Logo Studenta

Texto-completo-Indicadores-Act--economica-julio

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Editorial
1Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Un balance preliminar 
de los úl� mos quince 
años de la economía 
de Bahía Blanca arroja 
como saldo una fuerte 
expansión del consumo, 
el gasto público 
municipal y el número 
total de empleos. 
Se an� cipa para los 
próximos años una 
situación de riesgo en un 
escenario probable en el 
cual el estado no podrá 
sostener las polí� cas 
de expansión al gasto 
que caracterizaron a la 
úl� ma década. 
El estancamiento de las 
principales producciones 
de la región, pese a la 
oportunidad de precios 
en máximos históricos, 
delata difi cultades para 
impulsar inversiones 
que sostengan el 
crecimiento.
  
Bahía Blanca: 
¿década ganada o perdida?
En los úl� mos � empos se ha oído hablar del balance de una década de la economía argen� na. Este período que se ex� ende desde la salida de la “Conver� bilidad” 
y la declaración de la cesión de pagos de la deuda del gobierno nacional hasta la 
actualidad, se encuentra signado por una fuerte expansión del producto bruto y de 
empleos, acompañado de una sostenida aceleración de la infl ación. Para explicar 
estos resultados no es posible dejar de contemplar ciertos factores fundamentales. 
En primer lugar, la fuerte recuperación inicial fue impulsada por el salto del � po de 
cambio (con su contrapar� da de caída de salario) y el alto porcentaje de capacidad 
instalada ociosa tras la crisis del 2001. El segundo factor expansivo, fue la sustancial 
mejora de los precios internacionales de las exportaciones de productos primarios 
en el transcurso de la úl� ma década. El tercer factor a destacar es la u� lización 
de las polí� cas de precios, impuestos y subsidios como principales herramientas 
para contener la infl ación (congelamiento de tarifas energé� cas, retenciones a las 
exportaciones de granos y combus� bles) a la que luego se sumo el � po de cambio 
(atraso del � po de cambio ofi cial) como vía para sostener el poder adquisi� vo de los 
salarios. Finalmente, cabe mencionar como rasgo saliente del período, la tendencia 
creciente en la par� cipación sobre el producto bruto, tanto del gasto público como 
de la recaudación tributaria hasta llegar a niveles records en los úl� mos años, 
fi nanciados con el auxilio de la esta� zación de ahorros del sistema de seguridad social 
y posteriormente de la emisión de dinero. 
En pocas palabras, el rebote tras la crisis propiciado por la devaluación del 2002 y 
consolidado tres años después con la renegociación de la deuda pública, se conjugó 
con un escenario de mejora de los términos de intercambio y polí� cas expansivas tanto 
por el lado fi scal como monetario, generando un fuerte crecimiento de la ac� vidad 
económica. Esta situación luego se vio debilitada por acumulación de desequilibrios 
gestados por la polí� ca de intervención estatal y el cambio de escenario en la economía 
mundial a par� r de la crisis fi nanciera internacional de mediados de 2008. 
Si bien este proceso representa un determinante fundamental del curso adoptado 
por la economía de Bahía Blanca en el mismo período, cabe reconocer la infl uencia 
de otros factores dado que la región presentan caracterís� cas estructurales y 
compar� mientos de sus agentes (empresas, consumidores, representantes polí� cos) 
que amplifi can o amor� guan los impactos de polí� cas públicas del gobierno nacional 
y provincial así como de shocks externos (sequías, mejoras de precios). Bajo este 
Editorial
2 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
marco general, el propósito del siguiente análisis consiste en intentar ilustrar algunos 
cambios en la economía local durante la úl� ma década a par� r de la comparación 
de un amplio conjunto de indicadores. Para facilitar la exposición de resultados, se 
presentan comparaciones del nivel de las mismas en el año de inicio y de cierre de 
un extenso período de casi quince años (de 1998 a 2012). La elección de estos años 
obedece a la intención de llegar a una idea general sobre los principales cambios de la 
economía de Bahía Blanca, contrastando resultados de dos años que representarían 
“picos” de ac� vidad de los dos úl� mos grandes ciclos que atravesó la economía 
argen� na, incluyendo el actual período1. 
Mercado de trabajo
La expansión de la ac� vidad económica se vio refl ejada en el crecimiento del mercado 
de trabajo. De acuerdo a los datos ofi ciales – INDEC -, Bahía Blanca pasó de 109 mil 
empleos en 1998 a 134 mil empleos en 2012; es decir, que en casi quince años se 
crearon cerca de 25 mil puestos de trabajo. Este aumento en términos absolutos se 
debió al aumento de la población, pero también a un incremento del porcentaje de 
habitantes con trabajo (en el período de análisis, la tasa de empleo pasó de 37% a 
42%). La mayor creación de puestos de trabajo posibilitó una reducción signifi ca� va 
de la tasa de desempleo de 14% a casi 8%. Si a ello, se suma un fuerte crecimiento 
del salario real (del orden del 90%, tomando como referencia el índice de salarios 
del INDEC y la tasa de infl ación es� mada por organizaciones del sector privado), el 
resultado es una fuerte expansión de la masa salarial y por lo tanto, de la capacidad 
de consumo de la población. 
Consumo
Un indicador revelador de la mayor capacidad de consumo de la población local es 
el aumento en las ventas de automóviles nuevos. A fi nes de la década del 90, en la 
ciudad se patentaron poco más de 4.600 automóviles. En quince años, el mercado 
aumentó más del 50% con un registro superior a las 7.100 unidades en el 2012. Cabe 
reconocer que una parte importante del crecimiento en las ventas se explica por la 
ausencia de opciones de cobertura del ahorro frente a una infl ación creciente y la 
creencia entre compradores de preservar parte del valor de los ahorros a través de la 
adquisición de autos nuevos. Este proceso se observa en los úl� mos años, dado que 
el mercado de ventas de 0 km recién en 2007 pudo recuperar el volumen de 1998.
 
Un dato complementario que pone en evidencia el alza del consumo local es la compra 
de gas para uso residencial. Entre 1998 y 2012 el consumo de gas residencial medido 
en metros cúbicos por habitante aumentó un 46%. Una parte muy importante del 
aumento de la demanda se explicó por el menor precio del servicio generado por 
la polí� ca de congelamiento de tarifas implementada a par� r del año 2003 y que 
como resultado de largo plazo generó una caída de la inversión y la producción, y 
por lo tanto, un défi cit de oferta interna que debió ser resuelto con un volumen 
creciente de importaciones. A nivel local, esta polí� ca tuvo importantes implicancias 
porque por un lado incrementó la ac� vidad portuaria y propició el surgimiento de 
oportunidades de grandes proyectos relacionados con la provisión de gas que después 
no se concretaron. Por otro, como ya se señaló, afectó en forma muy nega� va el 
funcionamiento y los planes de expansión del complejo petroquímico local.
 1Al comparar dos ciclos 
económicos parece 
razonable comparar dos 
etapas similares. Dado 
que la situación actual 
parece marcar un punto de 
infl exión en la tendencia 
de crecimiento iniciada 
en el 2003, se adopta el 
año 1998 por representar 
el pico en el ciclo de la 
polí� ca económica de la 
Conver� bilidad que dominó 
durante toda la década 
del 90 para fi nalizar con la 
crisis del 2001.
Editorial
3Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Gasto público
Un rasgo dis� n� vo de la polí� ca económica de la úl� ma década fue la expansión del 
gasto público. La ciudad acompaño este proceso. Medido a moneda constante (es 
decir, neutralizando el efecto de aumento sobre variables medidas en moneda local 
generado por la infl ación), si se toma el gasto municipal de 1998 como base de un 
índice con un nivel 100, en el 2005 había ascendido a un nivel 129, llegando en el 
2012 a 237. Es decir, que entre 1998 y 2013, el gasto municipal medido a moneda 
constantes creció un 137% (lo que equivale a un crecimiento anual del 6.4% anual 
durante14 años).
Ese crecimiento debió ser sustentado por un aumento de la recaudación de tasas 
municipales así como transferencias del gobierno nacional y provincial. En lo referente 
a tasas, es interesante notar que los contribuyentes locales incrementaron su aporte 
para el fi nanciamiento del municipio en términos “reales” (es decir, sin infl ación) a una 
tasa equivalente del 5,6% promedio anual a lo largo del mismo período (1998 -2012). 
En alguna oportunidad, este análisis se podría ver enriquecido por una evaluación 
de “benefi cios” generados por esta importante transferencia de recursos desde los 
vecinos de la ciudad hacia el estado municipal.
Construcción
El sector de la construcción de viviendas presentó un fuerte desarrollo durante los 
úl� mos años. De acuerdo a la información de la municipalidad local, la autorización 
para la construcción de viviendas aumento de poco menos de 700 en 1998 a 
más de 1.100 en 2012. Si se comparan otros des� nos de obras como edifi cios de 
departamentos y locales durante estos mismos años, se observa que el nivel del 
año 2012 resultó similar al de 1998, y ambos muy por debajo del pico de ac� vidad 
alcanzado a mediados de la década.
Ahorro
Los operaciones de los bancos locales representan una de las vías de canalización 
del ahorro local aunque la única, sobre todo en los úl� mos años en que el país ha 
atravesado un proceso cada vez más acentuado de salida de capitales (transferencia 
de divisas al exterior, atesoramiento de dólares en cajas de seguridad). En el año 
1998, los bancos locales llegaron a un monto de depósitos de poco más de 3 mil 
millones de pesos expresados a moneda actual. La recuperación de la confi anza de los 
ahorristas tras la crisis del 2001 fue lenta al punto que recuperar este volumen “pre 
crisis” llevó más de cinco años. Por esta razón, en el balance del 2012 con respecto 
a 1998 el resultado marca un crecimiento moderado del 18%, llevando el monto de 
colocaciones a casi 3.600 millones de pesos. 
Los préstamos bancarios siguieron un comportamiento similar con una demora 
de varios años para recuperar el nivel previo a la crisis, aunque en este caso cabe 
destacar el fuerte incremento de operaciones en años recientes. El resultado de los 
úl� mos quince años es una expansión del monto de créditos bancarios. Expresado en 
moneda del año 2012, el mismo pasó de alrededor de $1.700 millones en 1998 a casi 
$2.500 millones en el 2012.
Editorial
4 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Producción y precios de exportación
El valor de las exportaciones ofi cializadas en la Aduana de Bahía Blanca registro un 
importante crecimiento. Este crecimiento se sustento principalmente en la mejora 
de precios de los productos. El precio FOB implícito por tonelada que surge del 
cociente entre el monto y volumen total de operaciones registradas en la aduana local 
aumento de USS 150 en 1998 a USS439. En otras palabras, el valor de la producción 
exportada (la mayor parte por el puerto local) creció poco menos del 200%. Sin dudas, 
refl eja condiciones externas excepcionales en comparación a períodos anteriores. 
Sin embargo, la mejora de precios no fue acompañada por aumentos en el volumen 
de exportaciones dado que los 11 millones de toneladas exportadas en el año 2012 
representaron un incremento de solo el 13% con respecto al registro de 1998 (de casi 
10 millones de toneladas).
La industria petroquímica y el campo representan los principales sectores que impulsan 
a la ac� vidad económica regional. El sector agropecuario regional se caracteriza por 
la producción de carne y trigo. Lamentablemente, estos sectores no han podido 
capitalizar las extraordinarias oportunidades que presentó el contexto externo en la 
úl� ma década, dado que la suba de precios internacional, fue acompañada por una 
fuerte retracción de la producción. 
En el caso del trigo, el precio FOB por tonelada de 290 dólares del úl� mo año 
se encontró muy por encima de los 120 dólares de fi nes de la década del 90. No 
obstante, si se compara el promedio de producción y superfi cie sembrada de granos 
fi nos (trigo y cebada) del área cercana a Bahía Blanca en el período 1994-2000 con 
respecto a 2006-2012 se observan caídas del orden del 28% en ambos indicadores2. 
Esta evolución nega� va de una de las producciones emblemá� cas de la economía 
regional se refl eja en la reducción de embarques de trigo por el puerto de Bahía 
Blanca, de casi 4 millones de toneladas a fi nes de la década del 90 a los casi 2 millones 
de la actualidad. 
En el caso de la carne, cabe hacer una diferencia. Las existencias de ganado en la 
zona comprendida por los par� dos de Bahía Blanca, Coronel Rosales, Torquinst, Púan 
y Villarino, aumentaron en forma considerable hasta mediados de la úl� ma década 
(30% entre 1998 y 2005), pero de allí en más la mejora desapareció. En la actualidad 
el nivel de existencias resulta casi el mismo al de fi nes de la década del 90 pese a que 
el precio del kilo vivo de ternero medido a moneda constante aumentó un 77%. 
Uno de los logros económicos más importantes en el plano regional de la úl� ma 
década ha sido el aumento de la producción del complejo petroquímica por la puesta 
en marchas de las inversiones, aunque en este caso, es interesante adver� r que la 
mayor parte de las decisiones sobre estos proyectos fueron tomadas a fi nes de la 
década del 90. De esta forma, entre 1998 y 2005 la producción de polie� leno y PVC 
(dos de los productos más representa� vos) aumentó de 330 mil toneladas a 790 mil. 
De allí en más, las empresas comenzaron a enfrentar crecientes difi cultades en el 
abastecimiento de gas - principal materia prima- debido a las restricciones impuestos 
generadas por el défi cit de oferta y por ello, el volumen de producción del úl� mo año 
se ubica en torno a las 750 mil toneladas. 
Al igual que las otras ac� vidades comentadas, también hubo sustanciales mejoras de 
precios de exportación en los úl� mos quince años, considerando que el promedio 
de precios FOB por tonelada del PVC y polie� leno pasó de 750 dólares a fi nes de la 
década del noventa a casi 1230 dólares en el úl� mo año. 
 2Se incluye cebada dado 
que en la úl� ma campaña 
se observa una clara 
sus� tución del trigo por 
cebada debido a las menores 
trabas en la comercialización 
del grano. Se toman 
período quinquenales 
para neutralizar el 
impacto aleatorio sobre 
los rendimientos de los 
cul� vos generado por la 
variabilidad en el caudal de 
precipitaciones.
Editorial
5Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Comentario fi nal
Un balance preliminar de los úl� mos quince años de la economía de Bahía Blanca 
arroja como saldo una fuerte expansión del consumo, el gasto público municipal y 
el número total de empleos. No obstante, el estancamiento de los indicadores de las 
principales producciones de la región, pese a la oportunidad de precios en máximos 
históricos, delata las difi cultades de la úl� ma década para impulsar inversiones que 
sostengan el crecimiento de los ingresos a largo plazo. Esta situación representa una 
debilidad para los próximos años y an� cipa una situación de riesgo en un escenario 
probable en el cual, el estado no podrá sostener las polí� cas de expansión al gasto 
que caracterizaron a la úl� ma década. 
INDICADOR REFERENCIAS 1998 2005 2013 var 98/13
MERCADO DE TRABAJO
Población ocupada en Bahía Blanca miles de personas 109 121 134 23%
Desempleados en Bahía Blanca miles de personas 18 15 12 -33%
CONSUMO
Ventas de automóviles 0 km en Bahía Blanca número de patentamientos 4646 3049 7142 54%
Consumo gas residencial per cápita en Bahía Blanca miles m3 de 9300 kcal 32,1 40,2 46,8 46%
GASTO PUBLICO MUNICIPAL
Gasto ejecutado Municipalidad de Bahía Blanca millones $ de 2012 353 455 838 137%
Recaudación propia Municipalidad de Bahía Blanca millones $ de 2012 237 271 505 113%
Gasto municipal financiado por transferencias nacionales y provinciales y deuda millones $ de 2012 116 184 334 188%
CONSTRUCCIÓN
Permisospara construcción de viviendas en Bahía Blanca cantidad permisos 679 607 1133 67%
Superficie autorizada para viviendas en Bahía Blanca miles metros cuadrados 69,9 76,2 136,7 96%
Permisos para construcción de locales y departamentos en Bahía Blanca cantidad permisos 1230 2362 1422 16%
Superficie autorizada para locales y departamentos en Bahía Blanca miles metros cuadrados 124,2 176,7 143,1 15%
AHORRO
Depósitos en bancos de Bahía Blanca millones pesos al 31/12/12 3022 2849 3573 18%
Préstamos en bancos de Bahía Blanca millones pesos al 31/12/12 1656 1069 2483 50%
PRODUCCIÓN Y PRECIOS
Monto exportaciones oficializadas por Aduana Bahía Blanca miles millones u$s FOB 1,47 2,75 4,87 232%
Volumen exportaciones oficializadas por Aduana Bahía Blanca millones tn 9,82 11,08 11,11 13%
Precio promedio exportaciones oficializadas por Aduana Bahía Blanca u$s FOB por tn 149,5 247,9 438,7 193%
Superficie sembrada trigo y cebada (B. Bca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino)* miles ha 422 448 309 -27%
Producción trigo y cebada (Bahía Blanca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino)* miles tn 574 818 413 -28%
Rendimientos trigo y cebada (B. Blanca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino)* kg por ha 1537 2047 1585 3%
Embarques de trigo por Puerto Bahía Blanca millones tn 3,96 2,85 1,99 -50%
Precio exportación trigo u$s FOB por tn en puertos argentinos 120 134 294 145%
Bovinos (Bahía Blanca, C. Rosales, Tornquist, Puan, Villarino) miles de cabezas 976 1285 917 -6%
Precio ternero $ por kilo vivo a precios de 2012 6,85 9,03 12,1 77%
Producción PVC y polietileno industria petroquímica Bahía Blanca miles tn 331,5 788,0 744,8 125%
Precios exportaciones petroquímicas Bahía Blanca u$s FOB promedio PVC y políetileno 753 1021 1228 63%
*Debido a la alta variabilidad de indicadores por la incidencia aleatoria del clima, los datos consignados son los siguientes: año 1998, promedio campañas entre 1994 y 2000; año 2005, promedio
campañas entre 2000 y 2005; año 2013, promedio campañas entre 2005 y 2012.
Fuentes: INDEC, Municipalidad de Bahía Blanca, BCRA, DRNPA, SENASA, Ministerio Agricultura Ganadería y Pesca, IPA
Estudios especiales
7Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Se es� ma que, durante 
2012, el sector 
eléctrico (generación y 
distribución) aportó a 
la economía bahiense 
1.315 millones de pesos 
en concepto de valor 
agregado.
La concesionaria del 
servicio de distribución 
de electricidad a� ende 
más de 170 mil clientes. 
En este mercado 
Bahía Blanca � ene 
una importancia de 
alrededor del 75%.
Del total de electricidad 
abastecida a Bahía 
Blanca, casi el 75% se 
des� na anualmente a 
uso industrial, 16% es 
demandado por usuarios 
residenciales y 7,3%, por 
el comercio.
  
Generación y distribución de 
electricidad: su aporte a la 
economía bahiense
El consumo de energía eléctrica presenta una relación directa con el desenvolvimiento de la economía, ya que se trata de un requerimiento esencial para el desarrollo de 
las diversas ac� vidades produc� vas. Dicha variable también adquiere una relevancia 
socioeconómica, pues las condiciones de acceso al servicio, el grado de cobertura y el 
nivel de demanda se vinculan a la calidad de vida de la población, mo� vo por el cual, 
el nivel de consumo energé� co por habitante se considera un indicador del gado de 
desarrollo socioeconómico de un país.
Por lo expuesto, resulta de interés estudiar las ac� vidades relacionadas con el sector 
energé� co, que en defi ni� va comprenden la generación y distribución del recurso. 
Atendiendo a dicho interés y en el marco del proyecto de medición del PBI de 
Bahía Blanca llevado adelante por el CREEBBA, es que el sector se ha incluido en 
las es� maciones per� nentes, más específi camente dentro del capítulo Suministro de 
electricidad, gas y agua, tal como lo defi ne el sistema de cuentas nacionales.
En ediciones anteriores de IAE1, se ha avanzado en la cuan� fi cación del aporte 
sectorial a la economía de Bahía Blanca, con especial énfasis en la distribución. En 
aquella oportunidad se presentaban las es� maciones correspondientes al período 
2009. En este informe se actualizan las cifras a 2012 y se amplían y refi nan las cifras, 
incorporando también datos de la ac� vidad de generación.
Generalidades del sector eléctrico en la ciudad
La generación local de energía eléctrica está a cargo de la Central Piedra Buena (CPB), 
que se encuentra ubicada en el puerto de Ingeniero White. La planta está compuesta 
por dos turbinas de 310 MW cada una, totalizando 620 MW que representa el 2,1% 
de la capacidad instalada de la Argen� na. Las calderas están equipadas para funcionar 
indis� ntamente con gas natural o fuel oil. El abastecimiento de gas natural se realiza a 
través de un gasoducto propio de 22 kilómetros, que también es operado y mantenido 
por CPB y que conecta con el sistema de gasoducto troncal de Transportadora Gas del 
1Ver IAE 113, 
noviembre 2010, 
Valor agregado en la 
distribución local de 
energía eléctrica.
Estudios especiales
8 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Sur. CPB cuenta además con dos tanques para el almacenamiento de fuel oil con una 
capacidad combinada de 60 mil metros cúbicos. Desde 1997, la generación anual 
promedio fue de 2.029 GWh, con un máximo de 3.434 GWh registrado en 2011 y un 
mínimo de 189 GWh constatado en 2002.
En tanto, la prestación del servicio de distribución de electricidad es realizada por 
Empresa Distribuidora de Energía Sur (EDES SA), la concesionaria desde 1997 de la 
distribución de energía en la zona sur de la provincia de Buenos Aires2. Desde ese año 
y tras la priva� zación bonaerense de la ex ESEBA, la empresa comercializa y distribuye 
electricidad en un área de más de 76,5 mil kilómetros cuadrados bajo regulación 
del Organismo de Control de Energía de la Provincia de Buenos Aires (OCEBA). Las 
otras dos zonas de concesión en el ámbito provincial son Norte, en donde opera 
la Empresa Distribuidora de Energía Norte (EDEN SA) y Atlán� ca, bajo la órbita de 
Empresa Distribuidora de Energía Atlán� ca (EDEA SA). 
La can� dad total de clientes de la concesionaria es superior a los 170 mil y la cobertura 
involucra unos 5,5 mil kilómetros de redes. En este mercado, según informa la 
empresa, Bahía Blanca � ene una importancia de alrededor del 75%.
Del total de energía eléctrica abastecida a Bahía Blanca, casi el 75%, unos 1,1 millones 
de MWh se des� na anualmente a uso industrial, mientras que cerca del 16% es 
demandado por usuarios residenciales (226 mil MWh/año) y el 7,3%, por el comercio 
(106,3 mil MWh/año). El alumbrado público y el uso ofi cial siguen en importancia, 
con pesos rela� vos en torno al 1%. El sector rural y los servicios sanitarios son los que 
menores requerimientos presentan (menos del 0,5% del total).
Los entes prestadores iden� fi cados, que demandan electricidad al mercado 
mayorista y/o asumen ac� vidades de generación energé� ca para su distribución fi nal 
en la zona de interés son EDES, Coopera� va de la Colonia La Merced, Coopera� va de 
Cabildo y Grandes Usuarios Mayores y Menores. Entre los datos destacados, puede 
mencionarse que el 99,3% de la energía de uso residencial, unos 226 mil MWh en 
2011, es distribuido por EDES, quedando el remanente a cargo de la Coopera� va 
de Cabildo. De modo similar, la electricidad des� nada a la ac� vidad comercial 
proviene en un 96,4% de EDES, 3,3% de GUMEN y menos del 1% de la Coopera� va 
de Cabildo. En la aplicación industrial, el agrupamiento GUMEN, con alrededor de 
928 mil MWH, concentra casi el 85% del suministro de electricidad, quedando EDES 
en segunda instancia, con alrededor de 163 mil MWh. La Coopera� va de Colonia 
La Merced adquiere alguna importancia en el abastecimiento rural, con unos 430 
MWh anuales y un aporte menor des� nado a alumbrado público (11 MWh). En 
términos de can� dad de usuarios el esquema se repite, siendo la mayor can� dad la 
correspondiente a EDES, que registra casi 118 mil usuarios residenciales y cerca de 12mil usuarios comerciales. El Cuadro 1 resume y detalla las cifras antes comentadas.
Aporte a la economía local
La contribución del sector eléctrico al producto bruto de la ciudad de Bahía Blanca se 
compone de los aportes económicos provenientes de dos segmentos específi cos: el 
de distribución y el de generación de electricidad.
Según se detalla en la metodología de las cuentas nacionales, para el cálculo del valor 
agregado del sector de distribución de electricidad se u� liza la demanda neta del 
 2Área de cobertura de la 
empresa: Adolfo Alsina, 
Bahía Blanca, Coronel de 
Marina L. Rosales, Coronel 
Dorrego, Coronel Pringles, 
Coronel Suárez, General 
Lamadrid, Guaminí, 
Laprida, Monte Hermoso, 
Patagones, Puan, Saavedra, 
Tornquist y Villarino.
Estudios especiales
9Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Demanda de energía eléctrica y cantidad de usuarios en Bahía Blanca por ente prestador y uso
Energía facturada en MWh
Uso EDES SA Coop. C. La Merced Coop. Cabildo GUMEM Subtotales
Residencial 224.817 0 1.612 0 226.428
Comercial 102.453 0 383 3.461 106.297
Industrial 162.989 0 2.860 927.620 1.093.469
Serv. Sanit 0 0 4.808 0 4.808
Al. Público 14.949 11 356 0 15.315
Oficial 9.948 0 1.891 0 11.839
Rural 109 430 1.649 0 2.187
Totales 515.266 440 13.557 931.081 1.460.344
Cantidad de usuarios
Uso EDES SA Coop. C. La Merced Coop. Cabildo GUMEM Subtotales
Residencial 117.802 0 963 0 118.765
Comercial 11.986 0 64 3 12.053
Industrial 231 0 9 13 253
Serv. Sanit 0 0 1 0 1
Al. Público 1 1 1 0 3
Oficial 544 0 3 0 547
Rural 19 81 293 0 393
Totales 130.583 82 1.334 16 132.015
Cuadro 1
Fuente: Secretaría de Energía - Dirección Nacional de Prospec� va - Informe del Sector Eléctrico 2011
MEM como primera es� mación, que luego es reemplazada por la demanda de los 
usuarios fi nales. Esto es así porque, dado que la energía prác� camente no puede 
almacenarse, la can� dad entregada a los usuarios fi nales, en líneas generales, coincide 
con la demandada al mercado mayorista. Los valores corrientes surgen de indexar los 
valores constantes por precios del Sistema de Índices de Precios Mayoristas del INDEC, 
así como los precios monómicos mayoristas de CAMMESA. La venta de energía a los 
usuarios fi nales se valoriza según los valores fi jados en los cuadros tarifarios vigentes, 
sin considerar impuestos ni subsidios.
La aplicación de la metodología descripta al caso local se resuelve en los siguientes 
pasos:
1. Cálculo de los consumos de electricidad por categoría de cliente y uso. La 
información provista por EDES abarca a toda la región de cobertura y se encuentra 
discriminada por � po de demanda (pequeña, mediana, grande, de coopera� vas) 
y por uso (residencial, comercial, industrial, gubernamental, rural, alumbrado 
público). Teniendo en cuenta que la ciudad � ene un peso rela� vo del orden del 
75%, se ob� ene una es� mación de la electricidad abastecida a cada cliente y 
según cada aplicación, siguiendo la mencionada pauta. Los resultados obtenidos 
Estudios especiales
10 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
pueden chequearse con las estadís� cas provistas por la Secretaría de Energía, que 
se encuentran desagregadas por localidad.
2. Valoración electricidad suministrada. En base a las tarifas por categoría y tramo 
de consumo detalladas en el cuadro vigente, se ob� ene un precio promedio 
del kwh para cada � po de cliente y demanda. Se toma el cuadro tarifario sin 
subsidios.
3. Valoración compras al mercado mayorista. Los datos de MWh adquiridos al 
MEM por EDES son expresados en términos nominales, mediante la aplicación 
de un precio monómico promedio ponderado. De acuerdo al informe estadís� co 
anual de CAMMESA, durante 2012, el 83,7% de la energía se comercializó a 
precio estacional y el 16,3% restante, en el mercado spot. Por lo tanto, el precio 
promedio ponderado tomó en cuenta dichas proporciones, dando como resultado 
un valor de 123,54 $/MWh. Cabe mencionar que, en 2012, el precio monómico 
medio anual estacional fue de 82,9 $/MWh y el precio monómico medio anual 
del mercado spot, de 332 $/MWh.
4. Cálculo valor agregado. La diferencia entre las ventas a usuarios fi nales y las 
compras al mercado mayorista arrojan una medida del aporte del sector de 
distribución eléctrica a la economía local. De acuerdo a los datos correspondientes 
a 2012, el valor agregado sectorial para dicho período asciende a 1.212,7 millones 
de pesos. El Cuadro 2 resume el valor agregado para el total de sector y el detalle 
del mismo para las principales categorías de clientes.
Al valor agregado en la distribución de energía debe sumársele el correspondiente 
a la ac� vidad de generación para arribar al aporte sectorial total. De acuerdo a los 
datos publicados por la empresa Pampa Energía correspondientes a la Central Piedra 
Buena, en 2011 -úl� mos datos disponibles-, los ingresos por ventas fueron de 1.760, 
Valor agregado sector Distribución de energía eléctrica
Año 2012
Categoría Facturasemitidas
KWh
facturados
Valoración bruta
KWh ($)
Compras
MEM ($)
Valor
agregado ($)
Pequeñas demandas 797.383 333.490.358 219.929.703 41.198.405 178.731.298
Medianas demandas 6.033 33.664.543 456.160.303 4.158.817 452.001.486
Grandes demandas 3.150 251.896.395 466.019.889 31.118.530 434.901.359
Pequeñas demandas rurales 2.644 2.212.295 1.249.283 273.300 975.982
Cooperativas 18 15.159.478 61.934.046 1.872.757 60.061.290
Servicio de peaje 103 56.856.913 62.235.510 7.023.934 55.211.576
Otros 287 14.077.911 32.595.421 1.739.143 30.856.277
TOTALES 809.618 707.357.892 1.300.124.154 87.384.886 1.212.739.268
Cuadro 2
Fuente: elaboración propia en base a datos de Secretaría de Energía, EDES SA y Resolución Provincial 141/10
Estudios especiales
11Indicadores de Ac� vidad Económica 129
BOX 1. SECTOR ELÉCTRICO: VARIABLES FUNDAMENTALES PARA EL CÁLCULO DEL VALOR AGREGADO
Costo marginal. El costo marginal de corto plazo es lo que cuesta producir una unidad más cuando se está a plena producción. 
Para un Generador Eléctrico el costo marginal es el aumento en sus costos por producir un kwh más y prác� camente igual al 
costo del combus� ble que gasta para producir ese kwh de más. En el MEM el costo marginal del sistema (también conocido 
como precio spot) es el incremento del costo total por kwh adicional demandado y coincide con el costo marginal de la 
máquina de mayor costo marginal que se encuentra entregando energía en el sistema en ese momento, pues esta máquina 
es la que debe proveer ese kwh adicional.
Precio spot. Es la valorización horaria de la energía comercializada, equivalente al costo marginal de la máquina que cubriría 
el próximo kw de incremento de la demanda, sobre la base del despacho realizado por CAMMESA. 
Precio potencia puesta a disposición. Es un importe fi jo abonado al generados, por el hecho de estar disponible, por cada 
MW generado durante las horas fuera de valle.
Precio monómico. Es la sumatoria del precio spot, el precio de potencia disponible y otros conceptos de menor incidencia 
económica (riesgo de falla, energía adicional, etc.).en defi ni� va, el precio monómico se presenta subdividido en las 
siguientes componentes:
a) Componente relacionado a la energía, dis� nguiendo dentro de éste el correspondiente a los sobrecostos debidos a 
la u� lización de combus� bles alterna� vos al gas, los cargos pagados por la demanda excedente y otros conceptos 
establecidos en los Contratos Abastecimiento 
b) Componente relacionado a la potencia y reserva.
c) Componente por cargos por u� lización de la red de transporte.
millones de pesos, correspondientes a un total de energía vendida de 4.152 GWh, a 
un precio promedio de 424 S/MWh. Asimismo, la empresa informó un margen bruto 
promedio de 29,9 $/MWh para tal período. En base a estos datos y a la información de 
energía generada, comprada y vendida por la central, se es� ma que en 2011 el aporte 
neto del sector generación eléctrica fue de 102,7 millones de pesos (Ver Cuadro 3).
En resumen,considerando las ac� vidades de generación y distribución de electricidad, 
se es� ma un valor agregado no inferior a los 1.315 millones de pesos para el año 2012 
en la ciudad de Bahía Blanca3. 
Generación de energía eléctrica - Central Piedra Buena
CONCEPTO 2009 2010 2011
Generación Neta (GWh) 2.390 2.646 3.434
Energía Comprada (GWh) 808 755 718
Total de Energía Vendida (GWh) 3.198 3.401 4.152
Precio Promedio ($/MWh) 255,2 398,5 424,0
Margen Bruto Promedio ($/MWh) 13,8 28,3 29,9
Ingresos por ventas (millones $) 816,1 1.355,3 1.760,4
Valor agregado (millones $) 33,0 74,9 102,7
Cuadro 3
Fuente: Pampa Energía S.A. 
y es� maciones CREEBBA
3En rigor, habría que actualizar 
la cifra correspondiente a 
generación al año 2012 para 
arribar con mayor exac� tud al 
valor agregado sectorial. No 
obstante, el 90% del mismo, 
se explica por la ac� vidad de 
distribución que se encuentra 
debidamente actualizada, por 
lo que, en términos generales, 
se llega a un valor bastante 
preciso de la contribución 
sectorial del período.
Estudios especiales
12 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Medicina prepaga en Bahía Blanca
En el país hay casi 570 
empresas de medicina 
prepaga, y sólo 5 
concentran más de la 
mitad de los afi liados.
Con 53.500 afi liados 
en la ciudad de Bahía 
Blanca, el sector genera 
empleo para casi 200 
personas.
En Bahía Blanca unas 9 
empresas de medicina 
prepaga prestan 
servicios: 8 de ellas 
cuentan con sede local.
  
Con el objeto de conocer la situación actual de las empresas de medicina prepaga en la ciudad de Bahía Blanca, el siguiente informe describe las ac� vidades 
desarrolladas por el sector y sus principales caracterís� cas generales, fi nalizando 
con datos específi cos para la ciudad de Bahía Blanca, como can� dad de empresas 
instaladas, número de benefi ciarios, empleo generado y demás aspectos salientes 
de la ac� vidad.
 
Las principales fuentes consultadas son la Superintendencia de Servicios de Salud de 
la Nación, la Asociación Civil de Ac� vidades Médicas Integradas (ACAMI), la Asociación 
de En� dades de Medicina Prepaga (ADEMP), la Asociación de Clínicas, Sanatorios y 
Hospitales Privados de la República Argen� na (ADECRA), la Cámara de Ins� tuciones 
Médico Asistenciales de la República Argen� na (CIMARA), la Asociación Argen� na 
de Estudios de Administración Pública (AAEAP), si� os en Internet de las empresas 
del sector, consultas a referentes del sector, trabajos académicos elaborados sobre 
el tema de medicina prepaga y notas específi cas elaboradas por publicaciones 
especializadas.
El estudio también presenta los nuevos desa� os a los que se enfrenta la medicina 
prepaga del país y la ciudad como consecuencia de la nueva legislación en la 
materia y las incorporaciones recientes al Programa Médico Obligatorio, próximos 
a reglamentarse en su totalidad. El incremento en la cartera de afi liados, la 
diversifi cación de ac� vidades, el análisis detallado de los costos y las solicitudes de 
incrementos paula� nos de tarifas podrían ser las alterna� vas con las que trabaja el 
sector para atender los cambios impuestos en la estructura de costos. En el apartado 
específi co para el sector en la ciudad de Bahía Blanca, se encontrará el estado de 
situación actual de las empresas con menciones acerca de la evolución de precios 
recientes y datos coyunturales de la ac� vidad.
El sector de medicina prepaga a nivel del país 
Antecedentes y defi nición. El primer registro de experiencia similar a la ac� vidad 
de medicina prepaga actual se remonta al año 1932, cuando el doctor Alejandro 
Schvarzer reunió a un grupo de médicos de dis� ntas especialidades para conformar 
una en� dad en la cual cada médico seleccionado aportaba sus propios pacientes y así 
se daba forma a una cartera unifi cada de abonados por una mínima cuota periódica. 
Desde allí puede reconocerse el origen de lo que luego se implementaría como 
medicina prepaga en Argen� na.
Si bien no hay una defi nición unánime sobre el término, podría defi nirse a la medicina 
prepaga como el acto en el cual los asociados contratan voluntariamente un plan de 
Estudios especiales
13Indicadores de Ac� vidad Económica 129
cobertura médica con una gama de servicios predeterminados, comprome� éndose 
por su parte a pagar sucesivamente una cuota periódica. Como contrapar� da, la 
en� dad prestataria del servicio debe administrar esos recursos, adjudicándolos a cada 
usuario de acuerdo con el � po de plan que hubiese contratado y en el momento en que 
se produzcan los siniestros o eventos asegurados. Cada en� dad establece su contrato 
de seguro médico que defi ne las condiciones de la cobertura, la cuota y los requisitos 
exigidos. De esta manera, la medicina prepaga pareciera tener un funcionamiento 
similar al que � enen las compañías de seguro, comportándose como un “seguro 
contra enfermedades”. Sin embargo, el � po de sistema que llevan a cabo, también 
puede asimilarse al funcionamiento que llevaban a cabo las ex Administradoras de 
Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), dado que según referentes del sector, el 
1% de la población del país insume el 33% del dinero des� nado a salud, mientras que 
un 50% de la población sólo demanda el uso del 4,7% de esos fondos. Por ello, es muy 
importante que los jóvenes ingresen al sistema de prepagas u obras sociales, para 
que las personas mayores tengan coberturas.
El sector salud en Argen� na cuenta con un abanico de en� dades y organizaciones que 
se dedican a diversos aspectos de la ac� vidad. En el país coexisten tres subsistemas 
de cobertura sin un marco general que paute la ar� culación entre ellos: a) el 
subsistema público, que presta servicios mediante centros de atención primaria de 
la salud y hospitales; b) la seguridad social, que incluye las obras sociales sindicales, 
las provinciales y el Programa de Atención Médica Integral (PAMI), y c) el subsistema 
privado, compuesto por las prepagas y mutuales. Según datos del sector, de cada 10 
personas, 4 acceden a los servicios públicos de salud, 4 � enen cobertura de obras 
sociales nacionales, 1 de obras sociales provinciales y, otra, de prepagas. Se es� ma 
que anualmente se gasta un 10% del PBI en Salud, de los cuales 3% corresponde a 
medicina privada.
Regulación. El sector pasó de estar prác� camente desregulado a situaciones de 
regulación parcial y posterior sanción de una ley específi ca para el desarrollo de estas 
prestaciones.
Desde mediados de los ´90 se intenta dar una norma� va general a las en� dades de 
medicina prepaga. El sistema de cobertura comienza a ser parcialmente regulado en 
1997 con la entrada en vigencia de la Ley 24.754. A par� r de ese año, las empresas 
de medicina prepaga deben cubrir, como mínimo y en todos los planes que ofrezcan, 
todas las prestaciones previstas en el Programa Médico Obligatorio (PMO)1, cuyas 
caracterís� cas fueron fi jadas en la Resolución 247/96 del Ministerio de Salud y Acción 
Social. Al año 2007 ya había 19 normas de orden nacional y 25 normas de orden 
provincial, pero aún no exis� a una ley que unifi que los criterios de regulación. Si bien 
las primeras propuestas en Diputados son del año 1999, es fi nalmente en el año 2011 
que se aprueba la ley de medicina prepaga 26.682, la cual ya cuenta con 2 decretos 
posteriores y 3 resoluciones que profundizan y/o aclaran norma� vas de la ley original. 
En forma resumida puede mencionarse que la ley 26.682 redefi ne el negocio de la 
medicina privada y regula la operatoria de las empresas del sector. La norma establece 
que el Estado, por medio del Ministerio de Salud, se reserva la potestad de autorizar 
y revisar los valores de las cuotas y las modifi caciones que propusieren las empresas 
de medicina prepaga. En caso de solicitar incrementos en las tarifas, la Autoridad de 
Aplicación hará alusión al pedido cuando el mismo esté fundado en variaciones de la 
estructura de costos y razonable cálculo actuarial de riesgos. Respecto a las diferencias 
en los valores delas prestaciones, sólo se permite variación máxima de tres veces 
entre el precio de la primera y la úl� ma franja etaria prevista. Adicionalmente, la 
nueva ley defi ne que los contratos entre las prepagas y los usuarios no pueden incluir 
períodos de carencia o espera para todas aquellas prestaciones que se incluyan en 
1Según lo defi ne la 
Superintendencia de Servicios 
de Salud, el Programa 
Médico Obligatorio (PMO) 
es una canasta básica de 
prestaciones a través de la 
cual los benefi ciarios � enen 
derecho a recibir atenciones 
médico asistencial. Las obras 
sociales y prepagas deben 
brindar las prestaciones 
del Programa Médico 
Obligatorio (PMO) y otras 
coberturas obligatorias, sin 
carencias, preexistencias 
o exámenes de admisión. 
Comenzó a aplicarse en 
1996 y se amplió en 2002, 
obligando a las empresas 
a brindar prestaciones 
de atención primaria y 
secundaria, internación, 
tratamientos ambulatorios, 
odontológicos, psiquiátricos 
y de drogadicción, cubrir 
el Plan Materno Infan� l, 
prótesis, medicamentos y 
tratamientos costosos como 
los de HIV o los oncológicos. 
A esto se suman tratamientos 
incorporados recientemente 
como la fer� lización 
asis� da, el cambio de 
sexo, los tratamientos y 
alimentos para celíacos, 
las cirugías reconstruc� vas 
como consecuencia de una 
mastectomía por patologías 
mamarias, entre otros.
Estudios especiales
14 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
el PMO. Las otras modalidades prestacionales y los � empos previstos en el contrato 
como período de carencia, en tanto, deben estar claramente explicitados en el 
contrato y aprobados por el Ministerio de Salud. Además, las prepagas no podrán 
alegar una enfermedad preexistente o la edad como mo� vo para negar el ingreso de 
un nuevo afi liado al sistema. En el caso de las personas mayores de 65 años de edad, 
el Estado, a pedido de la empresa, defi nirá los porcentajes de aumento de costos 
según el riesgo para los dis� ntos rangos etarios. Esta disposición es aplicable a los 
nuevos afi liados. Sin embargo, los usuarios mayores de 65 años, con an� güedades 
mayores a 10 años en la empresa, no serán suscep� bles de aumento alguno ni de 
coseguro en virtud de su edad. Al momento, según referentes del sector, la ley está 
vigente pero aún no está 100% reglamentada por lo que existen algunas cues� ones 
que no se aplican todavía en la prác� ca debido a retrasos burocrá� cos del sistema.
Referentes del sector e inves� gadores académicos del sistema de salud del país, 
creen que la nueva ley se focaliza exclusivamente en los derechos del consumidor. 
Si bien el sistema está aún lejos de ser perfecto y posee inconvenientes, los usuarios 
han logrado contar con un gran número de derechos que, a criterio de las empresas 
de medicina prepaga, no pueden trasladarse en su totalidad al valor de las cuotas. 
Una vez defi nidas a las en� dades de medicina prepaga dentro de una ley, se creó una 
Comisión Evaluadora integrada por una abogada, un médico y un economista que 
� ene a su cargo la evaluación de los requisitos exigidos a las en� dades de medicina 
prepaga para su inscripción en el Registro Nacional de En� dades de Medicina Prepaga 
(RNEMP), lo cual les permite luego funcionar como tal.
Tipo de empresas. Como se mencionó anteriormente, la medicina prepaga presenta 
ciertas caracterís� cas que hacen par� cularmente compleja la ac� vidad regulatoria. En 
primer término porque comprende organizaciones de muy variada naturaleza tanto 
social como jurídica o económica. Existen, por ejemplo, en� dades con y sin fi nes de 
lucro, obras sociales con sistemas de adherentes, prepagos sanatoriales, sociedades 
comerciales y mutuales, y prepagos gremiales que ofrecen coberturas integrales 
o de alguna especialidad en par� cular. La heterogeneidad también se refl eja en la 
composición del capital accionario, la población que sirven, la realidad local en la que 
operan y el conjunto de prestaciones básicas que son objeto de aseguramiento. Sin 
embargo, como se verá en el apartado siguiente, las principales empresas del sector 
son en� dades privadas que concentran la mayor parte del mercado.
Concentración del mercado en principales empresas. Según diversas notas periodís� cas 
con base en consultoras de mercado, se es� ma que en la Argen� na hay cerca de 570 
empresas de cobertura prepaga, de las cuales 5 concentran más de la mitad de los 
afi liados. Luego de las nuevas regulaciones, los referentes del sector consideran que 
se agudizará la concentración del mercado. La pérdida de rentabilidad provocada 
por el congelamiento y regulación de tarifas de los úl� mos años hará poco viable el 
mercado para en� dades pequeñas. Esto se observa en muchas compañías chicas que 
están buscando desprenderse de la cartera, tratándose éstas principalmente de grupos 
del interior del país con un promedio de 5.000 a 7.000 capitas. Las que sobreviven 
se caracterizan principalmente por estar integradas ver� calmente y diversifi car sus 
ac� vidades hacia otros rubros como seguros de salud, seguros de riesgo de trabajo, 
seguros al viajero, ac� vidades de turismo, organización de espectáculos y gimnasios. 
Independientemente de que cuenten o no con servicios propios, las empresas deben 
contratar los servicios de clínicas, sanatorios y profesionales independientes.
Respecto a la integración ver� cal, tener el sanatorio marca una diferencia pero, pese 
a los altos precios que se cobran por estadía, es muy di� cil recuperar la inversión 
Estudios especiales
15Indicadores de Ac� vidad Económica 129
inicial que es muy elevada. A esto se suma la complejidad y los riesgos en el manejo 
laboral y el hecho de que actualmente la oferta de sanatorios es rela� vamente amplia 
en Capital Federal, aunque en algunas localidades bonaerenses sí existen solo uno o 
dos sanatorios. Un riesgo adicional de contar con sanatorios es el temor a una nueva 
caída en el número de afi liados que revierta la situación que se vive al menos desde 
el año 2004. Cabe destacar que en la crisis del 2001 cayó casi un 20% el número de 
afi liados a prepagas.
Brevemente y con base en un estudio elaborado por la ADEMP, se es� ma que por 
cada 1.000 afi liados hay 3,5 empleos generados en la medicina privada, por lo que 
se es� ma que más de 16.000 personas desarrollan ac� vidades en el ámbito de este 
sector de manera directa en Argen� na, excluyendo a prestadores y considerando sólo 
lo que generan los afi liados voluntarios.
Tipo y número de afi liados. Con base en informes periodís� cos sustentados en 
inves� gaciones de consultoras privadas y consultas a referentes del sector, junto con 
datos del Registro de la Superintendencia de Servicios de Salud, se obtuvieron las 
caracterís� cas de afi liación y el número aproximado de los mismos en el país.
En primera instancia puede decirse que existen dos � pos de afi liados a las empresas 
de medicina prepaga: por un lado, aquellos que han optado por contratar un seguro 
privado de salud, y por el otro quienes, por estar afi liados a una obra social que 
estableció un convenio de atención de su cartera con una cierta empresa de medicina 
prepaga, pasan a depender de la misma. Esta úl� ma modalidad de afi liación se 
incrementó aún más luego de la crisis del 2001, ya que para tener un mayor número 
de afi liados que permi� era distribuir mejor los riesgos y bajar los costos por persona, 
las prepagas, además de fusionarse entre sí, fi rmaron cerca de 150 contratos de 
concesión y gerenciamiento con obras sociales que delegaron la responsabilidad de 
la asistencia médica de sus benefi ciarios estableciendo para ello un pago mensual 
per cápita. En muchos casos esos afi liados deben afrontar el pago de la diferencia 
entre el valor de la cuota y el aporte obligatorio. De este modo, las prepagas entraron 
a compe� r de manera indirecta en el sistema de las obras sociales, porque si bien 
los afi liados al sistema solidario no están autorizados a elegir una prepaga sí pueden 
cambiar de obra social,las cuales optaron por aliarse con prepagas para mejorar 
sus atrac� vos y ampliar su porción en un mercado que a simple vista con� nuó 
“cerrado”.
Las casi 570 en� dades de medicina prepaga cuentan en Argen� na, según cifras 
del Registro de la Superintendencia de Servicios de Salud, con casi 12 millones de 
benefi ciarios, de los cuales la mitad, aproximadamente, son jóvenes, menores de 
36 años. Este relevamiento incluye sociedades comerciales, mutuales, fundaciones, 
asociaciones civiles, obras sociales del personal de dirección y las que � enen planes 
de adherentes, complementarios o superadores. El alto número de benefi ciarios 
se debe a que muchos afi liados de obras sociales sindicales derivan sus aportes a 
prepagas, � enen planes complementarios o contratan servicios parciales. Si no se 
considera a este � po de benefi ciarios, el número es sensiblemente menor superando 
los 4,6 millones de personas. Este subgrupo, esencialmente conformado por contratos 
directos, se trata de personas de ingresos medios/altos radicadas principalmente en 
Capital Federal y Buenos Aires, aunque también se destaca la par� cipación de Santa 
Fe, Rosario, Córdoba y Mendoza.
Con la crisis de 2001/2002, el subsistema sufrió una pérdida de afi liados que recién 
comenzó a rever� rse desde 2004, cuando se recuperó la can� dad de adherentes y 
volvieron a crecer los planes con mayores y mejores prestaciones. Buena parte de 
Estudios especiales
16 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
los afi liados que se incorporaron en los úl� mos años a prepagas son clientes nuevos, 
algunos pocos migraron de compañías chicas y, desde que se desregularon las obras 
sociales (en el año 2000), subió el número de pacientes que redireccionan sus aportes 
laborales a la medicina privada. Junto al mercado de cápitas individuales, existe un 
mercado corpora� vo que contrata cobertura médica para sus empleados. Esto hace 
que una de las principales causas de bajas en las empresas de medicina prepaga sea 
los cambios laborales y que el crecimiento de las empresas del sector esté asociado 
al poder adquisi� vo y la evolución del mercado del trabajo.
Por úl� mo, como caracterís� ca de la ac� vidad y del proceder de los afi liados, se 
menciona que los cuidados de salud no son iguales para todos los argen� nos. La 
atención cura� va predomina entre los más pobres y los cuidados preven� vos son 
más frecuentes entre los sectores de mayores ingresos. Los hogares pobres, al actuar 
sobre la enfermedad, � enen un gasto de bolsillo rela� vamente mayor. Cabe recordar 
que el grupo de personas de menores ingresos u� liza principalmente los servicios 
públicos de salud o, de contar con algún empleo registrado, cuentan con una obra 
social sindical.
Precios. Vinculado con la regulación del sector se encuentra el valor de las cuotas 
cobradas a los afi liados por parte de las prepagas. Por la ley de la medicina prepaga, 
los aumentos de las cuotas deben ser autorizados por la Superintendencia de Servicios 
de Salud, previa presentación por parte de las empresas de un informe que jus� fi que 
el incremento de los costos. Según las empresas del sector e informes elaborados 
por consultoras privadas, el sector suele realizar ajustes por detrás de la infl ación (es 
decir, ajusta los precios después que los gastos) y el aumento de precios resulta sobre 
todo un desgaste en � empo y esfuerzos. La infl ación elevada, además, complica 
cualquier previsión de reserva técnica por la depreciación real que termina sufriendo 
esa reserva. Junto con la regulación y defi nición de las tarifas, se sumó el pedido de 
congelamiento de precios por parte de la Secretaría de Comercio Interior. Ello generó 
un desfasaje mayor entre ingresos y costos para las empresas del sector. Los úl� mos 
incrementos permi� dos estuvieron por debajo de lo solicitado por las empresas de 
medicina prepaga. Éstas dicen que el congelamiento de sus cuotas depende de que 
las clínicas y sanatorios y también los profesionales no modifi quen sus aranceles y 
honorarios. De lo anterior se desprende que desde hace un � empo las prepagas no 
son formadoras de precios, sino tomadoras de precios dependiendo esencialmente 
de las paritarias de los trabajadores del sector y de la actualización de los aranceles 
de los prestadores. El sector de clínicas sos� ene que el grueso de sus gastos son 
salarios y que no pueden dejar de trasladar las subas salariales a los valores de los 
aranceles que pagan las prepagas, obras sociales o directamente los afi liados. Según 
informes periodís� cos recientes, para el presente 2013 las empresas de medicina 
prepaga prevén pedir una autorización para subir sus cuotas alrededor de un 26% en 
dos etapas: un 15% para que rija entre julio y agosto y otro 11% hacia diciembre, en 
consonancia con los incrementos salariales que han otorgado.
En contrapar� da a la solicitud de las empresas del sector, y con base en un informe 
periodís� co elaborado según una inves� gación realizada por una consultora de 
mercado, el 40% de los contratantes del servicio de medicina prepaga no está de 
acuerdo con los incrementos que han sufrido las cuotas en los úl� mos años. Sin 
embargo, casi la mitad de los afi liados eligen a las empresas que poseen las cuotas 
más altas que concentran casi el 70% de la facturación total del sector. En relación a los 
mo� vos de elección de las empresas de medicina prepaga por parte de los afi liados, 
el 21% de los usuarios del país decidió la prepaga a contratar por la cobertura general 
que le ofrecieron, el 18% la recibe como benefi cio laboral, el 14% señaló la cobertura 
en clínicas y sanatorios, el 13% se guió por referencias, el 11% por la calidad de los 
Estudios especiales
17Indicadores de Ac� vidad Económica 129
profesionales médicos, el 8% por la relación precio-calidad y el 6% lo hizo por el precio 
de la cuota. El principal mo� vo de cambio de empresa de salud privada se debe a la 
rotación laboral, mientras que la imposibilidad de pago es el principal factor en el 
20% de los usuarios que se vieron en la necesidad de migrar.
Por ende, hay una contraposición entre los precios que necesitan cobrar las empresas 
(y no se les permite) y la percepción de los afi liados respecto al valor de las cuotas y 
las prestaciones otorgadas. Para ello, se presenta posteriormente el análisis de costos 
de las compañías, las tendencias del sector y las difi cultades que están afrontando en 
la actualidad.
Costos. Dentro de los costos de en� dades de medicina prepaga y con base en un 
informe de la ADEMP se establecen 3 � pos de costos destacados de las empresas del 
sector. Por un lado se encuentran los gastos ambulatorios, dentro de los cuales se 
encuentran las consultas médicas, la medicación ambulatoria, el costo del diagnós� co 
por imágenes, los gastos de laboratorio, las consultas odontológicas, los gastos por 
rehabilitación, las emergencias domiciliarias, los gastos en concepto de salud mental 
y otras prestaciones ambulatorias. A esto se suman los costos por internaciones, tales 
como la internación de pacientes propiamente dicha, la anestesiología, las prótesis o 
implantes, la internación domiciliaria y otras prestaciones. Por úl� mo, se destacan los 
gastos de ges� ón, distribuidos en concepto de recursos humanos, gastos comerciales 
y administra� vos de la empresa de medicina prepaga en sí. Estos úl� mos son el 20% 
aproximadamente del costo total. Del restante 80%, más de la mitad se des� na a 
gastos ambulatorios y el resto a internación y otras prestaciones.
Desde el sector destacan que la cobertura de los eventos de salud de una población 
se costea de acuerdo a un cálculo actuarial de costos, que luego se traduce en precios 
y que requiere de dos premisas fundamentales: tanto el universo de personas a cubrir 
como los riesgos que se cubran deben ser limitados y conocidos. La falta de límites 
precisos de cualquiera de estas dos variables torna inviable la construcción de una 
ecuación de costos previsibles y poneen riesgo la sustentabilidad de las empresas. Es 
por ello que la nueva ley impacta en el normal desempeño del sector. A esto se suma 
que en los úl� mos años todos los costos aumentaron. La paritaria de empleados es 
el detonante, ya que los costos salariales � enen una incidencia importante sobre el 
total y trae aparejados otros aumentos, por ejemplo de los prestadores. El avance 
de la tecnología también infl uye. En este sen� do, las restricciones cambiarias y a 
las importaciones de equipamiento médico impactan en los costos previstos para 
empresas de medicina prepaga. La solicitud de incrementos en salarios sin una 
correspondiente compensación en aranceles también colabora en la concentración 
de mercado que se está llevando a cabo en el sector privado de salud.
Margen. Según referentes del sector, la medicina prepaga es un mercado en el que 
las compañías facturan mucho dinero y trabajan con un margen de rentabilidad 
muy bajo. Además, esa rentabilidad, la mayoría de las veces, se reinvierte casi en 
su totalidad. En los úl� mos años se requiere trabajar con una escala considerable 
sin mucho margen para improvisaciones. Las inves� gaciones de consultoras de 
mercado ubican a la rentabilidad del sector entre el 1% y el 3% de la facturación con 
base en la CIMARA y consultas a empresas de medicina prepaga. Esto se man� ene 
rela� vamente estable desde hace algún � empo. La razón que explica esta estabilidad 
es que los aumentos de precios a los clientes son trasladados prác� camente en su 
totalidad al pago de los aranceles que fi jan los prestadores, respondiendo, a su vez, 
a las variaciones de sus estructuras de costos vinculadas con la masa salarial de sus 
empleados. Las prepagas esperan que la nueva regulación merme todavía más los 
márgenes del sector. 
Estudios especiales
18 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Tendencias del sector. Con el objeto de completar el análisis, se presentan las 
principales tendencias del sector según referentes del sector:
 El gasto en salarios médicos y prestaciones � ene un peso creciente. Ello obliga 
a achicar el gasto no médico y lleva a que los salarios no médicos no sean 
par� cularmente altos. De allí que pueda comenzar a observarse cada vez más 
rotación del personal.
 Mientras que hace varios años el mayor número de afi liados estaba en las 
prepagas más baratas, hoy es exactamente al revés.
 La tasa de uso de las prepagas es sustancialmente más alta que la de las obras 
sociales. En las prepagas, el afi liado realiza, en promedio, entre 7 y 10 consultas 
médicas por año, mientras que los afi liados de las obras sociales hacen entre 2 y 
4. Otra ventaja rela� va de las obras sociales es que prác� camente no � enen clase 
pasiva (más cara de atender) porque ésta es atendida por PAMI.
 La facturación sectorial en los úl� mos años aumentó levemente, mientras que la 
rentabilidad se man� ene estable en niveles bajos o cae levemente.
 El envejecimiento poblacional de afi liados a prepagas es notorio, pasando de 33 
años de edad promedio en 2004 a más de 41 años de promedio en 2010. A esto 
se adiciona que, según especialistas en la materia, las enfermedades crónicas 
asociadas con la vejez y con los hábitos de vida poco saludables están ganando 
terreno como causas de enfermedad y mortalidad.
 Para las empresas del sector existe un desa� o vinculado con la comunicación: 
el afi liado en general no es consciente de lo que vale la medicina en el mundo 
y está convencido de que paga un servicio caro, en función de los recursos con 
los que cuenta, cuando la prestación en la Argen� na, según especialistas de la 
ac� vidad, es más amplia que en muchos de los países desarrollados en materia 
de cobertura.
 La medicina prepaga no � ene subsidios ni desgravaciones imposi� vas y se fi nancia 
exclusivamente con los recursos de las cuotas. Por ello, la cues� ón tributaria es 
un eje de discusión para la salud privada. Alivianar la carga imposi� va que grava 
al sector y recae sobre los afi liados, en alusión al IVA del 10,5% que tributan las 
cuotas, podría ser un primer indicio de corrección en precios para los afi liados. 
También es mo� vo de protesta la aplicación en el sector del impuesto a los 
créditos y débitos bancarios apelando que el Poder Ejecu� vo � ene la facultad 
de eximir total o parcialmente a algunas ac� vidades específi cas que por la 
modalidad de sus operaciones deben hacer uso acentuado de cheques, siendo su 
margen de u� lidad reducido en comparación con el tributo, lo que implica que la 
carga tributaria resulte elevada y tenga una ponderación importante dentro de la 
estructura de gastos de las empresas.
 Según CIMARA, la tasa de consultas subió en los úl� mos años y, por afi liado, 
duplica a la de países desarrollados. En parte, porque los médicos � enden a 
encargar una batería de estudios para cubrirse de posibles juicios de mala praxis 
y, también porque los propios afi liados perciben que pagan un servicio caro y 
optan por usarlo. Esto resulta compa� ble con la percepción de la Federación de 
Obras Sociales de Personal de Dirección quienes apuntan a la judicialización y a la 
“infl ación médica” como algunos de los temas que complican a las empresas de 
salud. 
Estudios especiales
19Indicadores de Ac� vidad Económica 129
 Cada año, al menos el 10% de los afi liados a las empresas de medicina prepaga se 
pasa a un plan de salud más barato por los aumentos de las cuotas. En general, la 
gente opta por planes cerrados, sin reintegros, con copagos (los afi liados � enen 
que comprar bonos para atención médica en consultorio y domiciliaria) y con una 
lista fi ja de profesionales y clínicas para atenderse. De esta manera, se impone el 
pase a planes cerrados, con los servicios básicos y sin confort.
Principales difi cultades. Como resumen de lo presentado anteriormente y dadas las 
caracterís� cas salientes del sector de medicina prepaga, se mencionará brevemente 
que el mismo se encuentra ante una serie de difi cultades por superar:
 Unos de los principales problemas a abordar será cómo cubrir al sector de las 
personas con enfermedades preexistentes, porcentualmente mínimo pero de 
gran incidencia, sin desfi nanciar al resto. En la misma dirección se encuentran 
los casos de personas mayores a los 65 años. Es decir, la discusión claramente 
no pasa por no hacer frente a los problemas de salud de la gente, la discusión es 
cómo. 
 La inclusión de nuevos tratamientos dentro del PMO sin considerar las fuentes de 
fi nanciamiento es visto por las empresas del sector como una irresponsabilidad 
por parte de las autoridades. Sólo como para refl ejar alguna de estas cues� ones 
en números, puede decirse que para el caso en que las obras sociales y prepagas 
deben cubrir parte del costo de los alimentos libres de gluten que deben consumir 
los celíacos por indicación médica, según una resolución del Ministerio de Salud, 
se es� ma que en Argen� na hay unos 500.000 pacientes celíacos. A esto puede 
sumarse la reciente ley de fer� lización asis� da que obliga a hospitales públicos, 
obras sociales y prepagas a cubrir los costos de todos los métodos y técnicas de 
fer� lización asis� da, tanto de baja como de alta complejidad. En este caso, se 
es� ma que hay 600.000 parejas con problemas para concebir en nuestro país.
Dado todo lo anterior, la ecuación del negocio se presenta algo complicada: incremento 
en costos (salarios e insumos), mayor número de prestaciones y mayores derechos 
para los afi liados, todo ello junto con tarifas reguladas, siendo precio-aceptantes.
Según personas vinculadas a las ac� vidades de salud, el principio de las soluciones 
a muchos inconvenientes que presentan estas ac� vidades en el país debería ser una 
Ley Nacional de Salud para superar la atomización existente del sistema sanitario 
argen� no. Una ley marco que defi na qué deben hacer el Gobierno nacional, los 
provinciales y los municipales, las obras sociales, las prepagas, los hospitales y los 
centros ambulatoriossería clave para organizaciones que prestan servicios y para los 
usuarios del sistema.
Prepagas en Bahía Blanca
Empresas. Ubicadas en o cercanas al microcentro bahiense se encuentran ACA Salud, 
Bramed, Federada Salud, Galeno, Medifé, Omint, OSDE y Swiss Medical, a las que 
se suma Medicus, sin sede local, pero tomando como intermediario a la obra social 
ASE Nacional. Por lo tanto, en la ciudad de Bahía Blanca desarrollan ac� vidades 
de medicina prepaga unas 9 empresas de importancia a nivel país. De las mismas 
se iden� fi can 1 en� dad coopera� va de salud, 1 mutual, 1 obra social de personal 
jerárquico que también cuenta con afi liados voluntarios y 6 empresas de capital 
Estudios especiales
20 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
accionario privado de medicina prepaga. Al igual que lo acontecido a nivel país, las 
empresas locales diversifi can las ac� vidades de medicina prepaga combinándolo con 
turismo, asistencia al viajero, seguros de riesgo de trabajo y en algún caso, con la 
ac� vidad de farmacia. Ninguna de ellas cuenta con sanatorio en la ciudad por lo que 
deben tercerizar las prestaciones contratadas localmente.
Se es� ma que entre las 8 empresas que cuentan con sede local se emplea a unas 200 
personas de la ciudad de Bahía Blanca, lo que genera una masa salarial anual superior 
a los 20 millones de pesos. Cabe destacar que los salarios del sector se enmarcan en 
empleados de comercio (SEC) o en sanidad (FATSA) mientras que algunos permanecen 
fuera de convenio.
Afi liados. Se es� ma que las prepagas locales trabajan con más de 63.000 afi liados en 
total, siendo unos 53.500 los radicados en la ciudad de Bahía Blanca. Esto representa 
un 18% de la población total de la ciudad, número que está algo por debajo del 
evidenciado a nivel país (28%). Según consultas a referentes del sector en la ciudad, se 
es� ma que sólo un 35% de esos 53.500 afi liados es voluntario, mientras que el restante 
65% se encuadran dentro de los desregulados o vinculados a convenios laborales 
de obras sociales que canalizan sus benefi ciarios hacia las empresas de medicina 
prepaga. Traducido en números, unas 18.500 personas realizarían contratación 
directa con prepagas mientras que 35.000 lo harían por otros medios no directos. 
Los representantes de las empresas comentaron que en general la percepción de los 
usuarios respecto a los servicios brindados por las compañías de medicina prepaga 
en la ciudad es muy buena, situación que se convalida con el incremento año tras año 
de las cápitas ingresadas en cada una de ellas. En par� cular, destacaron que si bien a 
veces pueden manifestar que las cuotas son algo elevadas o no resulta de agrado el 
incremento de las mismas, el servicio se termina de valorar al momento de tener que 
u� lizarlo y obtener buenas respuestas por parte de las empresas. Para los casos en 
que la cuota se vuelve algo elevada, los afi liados deciden pasarse a planes con menor 
cobertura o, en situaciones extremas, desafi liar a las personas de edad intermedia de 
la familia permaneciendo con los planes de los integrantes de menor edad.
Planes y cuotas. Las 9 empresas con prestación en la ciudad ofrecen diversos 
planes de cobertura ubicándose en 3, 4 o 5 variedades según sea el caso. Si bien 
las combinaciones son diversas, según la edad, la an� güedad, si es o no voluntario, 
si incorpora o no grupo familiar, etc., todas las empresas ofrecen planes que van 
desde un plan inicial a uno mucho más completo, diferenciándose principalmente 
en especialidades y médicos ofrecidos, topes de reintegro y prestaciones otorgadas, 
entre otras cues� ones más específi cas. Según consultas a referentes del sector en 
la ciudad, el valor promedio de los planes al año 2013 se es� ma en unos 800 pesos, 
siendo muy amplia la diferencia entre las dis� ntas empresas debido a que algunas lo 
ubican en torno a los 500 pesos mientras que otras superan los 1.000. En ello, según 
comentan, � ene mucha incidencia el número de cápitas que no sean directas, ya que 
al ser planes para empresas o en convenio con obras sociales, los montos son bastante 
inferiores al de una cobertura directa. En el caso de una cobertura voluntaria a una 
persona de 30 años sin enfermedades preexistentes los planes iniciales se ubican 
entre los 400 y los 900 pesos, mientras que en un plan con cobertura tope, entre 650 
y 3.900 pesos. Las diferencias en valor radicarían en los alcances de las coberturas, 
reintegros otorgados y especialidades e intervenciones incluidas, principalmente.
Por consultas a referentes locales y con base en informes periodís� cos realizado según 
datos de consultoras de mercado, se es� ma que el gasto por afi liado en “siniestros” 
es un 70% u 80% de la cuota promedio abonada. Es decir que de cada 100 pesos de 
ingresos, 80 se des� nan a las funciones de cobertura médica.
Estudios especiales
21Indicadores de Ac� vidad Económica 129
En el Gráfi co 1 se observa la evolución de precios de las prepagas, la medicina privada 
y los precios en general. Al comparar la evolución de precios de prepagas respecto 
al índice de precios general de Bahía Blanca, ambos según datos de consultoras 
privadas de la ciudad, se observa que en los úl� mos meses las prepagas han ido 
logrando ajustes en sus cuotas que les permi� eron solventar el incremento de costos 
de la ac� vidad, pero a par� r del aumento de fi nes del año 2012, el ajuste quedó 
por debajo del IPC general, a pesar de un leve aumento posterior a principios del 
corriente año 2013. La variación acumulada entre enero del año 2011 y mayo del año 
2013 es de un 54% de incremento para las prepagas y de un 65% de aumento para 
el IPC general. Con el objeto de mostrar un índice adicional que refl eje aún más la 
evolución de precios de insumos del sector de prepagas, se incorpora en el gráfi co el 
índice de precios de la medicina privada elaborado por ADECRA, quien incluye para 
su cálculo los costos laborales, los insumos médicos, los insumos no médicos, los 
servicios públicos y las inversiones. Los datos llegan hasta diciembre del año 2012 
y aún no hay valores disponibles para el año 2013. El comportamiento del índice de 
prepagas con respecto al de medicina privada es similar al evidenciado por aquel 
versus el IPC general, logrando superarlo por momentos pero quedando rezagado 
con posterioridad. A pesar de no contar con los datos para el año 2013 del índice de 
precios de medicina privada, según ADECRA al primer trimestre del presente año los 
insumos médicos se incrementaron un 11%, los insumos no médicos casi un 8%, los 
servicios públicos un 3% y los costos laborales un 2%, lo que da cuenta de aumentos 
en los componentes que se u� lizan para elaborar dicho indicador de precios, por lo 
que cabría esperar que la tendencia sea al menos similar al IPC general.
100
110
120
130
140
150
160
170
ene 11 mar may jul sep nov ene 12 mar may jul sep nov ene 13 mar may
Comparación índices de precios prepagas y general en Bahía Blanca
con índice de medicina privada
Índices base enero 2011 = 100
IPC prepagas Bahía Blanca IPC general Bahía Blanca IP medicina privada (ADECRA)*
* Los datos de ADECRA al 2013 no están disponibles
Gráfi co 1
Coyuntura del sector y principales difi cultades. Las empresas del sector consultadas 
mencionaron que la situación general reciente de sus empresas está en niveles 
Estudios especiales
22 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
buenos. El nivel de ventas se mostró algo dispar, siendo que para algunas de ellas 
ha mejorado, mientras que otras empeoraron o en algunos casos se mantuvieron de 
manera similar a los meses pasados. En términos interanuales, la mayoría de ellas 
indicaron encontrarse en una situación mejor que lo acontecido hace un año atrás. 
Sin embargo, en lo que respecta a expecta� vas futuras para su sector, las respuestas 
son variadas. Mientras algunos creen que el futuro del sector será mucho mejor por 
la con� nua incorporación de cápitas, otros es� man que permanecerá iguale incluso 
que podría empeorar, dadas las nuevas condiciones establecidas luego de la ley de 
prepagas mencionadas y las recientes incorporaciones al PMO. Por otra parte, con 
respecto a las expecta� vas generales de la economía, en su mayoría se man� enen 
cautas expresando que todo podría seguir igual, aunque en algún caso creen que la 
situación general podría empeorar levemente a futuro. Por úl� mo, se destaca que 
según las empresas consultadas, el sector habría incorporado nuevos empleados ya 
que si bien en algunos casos el plantel de personal no ha variado, en otros expresan 
un incremento del mismo.
Consultados sobre los plazos de pagos a prestadores (médicos en general, farmacias, 
etc.) se observa que en general el plazo promedio se encuentra entre los 30 y 60 días, 
aunque existen prepagas que ra� fi can que sefectúan sus pagos en un plazo menor.
Para fi nalizar se consultó acerca de las difi cultades con las que se enfrenta la ac� vidad 
de medicina prepaga en términos generales y en la ciudad de Bahía Blanca de manera 
específi ca. Allí surgió nuevamente el PMO con sus nuevas incorporaciones, las cuales 
no son cues� onadas pero permanece en la incógnita el fi nanciamiento de las nuevas 
prestaciones. A esto suman menciones respecto al criterio de selección de atenciones 
dentro del PMO. Más concretamente, se han incorporado tratamientos esté� cos 
cuando aún no hay tratamientos oncológicos dentro del PMO que solicita la ley que 
sea cubierto. Con referencia al ámbito local, se presentan difi cultades presentes, que 
se incrementarán a futuro, respecto de la infraestructura hospitalaria. El número de 
“camas” (indicador con el que se mide este � po de servicios de salud) resulta algo 
insufi ciente para la demanda local y regional de atenciones. Por úl� mo, expresaron 
que los requerimientos burocrá� cos que deben llevarse a cabo desde la atención de 
un afi liado hasta el cobro fi nal del prestador podrían ser agilizados para mejorar la 
imagen posi� va de las prepagas ya que a fi n de cuentas el benefi ciario le reclama a 
la prepaga ante cualquier inconveniente. En estos casos una de las menciones más 
frecuentes es el plus monetario adicional que algunos prestadores solicitan a los 
clientes, a pesar de contar con alguna de las prepagas de mejor pres� gio del país. 
Cuadro resumen medicina prepaga en Bahía Blanca
DATO VALOR OBSERVACIONES
Empresas 9 8 con sede local y 1 trabajando por intermedio de unaimportante obra social de alcance nacional
Afiliados 53.500
Voluntarios 18.500
Otros 35.000
Participación de afiliados en población total 18% Año 2013
Cuota promedio aproximada ($) 800 Año 2013
Gasto promedio por afiliado / cuota promedio por afiliado 80%
Empleo directo generado 200
Masa salarial anual estimada (millones $) 20,5
Planes diferentes ofrecidos por empresa (promedio) 4 Entre 3 y 5
Cuadro 1
Estudios especiales
24 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
Aporte del complejo 
petroquímico a la economía 
regional durante 2012
Las exportaciones de los 
productos elaborados 
localmente representan 
más del 60% de las 
exportaciones de 
petroquímicos del país.
Las cargas petroquími- 
cas aportaron la masa 
crí� ca inicial que 
requerían los buques 
portacontenedores para 
ingresar al puerto local.
Se es� ma que, durante 
2012, el aporte directo 
de las empresas 
nucleadas en AIQBB fue 
del orden de los 380 
millones de pesos.
  
El complejo petroquímico local es uno de los más importantes del país por lo que, normalmente, el aporte que su ac� vidad realiza a la economía de Bahía Blanca 
y la región es objeto de estudio. En esta oportunidad, se actualizan los indicadores 
de impacto a nivel nacional, como es el caso del volumen de producción del total 
de la industria, las exportaciones e importaciones y, en par� cular, se analizan las 
transferencias efectuadas a la economía regional tanto en forma directa como 
indirecta, el efecto sobre el empleo y el impacto sobre transporte marí� mo en 2012.
Producción y balanza comercial
De acuerdo a las úl� mas estadís� cas disponibles del Ins� tuto Petroquímico Argen� no 
durante 2011 se produjeron en el complejo petroquímico local algo más de 4 millones 
de toneladas, lo que representa el 65% de la producción nacional de productos 
petroquímicos. Estas cifras ponen de manifi esto la importancia que � ene el complejo 
emplazado en Ingeniero White para la industria argen� na. 
Luego de las expansiones observadas entre los años 2000 y 2002, momento en el que 
las plantas locales que ya estaban radicadas prác� camente duplicaron su capacidad 
produc� va y además se instalaron nuevas industrias, la producción petroquímica 
nacional tuvo una fuerte expansión. La trayectoria de la elaboración de petroquímicos 
que se presenta en el Gráfi co 1 confi rma esta apreciación. Allí se observa que, luego 
de las expansiones, la tendencia fue claramente creciente hasta el punto en que 
comenzaron los problemas de abastecimiento de gas natural, principal materia 
prima de esta industria, situación que impactó nega� vamente sobre los volúmenes 
elaborados tanto local como a nivel nacional. 
El incremento en la capacidad de producción también tuvo un impacto fuertemente 
posi� vo sobre el saldo comercial de los productos petroquímicos. Al aumentar la 
producción, se redujeron notablemente las necesidades de importación de productos 
del sector y se ampliaron las posibilidades de exportar saldos hacia otros países. En el 
Gráfi co 2 se observa la evolución de las exportaciones de los productos elaborados en 
las plantas que componen la AIQBB. Es notable el incremento registrado a par� r del 
año 2001 y la alta par� cipación que � enen las exportaciones locales en comparación 
Estudios especiales
25Indicadores de Ac� vidad Económica 129
0
1
2
3
4
5
6
7
8
´93 ´95 ´97 ´99 ´01 ´03 ´05 ´07 ´09 11
Producción petroquímica local y nacional
millones de toneladas
productos AIQBB industria petroquímica nacional
Gráfi co 1
con el total de exportaciones petroquímicas del país. Puntualmente, en 2011 
(úl� mo dato disponible), se exportaron algo de 580 mil toneladas de petroquímicos 
elaborados en el complejo local lo que representa más de 60% de las exportaciones 
nacionales del sector y signifi ca un ingreso de 600 millones de dólares para el país. 
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
´93 ´95 ´97 ´99 ´01 ´03 ´05 ´07 ´09 11
Exportaciones de petroquímicos elaborados localmente
miles de toneladas
Gráfi co 2
En el Cuadro 1 se resume la información relacionada con el intercambio comercial 
del sector, tanto a nivel nacional como en el caso de los productos elaborados en 
el par� do de Bahía Blanca. Entre 2000 y 2011, las exportaciones de la industria 
petroquímica nacional se incrementaron un 20% mientras que en el caso de los 
productos elaborados localmente el aumento fue del 100%. Con respecto a las 
importaciones, en el mismo período las compras de petroquímicos al exterior en todo 
el país cayeron un 5%, mientras que las importaciones de productos elaborados en el 
complejo local disminuyeron casi un 20%. Esto demuestra el aporte en la reducción 
de importaciones y el incremento en las ventas al exterior. 
Estudios especiales
26 Indicadores de Ac� vidad Económica 129
2000 2011 Var. 2000 2011 Var.
Industria petroquímica 787 942 20% 2.471 2.343 -5,20%
Productos complejo local 288 578 100% 996 802 -19,50%
Participación local 36% 61% 40% 34%
Exportaciones Importaciones
Cuadro 1
Impacto económico
El aporte del sector petroquímico local a la economía se mide a través del valor que 
agrega anualmente, el que, en términos muy simplifi cados, resulta de la diferencia 
entre el valor de las ventas y el de las compras de insumos intermedios por parte del 
sector. Su evolución en el � empo puede observarse en el Gráfi co 3, donde claramente 
se aprecia una tendencia creciente desde las ampliaciones y nuevas radicaciones 
en 2002 hasta 2005 (donde es máxima la diferencia entre ventas y consumos 
intermedios), mientras

Continuar navegando