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Digestión y absorción de los hidratos de carbono - 85 - que en la SI, pero también diferencias en sus ca- pacidades catalíticas. Comparada con la subunidad C terminal, la subunidad N tiene menor capacidad catalítica (mayor Km) para oligómeros de glucosa y maltodextrinas, menor susceptibilidad a la inhibi- ción por substrato con maltotriosa y maltotetraosa, y menor susceptibilidad a la inhibición competitiva por acarbosa (mayor Ki) (21, 48). Esto ha permitido establecer que la subunidad C terminal provee la mayor parte de la actividad de glucoamilasa, mien- tras que la subunidad N terminal contribuye con la mayor parte de la actividad de maltasa (Figura 4). Recientemente se ha logrado resolver la estructura cristalina de la subunidad N terminal de la MGAM humana recombinante (48), confirmando que varios residuos de aminoácidos altamente conservados, como el ácido aspártico de la secuencia caracterís- tica GXWIDMNE, se encuentran orientados hacia el interior del anillo formado por las láminas beta del sitio activo y en contacto con los sustratos. Además, secuencias de aminoácidos que presentan más va- riaciones entre las proteínas eucariontas de la fa- milia GlyHyd31, forman parte de las hélices alfa o de segmentos de conexión con estructuras al azar (“coiled coil”) que brindan soporte a las estructuras formadas por las láminas beta. Por lo tanto, las regio- nes constantes podrían constituir parte importante del mecanismo catalítico mientras que las regiones helicoidales o dispuestas al azar podrían determinar la afinidad o especificidad por sustrato, modificando la disposición tridimensional del sitio activo y los si- tios de reconocimiento o unión al sustrato. Lactasa-florizina hidrolasa El gen que codifica a la lactasa-florizina hidrolasa (LPH) en los seres humanos está localizado en el cro- mosoma 2 (49). La LPH es sintetizada originalmente como una proteína de 220 kDa que sigue una vía compleja de procesamiento intracelular que involu- cra N y O glicosilación, así como proteólisis para ge- nerar la enzima madura, con un tamaño molecular de aproximadamente 160 kDa. La secuencia nucleó- tidica del gen de la LPH humana indica la existencia de dominios proteicos dispuestos simétricamente (49). Dos de ellos son eliminados durante el proceso de maduración de la enzima generando un producto final que contiene dos subunidades, cada una con un sitio activo (Figura 4) (12). En contraste con la SI y la MGAM, la forma madura de la LPH es insertada en la membrana de las microvellosidades mediante su extremo C-terminal (50). El dominio N-terminal, que es eliminado durante el procesamiento proteolítico, parece tener funciones de chaperona y es necesario para el transporte intracelular de la proteína madu- ra (51, 52). La chaperona de las inmunoglobulinas BiP también participa en este proceso así como la O-glicosilación de la proteína. Los mecanismos pre- cisos que regulan la síntesis y el procesamiento de la LPH no han sido esclarecidos completamente pero se sabe que el estado nutricional y algunas hormo- nas, tales como la hormona tiroidea, la insulina y factores de crecimiento similares a la insulina (IGFs, insulin-like growth factors) modifican los patrones de expresión de la proteína activa (53, 54, 55). El ARN mensajero de la LPH está expresado exclusi- vamente en los enterocitos. La actividad LPH puede ser detectada en el intestino delgado durante los dos primeros meses de la gestación (56, 57) y lo- gra su máxima actividad durante la etapa postnatal temprana. En la mayor parte de los seres humanos la actividad LPH permanece elevada hasta el deste- te. Posteriormente, la actividad LPH está programa- da genéticamente para disminuir lenta pero sosteni- damente, llegando en los adultos jóvenes a valores inferiores al 10% de la actividad inicial (11, 58). Di- cha actividad no es lo suficientemente elevada como para permitir la digestión eficiente de la lactosa; esto hace que el azúcar no digerido llegue al colon don- de es fermentado por la microflora bacteriana (57, 11). Sin embargo, una fracción de la población hu- mana mantiene niveles altos de actividad de LPH en la edad adulta. Se conocen sólo algunos aspectos de la expresión de la LPH. La enzima es expresada en células epite- liales embrionarias del intestino delgado cultivadas in vitro y en ausencia de estímulos hormonales (56), así como en tejidos xenotransplantados en órganos
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