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50 Parte 1. Otología puede descartarse la presencia de líquido en la caja del tímpano. 4. Curva de tipo D. Aparece completamente plana sin pico alguno. Indica que el volumen de caja está ocupado, siendo muy característico de una otitis secretoria (v. cap. 9). La timpanometría es una prueba objetiva, de sen- cilla interpretación y rápida realización. Sus resulta- dos, no obstante, nunca deben valorarse de forma aislada sino en conjunción con los datos de la otosco- pia y el contexto clínico. EXPLORACIÓN SUBJETIVA DE LA AUDICIÓN EN EL ADULTO: AUDIOMETRÍA La audiometría es la exploración funcional auditiva por excelencia. Por su interés en la práctica clínica se explicarán las siguientes modalidades: audiometría to- nal liminar, pruebas supraliminares, audiometría vocal y audiometría de las altas frecuencias. En el ser humano, el espectro de frecuencias audi- bles se sitúa entre 16 y 18.000 ciclos por segundo (Hertz); las frecuencias conversacionales se hallan entre 500 y 4.000 Hz (v. fig. 1-1). La máxima sensibilidad del oído coincide con las frecuencias de 1.000 y 2.000 Hz. Aunque al aumentar la intensidad de un sonido, au- menta la sensación sonora, no existe una relación de proporcionalidad directa entre ellas (1:1). Por lo que res- pecta a la intensidad del sonido, la sensación auditiva si- gue de forma aproximada la ley de Weber-Fechner, se- gún la cual la sensación auditiva aumenta de forma loga- rítmica conforme aumenta la intensidad del estímulo; la sensación sigue una progresión aritmética, y la excita- ción lo hace en progresión geométrica. Por ello, en au- diología se emplean escalas logarítmicas. Puesto que resulta más sencillo medir la presión que la intensidad, se estableció una presión acústica de base que sirviera de referencia para todas las frecuencias y que corresponde a una cifra absoluta de cero decibelios (dB). Esto corres- ponde a la presión acústica mínima necesaria para alcan- zar el umbral de audición en una frecuencia dada. En un sujeto que presenta hipoacusia, la presión necesaria para alcanzar el umbral auditivo para una frecuencia determi- nada es superior a la presión de referencia. Se habla en- tonces de «dB de pérdida» con respecto a cero. El oído humano no percibe los sonidos inferio- res a cero dB absolutos, y los estímulos superiores a 120 dB son difícilmente tolerados pues producen una sensación dolorosa. Esta gama de sonidos que perci- be el oído sin molestias se denomina campo auditivo. La voz humana suele encontrarse entre 35-70 dB. AUDIOMETRÍA TONAL LIMINAR (figs. 5-4 y 5-5) Consiste en determinar los umbrales auditivos de un sujeto para varias frecuencias conocidas. Por con- vención, se eligieron las frecuencias en Hz corres- pondientes a las octavas de la nota «Do», esto es: do2 = 128, do3 = 256, do4 = 512, do5 = 1.024, do6 = 2.048, do7 = 4.096 y do8 = 8.192. Los estímulos se realizan en una cabina insonori- zada, con tonos puros, continuos o pulsátiles, cuya intensidad se hace variar en incrementos de 5 dB, pi- diendo al paciente que indique el momento en que empieza a percibir el sonido. Se debe empezar por el oído con mejor audición, y repetir ciertas frecuencias hasta conseguir la determina- ción de los umbrales de una forma fiable. Generalmente, A -10 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120 B -10 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120(dB) 175 250 500 1K 2K 4K 8K(Hz) RINNE WEBER 175 250 500 1K 2K 4K 8K(Hz) Figura 5-4. Audiometría tonal liminar: gráficas audiométricas (OD y OI) de un paciente con hipoacusia de transmisión del OD y normoacusia del OI. (A) Se aprecia una hipoacusia de transmisión pura de grado moderado en el oído derecho, con pérdida auditiva media de 55 dB para las frecuencias conversacionales y buena reserva coclear. La audición por vía ósea ha sido enmascarada con ruido blanco. (B) Normoaudición en el oído izquierdo. Los test de Rinne y de Weber audiométricos son congruentes con las gráficas.
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