Vía extrapiramidal, reticuloespinal y tectoespinal

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VÍAS EXTRAPIRAMIDAL, RETICULAR ESPINAL Y TECTOESPINAL. 
Ortiz Maldonado Luis Ángel
Perez Serret Tamara
Reynoso Ortega Valeria
Rivera Gómez Alexia Coral
Rojas Godínez Daniel Antonio
Vía Extrapiramidal 
El nombre de extrapiramidal sirve para distinguirlo de los tractos de la corteza motora que alcanzan sus objetivos viajando a través de las pirámides de la médula .
Clínicamente, el término "extrapiramidal" se adoptó así para distinguir entre los efectos clínicos producidos por el daño que afecta a los ganglios basales y los del daño a la clásica vía “piramidal.”
Se origina en el tronco encefálico
Controla las actividades automáticas pero también influye en la motilidad voluntaria a través de una función tónica. 
Se centra en la modulación y regulación (control indirecto) de las células del asta anterior (ventral)
El EPS es de naturaleza polisináptica. Está compuesto por varios tractos y núcleos. Los tractos incluyen los tractos reticuloespinal, vestibuloespinal, rubroespinal y tectoespinal (la mayoría de los tractos viaja a través de los ganglios basales)
Cuenta con:
Núcleos motores: Cuerpo estriado, globo pálido, núcleo subtalámico, núcleo rojo y núcleo negro.
Núcleos integradores: Núcleos talámicos, núcleos vestibulares, formación reticular y cerebelo.
Sus funciones son:
Mantener postura y equilibrio mientras se realizan movimientos voluntarios.
Controlar movimientos asociados o involuntarios.
Control automático del tono muscular 
CE: nucleo caudado y putamen
N. int: Programan las respuestas motoras automáticas y asociadas a los movimientos voluntarios.
Síndrome extrapiramidal: 
Movimientos involuntarios provocados por la alteración de los ganglios basales.
Temblores.
Rigidez.
Inmovilidad sin parálisis.
Vía reticuloespinal
A través del mesencéfalo, el puente (protuberancia) y la médula oblongada existen grupos diseminados de células y fibras nerviosas que se conocen en conjunto como formación reticular. 
Desde la médula oblongada, neuronas similares envían axones cruzados y no cruzados a la médula espinal, para formar el fascículo bulborreticuloespinal medular.
Desde el puente, esas neuronas envían axones, en su mayor parte no cruzados, hacia la médula espinal, y forman el fascículo reticuloespinal pontino.
 Las fibras reticuloespinales del puente descienden a través del cordón blanco anterior, mientras que las procedentes de la médula oblongada descienden por el cordón blanco lateral. Ambos conjuntos de fibras penetran en los cordones grises anteriores de la médula espinal.
Los fascículos reticuloespinales influencian los movimientos voluntarios y la actividad refleja. 
Pueden facilitar o inhibir la actividad de las motoneuronas α y λ.
La vía reticuloespinal lateral o bulbar se encarga de la activación de la musculatura flexora y regula la musculatura de las extremidades.
La vía reticuloespinal medial o pontina se encarga de la activación de la musculatura extensora y controla la musculatura axial de cuello y tronco.
APA
Vía tectoespinal 
El tracto tectoespinal se origina en el colículo superior del mesencéfalo y se cruzan en la decusación tegmental posterior del mesencéfalo.
Siguen el mismo curso de los tractos rubroespinales pasando a través de la protuberancia y la médula, pero terminan en el funículo anterior de la médula espinal.
Vía tectoespinal 
Relacionado con los movimientos reflejos posturales en respuesta a un estímulo visual. 
Estas fibras asociadas con neuronas simpáticas en la columna gris lateral están relacionados con el reflejo de pupilodilatacion en respuesta a la oscuridad.
 
Richard S. Snell. (2010 7ma. ed). Neuroanatomía Clínica . México: Wolters Kluwer.
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Pérez, J. A. G., & González, J. M. H. (2014). Neuroanatomía humana (1.a ed.). Editorial Médica Panamericana.
Referencias: