¿Por qué las alergias no fueron eliminadas por la selección natural?

Las alergias son subproductos de nuestro sistema inmunológico.

Nuestro sistema inmunológico evolucionó para detectar amenazas, sobre todo gérmenes, y combatirlas. Como los gérmenes tienen un ciclo evolutivo más rápido que nuestro ciclo evolutivo, nuestra evolución biológica y genética no puede adaptarse a los nuevos gérmenes. A mis 46 años habré sido expuesto a más de cincuenta cepas de gripe (probablemente cientos) que no existían cuando fui concebido. No hay forma de que mis genes de hubieran adaptado antemano a cada una de ellas.

El sistema inmune es un sistema automatizado (no consciente) que debe detectar nuevas amenazas y combatirlas. Estas amenazas pueden ser toxinas (y nuestros alimentos están llenos de toxinas), virus, bacterias, protozoos, hongos, gusanos, etc. Cada una de estas amenazas debe ser tratada diferentemente: no es lo mismo combatir una bacteria que las toxinas del cacahuate. Pero nuestro sistema inmune no es un mecanismo con ojos y cintas métricas que mida el tamaño de los gérmenes. Los detecta químicamente. Primero reconoce si hay una amenaza para el cuerpo: células mueren liberando substancias que deberían estar al interior de las células, luego busca qué otro químico hay extraño y genera anticuerpos para eso, los anticuerpos son moléculas que se pegan al nuevo químico y lo aislan, y si se trata de un germen, ayuda a que los glóbulos blancos ataquen al germen. Si era una toxina, dependiendo de la cantidad de daño causado, se es más o menos agresivo para que los anticuerpos ayuden a aislarla y eliminarla por la orina.

Pero el mecanismo se puede equivocar y tratar a las toxinas del maní como si fueran un ataque bacteriano. Comes maní, nuestro sistema inmune cree que es un ataque, reacciona, pero en lugar de ser un ataque bacterial localizado las toxinas entran al sistema sanguíneo y se distribuyen por todo el cuerpo. Nuestros leucocitos van y atacan todo lo afectado congestionado nuestras vías respiratorias y todos los demás síntomas de un ataque alérgico.

Pero: ¿Por qué sólo unas personas son alérgicas al maní? Bueno, normalmente nuestro sistema inmune funciona bien. Pero requiere de un tiempo de entrenamiento y de ciertas entradas iniciales. Cuando una madre sana amamanta a su bebé, sobre todo la primera leche, le está entregando información de su propio sistema inmunológico al bebé. Luego, durante los primeros años el sistema inmunológico se entrena para diferenciar toxinas benignas, de toxinas tóxicas, de virus, de gérmenes. Si ciertos alérgenos se introducen muy temprano, el entrenamiento puede fallar, si se introducen muy tarde puede que nuestro sistema inmune no sepa identificarlo correctamente.

¿Podría ser mejor? Probablemente. Un sistema que identifique mejor las potenciales amenazas e ignore bien las inocuas sería ideal. Pero hay imprevistos que la evolución biológica no puede anticipar. El sistema inmunológico debe estar programado para reaccionar de la forma más apropiada para la mayor parte de los posibles riesgos.

La evolución no tiene objetivos, ni puede planear o anticipar. Pero puede modelarse como si hubiere un objetivo: garantizar por el mayor tiempo posible la supervivencia de la población. No del individuo: de la población. Si una característica del sistema inmunológico causa molestias a ciertos individuos (alergias) pero garantiza que el grueso de la población sobreviva (resistencia a gérmenes), pues esa característica seguirá siendo favorecida.

Sólo si las alergias empiezan a ser suficientemente dañinas que reduzcan gravemente la posibilidad de los individuos alérgicos de reproducirse, es que los sistemas inmunológicos que sean menos susceptibles a las alergias serán favorecidos en el juego evolutivo. Pero lo que es una gran molestia al individuo no es realmente desfavorable a la población en contraste con un sistema inmune deficiente.