Debe permitir que las quejas se realicen por escrito y brindar orientación sobre qué información se debe incluir en la queja, incluyendo los hechos...
Debe permitir que las quejas se realicen por escrito y brindar orientación sobre qué información se debe incluir en la queja, incluyendo los hechos que tuvieron lugar, dónde, cuándo, quién estuvo involucrado y qué medidas el empleado desea que el empleador tome para resolver el problema. Debe permitir que el empleado se reúna con el empleador o con el representante del empleador para presentar la queja. Debe permitir que el empleado se presente acompañado a la reunión con el empleador (con un colega de trabajo o un representante del sindicato). El acompañante deberá tener derecho a la palabra. El empleador debe presentar una declaración por escrito de las medidas que se tomarán para tratar la queja. El empleado tendrá derecho a apelar la decisión del empleador, y la apelación deberá ser oída por un gerente que no haya estado involucrado previamente en el caso. El resultado de la apelación se comunicará por escrito al empleado. El procedimiento estará sujeto a limitaciones de tiempo con límites claros para cada paso. El procedimiento también puede prever la asistencia de un tercero conciliador, ya sea que pertenezca a la empresa o sea ajeno a la misma. El propósito de un procedimiento de quejas es permitir que los reclamos se manejen dentro de la empresa de forma rápida, justa y a un bajo costo. Sin embargo, esto no significa que todas las quejas se vayan a resolver satisfactoriamente. El empleado conserva el derecho de llevar su reclamo fuera de la empresa al presentar el conflicto ante la autoridad pertinente y solicitar que se trate conforme a los procedimientos estipulados en la legislación. Para obtener más orientación sobre los principios y procedimientos a establecer, consulte la Recomendación núm. 130 de la OIT sobre el examen de reclamaciones dentro de la empresa con vistas a su solución (1967).
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