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02 Virología Médica Autor Amantes de la vida-153

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detecta algunos marcadores de superficie en las células con división descontrolada. Dicha 
función controladora del sistema inmunológico se ve alterada durante la infección por virus 
que afectan a células del sistema inmunológico. Así, pacientes que sufren de SIDA son 
mas susceptibles a sufrir diversas neoplasias. Sin embargo, es importante enfatizar una vez 
más el carácter multifactorial de la transformación celular, en donde la “permisividad” de 
un sistema inmunológico deficiente es un elemento más en la pérdida de la regulación 
mitótica. 
 
HEPATITIS B Y CARCINOMA HEPATOCELULAR. 
 
 La infección por el virus de la hepatitis B (HBV) presenta un rango de 
manifestaciones muy amplio, que abarca desde la ausencia de síntomas hasta la 
hepatitis crónica. El HBV es un virus pequeño, que tiene envoltura y en cuyo DNA se 
encuentran 4 genes virales que codifican para más de un producto proteico. El gen S 
codifica para 3 proteínas relacionadas con el antígeno de superficie del virus; el gen 
C codifica para las proteínas de la cápsula o core; el gen P contiene la información 
genética para la DNA polimerasa viral, y el gen X codifica para una proteína de 
regulación que interactúa con elementos tanto virales como celulares. 
 
 El HBV parece ser el principal determinante en el desarrollo de carcinoma 
hepatocelular en las áreas endémicas para este virus; sin embargo, sería necesaria 
la presencia de un cofactor, la aflatoxina B, la cual está asociada con mutaciones 
que inactivan a la proteína supresora de tumor p53. El alcohol y otros agentes 
tóxicos que promueven el daño hepático crónico, al igual que las hormonas 
sexuales, podrían contribuir también como cofactores. El desarrollo tumoral suele 
ocurrir varios años después de establecida la condición de cronicidad de la infección 
viral y, por lo tanto, la hepatitis crónica se considera un verdadero factor de riesgo 
para el carcinoma hepático. Se desconoce cómo participa la enfermedad crónica en 
este proceso y se considera que el continuo nivel de daño hepatocelular que 
conduce a la hiperplasia, constituye una situación de riesgo por la aumentada 
velocidad de mutación. 
 
 En la mayoría de los casos de hepatomas asociados a infecciones por el HBV, 
el DNA viral se encuentra integrado al genoma celular. Esta integración es un evento 
temprano de la infección viral y se postula que el sitio de integración del genoma viral 
sería crucial en el desarrollo de la neoplasia. Dos características de la integración 
serían claves: 
 
a) La integración es un proceso dinámico y al azar, como se deduce de los estudios 
de biología molecular. El DNA viral puede ejercer un efecto regulatorio de tipo cis, es 
decir, en los genes celulares vecinos, los que pueden activarse por acción de los 
promotores y enhancers virales (estimuladores de la transcripción) o por supresión, a 
través de la ruptura de controles o secuencias codificadoras provocadas por la 
integración del genoma viral. 
 
b) Reordenamiento del DNA viral que conduce a menudo a la expresión de 
productos génicos o proteínas modificadas que pueden ser funcionalmente

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