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El REBE NAJMÁN SOBRE LA TORÁ IDEAS DE BRESLOV SOBRE LA LECTURA SEMANAL DE LA TORÁ COMPILADO POR JAIM KRAMER EDITADO POR Y. HALL TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL GUILLERMO BEILINSON BAMIDBAR- DEVARIM Números- Deuteronomio Publicado por BRESLOV RESEARCH INSTITUTE Jerusalem/New York Copyright © 2012 Breslov Research Institute Ninguna parte de esta publicación podrá ser traducida, reproducida o archivada en ningún sistema o transmitida de ninguna forma y de ninguna manera, electrónica, mecánica, fotocopiada o grabada o de cualquier otra manera, sin el consentimiento previo, por escrito, del editor. Título del original: REBBE NACHMAN’S TORAH Para más información: Breslov Research Institute POB 5370 Jerusalem, Israel. Breslov Research Institute POB 587 Monsey, NY 10952-0587 Estados Unidos. Breslov Research Institute c\o G.Beilinson calle 493 bis # 2548 Gonnet (1897) Argentina. e-mail: abei2ar@Yahoo.com.ar Impreso en Argentina Diseño de cubierta: Ben Gasner mailto:abei2ar@Yahoo.com.ar Indice Reconocimientos Conceptos Generales Números/Bamidbar Parashat Bamidbar Parashat Nasó Parashat Behaaloteja Parashat Shelaj Parashat Koraj Parashat Jukat Parashat Balak Parashat Pinjas Parashat Matot Parashat Masei Deuteronomio/Devarim Parashat Devarim Parashat Veetjanan Parashat Ekev Parashat Reé Parashat Shoftim Parashat Ki Tetzé Parashat Ki Tavó Parashat Nitzavim Parashat Vaielej Parashat Haazinu Parashat Vezot HaBrajá Reconocimientos Den gracias a Dios, anuncien Su Nombre; hagan conocer entre los pueblos Sus hazañas (Salmos 105:1). “Den gracias a Dios”, y así lo hacemos, pues Él nos dio la fuerza para completar este segundo volumen de nuestra serie El Rebe Najmán sobre la Torá. Esta compilación presenta las ideas de Breslov sobre los Libros de Éxodo (Shemot) y Levítico (Vaikrá). Nuestro primer volumen, sobre el Libro de Génesis (Bereshit), ha sido ampliamente aceptado, por lo que agradecemos la respuesta positiva que hemos recibido de nuestros lectores. También debemos agradecerles a todos aquellos que ayudaron a completar este proyecto. Estamos profundamente agradecidos a Ira Berkowitz, quien aportó una considerable contribución en memoria de sus queridos padres, que descansen en paz. Agradecemos a Alvin y Elaine Gordon, quienes pusieron en marcha todo el proyecto a finales de 1990. Apreciamos profundamente el apoyo constante y el entusiasmo de Diana Korzenik, Steve y Beryl Reich, Allan Steinberg y Jay y Lisa Knopf. Y les damos la bienvenida a nuestro grupo de dignos sostenes a Jay y Paula Novetsky. Esta publicación se ha beneficiado de los excepcionales talentos de R’ Iaacov Dovid Shulman, quien le dio sentido, en inglés, a las profundas ideas del Likutey Moharán del Rebe Najmán; y a Y. Hall, quien con notable pericia transcribió el Likutey Halajot del rabí Natán a un lenguaje comprensible incluso para el lego. Gracias a B. Aber por el espléndido diseño gráfico. Quiera Dios ayudarnos a ver la finalización de este proyecto y de muchos otros, y podamos todos ser dignos de ver la Llegada del Mashíaj, la Reconstrucción del Templo y el Retorno de los Exilados, pronto y nuestros días. Amén. Jaime Kramer Tamuz 5771 Julio 2011 Conceptos Generales Aquellos familiarizados con las lecciones del Rebe Najmán saben que éstas suelen comenzar con una cierta premisa que es luego desarrollada utilizando textos de prueba tomados de la Biblia, del Talmud, del Midrash, de la Kabalá, del Zohar y de otras enseñanzas. Construyendo y agregando más ideas, el Rebe entreteje un tapiz increíblemente hermoso englobando toda la lección. El rabí Natán sigue el mismo patrón en sus discursos. Para el estudiante de Breslov, estas lecciones combinan un profundo comentario de los versículos bíblicos junto con una gran riqueza de consejos para la vida. Pero para el editor que busca aislar cada enseñanza no es fácil discernir las piedras preciosas de los consejos sobre cada versículo. Es necesario profundizar en los escritos del Rebe Najmán y del rabí Natán para encontrar esas pepitas de oro, pues están intrincadamente bordadas en sus discursos, de una manera exquisita. Así, la compilación de esta obra implicó extraer virtualmente cada lección “fuera de contexto” y desarrollarla como una unidad autónoma. En su mayor parte, los comentarios del Rebe Najmán y del rabí Natán se sustentan por sí mismos, pero muchos de ellos son mejor comprendidos en el contexto original. Por lo tanto presentamos este capítulo como conceptos básicos de El Rebe Najmán sobre la Torá. Es posible encontrar varios temas básicos y recurrentes a lo largo de las enseñanzas de Breslov, entre ellos: la fe, la verdad, la moral, el cuidado del pacto de Abraham, el lugar central del Tzadik en el judaísmo, dar caridad o actuar de manera caritativa, alegría y felicidad, guardar y/o cuidar los pensamientos y la primacía del estudio de la Torá y de la plegaria. Dado que estas ideas son centrales al pensamiento judío, se presentan una y otra vez en las enseñanzas del Rebe Najmán y siempre desde un punto de vista diferente. Hay tres que se destacan más que las otras: la fe, el pacto y el Tzadik. La Fe Como explica el Rebe Najmán: “Afortunados somos de que Moisés nos diera la Torá que empieza con ‘En el comienzo creó Dios los cielos y la tierra’. Se nos ordena creer en Dios sólo mediante la fe y no entrar en especulaciones intelectuales” (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #5). Ello se debe a que la fe está imbricada dentro del Acto mismo de la Creación, como está escrito, “Todas Sus obras están hechas con fe” (Salmos 33:4). El rabí Natán explica además que la fe es absolutamente necesaria en cuatro áreas. Éstas son: la fe en Dios, la fe en la Torá como un regalo de Dios, la fe en los líderes rectos (e.g. Moisés, el rey David y todos los verdaderos Tzadikim y líderes de la nación judía a lo largo de las épocas) y quizás la más significativa de todas, la fe en uno mismo – en el hecho de que uno es valioso a los ojos de Dios, que sin importar cuán lejos se sienta de Dios uno siempre puede volver a Él, que tiene un propósito en la vida, que tiene la fe y la confianza necesarias para tratar con los demás y la fuerza interna para cambiar los hábitos y mejorar su vida (cf. Likutey Halajot, Masá u-Matán 3:6). También incluidas en el concepto de la fe se encuentran la verdad y la honestidad, dado que la fe implica fidelidad y la capacidad de confiar en los demás, una situación que sólo es posible mediante la honradez. El Pacto El tema de la moralidad y del cuidado del pacto hace referencia al Pacto de Abraham, el brit milá (el pacto de la circuncisión). El brit milá no es una ceremonia religiosa que es celebrada un día y olvidada al siguiente. Es el pacto eterno entre Dios y el pueblo judío. El retiro del prepucio del órgano sexual simboliza el retiro de todo lo que es impuro en la vida de la persona; con pureza en la mente y en el corazón la persona puede entonces utilizar el órgano de procreación para ser un socio de Dios en el proceso continuo de la creación del mundo. Es impensable que se pueda llegar al abuso de ese poder procreador para propósitos lujuriosos, pues ello envenena el mundo con deseos cada vez mayores y degradantes. Cuando la persona guarda el pacto y eleva sus pensamientos e intenciones morales, se eleva a sí misma y a muchos otros, hacia una conciencia más exaltada de honestidad, de decencia y de pureza. En palabras del Rebe Najmán: “El principal camino para acercarse a Dios es el cuidado y la rectificación del pacto” (Likutey Moharán I, 29:4). El Tzadik El Tzadik es quizás el tema más recurrente en las enseñanzas del Rebe Najmán pero es, probablemente, el concepto menos comprendido. Este concepto se menciona por primera vez en una frase del Talmud: Dice el rabí Elazar: El mundo entero fue creado debido a un solo Tzadik. Esto lo aprendemosdel versículo “Dios vio que la luz era buena” (Génesis 1:4). “Bueno” no es otra cosa que el Tzadik, como está escrito, “Di del Tzadik que es bueno” (Isaías 3:10). El rabí Jiá dijo en nombre del rabí Iojanan: Pues el mundo será mantenido en aras de un solo Tzadik, como está escrito, “El Tzadik es el cimiento del mundo” (Proverbios 10:25) (Ioma 38b). Es axiomático el que el Tzadik sea una figura central del judaísmo. Su tenacidad en el servicio a Dios pese a todos los obstáculos -como atestigua el ostracismo de Abraham debido a su rechazo de la idolatría y de su enseñanza en la creencia en Dios- y su completa anulación delante de Dios al servir como líder de la nación -como Moisés que estuvo dispuesto a “borrarse” a sí mismo si Dios no perdonaba la rebelión del pueblo judío (Éxodo 32:32)- ha salvado al pueblo judío una y otra vez a lo largo de nuestra extensa historia. Ello se debe a que el Tzadik trasciende este mundo material y alcanza una comprensión de lo espiritual incluso mientras existe en el plano físico. Como tal, es una especie de puente entre nosotros y Dios. Por supuesto, ningún judío necesita de un intermediario entre él y Dios. Dios ciertamente no necesita que nadie actúe como Su intermediario y tampoco nosotros, porque siempre podemos buscar a Dios y encontrarlo. Pero el Tzadik ya ha encontrado a Dios y, por lo tanto, para decirlo de una forma más simple, conoce la manera eficaz de hallarlo. Esto significa que es la persona adecuada para enseñarnos aquello que debemos saber para poder acercarnos a Dios. Aun así el Tzadik es mucho más que un maestro que nos da una óptica Divina. El Tzadik se encuentra en un plano tan elevado que en verdad llega a ser el emisario de Dios para hacernos llegar Su mensaje. Sólo Moisés pudo traernos la Torá tal cual la conocemos y sólo los muy grandes Tzadikim de cada generación -los profetas, los reyes justos, los Sabios líderes, los Gaonim, los Codificadores y demás- son capaces de transmitirnos las instrucciones de Dios, la Torá. (En su obra clásica, el Mishne Torá, Maimónides presenta una lista de los líderes de cada generación desde Moisés hasta el final de la era Talmúdica). Y los Tzadikim reciben desde Arriba el poder para enseñar la Torá tal cual lo consideren adecuado - por ejemplo, los Sabios Talmúdicos introdujeron muchas leyes y guías nuevas para preservar la observancia de la Torá. De la misma manera, en cada generación, los Tzadikim ejercen un “poder Divino” para dirigir a la nación de acuerdo a su comprensión de la Torá y en concordancia con la generación en la cual viven. Éste es un concepto muy audaz, pero no es nuevo. De la Torá misma aprendemos que el Tzadik tiene poder. A lo largo de las Escrituras, encontramos el versículo “Vaidaber IHVH el Moshé lemor - Dios le habló a Moshé, diciendo” (Éxodo 13:1; 14:1; 25:1; 30:11; et al.). Vaidaber (וידבר, “Él habló”) proviene de la misma raíz que DaBaR ;Rashi sobre Deuteronomio 31:7) (líder ,דבר) ver Sanedrín 8a). El rabí Natán explica que cuando Dios le habló a Moisés, no sólo le habló a él y le dio directivas, sino que también le pasó esa directiva y liderazgo al mismo Moisés. Con cada Vaidaber, Dios le entregó el liderazgo y la dirección a Moisés, para que él implementase las enseñanzas tal como lo considerase adecuado (Likutey Halajot, Milá 2:8). Entender la grandeza del Tzadik es algo esencial para nuestra comprensión de la Torá. El Talmud, el Midrash, el Zohar, la Kabalá y virtualmente todas las enseñanzas jasídica están repletas de afirmaciones sobre la grandeza del Tzadik y de su rol central en el judaísmo. El Rebe Najmán enfatiza en su enseñanza más importante sobre el hitbodedut que cada persona debe desarrollar su propia y directa conexión con Dios (Likutey Moharán I, 52; Ibid. II, 25). Pero el Tzadik es un Tzadik, un líder que se entrega en aras de los demás sin buscar remuneración alguna y que continuamente dará de sí mismo hasta el fin. Todos comprenden la importancia de tener líderes calificados - ¡no hace falta más que ver la expresión de emoción y determinación en un día electoral cuando la gente corre a las urnas para votar por el político más mediocre! Pero el Rebe Najmán considera el liderazgo desde un punto de vista muy diferente. Su concepto del liderazgo incluye personas tales como Abraham, Moisés, el rey David y el rabí Akiba, personas que entregaron sus vidas por los demás sin ocuparse de sí mismas. Por ese motivo, la Torá termina con el fallecimiento de Moisés, pues una vez que nos unimos a un Tzadik así, estamos en el sendero correcto. Pero en verdad la Torá no termina sino que comienza una y otra vez. Y es por eso que encontraremos muchas enseñanzas en El Rebe Najmán sobre la Torá que se explican al comprender el papel del Tzadik en nuestras vidas. Números > Bamidbar Parashat Bamidbar 1:2 “Toma el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, por sus familias, por sus casas paternas, conforme a la cuenta de los nombres, de todos los varones individualmente”. Toma el censo Debido al amor de Dios por el pueblo judío Él le ordenó a Moisés que los contase. Cuando cayeron debido al becerro de oro, fueron contados. Cuando el Tabernáculo fue establecido, fueron contados (Rashi). La idea de contar a los judíos representa contar a las legiones del Rey. Al contar a los judíos, Dios demostró cuán valiosos eran para Él. Cada judío tiene su propio y especial lugar y cada uno marca una diferencia. En nuestro actual exilio, el número de judíos es limitado y puede por lo tanto ser contado. Pero en el Futuro, cuando las impurezas sean eliminadas del mundo, el número de judíos aumentará más allá de toda cuenta (cf. Hoshea 2:1). Pues en verdad, las almas judías trascienden el tiempo y el espacio - trascienden el número (Likutey Halajot IV, p. 96). Podemos percibir la misma idea de una “cuenta” en la manera en que Dios enumeró los Días de la Creación. Tan pronto como el mundo fue creado, Dios le dio a cada día un número: el Primer Día, el Segundo Día, el Tercer Día y así en más. La santidad trasciende el tiempo y el espacio y no puede ser numerada ni contada. Pero en este mundo de impurezas, Dios estableció un sistema para que sea posible contar. Así, uno debe presentarse para ser contado y representar así su bien y su posición. Pero en el Futuro, los judíos serán incontables (ibid.). Toma el censo No está permitido contar a los judíos per se. Si hay necesidad de censarlos, la gente se enumera mediante el medio shekel con el que cada uno contribuye al Templo. Pero, si es peligroso contar a los judíos, ¿por qué deben dar los shekalim? ¿Por qué no evitar directamente toda cuenta? En este caso, el censo era una consecuencia necesaria del pecado del becerro de oro. El pecado le roba a la persona las “chispas de santidad” que posee. Después de que los judíos pecaron, la cuenta se volvió necesaria para identificar y tratar de recuperar lo que se había perdido, para volver a elevarlo hacia la santidad (Likutey Halajot II, p. 105a). 1:3 “De edad de veinte años para arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, tú y Aarón los contarán por sus divisiones”. Todos los que pueden salir a la guerra Todos los judíos deben estar dispuestos a batallar por Dios. Esto sólo es posible cuando están unidos en su objetivo. Así, Moisés contó en el desierto a los judíos que estaban dispuestos a luchar por Dios (Likutey Halajot VII, p. 150). 2:2 “Los hijos de Israel acamparán cada cual junto a su propia bandera, bajo el estandarte de sus casas paternas; dando frente a la tienda de reunión, acamparán a su alrededor”. El campamento de los hijos de Israel Los judíos acampaban en el desierto alrededor del Arca, que estaba en el centro (ver Rashi). Cada judío corresponde a una letra en la Torá. Sólo cuando están unidos puede la Torá estar “completa”. Así, leemos sobre la unidad del pueblo judío inmediatamente antes de Shavuot, la festividad de la recepción de la Torá (Likutey HalajotII, p. 105a). El campamento de los hijos de Israel Los judíos les dicen a las naciones, “¿De qué grandeza pueden hablar ustedes que pueda compararse con la grandeza del campamento de los judíos en el desierto?” (Tanjuma, Bamidbar 11). En el desierto, los judíos acampaban de acuerdo a las tribus. Cada tribu era completamente diferente a las otras en tamaño, posición y naturaleza y cada una se distinguía por su propia bandera que tenía su propios colores tribales. Pero pese a sus muchas diferencias, todas las tribus se aferraban a su fe en el Dios Único, unidas en su fe, revelando la Unidad de Dios (Likutey Halajot V, p.198a-396). Acamparán Cada vez que los judíos se ponían en movimiento, desmantelaban el Tabernáculo y lo volvían a armar en su nuevo campamento. Adonde fuera que se rearmaba el Tabernáculo, éste mantenía la santidad del Tabernáculo armado inicialmente por Moisés. De aquí aprendemos que cuando viajamos, podemos llevar nuestra santidad con nosotros y restablecerla allí en donde estemos (Likutey Halajot I, p. 236a-472). Dando frente a la tienda de reunión, acamparán a su alrededor El Tabernáculo era el asiento para la Presencia Divina, que se manifestaba a través de la plegaria de los judíos. Toda la nación judía acampaba alrededor del Tabernáculo, dado que cada judío adquiría una porción en él mediante sus plegarias. Por ejemplo, así como las contribuciones de los judíos se combinaron para hacer las 100 basas de plata para las columnas, las barras, los pilares, las cortinas y los utensilios del Tabernáculo, de la misma manera, hoy en día, cuantos más judíos se sumen a la plegaria, más partes del Tabernáculo serán construidas, hasta que la Presencia Divina vuelva a revelarse una vez más (Likutey Halajot VIII, p. 102a). Acamparán cada cual junto a su propia bandera Cada judío posee un punto bueno individual en el cual Dios se regocija. De manera similar y a una escala nacional, cada una de las Doce Tribus estaba representada por una bandera diferente y una piedra diferente en el Pectoral del Cohen Gadol. A partir de aquí aprendemos la importancia de desarrollar nuestra individualidad (Likutey Halajot II, p. 25a). Más aún, no podemos aceptar verdaderamente la Torá hasta que no se manifieste la individualidad de cada uno. Por ello Parashat Bamidbar (que comienza con el censo de todos los judíos, tribu por tribu) se lee en el Shabat previo a Shavuot, enseñándonos la importancia de establecer nuestra individualidad antes de poder unificarnos en una causa común (ibid., II, p. 50). Las diferencias entre las tribus y sus banderas y colores representativos también hacen referencia a las diferentes alusiones que despiertan a la persona al servicio a Dios. Cada persona percibe las obras de Dios desde un punto de vista diferente y el “llamado para juntarse para la guerra” (contra las fuerzas del mal) se manifiesta de manera diferente para cada uno (ibid.). Los campamentos sagrados y los viajes por el desierto Los judíos pecaron con el becerro de oro porque le prestaron atención a la multitud mezclada, que los confundió con falsas interpretaciones de Torá. Su pecado fue rectificado mediante el Tabernáculo, que los acompañó a través de sus viajes por el desierto. Al viajar junto con el Arca Sagrada (que contenía los Diez Mandamientos), los judíos obtuvieron la capacidad de “armar y desarmar la Torá” - estudiarla y comprenderla apropiadamente. De esa manera, rectificaron su falsa comprensión de la Torá y los pecados cometidos debido a sus malas interpretaciones (Likutey Halajot II, p. 166). 2:3 “Los que acampen hacia el este, hacia donde se levanta el sol, serán los de la bandera del campamento de Iehudá, según sus escuadrones, siendo el príncipe de los hijos de Iehudá, Najshón, hijo de Aminadav”. Los que acampen hacia el este, hacia donde se levanta el sol Las Doce Tribus, divididas en cuatro campamentos, representan los doce meses divididos en las cuatro estaciones del año. De manera similar, representan las doce horas del día divididas en cuatro cuartos. La primera estación incluye los meses de Nisán, Iyar y Sivan. Ese período incluye el Éxodo de Egipto (en Nisán), los cuarenta y nueve días de la Cuenta del Omer (desde Nisán hasta Sivan) la Revelación en el Sinaí (en Sivan), marcando el comienzo del período en el cual los judíos fueron llevados cerca de Dios. Esta estación es un paralelo de las tres Tribus de Iehudá, Isajar y Zebulún, quienes acampaban en el este, donde se levanta el sol y comienza el primer cuarto del día. Así, el Shemá debe ser recitado en el primer cuarto del día, asegurando así que el día comience con una declaración de fe que nos acerque a Dios (Likutey Halajot I, p. 165a). La bandera Los cuatro campamentos que rodeaban el Arca Sagrada y los Diez Mandamientos que estaban dentro del Arca, aluden a la Canción Cuádruple y a las Diez Clases de Canciones que serán reveladas cuando llegue Mashíaj (Likutey Halajot II, p. 221a). 3:31 “Ellos estarán a cargo del Arca, de la Mesa, de la Menorá, de los Altares y de los utensilios del santuario con los cuales ministran y la Cortina y todo lo perteneciente a su servicio”. Ellos estarán a cargo del Arca El Arca llevaba a aquellos que la cargaban (Sotá 35a). De manera similar, los ángeles que llevan la Carroza Divina (Mercavá) son llevados por la Carroza. Así, el versículo dice: “El espíritu de vida está en los ángeles” (Ezequiel 1:20). El espíritu de vida de Dios está en los ángeles y los lleva, aunque parece como si fuesen ellos quienes llevan a la Carroza. Por ese motivo, cuando la persona les ofrece algo de tomar a otros, también se la invita a recitar la bendición sobre las bebidas. Inicialmente, ella ofreció “llevar” -o proveer- las bebidas. Ahora, recita una bendición sobre la bebida y la bebida “la lleva” espiritualmente a ella. BeRaJá (ברכה, bendición), es un acrónimo para la frase Ki Rúaj HaJaiá BaOfanim (“El espíritu de vida está en los ángeles”) (Likutey Moharán II, 69). 3:45 “Toma a los Levitas en lugar de cada primogénito entre los hijos de Israel, y los ganados de los Levitas en lugar de sus ganados. Así, los Levitas serán Míos. Yo soy Dios”. Toma a los Levitas en lugar de cada primogénito Lo primero es la sabiduría (Salmos 111:10). Lo “primero” (i.e., el primogénito) representa la sabiduría. Los egipcios deificaron a los primogénitos, pues ellos representaban la superioridad de su sabiduría atea. Cuando Dios golpeó a los primogénitos egipcios (i.e., demostró que su sabiduría y su ateísmo no eran nada), los judíos quedaron atrapados en el exilio. Entonces se reveló la verdadera sabiduría -es decir, la “supremacía del primogénito”, representando la verdadera fe- y se hizo posible el Éxodo. El ateísmo prolifera entre aquellos que no llevan una vida espiritual productiva. Podemos vencer al ateísmo dando caridad, pues la caridad representa una vida larga y espiritualmente satisfactoria, como en “Arroja tu pan sobre las aguas, pues lo encontrarás luego de muchos días” (Eclesiastés 11:1). Mediante la mitzvá de la redención del primogénito, redimimos a la sabiduría que puede haber sido dañada y la llevamos hacia una vida santificada. El dinero de la redención va al Cohen, quien representa el Favor Divino, la caridad, una vida satisfactoria y la bondad. Esta redención debe tener lugar tan pronto como el niño tiene un mes de edad. JoDeSh (חודש, mes) es similar a JiDeSh (חדש, renovar). Debemos renovarnos continuamente para no envejecer, para no tener que vivir una vida insatisfactoria (Likutey Halajot V, p. 41-210a-420). 3:47 “Toma cinco shekels por cabeza, utilizando el shekel del santuario. Un shekel es equivalente a veinte guerás”. Cinco shekels por cabeza Iosef fue vendido por el mismo monto, cinco shekels - el equivalente a veinte piezas de plata (Rashi). ¿Cuál es la conexión entre la venta de Iosef y la redención del primogénito? La santidad del primogénito corresponde a daat(conciencia de Dios), que es la esencia del “nacimiento”. Daat está representado por la letra hei (ה). Hasta que Dios no le agregó la hei al nombre de Abraham (ver Génesis 17:5), éste no pudo tener descendencia en el verdadero sentido. Pudo engendrar a Ishmael antes de que se le agregara la hei, como mucha otra gente que tiene hijos sin esa letra hei en sus nombres. Pero para el nacimiento de Itzjak, quien sería la conexión en la transmisión y revelación de la Divinidad en este mundo, fue necesaria la hei (ver Likutey Moharán I, 53). La letra hei (que tiene el valor de 5) corresponde a los cinco shekels de la redención. Así, la redención del primogénito trae el daat que fue oscurecido debido a la venta de Iosef (Likutey Halajot V, págs. 212a-424, 215a). 3:48 “Y les darás el dinero a Aarón y a sus hijos como una redención por los primogénitos que exceden el número de Levitas”. Le darás el dinero a Aarón Fue por la riqueza que les diste que ellos hicieron el becerro de oro (Berajot 32a). La riqueza es una gran bendición. Cuando es utilizada de la manera apropiada, puede elevar a la persona hacia grandes alturas espirituales. Pero muy comúnmente, la riqueza se transforma en un medio que la gente utiliza para alejarse de Dios. Cuando los judíos en el desierto pidieron un ídolo y mataron a Jur, quien se interpuso en su camino, Aarón hizo alusión al mal uso que habían hecho de la riqueza diciendo, “Quítense sus anillos de oro... traiganlos a mí [para construir un ídolo]” (Éxodo 32:2). Debido a que corrompieron su riqueza, los primogénitos perdieron el derecho a llevar a cabo el servicio a Dios. Después del establecimiento del Tabernáculo, los primogénitos se redimieron al darle su riqueza a Aarón el Cohen Gadol (Likutey Halajot V, p. 430- 216a). Parashat Nasó 5:12 “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando la mujer de un hombre se desvíe, portándose deslealmente para con él”. La sotá El sufrimiento del pueblo judío es un paralelo del sufrimiento de la sotá (mujer sospechosa de adulterio). Las aguas amargas que debe beber la sotá representan el sufrimiento de los judíos durante los exilios (Zohar III, 124). La humillación de ser forzada a tomar las aguas amargas que probarán su culpabilidad o inocencia es un medio para el perdón. Si ella está libre de pecado, las aguas que beba (i.e., sus sufrimientos) le darán alivio del sufrimiento y será bendecida con fertilidad. Si ella ha pecado pero confiesa su pecado, entonces la humillación será su expiación y será perdonada. Pero si se niega a admitir su pecado, las aguas servirán para aumentar su sufrimiento (Likutey Halajot II, p. 102a-204). Lo mismo se aplica a la nación judía. Pese a su sufrimiento a lo largo de todos los exilios, las “aguas amargas” que han “bebido” sirven para que los judíos sean “fértiles” y crezcan física, financiera y espiritualmente. 5:14 “Cuando le llegue a él un espíritu de celos de modo que tenga celos de su mujer, siendo ella adúltera; o le llegue un espíritu de celos a él de modo que tenga celos de su mujer, aunque ella no haya sido adúltera”. Cuando le llegue a él un espíritu de celos de modo que tenga celos de su mujer El amor que no está acompañado por sentimientos de celos no es un verdadero amor (Zohar I, 245a). Este versículo hace referencia a la pareja cuyo matrimonio es una expresión del amor más grande y profundo, debido al cual el hombre puede sentir celos de su esposa aunque ella no tenga culpa alguna. Tal pareja posee el nivel más elevado de santidad y refleja la pureza del mismo Mashíaj (Likutey Moharán II, 32:4). 5:17 “El Cohen tomará agua santa en una vasija de barro. Luego tomará algo del polvo del suelo del Santuario y lo pondrá en el agua”. Tomará algo del polvo del suelo Si ella es culpable, recibirá el castigo. Si es inocente, podrá tener hijos más fácilmente y éstos serán mucho más saludables (Rashi sobre Números 5:28). La sotá es probada con tierra, que corresponde a Maljut, la sefirá más baja que interactúa con este mundo, distribuyendo la abundancia y ejecutando el castigo. Si la sotá es inocente, será limpiada por Maljut y se beneficiará de ello. Si es culpable, Maljut ejecutará el castigo (cf. Likutey Moharán I, 49:7). Muchas cosas en este mundo tienen un doble poder, haciendo que la persona se beneficie o, Dios no lo permita, sufra de acuerdo a sus acciones (Likutey Halajot IV, p. 6). 5:23 “Entonces el Cohen escribirá estas maldiciones en un pergamino y las borrará en las aguas amargas”. Las borrará en las aguas amargas Durante la ceremonia de la sotá, que determina si la mujer le fue infiel a su marido, el Nombre de Dios se escribe en un trozo de cerámica que luego es sumergido en el agua, haciendo que el Nombre se borre. Es como si Dios estuviese diciendo, “Mi Nombre, que fue escrito en santidad, puede ser borrado para traer la paz entre el esposo y la esposa”. Siendo así, dicen nuestros Sabios, para traer la paz entre los judíos y Dios, ciertamente los libros ateos pueden ser borrados del mundo (Shabat 116a). Muchos libros sagrados fueron escritos en las generaciones anteriores. Ellos están aludidos en los escritos sagrados, pero ninguno ha llegado hasta nosotros. ¿Por qué? Esos libros sagrados corresponden al Nombre de Dios (ver Zohar I, 37b). Así como el Nombre de Dios era borrado para traer la paz entre el esposo y la esposa, de la misma manera, esos libros sagrados fueron destruidos para traer la paz entre Dios y el pueblo judío. Pues además de esos libros sagrados, también existían muchos libros de ateísmo y herejía. Si estos últimos se hubieran difundido, habrían imposibilitado el acercamiento a Dios del pueblo. Por lo tanto, cuando los libros sagrados de enseñanzas de Torá desaparecen del mundo también desaparecen los libros de enseñanzas heréticas, y entonces es posible acercarse a Dios (Likutey Moharán II, 32:5). 6:2 “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando algún hombre o mujer hiciere un voto especial, voto de Nazir para Dios”. Nazir para Dios Las palabras adicionales “para Dios” enseñan que todo voto que haga la persona debe tener el objetivo de acercarla a Dios (Likutey Halajot III, p. 14a). Nazir Incluso su cabello es sagrado, pues el Nazir que se ha prometido a Dios trae su santidad del nivel de “El cabello de su cabeza era como lana limpia” (Daniel 7:9), que corresponde al nivel de Atik, el nivel de Keter. La porción de Torá del Nazir siempre se lee en Shabat después de Shavuot, dado que Shavuot también representa el nivel de Keter, cuya santidad se alcanza al contar el Omer (Likutey Halajot III, p. 218). 6:23 “Habla a Aarón y a sus hijos y diles: De esta manera han de bendecir a los hijos de Israel diciéndoles:”. De esta manera han de bendecir... diciéndoles Las Escrituras utilizan la palabra “diciéndoles” para evocar las Diez Expresiones con las cuales fue creado el mundo (ver Avot 5:1). Cuando Dios creó el mundo, Sus bendiciones fueron colocadas dentro de Sus “Decires” (“Dijo Dios...”). Así, cuando Dios instruyó a Aarón y a sus hijos para recitar el Birkat Cohanim (Bendición Sacerdotal), Él dijo, “Diciéndoles” - extiendan esas bendiciones que ya fueron colocadas en potencia en el mundo, para que puedan concretarse (Likutey Halajot I, p. 342). De esta manera han de bendecir a los hijos de Israel... Que ellos coloquen Mi Nombre sobre el pueblo judío y Yo lo bendeciré Koh (“De esta manera”) - en la Lengua Sagrada (Sotá 38a). Koh hace referencia a una lengua sagrada, a una señal de bendición y a un recipiente que es posible utilizar para recibir las bendiciones. Así, “Que ellos coloquen Mi Nombre sobre el pueblo judío” - pues el nombre de la persona es su esencia (cf. Génesis 2:19). Cuando uno tiene un recipiente, puede recibir el Nombre de Dios - i.e., Su Esencia. Entonces la bendición se recibirá automáticamente: “Yo los bendeciré”. “Dios te bendiga y te proteja” - dándote riqueza y evitándote todo daño, debido aque has cuidado el pacto, que trae bendiciones y abundancia. “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti” - porque merecerás un rostro brillante y la pureza de corazón que ilumina el rostro. “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz” - merecerás quebrar la gula, pues con la pureza del pacto y con una lengua sagrada, la persona puede sustentarse mediante la esencia interna de la comida, por el alimento espiritual. Esto se merece mediante la “paz” - un pacto cuidado (Likutey Halajot I, p. 182a). De esta manera han de bendecir a los hijos de Israel La bendición debe ser pronunciada en la Lengua Sagrada (Sotá 38a). La bendición sólo llega a través de la lengua sagrada (Likutey Moharán II, 2:5) - es decir, una lengua que no se dedica a decir vulgaridades, calumnias, burlas y demás. Sólo la persona que tiene una lengua así puede traer bendiciones. De esta manera han de bendecir... diciéndoles Cuando el Tzadik necesita pedirle algo a Dios, puede suceder que Dios no le otorgue su pedido. Ello se debe a que “A veces Él escucha y a veces Él no escucha” (Zohar I, 105b). Sin embargo, hay un Tzadik que siempre puede bendecir a los demás. Él, si así pudiera decirse, instruye a Dios, “De esta manera Has de bendecir... Diciéndoles”. Es decir, “¡Yo digo que deberá ser así: ‘Dios te bendiga y te proteja’!” (Números 6:24) (Likutey Moharán I, 223). De esta manera han de bendecir Cuando los Cohanim bendecían a los judíos en el Santuario, extendían sus manos. La bendición que recitaban estaba compuesta de sesenta letras, esas sesenta letras corresponden a los “sesenta hombres fuertes” (Cantar de los Cantares 3:7). “Fuerte” indica abundancia, en el hecho de que la lluvia, que trae abundancia material, es mencionada en la frase “fuertes lluvias” (Berajot 33a). Por lo tanto la Bendición de los Cohanim trae abundancia y bendición (Likutey Moharán I, 4:10). 6:24 “Dios te bendiga y te proteja”. Birkat Cohanim - la Bendición Sacerdotal “Dios te bendiga y te proteja” - Él te bendiga con una riqueza santa (por la cual no tengas que trabajar muy duro y estés libre y puedas dedicarte a la búsqueda espiritual) y te proteja del daño y de otros temores. En su lugar, merecerás el temor a Dios. “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti” - esto representa el Favor Divino. “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz” - la revelación del Rostro de Dios se evoca mediante la caridad. Al dar caridad, merecemos la paz, como en “Cuanta más caridad, más paz” (Avot 2:7) (Likutey Halajot I, p. 185a). Birkat Cohanim - la Bendición Sacerdotal Las tres bendiciones del Birkat Cohanim aluden a los tres “puntos” básicos que la persona debe despertar cada día para experimentar la Divinidad. Uno es el “punto” propio de la persona, que es único de ella. El segundo es el “punto” de su amigo, que es único y propio de él. El tercero es el del Tzadik, cuyo “punto” engloba a todas las personas. Recibir la primera bendición, “Dios te bendiga y te proteja” corresponde a recibir el punto del Tzadik. El Tzadik es el canal para todas las bendiciones, dado que toda la abundancia fluye a través de la sefirá de Iesod (que corresponde al Tzadik). Recibir la segunda bendición, “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti”, corresponde a recibir el “punto” del amigo, dado que todo amor que se desarrolle entre la gente revela más el Rostro de Dios en el mundo. Recibir la tercera bendición, “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz”, corresponde a recibir los beneficios del “punto” propio de uno mismo, que, al desarrollarse apropiadamente, trae la paz interior (Likutey Halajot I, p. 189a-338- 190a). 6:25 “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti y te muestre gracia”. Y te muestre gracia ViJuNeKa (ויחנך, “Te muestre gracia”) es similar a JaNuKa (חנוכה). Cuando la persona observa la mitzvá de Jánuca, encuentra gracia ante los ojos de Dios (Likutey Moharán II, 7:11). Y te muestre gracia Él te dará gracia y favor (Sifri 41). El principal favor que la persona obtiene es el favor que Moisés tuvo ante los ojos de Dios (Éxodo 33:17). De ese favor provienen los Trece Atributos de Misericordia. Cuando la persona alcanza ese nivel, se hace meritoria de la paz (Likutey Halajot I, p. 298-150a). 6:26 “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz”. Y te dé paz La bendición final es la paz, pues la paz es el recipiente que contiene todas las bendiciones (Uktzin 3:12). Así, los Cohanim podían atraer la luz Celestial y dirigirla hacia la paz (Likutey Halajot III, p. 284). 6:27 “Que ellos pongan Mi Nombre sobre el pueblo judío y Yo lo bendeciré”. Yo lo bendeciré Cuando una persona es bendecida, recibe la bendición en un recipiente espiritual denominado ANI (אני, yo). Esta palabra está compuesta por las letras alef, nun, iud. Alef (אלף), que significa “enseñar” o “estudiar”, representa al Tzadik. Cada judío es conceptualmente un Tzadik, como dice el versículo: “Tu pueblo, son todos Tzadikim” (Isaías 60:21). Y el Tzadik es conocido como ALeF, como en “Nuestros grandes (ALuFeinu) son aceptables” (Salmos 144:14). Nun (נ) connota Maljut, que corresponde al habla. Iud (י) indica Jojmá, que hace referencia al pensamiento. Cuando el judío unifica el pensamiento con el habla (en particular cuando se concentra en las palabras de la plegaria que está recitando), conforma ANI, un recipiente para poder captar las bendiciones (Likutey Moharán I, 73). 7:1 Y fue en el día en que Moisés terminó de erigir el Tabernáculo, que lo ungió y lo santificó con todos sus utensilios. También ungió el Altar y sus utensilios y lo santificó. En el día en que Moisés término La palabra KaLoT (כלות, terminó) se lee y se estudia como si la vav no existiese (i.e., כלת, KaLoT) (Zohar I, 236b). Por lo tanto la frase KaLoT Moshé (כלות משה, “Moisés terminó”) puede leerse como KaLaT Moshé (משה .(”la novia de Moisés“ ,כלת El Tabernáculo corresponde a la Presencia Divina. Moisés trascendía el Tabernáculo y fue así capaz de traer hacia él la Divinidad. Por lo tanto, el Tabernáculo es llamado “la novia de Moisés” (i.e., el dominio de Moisés). Más aún, KaLot (כלת) es un acrónimo de la frase Kapará Lejol Toldotam (“Perdón para toda su descendencia”) (Musaf de Rosh Jodesh). La dedicación del Tabernáculo por Moisés comenzó un proceso de rectificación para el mundo entero y específicamente para el pueblo judío (Likutey Moharán I, 151). 7:3 Trajeron delante de Dios, como ofrenda suya, seis carros cubiertos y doce bueyes; un carro de parte de cada dos príncipes y un buey de parte de cada uno de ellos y los presentaron delante del Tabernáculo. Trajeron delante de Dios, como ofrenda suya, seis carros La tribu de Isajar les dio a las otras tribus la idea de donar bueyes y carros. Isajar hizo notar que el Tabernáculo estaba “flotando” (i.e., no había con qué llevarlo). Por lo tanto cada tribu trajo como donación bueyes y carros para transportarlo (Ialkut Shimoni, Nasó 713). El consejo de Isajar se aplica similarmente a las devociones a Dios de cada persona. Dado que la espiritualidad es trascendente, uno debe estar “plantado” - i.e., debe crear un medio para transportarse en su viaje espiritual (Likutey Halajot II, p. 50). Los hijos de Iaacov llevaron su féretro a la Tierra Santa distribuidos de la misma manera en que acamparon en el desierto, pues él representaba la santidad. Cuando Iaacov vio que Iosef le había enviado carros, comprendió que Iosef entendía la necesidad de estar bien plantado al servir a Dios (Likutey Halajot II, p. 52). 7:9 Pero a los hijos de Kehat no les dio ninguno, pues eran responsables de todas las cosas santas que llevaban sobre sus hombros. Eran responsables de todas las cosas santas que llevaban sobre sus hombros Es posible determinar si la persona ha aceptado el yugo de la Torá prestando atención a las melodías que canta. Como afirman nuestros Sabios: “‘Llevaban sobre sus hombros’ - ‘llevar’ no es otra cosa que cantar, como está escrito, ‘Lleva una canción’” (Salmos 81:3)(Erjin 11a). Los hombros implican cargar el yugo de la Torá (Likutey Moharán II, 31). Por lo tanto, es posible comprobar la medida de su aceptación de la Torá a través de las canciones que canta. 7:10 Los príncipes también presentaron sus ofrendas para la dedicación del Altar, el día en que fue ungido, presentando los príncipes sus ofrendas delante del Altar. Los líderes tribales trajeron sus ofrendas para el Tabernáculo Esto alude a los Tzadikim que contribuyeron con los bueyes para el Tabernáculo, para llevar los elementos santificados del Tabernáculo, pese al hecho de que cuando el Tabernáculo se desarmaba ya no tenía santidad. Los Tzadikim son aquellos que contribuyen a darle fuerza a los judíos para que puedan cargar con la santidad, aunque la santidad no sea manifiesta (Likutey Halajot III, p. 228). Los doce líderes tribales Los doce líderes tribales corresponden a los doce meses del año, que se establecían mediante la proclamación de los Sabios. Más aún, este pasaje que describe las doce ofrendas se lee en Jánuca, una festividad establecida por los Sabios. Así, tanto la lectura de este pasaje como su alusión a los doce meses recuerda la fe en los Tzadikim (Likutey Halajot III, p. 118a). 7:13 Su ofrenda era una fuente de plata pesando ciento treinta shekels y un tazón de plata pesando setenta shekels de los shekels del santuario - ambos llenos de harina flor mezclada con aceite para ofrenda vegetal. La ofrenda de los líderes tribales Las ofrendas llevadas por las cabezas de cada tribu corresponden a la aceptación de la Torá a través de los Tzadikim, rectificando los daños causados por Adán al comer del Árbol del Conocimiento y por nuestro propio comer. “Una fuente de plata pesando ciento treinta shekels... ambos llenos de harina flor...” - esto corresponde a Adán, quien engendró a Set a los 130 años de edad (Rashi sobre Números 7:19). Adán pecó al comer del Árbol del Conocimiento; por lo tanto el tazón estaba lleno de harina flor. “Un tazón de plata pesando setenta shekels” - esto hace referencia a Noaj y a las setenta naciones que salieron de sus hijos (Rashi, loc. cit.). Cada nación tiene su propio idioma, que debe ser elevado a la santidad. Esto se logra mediante las dos siguientes ofrendas: “Una fuente de oro pesando diez shekels” -esto alude a los Diez Mandamientos, a la Torá (Rashi sobre Números 7:20)- “un novillo joven, un carnero, un cordero” - correspondientes a los tres patriarcas (Rashi sobre Números 7:21), quienes revelaron enseñanzas de Torá. “Un macho cabrío para ofrenda por el pecado” - para efectuar el perdón del pecado de vender a Iosef (Rashi sobre Números 7:23). La venta de Iosef implica el consejo impropio que se sigue cuando se está lejos de la Torá. “Dos bueyes para ofrenda de paz” - correspondientes a Moisés y Aarón (Rashi sobre Números 7:23), quienes representan la Torá en su totalidad. Moisés fue el maestro (la Ley Escrita) y Aarón fue el discípulo (la Ley Oral). “Carneros, machos cabríos, corderos” - esto representa a los judíos, que están divididos en tres grupos: Cohanim, Levitas e Israelitas. Alternativamente, representan la Torá, los Profetas y los Escritos (Rashi, loc. cit.) (Likutey Halajot III, p. 246). Una fuente de plata Kaarat kesef (fuente de plata) hace referencia a Adán (Rashi sobre Números 7:19). Su tronco es como marfil pulido (Cantar de los Cantares 5:14). Así como el tronco es el centro del cuerpo, el Libro de Levítico es el centro de la Biblia (Shir HaShirim Rabah 5:14). La palabra KaARaT (קערת, fuente) tiene el valor numérico de 770, el mismo que el valor de ESheT (עשת, pulido). El Libro de Levítico habla sobre los sacrificios (comer en santidad). Esos sacrificios rectifican el daño de Adán, quien pecó al comer del Árbol del Conocimiento. KaARaT (קערת, fuente) también tiene las mismas letras que AKeReT que ,(central o más importante ,עקרת) hace referencia a la fe, el punto focal más importante y el centro de la devoción a Dios (Likutey Halajot III, p. 248). 7:89 Y cuando Moisés entraba en la Tienda de Reunión para hablar con Él, oía la voz que le hablaba desde arriba de la Cubierta que estaba sobre el Arca del Testimonio, entre los dos querubines. De esa manera, hablaba con él. Oía la voz que le hablaba desde arriba de la Cubierta que estaba sobre el Arca del Testimonio, entre los dos querubines La fuente de la profecía está situada en el espacio por sobre el Arca, entre los querubines (Likutey Moharán II, 1:6). Cuando la persona pone el temor a Dios en su corazón, puede recibir la profecía desde ese espacio. Oía la voz que le hablaba... Cuando enciendas las lámparas El principal motivo para encender la Menorá es traer la luz del Tzadik hacia el mundo. Esto es evidente a partir de la proximidad de los versículos “Oía la voz” (i.e., oía una profecía para transmitirle a los judíos) y “Cuando enciendas las lámparas” (i.e., el Tzadik debe asegurarse de que su profecía ilumine el mundo) (Likutey Halajot V, p. 48a). Parashat Behaaloteja 8:2 “Habla a Aarón y dile: ‘Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá’”. Cuando enciendas las lámparas Behaaloteja (“Cuando enciendas las lámparas”) significa literalmente “cuando eleves”. Cuando uno enciende una llama, ésta se eleva (Rashi). La Menorá tenía siete lámparas o velas. La cabeza de la persona corresponde a la Menorá: sus “siete velas” son sus dos ojos, sus dos oídos, los dos orificios de la nariz y la boca. Si la persona santifica sus “siete velas” - santificando la boca al no decir mentiras, la nariz al inculcar el temor a Dios, los oídos teniendo fe en los sabios y los ojos cerrándolos ante el mal- entonces la llama de su corazón se elevará e iluminará su rostro con una luz Divina (Likutey Moharán I, 21). Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá Cuando quieras que las lámparas iluminen, haz que su luz brille hacia el “rostro de la Menorá” - i.e., hacia la fortaleza y las enseñanzas de la columna central, del Tzadik (Likutey Halajot II, p. 126). Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá La lámpara simboliza el alma, como está escrito, “El alma del hombre es una lámpara de Dios” (Proverbios 20:27). Cuando quieras iluminar el alma, deberás hacerlo hacia el “rostro” de la Menorá - éste es el Tzadik, cuyo rostro brilla para todo Israel. Este rostro brillará incluso en la noche más oscura y en los lugares más lóbregos. Las siete lámparas de la Menorá corresponden a las “siete vacas gordas [i.e., días]” y a las “siete vacas enjutas” del sueño del faraón (Génesis 41:1-4). Pese a la oscuridad que pueda caer sobre la persona -especialmente la oscuridad que produce el pecado- el alma puede volver a encenderse si se queda junto al Tzadik (Likutey Halajot I, p. 258-130a). Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá... Desde su base hasta sus flores Las siete lámparas de la Menorá representan los siete pastores (Abraham, Itzjak, Iaacov, Moisés, Aarón, Iosef y David). Moisés, el verdadero Tzadik, corresponde a la lámpara central, hacia la cual se inclinan las otras seis lámparas. El Tzadik es el conducto a través del cual se llevan a cabo todas las rectificaciones. Behaaloteja et hanerot (“Cuando enciendas las lámparas”) significa literalmente “cuando eleves las lámparas”, haciendo referencia a la capacidad del Tzadik para elevar todas las almas caídas hacia el retorno a Dios. Así como la Menorá estaba conformada por una sola pieza de oro, todas las rectificaciones necesarias están interconectadas y se obtienen a través del Tzadik. El versículo alude a este proceso con las palabras Ad IReKa ad PiRJá (“desde su base hasta sus flores”) (Números 8:4). PiRJá (sus flores) también se traduce como “florecer”, implicando que incluso IReJ (los niveles más bajos) “florecerán”y brillarán con la luz recibida del Tzadik. De acuerdo a Rashi, Moisés tenía dificultades para visualizar cómo sería la Menorá hasta que Dios le mostró la imagen de una menorá de fuego (Rashi sobre Éxodo 25:31). Esto nos enseña que todas las rectificaciones derivan de hecho de Dios Mismo, Quien ayuda al Tzadik a iluminar los niveles más bajos (Likutey Halajot VIII, p. 41a-b). 8:3 Y Aarón así lo hizo; encendió las lámparas de modo que alumbrasen hacia la parte de enfrente de la Menorá, como Dios había mandado a Moisés. Encendió las lámparas El Cohen comenzaba encendiendo la Menorá desde la Ner HaMaaravi (la lámpara central) y terminaba en la lámpara del centro. Esta lámpara nunca se extinguía. Dios no necesita de esa luz, pero Él la otorga como testimonio a los judíos de que la Presencia Divina siempre está con ellos (Menajot 86b; ver Rashi sobre Números 8:2). Aunque el Cohen comenzaba en el centro, lo hacía mirando hacia el oeste pues, como afirman nuestros Sabios, la Presencia Divina reside en el oeste (Meguilá 21b). De manera similar todo lo que enciende o se quema lo hace de acuerdo a la Voluntad de Dios. Dios no necesita la luz, pero si no fuera por Él, nada encendería nunca. Nosotros somos quienes debemos encender las lámparas, lo que nos enseña que es nuestra responsabilidad hacer lo que sea necesario. Si servimos a Dios, incluso en lo mínimo, estamos encendiendo nuestras propias lámparas - nuestras almas. Entonces Dios nos ayudará, asegurando que la llama nunca sea extinguida (Likutey Halajot I, p. 169a-338). 8:4 Así estaba hecha la Menorá: de oro batido a martillo. Desde su base hasta sus flores, todo era labrado a martillo. La Menorá fue hecha exactamente como la visión que Dios le había mostrado Moisés. A martillo La Menorá era miKShá (מקשה, martillada), implicando que uno debe ser aKShan (עקשן, perseverante) en su servicio a Dios (Likutey Halajot II, p. 154). La Menorá La Menorá estaba hecha de un solo bloque de oro (Rashi). La Menorá tenía muchas copas, flores y otros ornamentos que hacían parecer que estaba compuesta por muchas piezas. Pero, en verdad, estaba modelada a partir de una sola pieza de oro. La verdad es sólo una y, para que la luz de la espiritualidad pueda brillar, todo debe estar unido como uno (Likutey Halajot IV, p. 56a). Así, aunque la Menorá tenía una base, brazos, flores y copas (que connotan diferencias) estaba hecha para hacer brillar la verdad del Dios Único (ibid., V, p. 199a). 8:6 “Toma a los Levitas de entre los hijos de Israel y purifícalos”. Toma a los Levitas El servicio de los Levitas incluía cantar y ejecutar instrumentos musicales durante las ofrendas de los sacrificios. Ello se debe a que la música también sirve para separar el mal espíritu del buen espíritu (pues el músico debe mover sus manos con precisión a lo largo del instrumento para extraer el buen espíritu -las notas o sonidos- del mal espíritu, construyendo así la melodía; ver Likutey Moharán I, 54:7). Por el mismo motivo, durante las plegarias de la mañana recitamos los Salmos inmediatamente después de recitar el pasaje sobre los sacrificios (Likutey Halajot I, p. 220). 9:7 Esos hombres le dijeron a él: “Estamos impuros a causa de un cadáver, ¿por qué seremos excluidos de modo que no presentemos la ofrenda a Dios en su tiempo señalado, entre los demás hijos de Israel?”. Pesaj Sheini El pasaje describiendo la mitzvá de Pesaj Sheini (una segunda oportunidad para llevar el sacrificio de Pesaj en el mes de Iyar, para aquellos que estuvieren ritualmente impuros o que estuvieron de viaje durante la festividad de Pesaj un mes antes, en Nisán) debería haber sido enseñado directamente por Moisés, al igual que las otras mitzvot. En su lugar, fue revelada debido a aquellos que estaban impuros, pues eran gente digna (Rashi). Aunque estaban ritualmente impuros en el momento de la ofrenda del sacrificio de Pesaj, esos judíos nunca dejaron de tratar de volverse puros o de buscar la rectificación. “¿Por qué seremos excluidos [de la mitzvá de] Pesaj?”, preguntaron. Así, pese a su impureza, era gente meritoria (Likutey Halajot VII, p. 54a). Por qué seremos excluidos Aunque la persona esté impura, nunca debe dejar de anhelar llevar a cabo una mitzvá. Ese anhelo constituye el verdadero arrepentimiento. Los judíos que estaban en un estado de impureza en el momento del Éxodo no pudieron realizar la mitzvá de Pesaj. Pero, aun así, se acercaron a Moisés y le rogaron que encontrase una manera para que pudiesen servir a Dios. Debido a su fuerte deseo, no sólo encontraron una manera de cumplir con la mitzvá, sino que de hecho fueron dignos de agregar un pasaje en la Torá (Likutey Halajot II, p. 103a). 9:15 Y en el día en que se erigió el Tabernáculo, la nube cubrió el Tabernáculo, la Tienda del Testimonio. Entonces, al anochecer hubo la apariencia de un fuego por sobre el Tabernáculo hasta la mañana. Al anochecer hubo la apariencia de un fuego Cuando uno lo merece, incluso la noche se ilumina como el día (Likutey Halajot I, p. 99a). 9:18 Por orden de Dios los hijos de Israel se ponían en marcha y por orden de Dios acampaban; y todo el tiempo que permanecía la nube sobre el Tabernáculo, ellos continuaban acampados. Por orden de Dios los hijos de Israel se ponían en marcha y por orden de Dios acampaban Cada campamento o viaje era un tzimtzum (constricción) que creaba un lugar en el cual podía revelarse la Divinidad. Lo mismo se aplica a nuestros movimientos hoy en día: todos tenemos la capacidad de revelar la Divinidad mediante nuestros viajes (Likutey Halajot III, p. 65a). 10:2 “Haz para ti dos trompetas de plata, labradas a martillo. Serán tuyas para reunir a la comunidad y enviar a los campamentos en sus viajes”. Las trompetas de plata Las trompetas de plata se hacían sonar por diversos motivos: para reunir al pueblo y realizar anuncios o para el estudio, para señalar el comienzo del viaje, para llamar a la gente a las armas y para conmemorar las ofrendas de las festividades. En un nivel simbólico, los sonidos de la trompeta eran alusiones que llevaban a la persona al retorno hacia Dios. Cada sonido contenía una alusión diferente, un diferente “llamado a despertar” para retornar a Dios (Likutey Halajot II, p. 40a). 10:10 “También en el día de sus alegrías y de sus fiestas solemnes y en los principios de sus meses, tocarán las trompetas durante sus holocaustos y sacrificios de sus ofrendas pacíficas; y esto les servirá de recuerdo delante de Dios, su Señor. Yo soy Dios, su Señor”. Esto les servirá de recuerdo Oír el shofar es propicio para la memoria. Es un “llamado para despertar”, para recordar el Mundo que Viene (Likutey Halajot II, p. 182a). 10:25 Después emprendió la marcha la bandera del campamento de los hijos de Dan, el último de los campamentos, según sus escuadrones: sobre su división estaba Ajiezer, hijo de Amishadai. El campamento de los hijos de Dan, el último de los campamentos Measef (el último) también significa “el que recolecta”. Los miembros de la tribu de Dan recogían los artículos caídos de las tribus que viajaban delante de ellos en la formación y retornaban los objetos perdidos (Rashi). DaN representa la plegaria, como dijo nuestra matriarca Raquel cuando le puso el nombre al progenitor de esa tribu: “DaNani Elohim - Dios me juzgó [debido a mis plegarias]” (Génesis 30:6). La plegaria es tan exaltada que puede “recolectar” todas las almas dispersas que están “presentes” en todos los pensamientos y deseos de la gente y llevarlas hacia el campamento judío (Likutey Halajot VIII, p. 48b). El último de los campamentos Measef (el último) también significa “el que recolecta”. Los miembros de la tribu de Dan recogían los artículos caídos de las tribus que viajaban delante de ellos en la formación y retornaban los objetos perdidos (Rashi). MeaSeF (מאסף, último) es similar a SoF (סוף, final), que está asociado con el temor, como en“El fin de todo el tema, cuando todo ha sido considerado: Teme al Señor” (Eclesiastés 12:13). Aquel que alcanza el temor a Dios puede recolectar todo lo que perdió durante el curso de su vida (Likutey Moharán I, 56:5). 10:30 Pero él respondió: “No iré; sino que volveré a mi tierra y al lugar de mi nacimiento”. No iré; sino que volveré a mi tierra y al lugar de mi nacimiento Itró se unió a los judíos en el desierto pero se fue antes de la entrega de la Torá (Zevajim 116a). Todo aquel que viene a estudiar Torá tiene en sí una mala inclinación. Ese mal se sustenta a partir de la materia superflua, tal como las klipot toman su sustento de los deseos superfluos. Si la persona oye más de lo que es capaz de absorber, el mal en ella puede tomar esa sustancia superflua -aunque sean los secretos más elevados de la Torá- y hacerle daño al maestro. Por lo tanto aquel que transmita enseñanzas de Torá deberá tener extremo cuidado y no hablar por sobre la comprensión de sus oyentes, asegurándose que cada uno oiga sólo lo que necesita oír y no algo que no sea apto para su mente -que no le sea relevante- para no permitir que las klipot reciban alimento, Dios no lo permita. La forma de protegerse de esas klipot es hablar sobre la salvación de Israel. Las klipot no soportan oír tales conceptos y huyen. Por lo tanto, cuando Itró oyó sobre la salvación de los judíos -i.e., que pronto recibirían la Torá- huyó (Likutey Moharán II, 47). 10:35 Cuando el Arca partía, decía Moisés: “¡Levántate, oh Dios, y sean disipados Tus enemigos y huyan delante de Ti los que Te odian!”. Cuando el Arca partía... sean disipados Tus enemigos... Y cuando ella se asentaba... los millares de los millares de Israel Estos dos versículos son considerados un libro separado de la Torá (Shabat 116a). Éste es un gran misterio. ¿Por qué los versículos 35 y 36 constituyen un libro separado de la Torá y por qué un pasaje tan corto fue elegido para semejante honor? Incluso los Diez Mandamientos no son considerados un libro aparte. Como estos versículos hablan de viaje, el Rebe Najmán enseña que viajar es una forma de rectificación para el daño en la fe (Likutey Moharán I, 40). A donde fuera que uno viaje, deberá centrarse en el Arca - es decir, en la Torá y en los Tzadikim que transmiten la Torá. De esa manera, podrá “disipar a sus enemigos”. Y cuando descanse, deberá centrarse en la presencia de Dios entre “los millares de los millares de Israel” - pues la principal manera de adquirir la Torá y de rectificar los propios daños es generando amor y unidad entre los judíos (Likutey Halajot VIII, p. 141a-b). 11:1 El pueblo comenzó a quejarse y ello fue malo a oídos de Dios. Cuando Dios oyó, se encendió Su ira. El fuego de Dios ardió contra ellos, consumiendo el extremo del campamento. El pueblo comenzó a quejarse Ellos buscaban maneras para alejarse de Dios (Rashi). Todos tienen una mala inclinación que intenta alejarlos de Dios. Esto es especialmente así para aquellos que comienzan a acercarse a Dios pero fallan una y otra vez. La mala inclinación presenta toda clase de barreras y de frustraciones para desviar la energía de la persona lejos de Dios. Pero es posible luchar en su contra utilizando incluso el mínimo esfuerzo para acercarse. En el último día, cuando deba rendir cuentas de todos sus pensamientos, palabras y acciones, esos esfuerzos para servir a Dios -no importa cuán insignificantes hayan parecido- pesarán mucho (Likutey Halajot VII, p. 205a). 11:8 El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía. Lo molían en una muela o lo machacaban en un mortero; entonces lo cocían en una olla o hacían de él tortas; su sabor era como el sabor de masa con aceite. El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía ShaTu (שטו, “deambulaba alrededor”) - beShTuta (בשטותא, “con locura”) (Zohar II, 62b). La gente que tiene fe en la Providencia Divina está segura de que Dios le proveerá para sus necesidades y encuentra alegría en su vida. Aquellos que carecen de fe, por otro lado, sufren de la maldición de “Con tristeza comerás” (Génesis 3:17), pues deben trabajar muy duro para ganarse el sustento. ¡Cuanto más tontos, entonces, son los codiciosos! (Likutey Moharán I, 30:4). El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía ShaTu (שטו, “deambulaba alrededor”) - beShTuta (בשטותא, “con locura”) (Zohar II, 62b). El maná caía directamente en la puerta de aquellos judíos que tenían el daat (percepción superior) como para saber que Dios les proveería el sustento sin ningún esfuerzo de su parte. Aquellos que dudaban de Dios y salían a buscar el maná demostraban una tonta carencia de fe. De haber utilizado su daat, el maná habría caído precisamente junto a ellos. Cuanto más pequeño sea el daat de la persona, más duro tendrá que trabajar para ganarse el sustento (Likutey Moharán I, 56:6). El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía ShaTu (שטו, “deambulaba alrededor”) - beShTuta (בשטותא, “con locura”) (Zohar II, 62b). Durante los seis días de la semana, los judíos tenían que salir y recolectar el maná, lo que representa salir a ganarse el sustento. Pero en el Shabat, el trabajo está prohibido. Los seis días de la semana simbolizan la locura, mientras que el Shabat simboliza el daat de la semana - el conocimiento de que Dios le provee a toda Su creación sin que ésta tenga que trabajar para ello (Likutey Moharán I, 119). El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía Cada mañana, durante cuarenta años, los judíos salían a recolectar el maná que había caído del Cielo. ShaTu tiene el (”deambulaba alrededor“ ,שטו) valor numérico de 315; también alude a la palabra ShTut (שטות, “locura”). Hay chispas de santidad en todas las cosas, pero el hombre cae del daat (percepción superior) hacia la locura y no puede rectificar esas chispas. Por lo tanto, cada día de la semana de la Cuenta del Omer, la persona debe trabajar para elevarse hacia el nivel de Adam (hombre). ADaM (אדם) tiene el valor numérico de 45, hay cuarenta y cinco chispas sagradas que deben ser elevadas cada día del Omer. Al completar una semana entera, la persona ha elevado entonces 7 x 45 chispas, igual a 315, y transforma ShaTu en ADaM (Likutey Halajot II, p. 42). 11:12 “¿Acaso he concebido yo a todo este pueblo y le he dado a luz para que Tú me digas: Llévalo en tu seno, como suele llevar la nodriza al niño de pecho, a la tierra que prometiste con juramento a sus padres?”. Como suele llevar la nodriza al niño de pecho La relación entre el Tzadik y la Comunidad de Israel está encapsulada en la frase masá umatán (actividad comercial), que literalmente significa “llevar y dar”. El Tzadik es el masá (quien lleva) porque él “lleva” al mundo “como suele llevar la nodriza al niño de pecho”, buscando su rectificación. La Comunidad de Israel es llamada matán (dador) pues sus actividades comerciales elevan las chispas de santidad y se las “dan” al Tzadik para su rectificación (Likutey Moharán I, 54:3). 11:23 Dios le dijo a Moisés, “¿Acaso se ha acortado la mano de Dios? Ahora verás si Mi palabra se te cumple o no”. Acaso se ha acortado la mano de Dios Moisés le preguntó a Dios, “Aunque fueran sacrificadas todas las ovejas y el ganado, ¿sería suficiente para ellos?” (Números 11:22). Dios le respondió, “¿Acaso se ha acortado la mano de Dios?”. La palabra “acortado” implica los juicios Divinos, que restringen la abundancia. La mano de Dios no es “corta” - por el contrario, es “larga” y provee de infinita abundancia. Para despertar la “larga mano” de Dios, la persona debe diezmar sus ingresos. El Targúm Onkelos traduce la frase “¿Sería suficiente para ellos?” como “¿Los dejará satisfechos?”. Cuando la persona aparta el diezmo de sus ingresos, demuestra su satisfacción con lo que tiene y entonces Dios extiende Su “larga mano”. Más aún, cuando el individuo retira el diezmo, se salva de sus enemigos, pues la “larga mano” de Dios se extiende para ocultarlo (Likutey Moharán I, 221).11:26 Pero se habían quedado dos de aquellos hombres en el campamento, siendo el nombre de uno Eldad y el nombre del otro Medad; y descansó sobre ellos el espíritu, pues estaban entre los inscriptos, mas no habían salido a la Tienda, y ellos profetizaron en medio del campamento. Y descansó sobre ellos el espíritu, pues estaban entre los inscriptos Vehemá baketuvim (“pues estaban entre los inscriptos”) significa literalmente “pues estaban entre los escritos”. Cuando se establece a alguien que es digno de ser un líder judío, éste le agrega fuerza a los “escritos judíos” - i.e., enseñanzas de Torá- que difunden el conocimiento de Dios en el mundo entero. “Y descansó sobre ellos el espíritu” - esto significa que Eldad y Medad se volvieron profetas. “Estaban entre los escritos” - debido a que fueron dignos de que el espíritu de Dios se posara sobre ellos, merecieron la sabiduría, que lleva a la proliferación de las enseñanzas que difunden el conocimiento de Dios en el mundo entero (Likutey Moharán I, 61:2). 11:28 Y dijo Ioshúa, hijo de Nun, ayudante de Moisés, quien lo atendía de entre sus discípulos y dijo: “¡Señor mío Moisés, destrúyelos!”. Señor mío Moisés, destrúyelos “Destrúyelos” - cárgalos con la responsabilidad comunal y entonces perecerán [por sí mismos] (Rashi). Es necesario ser muy cuidadosos y no asumir una posición de autoridad, pues tal posición aleja la inspiración profética. Ioshúa no quería destruir ni deshacerse de Eldad y Medad; sólo quería detener su profecía (dado que estaban profetizando que Moisés moriría y que Ioshúa llevaría al pueblo a la Tierra; Rashi). Sin embargo, Moisés conocía la grandeza de esos dos hombres y expresó el deseo de que todo el pueblo de Dios fuese digno de la profecía (Números 11:29) y que no fuese corrompido por ella (Likutey Moharán II, 1:7). 12:1 Miriam y Aarón hablaron contra Moisés con respecto al tema de la mujer kushita que él había tomado, dado que él se casó con una mujer kushita. Miriam y Aarón hablaron contra Moisés... el hombre Moisés era muy humilde Cuando la calumnia prevalece, crea una atmósfera espiritual que hace difícil que la persona se mantenga humilde. Ello se debe a que es necesaria la sabiduría para discernir cómo ser humilde, y la calumnia crea una brecha entre la sabiduría y la humildad. Pero Moisés fue una excepción. Aunque Miriam y Aarón hablaron en su contra, su humildad era tan grande que ni siquiera la calumnia pudo minarla (Likutey Moharán I, 197). Miriam y Aarón hablaron contra Moisés... el hombre Moisés era muy humilde Todo aquel que es orgulloso terminará cometiendo adulterio (Sotá 4b). Miriam y Aarón hablaron mal de Moisés pues él se había separado de su esposa (Rashi) y pensaron que aún estaba sujeto a la pasión sexual. Para refutar sus sospechas, inmediatamente después de relatar las palabras de Miriam y de Aarón, la Torá asegura que “Moisés era muy humilde” (Números 12:3) - implicando que estaba libre del mínimo rasgo de lujuria (Likutey Moharán I, 130). 12:3 Pero el hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra. El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre ¿Qué es la humildad? Se podría pensar que alguien es humilde cuando es sumiso frente a los demás. Sin embargo, ello puede ser adulación o servidumbre. Y tal falsa humildad es en general una forma de orgullo - orgullo de la propia humildad (Likutey Moharán I, 11:8). Moisés era el más humilde de los hombres. Pero al tiempo en que reconocía su propia insignificancia, también reconocía la grandeza y la importancia del pueblo judío (cf. ibid, I, 79). Para alcanzar la verdadera humildad, escribe el rabí Natán, la persona debe pedirle a Dios que la dirija por el sendero correcto (Likutey Tefilot II, 20). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre Para lograr la humildad, Moisés tuvo que anular todos sus sentimientos. ¿De qué otra manera habría sido posible que no sintiese el mínimo orgullo dado que la Torá repetidamente afirma: “Dios le habló a Moisés”? Aunque Moisés registraba su propia alabanza en la Torá, era capaz de anular todo sentimiento de orgullo y de vanidad (Likutey Moharán I, 4:7). La humildad es el atributo más grande (Avodá Zará 20b) (Likutey Moharán II, 7:final). Y el nivel más elevado de humildad es ser capaz de escribir que uno es humilde (ibid., I, 147). Moisés era muy humilde Moisés fue capaz de registrar este versículo sobre su grandeza y aun así mantenerse humilde, pues él se anulaba completamente ante Ain, el Infinito (Likutey Halajot II, p. 378). Moisés alcanzó el epítome del bitul (anulación ante Dios). Cuanto más grande sea el bitul ante Dios, mayor será la capacidad de mitigar el sufrimiento. Debido a que Moisés era tan humilde, fue capaz de ponerle fin al sufrimiento en Egipto y mitigar los decretos en contra de los judíos en el desierto (ibid., I, p. 54). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre La esencia de la humildad de Moisés yacía en que, pese a su estatura ante los ojos de los demás y la estima que le tenía el Cielo, fue capaz de percibir la grandeza de cada uno de los judíos. Por lo tanto pudo reunir el coraje como para desafiar a Dios en aras del pueblo judío, pese a su humildad (Likutey Moharán I, 79:1). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre Aunque los judíos en el desierto tuvieron grandes líderes como Aarón y Ioshúa -quienes eran profetas de por sí- tuvieron que recibir su principal inspiración de Moisés, el Tzadik. La luz espiritual de Moisés era muy fuerte para los judíos. Pero su nivel de humildad fue tan grande que pudo disminuir su luz de acuerdo a las necesidades de cada receptor (Likutey Moharán II, 38). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre Aquel que desee volverse sabio deberá mirar hacia el sur [durante sus plegarias]; si quiere volverse rico, deberá mirar hacia el norte (Bava Batra 25b). En el Santuario, la Menorá, que simboliza la sabiduría, estaba ubicada hacia el sur de la entrada del Santo de los Santos; por otro lado, la Mesa, que está asociada con la riqueza, estaba ubicada hacia el norte de la entrada. La riqueza y la sabiduría tienen cada una su propio lugar. Pero la persona humilde puede alcanzar ambas, pues no ocupa lugar alguno y así no está limitada por un “lugar” específico ni por ningún estado del ser. Así, Moisés fue tanto sabio como rico (Likutey Moharán I, 162). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre La energía contenida dentro de la calumnia de Miriam hacia Moisés amenazó dañar las “siete velas” de Moisés: sus sentidos, tal cual están representados por sus dos ojos, sus dos oídos, los dos orificios de la nariz y la boca. Pero Moisés era tan humilde, tan anulado y paciente que no se vio afectado en absoluto. Por lo tanto, aunque fue avergonzado, no montó en cólera. Esto correspondía a la perfección de la nariz de Moisés, pues la nariz está asociada con arijut apaim - el largo suspiro de la paciencia. Dios les dijo entonces a Miriam y Aarón, “En toda Mi casa, él es el más fiel” (Números 12:7). Esto hace referencia a la perfección de los oídos de Moisés, como está escrito, “Un espíritu fiel oculta el tema” (Proverbios 11:13) - i.e., aquello que oye, no lo difunde (cf. Zohar III, 128a). “Boca a boca hablo con él” (Números 21:8) - esto hace referencia a la perfección de la boca de Moisés. “Él contempla la apariencia y la imagen de Dios” (ibid.) - esto hace referencia a la perfección de los ojos de Moisés (Likutey Moharán 21:6). Moisés era muy humilde La humildad es el atributo más grande (Avodá Zará 20b). Aquel que es verdaderamente humilde y se anula ante Dios trasciende el espacio, hacia el nivel de Ain (la Nada). Al alcanzar el nivel en el cual trasciende todas las emociones mundanas, tal persona puede encontrar mérito en todos los individuos. Éstafue la grandeza de Moisés: siempre encontraba el bien en la gente, pese a sus pecados. Moisés era tan humilde y estaba tan anulado ante Dios que fue capaz de vencer a los ángeles que trataron de impedirle llevar la Torá hacia la tierra (Shabat 88b). Y fue capaz de transmitirles la Torá a todas las generaciones, pues trascendía el lugar y el tiempo (ver Likutey Halajot VII, p. 72a). 12:6 Él entonces les dijo: “Escuchen, por favor, Mis palabras: Si hubiese un profeta de Dios entre ustedes, Yo Me daría a conocer a él en visión o le hablaría en un sueño”. Si hubiese un profeta de Dios entre ustedes... le hablaría en un sueño... No así Mi siervo Moisés Hay dos maneras de experimentar la profecía: debido a un “despertar desde Arriba” (Dios así lo desea) o debido a un “despertar desde abajo” (la persona es digna de experimentar una revelación Divina). “Si hubiese un profeta de Dios entre ustedes” - pero en ese momento no fueron dignos de la revelación; la profecía le llegaría “en un sueño”, no sería una profecía muy clara. “No así Mi siervo Moisés” - quien siempre se esforzó por ser digno de experimentar la inspiración Divina. Vemos que cuando Dios llamó a Aarón y a Miriam, los dos pidieron primero agua, indicando que tenían una impureza temporal (Rashi sobre Números 12:4) y que eran indignos en ese momento de recibir una profecía completa (Likutey Halajot I, p. 330-166). 12:8 “Boca a boca hablo con él; y él contempla la apariencia y la imagen de Dios, no por enigmas. ¿Por qué, entonces, no temieron hablar contra Mi siervo Moisés?”. Él contempla la apariencia y la imagen de Dios La “imagen” de Dios hace referencia a la representación de las cualidades Divinas tales como “Compasivo”, “Bueno” y demás. Esas cualidades se nos revelaron por medio de los profetas. NaVi (נביא, profeta) está relacionado con NiV sefataim (נינ שפתים, “movimiento de los labios”) (Isaías 57:19). Cuando expresamos la representación de las cualidades de Dios con nuestros labios durante la plegaria y también aplaudimos, llevamos a cabo el versículo “Por las manos de los profetas Yo soy descrito” (Hoshea 12:11). Esto implica un nivel de profecía que nos permite “contemplar una imagen de Dios” (Likutey Moharán I, 212:1). 12:12 “¡Que no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne!”. Que no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne Si un hombre fallece sin dejar hijos, su viuda se casa con su hermano en una ceremonia denominada ibum (matrimonio de levirato). La Kabalá enseña que como resultado de ese matrimonio, el hombre fallecido reencarna como el hijo de su anterior esposa y de su hermano (Zohar II, 100b). Ser reencarnado como un hijo de su anterior esposa es fuente de un gran sufrimiento para la persona fallecida y de no mediar la gran misericordia del Cielo, sería casi imposible que esa alma reencarnada pudiera encontrar su alma gemela para casarse. Por lo tanto enseña el Talmud: “Quizás otro lo preceda - con misericordia” (Moed Katán 18b). Estos conceptos están incluidos en el episodio en el cual Miriam se volvió leprosa por haber calumniado a su hermano Moisés. En ese momento, Aarón le pidió a Moisés: “Que no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne”. La frase “que sale del seno de su madre” hace referencia al matrimonio de levirato, en el cual el marido fallecido nace de su anterior esposa. “Que tiene ya consumida la mitad de su carne” significa que carece de una pareja, como afirma el Zohar (III, 109b): “El esposo y la esposa son dos mitades de un cuerpo”. Ahora que su esposa es su madre, esa mitad de su carne ha sido “consumida” (Likutey Moharán I, 21:6). 12:13 Moisés clamó a Dios, diciendo, “¡Por favor, Dios, cúrala, por favor!”. Por favor, Dios, cúrala, por favor En su plegaria por Miriam, Moisés no la mencionó por su nombre. Pues aquél que nombra a una persona que está sujeta al juicio Divino hace que su identidad sea conocida por los acusadores Celestiales, quienes entonces se levantan y la atacan. Sin embargo, es costumbre orar en aras de una persona diciendo su nombre junto con el nombre de su madre. En el caso de Miriam, era Miriam bat Iojeved (Miriam la hija de Iojeved). Moisés siguió esta costumbre de una manera oculta, sin revelarles la identidad de Miriam a las fuerzas acusadoras, aludiendo a su nombre en la frase Na ReFá (נא רפא, “por favor, cúrala”), que tiene el mismo valor numérico que MiRIaM IOJeVeD (מרים ויכבד) (Likutey Moharán I, 174). Por favor, Dios, cúrala, por favor Hablando en general, hay dos grados de compasión Divina: la Compasión Simple, que está enraizada en el nivel espiritual denominado Zeir Anpin, y la Compasión Abundante, que está enraizada en el nivel espiritual superior denominado Atik (Zohar III, 137b). Debido a nuestros muchos pecados, no podemos ser ayudados plenamente por la Compasión Simple de Dios, sino que requerimos de Su Compasión Abundante. Sin embargo, esta última es mucho más difícil de alcanzar. Estos dos niveles pueden compararse a dos hombres ricos que vivían en una ciudad. Uno era moderadamente rico mientras que el otro era tremendamente rico. Cierta vez, otro residente de la ciudad se encontró en dificultades financieras. Podía obtener una audiencia con el hombre moderadamente rico, pero le era imposible acercarse al hombre tremendamente adinerado. Sin embargo, el individuo moderadamente rico no tenía los medios para satisfacer las necesidades de este hombre. ¿Qué podía hacer? Alguien le aconsejó que volviese a ver al hombre moderadamente rico y apelase a su compasión: “Mire, necesito una gran salvación y yo sé que usted quiere ser compasivo conmigo. Pero dado que no está en su poder satisfacer mi pedido, por favor vaya a ver al hombre muy rico y haga que se compadezca de mí”. De la misma manera, la persona debe orar por la Compasión Simple de Dios para que ascienda al nivel de Su Compasión Abundante y satisfaga nuestros pedidos. La manera de despertar esa Compasión Simple es a través del estudio de la Torá, dado que el estudio de la Torá le da a la persona un daat apropiado (conciencia de Dios) y todo aquel que posee ese daat puede despertar la Compasión Abundante (Likutey Moharán I, 105:3). Parashat Shelaj 13:2 “Envía para ti hombres que exploren la tierra de Canaán, la cual voy a dar a los hijos de Israel; enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres, siendo cada uno príncipe en ellas”. Los espías... libaciones de vino... jalá... sacrificios... el que desacralizó el Shabat... tzitzit Los tópicos en Parashat Shelaj siguen una secuencia lógica. Los espías dañaron la Tierra Santa, la que representa jidush haolam (la renovación del mundo - una forma milagrosa de vivir). Moisés pudo lograr el perdón por el asunto de los espías despertando el daat (conciencia de Dios) en el pueblo, mediante una buena amonestación, llevándolos al arrepentimiento. Las libaciones de vino siguen después del relato de los espías (Números 15:1-16) porque también el vino despierta el daat (cf. Ioma 76b). Al beber vino, la persona puede experimentar daat y retornar a Dios. Inmediatamente después encontramos las leyes de la jalá (dar un trozo de la masa al Cohen) (Números 15:17-21), que se aplica en la Tierra Santa. Al separar la jalá, rectificamos el daño producido por toda comida que hayamos ingerido sólo para nutrir el cuerpo y obtenemos así el alimento espiritual de esas comidas. Esto a su vez rectifica la fe; así, las leyes de los sacrificios que expían por la idolatría siguen a las leyes de la jalá (ibid., 15:22- 26). Y éstas están seguidas por la historia de aquel que desacralizó el Shabat (ibid., 15:32-36), pues el Shabat y las Festividades representan la fe. Y al final de la parashá, leemos sobre los tzitzit (ibid., 15:37-41), pues los tzitzit representan el jut shel jesed (hilo de
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