Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Fisiología gástrica: ácido clorhídrico y proteasas - 52 - son de alta complejidad y no existe hasta el momen- to un marcador tanto a nivel de la bacteria como del hospedero que defina el desarrollo clínico de la in- fección. La presencia de factores de virulencia, los polimorfismos en determinadas citoquinas, el infil- trado inflamatorio y el tipo de respuesta T helper observada, además de factores externos como el consumo de alcohol, tabaco y la alimentación cum- plen papeles fundamentales como factores de riesgo en el desarrollo de patologías de mayor gravedad y es la relación particular entre estos factores lo que contribuye de manera diferencial a la evolución de la infección por H. pylori en un individuo en particu- lar (17-19). d) Alteraciones en la fisiología gástrica d.1) Polimorfismos en citoquinas y el rol de H. pylori en la secreción de ácido Existe evidencia tanto en modelos murinos como en datos derivados de estudios clínicos que apoyan la idea que la infección por H. pylori está asociada con perturbaciones en la fisiología gástrica que alteran la homeostasis del ácido en el estómago (Figura 6). El mecanismo mediante el cual H. pylori inhibe la se- creción de ácido en el estómago es multifactorial y contempla tanto la inhibición directa de las células parietales por algún producto bacteriano no deter- minado y la inhibición indirecta como consecuencias de modificaciones en el patrón de citoquinas. En el modelo murino, tanto en ratones como en gerbos, la sobreproducción de la citoquina proinflamatoria IL- 1β se ha asociado con alteraciones de la homeosta- sis de ácido. La sobreexpresión localizada en el estó- mago de esta citoquina bajo el control del promotor de la H+/K+ ATPasa, genera cambios en la mucosa gástrica que comprenden desde la disminución de la secreción de ácido al desarrollo progresivo de los cambios morfológicos característicos del proceso de carcinogénesis. La progresión histológica observada en la mucosa gástrica de estos ratones contempla el desarrollo de gastritis crónica seguida de atrofia, y metaplasia e imita el desarrollo de la carcinogénesis en humanos. La infección concomitante con H. pylori acelera el proceso al contribuir con el aumento de la inflamación en respuesta a la infección. H. pylori es capaz por sí sólo de provocar en los gerbos un aumento de la secreción gástrica de IL-1β que incide en el desarrollo de hipoclorhidria. Esta disminución del ácido gástrico es revertida por la administración de antagonistas del receptor de IL-1β. Estudios in vitro demuestran que las citoquinas IL-1β y TNF-α, ambas producidas in vivo en respuesta a la infección por H. pylori, son capaces de generar en cultivos la inhibición de la secreción de ácido por células pa- rietales, disminución de la secreción de histamina por las células enterocromafines y un aumento de la secreción de gastrina por las células G. La infec- ción por H. pylori en humanos se correlaciona in vivo con niveles plasmáticos elevados de gastrina y con niveles gástricos bajos de somatostatina (regulador negativo de la secreción de gastrina). La respuesta inflamatoria asociada con la infección caracterizada por la secreción de citoquinas y quimoquinas genera alteraciones en la mucosa gástrica y se ha descrito el desarrollo de hipoclorhidria tanto a nivel agudo como crónico de la infección. La presencia de po- limorfismos en el cluster para IL-1, que contempla polimorfismos tanto en IL-1β como en IL-1RN que codifica para el antagonista del receptor de IL-1β, están asociados en último término con un aumento en la secreción de esta citoquina en respuesta a la infección por H. pylori. Estos cambios han sido co- rrelacionados a nivel poblacional con aumentos del desarrollo de alteraciones de la fisiología gástrica conducentes a hipoclorhidria y a un mayor riego de desarrollo de cáncer gástrico. Adicionalmente, los polimorfismos para las citoquinas TNF-α y IL-10 han sido correlacionados a su vez con aumentos del riesgo de desarrollo de neoplasias. La presencia de varios polimorfismos indicativos de un perfil proin- flamatorio incrementa de manera progresiva el ries- go de contraer cáncer gástrico, lo que implica que los genes que codifican para las citoquinas efectoras y reguladoras características de los distintos conjun- tos de células Th son fundamentales para el desa- rrollo de las patologías asociadas con la infección (9,17,20).
Compartir