¿Qué has visto como enfermero que ahora no puedes olvidar?

Trabajo en la Sala de Emergencias de un hospital bastante grande en Baton Rouge (aunque pequeño para el área). He escuchado historias de terror de mis amigos sobre sobredosis de acetaminofen, pero nunca había visto una hasta la noche de un martes. Siempre recordaré a esta chica; estaba llena de arrepentimiento y literalmente me rogó que hiciera lo que fuera necesario para salvarla.

Esa niña, de 15 o 16 años de edad, entró con su hermana menor. Estaba teniendo dolor abdominal severo y vomitaba constantemente. Yo sabía exactamente lo que ocurría. Le pedí que me dijera, si no era demasiada molestia, qué se había hecho a si misma.

Todo lo que hizo fue ver hacia abajo, vi hacia donde estaba viendo y vi que sus medias literalmente estaban empapadas de sangre.

Le pregunté si estaba en su periodo y me dijo, “No, sólo quería sacar esta cosa de mi cuerpo. Traté de matarme porque, bueno… sólo mira.” Sus pantimedias estaban tan ensangretadas que se las tuve que cortar.

Le quité las pantimedias, y entonces me di cuenta de por qué no me lo decía. Había tratado de cortarse el pene, y cuando se dio cuenta de que no podía, se trató de asesinar porque no podía vivir teniéndolo. Tomé una decisión de último segundo de la que mi hermana me haría arrepentirme más adelante. Le dije que mi hermana era transgénero. Le expliqué que, a pesar de que no sé lo que es estar donde ella se encuentra, he visto a Lucy pasar por esto.

Cuando le dije esto, ella comenzó a abrirse hacia mi. Sus padres son extremadamente homófobos y ella no tenía apoyo aparte de su hermana.

Para el momento en el que había detenido el sangrado, ya ella no era consciente. A pesar de que era suave, había un latido. Tan pronto como terminé con eso, ella fue enviada a la UCI para que pudieran lidiar con su hígado. Terminé teniendo que subir porque la UCI estaba corta de personal en ese momento y necesitaban tanta ayuda como hubiera disponible. Me instruyeron que le pasara una vía IV y le administrara acetadote mientras ellos la intubaban.

La chica me recordaba tanto a mi hermana de 16 años que lloré en ese lugar.

Nunca seré capaz de olvidar la culpa en los ojos de su padre cuando se dio cuenta que la había forzado a hacer esto…

Y nunca seré capaz de olvidar el ver a mi hermana en esa UCI, frente a mi, apenas con vida.