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tos en el área inflamada. Todas estas reacciones están mediadas en gran parte por los prostaglandinas y leuco- trienos (véanse Capítulos 21 y 22). El cortisol induce la síntesis de una proteína denominada lipocortina que inhi- be la actividad de la fosfolipasa A2, por lo que se bloquea la generación de ácido araquidónico, precursor de las pros- taglandinas y los leucotrienos. Esto hace que la acción de los glucocorticoides sea más amplia que la de otros antiin- flamatorios no esteroideos, como la aspirina o la indome- tacina, que inhiben la actividad de la ciclooxigenasa y la generación de prostaglandinas (Fig. 73.11). El cortisol también inhibe la liberación de histamina por las células cebadas y los basófilos y, al estabilizar la membrana de los lisosomas de las células fagocíticas, impide la liberación de la enzimas proteolíticas. Además, los glucocorticoides disminuyen la formación de fibrina alrededor del área inflamada para aislarla y la cicatrización de las heridas. Los efectos antiinflamatorios de los glucocorticoides son espectaculares, pero sin embargo son peligrosos porque pueden contribuir a que una infección se disemine por todo el cuerpo y evitar la curación normal de las heridas. Los glucocorticoides tienen acciones muy marcadas sobre los macrófagos y los linfocitos T. Los macrófagos, además de participar en la respuesta inflamatoria juegan un papel muy importante en la inmunidad específica: libe- ran la interleuquina 1 (IL-1), que aumenta la proliferación de los linfocitos T en respuesta a un antígeno, estimula la liberación de linfoquinas por los linfocitos T activados y actúa en el hipotálamo para que se produzca la fiebre. La interleuquina 2 (IL-2), liberada por los linfocitos T activa- dos, al igual que la IL-1, estimula el desarrollo de los lin- focitos T y la producción de interferón. El interferón a su vez, estimula la actividad de los macrófagos y de las célu- las NK (natural killer, citolíticas naturales). Los glucocor- ticoides en dosis fisiológicas inhiben la síntesis y la liberación de IL-1 y IL-2, y de este modo atenúan toda la serie de reacciones expuestas anteriormente (Fig. 73.12). En dosis altas los glucocorticoides pueden producir la muerte de los linfocitos, por lo que órganos como el timo, bazo y ganglios linfáticos involucionan y disminuyen de tamaño. Las acciones de los glucocorticoides sobre los linfoci- tos B son menos marcadas que sobre los T. El cortisol en dosis fisiológicas aumenta la síntesis de inmunoglobuli- nas, pero en dosis farmacológicas disminuye el número de inmunoglobulinas circulantes y la proliferación de las células B, y también puede producir su citólisis. Los factores liberados por las células inmunológicas, la IL-1, la IL-2, el interferón y los factores tímicos, actúan sobre el eje suprarrenal, produciendo un aumento del cor- 924 F I S I O L O G Í A D E L S I S T E M A E N D O C R I N O Gluconeogénesis Síntesis de enzimas Glucógeno Glucosa Glucosa Cerebro Corazón Ácidos grasos glicerol Aminóacidos Tej. Adiposo Músculo tej. linfoide tej. conectivo etc. + + – – + + Figura 73.10. Acciones de los glucocorticoides sobre el metabolismo intermediario. Estimulación (+) o inhibición ( – ) por los gluco- corticoides.
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