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CAPÍTULO 6 Cabeza y cuello 147 FIGURA 6-24 Carcinoma laríngeo, vista microscópica En la parte izquierda de la figura puede apreciarse que el epitelio cilíndrico seudoestratificado normal de las vías respiratorias ha sido reemplazado por epitelio escamoso metaplásico. En el centro y la parte derecha de la figura hay un carcinoma de células escamosas bien diferenciado, con ulceración. Esta neoplasia infiltra la submucosa. Muchas de las células se disponen en nidos y ponen de manifiesto queratinización, con abundante citoplasma eosinófilo. Un 99% de los carcinomas laríngeos tienen diferenciación escamosa. FIGURA 6-25 Papiloma laríngeo, vista microscópica Hay un papiloma escamoso de la laringe en la cuerda vocal verdadera. Obsérvense las largas proyecciones de epitelio escamoso benigno, bien ordenado, que recubre los ejes fibrovasculares. Estas raras lesiones son solitarias, se dan en los adultos y pueden provocar hemorragia. Aunque son raros en los niños, los papilomas juveniles de la laringe tienden a ser múltiples y recidivan repetidamente tras la resección. En la papilomatosis laríngea puede ser necesario resecar docenas de lesiones a lo largo de muchos años. Sin embargo, algunos casos pueden regresar al iniciarse la pubertad. La infección por el papilomavirus humano, tipos 6 y 11, estimula este proceso. No es probable que estos papilomas progresen a carcinoma. FIGURA 6-26 Colesteatoma, vista microscópica La inflamación grave por otitis media o la rotura de la membrana timpánica del oído medio puede producir atrapamiento del epitelio escamoso, que comienza a proliferar y se expande dando lugar a una masa quística que puede romperse y erosionar las estructuras vecinas como la mastoides. Aquí se muestra la pared de uno de estos quistes no neoplásicos. El centro del quiste está lleno de restos de queratina. Ya que los restos de queratina actúan como un cuerpo extraño, el colesteatoma puede desencadenar una reacción inflamatoria con células gigantes de cuerpo extraño y células mononucleares. La hemorragia y la necrosis dan lugar a formación de cristales de colesterol. Los colesteatomas requieren escisión quirúrgica.