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Los principios básicos del tratamiento de pacientes con cardiomiopatía restrictiva son los mismos que aquellos correspondientes al tratamiento impl...

Los principios básicos del tratamiento de pacientes con cardiomiopatía restrictiva son los mismos que aquellos correspondientes al tratamiento implementado tanto en animales con insuficiencia mitral crónica como con cardiomiopatía dilatada idiopática y con miocardiopatía hipertrófica idiopática. Es por ello que en este capítulo solamente se nombrarán los fármacos utilizados en cada una de las fases de esta cardiomiopatía y la dosis indicada de cada uno de ellos. Si se desea conocer el mecanismo de acción, las ventajas y desventajas y el motivo que justifica la utilización de cada una de estas drogas, resultará de gran utilidad para el lector remitirse al capítulo 2, en el cual ha sido detallado el tratamiento de pacientes con insuficiencia mitral crónica (véase el apartado «Tratamiento»). El tratamiento de pacientes con cardiomiopatía restrictiva se encuentra destinado a lograr los siguientes objetivos: • Reducir la rigidez e incrementar la relajación de la pared ventricular y del septo, con la intención de mejorar el llenado ventricular. • Lograr un efecto cronotrópico negativo, factor que también contribuye a mejorar el llenado ventricular. • Controlar las arritmias cardíacas. • Disminuir la congestión venosa, el edema pulmonar y la efusión pleural. • Prevenir la ocurrencia de tromboembolismo arterial. Como puede apreciarse, la finalidad del tratamiento de esta cardiomiopatía es muy similar a la del tratamiento de la miocardiopatía hipertrófica. Por este motivo, las drogas utilizadas en la terapéutica de ambas enfermedades son las mismas. Por otro lado, la especie más predispuesta a sufrir ambas cardiopatías es la felina, motivo por el cual la dosis recomendada de cada droga es exactamente idéntica. La disminución de la rigidez y el incremento de la relajación del miocardio ventricular se logran por medio del uso de beta bloqueantes o de bloqueantes de los canales de calcio. Ambos grupos de drogas tienen efecto inotrópico negativo y provocan disminución de la frecuencia cardíaca. Los bloqueantes beta adrenérgicos tienen un mayor efecto cronotrópico negativo que los bloqueantes de los canales de calcio. Dentro de los fármacos pertenecientes al primer grupo, el más utilizado es el atenolol, en una dosis de 6,25 a 12,5 mg/12 o 24 h. Por su parte, el bloqueante de los canales de calcio que se administra con mayor frecuencia es el diltiazem, a razón de 7,5 mg/8 h. Como consecuencia de la ventaja que presenta el atenolol sobre el diltiazem respecto del efecto sobre la frecuencia cardíaca, el atenolol resulta la droga de elección para el tratamiento de animales con esta miocardiopatía. Además, este beta bloqueante se debe administrar con menor frecuencia que el diltiazem, resultando este aspecto muy práctico para el propietario. La administración de estas drogas debe iniciarse aun cuando el animal se presenta asintomático, ya que esta medida puede colaborar con la prolongación de la vida del paciente. Las drogas mencionadas anteriormente también contribuyen a controlar las taquiarritmias. A su vez, como consecuencia de su efecto cronotrópico e inotrópico negativo, generan una disminución de la demanda miocárdica de oxígeno, reduciendo así las posibilidad de formación de focos de hipoxia e infarto de miocardio. La congestión venosa, el edema pulmonar y la efusión pleural deben ser tratados con terapia diurética. La furosemida resulta la droga de elección, comenzando con una dosis de 6,25 mg/8 - 12 h. Luego, cuando la disnea resuelve, puede continuarse con una dosis de 6,25 mg/12 - 24 h. Aquellos casos que resultan refractarios a la furosemida pueden requerir la adición de otro diurético, siendo útil el uso de hidroclorotiazida a razón de 3,125 - 6,25 mg/12 - 24 h. En los pacientes que padecen edema de pulmón severo suele ser necesaria la internación, con el objetivo de suministrarles oxígeno y realizar una administración endovenosa o intramuscular de furosemida en una dosis de 1 - 2 mg/kg. La aplicación de parches de nitroglicerina suele ser una opción válida utilizada con la finalidad de disminuir la congestión venosa. Aquellos casos en los que el enfermo presenta colecta pleural marcada ameritan la práctica de toracocentesis. Cuando el paciente presenta dilatación atrial izquierda severa debe comenzarse una terapia destinada a reducir la probabilidad de formación de trombos. Las drogas posibles de ser utilizadas, sus mecanismos de acción y sus dosis serán detalladas en el apartado correspondiente (véase el capítulo 13, «Tromboembolismo arterial felino», «Prevención»).

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cardiopatias_UNRN_lecturas
192 pag.

Anestesiologia Veterinária Universidad De CordobaUniversidad De Cordoba

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Los principios básicos del tratamiento de pacientes con cardiomiopatía restrictiva son similares a los de otras enfermedades cardíacas. Los objetivos del tratamiento incluyen reducir la rigidez ventricular, controlar las arritmias, disminuir la congestión venosa y prevenir el tromboembolismo arterial. Se utilizan fármacos como beta bloqueantes y bloqueantes de los canales de calcio para lograr estos objetivos. La furosemida se utiliza para tratar la congestión venosa y el edema pulmonar. En casos graves, se puede recurrir a la toracocentesis para tratar la acumulación de líquido en la cavidad pleural.

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