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Revolución N 22 16 de Noviembre de 1907 Semanario Liberal Los Angeles - Eladio Murgia Mandujano

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JlevotucixSn. 
SEMANARIO UBEKAL. 
AÑO 1. LOS ANGELKH, CAL., NOVIEMBRE 16 DE 1907. NÚM. 22. 
EL TRAIDOR PORFIRIO DÍAZ 
El Objeto del Viaje de Root. 
Fueron vanos todos loa es-1 doso de su vnrm grandeza, el des-
fuerzos que hicieron Teodoro plome segurn de su ubra de ti-
Hooaevelt y Porfirio Díaz para nieblas, la catástrofe fatal de 
dar un oaráoter inocente al viaje treinta eü.is de injuntioia. 
aparatoso llevado á oabo por el Ante la inminencia de su cal-
Secretario de Estado Blihu Root I da, Día» no ha vaeilado: nuevo 
á México hace pocas semanas: Estrada Palma esta dispuesto a 
en la mente de todos loique p o n e r en manos de Teodoro 
piensan se agitó la sospecha de Roosevelt el honor y la vida del 
que fines políticos eran el reeor- pueblo mexicano. A arreglar 
te de esa jira que tuvo mucho de 
anuncio de oiroo y muy pooo de 
la seriedad gue se pretendió dar» 
le; pero si en la forma fué poco 
serio ese viaje, si Root pasó ante 
las multitudes sin dejar otra 
huella que la risa que provoca 
la presencia de un payaso, hay 
-en el fondo de ese paseo un a-
eunto de suprema gravedad para 
el porvenir del pueblo mexicano. 
Todos sabemos que Porfirio 
Días no tiene mas que una am-
bición: la de mandar, la de ha-
•cor sentir su poder y obrar se-' 
gú'u su capricho. Para satisfa-
cer esa ambioión Be despoja de 
todo sentimiento hermano, aho-
ga sus osorúpuloe, castra BU hon-
radez, y eonverlido en mons-
truo, mata "hombres, atormenta 
mujeres embrutece al pueblo 
por los medios mas «henees: la 
miseria y la ignorancia. Pero eso 
JIO basta: por mucho que arrai-
gue la cobardía, por' más exten-
dido qu» se halle el envileci-
miento, hay corazones fuertes 
que no se oorrompen y que, in-
flamar' de amor, por los que su-
fren J unen, se alientan y co-
mui .an su entusiasmo y su ar-
de i otros corazones ouyos es 
* uiecimientos turban la quie-
jd de muerte que fabrican los 
tiranos y anuncian el despertar 
tormentoso d.: 'as ansias compri-
midas, pront i á convertirse en 
. ,,, v,.t .uticiera que por 
el hierro y j ' el fuego habrá de 
¡ l l evar ni; va vida y energías 
cuevas á un. sociedad que des-
iallece por h a de valor y sobra 
de vileza. 
Porfirio Di..', ha puesto la ma-
no en el oeraí'ii del pueblo, y, 
como Pellétán. lo ha sentido la-
tir ¡ól que lo c' 9Ía bien muerto! 
Í como la vía* 4*1 .pueblo es la 
muerte del tirano, oomo no pue-
de ser sólido ui» despotismo que 
no haya lograd extirpar del co-
razón de todo lo» hombres el 
sentimiento de» honor y de la 
vergüensa, Porfi* !<» Díai ha tem-
blado al presentir ' 1 hundimien-
to de su poder, el ... ifragio rui-
ese "negocio" faé 4 Méalco Eli-
huBoot. Un t e l e g r a m a de 
Washington «¿ue spareoió esta 
semana en los diarios amerioa-
nos no da lugar á dudas. Se a-
nuncia en dicho telegrama que 
en la próxima sesión del oongre-
sa de este país se presentará un 
nuevo tratado oon México, en el 
que Igurarán oomo a s u n t o s 
prineipalea: la reforma de las le-
yes de inmigración oon el objeto 
de entregar 6 1 a i autoridades 
mexioanai los perseguidos polí-
ticos, la concesión de derechos 
espeeiales al Gobierno de los Es-
tados Unidos en IOB marea me-
xicanos y el compromiso de una 
alianza ofensiva y defensiva en-
tre México y los Estados Uni-
dos. 
D i a z neeesita que Teodoro 
Roosevelt le entregue los hom-
bres que con sus trabajos revo-
lucionarios amenazan derribar-
lo, y para conseguir su objeto 
compromete la independencia 
de la nación, pues grave es el 
compromiso de México en los 
actualeB momentos en que se a-
nuucia una guerra próxima en-
tre el Japón y les Estados Uni-
dos. Méxieo, conservando ana 
actitud neutral, nada tendria 
que temer del Japón; pero desde 
el m o m e n t o en que conce-
de privilegios especiales á los 
barcos de guerra americanos en 
aguas de la aación, y por el he-
cho de la alianza ofensiva y de-
fensiva con los Estados Unidos, 
lanía un reto injustificado, estú-
pido, al gobierno japenés, reto 
que será pagado con torrentes 
de 6angre mexicana y con la es-
clavitud probable del pueblo. 
A ese precio compra Porfirio 
Díaz la seguridad de oprimir y 
de robar al pueblo mexioano 
hasta que llegue el momento en 
que se abra la tierra y se trague 
á ese viejo perverso. 
Muy pronto e» verán envuel-
tos en una guerra tremenda los 
Estados Unidos y el Japón, y 
México, en virtud del tratado en 
proyecto, Be verá envuelto tam-
bién en la misma guerra. El 
pueblo mexicano no tiene nin-
gún interés en medir su bravura 
cim la bravura japonesa, no ha 
reoibido ningún ultraje del pue-
blo japonés, y sin embargo, y 
solo porque así le conviene al 
Tiejo inenteoato que lo oprime, 
será arrastrado á loa campos de 
batalla donde disputará, no sa 
honor, ni su libertad, ni su feli-
cidad, sino que defenderá el or-
gullo del tirano que lo haoe des-
graciado, y, sin sospecharlo, de-
fenderá los odiosos intereses de 
los millonarios americanos, esto 
es, de los vampiros que sostie-
nen i Días como una garantía 
para robar y aún para asesinar 
[recordad á Cananeat 
Con mejores datos trataremos 
este delicado asunto en el núme-
ro de RavotuciÓN concretándo-
nos, por lo pronto, á señalar al 
pueblo la gravedad de los com-
promisos que sobre la nación a-
rroja al tirano, que no tiene 
otro fin que ganarse el apoyo de 
Teodoro Roosevelt para qne éste 
lo ayude á sofocar la revolución. 
Es preciso que los mexicanos 
se armen rápidamente para de-
rribar al tirano antes de que 
acabe por solicitar la anexión de 
Móxieo Á los Estados Unidos, 
como biso con Cuba el afemina-
do Estrada Palma. 
¡No hay tiempo que perderl 
¡A armarse todos! 
¡MARRANOS! 
ULTIMO ULTRAJE DE LA JUSTI-
CIA BOHAPARTISTA. 
La defensa nos comunica de 
un telegrama de Washington 
que & la letra dice: "Retire los 
cargos por Móxico cootra de La-
ra, pero deténgalo y dele entrada 
á los misinos cargos por el Esta-
do ¿«Sonora." 
México tiene veintisiete esta-
dos; alí pues, esta suoia farsa de 
.justicia puede ser repetida vein-
tisiete veces, d e t e n i e n d o 
al prisionero, por cada vez, cua-
renta días. Esto quiere decir que 
el oamarada De Lora tiene la 
probabilidad de sufrir un apri-
sionamiento de mil ochenta días, 
casi tres aCos; y para entonces 
algo nuevo puede ser inventado 
y jurado en falso iaidefinidnmen-
te, usando siempre como base o-
peraeionoi innumerables é ima-
ginarios cargos que traerán co-
mo los presentes la marca visi-
ble de falsedad. 
El oamarada de Lara ee un 
miembro reputado de la Sucur-
sal en Los Angeles del Partido 
Socialista de América, á la cual 
se adhirió inmSfT ¿{ámente des-
pués de BU arri' I de Cananea, 
Sonora, México, áonde esturo & 
punto de ser fritado por gení-
zaros de Groen*' ¿oí el orímen 
de haber brga|Í Í^W Club So-
oialista en aq *üa población. 
En los Angelo! «fiaba trabajan-
do activamente, jjjuutó con otros 
socialistas 
Un manojo de serviles, Irinoo 
Paz, Heriberto Barrón, Melesio 
Parra y Samuel G. Avila, se han 
propuesto, según parece, exhibir 
el nivel moral de lo que ellos lla-
man la Asooiaoión de Periodistas. 
EHOS cuatro: Cirineo, Burrón, 
Perra y Samuel G., andan men-
digando la libertad de Don Filo-
meno Mata, Director de "El Dia-
rio del Hogar,"que aotualmente 
se halla preso en/la oároel de 
Belén en México. El cuarteto, 
servilmente, sin sentir rubor en 
sus roBtros curtidos de lacayos/ 
fué á suplioar, á implorar de Jo-
sé María Espinosa, Gobernador 
de San Luis Potosí, que diera 
libre á Filomeno. 
. ¿No es este boohornoso? 
Para un hombre digno, si; pe-
ro para aquellos eunuoos acos-
tumbrados ya á dar lustre á las 
botas de sus amos á punta de 
lengua, es un motivo de satisfac-
ción doblar la espina y hundir 
las rodillas en el polvo. 
Los cerdos jamás aprenderán 
á erguirse! 
pertar por ñiéí 
oión social á 1 
portados de su 
ciando este tri 
eión de la Sut 
blioó una no-
la asquerosid»' 
empleados ad 
xioanos. Y ah 
quieren su vi» i 
que ál conoce 
jU*fU t̂:t? 
que ellos quis 
¿Querrán lo 
mérioa unirse 
insanos por des-
f de la educa, .jornaleros im-
elo natal;ha-
,]o con la san-
sa!. Aquí pu-
lí descubriendo 
íde los venales 
¿inisirativos me-
ta Díaz y Greene 
% toda costa por-
1« los sucios en 
ran. 
socialistas de A-
,hora para defen-
der en una vi¡ 1 y poderosa pro-
testa á su cu .arada mexicano 
que se halla sftre las garras de 
la injustioia leroenaria impe-
rialista? ;,0 .lérmaneoerán in-
activos encone ándose en ruines 
ideas y subterfugios, presentán-
dose «sí ante r.l mundo entero 
oomo una he. *** de egoístas pe-
tulantes que. J: lo «aben hablar 
mucho, pero ¡ue tiemblan co-
bardemente á M hora de aoción? 
Eso es lo qu los Socialistas y 
Unionistas de Loe Angeles quie-
ren saber. 
(•'Oomraon Seise." — Noviem-
bre 9 de 1907.—Los Angeles, 
Cal.) 
« * * 
Es de esperarse, y confiamos 
en que así será, que no solamen-
te Socialistas y Unionistas de A-
mérica levantarán viril protesta 
contra los desmanes de los pno-
tervos, sino que á ellos se unan, 
para bonra de la humanidad, 
todos aquellos que tengan el al-
to honor de ser verdaderos hom-
bres y no cerdos humanos. 
Injusticias y crímenes de le-
sa-humanidad como los que á 
diario se cometen en Méxieo y 
ahora se están oometiendo en es-
ta ciudad deben C o m b a t i r s e 
a c t i v a y desinteresadamen-
te, no sólo por las víctimas 
Sino también por todo aquel que 
en medio del relajamiento mo-
ral actual, que aqueja al mundo, 
sienta un ápice de rubor y dig-
nidad. 
Es denigrante para nuestro 
pundonor permanecer pasivos 
ante las ruindades, ante los crí-
menes y maldades de esos hom-
bres, monstruos mejor dicho, 
que por medio del capital ó de 
la matanza bruta, se apoderan 
del Poder, no para eduaar, no 
para guiar á un pueblo por la 
senda que lo lleve á. la socie-
dad bella del mañana de Justi-
cia y Fraternidad, sino para sa-
ciar su Bed personal de sangre y 
oro. 
Es denigrante ser pasivos. 
Seamos dignos y luchemos. 
WHAT THE LIBERAL PARTY 
OF MÉXICO STAHDS FOR 
'.'. The absoluto freedom of the] 
apresa ir> discuBsing all maüors] 
pertainlng to the regulation of T 
^the national Government. f 
The election of a President] 
every four years, an hbnesH 
I vote and the elimination of] 
"•'• the Diaz ring whroh has oon-' 
!",..•! l! - "'hottOnÁ tcir '.*•-. 
- • iílat iv, t*)ily-lwo y.flhrs. 
• • The rlght of any party or 
-organlzation to edúcate the 
• •massesin matterB of política! 
-. and social reform. 
-- Reetriotion of the rightsol;' 
- • Governora of States and reprê 
• •sentatives in the legislativo i 
-•bodies. and election of Gover-•• 
-. , * 
-•nors and representatives by 
-•the vote of the people. 
; .Rlght- of falr trlal to all per-
••sena arxestéd on «harge of;; 
i'. crime, and elimination of the;: 
• -practico of imprispning and;; 
• •sláying of political offenders;; 
''without due ihvestigation by 
-•a court of just'oe. 
Fair nagas and reasonable:: 
hours lor the laboririg classos.';'. H-»-t>-M"» » • • • » , • » • » • t-•. ,•• *.*, •-t.*' 
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POLICÍA DENUNCIADA 
POR UN ORADOR. 
Protesta Contra el Encarcelamiento 
de Mexicanos. 
ESPECTÁCULO DEL ''AUDiTOfllUM" DURANTE EL GRAN MEETIHG 
Vehementes discursos pronunciados por el Abogado que ha 
defendido a los llamados revolucionarios — 
El publico contribuye. 
Gamo quininientoa ardientes 
simpatizadores dt los llamados 
revolucionarios mexlo*aoi, Ri-
cardo Flores Msgón, Antonio 
I. Villarreal, Librado Rivera y 
L. Gutiérrez d* Lar», se congre-
garon la paaada nooie en el edi-
ficio "Simpeon Auditorium" pa-
ra manifestar sus simpatías por 
loa prisioneros y levantar el BCD- I 
tlmiento público á favor de ellot. 
Una gran parte del público! 
consistía de representantes de la 
Colonia Mexicana qua ha toma-i 
do una prominente parte activa j 
en manifsstaoiones i iavor de¡ 
sus compatriotas. £1 moetiug 
estuvo lleno de incidente» sensa-
cionales y tru«amiento de ebser-
VHciunei entre loa oradorea y 
personas del público. 
L o s policías Rico, hombree 
que son a c u s a d o s de haber 
arrestado á loa mexicanos sin 
orden de aprehensión, y que son 
seíla'.ndus por los amigos de los 
prisioneros como agentes del 
Gobierno mexicano, se hallaban 
presentes en la sala, ocupando 
• OH úlliiuos asientos de atrás. 
IS1 primer disuurao de lu nu-
che lué pronunciado per e.1 Abo 
gado A. R. Holuton, ¡líoeiatlo 
del Abogado Job Harriman en 
la defensa de los prisionero* me-
aicunos. El habió haciendo in-
capié en so discurso en la injus-
ticia de retener prisioneros á a-
quellos hombrea sin presentarse 
un motivo fundado por el anal 
ellos deban 6*r retenidos. 
" Si nuestras caréeles son para 
ser convertidas en prisiones tu«-
l icanas , entonces nuestros poli-
e iw'y oaroslsros debieran perol-
birsuB sueldos de México." {Bn 
este momento muchas vocease 
altaren: 'Ya r*oib*n sueldos do 
Míxieo varios de ellos,.") "¿Y 
qué; anuaaciúu peta «obre estos 
•hombres detenidos? Simplemen-
te un telegrama firmado: BOHA-
P A B T Í . " 
C nando el Abogado Holi ton 
hubo terminado su disourso la 
orquesta ejecutó una escogida 
pies* de su repertorio y a la ver, 
•e hi to ana colecta de fondos pa-
ra ayudar i la defensa de loe pri-
sioneros. 
S t ABOGADO HAKRIHAN HABLA. 
Marta- Talayera, en busca de 
qojen. anda la policía ssgun se 
dio*, ocupaba uo puesto promi-
nente en la plataforma. El A-
bogado Koliton denuncia oorno 
para hacerlo. Permaneció en ¡ F C D C D A H 
St. LOUÍB suficiente tiempo parnj 
que las autoridades procediesen 
en eu eonlra si seí lo han queri-
do. Entonces, viendo que las 
autoridades mexicanas L-UIIIIU 
proyectando perseguirlo hauieu-
do cargos un na tras otros, se fué 
á Canodí. donde permaneció 
cerca do un «¡lo. 
/ ¿ U) a 
TIRANOS. 
" Entonces vino á Los Ange-
les. Cuando fue arrestado, el po-
licía Talamantes juró que el 
hombre (Magón) habla hecho 
reaistenoia i un policía. D Í S -
puóe Tu I ama ii tos retiñí el cargo 
que había jurado. Los hombres 
Alguien nos ha dicho que el 
sistema que empleamos para 
combatir la tirarnia es demasia-
do violento y no dá los resulta-
dos deseados. Senos ha acon-
sejado candorosamente que use-
mos un tono mesurados y que el 
Gobierno mexicano atendería en 
tonces nuestras quejas. No po-
demos menos que reír ante la 
inocencia de "los sensatos." Qui 
siéramos que estos nos contesta-
ran sinceramente si cualquier 
periódico liberal puede ver la 
falsa 1* aseveración de que ella 
estaba oculta y le pidi'í que p a -
sase ante el público en test imo-
nio del hecho de que ella no tra-
taba eludir IHS autoridades. 
El xri<> suceoo de la noche 
fué el discurso deí Abobado Job 
Harriman, quien ha estado lu 
ohando tenazmente por la causa 
de los prisioneros mexicanos en 
todas laa instancias da los proce-
dimientos judiciales. Cuando él 
describió' el arreato de los pr i -
sioneros por los policías Rice y 
Talamantes, todos volvían el ros 
rao i ver i éste último ind iv i -
duo; y según el fiero torrente 
de eondeaaoiJn brotaba de loa 
labios del orador varios h o m -
bres en el publico cementaron A 
pararse, y no fué s ino oon nlgu 
u>i dificultad cómo el Abogado 
HuVniínan los aquiete» é biso san 
UV nuevamente, 
Ei Jijo que los mexicano» es-
taban stmtadoB en su cuarto ha-
ciendo un proyecto para la celo-
braui<iii de la fiesta mexicana de 
Ili de; Septiembre, que él asílala 
como, falsa y mendaz la historia 
de una invecióu ' i. México. El 
dice que los prisioneros fueron 
golpeado) en la cobeta oon los 
luirían de lus pistolas y que el 
día siguiente los prisioneros t e -
nían gruesos chichones FU la 
parte superior de las c iberas 
donde hablan sido golpeadoti. 
Su discurso fué, en piirto, co-
mo sigue: 
'•Me entristece que sea raí de-
ber esta uoche el de llevaros á 
travez del cementerio de lus e s -
peranzas nacionales,—las mar-
chitas esperanzas de nuestras 
muy oaeareadas libertades. De-
jadme deciros brevemente la his-
toriade Flora* Magda, quien ha 
sido señalado como u.n borabre 
peligroso, 
ACUSA Dtt PBRS1CCIJCION1IS, 
"Magón principia a publicar 
aa periódico en Texas. Apenas 
habla él puesto ésta en buen ca-
mino cuando agentes del Gobier-
no mexicano llegaron tras él y 
lo compelieron á retirarse de ahí. 
Entonces él fué á St. Louis y 
publicó su periódico nuevamen-
te. Tenia poco tiempo su publi. 
catión cuando fui arrestado b a -
jo acusación de libela criminal. 
".Magón fué dado .en libertad 
y aunque «ataba descargado de 
la aouaaoión no era perseguido 
porque no habla fundamento 
- . , , . . • luz publica bajo la Dictadura de 
fueron arreatados sin orden de £ . ' . , 
. . , i Portirio Díaz. Quiza se nos con-
apreheunón. „ . . . . . , , j 
i teste que allí esta La Voz de 
Varias subsecuentes acusado- , , .. l t r l w -„ . „ 
, , , , i Juárez y LI INucvo Mundo, 
nes fueron acumuladas contra loa, „ 
prisioneros, quienes estaban listo». N u n e g u e m o s q u e e s t o s 
para el jurado y ansiosos de eom-. P ™ d . c o s son muy dignos por 
batir an plena Corte cualquiera ' ""' conceptos honrosos, pero sí 
acusación que pudiera ser traído i aseguramos que el viejo lucha-
«n contra de ellos, u n a tras otras j dor Don Paulino Martínez cual-
iuertm retiradas las acusacioneft ] quicr día será sacrificado como 
porque no eran fundadas. j lo fue el inolvidable d o c t o r de 
"La acusación de aswiiioto oo- ! "El Colmillo Público," y que 
metido en Mixteo y la de viola-1 Don Francisco M. Ortiz, de ata-
ciSn de laa leyes de emigración ! car á la Dictadura como ln hace 
eran falsas y ernn conneitlaa eomo¡ D u n Paulino, muy pronto irá á 
talen por los hombreB que las jura, i h a l . c l - c u n l p a n í a a i o s c ientos de 
ron. Una de las acusaciones carga! r c b e ldcs que están siendo aeri-
á uno de los prisioneros con el ase-' , • ,, , . • , , 
, . „ , , ^ . i licuaos paulatinamente en las galeras de Ulúa. ¿Qué otros pe-
ínele ui't Loa i'í«ioniBT/iii cujeaos 
AfKBlNADOB. 
niñato de John Dos en Milico. 
Cuando el Cónsul Mexicano jurA 
esu acusación «1 sabia que eat.ba ; r l ü d l l : o s independientes hay en 
jurando una falsedad. l a República Mexicana? Cuanto 
periudista ha lanzado sus anate-
mas contra el Dictador ha caído 
bajo el puñal homicida ó el ve-
"F.l hombre que' tiene á eu» oe-lneno lo ha hecho desaparecer, ó 
piiliJttH el garrote del gandtruie y !ha sido arrojado á los prisione-
al ejército, es el cobarde. El hoüi-jros. ¿Qué ha sucedido á los va-
bre valiente es el que *>n las wa- l i e n t e s periodistas Pérez Ponse 
nos vacían <H¡ mantiene iirine con- ;v Eseoffic ? ¿Que hace más de 
tra tod.t resistencia i los prioci- c u a t r ü a ¡ i ü s 5 e c n c u ( : n t r a l l CI1 ! a s 
píos por los cuales vive sin vacila-
ciones. Esta ee la clase de hora 
yor de los ubsurdos, y eu ana 
palabra, <iuo so resfgne A morir 
de hambre, que se doblegue & 
todas las miserias y a todas la* 
opresiones, que se bebaeu s i len-
cio las amargas lagrimas de su* 
inmensos dolores, mientras qu» 
el grupo de sus amos, la turba 
infame de sus explotadores, ds -
rrocluí en degrádenlas pitear** 
y en venalidades sin nombre al 
produelo metalizado d« todo* 
aquellos sufrimientos. 
Los sensatos nos piden mode-
ración en el lenguaje y noaotro* 
les contBaUmoa que ya hemos 
tenido demasiada moderación y 
que el lenguaje que usamos pa-
ra lo* bandoleras quo pisotean 
la Constitución que non legaron 
nuestros moyoreu, es por demás 
pulcro. Porfirio Días y sus ÉL)-
cueces luuecen el flagelo de los 
hombres honrados. Ln<i jefes 
del Partido liboral eu todos su* 
periódicos que publicaron en la 
ciudad de Mixteo atetnpfe aca-
taron el art. T * constitucional 
y muchas vece* su les arrojó i 
I» carutsl, se les rolm dcecarAda-
mcute sus imprenta» y por .ulti-
me se prohibí» lucí rqulaciín do 
mi* psriñdicof, sin invocar para 
unto ley nl^una. Nosotros soK> 
queremos hacer uso del art. 35 
I de nuestra Constitución y deci-
lnins á todos los mexicanos, que 
Ipreeisa arrojará Díaz del pues-
to que indebidamente ocupa, 
mazmorras yueatecas y no hay 
esperanzas de que salgan porque 
broi ú loa que los tiranos temen. 
Hombres con un objeto en la v i d a ¡ s o n h o m b r c s q » r h a n 1 " ' t h o t , e 
no tienen miedo. Por eao espor i 5 " h o n r a d c z y valor un fuerte 
lu que l>ioi (eme if UagAn, el liom- ;irreductible. 
brs que coa maaus vacías se man- En México la Prensa no pros-
tieue firme por loa derechos del pera (nos ocupamos solo de la 
pueblo. s e m i -independiente) scncilla-
"Lu llimstitucirm de México pre- mente porque los periodistas se 
i-iciie que ol Presidente no debeícircunscribcn, no dan libre vue-
«jorcer funciones a i tal por más de ]u á sus ideas, se encierran en 
un término do cuatro anos conee-:,,,, c í r e u l o vicioso y no quieren 
cutivos. Día?, se ha sostenido on ¡ i- J -i i • i • 
sal ir de el por el miedo que les 
el Poder por tríenla y dua anos, - , . , 
, , „ . . , . . . . ,';inspira el eno o de los tiranos, 
violando la Looatitiiciun de Méxi- ¡_ * ,. . . . 
c... Día* era pobre cuando s u b i ó ! S c d c d l c a r l c s , u s P e n o d i s t a s » 
i la presidencia. Su sueldo es no- ; c s t u d i a r l a s necesidad de la so-
íuinal. ¿hora al es el hombre m á s l c i c d a d > discurriendo oeiosamen 
rico en Miixico. ¿Como consiguió ¡ t e sethre cosas fútiles. Estudiar 
au fortuna? La ha amasado r o - : s i m P ' c m c n t e ' a s necesidades es 
bando al pueblo sus terrenos y ga-inútil , puesto que todos las co-
rantizando especia[....] . noeemos [...] 
á los axtrangeioB para alentar ln- ! q U c hay que estudiar son las 
oon las armas «a la mwio . 
Tal paraca que lo* magDateav 
han triunfado y se bao impues-
to lo* sables de la Dictadura so-
bre el pueblo «televisado. Los 
miembros dp la J u s t a «atan su-
friendo p n la prisión, mientra* 
los poderosos ríen confiadamen-
te burlándose de todo. 
Esperad, tiranos. El reinado 
do ln» riqueza* y de las explota-
piones está para t e r m i n a r . 
Vuestro astro está pronto 4 hun-
dirse en el ocaso y ul estullar ls> 
tempestad, seróia sorprendidos y 
horrorizados por la justicia po-
pular. 
Ellos, loe capitalistas y man-
darines, no ¡o «r*eu así y entre-
gados 4 su« fiestas se ulvidan d s 
que bajo au* pies eomiensa & 
agitarse coo siniestros rumore» 
el océano de la venganr* popu-
lar, ello* no Comprenden que c a -
da una de las carcajadas dti sus 
orgía* va * repercutir «ordamen-
t* an el miserable tugurio de 
\ . . . \ « • ? " • - • • - . . . » » - • • ; , . . « - . . . {, 
quicos de sus festines equivalen 
versiones de capital extraño. 
"Los Gobernadores de los Esta-
dos lian seguido el ejemplo ds au 
amo. Kl Qobernudor Rovos, de 
Nuevo León, era también un hom-
bre pobre cuando tua "electo." 
Por espacio de veinticinco anos se 
ha sostenido como Jefe ejecutivo 
del Estado, por medio de la fuerza 
causas, no los efectos. Hay que 
estudiar la mala constitución del 
régimen que ha producido tanta 
miseria y t iranía y hay que ve-
nir á la única conclusión posi-
ble que la Dictadura de Porñrio 
Díaz es quien ha causado laníos 
males. Los escri tores de que 
militar. Sna.rivales políticos fue- venimos hablando, mienten á sa-
ron funilados y sus soldados hicie- h i endas , y acaban por aconsejar 
ron fuego sobre uo gentío de hom-jal pueblo, como lo hacen los 
bree, mujeres y nt :os qua otaron jfrailes, que se conforme con la 
marchar por lss ca les en una de- situación miserable en que vive 
moslraoifla politk en tiempo de L q u e „ 0 se atreva á sublevarse 
elecoiones. . , , • . 
„_ . . contra los burgueses ni prcten-
"Bn la misma t . t e ío i ia está el . , , - • - . , 
* da mejorarla condición de cs-
[ rasa i la <)«• La plana.] (clavo porque tal deseo es el ma-
ta* desgarrador** sol ió lo* d e 
los q-o* agonizan «n la mita-
r i » . . . . . . 
Esperad, tiranas 
LKCTOR. 
Si acaso llega uno de nueatroa-
ejemplares i sus manos, es para In-
vitarle á qu**e suscriba.Si Vd.atm-
patfat oon nuestras ideas y perió-
dico, *elo agradeceremos infinito «1 
noa toma una Susoripoián. Pero en 
oaao de qne no raer* de tu agrado, 
tendrá U bondad de derclvámoelo, 
y a*f nos evitará granda* perjtdaloa. 
Prootlresa el próximo nütn*-
ro; oontendrí buena infortna-
oicSn. 
RUSIA HEROICA. 
Perfiles Revolucionarios. 
JACOBO ESTEFANOVICH. 
i. 
Pasé aquel verano en San Pe-
tersburgo. Muy a menudo visitaba 
a la señora X., distinguida pintora 
que militaba en nuestro partido. 
No tenía que hacer allí gran cosa, 
pues la señora X., aun cuando 
prestaba á la causa común impor-
tantes servicios ocupábase princi-
palmente en asuntos que no eran 
de mi incumbencia. Pero no había 
medio de resistir al encanto de su 
persona elegante y artística, y á 
su conversación ingeniosa y llena 
de imágenes. Y no era yo el único 
de los ilegales que cometían aquel 
menudo pecado. 
Así, pues, yo iba á su casa. Un 
día llegué más temprano que de 
costumbre, y como la señora no es-
taba allí, resolví esperarla. Poco 
después llegó la señora R., que era 
muy amiga de los entusiastas de 
Kief, y á quien yo conocía muy 
poco. Empezamos á charlar y así 
pasó media hora. De improviso so-
nó fuertemente la campanilla de la 
antesala. No podía ser la dueña, 
cuyo modo de l lamar nos era bien 
conocido; tampoco se t ra taba de 
alguno de los nuestros, porque to-
dos los nuestros amigos tenían una 
seña part icular para anunciarnos 
su llegada. Sin duda era un agente 
de la autoridad. 
Al fin vimos que era una orde-
nanza de telégrafos. El despacho 
venía dirigido á la señora X., pero 
la señora R. lo abrió, cosa que no 
extrañé, porque conocía la amistad 
que las unía. 
Pero he aquí que después de leer 
el telegrama empezó á batir palmas 
y dio otras señales de marcado re-
gocijo. 
Quedé como a turdido porque 
conocía bien el carácter poco ex 
pansivo de aquella señora. 
~ ¿Qué e s ? pregunté. 
~ ¡Mira, mira! — gritó enseñán-
dome el telegrama. 
Lo leí. Vi las señas y luego estas 
cuatro palabras: "Nació niño varón 
alegraros" Y seguía la firma y na-
da más. 
— Le gustan á usted mucho los 
niños - pregunté— ó lo celebra por 
la madre? 
— ¡Pero qué madre ni que niños! 
- exclamó la señora R., agitando 
las manos- ¡Han escapado de la 
cárcel! 
[•••i 
—¡ Son ellos! ¡ Estefanovich, Duc 
y Bokhanovsky! 
-- ¡Los del Kief! 
-- ¡Los tres! 
~ ¡Todos, todos! 
Entonces empezé, alborozado 
también, á batir palmas. 
Algunos días después llegó una 
carta que anunciaba la próxima 
llegada de Estefanovich y Duc á 
San Petersburgo. Yo deseaba ar-
dientemente trabar conocimiento 
con nuestros valerosos amigos, es-
pecialmente con Estefanovich, á 
quien varias veces me había dirigi-
do para tratar de asuntos relacio-
nados con nuestra causa. 
Supliqué al amigo encargado de 
ir á esperarle en la estación que, 
si era posible, lo trajese á mi casa 
la misma noche de su llegada. Vi-
vía con el pasaporte de un alto 
personaje, disponiendo una habita-
ción libre y estaba en buenas rela-
ciones con mi patrón y el "door-
wik " ( portero). Por consiguiente 
no había peligro alguno. 
Esperé con ansiedad el día fija-
do. El tren llegaba á las diez. An-
te todo, Estefanovich debía ir á o-
tro sitio para cambiar de vestido y 
"purificarse," lo que equivalía á 
despistar á los soplones, en el caso 
de que le hubiesen atisbado en la 
estación del ferrocarril. Por eso no 
podía venir antes de media noche. 
Al dar las once yo no podía conte-
ner mi impaciencia y consultaba 
sin cesar el reloj. El tiempo trans-
curría con lentitud sobrada. 
La casa donde [...] vivía estaba 
situada de tal modo que no podían 
venir sino por una calle larga, lar-
guísima. Salí para ver si llegaban. 
Era una de aquellas mágicas no-
ches blancas que constituyen una 
de las mayores bellezas de San Pe-
tersburgo, cuando la aurora y el 
ocaso se besan en el pálido cielo 
sin estrellas, por el cual se difunde 
una luz rosada, suave, sutil, fan-
tástica, mientras |...| adas nuveci-
Has se ciernen en el aire de encan-
tadora transparencia. ¡Cuánto me 
gustaban aquellas noches en los 
tiempos en que sólo en una peque-
ña "dusche| . . . |ka" de un solo remo, 
paseaba por el inmenso Neva, en-
tre la bóveda del cielo y aquella 
otra bóvedareflejada en las negras 
aguas, que parecían de una profun-
didad sin límites . ¡Y cómo em-
pecé después á odiar aquellas mal-
decidas noches p[...] iacas! No ha-
bía medio de salir á dar una vuel-
ta: podía atraer las miradas de un 
soplón vagabundo o de un polizon-
te que me seguiría hasta mi casa, 
lo cual me era poco agradable 
aquella noche. Pero cuando dieron 
las doce y noté que nadie se pre-
sentaba, mi impaciencia se convir-
tió en esa cruel angustia descono-
cida para muchos hombres y que 
solo siente el revolucionario ruso 
que todos los días al separarse de 
su esposa ó de un amigo querido, 
no sabe si volverá a verles. Hallá-
bame embargado por los más tris-
tes pensamientos, cuando diez mi-
nutos después de la media noche, 
oí abrirse la puerta de la calle. 
Resonaron pasos en mi escalera. 
Fui á abrir. ¡ Eran ellos! Reconocí 
en seguida á Estefanovich, porque 
mientras estaba en la cárcel, los 
gendarmes los fotografiaron, como 
suele hacerse con los detenidos po-
líticos. Después de la fuga, esas fo-
tografías fueron distribuidas entre 
los agentes encargados de captu-
rarlo, y algunas llegaron á poder 
[•••i 
Me arrojé á sus brazos sin decir 
palabra y le besé cordialmente. 
Después di las gracias á mi amigo 
y me fui con Estefanovich á mi 
cuarto, me parecía increíble verle 
libre, ver á mi lado á un hombre 
que tenía ya la |...| del verdugo 
al cuello y cuya [...jerte llorábamos 
todos. 
Con tácito ac[...] empezamos á 
tutearnos y nos tratamos como 
viejos amigos. Recordamos nues-
tras antiguas r|...| ones. Me dijo 
que no esperaba encontrarme en 
San Petersburgo porque en las 
provincias se creía que yo estaba 
todavía en G[...] . Conociendo 
los pormenores de su fuga, le pedí 
me explicase cómo había realizado 
el viaje, con las estaciones llenas 
de soplones que lo buscaban. 
Se sonrió y |empezó| su relato. Yo 
contemplaba á aquel hombre te-
rrible, que , desafiando todos los 
obstáculos, sólo, y sin , más ayuda 
que su indómita energía, supo 
convertirse en arbitro absoluto de 
tantos millares de campesinos y 
que estaba allí para organizar y 
dirigir una sublevación tremenda. 
Era de mediana estatura y de 
complexión poco robusta, de pecho 
hundido y estrechos hombros. Fí-
sicamente debía ser muy débil. 
Nunca he visto hombre más feo. 
Un verdadero semblante de negro, 
ó más bien de tártaro: pómulos 
salientes, boca enorme, y nariz 
aplastada. Pero era una fealdad 
atractiva. Sus ojos grises revela-
ban poderosa inteligencia. Su son-
risa tenía algo de malignidad y de 
mofa sutil, como el carácter de ra-
za ukramia, á la que peretenecía 
Cuando refería alguna pesada bro-
ma hecha á la policía, se reía de 
todo corazón y mostraba sus dien-
tes bellos y blancos como el mar-
fil. Toda su fisonomía, sus cejas 
fruncidas, y su mirada fría y se-
gura expresaba decisión y al pro-
pio tiempo gran dominio de sí 
mismo. Observé que al hablar no 
cambiaba el gesto de su cara. 
Hablamos de nuestros amigos á 
quienes había visitado durante el 
viaje, de los proyectos que le traían 
á Sanpetersburgo y de otras mu-
chas cosas. 
"Che il facer é bello si com'era 
il parlar cola dove era." 
Pude apreciar la rectitud de su 
juicio en muchas cuestiones, tra-
tadas desde un punto de vista 
nuevo y muy práctico y observé 
especialmente el gran conocimien-
to que tenía de los hombres, á 
quienes apreciaba según su valer, 
inclinándose siempre al pesimismo. 
Al despuntar el alba, terminó 
nuestro coloquio, y nos retiramos 
á descansar por breves horas. 
Estefanovich permaneció un mes 
en Sanpetersburgo. Nos veíamos 
con frecuencia. Tuve luego muchas 
ocasiones de tratarle y conocerle, 
ó, lo que es igual, amarle. Era un 
hombre extraordinario y muy 
complicado, de agradable carácter 
y poderoso ingenio, uno de aque-
llos hombres que han nacido para 
prevalecersobre los demás, como 
lo demostró en Chiquirino. Pero su 
fuerza no es la que va dirigida al 
objeto, como la bala de cañón al 
blanco, rompiendo ó derribando 
todo lo que á ella se opone, no: era 
la fuerza que se complace en ocul-
tarse, que se dobla para enderezar-
se luego. Se asegura de él y se cree 
que es muy astuto. Es un hombre 
I-I 
habla muy poco, y jamas perora 
en las reuniones públicas. Escucha 
siempre, con la cabeza inclinada 
sobre el pecho, como si durmiese. 
Nunca interviene en discusiones 
teóricas, pues las desprecia y cuan-
do se ve obligado á oir la lectura 
de un "programa" ó "memorán-
dum" duerme de veras, como lo 
prueban sus ronquidos. 
Hombre de acción exclusiva-
mente, pero no de acción inmedia-
ta, como aquellos que se enardecen 
antes del combate. Sabe esperar. 
Tiene designios de gran alcance y 
es el más hábil "organizador" que 
yo he conocido. Su entendimiento 
claro y eminentemente práctico, 
su carácter enérgico y sutil, su 
gran conocimiento de los hombres 
y del arte de tratarles, que le es 
V i e n e de la p r i m e r a p l a n a . 
PROTESTA CONTRA EL ENCARCE-
LAMIENTO DE MEXICANOS. 
Gobernador de Chihuahua, quien 
robó tierras del pueblo, las cuales 
convirtió de su propio imperio pri-
vado y sobre las cuales pasta ga-
nado que lleva su "fierro" y que es 
en tal número que nunca ha sido 
contado, y también tiene él muje-
res sin número. 
DICE DE PERIODISTAS ASESINADOS 
"Tengo en mi poder cien nom-
bres de periodistas que han sido 
encarcelados, matados ó apaleados 
mortalmente porque osaron mani-
festar sus ideas en la prensa. Ten-
go los nombres de cien periódicos 
que fueron confiscados por las au-
toridades porque los periodistas 
osaron manifestarse como adver-
sarios de la administración. 
"La previa censura de la prensa, 
confiscación de propiedad privada, 
ilegales encarcelamientos, y asesi-
natos, son la política de la actual 
administración de Díaz. 
"AI presente, el gobierno mexi-
cano está tendiendo todos sus es-
fuerzos á obtener que los hombres 
Magón y compañeros sean lleva-
dos a Arizona. Creo que si los hom-
bres son llevados á Arizona se 
anunciará que se fugaron y des-
pués nada se volverá á saber de 
ellos. Se les dará una oportunidad 
para que convenientemente se fu-
guen cerca de la frontera mexica-
na donde ellos pueden ser aprehen-
didos oportunamente por las auto-
ridades mexicanas, y el resto de su 
historia será la misma que la de 
los periodistas mexicanos que sin 
miedo osaron imprimir sus opi-
niones. Jamás se volverá á saber 
de ellos porque yacerán muertos 
en México" 
Prolongados aplausos saludaron 
las importantes observaciones del 
Abogado Harriman, y al termianr 
el mitin muchas de las personas 
del público se agruparon á su de-
rredor á estrechar su mano. 
("The Los Angeles Herald", nov. 
13, de 1907) 
En vez de hacer una reseña del 
mitin celebrado el 12 del actual 
en el edificio " Simpson Audito-
rium," creímos conveniente tra 
d u c i r l a d e " T h e Los Ange-
tan familiar, le hacen muy apto 
para tan difícil tarea. Por lo que se 
refiere á los hombres, es muy es-
céptico, pero al mismo tiempo ca-
paz de sentir una amistad sincera 
[...] Su amigo predilecto. 
L. D. de quien no se separa más 
que lo que lo obligan á ello los 
asuntos del partido, y entonces se 
dirigen mutuamente cartas larguí-
simas que conservan cuidadosa-
mente y que á nadie muestran, 
dando así materia á constantes 
burlas por parte de los demás 
amigos. No obstante todas las vi-
cisitudes de su vida, jamás rompió 
las relaciones con su padre, viejo 
párroco de aldea, cosa arriesgada 
para un hombre que perturbaba á 
una ciudad entera cuando sabían 
que estaba en ella. Le ama, le ve-
nera, y habla de él á menudo: 
cuenta con placer anécdotas suyas 
y recita trozos de sus cartas, que 
demuestran su rústica inteligencia 
y su natural sencillo y bueno. 
STEFNIAK. 
les Herald " para darles una o-
portunidad á nuestros correligio-
narios de conocer lo que dice 
la prensa honrada é indepen-
diente de esta localidad sobre 
acto tan importante y signinifi-
cativo. 
Sólo nos resta añadir , para 
dar una completa crónica á nues-
tros correligionarios, que otro de 
los sucesos de esa noche dignos 
de mención, fué el discurso pro-
nunciado por el Sr. Antonio Ro-
dríguez, quien es un testigo pre-
sencial de los asesinatos en ma-
sa de obreros de las fábricas de 
Santa Rosa, Ver., cuya descrip-
ción, hecha con maestría por el 
citado Sr. Rodríguez, hizo estre-
mecer de horror á todos los o-
yentes. El Sr. Rodríguez reveló 
ser orador de combate y dejó 
traslucir en su discurso, i lus t ra-
ción, talento y sano cr i te r io . 
Cuando terminó de hablar, fué 
muy aplaudido. 
Hubo otras personas que, viri-
les, hablaron con verbo fulmi-
nante y que supieron también 
posesionarse del audi tor io y e-
lectrizarlo, y cuyos nombres nos 
fué imposible conseguir; lo cual 
sentimos mucho. 
En la plataforma había niños 
y niñas vestidos de blanco para 
representar la pureza de la Cau-
sa que ahí se defendía. Aquel 
grupo de c r i a tu ras y los sencillos 
adornos rojos de la sala, impre-
sionaban agradab lemente á la 
vista. 
Hubo también una gran pro-
fusión de flores, las cuales fueron 
conquis tadas por los oradores 
con el brío de la palabra. El hé-
roe de la noche fué el Licenciado 
Harr iman, defensor de los pre-
sos, quien, al terminar su dis-
curso y dirijirse á su asiento, tu-
vo que pasar por sobre una al-
fombra de flores que lindas se-
ñoritas de ambas nacionalidades 
le arrojaban como una prueba 
inequívoca de las simpatías que 
tan jus tamente se ha conquista-
tado, lo mismo que el Licenciado 
Holston, por la valerosa y admi-
rable defensa que sostienen de 
nuestros amigos y compa t r io t a s 
Gutiérrez de Lara, Villar real, 
Rivera y Magón; defensa que, 
dicho sea de paso, hará época 
en los anales de la Historia. 
En los cerebros de los que a-
sistimos á aquella reunión aún 
queda impreso el grato recuerdo 
de esa velada donde, cumplien-
do con el sagrado deber de soli-
daridad é impulsados por un 
sent imiento de rectitud, fuimos 
á hacer presente nuestra protes-
ta contra los ilegales procedi-
mientos de las autoridades me-
xicanas y amer icanas que, en as-
queroso contubernio , se asocian 
para perseguir á hombres hon-
rados y leales que noble y viril-
mente luchan por el bien de un 
pueblo y sufren por darle á este 
una Patria. 
La "Defensa de Juan Sarabia" 
Léala usted. Vale 10 centa-
vos en esta redacción. 
Procúrese el próximo número 
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