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Digestión y absorción de las proteínas - 130 - normal; los tipos II y III, producidos por la mutación de SLC7A9, muestran niveles elevados o moderados de excreción de cistina y de los aminoácidos dibási- cos, respectivamente. El tipo III muestra aumentos casi normales de la cisteína plasmática después de su administración oral. Los heterocigotos del tipo II pueden mostrar aumentos de la cistina y la lisina urinarias. La malabsorción de cistina y aminoácidos dibásicos a nivel de los enterocitos no induce síntomas. Los individuos afectados pueden permanecer asintomá- ticos por períodos de duración variable hasta que aparece sintomatología causada por la presencia de cálculos renales, a veces desde edades muy tem- pranas, con dolor abdominal o lumbar, hematuria y fiebre. El diagnóstico se puede sospechar mediante la prueba de nitroprusiato y la cuantificación de los aminoácidos en la orina: en los pacientes homocigo- tos la concentración de cistina supera los 250 mg/g de creatinina. El manejo clínico consiste en la admi- nistración de grandes volúmenes de agua por vía oral inclusive durante la noche, que incluso pueden llegar a disolver algunos cálculos. Se puede recurrir también a la alcalinización urinaria con bicarbona- to o citrato de sodio ya que la cistina es soluble en medios alcalinos. Otras medidas han sido la restric- ción de la ingesta de metionina o la administración de penicilamina o de α-mercaptopropionil glicina. Es importante iniciar las medidas preventivas de los cálculos renales en los primeros años de la vida para evitar el deterioro de la función renal. c) Intolerancia lisinúrica a las proteínas Este cuadro, también llamado aminoaciduria dibá- sica II, es un defecto recesivo del transporte de los aminoácidos catiónicos (lisina, arginina y ornitina) sin compromiso de la cistina que afecta tanto a los transportadores de la membrana apical de los en- terocitos y como a los de las células tubulares rena- les. El defecto se debe a mutaciones del gen SLC7A7 del transportador de aminoácidos localizado en el cromosoma 14q11.2. Hasta la fecha se han identi- ficado un gran número de mutaciones que afectan a este gen. Los aminoácidos afectados son absorbi- dos de manera deficiente tanto si son presentados al transportador en forma aislada o incorporados en péptidos. Esto hace que no exista un mecanis- mo alternativo de respaldo que permita el ingreso de cantidades adecuadas de los aminoácidos afecta- dos y como resultado se producen pérdidas fecales y urinarias importantes de estos compuestos y sus niveles en el plasma son bajos. Otra consecuencia de este fenómeno es la desnutrición que afecta a los pacientes no tratados. El hecho que la absorción de los aminoácidos incorporados en péptidos sea defectuosa indica que el transportador de la mem- brana basolateral de los enterocitos está afectado, probablemente el transportador y+, cuyos sustratos son los aminoácidos catiónicos pero no la cistina; este sistema de transporte, además, está presente en los hepatocitos, que también están afectados en este cuadro. Los individuos afectados permanecen en general asintomáticos mientras están siendo amamantados ya que la leche materna contiene bajas concentra- ciones de proteínas. Cuando, después del destete, los afectados comienzan a recibir alimentos con ma- yor contenido de proteína se comienzan a manifestar episodios de hiperamonemia postprandial debido a que el defecto de la absorción de la ornitina afecta el normal funcionamiento de ciclo de la urea. Los episo- dios de hiperamonemia se manifiestan por vómitos, cefalea, alteraciones de la conciencia y pueden llegar al estupor, el coma y la muerte. Como consecuencia de los episodios de hiperamonemia muchos pacien- tes terminan experimentando retardo del desarrollo intelectual. Con el correr del tiempo los pacientes comienzan a rechazar el consumo de proteínas para evitar esta sintomatología. Como resultado se pro- duce retardo del peso y la talla y muchos de ellos llegan a grados avanzados de desnutrición. En esta etapa de la evolución el hígado se infiltra con grasa y aumenta de tamaño, se fibrosa y puede aparecer esplenomegalia secundaria a la cirrosis hepática. Además del retardo del crecimiento pueden existir alteraciones esqueléticas, fundamentalmente osteo- porosis, con tendencia a las fracturas patológicas.
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