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SEMIOLOGÍA Y PATOLOGÍA QUIRÚRGICA 1ª EDICIÓN La lección de anatomía del Dr. Tulp. (Rembrandt.) DR. ADOLFO BREA ROMERO. EDITOR. MARACAIBO – 2003. Dr. Adolfo Brea Romero Editor. SEMIOLOGÍA Y PATOLOGÍA QUIRÚRGICA. 1ra. edición 2003 Maracaibo, 2003 ISBN: 980-6514-4-6 Depósito legal: LF 78520033001009 SEMIOLOGÍA Y PATOLOGÍA QUIRÚRGICA. EDITOR Dr. Adolfo Brea Romero. 1ra. edición 2003 LEVANTAMIENTO DE TEXTO Y DIAGRAMACIÓN Dr. Adolfo Brea Andrade. FOTOCOMPOSICIÓN E IMPRESIÓN Empresa Gráfica Polaris, C.A. Maracaibo, Venezuela ÍNDICE. Coautores. VIII. Prólogo. XI. Introducción XIII. Juramento de Hipócrates. XIV. Oración de Maimonides. XV. Agradecimientos. XVI. Capítulo 1. Terminología Básica. 1 Capítulo 2. Agua y Electrolitos. 6 Capítulo 3. Equilibrio Ácido-Básico. 22 Capítulo 4. Shock en Cirugía. 30 Capítulo 5. Cicatrización de Heridas. 41 Capítulo 6. Preoperatorio, Transoperatorio, Postoperatorio. 46 Capítulo 7. Semiología y Patología del Cuello. 65 Capítulo 8. Semiología y Patología de la Mama. 87 Capítulo 9. Semiología del Abdomen Agudo. Anatomía quirúrgica del Abdomen. 106 Capítulo 10. Abdomen Agudo Quirúrgico. 129 Capitulo 11. Abdomen Agudo Inflamatorio. 148 Capítulo 12. Abdomen Agudo Obstructivo. 169 Capítulo 13. Abdomen Agudo Perforativo. 188 Capítulo 14. Abdomen Agudo Hemorrágico. 199 Capítulo 15. Abdomen Agudo Vascular. 213 Capítulo 16. Hernias de la Pared Abdominal. 230 Capítulo 17. Semiología y Patología Hepatobiliar. 251 Capítulo 18. Semiología y Patología del Páncreas. 258 Capítulo 19. Enfermedad Ulceropéptica y Cáncer Gástrico. 296 Capítulo 20. Semiología y Patología del Colon. 310 Capítulo 21. Semiología y Patología Anorrectal. 323 Capítulo 22. Semiología del Tórax. 333 Capítulo 23. Traumatismos Abdominales. 339 Capítulo 24. Manejo Inicial del Politraumatizado. 352 Capítulo 25. Nutrición en Cirugía. 433 Capítulo 26. Procedimientos básicos en Cirugía. 460 Capítulo 27. Anestesia. 483 Bibliografía. 519 SEMIOLOGÍA Y PATOLOGÍA QUIRÚRGICA. Dr. Adolfo Brea Romero. (Editor) Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1972. Post-Grado en Cirugía Ortopédica y Traumatología, Universidad de São Paulo, Hospital das Clínicas, São Paulo, Brasil. 1974. Entrenamiento en Cirugía y Patología Vertebral. Facultad de Medicina de la Santa Casa de Misericordia de São Paulo, Brasil. Entrenamiento en Patología y Cirugía Vertebral, Centro de Escoliosis de la Universidad de Minessota, Minneapolis, USA, 1978. Doctor en Ciencias Médicas, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, 1980. Profesor Titular de Cirugía (Ortopedia y Traumatología), Departamento de Cirugía, Escuela de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Ex Jefe de la Cátedra de Cirugía I, Escuela de Medicina, Universidad del Zulia. Ex Jefe del Departamento de Cirugía, Escuela de Medicina, Facultad del Medicina, Universidad del Zulia. Ex Jefe del Servicio B (Columna Vertebral), Hogar Clínica San Rafael de Maracaibo. Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Miembro Titular de Número (43) de la Academia de Medicina del Zulia. Asesor del Comité de Columna Vertebral. Sociedad Venezolana de Cirugía Ortopédica y Traumatología. COAUTORES. SEMIOLOGÍA Y PATOLOGÍA QUIRÚRGICA. Acosta Atencio, Armando. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1974. Post- grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Hospital Central Dr. Urquinaona, 1981. Post-grado en Ginecología, Universidad del Zulia - Hospital Central Dr. Urquinaona, 1983. Profesor Asociado de Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista II División Quirúrgica, Hospital Central Dr. Urquinaona. Álvarez Ochoa, Zaida Estela. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1985. Post- grado en Anestesiología, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1992. Especialista II División Quirúrgica (Anestesiología), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Barboza Quintero, Pedro. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1971. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1978. Post-grado en Urología, Universidad del Zulia -Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1982. Fellow Research in Urology, Brigham and Women Hospital y Boston Children Hospital. Universidad de Harvard. 1982-1984. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 2000. Profesor Asociado de Cirugía General (Urología), Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista II División Quirúrgica (Urología), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Miembro del Comité directivo del Postgrado de Urología. Facultad de medicina. Universidad del Zulia. Borin Bertuzzi, Mario. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1982. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1989. Post-grado en Cirugía de Tórax, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. 1992. Entrenamiento en Transplante Pulmonar, Washington University Saint Louis, Missouri, USA, 1994. Entrenamiento en Funcionalismo Pulmonar, Hospital José Ignacio Baldó, Caracas, 1993. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 1994. Profesor Asociado de Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista II División Quirúrgica (Cirugía de Tórax), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Brea Andrade, Adolfo. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 2000. Médico Interno; División Quirúrgica. Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. 2002- 2003. Médico Residente de Cirugía General. Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 2004-2008. Adjunto del Servicio de Cirugía General N° 1. Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Bustamante Pérez, Leonardo. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1978. Post- grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá, 1984. Entrenamiento en Cirugía Coloproctológica. Universidad de Campiñas, Brasil, 1989. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 1999. Profesor Asociado de Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Jefe del Departamento Quirúrgico, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista II División Quirúrgica (Colon y Recto), Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá. Colmenares Artigas, Dora. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1984. Post- grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1991. Entrenamiento en Cirugía de Hígado y Vías Biliares, Pittsburg University. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Asociado de Cirugía General. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia. Médico Especialista II, División Quirúrgica, Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Galbán Morales, José D. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1984. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 1999. Profesor Ordinario de Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista 1 División Quirúrgica, Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá. Luque Marquina, Ángel S. Médico Cirujano, UniversidadCentral de Venezuela, 1980. Post-grado en Cirugía General, Universidad Central de Venezuela - Hospital Vargas, 1985. Profesor Ordinario Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, Hospital General del Sur. Especialista II División Quirúrgica, Hospital Dr. Manuel Noriega Trigo. IVSS. Marín Freites, Aurora. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1984. Post-grado en Neurocirugía, Hospital Universitario de Caracas - Universidad Central de Venezuela, 1992. Entrenamiento en Neurocirugía Pediátrica, Hospital para Niños Enfermos, Toronto, Canadá. 1997. Entrenamiento en Neurocirugía General, Jackson Memoria Hospital, Miami, USA, 1998. Médico Especialista II, División Quirúrgica (Neurocirugía), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Montiel Boscán, Leandro. Médico Cirujano, Universidad del Zulia. Curso de Post-Grado en Cirugía General, Universidad Central de Venezuela, Magíster Scientiarum en Cirugía en Cirugía General. Universidad Central de Venezuela. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia. Profesor Asociado de Cirugía General, Escuela de Medicina, Universidad del Zulia. Médico Especialista II; Departamento de Cirugía. Hospital General del Sur. Morales Manzur, José Alberto. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1985. Post- grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1992. Post-grado en Cirugía de Tórax, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. 1995. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 2000. Profesor Asociado del Post-grado de Cirugía de Tórax. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia. Médico Especialista II, División Quirúrgica, Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Osorio Morales, Sergio. Médico Cirujano, 1990, Universidad del Zulia. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá. , 1997. Entrenamiento en Cirugía de Tórax, Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1996. Entrenamiento en Cirugía de Cabeza y Cuello. Hospital Dr. Domingo Luciani, Caracas. 1997. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 1997. Profesor Agregado, Cátedra de Anatomía, departamento de Ciencias Morfológicas, Escuela de Medicina, Universidad del Zulia. Médico Especialista I, Departamento de Cirugía, Hospital Nuestra Señora de Chiquinquirá. Prieto Franchi de Brea, Mary Carmen. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1996. Post-Grado en Ginecología y Obstetricia, Hospital Universitario de Maracaibo. Maternidad Dr. Armando Castillo Plaza. 2003. Especialista 1. Servicio 2B. Hospital Universitario de Maracaibo. Maternidad Dr. Armando Castillo Plaza. Reyes Saavedra, Teodoro. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1975. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. 1992. Licenciado en Filosofía, Universidad del Zulia. 1984. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 1984. Profesor Asociado de Cirugía General, Escuela de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista en Administración de Servicios de Salud. 1993. Médico Especialista II División Quirúrgica (Cirugía General), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Rincón Delgado, Alberto. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1973. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Hospital General del Sur, 1983. Profesor Agregado de Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista II División Quirúrgica, Hospital General del Sur. Rincón Medina, José Cruz. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 2000. Médico Residente de Medicina Interna, Hospital General del Sur, “Dr. Pedro Iturbe”. Maracaibo, Estado Zulia. Ríos Hernández, Braulio. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1982. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1990. Post-grado en Cirugía de Tórax, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. 1993. Doctor en Ciencias Médicas, Universidad del Zulia, 1999. Profesor Asociado de Cirugía General, Facultad de Medicina, Universidad del Zulia. Especialista II División Quirúrgica (Cirugía de Tórax), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Soto Granadillo, Luis. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1983. Post-grado en Cirugía Plástica, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo 1989. Especialización en Cirugía Estética, Clínica La Luz, Madrid España. 1992. Profesor de Cirugía Plástica. Escuela de Medicina, Universidad del Zulia. Médico Especialista II, División Quirúrgica (Cirugía Plástica), Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Villalobos Díaz, Hebert. Médico Cirujano, Universidad del Zulia, 1986. Post-grado en Cirugía General, Universidad del Zulia - Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo, 1994. Médico Adjunto, División Quirúrgica. Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo. Profesor de Cirugía General. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia. Prólogo. Dr. Vinicio Casas Rincón. El fervor por la docencia médica a nivel de la cátedra universitaria, que ha exhibido el Dr. Adolfo Brea Romero, en colaboración con otros distinguidos profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, nos presenta este libro, sobre varios temas de la programática para la formación del médico, no solo en el pre-grado, sino que será de mucha utilidad para los profesionales médicos, por la actualización de algunos conceptos anatomoclínicos, medios de diagnóstico y maniobras de exploración en semiología. No pretenden agotar monográficamente el contenido de cada tema, pues sólo se insiste en la semiótica y en la clínica para lograr una mejor orientación en el aprendizaje del lector, aunque siempre se agregan algunas ayudas para la terapéutica. Es necesario ser benevolente en cuanto a la falta de unidad didáctica del conjunto, pues son más bien, disertaciones expositivas donde el conocimiento y la experiencia de los autores tratan de hacer resaltar los aspectos más importantes de cada tema y están supeditados naturalmente a la formación y a la personalidad que exhiben los diversos autores. Las intervenciones envuelven todas las consideraciones pertinentes a la exploración cuidadosa de las medidas preventivas a tomar, para que el proceso operatorio involucre el menor riesgo para el paciente, la guía diagnóstica sea lo más precisa posible, y en consecuencia se pueda anticipar un diagnóstico razonable, y después del acto operatorio, el médico tenga una visión clara de cual será la evolución del paciente y que pueda depararle la compleja reacción del organismo ante una determinada agresión quirúrgica. En este conjunto editorial, se observan al escudriñar el índice, que en el contenido se abordan tres secciones de análisis etiológico, primero la relativa al objetivo del estudio de los grandes procesos defensivos naturales, de los que el organismo dispone ante la agresión o la injuria de diversa naturaleza, con el objetivo docente de unificar o afinar los criterios que predominan en ese campo conductual (Agua y electrolitos, equilibrio ácido-básico, shock, etc.) El objetivo docente está particularmente expuesto, al mostrar una visión actualizada de la conducta a seguir ante patologías de mayor impacto sobre un conjunto de órganos, sobretodo en los abdominales, contenidos en esa gran cavidad a la que podríamos asemejar, por la compleja sintomatología que ella encierra a la mencionada y mítica caja de Pandora, no debiéndose olvidar que en dicha caja, que encerraba todos losmales, había uno solo bueno; la esperanza, pensamiento que debe estar presente en la mente del cirujano cuando actúa sobre esa región. El tercer objetivo promovido por el texto, se refiere al problema complejo de la atención del politraumatizado, patología o suceso muy frecuente, debido al auge de la industrialización, a los numerosos peligros en el transporte en carretera, por avión, ferrocarril, etc. Yo he expuesto en varias oportunidades, que el verdadero politraumatizado, que llega vivo al quirófano de una Unidad de Trauma, representa para el cirujano, el reto más complejo que le haya tocado vivir, ese reto, que pone a prueba la mente más lucida y mejor adiestrada, donde no se admiten o justifican las improvisaciones, pues cada uno de los oficiantes, tiene tareas especificas que cumplir, y que al final, puede equipararse al de una orquesta de concierto, donde no se ha distinguido ningún concertista desafinado. Estoy seguro, que esta obra, aun considerando el acelerado progreso de los conocimientos médicos, conservará por mucho tiempo, su función de consulta para los cursantes del pre-grado, o de actualización para los profesionales jóvenes no especializados, y aún para los médicos generales o de familia. El reiterado esfuerzo de este grupo de galenos dirigidos, impulsados y animados por el Dr. Brea Romero, puede considerarse como una prolongación de la vocación docente, calificada por el prestigioso profesor Gregorio Marañón, como una de las vocaciones por amor, y la difusión que pueda tener esta obra, irá en beneficio directo de la institución universitaria y del estudioso que la adquiera. Por ello, merece nuestro aplauso. Dr. Vinicio Casas Rincón. Miembro Honorario de la Sociedad Venezolana de Cirugía. Ex Catedrático de Fisiología y Terapéutica Quirúrgica, Universidad del Zulia. Ex Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia. Introducción. “Mensaje a un Estudiante de Medicina” Dr. Adolfo Brea Romero. Los autores hemos escrito para un selecto grupo de lectores, tú y tus compañeros estudiantes. Por término general, un tratado que intente satisfacer múltiples necesidades, termina por no alcanzar ninguna de ellas. Tampoco nos planteamos ni siquiera, competir con las excelentes obras que abocadas a la Cirugía existen. Intentamos satisfacer, tus requerimientos básicos como estudiante, una introducción al fascinante mundo de la Cirugía, pilar fundamental de la Medicina. Como estudiante de pre-grado, lo que debes adquirir es los siguiente, primero, un conocimiento general de las reacciones normales y patológicas de los órganos y sistemas, con el objetivo de poder identificar síntomas, signos y la historia natural de los problemas quirúrgicos más frecuentes. Segundo, el conocimiento y práctica de cómo recolectar la historia clínica, exámenes de laboratorio, estudios de imágenes, que permitan orientar o definir un diagnóstico. Tercero, tener ideas básicas de tratamiento, pero más importante, que no hacer. Lo anterior justifica, que el trabajo que te ofrecemos es un libro de texto, diferente a un extenso libro de consulta, a una profunda y puntual monografía, a un atlas de técnicas quirúrgicas y diferente a un manual, sinopsis o compendio. El texto debe ser la base y armazón fundamental, en este caso la Cirugía General, sobre la que deberás, con el correr del tiempo, adicionar conocimientos que obtendrás de tus profesores y de los enfermos que evaluarás en tu práctica hospitalaria. Tus profesores te conducirán por un camino de conocimiento y aprendizaje, desarrollarán en ti una forma de evaluar y pensar, te enseñarán. Pero el aprendizaje activo es responsabilidad absoluta de ti. De allí que temas como politraumatizado, anestesia, procedimientos básicos en cirugía, nutrición en cirugía, que no forman parte de tu plan de estudio, estén incluidos para tu lectura. Te deseo el mayor de los éxitos en la búsqueda del conocimiento médico; los autores sin duda, lo respaldan para tu honra y la de tu familia; y para acrecentar el prestigio de nuestra Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia. Afectuosamente. Dr. Adolfo Brea Romero. Profesor Titular de Cirugía. Maracaibo, Marzo de 2002. Juramento de Hipócrates. YO JURO en la presencia del Todopoderoso y delante de mi familia, mis maestros y mis colegas que, según mi capacidad y mi juicio, guardaré este Juramento y cada una de sus Cláusulas: TENDRÉ a todos los que me han enseñado este arte el mismo afecto que a mis padres, y con su mismo espíritu y entrega impartiré a otros el conocimiento del arte médico. Con diligencia seguiré al día los avances de la Medicina. Sin discriminación y en la medida en que ello no ponga en peligro la atención que debo a mis otros pacientes, trataré a todos los que soliciten mis servicios y buscaré, cuando así lo requiera el beneficio de mi paciente, el consejo de colegas más competentes. SEGUIRÉ el método de tratamiento que, según mi capacidad y juicio, me parezca mejor para beneficio de mi paciente, y me abstendré de toda acción dañosa o malintencionada. Nunca prescribiré ni administraré a ningún paciente, aun cuando me lo pidiere, una medicina en dosis letal, y nunca aconsejaré cosa semejante; ni haré nada, por acción u omisión, con el propósito directo y deliberado de acabar con una vida humana. Tendré el máximo respeto a toda vida humana desde el momento de la fecundación hasta el de la muerte natural, y rechazaré el aborto, ya que destruye intencionadamente una vida humana. CON PUREZA, SANTIDAD Y BENEFICENCIA dirigiré mi vida y practicaré mi arte. A no ser que sea necesario para la prudente corrección de un peligro inminente, nunca trataré a mis pacientes ni haré ninguna investigación sobre ningún ser humano sin el válido consentimiento informado del sujeto o de su protector legal pertinente, con tal que la investigación tenga por finalidad la mejora de la salud de ese individuo. A cualquier lugar al que vaya a atender a los pacientes, iré para beneficio de ellos, me abstendré de toda acción voluntaria maliciosa o abusiva, y jamás seduciré a ningún paciente. TODO LO QUE, CON OCASIÓN de mi práctica profesional o sin relación con ella, pueda ver u oír de la vida de mis pacientes y que no deba ser divulgado, no lo diré a nadie, consciente de que de todo ello deberé guardar secreto. MIENTRAS GUARDE inviolado este Juramento, que se me conceda disfrutar de vida, y practicar el arte y la ciencia de la Medicina con la bendición del Todopoderoso y el respeto de mis colegas y de la sociedad. Pero si quebrantara y violara este Juramento, que lo contrario sea mi destino. Oración de Maimonides Médico Hebreo – Español del Siglo XII. 1135-1204 DC. DIOS MÍO: Llena mi alma de Amor por la Ciencia y tus Criaturas. No permitas que la sed de lucro y la ansiedad de gloria influyan en el ejercicio de mi profesión, pues como enemigas de la Verdad y la Caridad, fácilmente podrían alucinarme y apartarme del noble deber de hacer el bien a tus hijos a través de la Ciencia. Sostén las fuerzas de mi corazón para que pueda servir a ricos y pobres, amigos y enemigos, a buenos y a malvados. Haz que yo no vea en quien sufre sino al prójimo; que mi espíritu permanezca siempre claro junto al lecho del paciente, sin pensamiento extraño capaz de distraerlo, para que recuerde todo cuanto la Ciencia y la Experiencia me hayan enseñado, pues son grandes y sublimes las investigaciones científicas cuyo objeto es conservar la vida y la salud de tus criaturas. Concede a mis enfermos a confiar en mí y en mi profesión, a atender mis prescripciones y consejos, aleja de ellos la turba de charlatanes, de parientes e intrusos, cuya presunción y vanidad de creer saberlo todo,los hacen casta peligrosa que frecuentemente frustran las mejores intenciones del Arte y llevan a la muerte a tus criaturas. Si los ignorantes me critican o me mofan, revísteme de una coraza de amor a la Ciencia y al Arte que me conserve imperturbable para perseverar en la verdad, a despecho de la edad o la fama de mis enemigos. Dios mío, concédeme paciencia y benevolencia ante los enfermos tercos y malcriados. Hazme siempre moderado, insaciable solamente en el amor al Estudio y a la Ciencia, aleja de mí la pretensión de creer poder y saberlo todo, y dame la Fuerza, Voluntad y Ocasión de ampliar insaciablemente mis conocimientos científicos y de descubrir en mi saber los errores ayer no sospechados, pues es grande la Ciencia e inmenso el Arte, y en ellos puede penetrar cada día más y más el espíritu del Hombre. ¡OH Dios!, Tu Eterna Providencia me ha dado la misión de velar por la vida y la salud de tus criaturas, heme aquí dispuesto a obedecer tu llamamiento. Agradecimientos. Dr. Adolfo Brea Romero. Concluido este texto, en nombre de los coautores, asumo la obligación de agradecer a las personas que permitieron de una u otra forma su finalización. Deseo agradecer personalmente a todos los autores su dedicación y colaboración en sus respectivos capítulos. Al Dr. Vinicio Casa Rincón, ex Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, por su gentil atención al prologarla. A los doctores Carlos Garicano y Adolfo Brea Andrade por el diseño final del texto. Finalmente a nuestras familias al permitirnos las ausencias debido al trabajo, en detrimento de los momentos de felicidad que merecen. 1 Capítulo 1. Terminología Básica. Dr. Carlos Renato Duvachelle. Dr. Adolfo Brea Romero. Dra. Dora Colmenares Artigas. Acalasia: Dificultad o impedimento para relajar un esfínter o abertura. Aplasia: Fallo durante el desarrollo que da lugar a la ausencia de un órgano o tejido. Absceso: Colección de pus en una cavidad formada por desintegración tisular. Adherencia: Unión de dos o más tejidos próximos. Anemia: Trastorno caracterizado por descenso de la concentración de hemoglobina, hasta niveles por debajo de lo normal. Anestesia: Ausencia de sensaciones normales, especialmente de la sensibilidad al dolor. Aneurisma: Dilatación de un vaso sanguíneo. Antisepsia: Contra las infecciones. Apéndice: Continuación de un órgano o parte orgánica (vermiforme o cecal en el ciego.) Arterioplastia: Reparación o reconstrucción quirúrgica de una arteria. Ascitis: Acumulación anormal de líquido en el espacio peritoneal. Asepsia: Ausencia de gérmenes; eliminación o destrucción de los microorganismos. Atelectasia: Colapso del tejido pulmonar que impide que se produzca el intercambio gaseoso. Ateroesclerosis: Trastorno arterial caracterizado por el depósito de colesterol, lípidos y restos celulares en la capa intima de las arterias. Atresia: Ausencia de una abertura, conducto o canal corporal. 2 Bradicardia: Disminución de la frecuencia cardiaca. Broncografía: Examen del árbol bronquial por medio de sustancias de contraste con el empleo de rayos X. Broncoscopia: Examen del árbol bronquial por medio de un broncoscopio. Carcinoma: Tumor maligno constituido por células epiteliales. Culdocentesis: Aspiración de sangre por punción del fondo del saco de Douglas. Suministra información de utilidad en el diagnóstico de embarazo ectópico. La aspiración de 0,5 ml de sangre no coagulable es típica de hemoperitoneo. Deshidratación: perdida excesiva de agua y electrolitos por los tejidos corporales. Deshicencia: Ruptura o abertura natural de un órgano. Diálisis: Técnica médica para extraer determinadas sustancias de la sangre o la linfa. Ectropión: Versión hacia afuera del borde palpebral inferior. Edema: Acumulación excesiva de líquido seroalbuminoso en el tejido celular. Eventración: Protrusión de las vísceras abdominales a través de una herida de naturaleza quirúrgica o traumática. Evisceración: Salida del contenido abdominal sin su revestimiento peritoneal debido a una herida traumática o quirúrgica; debido a un defecto de la pared abdominal. Flebotomía: Incisión sobre una vena, para la salida de sangre. Fístula: Comunicación patológica de naturaleza congénita o adquirida; que coloca a través de un trayecto epitelial, de manera anormal, a dos órganos o cavidades. Gangrena: Necrosis o muerte tisular, normalmente secundaria a isquemia, invasión bacteriana y putrefacción ulterior. Gástrico: Relativo o perteneciente al estómago. Gastritis: Inflamación de la mucosa gástrica. Gastroenteritis: Inflamación de las mucosas gástrica e intestinal, debida a diversas etiologías. Gastroenterotomía: Incisión quirúrgica en el estómago y el intestino. Gastrotomía: Incisión quirúrgica en el estómago. Gastroyeyunostomía: Incisión quirúrgica y posterior unión operatoria del estómago y el yeyuno. Ginecomastia: Volumen excesivo de las mamas en el varón. Hemangioblastoma: Tumor vascular formado por la proliferación de capilares en el interior un órgano sólido. Hemangioendotelioma: Tumor formado por la proliferación de células endoteliales, que crecen alrededor de un vaso o una arteria. 3 Hemangioma: Tumor benigno formado por una masa de vasos sanguíneos. Hematoma: Acumulación de sangre extravasada en el interior de una cavidad o de un órgano sólido. Hemobilia: Hemorragia en las vías biliares. Hemodiálisis: Procedimiento médico que se emplea para eliminar los desechos metabólicos tóxicos de la sangre. Hemoperitoneo: Presencia de sangre extravasad en la cavidad peritoneal. Hemorragia: Salida de sangre por los vasos. Hemotórax: Acumulación de sangre extravasada en la cavidad torácica. Hernia: Tumoración producida por la salida de vísceras abdominales acompañadas de su revestimiento peritoneal, a través de una abertura u orificio natural. Higroma: Quiste lleno de líquido. Hiperlipidemia: Exceso de lípidos en el suero. Hipernatremia: Concentraciones séricas de sodio superiores a 145 mEq/lt. Hipocalcemia: Concentraciones séricas de calcio inferiores a 8,6 mEq/lt. Hipocloremia: Disminución de la concentración plasmática de cloro. Hipocloruria: Disminución de la concentración urinaria de cloro. Hipoglucemia: Disminución de las concentraciones normales de glucosa en el plasma. Hiponatremia: Disminución de las concentraciones séricas de sodio por debajo de 135 mEq/lt. Hipoplasia: órgano o tejido incompleto o poco desarrollado, habitualmente como resultado de una disminución en el número de sus células. Hipoproteinemia: Disminución de las concentraciones totales de proteínas en la sangre. Hipotermia: Disminución de la temperatura corporal por debajo de 35 °C. Hipovolemia: Disminución anormal del volumen circulante. Hipoxia: Tensión celular de oxigeno disminuida o inadecuada. Homeostasis: Equilibrio relativo en el medio interno del cuerpo, manteniéndose de forma constante y de manera natural ante las respuestas adaptativas que promueven la conservación de la salud. Ileostomía: Apertura quirúrgica del íleon a la superficie de la pared abdominal a través de la cual se expulsan las materias fecales. Incontinencia: Incapacidad para controlar la evacuación del orina o de las heces. Invaginación: Proceso patológico por medio del una estructura abdominal (generalmente un asa intestinal), se telescopiza en otra. Cirugía de reparación herniaria por la que se repone el contenido del saco herniario en la cavidad abdominal. 4 Laparoscopia: Examen de la cavidad abdominal por medio de un laparoscopio, a través de una pequeña incisión en la pared abdominal. Laparotomía: Apretura quirúrgica de la paredabdominal, siguiendo sus planos anatómicos. Linfadenitis: Inflamación de los ganglios linfáticos. Linfangioma: Tumoración cutánea, en la que la piel adquiere el aspecto de la cáscara de naranja amarillenta, constituido por la presencia de vasos linfáticos dilatados. Linfedema: Acumulación de linfa en los tejidos blandos, y tumefacción de los mismos, de naturaleza primaria o secundaria. Linfografía: Examen radiográfico de los ganglios y vasos linfáticos, posterior a la inyección de un medio de contraste. Linfosarcoma: Cualquier tipo de linfoma maligno, excepto la enfermedad de Hodgkin. Lipoma: Tumor benigno formado por células grasas maduras. Liposarcoma: Crecimiento maligno de células grasas. Mastectomía: Extirpación quirúrgica parcial o total de la glándula mamaria. Mastitis: Inflamación aguda o crónica de la glándula mamaria, producida generalmente por una infección estreptocócica o estafilococica Mastoidectomía: Apertura y posterior extirpación (generalmente en un mismo tiempo quirúrgico) de una parte de la apófisis mastoides. Neumografía: Examen radiológico que permite estudiar los movimientos respiratorios mediante una espiral inflable que rodea al tórax. Neumotórax: Acumulación de aire o gas en el espacio pleural que provoca el colapso del pulmón. Neuralgia: Trastorno caracterizado por un dolor intenso, lancinante, producido por diversos estímulos que afectan el sistema nervioso periférico. Neuritis: Trastorno caracterizado por la inflamación de un nervio. Neurorrafia: Técnica quirúrgica para la reparación un nervio seccionado. Onfalocele: Hernia congénita de las vísceras abdominales a través de un defecto de la pared abdominal que rodea el ombligo. Pancreatectomía: Extirpación quirúrgica parcial o total del páncreas. Pancreatitis: Trastorno inflamatorio del páncreas que puede ser agudo o crónico. Pancreatoduodenectomía: Intervención quirúrgica en la cual se extirpa la cabeza del páncreas y el asa del duodeno que la rodea. Paracentesis: Punción quirúrgica de la cavidad peritoneal ya sea con fines quirúrgicos o terapéuticos. Peritonitis: Inflamación aguda o crónica del peritoneo. En general la forma aguda es consecutiva a la propagación de una lesión o inflamación próxima y 5 evoluciona en tres fases; irritativa: dolor, vómitos, meteorismo e íleo, silente: de pobre sintomatología y tóxica: taquicardia, hiperpirexia, disuria y delirio, por resolución de los exudados peritoneales. Proctocolectomía: Extirpación quirúrgica del ano, recto y colon. Post-Operatorio: Relativo o perteneciente al periodo de tiempo posterior a la realización de una cirugía. Comienza con la recuperación del paciente de la anestesia y el tiempo subsiguiente. Pre-Operatorio: Tiempo precedente a la intervención quirúrgica. Quiste: Saco cerrado en o debajo de la piel, revestido de epitelio y que contiene material fluido o semisólido. Rectocele: Protusión del recto y de la pared posterior a través de la vagina. Sepsis: Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica ocasionada por infección, identificada por hemocultivos o evidencia clínica. Sigmoidoscopia: Exploración del recto y del colon sigmoides con la ayuda de un sigmoidoscopio. Sincope: Breve perdida de la conciencia, ocasionada por hipoxia cerebral transitoria. Transplante: Cualquier tejido u órgano que es injertado en un receptor, el cual es procedente de otro individuo denominado donante. Traumatismo: Lesión física causada por acción violenta o disruptiva o por la introducción en el cuerpo de una sustancia tóxica. Toracocentésis: Perforación quirúrgica de la pared torácica y del espacio pleural con una aguja para la aspiración de líquido con fines diagnósticos o terapéuticos. Toracoscopia: Técnica de abordaje mínimo y visualización de la cavidad torácica. Toracotomía: Apertura quirúrgica de la cavidad torácica. Transfusión: Introducción en el torrente sanguíneo de sangre total o de componentes hemáticos. Tromboflebitis: Inflamación de una vena, que se acompaña a menudo de la formación de un coagulo en el interior de la misma. Trombosis: Trastorno vascular en el cual se forma un trombo en el interior de un vaso sanguíneo. Vértigo: Sensación de desvanecimiento o incapacidad para mantener el equilibrio. Vólvulo: Torsión de un asa intestinal sobre sí misma, causan obstrucción intestinal. Vómito: Expulsión súbita por vía oral de material gástrico o intestinal. 6 Capítulo 2. Agua y Electrolitos. Dr. Adolfo Brea Romero. Dr. Adolfo Brea Andrade. Dr. Leandro Montiel. Dr. José Cruz Rincón Medina. Los trastornos hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido básico son una causa frecuente de morbilidad y complicaciones en el paciente quirúrgico, bien sea antes de la realización de los procedimientos invasivos o luego de la realización de los mismos. Debido a esto, es fundamental para el estudiante de Cirugía el conocer de manera precisa la fisiopatología de estos trastornos con el objeto de establecer un diagnostico racional de lo cual puede depender en ocasiones la vida del paciente, bien sea quirúrgico o médico. GENERALIDADES. El agua representa del 50%-60% del peso corporal total de un adulto de 70 kilogramos de peso; esto representa aproximadamente 45 litros de agua. El contenido acuoso es inversamente proporcional al contenido de grasa corporal, por lo cual los individuos obesos y del género femenino, tienen menos agua corporal que un individuo normolíneo. Igualmente, la concentración de agua es inversamente proporcional a la edad del sujeto, los recién nacidos tienen hasta 75% de su peso corporal en forma de agua y en los ancianos puede ser de 45%- 50%. El agua corporal total se distribuye en dos compartimientos, el intracelular y el extracelular. En el espacio intracelular se encuentran 2/3 del agua corporal total (aproximadamente 30 litros), la otra parte está localizada en el compartimiento extracelular (20% del peso corporal o lo que es lo mismo, 15 litro de agua aproximadamente); El liquido extracelular se divide a su vez en dos compartimientos los cuales son, el plasma (5% del peso corporal, 4 litros de agua) y el líquido intersticial que corresponde a 15% del peso corporal (11 litros.) El espacio intravascular o plasmático es fundamental para la supervivencia y debe ser siempre la primera consideración en el tratamiento con líquidos y electrolitos. El líquido intersticial es el segundo en utilizarse para compensación y el espacio intracelular es el más estable y ultimo en utilizarse. 7 El agua transcelular es un compartimiento no funcional del liquido intersticial y se equilibra muy lentamente (LCR y liquido articular.) EL llamado tercer espacio, se define como un secuestro o colección de líquido extracelular que no está funcionalmente disponible para los mecanismos normales que mantienen el equilibrio hidroelectrolítico. Ejemplo de éstos es el contenido intestinal en el íleo paralítico y la obstrucción intestinal, el líquido ascítico, y el edema hístico secundario al trauma. Cuando se moviliza el exceso de líquido del tercer espacio, puede llegar a producirse una insuficiencia cardiaca congestiva. Este espacio reducido mediante restricción de sodio ni de líquidos, ya que se puede producir un déficit extracelular nocivo para el paciente. La composición de los electrolitos difiere notoriamente entre los compartimientos. El agua extracelular contiene sodio principalmente como catión fundamental y componente osmótico y cloro y bicarbonato como principales aniones. En la tabla 01 se representa el esquema de Gamble, en el cual se aprecia la distribución de los electrolitos en los diferentes compartimientos. Se evidencia que se verifica la ecuación de Gibbs- Donnan, la cual demuestraque el producto de la concentración de los aniones y cationes difusibles es igual a uno y otro lado de la membrana celular, la cual es semipermeable. El agua intracelular contiene principalmente potasio como principal catión y componente osmótico y fosfatos y sulfatos como sus principales aniones. CATIONES (mEq/lt.) ANIONES (mEq/lt.) Na+ K+ Ca++ Mg++ Cl- CO3H- PO4 Plasma 142 4.3 2.5 1.1 104 24 2 Líquido intersticial. 145 4.4 2.4 1.1 117 27 2.3 Líquido intracelular 12 150 4.0 34 4.0 12 40 ESQUEMA DE GAMBLE DE DISTRIBUCIÓN DE LOS ELECTROLITOS EN LOS COMPARTIMIENTOS LÍQUIDOS. El agua se distribuye fácilmente a través de los diferentes compartimientos, para lograr un equilibrio en la osmolaridad (concentración total de solutos), manteniéndose en un rango de 289-299 mOsm/kg de agua. Las fuerzas osmóticas, (dadas por los cristaloides en solución) y la oncótica (dada por la concentración de proteínas), constituyen determinantes en la distribución de aguas y electrolitos. La osmolaridad del líquido extracelular se determina casi por completo por el sodio y los aniones que lo acompañan. La formula siguiente permite el cálculo de la osmolaridad sérica (algunos autores incluyen al potasio en la ecuación), ya que el sodio representa el 90% de las partículas osmóticas del plasma. Osm Plasm: 2 x Na+ + (Glucosa+ BUN) 18 2.8 o Osm Plasm: 2 x Na+ + (Glucosa+ Urea) 18 6 El BUN es el acrónimo inglés de nitrógeno ureico en sangre, si no disponemos del valor de éste, podemos calcular la osmolaridad remplazando el BUN en la ecuación por la urea sérica, a través de la siguiente formula: BUN: Urea (mg) 2.14 8 Por lo tanto, cuando se eleva la concentración del sodio plasmático; ocurre una carencia real o relativa de agua y cuando disminuye la concentración sérica de sodio, ocurre lo contrario. La osmolaridad del organismo se mantiene mediante la ingesta y excreta de agua y electrolitos. La ingesta (2.200 cc) mediada por la sed y el aporte de agua y electrolitos con la alimentación, y el agua de las reacciones de oxidación tisular (300 cc) y la excreta controlada por cuatro vías principales; el riñón (diuresis de 1.500 cc en 24 horas), es el principal regulador mediante el mecanismo de la filtración glomerular, y reabsorción de sodio y a través de la excreción y absorción de agua mediante los cambios de la secreción de la hormona antidiurética (ADH), el pulmón, 400 cc, la piel (400 cc), representando estos dos las llamadas “perdidas insensibles”, que se calculan en 10 ml/kg de peso corporal en 24 horas y por último las heces con 200 cc/día. La ingesta de sodio es de 80-100 mEq/día (1 gramo de cloruro de sodio es igual a 17 mEq de Na+ ), la ingesta de potasio es de 60-100 mEq/día y la osmolaridad urinaria es de 900-1300 mOsm/kg de agua. CLASIFICACIÓN DE LOS CAMBIOS EN LOS LÍQUIDOS CORPORALES. Los trastornos pueden clasificarse en tres categorías: 1. Alteraciones o cambios de volumen: a) Déficit de líquido extracelular. b) Exceso de líquido extracelular. 2. Cambios en la concentración: a) Hiponatremia. b) Hipernatremia. 3. Cambios en la composición: a) Hipo/Hiperkalemia. b) Hipo/Hipercalcemia. c) Hipo/Hipermagnesemia. d) Acidosis/Alcalosis. CAMBIOS DE VOLUMEN. Los desequilibrios hidroelectrolíticos, rara vez se producen de forma “pura o aislada”. Los problemas clínicos siempre son complejos; sin embargo, puede realizarse un análisis detallado de cada trastorno, como una conveniencia conceptual y diagnóstica. El déficit o exceso de volumen suele diagnosticarse, por medio de la exploración física, ya que no existen pruebas paraclínicas destinadas a tal fin de fácil realización. Debido a que el sodio desempeña un papel central en el mantenimiento del volumen vascular circulante reteniendo agua, sus trastornos serán estudiados en forma simultánea. Déficit de líquido extracelular o deshidratación. Ocurre deshidratación cuando el paciente no puede ingerir un volumen adecuado de agua, o cuando pierde una cantidad excesiva por el vómito, diarrea, sudor, orina, etc. En el paciente quirúrgico, se aprecia este cuadro patológico en la estenosis hipertrófica congénita del píloro, obstrucción intestinal, pancreatitis, vólvulos intestinales, hipertermia, etc. De acuerdo a las pérdidas de agua y sodio existen tres tipos de deshidratación: hipertónica, isotónica e hipotónica. 1. Deshidratación Hipertónica: Como entidad clínica es rara, sólo ocurre en el 9 15% de los pacientes, es la forma más simple de depauperación de volumen sin perdida de electrolitos, con un aumento relativo del sodio sérico, el cual es mayor de 150 mEq/lt (VN: 135-145 mEq/lt), y la osmolaridad plasmática es mayor o igual a 310 mOsm/lt (VN: 280-290 mOsm/lt), existiendo por lo tanto, un cuadro hiperosmolar. Etiología: 1. Fiebre elevada con aumento de las pérdidas insensibles. 2. Alimentación parenteral por sonda nasogástrica con bajo aporte de agua. Cuadro clínico: 1. Depresión del sistema nervioso central, temblores musculares, rigidez muscular, hiperreflexia, convulsiones. 2. Sed intensa, oliguria, sequedad de piel y mucosas. 3. Fiebre, rubicundez facial (flushing.) Estas manifestaciones se deben al paso del agua del espacio intracelular al extracelular, lo cual produce deshidratación celular, fenómeno que también se produce en el sistema nervioso central. Como fenómeno compensatorio, se estimulan los osmorreceptores, lo que traduce un aumento en la secreción de ADH con aumento consecuente de la reabsorción en el túbulo distal de agua y sodio. Laboratorio: 1. Hipernatremia: Como regla práctica, se estima que por cada 3 mEq de sodio que se hayan elevados, se ha perdido en promedio 1 litro de agua corporal. 2. Aumento de la osmolaridad plasmática. 3. Aumento de la densidad urinaria. 4. Disminución del sodio urinario (VN: 10-40 mEq/lt.) Tratamiento: Reemplazar suficiente agua para restaurar las cifras de natremia a niveles normales, empleándose solución de dextrosa al 5%, o soluciones con un bajo tenor de sodio como DextrSal al 0,30%. La mitad del déficit debe administrarse en las primeras 24 horas, el cálculo del déficit de agua se efectúa por medio de la siguiente ecuación: ACT2: Peso x 0,6 x 135 mEq/lt Na+ del paciente ACT2 es el agua corporal actual del paciente, sobre la determinación anterior, se puede calcular el déficit total que se debe restituir, a partir de la siguiente ecuación. Déficit de agua: [ACT1 – ACT2] ACT1 es el volumen de agua corporal total deseada o ideal, la cual se calcula en base al peso del paciente, multiplicando éste por 0,6 si es hombre y 0,5 si es mujer. ACT1: Peso corporal en Kg x 0,6 2. Deshidratación Isotónica: Consiste en la perdida combinada de agua y electrolitos. Es la más frecuente de los cuadros de deshidratación (80%), existe una disminución significativa del líquido extracelular, no existiendo transferencia del LIC al LEC, ya que existe isosmolaridad entre ambos compartimientos. El Na+ se mantiene en valores normales, así como la osmolaridad sérica. Etiología: 1. Pérdidas intestinales por aspiración nasogástrica. 10 2. Fístulas entéricas, enterostomías. 3. Diarrea. 4. Diuréticos. 5. Sudoración profusa. 6. Quemaduras. 7. Secuestros por trauma. Cuadro Clínico: 1. Es similar al del déficit de volumen puro. 2. Lengua y mucosas secas. 3. Piel seca, disminución o pérdida del turgor cutáneo. 4. Ojos hundidos. 5. Alteraciones de la conciencia. 6. Orina escasa y de alta densidad, oliguria. • Diuresis normal: 1-2 cc/kg/hora. • Oliguria: < de 800 cc/24horas. o 0,5 cc/kg/hora. • Anuria: < de 400/24 horas o < 30 cc/hora. • Densidad urinaria: VN: 1005-1030. 7. Perdida de peso. El déficit de peso se puede clasificar en leve si existe una perdida del 2-3% del peso corporal, si es del 6-10% es una perdida moderada, si es más del 10% es una pérdida de peso grave, siempre se acompaña de colapso hemodinámico y está caracterizado por signos de hipovolemia. Laboratorio: 1. La presión venosa central (PVC) se encuentra por debajo de sus valores normales, se debe mantener una presión de por lo menos 5-10 cm de agua al momento de hidratar al paciente. 2. Hematocrito levemente aumentado. Si es igual o superior a 60%, las pérdidas de líquido se hayan entre 4 y 5 litros. 3. La natremia es normal y la natruria es menor de 10 mEq/lt, lo cual se debe a la conservación renal de sodio y agua por la acción de la aldosterona en el túbulo distal. Tratamiento: Consiste en la restauración de volumen y electrolitos, empleando soluciones isotónicas o su equivalente, combinando solución fisiológica al 0,9% o solución de Ringer Lactato. El déficit de volumen puede calcularse en base a la perdida de peso corporal, la PVC, diuresis horaria, tensión arterial y pulso. 3. Deshidratación Hipotónica: Ocurre cuando hay pérdidas excesivas de sal, que exceden a las de agua, ya que debido a la sed, se ingiere mayor cantidad de agua, pero no de electrolitos; también ocurre durante la administración excesiva de soluciones parenterales hipotónicas, produciéndose una hiponatremia dilucional. Al perderse sodio, las células se llenan de agua, debido al paso de agua al interior de las mismas para restituir la osmolaridad, lo cual conduce a la formación de edema celular. Etiología: 1. Ingesta diaria de sal restringida. 2. Perdidas gastrointestinales anormales de agua (succión por gastroevacuador, vómito, diarrea). 3. Perdidas externas importantes de LEC: quemados o hiperventilación pulmonar. 4. Formación de tercer espacio: peritonitis, ascítis, íleo. 5. Pérdidas de sodio aumentadas por orina: abuso de diuréticos, nefritis crónica. 11 Cuadro Clínico: 1. Signos neurológicos debido al aumento del presión intracraneal por edema cerebral. 2. Edema tisular. 3. Puede existir oliguria o anuria. Laboratorio: El hallazgo capital es la hiponatremia, esta se denomina leve si el tenor de sodio sérico es de 125-135 mEq/lt, moderada si es de 115-125 mEq/lt y grave si menor de 115 mEq/lt. Tratamiento: Consiste en restituir el volumen extracelular con solución fisiológica al 0,9%, rara vez está indicado el empleo de solución hipertónica de NaCl al 10%, ya que se puede precipitar una sobrecarga circulatoria. El déficit de sodio que se deba restituir se estima por medio de la siguiente ecuación: Déficit de Na+: (Na+ real – Na+ ideal) x peso x 0,5 Es necesario recordar que en la corrección de una hiponatremia, sobretodo si ésta se acompaña de manifestaciones neurológicas, la restitución del sodio se debe efectuar lentamente, la mitad de los requerimientos calculados se administran en 12 horas y el resto en 24 horas, si procedemos de forma contraria, podríamos desencadenar una mielinolisis central pontina, con graves consecuencias para el paciente. Exceso de LEC, sobrehidratación o sobrecarga de volumen. Etiología: 1. Exceso de administración de agua y electrolitos por vía parenteral. 2. Respuestas hormonales ante el stress quirúrgico y la anestesia. 3. Empleo de hormonas que retienen sodio: cortisona, estrógenos, testosterona. 4. Insuficiencia renal. Cuadro Clínico: 1. Edema generalizado, edema sacro, conjuntival, y de los miembros. 2. Aumento de peso. 3. Ingurgitación yugular. 4. Insuficiencia cardiaca congestiva en los casos graves, con ritmo de galope y edema pulmonar. 5. Retardo en la cicatrización de heridas. 6. PVC elevada. 7. Tensión arterial elevada. Laboratorio: 1. Natremia normal o elevada. 2. Hematocrito normal o bajo. 3. Hipoproteinemia por dilución. Tratamiento: En los casos leves será suficiente la restricción de agua y sodio en el caso de que el sodio sea normal, y sólo de agua en el caso de que haya hiponatremia. En los casos graves, emplearemos diuréticos de asa como furosemida y vigilancia estricta de la PVC. La insuficiencia cardiaca requerirá soporte hemodinámico y suplementaremos con albúmina parenteral dependiendo las concentraciones de ésta. PRINCIPIOS DE TRATAMIENTO HIDROELECTROLÍTICO. 1. Analizar el tipo de trastorno que presenta el paciente. 2. Valorar los signos clínicos de hidratación: sed, mucosas, turgor cutáneo, edema, PVC, TA, frecuencia cardiaca, funciones neurológicas. 3. Cuantificación del peso, medición diaria de los electrolitos séricos y de la 12 diuresis horaria, para determinar el balance hídrico. 4. Determinación de parámetros hemodinámicos cada 4 horas, mantener la TAD entre 60-90 mmHg, el pulso menor de 120 por minuto y la PVC entre 8-12 cm de agua. 5. Vigilar la diuresis horaria para mantenerla entre 1-2 cc/kg/hora. Mantener un balance hídrico normal. 6. Canalizar una vía venosa periférica competente y en los casos graves una vía venosa central para administrar tanto líquidos como para medir la PVC. Evitar infiltraciones o flebitis, cambiar la posición de los accesos vasculares periféricos cada 48 horas. 7. Actualizar las órdenes médicas del paciente cada 24 horas o según se necesite. 8. Evitar las correcciones electrolíticas rápidas. 9. Vigilar el funcionalismo renal y cardiaco. 10. Recordar que en la deshidratación aguda (menos de 36 horas), hay perdida de líquido a predominio del LEC y del sodio y en la deshidratación crónica a expensas del LIC y del potasio. CANTIDAD DE LÍQUIDOS A ADMINISTRAR. Aporte Basal: Para hidratar a un paciente que está en dieta absoluta o que no tolera la vía oral, debe administrársele las necesidades basales diarias, que son a saber, 2500 cc de agua (30-40 cc de agua/kg de peso), contenido 80 mEq de NaCl y un aporte mínimo de 100-150 gramos de glucosa (400-600 calorías), para lo cual es suficiente 500 ml de solución glucofisiológica y 2000 cc de solución de dextrosa al 5% más 15 mEq de KCl al 10%. Pérdidas dinámicas: Se refiere a las pérdidas adicionales por el tubo digestivo, fiebre, quemaduras, tercer espacio, heridas, fístulas entéricas, etc. Deben ser corregidas mililitro por mililitro de volumen perdido de acuerdo al siguiente criterio: 1. las perdidas por el tubo digestivo son hipotónicas con respecto al plasma, reemplazar con DextroSal al 0,45% o Con Ringer-Lactato más 20-40 mEq de KCl por litro de solución. 2. Las pérdidas de jugo gástrico contienen más Cl- y Na+, emplear solución fisiológica al 0,9% más 20 mEq de KCl. 3. Pérdidas por vómito (jugo gástrico más contenido alcalino del páncreas, bilis e intestino delgado alto), tienen un mayor contenido alcalino. Combinar solución 0,9% y Ringer- Lactato más 20-40 mEq de KCl por litro. 4. Pérdidas de bilis (es igual a las del plasma, pero sin proteínas y alcalino), emplear DextroSal al 0,45% y Ringer Lactato en igual proporción. 5. La diarrea se caracteriza por tener un contenido alcalino de sodio, potasio y poco cloro (Se parece al LEC pero con más bicarbonato), reponer con glucofisiológica al 0,9% y en algunas ocasiones con solución salina al 3%. También se puede usar plasma o albúmina. Adicionar 20 mEq de KCl por litro. 6. En pérdida de secreciones serosas por heridas, se pierde una gran cantidad de proteínas. Emplearemos solución glucofisiológica al 0,9% más albúmina o plasma (50 gr/lt perdido.) Adicional 20 mEq de KCl por litro. 7. Insuficiencia renal poliúrica. Usar Dextrosal al 0,45% más KCl en bajas dosis según el ionograma. 13 8. En caso de fiebre aumentan las perdidas un 20% por grado centígrado, en promedio, por cada 1,6°C de aumento de la temperatura, se necesitan 500 ml adicionales en 24 horas, se puede reponer con Dextrosa al 5%. Pérdidas por deshidratación. En estos casos, se encuentra el clínico ante una verdadera emergencia, la hidratación de estos pacientes se realiza en tres fases: 1. Fase de expansión: Es la verdadera fase de rehidratación o expansión del LEC y luego se va recuperando lentamente el LIC. Deben recordarse en primer lugar los signos de colapso hemodinámico, podemos calcular de manera aproximada, la cantidad de líquidos necesaria, de acuerdo al esquema del Colegio Americano de Cirujanos: PERDIDA DE LÍQUIDOS Y SANGRE EN BASE A LA CONDICIÓN INICIAL DEL PACIENTE Clase I Clase II Clase III Clase IV Perdida de sangre en ml < de 750 ml 750-1500 1500-2000 > 2000 % de volumen perdido < de 15 % 15-30% 30-40% > 40% Fx del pulso < de 100 100-120 120-140 > de 140 TA Normal Normal Disminuida Disminuida Presión del pulso Normal o aumentada Disminuida Disminuida Disminuida SNC / Estado mental Ansioso. Agitado Confuso. Letárgico. Fx respiratoria 14-20 20-30 30-40 > de 35. Diuresis (ml/hora) > de 30 20-30 05-15 0 Fluidos (Regla 3:1) Cristaloides Cristaloides Cristaloides + Sangre Cristaloides + Sangre. Recuperaremos la cantidad de líquidos perdidos de acuerdo al cuadro anterior, y mediremos de forma constante las variables hemodinámicas tales como TA, pulso, PVC, y diuresis horaria, hasta llevar estos parámetros a la normalidad. Esta fase debe lograrse en 2-4 horas y en algunos casos se logra hasta en 8 horas. Luego sigue la fase de mantenimiento. 2. Fase de mantenimiento: En las siguientes 20 horas se administra en líquido correspondiente a las necesidades basales de 24 horas. No deberemos emplear suplementos de potasio hasta determinar que la función renal se halla conservada. 3. Fase de restitución de pérdidas: Debe administrarse las pérdidas adicionales en 24 por fiebre, pérdidas gastrointestinales, etc. Restituyendo el volumen perdido según los criterios expuestos anteriormente. Hidratación durante el post-operatorio. Durante el acto operatorio se usan soluciones cristaloides si el estado hemodinámico del paciente es estable, en caso de no serlo, se emplearán coloides o sangre según sea el caso. Si durante la cirugía no sea manipulado el tracto digestivo, se mantienen las soluciones parenterales sin emplear la vía oral por 6-8 horas, hasta que el paciente recupere completamente la conciencia y se utilizará luego la vía oral. No deberemos emplear suplementos parenterales de potasio en las primeras 24 horas, debido a que por el trauma quirúrgico, el stress y la anestesia, ocurre una liberación de potasio intracelular. Algunos pacientes necesitan hidratación por varios días, en el transcurso del post- operatorio por anastomosis del tubo digestivo, necesitándose controles del ionograma cada 24 horas para tener un mejor control de los electrolitos. 14 Calculo de la velocidad de administración: 1. Cálculo de la velocidad de goteo: Emplearemos la siguiente formula: Gotas x minuto: Total de ml Total de horas x 3 Ejemplo: Administrar 3000 cc en 24 horas. 3000 ml = 42 gotas x minuto. 24 x 3 Administrar 500 ml en 2 horas. 500 ml = 83 gotas x minuto. 2 x 3 2. Formula práctica: En el adulto se multiplica el número de botellas de 500 ml que han de administrarse en 24 horas x 7. Ejemplo: Administrar 3000 cc en 24 horas. 6 botellas x 7: 42 gotas x minuto. Otra forma práctica consiste en administrar 500 cc cada 4 horas. Es recomendable alternar la administración de soluciones fisiológicas con glucosadas, con el objeto de tener una administración uniforme de líquidos. CAMBIOS DE COMPOSICIÓN. POTASIO. El potasio es el principal catión intracelular, tiene efectos fundamentales sobre la contractilidad de la musculatura esquelética y miocárdica. Los valores normales de este catión en suero son de 3,5-5,5 mEq/lt. La hipokalemia eleva los umbrales de excitación de la membrana celular, tornando al nervio y al músculo menos excitables, lo cual conlleva al paro cardiaco en sístole. La hiperkalemia actúa de manera inversa, conllevando al paro cardiaco en diástole. La ingesta diaria de potasio fluctúa entre 40-80 mEq/día y se eliminan por la orina entre 20-40 mEq/día. El resto se elimina por otras vías. El 98% del potasio corporal es intracelular, con una concentración de 150 mEq/lt, depositándose principalmente en el músculo. El potasio extracelular corresponde al 2% (60-80 mEq/lt), esto explica porque al haber grandes traumatismos, se libera potasio de la célula al espacio intravascular y aumenta la kalemia. La excreción renal de potasio está regulada por la aldosterona, siendo las concentraciones séricas de este catión su estímulo más potente. Las alteraciones del equilibrio ácido básico afectan la distribución de potasio. En la acidosis sale el potasio de la célula, en intercambio por hidrogeniones, aumentando la kalemia, y acidificando el medio intracelular, tratando de ésta forma de normalizar el pH; en los estados de alcalosis, entra potasio a la célula, y salen de la misma hidrogeniones, disminuyendo así la kalemia. Si el pH aumenta 0,1 UI (VN: 7,35-7,45 UI), las concentraciones séricas de potasio disminuyen 0,6 mEq/lt o viceversa. En conclusión en acidosis aumenta la concentración sérica de potasio y en alcalosis ésta disminuye. Si tenemos un paciente con acidosis y que tiene un potasio normal, estaremos ante un déficit de potasio, si esta circunstancia ocurriese en alcalosis estaremos ante un paciente con hiperkalemia. Este razonamiento, demuestra que en pacientes con trastornos ácido-básicos y del potasio asociados, 15 deberemos corregir primero los trastornos del equilibrio ácido-base y luego los del potasio, y que todo paciente con alteraciones séricas del potasio debe tener un estudio de pH y gases arteriales asociado. La insulina y los agonistas beta adrenérgicos, promueve la entrada de potasio a la célula, esto se realiza mediante la estimulación de la enzima Na+/K+ ATPasa, localizada en la membrana celular, esto explica porque en la cetoacidosis diabética, hay hiperkalemia no solo por el estado de acidosis, sino por la falta de secreción de insulina, y por qué el empleo de ésta y de agonista beta adrenérgicos como el salbutamol, tienen utilidad en el tratamiento de la hiperkalemia, como se verá más adelante. 1. HIPOKALEMIA. Es el trastorno del potasio más frecuente en los pacientes quirúrgicos, ocurre cuando el tenor de potasio sérico es menor de 3,5 mEq/lt. Si éste alcanza valores de 2,0 mEq/lt es incompatible con la vida. La hipokalemia podemos clasificarla en leve si el tenor de potasio sérico es de 3,5-3,0 mEq/lt, moderada si es de 2,0-2,5 mEq/lt y severa si es < de 2,5 mEq/lt. Etiología: 1. Pérdidas extrarrenales: • Ingesta inadecuada de potasio. • Anorexia nerviosa. • Sudación excesiva. • Diarrea. • Vómito. • Tratamiento con laxantes. • Alcalosis metabólica. • Perdida de secreciones por fístulas entéricas, y soluciones de continuidad del tracto gastrointestinal. 2. Pérdidas renales: • Acidosis tubular renal tipo I-II-III. • Tratamiento con diuréticos. • Hiperaldosteronismo primario y secundario. • Síndromes de Bartter o Liddle. • Nefropatía perdedora de sal. • Fase diurética de necrosis tubular aguda. 3. Otras causas: • Administración de glucosa o insulina. • Empleo de agonistas beta- adrenérgicos. • Hipotermia. • Hemodilución. • Alimentación parenteral con reposición inadecuada de potasio. • Hipernatremia: El exceso de sodio disponible para la reabsorción tubular, aumenta la excreción de potasio. Cuadro Clínico: 1. Debilidad generalizada por falta de contractilidad de la musculaturaestriada, lisa y cardiaca. 2. Íleo paralítico con distensión abdominal. 3. Los cambios electrocardiográficos se caracterizan por: Alargamiento del espacio QT y aumento de la duración de la onda T, posteriormente la onda T se aplana y se puede evidenciar descenso del segmento ST y onda T bifásica. 4. Arreflexia y parálisis fláccida en casos graves, que pueden conducir a parada respiratoria debido a debilidad de los músculos respiratorios. 5. Alcalosis sérica con aciduria paradójica. 16 Laboratorio: 1. Hematología completa. 2. Examen de orina y bioquímica en orina. 3. Electrolitos séricos y bioquímica sanguínea. 4. pH y gases arteriales. 5. ECG. Tratamiento: El corregir la hipokalemia, exige conocer detalladamente la fisiología de éste catión, y conocer para la corrección del mismo, las llamadas “TRES LEYES DEL POTASIO”, las cuales son: • Administrar el potasio en un volumen de dilución adecuado (alto, 500 ml como mínimo). • Administrar el potasio un tiempo adecuado, por lo menos en 2 horas. • Conocer la función renal del paciente (creatinina, urea, índice de filtración glomerular) antes de administrar de administrar este electrolito. En nuestro medio existen dos presentaciones diferentes de potasio para uso parenteral: • KCl ampolla 10 ml = 2 mEq/ml. • KCl ampolla 10 ml = 1 mEq/ml. No deberemos exceder de más de 20 mEq/hora de potasio, ni realizar diluciones superiores a 60 mEq/lt. Al igual que en el caso del sodio, existe una formula para corregir la hipokalemia: (K+ IDEAL – K+ REAL) x 0,3 x peso El potasio ideal para la corrección será de 3,5 mEq/lt. En el caso de hipokalemia leve, bastará con aumentar la ingesta de frutas ricas en este catión. Si existe intolerancia oral, administraremos 10 mEq/lt de KCl en 500 cc de solución fisiológica o glucofisiológica y pasaremos la mezcla en 2 horas. En la hipokalemia moderada procederemos de igual manera que en la hipokalemia leve, en la hipokalemia severa, la cantidad de potasio a administrar dependerá de las concentraciones séricas del mismo, sin embargo en la práctica, cuando existen niveles de kalemia iguales o inferiores a 2,5 mEq/lt, procederemos de la siguiente forma: • Diluir 40 mEq/lt de KCl en 1000 ml de solución fisiológica y prefundir en dos horas. • Luego, administraremos 40 mEq/lt de KCl en solución glucofisiológica y prefundimos a 42 gotas por minuto. • Control de la kalemia cada 6 horas, así como ECG cada 6 horas. 2. HIPERKALEMIA. La hiperkalemia es aquel cuadro clínico que ocurre cuando las concentraciones séricas de potasio son superiores a 5,5 mEq/lt. Si estas concentraciones alcanzan niveles iguales o superiores a 7,5 mEq/lt, es particularmente grave, con efectos cardiotóxicos que pueden conducir a fibrilación ventricular y paro cardiaco en diástole. Etiología: 1. Hiperkalemia ficticia: hemólisis, leucocitosis y trombocitosis marcadas. Aplicación prolongada o con fuerza excesiva de torniquete. 17 2. Redistribución de potasio: acidosis metabólica, rabdomiólisis, hiperglicemia con déficit de insulina, intoxicación digitálica, administración de betabloqueantes. Traumatismos extensos y lesiones de aplastamiento. 3. Retención de potasio: Insuficiencia renal oligúrica, diuréticos ahorradores de potasio, hipoaldosteronismo, tratamiento con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, tubulopatías renales: nefritis lúpica, por mieloma múltiple, post- transplante renal, depleción de volumen (ICC, cirrosis hepática.) Cuadro Clínico: 1. No existen manifestaciones paradigmáticas de hiperkalemia, los pacientes pueden manifestar signos gastrointestinales como nauseas, vómitos, cólicos abdominales, evacuaciones líquidas, neurológicas: parestesias, debilidad muscular, hiporreflexia o Arreflexia y parálisis ascendente que puede remedar al síndrome de Guillain-Barré. 2. Las alteraciones en el ECG son indicativas de hiperkalemia importante y el Esquema de Hadrom, nos permite inferir el grado de la misma, de acuerdo al trazado electrocardiográfico: • K+ = 7 mEq/lt: Agrandamiento de la onda T (Onda T alta y picuda.) Ensanchamiento del QRS. • K+ = 8 – 9 mEq/lt: Desaparición de la onda T. • K+ = 11 mEq/lt: Onda bifásica. • K+ = 12 mEq/lt: Fibrilación ventricular, paro cardíaco. Así mismo, podemos clasificar la hiperkalemia en tres grados de severidad: • Leve: 5,5 – 6,5 mEq/lt. • Moderada: 6,5 – 7,5 mEq/lt. • Severa: > de 7,5 mEq/lt. Laboratorio: 1. Hematología completa. 2. Electrolitos y bioquímica sanguínea. 3. pH y gases arteriales. 4. Examen de orina y bioquímica urinaria. 5. Electrocardiografía (MANDATORIO) Tratamiento: Trataremos al paciente dependiendo del grado de hiperkalemia presente, de si existe acidosis asociada u otra condición clínica que amerite tratamiento. Hiperkalemia leve: • Restricción de potasio en la dieta. • Resinas de intercambio catiónico (Kayexalate), 20 g diluidos en 200 ml de agua, administrados por enema de retención o por vía oral cada 8 horas. Hiperkalemia moderada: Además de las medidas empleadas en la hiperkalemia leve, implementamos: • 500 ml de sol. Glucosada al 10% + 12 UI de insulina cristalina perfundidas en 30 minutos, el efecto de esta medida dura 6 horas. No debemos emplearla en caso de que exista hiperglicemia concomitante. • Bicarbonato de sodio 1 M a razón de 1 mEq/kg, perfundidos en 1 hora en 1000 cc de sol. glucosada al 5%, teniendo en cuenta que la dilución comercial de esta sustancia es de 1 mEq = 1 cc. • Furosemida: a razón de 60 mgs (3 ampollas) EV en bolo en dosis única. No administrar en casos de IRC. 18 Hiperkalemia severa o con alteraciones electrocardiográficas: El tratamiento debe ser inmediato, además de las medidas anteriores, se administrará: • Gluconato de calcio al 10%: 10 cc + 100 cc de sol. Glucosada al 5%, revierte los efectos cardiotóxicos del K+, a nivel de la membrana celular del miocito, debemos administrarla en 5 minutos, y luego evidenciar si existe mejoría electrocardiográfica del cuadro tóxico. • Salbutamol: Se administrará una ampolla de 0,5 mg (Ventolin®), por vía EV, diluidos en 100 cc de sol.0,9% perfundidos en 20 minutos. El estimulo betaadrenergico, permite la entrada de K+ a la célula. • Hemodiálisis: Es la única medida eficaz en pacientes con IRC e hiperkalemia tóxica. CALCIO El calcio es el catión más abundante del organismo, el 98% del mismo se deposita en el tejido óseo; y cumple funciones primordiales en la contractilidad muscular, conductancia nerviosa, membranas celulares y coagulación sanguínea. Los valores séricos normales de calcio, oscilan entre 8,6-10,6 mg/dl, siendo sus niveles mantenidos por la vitamina D y la hormona paratiroidea, las concentraciones séricas de calcio, se relacionan estrechamente con las concentraciones de las proteínas totales. Así, el 50% del calcio total no se haya unido a proteínas, siendo el llamado calcio iónico o libre, que es la forma metabolicamente activa del calcio; el 45% restante se encuentra unido principalmente a la albúmina, y el 5% restante se haya unido a complejos difusibles. Al existir alteraciones de la concentración de proteínas totales, debemos obtener el llamado calcio corregido, ya que por cada gramo de aumento o disminución de las proteínas totales, variará la calcemia +/- 0,8 mg según el caso. El calcio corregido se obtiene a partir de la siguiente formula: CaC = CaT 0,55 + PT 16 CaC: Calcio corregido. CaT: Calcio total. PT: Proteínas totales. 1. HIPOCALCEMIA. Ocurre hipocalcemia cuando las concentraciones séricas de calcio son inferiores a 8,6 mg/dl. La aparición de manifestaciones clínicas ocurre cuando disminuye la fracción libre y cuando la velocidad de instauracióndel déficit es rápida. Etiología: 1. Hipoalbuminemia. 2. Hiperkalemia. 3. Rabdomiólisis. 4. Pancreatitis. 5. Metástasis osteoblásticas. 6. Hipoparatiroidismo. 7. Déficit de vitamina D. 8. Insuficiencia renal. 9. Hipomagnesemia. 10. Hiperfosfatemia. 11. Fármacos: diuréticos de asa, EDTA, cimetidina. gentamicina, teofilina, tobramicina. 12. Alcalosis metabólica. Cuadro clínico: 1. Parestesias cirumorales. 2. Signos de Chvostek y Trousseau. 19 3. Hiperreflexia osteotendinosa. 4. Irritabilidad, confusión mental, letargo, convulsiones. 5. ECG: Alargamiento del QT. Laboratorio: 1. Hematología completa. 2. Bioquímica sanguínea y electrolitos. 3. Proteínas séricas totales. 4. pH y gases arteriales. 5. ECG. 6. RX de tórax PA y lateral. Tratamiento: 1. Hipocalcemia aguda sintomática: • Gluconato de calcio al 10% 10 cc diluidos en 100 ml de sol. Glucosada al 5% a pasar en 15 minutos. Luego mantenemos una infusión a razón de 2 mg/kg/hora, a 45 gotas por minuto. • Si a las 24 horas no se ha corregido la hipocalcemia, deberemos determinar los niveles séricos de magnesio, e iniciamos tratamiento con sulfato de magnesio 50 mEq/lt en 24 horas por 5 días. 2. Hipocalcemia crónica. 1 tableta de calcio VO de 500 mg TID. Vitamina D 600000 UI o 1 ml VO semanal. 2. HIPERCALCEMIA. Este síndrome electrolítico ocurre cuando las concentraciones de calcio sérico son mayores de 10,6 mg/dl. Podemos clasificar la hipercalcemia en leve si las concentraciones séricas de calcio se hayan entre 10,6-12 mg/dl, moderada si están entre 12-15 mg/dl y severa si son mayores de 15 mg/dl. Etiología: 1. Neoplasias: sobretodo las provenientes de mama, pulmón y riñón. También se puede apreciar hipercalcemia asociada en mieloma múltiple, leucemias mieloides agudas y linfomas. 2. Hiperparatiroidismo. 3. Hipercalcemia con hipercalciuria familiar. 4. Intoxicación por vitamina A y D. 5. Síndrome de leche-álcali. 6. Sarcoidosis y otras granulomatosis. 7. Hipertiroidismo. 8. Insuficiencia suprarrenal. 9. Pacientes con metabolismo óseo aumentado (enfermedad de Paget, mieloma múltiple.) 10. Fármacos: diuréticos tiazídicos, litio, estrógenos y andrógenos. 11. Fase poliúrica de la IRA. 12. Hipofosfatasia. 13. Acidosis metabólica. Cuadro Clínico: 1. Poliuria, nicturia, polidipsia. 2. Anorexia, fatiga, debilidad muscular. 3. Nauseas, vómitos, contispación. 4. Cefalea, coma. 5. ECG: Acortamiento del intervalo QT, pueden aparecer bradiarritmias y bloqueos de rama. Laboratorio: 1. Hematología completa. 2. Bioquímica sanguínea y electrolitos. 3. Proteínas séricas totales. 4. pH y gases arteriales. 5. ECG. 6. RX de tórax PA y lateral y AP de cráneo. Tratamiento: 1. Monitorización horaria de la PVC y la TA. 2. Sondaje vesical y determinar diuresis cada 4 horas. 20 3. Determinación de urea, creatinina, sodio, potasio, calcio y proteínas totales cada 6 horas. 4. La medida terapéutica más importante es la de forzar la excreción renal de calcio, lo cual se consigue con: solución 0,9% 1000 cc + 10 mEq/lt de KCl. 5. Furosemida 20 mg EV QID. 6. Los corticoides son útiles en el caso de hipercalcemia tumoral y por intoxicación de vitamina D, dándose 1 mg/kg de metilprednisolona en bolo EV y luego 20 mg QID EV. 7. Calcitonina: la empleamos en el caso de que fallen las medidas anteriores o en el caso de que el paciente presente hiperparatiroidismo. A dosis de 0,02 mg/kg SC BID 8. Clodronato disódico: Pertenece al grupo de los bifosfonatos, y se emplea en las hipercalcemias malignas que no responden a hidratación y esteroides, se administra a una dosis de 300 mgs diluidos en 500 cc de solución 0,9% a pasar en 2 horas cada 24 horas por 5-10 días. 9. Mitramicina. Inhibe la resorción ósea de calcio, es un compuesto altamente tóxico, por lo cual solo se emplea en las hipercalcemias malignas. Se administra a una dosis de 25 μg/kg diluidos en 500 ml de solución glucosada al 5% a razón de 28 gotas por minuto. 10. Hemodiálisis en pacientes con IRC. MAGNESIO Es el segundo catión intracelular en cuantía. El magnesio corporal se haya en una concentración de 2000 mEq. El 50% se encuentra en el hueso. Los valores normales de magnesio sérico son del orden de 1.5-3 mEq/lt. La ingesta diaria es de 20 mEq/lt y se excreta por el riñón. 1. Hipomagnesemia. Etiología: 1. Inanición, ingesta deficiente. 2. Pérdidas excesivas, evacuaciones líquidas, fístulas intestinales, poliuria. 3. Hipercalcemia. 4. Pancreatitis aguda. 5. Nutrición parenteral sin suplementos adecuada de magnesio. 6. Alcoholismo crónico. Cuadro Clínico: 1. La clínica es similar a la de la hipocalcemia. 2. Parestesias cirumorales. 3. Signos de Chvostek y Trousseau. 4. Hiperreflexia osteotendinosa. 5. Irritabilidad, confusión mental, letargo, convulsiones. 6. ECG: Alargamiento del QT. Tratamiento: 1. Sulfato o cloruro de magnesio por vía EV o VO según el caso. 2. En casos leves se empelan sales de magnesio por vía oral. 3.En casos graves se administran 40-80 mEq EV. 4. En hiperalimentación parenteral se empela una dosis preventiva de 10-20 mEq/día. 5. Presentación comercial en ampollas de 10 ml de 1 mEq/ml. 2. Hipermagnesemia. Es de rara ocurrencia en pacientes quirúrgicos. Etiología: 1. Insuficiencia renal. 2. Ingestión de antiácidos y laxantes. 3. Quemaduras. 4. Traumatismos. 5. Acidosis intensa. 21 Cuadro Clínico: 1. Debilidad. 2. Letargo. 3. Registro electrocardiográfico similar al de la hiperkalemia. 4. Concentraciones séricas de 6 mEq/lt producen Hiperreflexia y mayores de 10 mEq/lt producen la muerte por paro cardiorrespiratorio. Tratamiento: 1. Suspender la ingesta. 2. Forzar la diuresis hidratando al paciente y empleando diuréticos. 3. Corregir la acidosis asociada. 4. Calcio por vía EV, ya que antagoniza los efectos neuromusculares del magnesio. 5. Diálisis peritoneal en casos graves. FÓSFORO. Rara vez se altera en pacientes quirúrgicos, excepto en pacientes con insuficiencia renal. La administración crónica de fósforo puede causar constipación grave u obstrucción intestinal, de manera que debe combinarse con un régimen n de reblandecimiento de las heces y de laxantes. COBRE, ZINC Y MANGANESO. El papel de los oligoelementos en la homeostasis y en la respuesta metabólica al stress no se ha comprendido del todo. Se debe tener cuidado en pacientes que reciben hiperalimentación parenteral prolongada, que presenten eritema y estupor, ya que es posible que estos oligoelementos se encuentren deficientes. 22 Capítulo 3. Equilibrio Ácido-Básico. Dr. Adolfo Brea Romero. Dr. Adolfo Brea Andrade. Dr. José Cruz Rincón Medina. Los procesos o mecanismos fisiopatológicos (químicos o enzimáticos), sólo pueden realizarse entre los estrechos límites del pH normal: 7,35- 7,45 UI. La vida del ser humano, no es posible, si los mecanismos que regulan o controlan el pH no actúan. MECANISMOS REGULADORES DEL pH. 1. Sistemas amortiguadores “buffer” del organismo. 2. Mecanismos renales. 3. Mecanismos respiratorios. Sistemas amortiguadores del organismo: Son importantes por su capacidad de absorber iones H+. Están constituidos por tres subsistemas: • Bicarbonato. • Hemoglobina. • Los huesos y los tejidos. Estos sistemas con poca frecuencia se encuentran alterados de manera significativa para ser responsable de algún tipo del trastorno del equilibrio ácido-básico. En estados crónicos de insuficiencia renal, anemia u osteoporosis, pueden “en teoría” afectar los sistemas tampón por ejemplo; permitiendo que existan cuadros de acidosis metabólica grave por sobre carga de H+, o alcalosis por déficit de H+, pero esto tiene ocasional importancia clínica. Mecanismos renales:
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