Mis vecinos suelen ser negligentes con sus mascotas.
Hace años, una de esas pobres mascotas, un gato, decidió mejor vivir en mi cochera. Acomodé una caja de cartón con una cobija para que pudiera dormir, le daba agua y comida y también solíamos jugar con él. Y así pasaron varias semana, y el tenía la libertad de regresar con sus dueños si quisiera hacerlo. Sin embargo no lo podía dejar entrar a mi casa porque yo ya tenía otros 2 gatos y uno de ellos lo atacaba.
Como el gato no podía seguir viviendo en mi cochera por siempre conseguí que alguien más lo adoptara. Acordé con él lugar, fecha y horario para llevárselo. Ese día saqué al gato de mi cochera a escondidas de mis vecinos, pues según "era suyo".
Varios días después de eso, mis vecinos solían venir a gritar afuera de mi casa que les devolviera a su gato, pero si tanto se hubieran preocupado por él, para empezar él no habría tenido necesidad de venir a vivir a mi cochera.
Afortunadamente el gato terminó en buenas manos. Aquí la foto que su nueva familia me envió un par de días después de haberselos entregado.
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