De todo lo dicho se desprende que no todas las privaciones, frustraciones o conflictos son negativos, o sea, conducentes a un desequilibrio, a una ...
De todo lo dicho se desprende que no todas las privaciones, frustraciones o conflictos son negativos, o sea, conducentes a un desequilibrio, a una fijación o regresión. Existen privaciones, frustraciones y conflictos positivos, que conducen a un nivel más alto de complejidad y armonía de la personalidad, cuando el sujeto se las plantea o las asume por iniciativa propia. Estas privaciones, frustraciones y conflictos positivos constituyen hechos fundamentales del desarrollo normal y constructivo de la motivación infantil y adulta. Las privaciones, frustraciones o conflictos negativos son aquellas metas desarrolladoras y positivas o paralizadoras y destructivas que le se imponen al sujeto desde fuera e implican un rechazo del mismo, o también aquellas metas decididas por el propio sujeto en una acción autodestructiva derivada de la depresión y del desequilibrio psíquico, que conducen a la desintegración de la personalidad.
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