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Editorial 1Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Un balance preliminar de los úl� mos quince años de la economía de Bahía Blanca arroja como saldo una fuerte expansión del consumo, el gasto público municipal y el número total de empleos. Se an� cipa para los próximos años una situación de riesgo en un escenario probable en el cual el estado no podrá sostener las polí� cas de expansión al gasto que caracterizaron a la úl� ma década. El estancamiento de las principales producciones de la región, pese a la oportunidad de precios en máximos históricos, delata difi cultades para impulsar inversiones que sostengan el crecimiento. Bahía Blanca: ¿década ganada o perdida? En los úl� mos � empos se ha oído hablar del balance de una década de la economía argen� na. Este período que se ex� ende desde la salida de la “Conver� bilidad” y la declaración de la cesión de pagos de la deuda del gobierno nacional hasta la actualidad, se encuentra signado por una fuerte expansión del producto bruto y de empleos, acompañado de una sostenida aceleración de la infl ación. Para explicar estos resultados no es posible dejar de contemplar ciertos factores fundamentales. En primer lugar, la fuerte recuperación inicial fue impulsada por el salto del � po de cambio (con su contrapar� da de caída de salario) y el alto porcentaje de capacidad instalada ociosa tras la crisis del 2001. El segundo factor expansivo, fue la sustancial mejora de los precios internacionales de las exportaciones de productos primarios en el transcurso de la úl� ma década. El tercer factor a destacar es la u� lización de las polí� cas de precios, impuestos y subsidios como principales herramientas para contener la infl ación (congelamiento de tarifas energé� cas, retenciones a las exportaciones de granos y combus� bles) a la que luego se sumo el � po de cambio (atraso del � po de cambio ofi cial) como vía para sostener el poder adquisi� vo de los salarios. Finalmente, cabe mencionar como rasgo saliente del período, la tendencia creciente en la par� cipación sobre el producto bruto, tanto del gasto público como de la recaudación tributaria hasta llegar a niveles records en los úl� mos años, fi nanciados con el auxilio de la esta� zación de ahorros del sistema de seguridad social y posteriormente de la emisión de dinero. En pocas palabras, el rebote tras la crisis propiciado por la devaluación del 2002 y consolidado tres años después con la renegociación de la deuda pública, se conjugó con un escenario de mejora de los términos de intercambio y polí� cas expansivas tanto por el lado fi scal como monetario, generando un fuerte crecimiento de la ac� vidad económica. Esta situación luego se vio debilitada por acumulación de desequilibrios gestados por la polí� ca de intervención estatal y el cambio de escenario en la economía mundial a par� r de la crisis fi nanciera internacional de mediados de 2008. Si bien este proceso representa un determinante fundamental del curso adoptado por la economía de Bahía Blanca en el mismo período, cabe reconocer la infl uencia de otros factores dado que la región presentan caracterís� cas estructurales y compar� mientos de sus agentes (empresas, consumidores, representantes polí� cos) que amplifi can o amor� guan los impactos de polí� cas públicas del gobierno nacional y provincial así como de shocks externos (sequías, mejoras de precios). Bajo este Editorial 2 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 marco general, el propósito del siguiente análisis consiste en intentar ilustrar algunos cambios en la economía local durante la úl� ma década a par� r de la comparación de un amplio conjunto de indicadores. Para facilitar la exposición de resultados, se presentan comparaciones del nivel de las mismas en el año de inicio y de cierre de un extenso período de casi quince años (de 1998 a 2012). La elección de estos años obedece a la intención de llegar a una idea general sobre los principales cambios de la economía de Bahía Blanca, contrastando resultados de dos años que representarían “picos” de ac� vidad de los dos úl� mos grandes ciclos que atravesó la economía argen� na, incluyendo el actual período1. Mercado de trabajo La expansión de la ac� vidad económica se vio refl ejada en el crecimiento del mercado de trabajo. De acuerdo a los datos ofi ciales – INDEC -, Bahía Blanca pasó de 109 mil empleos en 1998 a 134 mil empleos en 2012; es decir, que en casi quince años se crearon cerca de 25 mil puestos de trabajo. Este aumento en términos absolutos se debió al aumento de la población, pero también a un incremento del porcentaje de habitantes con trabajo (en el período de análisis, la tasa de empleo pasó de 37% a 42%). La mayor creación de puestos de trabajo posibilitó una reducción signifi ca� va de la tasa de desempleo de 14% a casi 8%. Si a ello, se suma un fuerte crecimiento del salario real (del orden del 90%, tomando como referencia el índice de salarios del INDEC y la tasa de infl ación es� mada por organizaciones del sector privado), el resultado es una fuerte expansión de la masa salarial y por lo tanto, de la capacidad de consumo de la población. Consumo Un indicador revelador de la mayor capacidad de consumo de la población local es el aumento en las ventas de automóviles nuevos. A fi nes de la década del 90, en la ciudad se patentaron poco más de 4.600 automóviles. En quince años, el mercado aumentó más del 50% con un registro superior a las 7.100 unidades en el 2012. Cabe reconocer que una parte importante del crecimiento en las ventas se explica por la ausencia de opciones de cobertura del ahorro frente a una infl ación creciente y la creencia entre compradores de preservar parte del valor de los ahorros a través de la adquisición de autos nuevos. Este proceso se observa en los úl� mos años, dado que el mercado de ventas de 0 km recién en 2007 pudo recuperar el volumen de 1998. Un dato complementario que pone en evidencia el alza del consumo local es la compra de gas para uso residencial. Entre 1998 y 2012 el consumo de gas residencial medido en metros cúbicos por habitante aumentó un 46%. Una parte muy importante del aumento de la demanda se explicó por el menor precio del servicio generado por la polí� ca de congelamiento de tarifas implementada a par� r del año 2003 y que como resultado de largo plazo generó una caída de la inversión y la producción, y por lo tanto, un défi cit de oferta interna que debió ser resuelto con un volumen creciente de importaciones. A nivel local, esta polí� ca tuvo importantes implicancias porque por un lado incrementó la ac� vidad portuaria y propició el surgimiento de oportunidades de grandes proyectos relacionados con la provisión de gas que después no se concretaron. Por otro, como ya se señaló, afectó en forma muy nega� va el funcionamiento y los planes de expansión del complejo petroquímico local. 1Al comparar dos ciclos económicos parece razonable comparar dos etapas similares. Dado que la situación actual parece marcar un punto de infl exión en la tendencia de crecimiento iniciada en el 2003, se adopta el año 1998 por representar el pico en el ciclo de la polí� ca económica de la Conver� bilidad que dominó durante toda la década del 90 para fi nalizar con la crisis del 2001. Editorial 3Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Gasto público Un rasgo dis� n� vo de la polí� ca económica de la úl� ma década fue la expansión del gasto público. La ciudad acompaño este proceso. Medido a moneda constante (es decir, neutralizando el efecto de aumento sobre variables medidas en moneda local generado por la infl ación), si se toma el gasto municipal de 1998 como base de un índice con un nivel 100, en el 2005 había ascendido a un nivel 129, llegando en el 2012 a 237. Es decir, que entre 1998 y 2013, el gasto municipal medido a moneda constantes creció un 137% (lo que equivale a un crecimiento anual del 6.4% anual durante14 años). Ese crecimiento debió ser sustentado por un aumento de la recaudación de tasas municipales así como transferencias del gobierno nacional y provincial. En lo referente a tasas, es interesante notar que los contribuyentes locales incrementaron su aporte para el fi nanciamiento del municipio en términos “reales” (es decir, sin infl ación) a una tasa equivalente del 5,6% promedio anual a lo largo del mismo período (1998 -2012). En alguna oportunidad, este análisis se podría ver enriquecido por una evaluación de “benefi cios” generados por esta importante transferencia de recursos desde los vecinos de la ciudad hacia el estado municipal. Construcción El sector de la construcción de viviendas presentó un fuerte desarrollo durante los úl� mos años. De acuerdo a la información de la municipalidad local, la autorización para la construcción de viviendas aumento de poco menos de 700 en 1998 a más de 1.100 en 2012. Si se comparan otros des� nos de obras como edifi cios de departamentos y locales durante estos mismos años, se observa que el nivel del año 2012 resultó similar al de 1998, y ambos muy por debajo del pico de ac� vidad alcanzado a mediados de la década. Ahorro Los operaciones de los bancos locales representan una de las vías de canalización del ahorro local aunque la única, sobre todo en los úl� mos años en que el país ha atravesado un proceso cada vez más acentuado de salida de capitales (transferencia de divisas al exterior, atesoramiento de dólares en cajas de seguridad). En el año 1998, los bancos locales llegaron a un monto de depósitos de poco más de 3 mil millones de pesos expresados a moneda actual. La recuperación de la confi anza de los ahorristas tras la crisis del 2001 fue lenta al punto que recuperar este volumen “pre crisis” llevó más de cinco años. Por esta razón, en el balance del 2012 con respecto a 1998 el resultado marca un crecimiento moderado del 18%, llevando el monto de colocaciones a casi 3.600 millones de pesos. Los préstamos bancarios siguieron un comportamiento similar con una demora de varios años para recuperar el nivel previo a la crisis, aunque en este caso cabe destacar el fuerte incremento de operaciones en años recientes. El resultado de los úl� mos quince años es una expansión del monto de créditos bancarios. Expresado en moneda del año 2012, el mismo pasó de alrededor de $1.700 millones en 1998 a casi $2.500 millones en el 2012. Editorial 4 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Producción y precios de exportación El valor de las exportaciones ofi cializadas en la Aduana de Bahía Blanca registro un importante crecimiento. Este crecimiento se sustento principalmente en la mejora de precios de los productos. El precio FOB implícito por tonelada que surge del cociente entre el monto y volumen total de operaciones registradas en la aduana local aumento de USS 150 en 1998 a USS439. En otras palabras, el valor de la producción exportada (la mayor parte por el puerto local) creció poco menos del 200%. Sin dudas, refl eja condiciones externas excepcionales en comparación a períodos anteriores. Sin embargo, la mejora de precios no fue acompañada por aumentos en el volumen de exportaciones dado que los 11 millones de toneladas exportadas en el año 2012 representaron un incremento de solo el 13% con respecto al registro de 1998 (de casi 10 millones de toneladas). La industria petroquímica y el campo representan los principales sectores que impulsan a la ac� vidad económica regional. El sector agropecuario regional se caracteriza por la producción de carne y trigo. Lamentablemente, estos sectores no han podido capitalizar las extraordinarias oportunidades que presentó el contexto externo en la úl� ma década, dado que la suba de precios internacional, fue acompañada por una fuerte retracción de la producción. En el caso del trigo, el precio FOB por tonelada de 290 dólares del úl� mo año se encontró muy por encima de los 120 dólares de fi nes de la década del 90. No obstante, si se compara el promedio de producción y superfi cie sembrada de granos fi nos (trigo y cebada) del área cercana a Bahía Blanca en el período 1994-2000 con respecto a 2006-2012 se observan caídas del orden del 28% en ambos indicadores2. Esta evolución nega� va de una de las producciones emblemá� cas de la economía regional se refl eja en la reducción de embarques de trigo por el puerto de Bahía Blanca, de casi 4 millones de toneladas a fi nes de la década del 90 a los casi 2 millones de la actualidad. En el caso de la carne, cabe hacer una diferencia. Las existencias de ganado en la zona comprendida por los par� dos de Bahía Blanca, Coronel Rosales, Torquinst, Púan y Villarino, aumentaron en forma considerable hasta mediados de la úl� ma década (30% entre 1998 y 2005), pero de allí en más la mejora desapareció. En la actualidad el nivel de existencias resulta casi el mismo al de fi nes de la década del 90 pese a que el precio del kilo vivo de ternero medido a moneda constante aumentó un 77%. Uno de los logros económicos más importantes en el plano regional de la úl� ma década ha sido el aumento de la producción del complejo petroquímica por la puesta en marchas de las inversiones, aunque en este caso, es interesante adver� r que la mayor parte de las decisiones sobre estos proyectos fueron tomadas a fi nes de la década del 90. De esta forma, entre 1998 y 2005 la producción de polie� leno y PVC (dos de los productos más representa� vos) aumentó de 330 mil toneladas a 790 mil. De allí en más, las empresas comenzaron a enfrentar crecientes difi cultades en el abastecimiento de gas - principal materia prima- debido a las restricciones impuestos generadas por el défi cit de oferta y por ello, el volumen de producción del úl� mo año se ubica en torno a las 750 mil toneladas. Al igual que las otras ac� vidades comentadas, también hubo sustanciales mejoras de precios de exportación en los úl� mos quince años, considerando que el promedio de precios FOB por tonelada del PVC y polie� leno pasó de 750 dólares a fi nes de la década del noventa a casi 1230 dólares en el úl� mo año. 2Se incluye cebada dado que en la úl� ma campaña se observa una clara sus� tución del trigo por cebada debido a las menores trabas en la comercialización del grano. Se toman período quinquenales para neutralizar el impacto aleatorio sobre los rendimientos de los cul� vos generado por la variabilidad en el caudal de precipitaciones. Editorial 5Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Comentario fi nal Un balance preliminar de los úl� mos quince años de la economía de Bahía Blanca arroja como saldo una fuerte expansión del consumo, el gasto público municipal y el número total de empleos. No obstante, el estancamiento de los indicadores de las principales producciones de la región, pese a la oportunidad de precios en máximos históricos, delata las difi cultades de la úl� ma década para impulsar inversiones que sostengan el crecimiento de los ingresos a largo plazo. Esta situación representa una debilidad para los próximos años y an� cipa una situación de riesgo en un escenario probable en el cual, el estado no podrá sostener las polí� cas de expansión al gasto que caracterizaron a la úl� ma década. INDICADOR REFERENCIAS 1998 2005 2013 var 98/13 MERCADO DE TRABAJO Población ocupada en Bahía Blanca miles de personas 109 121 134 23% Desempleados en Bahía Blanca miles de personas 18 15 12 -33% CONSUMO Ventas de automóviles 0 km en Bahía Blanca número de patentamientos 4646 3049 7142 54% Consumo gas residencial per cápita en Bahía Blanca miles m3 de 9300 kcal 32,1 40,2 46,8 46% GASTO PUBLICO MUNICIPAL Gasto ejecutado Municipalidad de Bahía Blanca millones $ de 2012 353 455 838 137% Recaudación propia Municipalidad de Bahía Blanca millones $ de 2012 237 271 505 113% Gasto municipal financiado por transferencias nacionales y provinciales y deuda millones $ de 2012 116 184 334 188% CONSTRUCCIÓN Permisospara construcción de viviendas en Bahía Blanca cantidad permisos 679 607 1133 67% Superficie autorizada para viviendas en Bahía Blanca miles metros cuadrados 69,9 76,2 136,7 96% Permisos para construcción de locales y departamentos en Bahía Blanca cantidad permisos 1230 2362 1422 16% Superficie autorizada para locales y departamentos en Bahía Blanca miles metros cuadrados 124,2 176,7 143,1 15% AHORRO Depósitos en bancos de Bahía Blanca millones pesos al 31/12/12 3022 2849 3573 18% Préstamos en bancos de Bahía Blanca millones pesos al 31/12/12 1656 1069 2483 50% PRODUCCIÓN Y PRECIOS Monto exportaciones oficializadas por Aduana Bahía Blanca miles millones u$s FOB 1,47 2,75 4,87 232% Volumen exportaciones oficializadas por Aduana Bahía Blanca millones tn 9,82 11,08 11,11 13% Precio promedio exportaciones oficializadas por Aduana Bahía Blanca u$s FOB por tn 149,5 247,9 438,7 193% Superficie sembrada trigo y cebada (B. Bca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino)* miles ha 422 448 309 -27% Producción trigo y cebada (Bahía Blanca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino)* miles tn 574 818 413 -28% Rendimientos trigo y cebada (B. Blanca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino)* kg por ha 1537 2047 1585 3% Embarques de trigo por Puerto Bahía Blanca millones tn 3,96 2,85 1,99 -50% Precio exportación trigo u$s FOB por tn en puertos argentinos 120 134 294 145% Bovinos (Bahía Blanca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino) miles de cabezas 976 1285 917 -6% Precio ternero $ por kilo vivo a precios de 2012 6,85 9,03 12,1 77% Producción PVC y polietileno industria petroquímica Bahía Blanca miles tn 331,5 788,0 744,8 125% Precios exportaciones petroquímicas Bahía Blanca u$s FOB promedio PVC y políetileno 753 1021 1228 63% *Debido a la alta variabilidad de indicadores por la incidencia aleatoria del clima, los datos consignados son los siguientes: año 1998, promedio campañas entre 1994 y 2000; año 2005, promedio campañas entre 2000 y 2005; año 2013, promedio campañas entre 2005 y 2012. Fuentes: INDEC, Municipalidad de Bahía Blanca, BCRA, DRNPA, SENASA, Ministerio Agricultura Ganadería y Pesca, IPA Estudios especiales 7Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Se es� ma que, durante 2012, el sector eléctrico (generación y distribución) aportó a la economía bahiense 1.315 millones de pesos en concepto de valor agregado. La concesionaria del servicio de distribución de electricidad a� ende más de 170 mil clientes. En este mercado Bahía Blanca � ene una importancia de alrededor del 75%. Del total de electricidad abastecida a Bahía Blanca, casi el 75% se des� na anualmente a uso industrial, 16% es demandado por usuarios residenciales y 7,3%, por el comercio. Generación y distribución de electricidad: su aporte a la economía bahiense El consumo de energía eléctrica presenta una relación directa con el desenvolvimiento de la economía, ya que se trata de un requerimiento esencial para el desarrollo de las diversas ac� vidades produc� vas. Dicha variable también adquiere una relevancia socioeconómica, pues las condiciones de acceso al servicio, el grado de cobertura y el nivel de demanda se vinculan a la calidad de vida de la población, mo� vo por el cual, el nivel de consumo energé� co por habitante se considera un indicador del gado de desarrollo socioeconómico de un país. Por lo expuesto, resulta de interés estudiar las ac� vidades relacionadas con el sector energé� co, que en defi ni� va comprenden la generación y distribución del recurso. Atendiendo a dicho interés y en el marco del proyecto de medición del PBI de Bahía Blanca llevado adelante por el CREEBBA, es que el sector se ha incluido en las es� maciones per� nentes, más específi camente dentro del capítulo Suministro de electricidad, gas y agua, tal como lo defi ne el sistema de cuentas nacionales. En ediciones anteriores de IAE1, se ha avanzado en la cuan� fi cación del aporte sectorial a la economía de Bahía Blanca, con especial énfasis en la distribución. En aquella oportunidad se presentaban las es� maciones correspondientes al período 2009. En este informe se actualizan las cifras a 2012 y se amplían y refi nan las cifras, incorporando también datos de la ac� vidad de generación. Generalidades del sector eléctrico en la ciudad La generación local de energía eléctrica está a cargo de la Central Piedra Buena (CPB), que se encuentra ubicada en el puerto de Ingeniero White. La planta está compuesta por dos turbinas de 310 MW cada una, totalizando 620 MW que representa el 2,1% de la capacidad instalada de la Argen� na. Las calderas están equipadas para funcionar indis� ntamente con gas natural o fuel oil. El abastecimiento de gas natural se realiza a través de un gasoducto propio de 22 kilómetros, que también es operado y mantenido por CPB y que conecta con el sistema de gasoducto troncal de Transportadora Gas del 1Ver IAE 113, noviembre 2010, Valor agregado en la distribución local de energía eléctrica. Estudios especiales 8 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Sur. CPB cuenta además con dos tanques para el almacenamiento de fuel oil con una capacidad combinada de 60 mil metros cúbicos. Desde 1997, la generación anual promedio fue de 2.029 GWh, con un máximo de 3.434 GWh registrado en 2011 y un mínimo de 189 GWh constatado en 2002. En tanto, la prestación del servicio de distribución de electricidad es realizada por Empresa Distribuidora de Energía Sur (EDES SA), la concesionaria desde 1997 de la distribución de energía en la zona sur de la provincia de Buenos Aires2. Desde ese año y tras la priva� zación bonaerense de la ex ESEBA, la empresa comercializa y distribuye electricidad en un área de más de 76,5 mil kilómetros cuadrados bajo regulación del Organismo de Control de Energía de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA). Las otras dos zonas de concesión en el ámbito provincial son Norte, en donde opera la Empresa Distribuidora de Energía Norte (EDEN SA) y Atlán� ca, bajo la órbita de Empresa Distribuidora de Energía Atlán� ca (EDEA SA). La can� dad total de clientes de la concesionaria es superior a los 170 mil y la cobertura involucra unos 5,5 mil kilómetros de redes. En este mercado, según informa la empresa, Bahía Blanca � ene una importancia de alrededor del 75%. Del total de energía eléctrica abastecida a Bahía Blanca, casi el 75%, unos 1,1 millones de MWh se des� na anualmente a uso industrial, mientras que cerca del 16% es demandado por usuarios residenciales (226 mil MWh/año) y el 7,3%, por el comercio (106,3 mil MWh/año). El alumbrado público y el uso ofi cial siguen en importancia, con pesos rela� vos en torno al 1%. El sector rural y los servicios sanitarios son los que menores requerimientos presentan (menos del 0,5% del total). Los entes prestadores iden� fi cados, que demandan electricidad al mercado mayorista y/o asumen ac� vidades de generación energé� ca para su distribución fi nal en la zona de interés son EDES, Coopera� va de la Colonia La Merced, Coopera� va de Cabildo y Grandes Usuarios Mayores y Menores. Entre los datos destacados, puede mencionarse que el 99,3% de la energía de uso residencial, unos 226 mil MWh en 2011, es distribuido por EDES, quedando el remanente a cargo de la Coopera� va de Cabildo. De modo similar, la electricidad des� nada a la ac� vidad comercial proviene en un 96,4% de EDES, 3,3% de GUMEN y menos del 1% de la Coopera� va de Cabildo. En la aplicación industrial, el agrupamiento GUMEN, con alrededor de 928 mil MWH, concentra casi el 85% del suministro de electricidad, quedando EDES en segunda instancia, con alrededor de 163 mil MWh. La Coopera� va de Colonia La Merced adquiere alguna importancia en el abastecimiento rural, con unos 430 MWh anuales y un aporte menor des� nado a alumbrado público (11 MWh). En términos de can� dad de usuarios el esquema se repite, siendo la mayor can� dad la correspondiente a EDES, que registra casi 118 mil usuarios residenciales y cerca de 12mil usuarios comerciales. El Cuadro 1 resume y detalla las cifras antes comentadas. Aporte a la economía local La contribución del sector eléctrico al producto bruto de la ciudad de Bahía Blanca se compone de los aportes económicos provenientes de dos segmentos específi cos: el de distribución y el de generación de electricidad. Según se detalla en la metodología de las cuentas nacionales, para el cálculo del valor agregado del sector de distribución de electricidad se u� liza la demanda neta del 2Área de cobertura de la empresa: Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Coronel de Marina L. Rosales, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Suárez, General Lamadrid, Guaminí, Laprida, Monte Hermoso, Patagones, Puan, Saavedra, Tornquist y Villarino. Estudios especiales 9Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Demanda de energía eléctrica y cantidad de usuarios en Bahía Blanca por ente prestador y uso Energía facturada en MWh Uso EDES SA Coop. C. La Merced Coop. Cabildo GUMEM Subtotales Residencial 224.817 0 1.612 0 226.428 Comercial 102.453 0 383 3.461 106.297 Industrial 162.989 0 2.860 927.620 1.093.469 Serv. Sanit 0 0 4.808 0 4.808 Al. Público 14.949 11 356 0 15.315 Oficial 9.948 0 1.891 0 11.839 Rural 109 430 1.649 0 2.187 Totales 515.266 440 13.557 931.081 1.460.344 Cantidad de usuarios Uso EDES SA Coop. C. La Merced Coop. Cabildo GUMEM Subtotales Residencial 117.802 0 963 0 118.765 Comercial 11.986 0 64 3 12.053 Industrial 231 0 9 13 253 Serv. Sanit 0 0 1 0 1 Al. Público 1 1 1 0 3 Oficial 544 0 3 0 547 Rural 19 81 293 0 393 Totales 130.583 82 1.334 16 132.015 Cuadro 1 Fuente: Secretaría de Energía - Dirección Nacional de Prospec� va - Informe del Sector Eléctrico 2011 MEM como primera es� mación, que luego es reemplazada por la demanda de los usuarios fi nales. Esto es así porque, dado que la energía prác� camente no puede almacenarse, la can� dad entregada a los usuarios fi nales, en líneas generales, coincide con la demandada al mercado mayorista. Los valores corrientes surgen de indexar los valores constantes por precios del Sistema de Índices de Precios Mayoristas del INDEC, así como los precios monómicos mayoristas de CAMMESA. La venta de energía a los usuarios fi nales se valoriza según los valores fi jados en los cuadros tarifarios vigentes, sin considerar impuestos ni subsidios. La aplicación de la metodología descripta al caso local se resuelve en los siguientes pasos: 1. Cálculo de los consumos de electricidad por categoría de cliente y uso. La información provista por EDES abarca a toda la región de cobertura y se encuentra discriminada por � po de demanda (pequeña, mediana, grande, de coopera� vas) y por uso (residencial, comercial, industrial, gubernamental, rural, alumbrado público). Teniendo en cuenta que la ciudad � ene un peso rela� vo del orden del 75%, se ob� ene una es� mación de la electricidad abastecida a cada cliente y según cada aplicación, siguiendo la mencionada pauta. Los resultados obtenidos Estudios especiales 10 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 pueden chequearse con las estadís� cas provistas por la Secretaría de Energía, que se encuentran desagregadas por localidad. 2. Valoración electricidad suministrada. En base a las tarifas por categoría y tramo de consumo detalladas en el cuadro vigente, se ob� ene un precio promedio del kwh para cada � po de cliente y demanda. Se toma el cuadro tarifario sin subsidios. 3. Valoración compras al mercado mayorista. Los datos de MWh adquiridos al MEM por EDES son expresados en términos nominales, mediante la aplicación de un precio monómico promedio ponderado. De acuerdo al informe estadís� co anual de CAMMESA, durante 2012, el 83,7% de la energía se comercializó a precio estacional y el 16,3% restante, en el mercado spot. Por lo tanto, el precio promedio ponderado tomó en cuenta dichas proporciones, dando como resultado un valor de 123,54 $/MWh. Cabe mencionar que, en 2012, el precio monómico medio anual estacional fue de 82,9 $/MWh y el precio monómico medio anual del mercado spot, de 332 $/MWh. 4. Cálculo valor agregado. La diferencia entre las ventas a usuarios fi nales y las compras al mercado mayorista arrojan una medida del aporte del sector de distribución eléctrica a la economía local. De acuerdo a los datos correspondientes a 2012, el valor agregado sectorial para dicho período asciende a 1.212,7 millones de pesos. El Cuadro 2 resume el valor agregado para el total de sector y el detalle del mismo para las principales categorías de clientes. Al valor agregado en la distribución de energía debe sumársele el correspondiente a la ac� vidad de generación para arribar al aporte sectorial total. De acuerdo a los datos publicados por la empresa Pampa Energía correspondientes a la Central Piedra Buena, en 2011 -úl� mos datos disponibles-, los ingresos por ventas fueron de 1.760, Valor agregado sector Distribución de energía eléctrica Año 2012 Categoría Facturasemitidas KWh facturados Valoración bruta KWh ($) Compras MEM ($) Valor agregado ($) Pequeñas demandas 797.383 333.490.358 219.929.703 41.198.405 178.731.298 Medianas demandas 6.033 33.664.543 456.160.303 4.158.817 452.001.486 Grandes demandas 3.150 251.896.395 466.019.889 31.118.530 434.901.359 Pequeñas demandas rurales 2.644 2.212.295 1.249.283 273.300 975.982 Cooperativas 18 15.159.478 61.934.046 1.872.757 60.061.290 Servicio de peaje 103 56.856.913 62.235.510 7.023.934 55.211.576 Otros 287 14.077.911 32.595.421 1.739.143 30.856.277 TOTALES 809.618 707.357.892 1.300.124.154 87.384.886 1.212.739.268 Cuadro 2 Fuente: elaboración propia en base a datos de Secretaría de Energía, EDES SA y Resolución Provincial 141/10 Estudios especiales 11Indicadores de Ac� vidad Económica 129 BOX 1. SECTOR ELÉCTRICO: VARIABLES FUNDAMENTALES PARA EL CÁLCULO DEL VALOR AGREGADO Costo marginal. El costo marginal de corto plazo es lo que cuesta producir una unidad más cuando se está a plena producción. Para un Generador Eléctrico el costo marginal es el aumento en sus costos por producir un kwh más y prác� camente igual al costo del combus� ble que gasta para producir ese kwh de más. En el MEM el costo marginal del sistema (también conocido como precio spot) es el incremento del costo total por kwh adicional demandado y coincide con el costo marginal de la máquina de mayor costo marginal que se encuentra entregando energía en el sistema en ese momento, pues esta máquina es la que debe proveer ese kwh adicional. Precio spot. Es la valorización horaria de la energía comercializada, equivalente al costo marginal de la máquina que cubriría el próximo kw de incremento de la demanda, sobre la base del despacho realizado por CAMMESA. Precio potencia puesta a disposición. Es un importe fi jo abonado al generados, por el hecho de estar disponible, por cada MW generado durante las horas fuera de valle. Precio monómico. Es la sumatoria del precio spot, el precio de potencia disponible y otros conceptos de menor incidencia económica (riesgo de falla, energía adicional, etc.).en defi ni� va, el precio monómico se presenta subdividido en las siguientes componentes: a) Componente relacionado a la energía, dis� nguiendo dentro de éste el correspondiente a los sobrecostos debidos a la u� lización de combus� bles alterna� vos al gas, los cargos pagados por la demanda excedente y otros conceptos establecidos en los Contratos Abastecimiento b) Componente relacionado a la potencia y reserva. c) Componente por cargos por u� lización de la red de transporte. millones de pesos, correspondientes a un total de energía vendida de 4.152 GWh, a un precio promedio de 424 S/MWh. Asimismo, la empresa informó un margen bruto promedio de 29,9 $/MWh para tal período. En base a estos datos y a la información de energía generada, comprada y vendida por la central, se es� ma que en 2011 el aporte neto del sector generación eléctrica fue de 102,7 millones de pesos (Ver Cuadro 3). En resumen,considerando las ac� vidades de generación y distribución de electricidad, se es� ma un valor agregado no inferior a los 1.315 millones de pesos para el año 2012 en la ciudad de Bahía Blanca3. Generación de energía eléctrica - Central Piedra Buena CONCEPTO 2009 2010 2011 Generación Neta (GWh) 2.390 2.646 3.434 Energía Comprada (GWh) 808 755 718 Total de Energía Vendida (GWh) 3.198 3.401 4.152 Precio Promedio ($/MWh) 255,2 398,5 424,0 Margen Bruto Promedio ($/MWh) 13,8 28,3 29,9 Ingresos por ventas (millones $) 816,1 1.355,3 1.760,4 Valor agregado (millones $) 33,0 74,9 102,7 Cuadro 3 Fuente: Pampa Energía S.A. y es� maciones CREEBBA 3En rigor, habría que actualizar la cifra correspondiente a generación al año 2012 para arribar con mayor exac� tud al valor agregado sectorial. No obstante, el 90% del mismo, se explica por la ac� vidad de distribución que se encuentra debidamente actualizada, por lo que, en términos generales, se llega a un valor bastante preciso de la contribución sectorial del período. Estudios especiales 12 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Medicina prepaga en Bahía Blanca En el país hay casi 570 empresas de medicina prepaga, y sólo 5 concentran más de la mitad de los afi liados. Con 53.500 afi liados en la ciudad de Bahía Blanca, el sector genera empleo para casi 200 personas. En Bahía Blanca unas 9 empresas de medicina prepaga prestan servicios: 8 de ellas cuentan con sede local. Con el objeto de conocer la situación actual de las empresas de medicina prepaga en la ciudad de Bahía Blanca, el siguiente informe describe las ac� vidades desarrolladas por el sector y sus principales caracterís� cas generales, fi nalizando con datos específi cos para la ciudad de Bahía Blanca, como can� dad de empresas instaladas, número de benefi ciarios, empleo generado y demás aspectos salientes de la ac� vidad. Las principales fuentes consultadas son la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación, la Asociación Civil de Ac� vidades Médicas Integradas (ACAMI), la Asociación de En� dades de Medicina Prepaga (ADEMP), la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argen� na (ADECRA), la Cámara de Ins� tuciones Médico Asistenciales de la República Argen� na (CIMARA), la Asociación Argen� na de Estudios de Administración Pública (AAEAP), si� os en Internet de las empresas del sector, consultas a referentes del sector, trabajos académicos elaborados sobre el tema de medicina prepaga y notas específi cas elaboradas por publicaciones especializadas. El estudio también presenta los nuevos desa� os a los que se enfrenta la medicina prepaga del país y la ciudad como consecuencia de la nueva legislación en la materia y las incorporaciones recientes al Programa Médico Obligatorio, próximos a reglamentarse en su totalidad. El incremento en la cartera de afi liados, la diversifi cación de ac� vidades, el análisis detallado de los costos y las solicitudes de incrementos paula� nos de tarifas podrían ser las alterna� vas con las que trabaja el sector para atender los cambios impuestos en la estructura de costos. En el apartado específi co para el sector en la ciudad de Bahía Blanca, se encontrará el estado de situación actual de las empresas con menciones acerca de la evolución de precios recientes y datos coyunturales de la ac� vidad. El sector de medicina prepaga a nivel del país Antecedentes y defi nición. El primer registro de experiencia similar a la ac� vidad de medicina prepaga actual se remonta al año 1932, cuando el doctor Alejandro Schvarzer reunió a un grupo de médicos de dis� ntas especialidades para conformar una en� dad en la cual cada médico seleccionado aportaba sus propios pacientes y así se daba forma a una cartera unifi cada de abonados por una mínima cuota periódica. Desde allí puede reconocerse el origen de lo que luego se implementaría como medicina prepaga en Argen� na. Si bien no hay una defi nición unánime sobre el término, podría defi nirse a la medicina prepaga como el acto en el cual los asociados contratan voluntariamente un plan de Estudios especiales 13Indicadores de Ac� vidad Económica 129 cobertura médica con una gama de servicios predeterminados, comprome� éndose por su parte a pagar sucesivamente una cuota periódica. Como contrapar� da, la en� dad prestataria del servicio debe administrar esos recursos, adjudicándolos a cada usuario de acuerdo con el � po de plan que hubiese contratado y en el momento en que se produzcan los siniestros o eventos asegurados. Cada en� dad establece su contrato de seguro médico que defi ne las condiciones de la cobertura, la cuota y los requisitos exigidos. De esta manera, la medicina prepaga pareciera tener un funcionamiento similar al que � enen las compañías de seguro, comportándose como un “seguro contra enfermedades”. Sin embargo, el � po de sistema que llevan a cabo, también puede asimilarse al funcionamiento que llevaban a cabo las ex Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), dado que según referentes del sector, el 1% de la población del país insume el 33% del dinero des� nado a salud, mientras que un 50% de la población sólo demanda el uso del 4,7% de esos fondos. Por ello, es muy importante que los jóvenes ingresen al sistema de prepagas u obras sociales, para que las personas mayores tengan coberturas. El sector salud en Argen� na cuenta con un abanico de en� dades y organizaciones que se dedican a diversos aspectos de la ac� vidad. En el país coexisten tres subsistemas de cobertura sin un marco general que paute la ar� culación entre ellos: a) el subsistema público, que presta servicios mediante centros de atención primaria de la salud y hospitales; b) la seguridad social, que incluye las obras sociales sindicales, las provinciales y el Programa de Atención Médica Integral (PAMI), y c) el subsistema privado, compuesto por las prepagas y mutuales. Según datos del sector, de cada 10 personas, 4 acceden a los servicios públicos de salud, 4 � enen cobertura de obras sociales nacionales, 1 de obras sociales provinciales y, otra, de prepagas. Se es� ma que anualmente se gasta un 10% del PBI en Salud, de los cuales 3% corresponde a medicina privada. Regulación. El sector pasó de estar prác� camente desregulado a situaciones de regulación parcial y posterior sanción de una ley específi ca para el desarrollo de estas prestaciones. Desde mediados de los ´90 se intenta dar una norma� va general a las en� dades de medicina prepaga. El sistema de cobertura comienza a ser parcialmente regulado en 1997 con la entrada en vigencia de la Ley 24.754. A par� r de ese año, las empresas de medicina prepaga deben cubrir, como mínimo y en todos los planes que ofrezcan, todas las prestaciones previstas en el Programa Médico Obligatorio (PMO)1, cuyas caracterís� cas fueron fi jadas en la Resolución 247/96 del Ministerio de Salud y Acción Social. Al año 2007 ya había 19 normas de orden nacional y 25 normas de orden provincial, pero aún no exis� a una ley que unifi que los criterios de regulación. Si bien las primeras propuestas en Diputados son del año 1999, es fi nalmente en el año 2011 que se aprueba la ley de medicina prepaga 26.682, la cual ya cuenta con 2 decretos posteriores y 3 resoluciones que profundizan y/o aclaran norma� vas de la ley original. En forma resumida puede mencionarse que la ley 26.682 redefi ne el negocio de la medicina privada y regula la operatoria de las empresas del sector. La norma establece que el Estado, por medio del Ministerio de Salud, se reserva la potestad de autorizar y revisar los valores de las cuotas y las modifi caciones que propusieren las empresas de medicina prepaga. En caso de solicitar incrementos en las tarifas, la Autoridad de Aplicación hará alusión al pedido cuando el mismo esté fundado en variaciones de la estructura de costos y razonable cálculo actuarial de riesgos. Respecto a las diferencias en los valores delas prestaciones, sólo se permite variación máxima de tres veces entre el precio de la primera y la úl� ma franja etaria prevista. Adicionalmente, la nueva ley defi ne que los contratos entre las prepagas y los usuarios no pueden incluir períodos de carencia o espera para todas aquellas prestaciones que se incluyan en 1Según lo defi ne la Superintendencia de Servicios de Salud, el Programa Médico Obligatorio (PMO) es una canasta básica de prestaciones a través de la cual los benefi ciarios � enen derecho a recibir atenciones médico asistencial. Las obras sociales y prepagas deben brindar las prestaciones del Programa Médico Obligatorio (PMO) y otras coberturas obligatorias, sin carencias, preexistencias o exámenes de admisión. Comenzó a aplicarse en 1996 y se amplió en 2002, obligando a las empresas a brindar prestaciones de atención primaria y secundaria, internación, tratamientos ambulatorios, odontológicos, psiquiátricos y de drogadicción, cubrir el Plan Materno Infan� l, prótesis, medicamentos y tratamientos costosos como los de HIV o los oncológicos. A esto se suman tratamientos incorporados recientemente como la fer� lización asis� da, el cambio de sexo, los tratamientos y alimentos para celíacos, las cirugías reconstruc� vas como consecuencia de una mastectomía por patologías mamarias, entre otros. Estudios especiales 14 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 el PMO. Las otras modalidades prestacionales y los � empos previstos en el contrato como período de carencia, en tanto, deben estar claramente explicitados en el contrato y aprobados por el Ministerio de Salud. Además, las prepagas no podrán alegar una enfermedad preexistente o la edad como mo� vo para negar el ingreso de un nuevo afi liado al sistema. En el caso de las personas mayores de 65 años de edad, el Estado, a pedido de la empresa, defi nirá los porcentajes de aumento de costos según el riesgo para los dis� ntos rangos etarios. Esta disposición es aplicable a los nuevos afi liados. Sin embargo, los usuarios mayores de 65 años, con an� güedades mayores a 10 años en la empresa, no serán suscep� bles de aumento alguno ni de coseguro en virtud de su edad. Al momento, según referentes del sector, la ley está vigente pero aún no está 100% reglamentada por lo que existen algunas cues� ones que no se aplican todavía en la prác� ca debido a retrasos burocrá� cos del sistema. Referentes del sector e inves� gadores académicos del sistema de salud del país, creen que la nueva ley se focaliza exclusivamente en los derechos del consumidor. Si bien el sistema está aún lejos de ser perfecto y posee inconvenientes, los usuarios han logrado contar con un gran número de derechos que, a criterio de las empresas de medicina prepaga, no pueden trasladarse en su totalidad al valor de las cuotas. Una vez defi nidas a las en� dades de medicina prepaga dentro de una ley, se creó una Comisión Evaluadora integrada por una abogada, un médico y un economista que � ene a su cargo la evaluación de los requisitos exigidos a las en� dades de medicina prepaga para su inscripción en el Registro Nacional de En� dades de Medicina Prepaga (RNEMP), lo cual les permite luego funcionar como tal. Tipo de empresas. Como se mencionó anteriormente, la medicina prepaga presenta ciertas caracterís� cas que hacen par� cularmente compleja la ac� vidad regulatoria. En primer término porque comprende organizaciones de muy variada naturaleza tanto social como jurídica o económica. Existen, por ejemplo, en� dades con y sin fi nes de lucro, obras sociales con sistemas de adherentes, prepagos sanatoriales, sociedades comerciales y mutuales, y prepagos gremiales que ofrecen coberturas integrales o de alguna especialidad en par� cular. La heterogeneidad también se refl eja en la composición del capital accionario, la población que sirven, la realidad local en la que operan y el conjunto de prestaciones básicas que son objeto de aseguramiento. Sin embargo, como se verá en el apartado siguiente, las principales empresas del sector son en� dades privadas que concentran la mayor parte del mercado. Concentración del mercado en principales empresas. Según diversas notas periodís� cas con base en consultoras de mercado, se es� ma que en la Argen� na hay cerca de 570 empresas de cobertura prepaga, de las cuales 5 concentran más de la mitad de los afi liados. Luego de las nuevas regulaciones, los referentes del sector consideran que se agudizará la concentración del mercado. La pérdida de rentabilidad provocada por el congelamiento y regulación de tarifas de los úl� mos años hará poco viable el mercado para en� dades pequeñas. Esto se observa en muchas compañías chicas que están buscando desprenderse de la cartera, tratándose éstas principalmente de grupos del interior del país con un promedio de 5.000 a 7.000 capitas. Las que sobreviven se caracterizan principalmente por estar integradas ver� calmente y diversifi car sus ac� vidades hacia otros rubros como seguros de salud, seguros de riesgo de trabajo, seguros al viajero, ac� vidades de turismo, organización de espectáculos y gimnasios. Independientemente de que cuenten o no con servicios propios, las empresas deben contratar los servicios de clínicas, sanatorios y profesionales independientes. Respecto a la integración ver� cal, tener el sanatorio marca una diferencia pero, pese a los altos precios que se cobran por estadía, es muy di� cil recuperar la inversión Estudios especiales 15Indicadores de Ac� vidad Económica 129 inicial que es muy elevada. A esto se suma la complejidad y los riesgos en el manejo laboral y el hecho de que actualmente la oferta de sanatorios es rela� vamente amplia en Capital Federal, aunque en algunas localidades bonaerenses sí existen solo uno o dos sanatorios. Un riesgo adicional de contar con sanatorios es el temor a una nueva caída en el número de afi liados que revierta la situación que se vive al menos desde el año 2004. Cabe destacar que en la crisis del 2001 cayó casi un 20% el número de afi liados a prepagas. Brevemente y con base en un estudio elaborado por la ADEMP, se es� ma que por cada 1.000 afi liados hay 3,5 empleos generados en la medicina privada, por lo que se es� ma que más de 16.000 personas desarrollan ac� vidades en el ámbito de este sector de manera directa en Argen� na, excluyendo a prestadores y considerando sólo lo que generan los afi liados voluntarios. Tipo y número de afi liados. Con base en informes periodís� cos sustentados en inves� gaciones de consultoras privadas y consultas a referentes del sector, junto con datos del Registro de la Superintendencia de Servicios de Salud, se obtuvieron las caracterís� cas de afi liación y el número aproximado de los mismos en el país. En primera instancia puede decirse que existen dos � pos de afi liados a las empresas de medicina prepaga: por un lado, aquellos que han optado por contratar un seguro privado de salud, y por el otro quienes, por estar afi liados a una obra social que estableció un convenio de atención de su cartera con una cierta empresa de medicina prepaga, pasan a depender de la misma. Esta úl� ma modalidad de afi liación se incrementó aún más luego de la crisis del 2001, ya que para tener un mayor número de afi liados que permi� era distribuir mejor los riesgos y bajar los costos por persona, las prepagas, además de fusionarse entre sí, fi rmaron cerca de 150 contratos de concesión y gerenciamiento con obras sociales que delegaron la responsabilidad de la asistencia médica de sus benefi ciarios estableciendo para ello un pago mensual per cápita. En muchos casos esos afi liados deben afrontar el pago de la diferencia entre el valor de la cuota y el aporte obligatorio. De este modo, las prepagas entraron a compe� r de manera indirecta en el sistema de las obras sociales, porque si bien los afi liados al sistema solidario no están autorizados a elegir una prepaga sí pueden cambiar de obra social,las cuales optaron por aliarse con prepagas para mejorar sus atrac� vos y ampliar su porción en un mercado que a simple vista con� nuó “cerrado”. Las casi 570 en� dades de medicina prepaga cuentan en Argen� na, según cifras del Registro de la Superintendencia de Servicios de Salud, con casi 12 millones de benefi ciarios, de los cuales la mitad, aproximadamente, son jóvenes, menores de 36 años. Este relevamiento incluye sociedades comerciales, mutuales, fundaciones, asociaciones civiles, obras sociales del personal de dirección y las que � enen planes de adherentes, complementarios o superadores. El alto número de benefi ciarios se debe a que muchos afi liados de obras sociales sindicales derivan sus aportes a prepagas, � enen planes complementarios o contratan servicios parciales. Si no se considera a este � po de benefi ciarios, el número es sensiblemente menor superando los 4,6 millones de personas. Este subgrupo, esencialmente conformado por contratos directos, se trata de personas de ingresos medios/altos radicadas principalmente en Capital Federal y Buenos Aires, aunque también se destaca la par� cipación de Santa Fe, Rosario, Córdoba y Mendoza. Con la crisis de 2001/2002, el subsistema sufrió una pérdida de afi liados que recién comenzó a rever� rse desde 2004, cuando se recuperó la can� dad de adherentes y volvieron a crecer los planes con mayores y mejores prestaciones. Buena parte de Estudios especiales 16 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 los afi liados que se incorporaron en los úl� mos años a prepagas son clientes nuevos, algunos pocos migraron de compañías chicas y, desde que se desregularon las obras sociales (en el año 2000), subió el número de pacientes que redireccionan sus aportes laborales a la medicina privada. Junto al mercado de cápitas individuales, existe un mercado corpora� vo que contrata cobertura médica para sus empleados. Esto hace que una de las principales causas de bajas en las empresas de medicina prepaga sea los cambios laborales y que el crecimiento de las empresas del sector esté asociado al poder adquisi� vo y la evolución del mercado del trabajo. Por úl� mo, como caracterís� ca de la ac� vidad y del proceder de los afi liados, se menciona que los cuidados de salud no son iguales para todos los argen� nos. La atención cura� va predomina entre los más pobres y los cuidados preven� vos son más frecuentes entre los sectores de mayores ingresos. Los hogares pobres, al actuar sobre la enfermedad, � enen un gasto de bolsillo rela� vamente mayor. Cabe recordar que el grupo de personas de menores ingresos u� liza principalmente los servicios públicos de salud o, de contar con algún empleo registrado, cuentan con una obra social sindical. Precios. Vinculado con la regulación del sector se encuentra el valor de las cuotas cobradas a los afi liados por parte de las prepagas. Por la ley de la medicina prepaga, los aumentos de las cuotas deben ser autorizados por la Superintendencia de Servicios de Salud, previa presentación por parte de las empresas de un informe que jus� fi que el incremento de los costos. Según las empresas del sector e informes elaborados por consultoras privadas, el sector suele realizar ajustes por detrás de la infl ación (es decir, ajusta los precios después que los gastos) y el aumento de precios resulta sobre todo un desgaste en � empo y esfuerzos. La infl ación elevada, además, complica cualquier previsión de reserva técnica por la depreciación real que termina sufriendo esa reserva. Junto con la regulación y defi nición de las tarifas, se sumó el pedido de congelamiento de precios por parte de la Secretaría de Comercio Interior. Ello generó un desfasaje mayor entre ingresos y costos para las empresas del sector. Los úl� mos incrementos permi� dos estuvieron por debajo de lo solicitado por las empresas de medicina prepaga. Éstas dicen que el congelamiento de sus cuotas depende de que las clínicas y sanatorios y también los profesionales no modifi quen sus aranceles y honorarios. De lo anterior se desprende que desde hace un � empo las prepagas no son formadoras de precios, sino tomadoras de precios dependiendo esencialmente de las paritarias de los trabajadores del sector y de la actualización de los aranceles de los prestadores. El sector de clínicas sos� ene que el grueso de sus gastos son salarios y que no pueden dejar de trasladar las subas salariales a los valores de los aranceles que pagan las prepagas, obras sociales o directamente los afi liados. Según informes periodís� cos recientes, para el presente 2013 las empresas de medicina prepaga prevén pedir una autorización para subir sus cuotas alrededor de un 26% en dos etapas: un 15% para que rija entre julio y agosto y otro 11% hacia diciembre, en consonancia con los incrementos salariales que han otorgado. En contrapar� da a la solicitud de las empresas del sector, y con base en un informe periodís� co elaborado según una inves� gación realizada por una consultora de mercado, el 40% de los contratantes del servicio de medicina prepaga no está de acuerdo con los incrementos que han sufrido las cuotas en los úl� mos años. Sin embargo, casi la mitad de los afi liados eligen a las empresas que poseen las cuotas más altas que concentran casi el 70% de la facturación total del sector. En relación a los mo� vos de elección de las empresas de medicina prepaga por parte de los afi liados, el 21% de los usuarios del país decidió la prepaga a contratar por la cobertura general que le ofrecieron, el 18% la recibe como benefi cio laboral, el 14% señaló la cobertura en clínicas y sanatorios, el 13% se guió por referencias, el 11% por la calidad de los Estudios especiales 17Indicadores de Ac� vidad Económica 129 profesionales médicos, el 8% por la relación precio-calidad y el 6% lo hizo por el precio de la cuota. El principal mo� vo de cambio de empresa de salud privada se debe a la rotación laboral, mientras que la imposibilidad de pago es el principal factor en el 20% de los usuarios que se vieron en la necesidad de migrar. Por ende, hay una contraposición entre los precios que necesitan cobrar las empresas (y no se les permite) y la percepción de los afi liados respecto al valor de las cuotas y las prestaciones otorgadas. Para ello, se presenta posteriormente el análisis de costos de las compañías, las tendencias del sector y las difi cultades que están afrontando en la actualidad. Costos. Dentro de los costos de en� dades de medicina prepaga y con base en un informe de la ADEMP se establecen 3 � pos de costos destacados de las empresas del sector. Por un lado se encuentran los gastos ambulatorios, dentro de los cuales se encuentran las consultas médicas, la medicación ambulatoria, el costo del diagnós� co por imágenes, los gastos de laboratorio, las consultas odontológicas, los gastos por rehabilitación, las emergencias domiciliarias, los gastos en concepto de salud mental y otras prestaciones ambulatorias. A esto se suman los costos por internaciones, tales como la internación de pacientes propiamente dicha, la anestesiología, las prótesis o implantes, la internación domiciliaria y otras prestaciones. Por úl� mo, se destacan los gastos de ges� ón, distribuidos en concepto de recursos humanos, gastos comerciales y administra� vos de la empresa de medicina prepaga en sí. Estos úl� mos son el 20% aproximadamente del costo total. Del restante 80%, más de la mitad se des� na a gastos ambulatorios y el resto a internación y otras prestaciones. Desde el sector destacan que la cobertura de los eventos de salud de una población se costea de acuerdo a un cálculo actuarial de costos, que luego se traduce en precios y que requiere de dos premisas fundamentales: tanto el universo de personas a cubrir como los riesgos que se cubran deben ser limitados y conocidos. La falta de límites precisos de cualquiera de estas dos variables torna inviable la construcción de una ecuación de costos previsibles y poneen riesgo la sustentabilidad de las empresas. Es por ello que la nueva ley impacta en el normal desempeño del sector. A esto se suma que en los úl� mos años todos los costos aumentaron. La paritaria de empleados es el detonante, ya que los costos salariales � enen una incidencia importante sobre el total y trae aparejados otros aumentos, por ejemplo de los prestadores. El avance de la tecnología también infl uye. En este sen� do, las restricciones cambiarias y a las importaciones de equipamiento médico impactan en los costos previstos para empresas de medicina prepaga. La solicitud de incrementos en salarios sin una correspondiente compensación en aranceles también colabora en la concentración de mercado que se está llevando a cabo en el sector privado de salud. Margen. Según referentes del sector, la medicina prepaga es un mercado en el que las compañías facturan mucho dinero y trabajan con un margen de rentabilidad muy bajo. Además, esa rentabilidad, la mayoría de las veces, se reinvierte casi en su totalidad. En los úl� mos años se requiere trabajar con una escala considerable sin mucho margen para improvisaciones. Las inves� gaciones de consultoras de mercado ubican a la rentabilidad del sector entre el 1% y el 3% de la facturación con base en la CIMARA y consultas a empresas de medicina prepaga. Esto se man� ene rela� vamente estable desde hace algún � empo. La razón que explica esta estabilidad es que los aumentos de precios a los clientes son trasladados prác� camente en su totalidad al pago de los aranceles que fi jan los prestadores, respondiendo, a su vez, a las variaciones de sus estructuras de costos vinculadas con la masa salarial de sus empleados. Las prepagas esperan que la nueva regulación merme todavía más los márgenes del sector. Estudios especiales 18 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Tendencias del sector. Con el objeto de completar el análisis, se presentan las principales tendencias del sector según referentes del sector: El gasto en salarios médicos y prestaciones � ene un peso creciente. Ello obliga a achicar el gasto no médico y lleva a que los salarios no médicos no sean par� cularmente altos. De allí que pueda comenzar a observarse cada vez más rotación del personal. Mientras que hace varios años el mayor número de afi liados estaba en las prepagas más baratas, hoy es exactamente al revés. La tasa de uso de las prepagas es sustancialmente más alta que la de las obras sociales. En las prepagas, el afi liado realiza, en promedio, entre 7 y 10 consultas médicas por año, mientras que los afi liados de las obras sociales hacen entre 2 y 4. Otra ventaja rela� va de las obras sociales es que prác� camente no � enen clase pasiva (más cara de atender) porque ésta es atendida por PAMI. La facturación sectorial en los úl� mos años aumentó levemente, mientras que la rentabilidad se man� ene estable en niveles bajos o cae levemente. El envejecimiento poblacional de afi liados a prepagas es notorio, pasando de 33 años de edad promedio en 2004 a más de 41 años de promedio en 2010. A esto se adiciona que, según especialistas en la materia, las enfermedades crónicas asociadas con la vejez y con los hábitos de vida poco saludables están ganando terreno como causas de enfermedad y mortalidad. Para las empresas del sector existe un desa� o vinculado con la comunicación: el afi liado en general no es consciente de lo que vale la medicina en el mundo y está convencido de que paga un servicio caro, en función de los recursos con los que cuenta, cuando la prestación en la Argen� na, según especialistas de la ac� vidad, es más amplia que en muchos de los países desarrollados en materia de cobertura. La medicina prepaga no � ene subsidios ni desgravaciones imposi� vas y se fi nancia exclusivamente con los recursos de las cuotas. Por ello, la cues� ón tributaria es un eje de discusión para la salud privada. Alivianar la carga imposi� va que grava al sector y recae sobre los afi liados, en alusión al IVA del 10,5% que tributan las cuotas, podría ser un primer indicio de corrección en precios para los afi liados. También es mo� vo de protesta la aplicación en el sector del impuesto a los créditos y débitos bancarios apelando que el Poder Ejecu� vo � ene la facultad de eximir total o parcialmente a algunas ac� vidades específi cas que por la modalidad de sus operaciones deben hacer uso acentuado de cheques, siendo su margen de u� lidad reducido en comparación con el tributo, lo que implica que la carga tributaria resulte elevada y tenga una ponderación importante dentro de la estructura de gastos de las empresas. Según CIMARA, la tasa de consultas subió en los úl� mos años y, por afi liado, duplica a la de países desarrollados. En parte, porque los médicos � enden a encargar una batería de estudios para cubrirse de posibles juicios de mala praxis y, también porque los propios afi liados perciben que pagan un servicio caro y optan por usarlo. Esto resulta compa� ble con la percepción de la Federación de Obras Sociales de Personal de Dirección quienes apuntan a la judicialización y a la “infl ación médica” como algunos de los temas que complican a las empresas de salud. Estudios especiales 19Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Cada año, al menos el 10% de los afi liados a las empresas de medicina prepaga se pasa a un plan de salud más barato por los aumentos de las cuotas. En general, la gente opta por planes cerrados, sin reintegros, con copagos (los afi liados � enen que comprar bonos para atención médica en consultorio y domiciliaria) y con una lista fi ja de profesionales y clínicas para atenderse. De esta manera, se impone el pase a planes cerrados, con los servicios básicos y sin confort. Principales difi cultades. Como resumen de lo presentado anteriormente y dadas las caracterís� cas salientes del sector de medicina prepaga, se mencionará brevemente que el mismo se encuentra ante una serie de difi cultades por superar: Unos de los principales problemas a abordar será cómo cubrir al sector de las personas con enfermedades preexistentes, porcentualmente mínimo pero de gran incidencia, sin desfi nanciar al resto. En la misma dirección se encuentran los casos de personas mayores a los 65 años. Es decir, la discusión claramente no pasa por no hacer frente a los problemas de salud de la gente, la discusión es cómo. La inclusión de nuevos tratamientos dentro del PMO sin considerar las fuentes de fi nanciamiento es visto por las empresas del sector como una irresponsabilidad por parte de las autoridades. Sólo como para refl ejar alguna de estas cues� ones en números, puede decirse que para el caso en que las obras sociales y prepagas deben cubrir parte del costo de los alimentos libres de gluten que deben consumir los celíacos por indicación médica, según una resolución del Ministerio de Salud, se es� ma que en Argen� na hay unos 500.000 pacientes celíacos. A esto puede sumarse la reciente ley de fer� lización asis� da que obliga a hospitales públicos, obras sociales y prepagas a cubrir los costos de todos los métodos y técnicas de fer� lización asis� da, tanto de baja como de alta complejidad. En este caso, se es� ma que hay 600.000 parejas con problemas para concebir en nuestro país. Dado todo lo anterior, la ecuación del negocio se presenta algo complicada: incremento en costos (salarios e insumos), mayor número de prestaciones y mayores derechos para los afi liados, todo ello junto con tarifas reguladas, siendo precio-aceptantes. Según personas vinculadas a las ac� vidades de salud, el principio de las soluciones a muchos inconvenientes que presentan estas ac� vidades en el país debería ser una Ley Nacional de Salud para superar la atomización existente del sistema sanitario argen� no. Una ley marco que defi na qué deben hacer el Gobierno nacional, los provinciales y los municipales, las obras sociales, las prepagas, los hospitales y los centros ambulatoriossería clave para organizaciones que prestan servicios y para los usuarios del sistema. Prepagas en Bahía Blanca Empresas. Ubicadas en o cercanas al microcentro bahiense se encuentran ACA Salud, Bramed, Federada Salud, Galeno, Medifé, Omint, OSDE y Swiss Medical, a las que se suma Medicus, sin sede local, pero tomando como intermediario a la obra social ASE Nacional. Por lo tanto, en la ciudad de Bahía Blanca desarrollan ac� vidades de medicina prepaga unas 9 empresas de importancia a nivel país. De las mismas se iden� fi can 1 en� dad coopera� va de salud, 1 mutual, 1 obra social de personal jerárquico que también cuenta con afi liados voluntarios y 6 empresas de capital Estudios especiales 20 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 accionario privado de medicina prepaga. Al igual que lo acontecido a nivel país, las empresas locales diversifi can las ac� vidades de medicina prepaga combinándolo con turismo, asistencia al viajero, seguros de riesgo de trabajo y en algún caso, con la ac� vidad de farmacia. Ninguna de ellas cuenta con sanatorio en la ciudad por lo que deben tercerizar las prestaciones contratadas localmente. Se es� ma que entre las 8 empresas que cuentan con sede local se emplea a unas 200 personas de la ciudad de Bahía Blanca, lo que genera una masa salarial anual superior a los 20 millones de pesos. Cabe destacar que los salarios del sector se enmarcan en empleados de comercio (SEC) o en sanidad (FATSA) mientras que algunos permanecen fuera de convenio. Afi liados. Se es� ma que las prepagas locales trabajan con más de 63.000 afi liados en total, siendo unos 53.500 los radicados en la ciudad de Bahía Blanca. Esto representa un 18% de la población total de la ciudad, número que está algo por debajo del evidenciado a nivel país (28%). Según consultas a referentes del sector en la ciudad, se es� ma que sólo un 35% de esos 53.500 afi liados es voluntario, mientras que el restante 65% se encuadran dentro de los desregulados o vinculados a convenios laborales de obras sociales que canalizan sus benefi ciarios hacia las empresas de medicina prepaga. Traducido en números, unas 18.500 personas realizarían contratación directa con prepagas mientras que 35.000 lo harían por otros medios no directos. Los representantes de las empresas comentaron que en general la percepción de los usuarios respecto a los servicios brindados por las compañías de medicina prepaga en la ciudad es muy buena, situación que se convalida con el incremento año tras año de las cápitas ingresadas en cada una de ellas. En par� cular, destacaron que si bien a veces pueden manifestar que las cuotas son algo elevadas o no resulta de agrado el incremento de las mismas, el servicio se termina de valorar al momento de tener que u� lizarlo y obtener buenas respuestas por parte de las empresas. Para los casos en que la cuota se vuelve algo elevada, los afi liados deciden pasarse a planes con menor cobertura o, en situaciones extremas, desafi liar a las personas de edad intermedia de la familia permaneciendo con los planes de los integrantes de menor edad. Planes y cuotas. Las 9 empresas con prestación en la ciudad ofrecen diversos planes de cobertura ubicándose en 3, 4 o 5 variedades según sea el caso. Si bien las combinaciones son diversas, según la edad, la an� güedad, si es o no voluntario, si incorpora o no grupo familiar, etc., todas las empresas ofrecen planes que van desde un plan inicial a uno mucho más completo, diferenciándose principalmente en especialidades y médicos ofrecidos, topes de reintegro y prestaciones otorgadas, entre otras cues� ones más específi cas. Según consultas a referentes del sector en la ciudad, el valor promedio de los planes al año 2013 se es� ma en unos 800 pesos, siendo muy amplia la diferencia entre las dis� ntas empresas debido a que algunas lo ubican en torno a los 500 pesos mientras que otras superan los 1.000. En ello, según comentan, � ene mucha incidencia el número de cápitas que no sean directas, ya que al ser planes para empresas o en convenio con obras sociales, los montos son bastante inferiores al de una cobertura directa. En el caso de una cobertura voluntaria a una persona de 30 años sin enfermedades preexistentes los planes iniciales se ubican entre los 400 y los 900 pesos, mientras que en un plan con cobertura tope, entre 650 y 3.900 pesos. Las diferencias en valor radicarían en los alcances de las coberturas, reintegros otorgados y especialidades e intervenciones incluidas, principalmente. Por consultas a referentes locales y con base en informes periodís� cos realizado según datos de consultoras de mercado, se es� ma que el gasto por afi liado en “siniestros” es un 70% u 80% de la cuota promedio abonada. Es decir que de cada 100 pesos de ingresos, 80 se des� nan a las funciones de cobertura médica. Estudios especiales 21Indicadores de Ac� vidad Económica 129 En el Gráfi co 1 se observa la evolución de precios de las prepagas, la medicina privada y los precios en general. Al comparar la evolución de precios de prepagas respecto al índice de precios general de Bahía Blanca, ambos según datos de consultoras privadas de la ciudad, se observa que en los úl� mos meses las prepagas han ido logrando ajustes en sus cuotas que les permi� eron solventar el incremento de costos de la ac� vidad, pero a par� r del aumento de fi nes del año 2012, el ajuste quedó por debajo del IPC general, a pesar de un leve aumento posterior a principios del corriente año 2013. La variación acumulada entre enero del año 2011 y mayo del año 2013 es de un 54% de incremento para las prepagas y de un 65% de aumento para el IPC general. Con el objeto de mostrar un índice adicional que refl eje aún más la evolución de precios de insumos del sector de prepagas, se incorpora en el gráfi co el índice de precios de la medicina privada elaborado por ADECRA, quien incluye para su cálculo los costos laborales, los insumos médicos, los insumos no médicos, los servicios públicos y las inversiones. Los datos llegan hasta diciembre del año 2012 y aún no hay valores disponibles para el año 2013. El comportamiento del índice de prepagas con respecto al de medicina privada es similar al evidenciado por aquel versus el IPC general, logrando superarlo por momentos pero quedando rezagado con posterioridad. A pesar de no contar con los datos para el año 2013 del índice de precios de medicina privada, según ADECRA al primer trimestre del presente año los insumos médicos se incrementaron un 11%, los insumos no médicos casi un 8%, los servicios públicos un 3% y los costos laborales un 2%, lo que da cuenta de aumentos en los componentes que se u� lizan para elaborar dicho indicador de precios, por lo que cabría esperar que la tendencia sea al menos similar al IPC general. 100 110 120 130 140 150 160 170 ene 11 mar may jul sep nov ene 12 mar may jul sep nov ene 13 mar may Comparación índices de precios prepagas y general en Bahía Blanca con índice de medicina privada Índices base enero 2011 = 100 IPC prepagas Bahía Blanca IPC general Bahía Blanca IP medicina privada (ADECRA)* * Los datos de ADECRA al 2013 no están disponibles Gráfi co 1 Coyuntura del sector y principales difi cultades. Las empresas del sector consultadas mencionaron que la situación general reciente de sus empresas está en niveles Estudios especiales 22 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 buenos. El nivel de ventas se mostró algo dispar, siendo que para algunas de ellas ha mejorado, mientras que otras empeoraron o en algunos casos se mantuvieron de manera similar a los meses pasados. En términos interanuales, la mayoría de ellas indicaron encontrarse en una situación mejor que lo acontecido hace un año atrás. Sin embargo, en lo que respecta a expecta� vas futuras para su sector, las respuestas son variadas. Mientras algunos creen que el futuro del sector será mucho mejor por la con� nua incorporación de cápitas, otros es� man que permanecerá iguale incluso que podría empeorar, dadas las nuevas condiciones establecidas luego de la ley de prepagas mencionadas y las recientes incorporaciones al PMO. Por otra parte, con respecto a las expecta� vas generales de la economía, en su mayoría se man� enen cautas expresando que todo podría seguir igual, aunque en algún caso creen que la situación general podría empeorar levemente a futuro. Por úl� mo, se destaca que según las empresas consultadas, el sector habría incorporado nuevos empleados ya que si bien en algunos casos el plantel de personal no ha variado, en otros expresan un incremento del mismo. Consultados sobre los plazos de pagos a prestadores (médicos en general, farmacias, etc.) se observa que en general el plazo promedio se encuentra entre los 30 y 60 días, aunque existen prepagas que ra� fi can que sefectúan sus pagos en un plazo menor. Para fi nalizar se consultó acerca de las difi cultades con las que se enfrenta la ac� vidad de medicina prepaga en términos generales y en la ciudad de Bahía Blanca de manera específi ca. Allí surgió nuevamente el PMO con sus nuevas incorporaciones, las cuales no son cues� onadas pero permanece en la incógnita el fi nanciamiento de las nuevas prestaciones. A esto suman menciones respecto al criterio de selección de atenciones dentro del PMO. Más concretamente, se han incorporado tratamientos esté� cos cuando aún no hay tratamientos oncológicos dentro del PMO que solicita la ley que sea cubierto. Con referencia al ámbito local, se presentan difi cultades presentes, que se incrementarán a futuro, respecto de la infraestructura hospitalaria. El número de “camas” (indicador con el que se mide este � po de servicios de salud) resulta algo insufi ciente para la demanda local y regional de atenciones. Por úl� mo, expresaron que los requerimientos burocrá� cos que deben llevarse a cabo desde la atención de un afi liado hasta el cobro fi nal del prestador podrían ser agilizados para mejorar la imagen posi� va de las prepagas ya que a fi n de cuentas el benefi ciario le reclama a la prepaga ante cualquier inconveniente. En estos casos una de las menciones más frecuentes es el plus monetario adicional que algunos prestadores solicitan a los clientes, a pesar de contar con alguna de las prepagas de mejor pres� gio del país. Cuadro resumen medicina prepaga en Bahía Blanca DATO VALOR OBSERVACIONES Empresas 9 8 con sede local y 1 trabajando por intermedio de unaimportante obra social de alcance nacional Afiliados 53.500 Voluntarios 18.500 Otros 35.000 Participación de afiliados en población total 18% Año 2013 Cuota promedio aproximada ($) 800 Año 2013 Gasto promedio por afiliado / cuota promedio por afiliado 80% Empleo directo generado 200 Masa salarial anual estimada (millones $) 20,5 Planes diferentes ofrecidos por empresa (promedio) 4 Entre 3 y 5 Cuadro 1 Estudios especiales 24 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 Aporte del complejo petroquímico a la economía regional durante 2012 Las exportaciones de los productos elaborados localmente representan más del 60% de las exportaciones de petroquímicos del país. Las cargas petroquími- cas aportaron la masa crí� ca inicial que requerían los buques portacontenedores para ingresar al puerto local. Se es� ma que, durante 2012, el aporte directo de las empresas nucleadas en AIQBB fue del orden de los 380 millones de pesos. El complejo petroquímico local es uno de los más importantes del país por lo que, normalmente, el aporte que su ac� vidad realiza a la economía de Bahía Blanca y la región es objeto de estudio. En esta oportunidad, se actualizan los indicadores de impacto a nivel nacional, como es el caso del volumen de producción del total de la industria, las exportaciones e importaciones y, en par� cular, se analizan las transferencias efectuadas a la economía regional tanto en forma directa como indirecta, el efecto sobre el empleo y el impacto sobre transporte marí� mo en 2012. Producción y balanza comercial De acuerdo a las úl� mas estadís� cas disponibles del Ins� tuto Petroquímico Argen� no durante 2011 se produjeron en el complejo petroquímico local algo más de 4 millones de toneladas, lo que representa el 65% de la producción nacional de productos petroquímicos. Estas cifras ponen de manifi esto la importancia que � ene el complejo emplazado en Ingeniero White para la industria argen� na. Luego de las expansiones observadas entre los años 2000 y 2002, momento en el que las plantas locales que ya estaban radicadas prác� camente duplicaron su capacidad produc� va y además se instalaron nuevas industrias, la producción petroquímica nacional tuvo una fuerte expansión. La trayectoria de la elaboración de petroquímicos que se presenta en el Gráfi co 1 confi rma esta apreciación. Allí se observa que, luego de las expansiones, la tendencia fue claramente creciente hasta el punto en que comenzaron los problemas de abastecimiento de gas natural, principal materia prima de esta industria, situación que impactó nega� vamente sobre los volúmenes elaborados tanto local como a nivel nacional. El incremento en la capacidad de producción también tuvo un impacto fuertemente posi� vo sobre el saldo comercial de los productos petroquímicos. Al aumentar la producción, se redujeron notablemente las necesidades de importación de productos del sector y se ampliaron las posibilidades de exportar saldos hacia otros países. En el Gráfi co 2 se observa la evolución de las exportaciones de los productos elaborados en las plantas que componen la AIQBB. Es notable el incremento registrado a par� r del año 2001 y la alta par� cipación que � enen las exportaciones locales en comparación Estudios especiales 25Indicadores de Ac� vidad Económica 129 0 1 2 3 4 5 6 7 8 ´93 ´95 ´97 ´99 ´01 ´03 ´05 ´07 ´09 11 Producción petroquímica local y nacional millones de toneladas productos AIQBB industria petroquímica nacional Gráfi co 1 con el total de exportaciones petroquímicas del país. Puntualmente, en 2011 (úl� mo dato disponible), se exportaron algo de 580 mil toneladas de petroquímicos elaborados en el complejo local lo que representa más de 60% de las exportaciones nacionales del sector y signifi ca un ingreso de 600 millones de dólares para el país. 0 200 400 600 800 1000 1200 1400 ´93 ´95 ´97 ´99 ´01 ´03 ´05 ´07 ´09 11 Exportaciones de petroquímicos elaborados localmente miles de toneladas Gráfi co 2 En el Cuadro 1 se resume la información relacionada con el intercambio comercial del sector, tanto a nivel nacional como en el caso de los productos elaborados en el par� do de Bahía Blanca. Entre 2000 y 2011, las exportaciones de la industria petroquímica nacional se incrementaron un 20% mientras que en el caso de los productos elaborados localmente el aumento fue del 100%. Con respecto a las importaciones, en el mismo período las compras de petroquímicos al exterior en todo el país cayeron un 5%, mientras que las importaciones de productos elaborados en el complejo local disminuyeron casi un 20%. Esto demuestra el aporte en la reducción de importaciones y el incremento en las ventas al exterior. Estudios especiales 26 Indicadores de Ac� vidad Económica 129 2000 2011 Var. 2000 2011 Var. Industria petroquímica 787 942 20% 2.471 2.343 -5,20% Productos complejo local 288 578 100% 996 802 -19,50% Participación local 36% 61% 40% 34% Exportaciones Importaciones Cuadro 1 Impacto económico El aporte del sector petroquímico local a la economía se mide a través del valor que agrega anualmente, el que, en términos muy simplifi cados, resulta de la diferencia entre el valor de las ventas y el de las compras de insumos intermedios por parte del sector. Su evolución en el � empo puede observarse en el Gráfi co 3, donde claramente se aprecia una tendencia creciente desde las ampliaciones y nuevas radicaciones en 2002 hasta 2005 (donde es máxima la diferencia entre ventas y consumos intermedios), mientras
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