¿Ya has tenido un gato muy especial?

Sí, fue un gato que marcó mi manera de ver a los gatos.

Era un gato callejero, un día así sin más llegó a nuestra casa, se veía limpio y tenía una mirada muy tierna, fue imposible no dejarlo entrar, no era un gato cachorro, ya se veía que era un gato adulto. Ya habíamos tenido un gato callejero que había fallecido hacía unos meses antes de que él llegara, pero, rápidamente se fue acomodando en nuestra casa aunque no le gustaba dormir adentro por la noche. Nunca le pusimos nombre, lo llamábamos gato malandrín más que nada porque en el día dormía y en la noche era muy activo, yo simplemente le decía gato, porque para mí, el era mi gato.

Durante esos años pasé una serie de experiencias tristes debido a mi corta edad y falta de habilidad para comunicarme, yo me encontraba estudiando a un años de la secundaria, cuando entré fui objeto de burlas por mis compañeros sobre mi peso lo cuál me orillo poco a poco a un desorden alimenticio y por consiguiente a la desnutrición.

Mi gato estuvo siempre a mi lado, siempre buscándome a la misma hora en la que llegaba a mi casa de la escuela, esperándome cuando llegábamos de alguna salida, acompañándome a hacer mi tarea, siempre estaba afuera de mi casa por las mañanas antes de irme a la escuela maullando para que lo dejáramos entrar y subía a mi cuarto a acostarse entre montones de ropa sucia cuando era día de lavar, ahora lamento que nunca le hayamos comprado una cama como él merecía. Era un gato muy cariñoso, un acompañante muy fiel y estuvo conmigo durante todos esos 3 años, para mí, como un apoyo emocional, como un verdadero amigo.

Me fui recuperando el último año de secundaria, después entré al bachillerato donde me iba cada vez mejor, por primera vez tuve otros amigos y empecé a ser feliz otra vez. Unos meses después de entrar al tercer semestre de prepa, mi gato murió, me sentí muy triste ante su perdida, pero, con ello me di cuenta de que tal vez mi gato sabía que me iría mejor de ahora en adelante y ya no lo necesitaba, ahora me cuido y me quiero como él me enseñó. Mi gato puede estar tranquilo de que las cosas seguirán así.

Tristemente, esas fueron las únicas fotos que pude rescatar de él.