La rentabilidad y el riesgo son dos conceptos que están estrechamente relacionados en el ámbito de las inversiones. La rentabilidad es la capacidad de una inversión de generar ganancias, mientras que el riesgo es la posibilidad de que una inversión pierda valor.
En general, existe una relación inversa entre rentabilidad y riesgo. Esto significa que, a mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo asumido. Por ejemplo, las inversiones en acciones suelen tener una mayor rentabilidad que las inversiones en bonos, pero también tienen un mayor riesgo.
En el caso de la empresa que no puede obtener recurso mediante préstamo a la banca, la rentabilidad y el riesgo se vuelven aún más importantes. La empresa debe encontrar proveedores que ofrezcan un buen precio y una buena calidad, pero también que sean confiables y que tengan un historial de pagos.
Si la empresa elige proveedores que no son confiables o que tienen un historial de pagos deficiente, corre el riesgo de perder dinero o incluso de tener que interrumpir sus operaciones. Por lo tanto, la empresa debe evaluar cuidadosamente el riesgo de cada proveedor antes de realizar una compra.
Aquí hay algunos consejos para que la empresa pueda equilibrar la rentabilidad y el riesgo al comprarle a proveedores:
Siguiendo estos consejos, la empresa podrá encontrar proveedores que le ofrezcan una buena combinación de rentabilidad y riesgo.
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