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detecta algunos marcadores de superficie en las células con división descontrolada. Dicha función controladora del sistema inmunológico se ve alterada durante la infección por virus que afectan a células del sistema inmunológico. Así, pacientes que sufren de SIDA son mas susceptibles a sufrir diversas neoplasias. Sin embargo, es importante enfatizar una vez más el carácter multifactorial de la transformación celular, en donde la “permisividad” de un sistema inmunológico deficiente es un elemento más en la pérdida de la regulación mitótica. HEPATITIS B Y CARCINOMA HEPATOCELULAR. La infección por el virus de la hepatitis B (HBV) presenta un rango de manifestaciones muy amplio, que abarca desde la ausencia de síntomas hasta la hepatitis crónica. El HBV es un virus pequeño, que tiene envoltura y en cuyo DNA se encuentran 4 genes virales que codifican para más de un producto proteico. El gen S codifica para 3 proteínas relacionadas con el antígeno de superficie del virus; el gen C codifica para las proteínas de la cápsula o core; el gen P contiene la información genética para la DNA polimerasa viral, y el gen X codifica para una proteína de regulación que interactúa con elementos tanto virales como celulares. El HBV parece ser el principal determinante en el desarrollo de carcinoma hepatocelular en las áreas endémicas para este virus; sin embargo, sería necesaria la presencia de un cofactor, la aflatoxina B, la cual está asociada con mutaciones que inactivan a la proteína supresora de tumor p53. El alcohol y otros agentes tóxicos que promueven el daño hepático crónico, al igual que las hormonas sexuales, podrían contribuir también como cofactores. El desarrollo tumoral suele ocurrir varios años después de establecida la condición de cronicidad de la infección viral y, por lo tanto, la hepatitis crónica se considera un verdadero factor de riesgo para el carcinoma hepático. Se desconoce cómo participa la enfermedad crónica en este proceso y se considera que el continuo nivel de daño hepatocelular que conduce a la hiperplasia, constituye una situación de riesgo por la aumentada velocidad de mutación. En la mayoría de los casos de hepatomas asociados a infecciones por el HBV, el DNA viral se encuentra integrado al genoma celular. Esta integración es un evento temprano de la infección viral y se postula que el sitio de integración del genoma viral sería crucial en el desarrollo de la neoplasia. Dos características de la integración serían claves: a) La integración es un proceso dinámico y al azar, como se deduce de los estudios de biología molecular. El DNA viral puede ejercer un efecto regulatorio de tipo cis, es decir, en los genes celulares vecinos, los que pueden activarse por acción de los promotores y enhancers virales (estimuladores de la transcripción) o por supresión, a través de la ruptura de controles o secuencias codificadoras provocadas por la integración del genoma viral. b) Reordenamiento del DNA viral que conduce a menudo a la expresión de productos génicos o proteínas modificadas que pueden ser funcionalmente
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