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INMUNOLOGÍA – TEMA 1 Introducción al sistema inmunitario El sistema inmunitario tiene como función la defensa del organismo frente a microorganismos infecciosos y otras macromoléculas extrañas. Algunos de los principales microorganismos infecciosos son: VIRUS BACTERIAS HONGOS PARÁSITOS PROTOZOOS PARÁSITOS MULTICELULARES Agente patógeno intracelular obligado. Por ejemplo, gripe. Procarionte: carecen de núcleo. Múltiples estilos de vida. Por ejemplo: Staphylococcus. Eucariontes: Tienen núcleo. Por ejemplo: Candida. Generalmente dos o más huéspedes. Por ejemplo: Plasmodium. Múltiples ciclos de vida. Por ejemplo: Tenia. Sin embargo, las células de defensa no solamente defienden al organismo contra agentes extraños o exógenos como los microorganismos anteriormente descritos, si no que también pueden defender al cuerpo de sus propias células, esto ocurre principalmente cuando alguna de ellas se maligniza y se convierte, por ende, en células o elementos agresores para el organismo, y en estas circunstancias el sistema inmunitario también puede ayudar a combatir a esas células propias que por determinadas razones están dañadas. Factores que influyen para que el Sistema Inmunitario funcione correctamente: Edad: A medida que se envejece la médula ósea se hace menos eficiente, y considerando que en ella se desarrollan las células de defensa, es de esperarse que al envejecer el SI se vea afectado. Involución del Timo: Fisiológicamente, mientras que el cuerpo envejece, el Timo involuciona, es decir, que ese tejido va a ir desapareciendo. Tomando en cuenta que en ese tejido se forma y madura el “jefe” del SI, el cual es el linfocito T, se espera que con el envejecimiento se comprometa la función del SI. Género: Este está relacionado con el contenido de las hormonas presentes en el organismo. Las mujeres tienen una mayor concentración de estrógenos, y estos tienen una función de reactivación de la respuesta inmunitaria, en comparación con la testosterona, que tiene un efecto más bien de supresión de la respuesta inmunitaria. Por esta razón, las mujeres son más susceptibles a desarrollar enfermedades autoinmunes a comparación de los hombres. Estado nutricional: Este juega un papel importante. Una alimentación deficiente lleva a una supresión del sistema inmunitario debido a que en esta condición el organismo no adquiere los requerimientos nutricionales necesarios (Proteínas, líquidos, carbohidratos) para generar la energía necesaria para que las células de defensa puedan combatir a estos elementos o microorganismos infecciosos o macromoléculas extrañas. Estrés: Este tiene un efecto regulador sobre el SI donde participan las glándulas suprarrenales, la secreción de cortisol y con ello la disminución de la viabilidad de los linfocitos, es decir, el estrés tiene un efecto supresor sobre el SI. Embarazo: También tiene supresión de la respuesta inmunitaria. El sistema inmunitario tiene la capacidad de reconocer, discriminar y eliminar aquellos agentes exógenos y endógenos potencialmente agresores. Teniendo en consideración que normalmente en el cuerpo conviven bacterias (En la cavidad oral, en la piel, a nivel del intestino), sin embargo, el SI tiene la capacidad de reconocer a esas células, de discriminarlas y solamente actuar sobre aquellos agentes exógenos o endógenos que sean potencialmente agresores. Aquellos elementos que no sean potencialmente agresores, el SI no va a responder frente a ellos. Entonces, si se tienen agentes exógenos o endógenos, puede haber dos escenarios: 1. Si esos agentes son agresores, el SI va a responder. 2. Si esos agentes no son agresores, el SI los va a tolerar, y convivirá con ellos como con las bacterias de la microbiota comensal. En condiciones fisiológicas, esa respuesta inmune frente a esos elementos potencialmente agresores endógenos o exógenos, por lo general es autorregulada, autolimitada, generando con ellos efectos deseables, garantizando la homeostasis del organismo y trayendo salud. Por el contrario, en determinadas circunstancias esa respuesta puede ser exagerada, deficiente o anormal, lo que ocasiona efectos indeseables y trae como consecuencia el desarrollo de diversas enfermedades. Los dos principales mecanismos de defensa con los que cuenta el organismo son: La inmunidad innata. Esta, a su vez, se divide en dos grandes mecanismos de defensa por sí solos: Barreras naturales: Constituyen la primera línea de defensa. Respuesta inmune innata propiamente dicha: Constituyen la segunda línea de defensa. La inmunidad adaptativa: Esta constituye una tercera línea de defensa y está caracterizada por una respuesta inmune muy particular que tiende a diferenciarse en varias características con la respuesta inmune innata. En la imagen se pueden observar algunas de las características que permiten diferenciar a la inmunidad innata de la inmunidad adaptativa. Se observa que, en la inmunidad innata, como primera línea de defensa, se tiene a las barreras epiteliales, que son las que ayudan de alguna manera a proteger los tejidos contra el medio externo. Entre los elementos celulares que participan en la inmunidad innata se tienen: Los fagocitos. Las células dendríticas. Las proteínas de complemento. Linfocitos NK. Por su parte, en la inmunidad adaptativa, las células protagonistas son: Los linfocitos T. Los linfocitos B. Los anticuerpos. Así, el componente celular es una forma de diferenciar la inmunidad innata de la adaptativa, ya que no participan las mismas células, teniendo cada inmunidad sus células propias. Otra característica importante que permite diferenciar a estos dos tipos de inmunidad es el tiempo en el cual se desarrollan. En la inmunidad innata, esta inicia, o comienza a trabajar, horas o minutos posteriores al ingreso de un patógeno o agente potencialmente agresor al organismo. Por el contrario, la inmunidad adaptativa requiere de días para poder activarse y tener alguna respuesta efectora. Entonces, el componente celular y el tiempo son las características más importantes para diferenciar ambas inmunidades, innata y adaptativa INMUNIDAD INNATA La inmunidad innata, como se comentó anteriormente, es un tipo de inmunidad inespecífica, y se activa a los pocos minutos del ingreso de un elemento potencialmente agresor. En ella participan los fagocitos, que son células que van a estar monitoreando en los tejidos y en el torrente sanguíneo, y frente a la presencia de un elemento potencialmente agresor inmediatamente proceden a fagocitarlos, es decir, a englobarlos y a ingresarlos al interior de la célula. En la imagen se observa cómo la bacteria desencadena la liberación de citocinas y quimiocinas, que son unas proteínas que permiten a las células de defensa comunicarse entre sí, de manera que las bacterias presentes en determinado tejido hacen que los macrófagos (Son los mismos monocitos que pasan a ser llamados macrófagos cuando están alojados en algún tejido), empiecen a liberar citocinas y con ello generar la atracción de otras células de defensa, como por ejemplo, el neutrófilo para favorecer con ello la fagocitosis y la destrucción de ese elemento potencialmente agresor (Representado en la imagen como una bacteria). Una vez que esos elementos han sido fagocitados, donde se forman los pseudópodos para englobar al elemento potencialmente agresor e ingresarlo a la célula, comienza la formación del fagolisosoma en donde se liberan enzimas líticas, que actúan como una especie de tijera y que facilita la fragmentación y destrucción del elemento para posteriormente ser liberado fuera de la célula. Esta es la función natural del sistema inmunitario innato. Básicamente es de monitoreo, y tras la detección de algún elemento potencialmente agresor, inmediatamente, a través de las célulasque participan en él, proceder a la fagocitosis de esos elementos y con ellos su destrucción. INMUNIDAD ADAPTATIVA Por el contrario, la inmunidad adaptativa es un poco más sofisticada, por así decirlo. Esta inmunidad tiene dos tipos de inmunidad, es decir, tiene una división. Así, tiene: Una inmunidad humoral: En esta las células protagonistas son los linfocitos B, los cuales producen anticuerpos, también llamadas inmunoglobulinas o células en forma de “Y”. Esos anticuerpos constituyen el mecanismo efector de la inmunidad humoral y son los que van a favorecer la neutralización y posterior destrucción de los elementos potencialmente agresores. Una inmunidad celular: En este tipo de inmunidad, por el contrario, los protagonistas son los linfocitos T cooperadores y los linfocitos T tóxicos. Estas células tienen particularidades que se tratarán posteriormente. Estos básicamente van a actuar a través de otras células para favorecer la destrucción de los elementos potencialmente agresores que intenten hacer daño al organismo. La inmunidad adaptativa, a diferencia de la inmunidad innata, es un tipo de inmunidad que requiere de tiempo para poder desarrollarse, y este tiempo no son horas, si no días o semanas tras el inicio de la exposición. Y esto se debe a que, para que la inmunidad adaptativa pueda activarse y pueda generar un mecanismo efector que conlleve a la destrucción de patógenos, se requiere pasar por varias fases. Estas fases están representadas en la imagen. Debe haber: 1. Reconocimiento del antígeno: Este proceso es clave, en donde hay diferencias considerables en relación a si se habla de linfocitos T o linfocitos B. Los linfocitos B son capaces de reconocer de forma directa a través de los anticuerpos anclados en membrana a esos elementos potencialmente agresores. Por el contrario, el linfocito T no lo puede hacer. Este requiere que células presentadoras de antígenos fagociten, procesen y presenten un pequeño fragmento de eso que han fagocitado acoplado a una molécula llamada Complejo Mayor de Histocompatibilidad a los linfocitos T. Esto se conoce como restricción de reconocimiento, es decir, los linfocitos T no pueden reconocer de forma directa a los antígenos, si no que requieren de un procesamiento previo. Se resalta que esta restricción de reconocimiento no lo tienen los linfocitos B. Por lo tanto, esta es una etapa bastante crucial cuando se habla de activación del sistema inmunitario. 2. Activación de linfocitos: Inmediatamente después del reconocimiento viene la expansión clonal, es decir, las células comienzan a multiplicarse, a producir muchos clones y copias aumentando su número de manera que se prepare para combatir a ese elemento que ha ingresado al organismo. Justo después viene un proceso de diferenciación en donde los linfocitos B se diferencian en células plasmáticas, que son quienes realmente van a producir los anticuerpos, y los linfocitos T comienzan a diferenciarse en linfocitos T efectores, que son los que finalmente, van a favorecer la eliminación del antígeno. 3. Eliminación del antígeno. 4. Contención (Homeostasis): Una vez que el antígeno ha sido eliminado viene un proceso de contención. Esto quiere decir que gran parte de esos linfocitos que se multiplicaron durante la expansión clonal, van a ser destruidos por apoptosis, pero otros van a permanecer en el torrente sanguíneo constituyendo a las células de memoria. 5. Desarrollo de células de memoria: Estas son células supervivientes a la apoptosis que van a permanecer en la sangre por meses o incluso años. La finalidad de estas células es que tras el nuevo ingreso de ese patógeno que había ingresado por primera vez anteriormente, ahora que hay una segunda exposición, estas células de memoria se van a activar, y el proceso representado en el gráfico como una campana va a tender a acortarse, es decir, los tiempos de respuesta se acortan por el hecho de que las células de memoria en el torrente sanguíneo ya conocen las características de ese patógeno, por lo que cuando se lo vuelven a encontrar con él se desarrollan nuevamente todas las fases pero de manera más eficiente y rápida. En la imagen de arriba se presentan las células que participan en la inmunidad adaptativa y cómo estas funcionas. Se observa que los linfocitos B, como se comentó anteriormente, son capaces de, tras la unión a un microorganismo, activarse, y cuando se activa se diferencia en células plasmáticas productoras de anticuerpos. Estos anticuerpos, o proteínas en forma de Y, a su vez cumplirán otras funciones efectoras, como por ejemplo la de neutralización de microorganismo, inducir o facilitar el proceso de fagocitosis, o de activación del sistema de complemento (Que es un mecanismo de defensa del sistema inmune). El linfocito T cooperador es un tipo de linfocito que tiene restricción de reconocimiento, es decir, que requiere que las células presentadoras de antígeno (Conocidas como CPA), fagociten, procesen y presenten pequeños fragmentos de este, acoplados a la molécula del complejo mayor de histocompatibilidad, a los linfocitos T. Entonces, los CPA tienen que fagocitar, procesar (Que básicamente consiste en fragmentar ese elemento) y solamente presentar una pequeña porción de este fragmento al linfocito T. Este, inmediatamente después de este reconocimiento, va a comenzar a elaborar citocinas (Que son unas proteínas que permiten a las células de defensa comunicarse entre sí), en este caso, al linfocito liberar esas citocinas, lo que hace es dar órdenes al resto de las células de defensa. En el caso del macrófago, la orden que le da es para que él se active, el macrófago haga un potente fagocito, que una vez que está activado va a iniciar el iniciar el proceso de fagocitosis de ese elemento potencialmente agresor que ingresó al organismo. Inducirá a los neutrófilos, otras células de defensa, a que infiltren el tejido o el lugar donde está ubicado ese elemento potencialmente agresor, e incluso las citocinas van a servir para activar a otros linfocitos, incluyendo al propio linfocito que los generó, favoreciendo con ello la activación de las células de manera que se amplifique la señal favoreciendo que muchas células de defensa sean activadas o llamadas al sitio donde está ubicado el elemento potencialmente agresor. En esta imagen se puede ver el resto de los componentes celulares que participan en la inmunidad adaptativa, donde se tiene al linfocito T citotóxico, el cual también tiene restricción de reconocimiento por lo que requiere la presentación de antígenos acoplado a complejo mayor de histocompatibilidad, anclados a la célula que le está presentando el antígeno al linfocito T. Tras su activación, entonces, el linfocito va a favorecer o a inducir la muerte de esas células que están infectadas. En el caso del Linfocito T regulador, este es un tipo particular de linfocito T que tiene como función suprimir a otros linfocitos. En la tabla se observan las características principales de la respuesta inmunitaria adaptativa. Para complementar: Especificidad: Es una respuesta es específica, diferente y que se va a desarrollar incluso dependiendo del antígeno o del elemento potencialmente agresor que ingresa al organismo. Entonces, es una respuesta dirigida específicamente a ese elemento que ingresó. Diversidad: Se refiere a la capacidad de responder a los virus, a las bacterias, a los hongos, a los parásitos, y esta respuesta puede incluso variar dependiendo del elemento que ingresó. Memoria: Como se mencionó anteriormente, se forma tras la activación de la unidad adaptativa en un gráfico en forma de campana viendo que al final quedaban unas células de memoria tras el reconocimiento del antígeno y la activación de los linfocitos. Esto es muy importante porque cuando haya segundas exposiciones al mismo antígeno, entonces esas célulasde memoria que permanecen en el torrente sanguíneo por muchos años se activarán y harán que los tiempos de respuesta se acorten, porque ya la célula tiene las características de ese microorganismo, por lo que cuando vuelve a ingresar, ya lo detecta inmediatamente o muy rápidamente ocasionando que inicie todas las fases que características de la inmunidad adaptativa. Expansión clonal: Tras el reconocimiento del antígeno, inmediatamente viene el proceso de expansión clonal, es decir, donde se producen más copias de ese linfocito. Especialización: Se refiere a que la respuesta varía según el elemento, es decir, el organismo no actúa igual frente a un virus que frente a una bacteria o hacia un hongo. Es una respuesta especial para cada elemento. Contención y homeostasis: Básicamente hace referencia a que, tras la destrucción de elementos potencialmente agresores, gran parte de esos linfocitos que se expandieron clonalmente para el reconocimiento del antígeno va a morir por apoptosis. Falta de reactividad frente a lo propio: En condiciones fisiológicas el SI no ataca a las células propias, pero en condiciones patológicas puede hacerlo. En esta imagen se observa una diferenciación de estos dos tipos de inmunidad innata o adaptativa en función de diversas variables. Hay que destacar la primera variable. Otra característica principal a destacar y que permite diferenciar rápidamente a ambos sistemas inmunes son los tipos de células que la componen. Otro elemento importante a diferenciar es la presencia o no de memoria. Destacando que en la inmunidad adaptativa hay una memoria persistente por la presencia de esos linfocitos que quedan al final de la campana y que permanecen en el torrente sanguíneo por muchísimos años y hacen que tras segundas exposiciones la respuesta sea más eficiente. En el gráfico se pueden observar 3 escenarios: 1. Persona normal: Se ve el comportamiento normal de un individuo sano tras la exposición a un microorganismo. Cuando un microorganismo ingresa al cuerpo, este comienza a multiplicarse aumentando su número, y, suponiendo que sea una bacteria, su multiplicación o replicación se realizarán muchas copias de este microorganismo e inmediatamente se activa la inmunidad innata, seguidamente se activa la inmunidad adaptativa, formando la campana características, y tras su activación se forman células efectoras que controlan a la multiplicación o diseminación en el organismo de ese patógeno ocasionando que la curva decaiga en condiciones fisiológicas o normales. 2. Persona sin inmunidad adaptativa: Un paciente sin inmunidad adaptativa iniciará con el ingreso del elemento potencialmente patógeno, posteriormente se activará la inmunidad innata, y luego debería comenzar a activarse la inmunidad adaptativa, pero al ver deficiencia o algún problema en esta se evidencia que la curva no decae, esto debido a que no está controlado el proceso infeccioso si no que continua su ascenso. 3. Persona sin inmunidad innata: En este se observa que, tras el ingreso de un microorganismo, este comienza a multiplicarse, pero la inmunidad innata, al estar deficiente o dañada no puede contener la multiplicación de ese microorganismo en el organismo y este comienza a infectar. No se ve la activación de la inmunidad adaptativa porque esta requiere siempre de la activación previa de la inmunidad innata. Es decir, la inmunidad adaptativa no puede activarse sin la innata, ya que esta última es la que sirve de conexión para la activación de la inmunidad adaptativa. Entonces, para recordar, se tienen tres líneas de defensa: 1. Las barreras naturales. 2. La inmunidad innata. Si esta no puede contener al microorganismo se da lugar a; 3. La inmunidad adaptativa. FORMAS DE ADQUIRIR INMUNIDAD La inmunidad se puede adquirir de dos formas: Natural: Esta se presenta en su forma activa cuando la persona se expone de manera directa a los microorganismos en su estado salvaje, desarrollando con ello una infección, pero también una respuesta inmunitaria que tendrá como función eliminar ese elemento potencialmente agresor y generar las células de memoria que van defender tras segundas exposiciones a ese mismo patógeno. Esta se divide en dos: Activa: Pasiva: Esta se adquiere cuando, por ejemplo, la madre alimenta al recién nacido mediante la lactancia y esa leche transmite al recién nacido inmunoglobulinas o proteínas de defensa de su organismo. Artificial: Esta se puede dividir en dos: Activa: Esta se obtiene mediante la vacunación, ya que se administra el virus atenuado teniendo la finalidad de, por decirlo de alguna manera, adiestrar al SI para que desarrolle una respuesta con la finalidad de que cuando la persona se exponga al patógeno en su estado salvaje o nativo, ya el SI tenga una respuesta y unas células de memoria previamente establecidas para que, tras esa segunda exposición, la respuesta inmunitaria sea muchísimo más eficiente y se pueda contener de manera inmediata el ingreso de ese microorganismo al cuerpo. Pasiva: Un ejemplo de esto podría ser la vacuna roja, el cual es un tipo de anticuerpo que tiene como finalidad “Pegarse” a los antígenos de la superficie de los glóbulos rojos y con ello evitar la incompatibilidad fetomaterna tipo RH. DIFERENCIAS DE LA INMUNIDAD ACTIVA Y PASIVA Básicamente estas dos inmunidades se diferencian en la generación de memoria. En la inmunidad activa, bien sea por la administración de una vacuna o por la exposición al microorganismo en su estado nativo, y que tras el ingreso de esos patógenos al organismo se generará, al cabo de unos días, una respuesta activando la inmunidad adaptativa y se crearán las células de memoria para una respuesta más rápida y eficiente en una segunda exposición. En cambio, en la inmunidad pasiva no se administran elementos que van a activar al sistema inmunitario, si no que se administran ya las proteínas formadas, es decir, los anticuerpos. En este caso no se desarrolla una inmunidad de memoria ya que no se administra el microorganismo si no ya la respuesta. Organización anatómica y funcional del Sistema Inmune Es importante destacar cuales son las células que participan en los dos tipos de inmunidad (Innata y adaptativa): Inmunidad innata: Macrófago. Célula dendrítica. Neutrófilo. Basófilo. Eosinófilo. Mastocito. Linfocito NK. Inmunidad adaptativa: Linfocito T. Linfocito B El sistema inmunitario utiliza un conjunto de células (Que son las mencionadas anteriormente) que colonizan órganos y tejidos anatómicamente definidos en la inmunología como Órganos linfoides. El tejido linfoide en el organismo puede dividirse en dos tipos principalmente: Tejido Linfoide Primario (También llamado Central): En este hay dos principales: Médula Ósea. Timo. Tejido Linfoide Secundario (También llamado Periférico): En este hay tres principales: Ganglio linfático. Bazo. Tejido linfoide asociado a mucosa. ÓRGANOS LINFOIDES PRIMARIOS Comenzando por la médula ósea, es importante destacar que este tejido se origina y maduran los linfocitos B y se originan los linfocitos T. Particularmente en el caso de los linfocitos B, ellos derivan a partir de una célula muy inmadura que es la Pro-B, que da origen a la Pre-B, luego esta origina el Linfocito B inmaduro y por último al linfocito B maduro. Todos estos procesos de diferenciación ocurren en la médula ósea. Una vez que el linfocito esté maduro sale a la periferia y tras la activación o luego de ponerse en contacto con esos elementos potencialmente agresores, entonces se van a diferenciar en células plasmáticas o plasmocitos que van a ser los productores o los que van a elaborar los anticuerpos. En el caso del linfocito T se debe destacar que, si bien se origina en la médula ósea con una célula llamado Pro-T, su proceso de maduración va a ocurrir en el segundoórgano linfoide primario, es decir, el timo. En el timo, ese linfocito en formación va a desarrollarse a partir de un Pre-T, este se va a diferenciar en un Timocito y una vez que esa célula esté madura va a diferenciarse en los diferentes tipos de diferentes tipos de linfocitos T que están presentes en el torrente sanguíneo en condiciones normales: CD4, CD8 y NK. En resumen, en la médula ósea se forman, se originan y maduran los linfocitos B, y en el timo va a ocurrir la maduración de linfocitos T. Entonces, los órganos linfoides primarios son realmente sitios de producción de linfocitos como se mencionó anteriormente. Una vez que estos linfocitos ya estén formados, es cuando ellos van a pasar a los órganos linfoides secundarios, que constituyen los sitios de activación de los linfocitos. Esos órganos o tejidos son: Los ganglios linfáticos. El bazo. Tejidos asociados a mucosas, como, por ejemplo, la placa de Peyer, que se caracteriza por un acúmulo de linfocitos a nivel del intestino. GANGLIOS LINFÁTICOS En los ganglios linfáticos, los linfocitos van a reconocer agentes extraños que son transportados en la linfa. Histológicamente, ellos básicamente funcionan como una especie de filtro que drenan la linfa para evitar que elementos potencialmente agresores o sustancias extrañas puedan retornar al torrente sanguíneo. Repasando, la linfa se produce en la extravasación de plasma a nivel de los tejidos, el cual es el exceso de líquido que sale fuera de dichos tejidos en los vasos sanguíneos y siendo recogido por capilares linfáticos; luego ese contenido pasa por los ganglios linfáticos donde se drena y se filtran las sustancias dañinas para que el resto del contenido posteriormente retorne al torrente sanguíneo. Estos ganglios se encuentran distribuidos por todo el organismo, y, en contexto de sistema inmune, ellos van a servir de eliminación de aquellas sustancias extrañas que son transportadas a través de la linfa. IMPORTEANTE. En los ganglios linfáticos están los linfocitos que reconocen a los agentes extraños transportados en la linfa. BAZO En el bazo están ubicados lo linfocitos que reconocen agentes extraños transportados o que están presentes en la sangre. Histológicamente está constituido por una pulpa blanca y una pulpa roja. También se puede decir que una porción de ese órgano tiene una función inmune y la otra porción tiene una función hematológica. Esta última básicamente lo que tiene es la función de eliminar del torrente sanguíneo los glóbulos rojos envejecidos o aquellos que tengan algún tipo de granulación citoplasmática anómala, es decir, el bazo tiene, en parte, la función de corregir todas esas cosas. Sin embargo, en este caso se destaca la función inmune de la pulpa blanca y que básicamente allí van a estar ubicados diferentes linfocitos que tienen como función reconocer y eliminar sustancias extrañas que están presentes en la sangre. Es importante destacar que en los Ganglios Linfáticos y el bazo existen dos diferentes compartimientos, desde el punto de vista histológico, y estos compartimientos pueden ser: T independiente: O también conocidos Folículos linfoides. Es decir, son los espacios dentro del tejido donde solamente se van a encontrar los linfocitos B. Se llama así porque como su nombre lo indica no depende de la presencia de linfocitos T. T dependiente: También conocida como Áreas T. Son aquellos espacios dentro del tejido donde se van a agrupar los linfocitos T. ESTRUCTURA DE LOS ÓRGANOS LINFOIDES SECUNDARIOS En la imagen se puede observar como en los diferentes órganos linfoides secundarios se distribuyen los diferentes folículos linfoides y las áreas T. Folículos linfoides = Linfocitos B. Áreas T: Linfocitos T. Así, ellos tienden a agruparse en el tejido en más o menos esa distribución, pero siempre muy próximos unos de otros en la arquitectura del tejido. TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO A MUCOSAS En relación al tejido mucoso se debe recordar que hay un importante tejido epitelial asociado a glándulas mucosas distribuido en el organismo. Entonces, hay tejido mucoso en: Las vías respiratorias. En el aparato digestivo. En las vías genitourinarias. Y ellas constituyen de una manera constante una puerta de entrada para elementos potencialmente agresores al organismo ya que, por ejemplo, constantemente se está respirando, y al hacerlo se está introduciendo a través del aire muchas sustancias o elementos que pueden ser potencialmente dañinos al organismo, al igual que constantemente se está comiendo. Por esta razón es que en estos espacios estratégicamente debe de haber un tejido linfoide especializado. TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO A MUCOSAS (MALT) Entonces, ese tipo de tejido muy particular que está asociado a puertas de entrada (Vías digestivas, aparato respiratorio) se le conoce como MALT (Por sus siglas en inglés) o folículos linfáticos. Este es un tipo de agrupación de células linfoides sin organización o estructura bien definida, que se encuentra asociado a la mucosa. Hoy en día han sido descritos muchos MALT en el organismo, sin embargo, los mejores caracterizados son: Tejido Linfoide Asociado a la Conjuntiva (CALT). Tejido Linfoide Asociado a la Nariz (NALT). Tejido Linfoide Asociado a la Laringe (LALT). Tejido Linfoide Asociado a la piel (SALT). Los que han sido estudiados a mayor profundidad, con una mayor cantidad de detalles, han sido el GALT y el BALT, es decir, el tejido linfoide asociado a tubo digestivo o a sistema respiratorio. En el recuadro se puede observar algunas de las células o moléculas que participan en esos tejidos linfoides y la función que cumplen cada una de ellas. TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO A INTESTINO - GALT En el caso de GALT el tejido linfoide comienza a nivel de las amígdalas, donde hay agrupamiento de las células de defensa del organismo considerando que a través de la cavidad oral es que ingresan los alimentos y estos pueden servir de vehículos para que entren al organismos agentes patógenos, por lo que es importante que en la cavidad oral haya un mecanismo de contención inicial, y eso lo conforman las amígdalas formando el anillo de Waldeyer, que en cavidad oral sirve como una primera “alcabala” para poder detener allí la presencia de algún elemento potencialmente dañino. Si eso no es capaz de contenerlo, este ingresa a las vías digestivas. En su interior también existe un tejido especializado conocido como GALT, que es el tejido asociado al intestino, en donde se puede precisar que: 1. Constituye el tejido de defensa de este organismo en particular. 2. Se observan la presencia de células dendríticas, que proyectan una prolongación hacia la luz del intestino que le permite captar la presencia de sustancias extrañas que estén allí. 3. Se observan células de Paneth, que permiten la secreción de sustancias hacia la luz con la finalidad de servir como “Tijeras” para fragmentar o destruir esos elementos que están o que ingresaron a través de alimentos o líquidos al interior del tubo digestivo. 4. Lo que más llama la atención es la placa de Peyer, que es la agrupación de inespecífica de linfocitos que están justo debajo de los enterocitos o de las células del epitelio intestinal. La finalidad de ubicar esos linfocitos allí es favorecer la respuesta inmune adaptativa y que sea mucho más rápida. 5. También se destaca la presencia de la secreción de inmunoglobulinas A localmente. 6. Además, se encuentran las uniones estrechas y desmosomas, los cuales permiten unir una célula con otra para evitar que ingresen elementos extraños al interior del tejido. En esta imagen se puede observar uno de los elementos del sistema de defensa local, destacando las células M, la cuales son un tipo de enterocito especializado que permite la captación de los elementos agresores englobándolas y haciendo un proceso de transitosis para trasladarla alinterior del tejido con la finalidad de que allí, donde están ubicadas las células dendríticas (Células de defensa del organismo que pertenecen a la inmunidad innata) para que inmediatamente lo fagociten, lo procesen y posteriormente lo presentes a los linfocitos T. Entonces, las células M son constituyentes importantes del tejido linfoide asociado a intestino TEJIDO LINFOIDE ASOCIADO A VÍAS RESPIRATORIAS – BALT En relación al tejido linfoide asociado a los bronquios, las vías respiratorias, conocidos como BALT, también se tienen elementos importantes a destacar: 1. La presencia de las células M. 2. Presencia de las células dendríticas que emiten las prolongaciones entre las células. 3. La producción de moco. 4. La producción de muchas otras sustancias como defensinas, que son enzimas líticas, enzimas que actúan como una especie de “tijera” que ayudan a fragmentar esos elementos que están ingresando o que ingresaron a través de las vías respiratorias superiores. 5. También se debe resaltar algo característico del MALT que es la acumulación de linfocitos o de tejido linfoide que lo que hace es favorecer la respuesta inmune local mucho más rápida y eficiente. 6. Los macrófagos en el interior de los alveolos como mecanismo de defensa en un sitio crítico para el aparato respiratorio ya que allí ocurre el intercambio gaseoso, ya que si llega a ingresar un agente agresor que burle todos esos mecanismos de defensa que se encuentran arriba en los cilios y en el moco a nivel de bronquios, e ingresan al interior de los alveolos, entonces los macrófagos se encargan de contenerlo para finalmente eliminarlos y evitar que haya un daño a nivel alveolar comprometiendo el intercambio gaseoso.