas alcanzan sus célu- las blanco al cabo de segundos a minutos. Los dos mecanismos principales para la compleja coordinación de las funciones de los distintos órganos y tejidos de los orga- nismos mamíferos son mediados por el sistema nervioso y por el sistema endocri- no. El sistema nervioso, con una estructu- ra muy desarrollada en los vertebrados, es capaz de mediar patrones integradores que incluyen procesos exactos y muy rápidos. Como se vio antes, se denomina neuro- transmisores a las sustancias químicas o moléculas señal que median Ia comunica- ción entre las células nerviosas entre sí y entre céluias nerviosas y otras células blanco, por ejemplo células giandulares y céiulas musculares, Estos neurotransmiso- res son l iberados por las células nerviosas en los contactos sinápticos y ejercen su efecto sobre una célula postsináptica in- mediatamente adyacente (véase con ma- yor detalle en sistema nervioso, cap. 14). El sistema nervioso es asistido por el sistema endocrino, compuesto por céLu- las endocrinas aisladas, teiido endocrino y glóndulas endocrinas. Las células que Io compone sintetizan hormonas que, como se vio son liberadas a la sangre circulante. Si bien el efecto de las hormonas tarda más en comenzar que el efecto de los im- pulsos nerviosos, como contrapartida son más duraderos, lo cual tiene gran impor- tancia cuando es necesario mantener ac- ciones más prolongadas. Por lo general, en las glándulas endo- crinas las células se disponen en placas o cordones anastomosados. pero en una g lándu la , la t i ro ides . fo rman las paredes de cavidades llenas de líquido, denomi- nadas folículos ( lat. fol l iculus, pequeño saco). Durante la evolución de Ias glándu- las endocrinas penetran vasos sanguíneos C A P I T L en su interior y se ramifican hasta formar una rica red caoilar alrededor de las célu- las glandulares. En algunos casos, una glándula puede contener tejido glandular endocrino y exocrino. Por ejemplo, en el páncreas se encuentran pequeños islotes denomina- dos de Langerhans, formados por tejido glandular endocrino (que secreta insulina, entre otros productos), diseminados en la masa principal de tejido glandular exocri- no (fig. 18-63). Características histológicas de las glándulas endocrinas Las glándulas endocrinas son: la hipófi- sis, la glándula pineal, Ia glándula tiroi- des, las glándulas paratiroides, el pán- creas, las glándulas suprarrenales, los ovarios, los testículos, y Ia placenta. A és- tas se agrega un sistema endocrino difuso formado por células endocrinas aisladas ubicadas, por ejemplo, en el tubo digesti- vo, Ias vías respiratorias y el sistema ner- vioso central -incluidas las células neuro- secretoras (células nerviosas productoras de hormonas) del hipotálamo-. Las célu- las pertenecientes a este sistema produ- cen hormonas verdaderas y mediadores locales, además de neurotransmisores, de acuerdo con los tipos celulares individua- Ies. En el capítulo 21 se verán con mayor detalle las distintas glándulas endocrinas, si bien los órganos que poseen otras fun- ciones (páncreas, ovarios, testÍculos y pla- cental v el sistema endocrino difuso se es- tudian-en los capítulos correspondientes. Si bien las glándulas endocrinas son bastante diferentes en sus ca¡acterísticas histológicas, tienen dos rasgos estructura- Ies básicos comunes: la carencia de un sis- tema de conductos excretores -de allÍ la denominación glóndulas cerradas- y stt muy rica vascularización. Las células pro- ductoras de hormonas, que conforman el parénquima de la glándula, se encuentran casi en su totalidad ubicadas sobre vasos de paredes muy finas, cuyo endoteiio es muy delgado y fenestrado (IaI. fenestra, ventana, por lo tanto, fenestrado, con ori- f icios), sólo en ios testículos los capilares no están fenestrados. En consecuencia, la distancia de difusión hacia el torrente sanguíneo es muy corta. Sobre la base de la composición quími- ca del producto de secreción, las células endocrinas se dividen en dos tipos gene- rales principales: las que secretan hormo- nas proteicas o polipeptídicas t hormo- nas esteroides (los tipos celulares endo- crinos productores de aminas en la glán- dula pineal y la médula suprarrenal no se ubican en ninguna de estas dos categorías principales). Células glandulares endocrinas productoras de proteínas y polipéptidos En las células de las glándulas endocri- nas de este tipo, están especialmente de- sarrolladas las organelas relacionadas con la síntesis proteica, pero no tanto como en las células de las glándulas exocrinas se- cretoras de proteínas. Esto se debe a que la cantidad de secreción producida es mu- cho menor, en el orden de gramos por día para toda una glándula endocrina. En comparación, el páncreas l ibera 1.200 mL de secreción r ica en enzimas oor día. Con e l m ic roscoo io e lec t rén ico se ob- servan cantidades moderadas de retículo endoplasmático rugoso (RER), un com- plejo de Golgi bastante desarrol lado y numerosas vesículas de secreción l imi- tadas por membrana (f ig. 7-15). Del mis- mo modo que en las células secretoras de proteína de las glándulas exocrinas, la hormona se sintet iza en el RER y es adaptada en el complejo de Golgi, para luego formar una vesícula de secreción. Como en el caso de otras proteínas sinte- t i zadas en e l RER (véase i ín tes is de pro- te ínas en e l cap . 3 , pág. 62) , en su co- mienzo la hormona contiene una prolon- gac ión en la te rmina l N de la hórmona verdadera, la cual se une a la partícula de reconocimiento de señal e induce al r ibosoma a un i rse con e l RER. La hormo- na con su secuenc ia seña l se denomina pre hormona, pero como en el caso de otras proteínas, una señalpeptidasa es- cinde la secuencia señal en cuanto ésta últ ima pasó a la luz del RER. Una vez fí- nal izada la síntesis, la cadena suele con- tener porciones en exceso, por Io general en uno o ambos extremos de Ia secuen- cia hormonal verdadera (en el caso de Ia insul ina, como excepción, hay una se- cuencia dentro de la cadena peptídica), que se separan durante el posterior trata- miento de la hormona. Las hormonas en esta forma, aún no terminada, se deno- minan pro hormonas (por lo tanto, se habla de pre pro hormonas cuando aún no se ha separado Ia secuencia señal). Se ha demostrado oue casi todas las hormo- nas peptídicas eitudiadas hasta Ia fecha se producen como estadios previos de pro hormona. En ocasiones se sintet iza una pro pol ihormona, en cuyo caso la escisión forma 2 o más hormonas dife- rentes, incluso con diferente resultado en t ipos ce lu la res d is t in los . És te es . por ejemplo, el caso de la pro pol ihormona pro opiomelanocortina (POMC) que se forma en determinadas células de la hi- pófisis (véase conmayor detal le en el cap. 21.). La POMC contiene secuencias peptídicas para las hormonas ACTH y beta endorfina, además de otras hormo- C A P I T U L O GLANDULASY SECRECION 185 Fig .7-15 . lma l da con microsc trónico de una cretora de som de la hipófisis r plo de una típir de glándula er que secreta pl pol ipéptidos. I retÍculo endopl rugoso mooera desarrol lado y de Go lg i . x17 .C da por P. Ottos '.é;' 1d; ¡tü ::.tü, Gránulos de secreción nas potenciales. En el RER, además del recorte de la molécula peptídica, se sue- len producir glucosi laciones, al igual que en el aparato de Golgi. La célula libera la hormona oor exocito- s is de las ves ícu las de secrec lón cuando llega un estímulo, dado que es una secre- ción estimulada. Sin embargo, para las hormonas peptídicas también hay una se- creción constitutiva, es decir, una secre- ción continua de pequeñas cantidades de Como ejemplos de típicas células secre- toras de péptidos se pueden nombrar las células alfa y beta del páncreas (glucagón e insulina), y las células somatotrofas de la hipófisis (hormona del crecimiento), ti- 186 GLANDULASY SECRECION rotrofas (hormona estmulante de Ia tiroi- des), gonadotrofas (hormonas gonadotró- ficas) y corticotrofas (hormona adrenocor- ticotrofa) además de Ias células C de la glándula tiroides (calcitonina). La glándula t iroides presenta condi- ciones especiales, dado que el producto t iroglobul ina, una gLucoproteína, se acu- mula exf¡acelularmente dentro de los fo- lÍculos de la glándula (véase fig. 21-18 y fig. 7-16). Desde el aparato de Golgi, las vesículas de secreción mieran hacia la su- per f i c ie ap ica l ( lumina l ) | vac ían su con- tenido en la luz folicular por exocitosis. El l ra tamiento pos ter io r de ia g lucopro te Ína . con liberación de la hormona verdadera se verá en el capítulo 21. C A P I T L Fig. 7-16. lmagen capta- da con microscopio elec- trónico de células folicu- lares de la glándula ti- roides que muestra el al- macenamiento de secre- ción extracelular (coloi- de) en la luz del folículo. x7.000. (Cedida por P. Ottosen.) Gránulos subapicales Lisosomas f-{ Gotas de coloide 4r1SE¡*:s: 1,fu,' - r e' í . 1 Q ;I?Z 'ü:í{ h r r , l 6."": I i5 ::.:.f;1 w-tffiffi:4.:..|:g+:i tr.-*t,, o-1..;i1- Capi lar ,rftrrlifri* Células glandulares endocrinas secretoras de esteroides Este tipo de células glandulares endo- crinas se encuentran en Ios ovarios, Ios testículos y las suprarrenales. Se carac- terizan por presentar tn retículo endo- plasmótico Liso (REL) bien desanollado, crue forma una densa red de túbulos anastomosados (fig. 7-1,7 y 22-42). El aparato de Golgi también está bien desa- rrolladcl. No se observan gránulos de se- creción, pero se encuentran gotas de lí- pido en cantidad variable. Hay muchas mitocondrias con prolongaciones tubu- ]ares desde la membrana interna [en lu- gar de las crestas). Las células secretoras de esteroides se caracterizan por no almacenar la hormo- na terminado en cantidades dignas de mención, sino el precursor colesterol, que es captado exclusivamente de la sangre (por endocitosis de LDL y HDL mediada por receptores, véase con mayor detalle en el cap. 18, bajo hígado) y se acumulan como ésteres de colesterol en las gotas de lípido del citoplasma. El primer paso de la síntesis de las hormonas esteroides tie- ne lugar en las mitocondrias, cuya mem- brana interna contiene una enzima que es- c inde Ia cadena latera l del co les lero l (v lo Aparato de Golgi transforma en pregnenolona), y luego con- tinúa Ia síntesis en el REL. Varias de las enzimas que catalizan la síntesis de Ias hormonas- esteroides se local izan en las membranas del REL. La gran cantidad de esta organela permite a la célula afrontar una necesidad aguda de secreción de la hormona, a pesar de que no se acumula. En consecuencia, es característico de las células secretoras de esteroides que reac- c ionan muv ráDidamente con aumento de la secreción déspués de la est imulación, tras Io cual disminuye la cantidad de go- tas de lípido como expresión de que los ésteres de colesterol al l í almacenados ahora se utilizan para la síntesis de hor'- mona. Se desconoce el mecanismo de libera- ción de hormonas esteroides por la célula. pero en apar ienc ia , e l fac to r más impor - tante es la estimulación de la síntesis, da- do que la liberación posterior de la hor- mona es automática (posiblemente por di- fusión). Regulación de la secreción endocrina Por lo general, algunas células endocri- nas oueden reaccionar frente a variacio- nes de la concentración de metabolitos en el líquido extracelular circundante, pero Retículo endoplasmático rugoso cAP í ru to GLÁNDULASY SECRECIÓN 187 Retículo endoplasmático liso Retículo endoplasmático rugoso otras son especialmente sensibles a las hormonas secretadas por otras glándulas endocrinas. En ambos casos por lo general la regula- ción se lleva a cabo mediante un mecanis- mo de retroalimentación negativa: el efecto de Ia hormona sobre el órgano blan- co causa, por ejemplo, la l iberación por Ia célula de una sustancia -metabolito u hormona- hacia el esoacio extracelular. El aumento de la concentración de la sustan- cia en la sangre actúa (en forma negativa) sobre Ia glándula endocrina, inhibiendo la liberación de la hormona. Por ejemplo, la hormona oaratiroidea actúa sobre las células óseas. oue aumentan la concentra- ción de calcio én Ia sangre; este incremen- to inhibe la secreción de hormona oarati- roidea por retroal imentación negativa. En casos aislados la regulación tiene Iugar por retroalimentación positiva. Véanse es- tos mecanismos con mayor detalle en el canítulo 21. El destino final de las hormonas en eI organismo es la inactivación o la degra- dación en el órgano blanco (véase más adelante) o (en la mayoría de los casos) en el hígado o los r iñones. En apariencia, la degradación de hormonas es un proce- so no regulado, por lo que las variaciones de la síntesis o la secreción son las oue modif ican Ia cantidad de hormona cir iu- Aparato de Golgi Retículo endoplasmático rugoso Lisosoma lante. En consecuencia, Ias investigacio- nes demuestran también, que si se detie- nen Ia síntesis y Ia secreción de la hormo- na, al mismo tiempo se detiene el efecto hormonal. Por lo general sólo hay muy escasas reservas de hormona en la econo- mÍa, a menudo sólo menos de lo requeri- do para un día (una excepción clara es la hormona tiroidea, véase cap. 2L). Mien- tras circulan por la sangre, algunas hor- monas se encuentran disueltas en el plas- ma (la mayor parte de las hormonas amí- nicas, peptídicas o proteicas, que son muy solubles), mientras que otras (hor- monas esteroides y la hormona tiroidea, poco solubles) circulan unidas a proteí- nas de transporte. En este último caso, más del 90% está unida a proteínas, y só- lo el 10% restante que circula libre tiene actividad biológica (es decir, está en con- diciones de reaccionar con receptores a generar ret raoal imentación negat iva) . Aquí las hormonas libre y unida a proteí- na se encuentran en eouilibrio dinámico entre sí. La vida media en Ia sangre varía desde unos pocos minutos para las hor- monas que forman parte de las regulacio- nes "agudas" (en minutos), por ejemplo la regulación de la glucemia, hasta varias horas en las funciones reguladoras a más largo plazo, por ejemplo la regulación del ciclo menstrual. Fig .7-17 . D ib mático de una lula glandular na secretofa I na esteroidea esoecialmente endoplasmátic aparato de Go desarrol lados. Fawcett. Lono Lípidos 1BB GLÁNDULASY SECRECIÓN C A P I T L Efecto de las moléculas señal sobre las células blanco Como se vio antes, las células están en condiciones de comunicarse entre sí a través de los nexos mediante pequeñas moléculas señal intracelulares. De este modo las células vecinas coordinan su actividad, como por ejemplo, las células del músculo cardíaco, donde los nexos funcionan como sinapsis eléctr icos. Sal- vo en es te caso, son muy pocos los cono- cimientosdisoonibles sobre las formas de comunicación mediadas por los ne- xos. Las demás moléculas señal se des- plazan por afuera de las células y ejercen su efecto sobre Las células blanco por unión con receptores específ icos. Como se expl icó, en algunos casos las molécu- las señal Dermanecen local izadas sobre la superf icie de Ia célula que sintet izó la molécula señal, pero a part ir de ahora se verán sólo las moléculas señal que, al igual que las hormonas, se l iberan fuera de la célula, es decir, los neurotransmiso- res, los mediadores locales y las hormo- nas. En unos pocos casos, las moléculas que conforman eI receptor se localizan en el interior de la célula, por lo que las moléculas señal deben atravesar el plas- m a l e m a e i n g r e s a r a l a c é l u l a p a r a , ñ i r s e a l receptor ; pero por lo genera l la un ión de la molécula señal con los receptores tiene lugar sobre lo superf icie de lo célu- la blanco. La presencia de receptores es- pecíf icos para la molécula señal estable- ce cuáles células serán blanco para deter- minada molécula señal. En algunos ca- sos, dist intos t ipos celulares reaccionan diferente ante Ia unión de la misma mo- lécula señal, lo que se puede deber a que las células poseen dist intos subtipos de receptores para la molécula señal en cuestión, o a que los receptores son idén- t icos oero son diferentes los efectos in- tracel i lares desecadenados Dor la unión con el receptor. Efecto de las moléculas señal por medio de receptores intracelulares Las hormonas esteroides y la hormona tiroidea (tiroxina y triyodotironina) ejer- cen su efecto después de atravesar el plas- malema, ingresar en la célula y unirse con Dn receptor intracelular específico, Iocali- zado en el núcleo celular en ambos casos, Las hormonas esteroides l iposolubles po- siblemente ouedan atravesar la doble ca- pa l ipídica del plasmalema por difusión, mientras oue se desconoce la forma en que la hormona t iroidea atraviesa el plas- malema. El receotor nuclear de la hormo- na t iroidea oresénta simil i tudes estructu- ral y funcional con los receptores de las hormonas esteroides meior conocidas. Co- mo se vio al estudiar la regulación de los genes en el capítulo + (pág. 112), Ia unión de la hormona esteroide con el receotor resu l ta en que és te ú l t imo se l i j e a de ter - minadas secuencias de DNA, denomina- das elementos de respuesta de hormona, por 1o que se activa la transcripción de cierto grupo de genes. Es decir, que los re- ceotores de hormona esteroide funcionan como factores de transcrioción lvéase con mayor de ta l le en e l cap . + ) . en s i , la un ión del receotor de esteroide con el DNA t ie- ne lugai a través del denominado patrón de l dedo de c inc . Canales dirigidos por transmisores (receptores acoplados a canales iónicos) Los receptores acoplados a canales ió- nicos también se denominan canales di- rigidos por transmisores o receptores ionotropos (a diferencia de los canales dirigidos por presiones, que se abren y cierran en respuesta a modificaciones del potencial de membrana, y los recep- tores metabotropos, con acción indirec- ta sobre las proteínas de canal, dado que están acopladas a la proteína G, véase con mayor detalle más adelante y en el cap. 14). Un ejemplo característico y bien estudiado de receptor acoplado a canal iónico es el receptor de acetilcoli- na (del t ipo de la nicotina), relacionado con la transmisión sináptica en la placa terminal motora de las fibras muscula- res esqueléticas (véase con mayor deta- l le en los caps. 13 y 1 ). En este caso el neurotransmisor es Ia aceti lcol ina l ibe- rada oor el terminal nervioso cuando le I lega un potencial de acción, que difun- de por la hendidura sináptica y se une al receptor de acetilcolina sobre la superfi- cie de la célula muscular. Esto causa un aumento rápido y corto de Ia permeabi- l idad para los iones sodio, Io cual debi- do al gradiente electroquímico favorece una mayor difusión de estos iones hacia al interior de la célula v se despolariza la membrana de la cé lu la muscu lar . Se oroduce entonces la contracción de la fi- bra muscular. En consecuencia, el re- ceptor de acetilcolina actúa como canal iónico para los iones sodio dirigido por un transmisor. C A P í T U t O GLÁNDULASY SECRECIÓN 189 Proteínas G y su mecanismo de acción La proteína G es una proteína hetero- trimérica, es decir, se compone de tres subunidades diferentes denominadas al- fa, beta y gamma (fig. 7-18). Por lo gene- ral están unidas entre sí y se agrega GDP (guanosindifosfato) a la subunidad alfa. Cuando una molécula señal, por ejemplo una hormona, se fija al sitio de unión (so- bre la superficie externa del plasmalema) sobre el receptor, éste sufre un cambio de conformación y después se une a la pro- teína G. Este oroceso causa Ia escisión del GDP de la proteína G y la unión de GTP. La unión de GTP con la proteína G produce la disociación de la subunidad álfa, que activa a la adenilciclasa. Poco después se hidrol iza GTP a GDP, lo cual conduce a la nueva unión de la subuni- dad alfa con las subunidades beta y gam- ma de la proteína G, por lo que cesa la es- t imulación de Ia adenilciclasa. Si la mo- lécula señal permanece unida al receptor se repite el ciclo. Las proteínas G que estimulan la ade- ni lciclasa del modo descri to se denomi- nan proteínas G" (proteína G estimulado- ra), dado que también existen proteÍnas G que inhiben la adenilciclasa y forman AMP cícl ico, las proteínas G,. Se expl ica así que Ia hormona adrenalina puede desencadenar dist intos efectos en dife- rentes órganos por unión con los deno- minados receptores adrenérgicos en va- r ios órganos blanco. La unión con los re- ceptorcs beta, adrenérgicos de las célu- las del múrsculo cardíaco estimulan la producc ión de AMP c Íc l i co ( io cua l au- menta la frecr-rencia y la fuerza de las cont racc iones card íacas) porque la p ro- teína G que interviene es del t ipo C.. Por el contrario, la unión de adrenalina a los receptores alfa, adrenérgicos de las célu- las musculares l isas de los vasos sanguí- neos causa menor producción de AMP cícl ico (con la conslguiente contracción de las células musculares l isas). dado que aquí la proteÍna G es de t ipo G,. Se cree que el mecanismo para el efecto in- hibidor sobre la adenilciclasa desoués de la un ión de la hormona con e l recep- tor es el mismo para la proteína G, que el analizado para la proteÍna G., con Ia sal- vedad de que la subunidad alfa l iberada inhibe directamente la adenilciclasa, mientras que las subunidades beta y gam- ma inbiben por vÍa rndirecta, por unión con las subunidades alfa de Ia oroteína C. también ex is ten te . lo cua l imp ide que esta última estimule Ia adenilciclasa. El efecto del AMP cíclico sobre la cé- lula como segundo mensajero tiene lugar 190 GLANDULASY SECRECION cuando el AMP se une a una enzima de- nominada proteinquinasa A (depen- diente de AMP cíclico) y la activa. Como se vio en el capítulo 4 (pág. 121), las pro- teinquinasas son un grupo de enzimas capaces de catalizar la fosforilación de proteínas, por lo que regulan su activi- dad. Las proteinquinasas fosforilan las proteínas al catalizar la transferencia del grupo fosfato terminal del ATP a los ami- noácidos de la molécula de proteína: en e l caso de la p ro te inqu inasa ion los ami - noácidos serina y treonina. Este tipo de proteinquinasas se denominan también proteinserin/treoninquinasas. Si bien el AMP cícl ico activa la misma enzima, Ia proteinquinasa A, en dist intos t ipos ce- lulares ouede inducir diferentes efectos con la áctividad de la proteinquinasa, dado que esta enzina fosfori la varios gru- pos de proteínas en las dist intas células b lanco. El mecanismo aDarente inmediato de transducción de la-señal por intermedio del AMP cíclico incluye rcfuerzo de se- ña1, dado que un único receptor act ivado puede inducir la act ivación de varias moléculas de adenilciclasa, las cuales a su vez pueden desencadenar con su acti- vidadónzimática Ia activación de una cantidad equivalente de moléculas de proteinquinasa, que a su vez cada una posee la capacidad de catalizar la fosfo- r i lación de gran número de proteínas, etc. Además, debido a la gran cantidad de pasos del proceso, aumenta Ia f lexibi- l idad respecto al control de la respuesta, dado que se puede actuar sobre la casca- da de acontecimientos que se desencade- na en numerosos Dasos Como se vio bájo receptores acopla- dos a canales iónicos, algunas proteínas de canal son dir igidas por transmisores mediante unión directa del transmisor a la proteína de canal, los denominados canales iónicos dir igidos por transmisor o receptores ionotropos. Sin embargo, existen canales iónicos cuva oermeabi- l idad (es dec i r , s i es tán ab jó r tós o cer ra - dos) también es dir igida por transmiso- res, pero en forma indirecta, dado que el receptor ejerce una acción indirecta sobre el canal iónico mediada oor la pro te ína C. Es te t ipo de receptores d i r i - gidos por transmisores se denominan receptores metabotropos. Esto vale para otro tipo de receptor de acetilcolina (de tipo muscarínico) que se encuentra en las células musculares cardíacas. En es- te caso la unión del neurotransmisor aceti lcol ina con el recentor muscarínico C A P I T U Fig. 7-18. Dibujo esque- mático del mecanismo de acción de la proteína G (véase el texto para los detal les) Molécula señal ----Y¡- ESPACIO EXTRACELULAR Proteína G z Activación de la ..- adenilciclasa ñr,\ lAIP]---*FMP "r"ti*l Adenilciclasa . A D I T I I I T 1 GLANDULASY SECRECION 191 causa la activación de una proteÍna G, y la subunidad alfa de la proteína G indu- ce a continuación la abbrtura de los ca- nales del ion potasio. La proteína G que interviene en esta reacción es del tipo G, y se ha demostrado experimentál- mente que las mismas proteínas G, ca- paces de inhibir la adenilciclasa pue- den abrir los canales del ion ootasio. La unión de acetilcolina al receotor en la musculatura cardíaca producé, después de la difusión de los iones ootasio hacia el exter ior de las célu las-musculares. una hiperpolarización de la membrana celular muscular, que causa disminu- ción de la frecuencia cardíaca (el efecto se ejerce sobre el nodo sinusal, véase con mayor detalle en el cap. 15). Efecto de las moléculas señal por medio de receptores de superficie celular Como se vio, este mecanismo es mucho más frecuente que Ia vía por receptores in- tracelulares. Los receptores de superf icie celular son proteínas integrales de la membrana del plasmalema, en algunos casos con grupos de hidratos de carbono o Iípidos unidos mediante enlaces covalen- tei. El si t io de unión del receotor con el l i - gando se local iza sobre la superf icie exter- na del plasmalema, y la f i jación de la mo- lécula señal al si t io de unión causa una modif icación alostérica de la conforma- ción de la molécula receptora, que genera reacciones dentro de la célula blanco, que conforma Ia respuesta a la molécula señal. La expresión transducción de señal (o acoplamiento) designa el proceso por el cual la fijación de una molécula señal a un sitio de unión sobre la superficie celu- ]ar externa desencadena una resDuesta bojo lo lormo de reocciones dentro de Io célula blanco. Sobre Ia base de sus mecanismos de ac- ción, en general los receptores de superf i- cie celular se clasifican en tres tipos prin- cipales: receptores acoplados a canales iónicos, receptores acoplados a proteína G y receptores catalíticos. Receptores acoplados a canales ióni- cos. Como se vio al estudiar plasmalema en el capítulo S (pág. 57), son proteínas de canal que median la difusión facilitada de iones pequeños como Na*, K*, 6¿** y Cl . Intervienen en la transmisión sináotica de Ias s inaps is qu Ímicas . dado que la p ro te í - na de canal iónico posee un sit io de unión para la sustancia t lansmisora, local izada sobre la superf icie externa del plasmale- ma. La unión de la sustancia transmisora tiene entonces lugar directamente con la proteína de canal, en la que causa un cam- bio de conformación que induce la aper- tura del canal durante un corto período. lo cua l aumenta Ia permeab i l idad para e l ion en cuestión. Receptores acoplados a proteína G. Re- presentan el grupo más grande y el más diversif icado de los receptores del plas- malema; tienen en común que su efecto es mediado por las proteínas G, denomina- das asÍ porque pueden fijar el nucleótido GTP (tr i fosfato de guanosina), El papel de las proteínas G en la transducción de se- ñalés se descubrió en relación con el des- cubrimiento de que muchas hormonas, por ejemplo el glucagón y la adrenalina, después de la f i jación al receptor sobre la superf icie externa del plasmalema de la célula blanco activaba una enzima en el interior de la célula. Esta enzima se desig- nó adenilciclasa, dado que cataliza Ia for- mación del compuesto AMP cÍclico a par- t ir de ATP (el AMP cícl ico es, como su IP, y DAG: el sistema de segundo mensaiero alternativo Como se vio antes existe un sistema de segundo mensajero alternativo, en el que intervienen IP, (trifosfato de inositol) y DAG {diacilglicerol) como segundos mensajeros. IP, y DAG son derivados del fosfatidilinositol localizado sobre la mi- tad interna del plasmalema. Una de estas moléculas de fosfatidilinositoles es el bi- fosfato de fosfatidilinositol (PIP,). Cuan- do Ia molécula señal se fija al receptor, éste se une a un tipo especial de proteí- 192 GLÁNDULASY SECRECIÓN na G, denominado proteína Go (fig. 7-19) porque activa la enzima foslolipasa C del mismo modo que la proteína G. acti- va la adenilciclasa. La fosfolipasa C es- cinde ahora PIP " a IP, y DAG, que actúan después como segundos mensajeros del siguiente modo. Después de formarse sobre la cara in- terna del plasmalema, IP. difunde hasta el REL y allí estimula la liberación de io- nes calcio; estos iones se unen a proteí- C A P I T L ) Fig. 7-19. Dibujo esque- mático del mecanismo de acción de la proteína Gp (véase el texto para los detal les). Molécula señal Receptor . , \- / \ l l ' r l- - I f :TPI L - " I ESPACIO EXTRACELULAR Proteína Gp CITOSOL ü Activación de la fosfolipasa C nas f i jadoras de calcio, en especial la proteína calmodulina, de aparición unl- versal en la economía, que interviene en procesos reguladores intracelulares. La unión de los iones calcio a la calmodu- l ina genera un cambio de conformación de la proteína, tras lo cual se puede unir con otras proteínas, que se activan a su vez. Intervienen varias enzimas, entre el las, adenilciclasa, fosfodiesterasa (que escinde el AMP cÍcl ico), fosfori lasa qui- nasa (que contribuye a Ia degradación de glucógeno) y la multiproteinquinasa dependiente de calmodulina. Esta enzi- ma cataliza la fosforilación de una serie de proteínas diferentes y desempeña un papel similar al de la proteinquinasa A relacionada con la función del AMP cí- cl ico como segundo mensajero. IP" y AMP cícl ico t ienen superposición de efectos, por lo que afectan sus respecti- vas funciones: así, la calmodulina acti- vada actúa sobre la síntesis (a través de PIP, osfolipasa C 2X..- Al REL y liberación de iones calcio Activación de la proteinquinasa C la estimulación de la adenilciclasa) y la degradación (a traves de la est imulación de la fosfodiesterasa) y además, en algu- nos casos la proteinquinasa A y la cal- modulina activada activan a la misma oroteína.- DAG funciona como segundo mensa- j e r o a l a c t i v a r o l r a p r o t e i n q u i n a s a . l a pro te inqu inasa C. Es to ocur re cuando DAG favorece la unión de la proteinqui- nasa C a la superf icie interna citoplasmá- t ica del plasmalema, tras lo cual la pro- teinouinasa C cataliza la fosforilación de un giupo determinado de proteínas. Los efectos que así se producen parecen de- berse a oue interviene en el control de la divisiórr celular. De este modo la pro- teinquinasa C aumenta la transcripción de determinados genes, de los cuales sesabe que algunos son regulados por las dos proteínas fijadoras de DNA iun y AP2 (véase también bajo regulación de Benes en el cap. a, pág.11.2). C A P í T U t O GLANDIJLASY SECRECION 193 Mecanismo de acción de los receptores catalíticos Cuando la molécula señal se une a un receptor catalítico, éste sufre un cambio de conformación, por Io que se activa como proteinquinasa, en este ca- so del tipo proteintirosinquinasa (dado que cataliza la fosforilación del ami- noácido tirosina). La fosforilación de la tirosina tiene lugar sobre Ia misma mo- lécula proteica del receptor, en el domi- nio citoplasmático, y se denomina auto- fosforilación. A partir de entonces, las moléculas de tirosina fosfori ladas ac- túan como sitios de unión selectivos para determinadas moléculas, lo cual desencadena una serie de actividades secundarias en el citoplasma. Por ejem- plo, se activa una proteína G denomina- da Ras que, al igual que otras proteínas G, se relaciona con la superficie cito- plasmática del plasmalema y estimula un grupo de enzimas fosforiladoras de proteínas, las MAPquinasas (protein- quinasas activadas por mitógenos) (véase también regulación de la divi- sión celular en el cap. 4, pá9. 1,24). Las MAPquinasas fosforilan, por ejemplo, el factor de transcripción APL, que ac- túa sobre la división celular, dado que controla la transcripción de un grupo de genes codificadores de proteínas ne- cesarias para la división celular. Así, es característico que los receptores catalí- ticos en su mayor parte sean activados por distintos factores de crecimiento, entre ellos, el factor de crecimiento epi- dérmico y el factor de crecimiento deri- vado de plaquetas. El receptor de insu- l ina también es una t i ros inouinasa. nomb¡e Io indica, un derivado cícl ico del AMP denominado 3',5'monofosfato cícl i- co de adenosinal. El aumento de la con- centración de AMP cícl ico en el ci toolas- ma desencadena, a cont inuac ión , uná se- r ie de reacciones químicas que componen la respuesta de Ia célula blanco a la f i ja- ción de la molécula señal al receotor. Des- pués de generar es tos e fec tos , e f AMP c í - cl ico se degrada rápidamente por acción de la enzima nucleotidociclicofosfodies- terasa. El descubrimiento del AMP cícl ico y de sus efectos condujo a la denominada teoría del "segundo mensajero": Ia molécula se- ñal es transportada como "primer mensa- iero" hacia las células blanco, tras lo cual el AMP cíclico actúa como "segundo men- saiero", dado que constituye el eslabón in- tracelular entre el primer mensajero extra- celular y la respuesta fisiológica en la célu- la blanco sobre la oue actúa la hormona. Si bien el AMP cíctióo actúa como segundo mensaiero para numerosas hormonas, la Superfamilias de receptores Además de ser clasificados en tres grupos, como se vio en la sección ante- rior (receptores acoplados a canales ió- nicos, receptores acoplados a proteína G y receptores catalít icos), los recepto- res se pueden dividir en superfamilias de receptores sobre la base de Ia confor- mación de las moléculas proteicas que intervienen. Así, se habla de receptores de paso único en los cuales la cadena polipeptídica que constituye el receptor presenta sólo una hélice alfa transmem- brana. Son ejemplos los receptores cata- líticos que actúan como proteintirosin- quinasas. Los receptores de siete pasos componen otra superfamilia de recepto- res, en los cuales la cadena polipeptídi- ca presenta siete hélices alfa transmem- brana. Estos receptores pertenecen to- dos al t ipo acoplado a proteína G y son ejemplos los receptores de los neuro- 194 GLANDULASY SECRECION transmisores aceti lcolina (de tipo mus- carínico) y adrenalina y de las hormo- nas LH (luteinizante) y TSH (tiroesti- mulante). Por último, una tercera super- familia de receptores comprende los re- ceptores con subunidades múltiples, compuestos por varias subunidades pro- teicas, cada una de las cuales a su vez está constituida por una única cadena polipeptídica que puede presentar va- rias hélices alfa transmembrana. Un ejemplo de este caso es el receptor de acetilcolina (de tipo nicotina), compues- to por cinco subunidades, cada una de las cuales presenta cinco hélices alfa transmembrana. En cada subunidad, una de las hélices alfa es menos hidró- foba que las demás, y estas cinco héli- ces alfa Drovenientes de las cinco subu- nidades recubren la superficie interna del canal iónico central del receotor. C A P I T U reacción de cada célula frente a determina- da hormona es específica, dado que los re- ceotores sobre la membrala celular son es- peiíficos para las distintas hormonas. La fijación de una hormona a un recep- tor no desencadena la estimulación direc- ta de la adenilciclasa, dado que se inserta un eslabón intermedio bajo la forma de Ia proteína G, una proteína de membrana lo- calizada sobre la superficie citoplasmátca del olasmalema. Además del AMP cíclico se ha demos- trado la existencia de un sistema de se- gundo mensajero alternativo, que incluye dos tipos de segundos mensajeros, deno- minados respectivamente IP. (trifosfato de inositol) y DAG (diacilglicerol). Estas moléculas derivan del fosfolípido fosfati- dil inositol. oue se encuentra en la mitad interna de Ilmembrana del olasmalema. Receptores catalÍticos. Eñ estos casos el receptor funciona como enzima, que con su actividad catalítica desencadena Ia transducción señal hacia el interior de Ia célula después de Ia fijación de la molécu- Ia señal al sitio de unión del receptor, so- bre la superficie externa del plasmalema. Terminación de la respuesta a la señal En algunos casos, este proceso puede ocurrir por la eliminación de ias molé- culas señal; por ejemplo, para el neuro- transmisor aceti lcol ina, que es degrada- do oor la enzima aceti lcol inesterasa. En otrós casos t iene lugar una endocitosis mediada por receptor del receptor con la molécula señal unida, tras lo cual puede ocurrir la degradación del recep- tor y de la molécula señal en el sistema lisosomal. lo oue conduce a la disminu- ción de la canl idad de receptores sobre e l p lasmalema, denominado regu lac ión hacia abajo, o el receptor es transporta- do de vuelta al plasmalema, donde se uti l iza nuevamente, en cuyo caso no hay regulación hacia abajo (véase tam- b ién l i sosomas y endoc i tos is en e l cap . 3 , p á 9 . B 1 l . En ocasiones tiene lugar una inactiva- ción más rápida de la respuesta por re- ceptores a través de un proceso denomi- nado desensibilización de receptor. Esto puede ocurrir , por ejemplo, cuando se oroduce una fosfori lación de Ia molécula ieceptora, como en el caso del receptor beta, adrenérgico. La desensibi l ización sólo t iene lugar cuando el receptor está unido a adrenalina; de este modo Ia de- sensibi l ización contr ibuye a detener la acción de la adrenalina sobre el receptor. La desensibi l ización es un proceso más rápido que la endocitosis mediada por receptor. C A P í T U t O GLANDULAS Y SECRECIÓN 195 Cuestionario sobre glándulas y secreción 1. ¿Qué tipo de tejido forma el parén- quima de las glándulas? 2, Intente describir en forma breve y general cómo se desarrollan las glándulas endocrinas y exocrinas, respectivamente. 3. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre las glándulas endocrinas y exocrinas? a. ¿Qué se entiende por secreción me- rocrina, apocrina y holocrina, res- pectivamente? 5. ¿Conoce algún ejemplo de una glán- dula exocrina unicelular? 6. ¿Qué se entiende por terminales se- cretoras de una glándula exocrina? 7. ¿Qué se entiende por terminal se- cretora tubular, alveolar y acinosa, y cómo se componen? B. ¿Puede describir brevemente Ia or- ganización ultraestructural general de una glándula exocrina? 9. ¿Qué se entiende por molécula se- ñal (mensajero químico)? 10. ¿Cuál es Ia diferencia fundamental entre acción paracrina y endocrina de una molécula señal? 11. Intente enumerar las propiedades que caracterizan a una hormona. 12. ¿Puede nombrar un ejemplo de pre- sencia de tejido glandular exocrino y endocrino enla misma glándula? 13. Intente describir brevemente el as- pecto con el microscopio electróni- co de una glándula endocrina secre- tora de proteína o de polipéptidos. 14. ¿Qué organela presenta gran desa- rrollo en las células glandulares en- docrinas secretoras de esteroides? 1.5. lntente enumerar con sus propias palabras algunas de las propiedades que caracterizan a un receptor. 16. ¿Qué se entiende por órgano blanco o células blanco de una hormona? 1.7. ¿En qué dos sit ios se pueden locali- zar los receptores de una célula blanco? 18. ¿Cuáles son los tres grupos princi- pales de receptores de superficie ce- lular? 19. ¿Puede nombrar dos ejemplos de se- gundo mensaiero? 2O. ¿Cómo se produce Ia regulación ha- cia abaio de los receptores? Lecturas adicionales sugeridas Baass PC, di Guglielmo GM, Authier F, Posner BI, Bergeron fJM. Compart- mentalized signal transduction by re- ceotor tvrosine kinases. Trends in Cetl niálogy. 1995 ; 5 :465-470. Clapham DE. Calcium signaling. Cel1. 1995;80:259-2 68. Forstner G. Signal transduction, packag- ine and secretion of mucins. Annu Rlv Phvsiol. 1995:57:585-605. Fredholm BB, Aperia A. Arets nobel- pris: G-proteinernes opdagelse og deres betydning. Ugeskr Laeger. 1.994;156:7520-7524. Gustafsson JA. Biniurebarkshormonre- ceptorns funktionella arkitektur. No¡- disk Medicin 1993r108:5-9. Hurley JB. Phospholipids in action. Nature. 1995;373:194-195. Marx J. Two major signal pathways linked. Science. 1.993;262: 9BB-990. Schófl C. Prank K. Brabant G. Mechanisms of cellular information processing. TEM. 1994;5:53-59. Soecian RD. Oliver MG. Functional-biology of intestinal goblet cells. Am I Phvsiol. 1991;260:C183-C193. C A P í T U196 GLÁNDULASY SECRECION
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