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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
Clase 12 
FUNCIONES CEREBRALES SUPERIORES 
 
Las Funciones Cerebrales Superiores (FCS) son aquellas que hacen al hombre 
diferente de las otras especies, en el sentido de novedad de función en el proceso evolutivo. 
Son capacidades exclusivamente humanas, adquiridas en el curso de la vida individual, 
mediante el aprendizaje, que no son indispensables en todo proceso de aprendizaje, a 
diferencia de los Dispositivos Básicos del Aprendizaje (DBA). 
 
El asiento anatómico y funcional de estas importantes funciones es la corteza 
cerebral y algunas regiones 
vecinas. La corteza no solo 
contiene los cuerpos neuronales 
principales que soportan las 
funciones consideradas "simples" o 
básicas (en contraposición con las 
superiores) como las motoras y 
sensitivas (auditivas o visuales, por 
ejemplo) sino que integran 
funciones muy elaboradas como el 
lenguaje y el razonamiento 
abstracto. Por lo tanto, las 
funciones cerebrales superiores no 
se encuentran localizadas en 
centros aislados del cerebro, sino 
que se hallan integrados en grupos 
de regiones que forman una red 
cerebral basadas en 
interconexiones. 
A esta forma de trabajo de nuestra corteza cerebral se la denomina actividad 
nerviosa superior (ANS). El soporte “nervioso” de las funciones psicológicas propias del 
ser humano consiste en el interjuego equilibrado entre mecanismos excitatorios e 
inhibitorios que tienen lugar en nuestras redes neuronales. De esta manera se posibilita el 
análisis y la síntesis de diversa información. La ANS distribuye, coordina, centraliza y 
almacena información de nuestro medio (interno y externo) por medio de sus 
correspondientes receptores. 
Esta ANS se lleva a cabo mediante los analizadores: son mecanismos nerviosos 
complejos que procesan la información de manera extremadamente precisa. Cada 
analizador involucra un conjunto de funciones que comienzan a partir de un cabo 
periférico, a partir del cual se recepciona la información del medio, y un cabo central 
donde se lleva a cabo el procesamiento (por ejemplo, si se trata de información auditiva el 
cabo periférico es el aparato auditivo y los cabos centrales son dos: la corteza auditiva y el 
área de Wernicke). Por medio de los analizadores vamos construyendo unidades de 
información que se vuelven cada vez más complejas, y que a su vez se relacionan y 
agrupan entre sí para dar lugar a nuevas construcciones. Este proceso se va afirmando de 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
manera creciente por medio de la repetición, es decir, el conjunto de información se va 
volviendo cada vez más estable a medida que el proceso va siendo ejercitado y reiterado 
continuadamente. 
 
En términos generales reconocemos tres funciones cerebrales superiores: las 
gnosias, las praxias y el lenguaje. A continuación, serán descritas globalmente para hacer 
énfasis en algunos ejercicios que permiten su observación en el adulto mayor, con fines 
didácticos. Estas pequeñas prácticas de ninguna manera reemplazan ni están a la altura de 
una evaluación neuropsicológica, la cual se torna especialmente importante de realizar al 
momento de descartar patologías de acuerdo a diversos signos y síntomas que puede 
presentar un adulto mayor durante el proceso de envejecimiento. 
 
GNOSIAS 
 
Las gnosias son las actividades organizadas de la sensopercepcion. Se organizan a 
partir de la llegada simultánea de un conjunto de estímulos a la corteza cerebral. Por el 
hecho de llegar en simultáneo, de coincidir, es que se facilita el procesamiento de dichos 
estímulos y se crea las condiciones adecuadas para una síntesis. Si se repite varias veces, se 
consolida. Hay condiciones que refuerzan y ayudan a estabilizar la síntesis, e incluso a 
identificar unos estímulos sobre otros (caracterizar estímulos más fuertes). 
En otras palabras, las gnosias consisten en el conjunto de percepciones asociadas al 
reconocimiento, específicas de cada objeto en particular (rostros, utensilios, escenarios, 
flores, etc.). 
El reforzamiento sensorial es el resultado de anteriores procesos de aprendizaje que 
perfeccionaron la capacidad de análisis y síntesis de un analizador dado. Por ejemplo: 
alguien cuya profesión es músico podrá reconocer con mucha precisión las variaciones en 
intensidad, frecuencia, amplitud y composición armónica de un sonido dado que, en su 
cerebro, es frecuentemente procesada la información sonora y ejercita permanente las áreas 
de la corteza asociadas. 
Se dividen en: 
Gnosias simples: interviene sólo un analizador de los estímulos perceptivos. 
Existen tantas de ellas como analizadores (auditivas –para sonidos, ruidos y música-, 
visuales –para colores-, táctiles, olfativas, gustatorias, etc.) 
Gnosias complejas: interviene más de un analizador. También son llamadas 
“gnosias multimodales”. Mencionamos como ejemplo: 
 Gnosias viso-espaciales: (reconocimiento de formas geométricas, planos) 
Interviene un analizador visual y otro tipo de actividad muscular. Es viso-
espacial por la convergencia de ambos globos oculares. Sus desplazamientos 
en el contorno de una forma imprimen una relación espacial al registro 
retiniano (formas, distancias, profundidades). La única gnosia simple es la 
relacionada a los colores. 
 Gnosias táctiles complejas: involucran el proceso de palpar con la actividad 
muscular de los dedos y las vías nerviosas propioceptivas de los músculos, 
tendones y articulaciones que combinan con las táctiles mismas. 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
Las gnosias multimodales están representadas en la región occipito-temporo-parietal 
de ambos hemisferios cerebrales y se asocian con las redes del lenguaje y el sistema 
límbico, evocando asociaciones con palabras y con la memoria de dichos objetos. El 
hemisferio derecho interviene en tareas visuo-espaciales complejas como localización 
espacial, identificación de figuras geométricas y rostros (prosopagnosia). 
 
Si la sensopercepción (pero no el reconocimiento) esta preservada, el adulto mayor 
puede dibujar el objeto o identificar objetos similares. Si la gnosia está conservada se puede 
nombrar el objeto y demostrar su uso. 
 
Para su evaluación, podemos recurrir a la grafestesia: Mientras el sujeto mantiene 
sus ojos cerrados, con un lápiz trazamos en la piel un círculo, luego un ocho solicitando su 
reconocimiento. Otra forma puede ser mediante el reconocimiento de figuras ocultas: 
verificamos el reconocimiento de figuras superpuestas en un dibujo. Se observa que la 
persona pueda reconocer las figuras y objetos de un modo preciso, admitiéndose un margen 
de error. También se estima el tiempo que se demora en completar la tarea y las latencias, 
dudas o incertidumbres en las respuestas. 
Si la persona completa las pruebas de manera rápida, precisa y sin errores, el estado 
de las gnosias estaría conservado, se observaría la indemnidad de los aprendizajes y la 
etapa intermedia en el procesamiento de la información, dado que los estímulos relevantes 
habrían llegado a las áreas de la corteza cerebral donde se procesa. 
 
 
 
 
 
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PRAXIAS 
 
 Las praxias son las actividades organizadas de forma motora. Implican 
movimientos aprendidos que son específicos. 
La actividad motora no puede considerarse simplemente como una función eferente 
del sistema nervioso, es decir, no sólo conduce la información el cerebro hacia los 
músculos para ejecutar una acción. Cada movimiento implica un registro enla corteza 
cerebral, como aferencia propioceptiva (o cinestesica), lo cual significa que proveen 
información acerca del estado de nuestro cuerpo en el espacio. Interviene un analizador 
motor. 
Como estuvimos trabajando anteriormente, sabemos que la conexión del individuo 
con el ambiente se hace por los órganos de los sentidos y por su actividad muscular 
(sensorial). Una novedad determina en el individuo una actividad motora espontanea 
(exploratoria, defensiva, aprehensión) o un comportamiento estabilizado (formado por 
actividades motoras que se han organizado por un proceso de aprendizaje). Estas pasan por 
diferentes fases hasta que se organiza qué músculos van a participar en la actividad (son 
estimulados) y cuáles no (son inhibidos). 
A medida de que se repiten, tienden a consolidarse síntesis correspondientes a la 
llegada simultánea de esas aferencias propioceptivas a la corteza cerebral. Las síntesis 
dadas dan lugar a la organización de estereotipos motores. 
En el periodo de organización de esas síntesis, hay errores en la sucesión que van a 
ir desapareciendo a medida que se van ejercitando. Una vez que el comportamiento motor 
está suficientemente estabilizado, es un hábito. Un hábito se realiza de manera automática, 
es decir, sin intervención de la voluntad y la conciencia (por ejemplo, en el caminar o en el 
uso de cubiertos). 
Las praxias pueden ser vegetativas (deglución) y simples (gesto), somáticas o más 
complejas (uso de tijeras). 
 
Podemos observar en el adulto mayor, por ejemplo, las praxias orofaciales 
solicitándole que imite movimientos faciales (reproducir la señal de asombro y de sonrisa). 
También podemos observar, por ejemplo, praxias alternantes, solicitando movimientos 
secuenciales de las manos (palma, canto y puño, con una y ambas manos). Para praxias 
distales periféricas, solicitando imitación de golpear con martillo, coser una prenda y de 
abrir la puerta con una llave. Para praxias de figuras alternantes, copiando dibujos 
alternantes de sierras y lomadas 
 
Lo que se observa en estos casos es que pueda imitar los movimientos y realizarlos 
espontáneamente además de dibujar figuras secuenciales de un modo preciso, admitiéndose 
algunos errores (movimientos incompletos o erróneos al fin requerido, errores o 
“descarrilamientos” en la secuencia de movimientos) u omisiones (dejar de realizar un 
movimiento de una secuencia, realizarlo de modo unilateral, omitir algunas de las 
secuencias en las copias de lomadas y sierras). También se estima el tiempo que se demora 
en completar la tarea y las latencias, dudas o incertidumbres en las respuestas. 
 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
 
Si la persona completa las pruebas de manera rápida, precisa y sin errores, el estado de las 
praxias estaría conservado, lo que aseguraría la indemnidad de los aprendizajes y la etapa 
final en el procesamiento de la información 
 
 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
LENGUAJE 
 
El lenguaje es, quizás, la función más compleja y curiosa de los seres humanos. Aquí 
nos referiremos al lenguaje específicamente como una de nuestras funciones cerebrales 
superiores, construido por medio de la actividad nerviosa superior. 
El lenguaje tiene doble relación en los procesos de aprendizaje: como aprendizaje 
peculiar en los primeros años de vida, y como vehículo importante de la adquisición de 
aprendizaje pedagógico. En las primeras etapas de desarrollo del niño, los procesos de 
aprendizaje participan como factores causales de la adquisición del lenguaje. 
 
Ciertas actividades innatas (llanto, deglución, respiración) van determinando la puesta en 
juego de lo que se conoce como “juego vocal”: diversas combinaciones sensorio-motoras 
(vocalizaciones, sonidos guturales, labiales) son descubiertas “sin querer” por el niño y van 
siendo repetidas, hasta que se estabilizan y le confieren la propiedad de participar como un 
“todo” funcional. Como llegan al cerebro simultáneamente, se sintetizan juntos todos estos 
estímulos y, si la coincidencia se repite, la síntesis se estabiliza. Como vemos, en todas las 
funciones cerebrales superiores son requisitos la coincidencia de un grupo de 
estímulos distintos y la repetición. 
El periodo de aprendizaje se inicia a favor del lenguaje que el niño oye a su alrededor 
bajo la forma de reforzamientos auditivos. Los fonemas (sonidos básicos de la lengua) que 
el niño oye y de los cuales hace estímulos auditivos, actúan como reforzadores de su propio 
juego vocal. A partir de los fonemas irá aprendiendo las palabras. 
Otro aprendizaje muy ligado al de los fonemas y las palabras consiste en el aprendizaje 
de los significados, ligado a la función comunicativa del lenguaje. Ese proceso nunca 
culmina: durante toda la vida llevamos adelante este aprendizaje, siendo cada vez más 
complejo. 
En este sentido, distinguimos tres aspectos del lenguaje para su aprendizaje: el aspecto 
gramatical o sintáctico, el aspecto fonológico y el semántico. 
 
El lenguaje es nuestro vehículo de comunicación digital por excelencia. Es útil para su 
observación tener en cuenta estos tres componentes: 
- lenguaje oral 
- leguaje escrito, 
- lenguaje leído. 
En el hemisferio cerebral izquierdo hay dos áreas encargadas del control del lenguaje, la 
primera es la zona de Broca que regula la emisión del lenguaje y la segunda es la zona de 
Wernicke que regula la comprensión del mismo. 
 
Para el lenguaje oral denominativo se le muestran al adulto mayor una serie de 
imágenes que deberá nombrar. Para la comprensión oral se le pide que interprete el texto 
escuchado. Para la escritura se le solicita que escriba una frase a la orden (dictada) y a la 
copia. 
Lo que se busca con estos ejercicios es observar si la persona puede completarlos de un 
modo preciso, admitiéndose algunos errores (por ejemplo que interprete incorrectamente 
 
 
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los párrafos sugeridos). También se estima el tiempo que se demora en completar la tarea y 
las latencias, dudas o incertidumbres en las respuestas. 
 
Si la persona completa las pruebas de manera rápida, precisa y sin errores presumimos que 
el estado del lenguaje esta conservado. 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
 
 
 
 
 
Escritura al dictado 
 Escribirá la siguiente frase dictada: “LA ABUELA CONTEMPLABA EMBELESADA EL 
VOLADO DEL VESTIDO”. 
 
 
 
 
 
 
Escritura a la copia 
 
 Copiará la siguiente frase: 
LA ABUELA CONTEMPLABA EMBELESADA EL VOLADO 
DEL VESTIDO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
ESQUEMA CORPORAL E IMAGEN CORPORAL 
 
El esquema corporal es una actividad gnósico-práxica compleja. En tacto 
involucra gnosias y praxias, integra diversas percepciones ligadas al reconocimiento y al 
movimiento de todo nuestro cuerpo. Lo dicho implica necesariamente que la forma en que 
representamos nuestro cuerpo, lo reconocemos y coordinamos su accionar es el resultado 
de procesos de aprendizaje. 
El esquema corporal comprende tanto la actividad exteroperceptiva, la 
interoperceptiva y la propioceptiva, y se va construyendo gradualmente durante el 
desarrollo psicomotor de la persona con el refuerzo de estímulos y con la elaboración de 
gnosias muy diferentes para distintas partes delpropio cuerpo. 
El esquema corporal regula la posición de los músculos y partes del cuerpo en 
relación la una con las otras en cualquier momento determinado, y varía según la posición 
del cuerpo. 
El equilibrio de una persona depende de su esquema corporal. Sin él no podría 
caminar, sentarse, inclinarse, ni hacer cualquier otro movimiento sin caer. Si el esquema 
corporal está alterado, el individuo tendrá serias dificultades para ejecutar movimientos 
coordinados y para mantener el equilibrio. 
A nivel evolutivo, el esquema corporal especifica a un individuo como 
perteneciente a una especie (reconocer, por ejemplo, que tenemos dos brazos, dos piernas, 
caminar erguidos, etc.). 
El esquema es preconciente, es decir, se halla automatizado aunque asequible de 
conciencia. Lo notamos a través de dolores, fríos, transpiración, etc. Así, al conciencia del 
cuerpo es siempre fugaz y nunca totalizante. 
Wallon destaca que la construcción del esquema corporal no es mecánica, sino que 
se basa en la asimilación de la experiencia vivida en el cuerpo en la relación primitivamente 
indiferenciada con el otro. Se parte, por un lado, de una simbiosis con el entorno, en que 
no se alcanza la conciencia de un “yo” y un “otro”; por otro, de una indiferenciación de 
condiciones externas, cuya discriminación se va desarrollando a través de la actividad del 
niño en su medio ambiente, en su relación con el otro. El hombre logra individualizarse 
en tanto que socializa. Aquí la emoción juega un papel fundamental, ligada en un 
principio a la actividad tónico-postural como el primer medio de comunicación del niño. 
 
La imagen corporal, en cambio, no es en absoluto evolutiva ya que es 
constituyente del sujeto deseante. De acuerdo a Esteban Levin, se constituye en el devenir 
histórico de la experiencia subjetiva, propia y singular de cada uno. La experiencia cala 
profundo en nuestro ser dejando huellas, huellas que se inscriben en el cuerpo como marcas 
de memoria. Además es totalmente inconsciente y cambia de un momento al otro. 
De manera muy amplia y general, podemos definir la imagen corporal como la 
representación del cuerpo que cada persona construye en su mente. Integra sentimientos, 
creencias, interpretaciones, percepciones que determinan diferentes grados de satisfacción 
con nuestro cuerpo La forma en que nos “vemos” a nosotros mismos también está 
fuertemente influida por la sociedad y la cultura en la que la persona vive, así como por los 
valores de su entorno. 
 
 
 
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A. GERONTOLÓGICO 
 
 
 
Los cambios físicos que suponen el envejecimiento, de manera más o menos 
gradual, suponen para el sujeto una modificación de su propia imagen, y en muchas 
ocasiones un abismo entre la imagen deseada y la real. Si a eso se le suma el concepto 
generalizado que persiste respecto a la imagen del anciano (canas, arrugas, cambios en la 
silueta corporal, etc.) que en muchos casos se asocian con pérdida de funcionalidad y con 
un estereotipo negativo por un lado, y un aspecto estético (en una cultura donde la belleza 
es sólo sinónimo de juventud) puede suponer para la persona alteraciones en la aceptación 
de su imagen corporal y, además, en su autoestima. 
La forma en que las personas perciben su imagen corporal tiene consecuencias 
importantes sobre su salud y su calidad de vida. Una imagen positiva refuerza un estado 
saludable, una adaptación a los cambios adecuada y refuerza la capacidad para realizar 
ejercicio físico y conductas saludables. Mientras que una imagen negativa se relaciona con 
trastornos psicológicos, baja autoestima, falta de motivación y peor calidad de vida. 
 
Es importante que el adulto mayor pueda actualizar la representación mental de las 
experiencias corporales propiciando el disfrute de sensaciones placenteras y favoreciendo la 
reapropiación del esquema corporal y modificaciones en su imagen corporal, ambos 
intrínsecamente relacionados.

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