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E n fer m ed a d t ir o id ea y em ba ra zo 35 Gustavo Gómez T. • Jorg e E. Ortiz L. La disfunción de la glándula tiroides es causa del segun do trastorno endocrino más com ún después de la diabetes en las mujeres en edad fértil, con una relación 4:1 frente a los hom bres (1). Los cambios fisiológicos del embarazo pueden enmasca rar la enfermedad tiroidea o también exacerbar las manifes taciones de la enfermedad de base. Una función anormal de la glándula tiroides afecta signi ficativamente la habilidad de la mujer para embarazarse, el curso del embarazo, la salud del feto y la condición materna y neonatal en el posparto. El hipertiroidismo es consecuen cia del exceso de hormona tiroidea y está relacionada con hi pertensión inducida por el embarazo, abrupcio, hemorragia posparto y un incremento en la frecuencia de bajo peso al nacer y el déficit de esta hormona se conoce como hipotiroi- dismo involucrado en el aumento del riesgo de alteraciones en el neurodesarrollo fetal. El presente artículo pretende delinear cuáles son los pa rámetros de diagnóstico y manejo de la enfermedad tiroidea en el embarazo de acuerdo a la medicina evidencial. E m b r i o l o g í a , a n a t o m ía e h is t o l o g í a El tiroides humano se origina embriológicamente a partir de una evaginación del epitelio faríngeo y de algunos grupos celulares de las bolsas faríngeas laterales. El tiroides adulto normal pesa 15 a 25 gramos, contiene dos lóbulos unidos por un istmo y se sitúa por delante y por deba jo de los cartílagos de la laringe. Los tabiques fibrosos dividen la glándula en seudolóbulos que a su vez se componen de 20 a 40 folículos o acinos que se rodean de una red capilar. Las paredes del folículo están compuestas por epitelio cuboideo. La luz de este contiene una sustancia coloidal proteinacea, la proteína específica del tiroides, la tiroglobulina que permite la síntesis y almacenamiento de T4 y T3. El tiroides contie ne una segunda población de células en menor número que constituyen la fuente de calcitonina (células C) (3). F is io l o g í a d e l a s h o r m o n a s t ir o i d e a s La síntesis y secreción de las hormonas tiroideas se pueden dividir en cuatro etapas: a. Transporte activo del yoduro desde el plasma hasta la célula tiroidea y la luz folicular. b. La biosíntesis hormonal con la oxidación de los yodu ros: metabolismo oxidativo glandular. c. Formación de sustancias precursoras, condensación oxidativa por efecto de la peroxidasa y formación de T3 y T4. d. Liberación de las yodotironinas libres T3 y T4 al torren te sanguíneo. La glándula tiroides es la única fuente endógena de T4; la secreción tiroidea sólo produce un 20% del T3 total, el resto es generado en los tejidos extraglandulares gracias a la extracción enzimática o deyodación de la T4. Las vías de de- yodación son responsables del 70% del metabolismo de T4 y T3, en el caso de la T4 el 30% se convierte en T3 que posee una potencia metabólica tres veces superior. La regulación de la función tiroidea tiene lugar por dos mecanismos: el mecanismo supratiroideo y el mecanismo intratiroideo. El primero está regulado por la hormona libe radora de la tirotropina (TRH) de origen hipotalámico que estimula la secreción y síntesis de la hormona estimulante del tiroides (TSH) en la hipófisis anterior. El segundo está dado por los cambios de la concentración de yodo orgánico glan dular que producen alteraciones recíprocos en la actividad del transporte del yoduro del tiroides, controlan el crecimien to la glándula, la captación de aminoácidos, el metabolismo de la glucosa y la síntesis de ácidos nucleicos; estas acciones se manifiestan en ausencia de estimulación de TSH. F is io l o g í a t ir o id e a d u r a n t e e l e m b a r a z o La mujer embarazada es considerada como eutiroidea ya que el eje hipotálamo-hipófisis-tiroides funciona normalmente. GINECOLOGÍA Y O BSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T Durante el embarazo se presenta un aumento progresivo del tiroides a causa de una hiperplasia del tejido glandular y a un aumento de la vascularización. La concentración de TSH sérica basal disminuye en el primer trimestre, y se en cuentran valores de TSH séricas entre 0,1 y 0,5 mUI/L. Placenta y horm onas tiroideas La placenta humana funciona como una barrera materno- fetal de hormonas tiroideas. La maduración del sistema tiroideo fetal es independiente de la influencia materna; la placenta es impermeable a la TSH pero permite el paso de los yoduros ya que son los sustratos más importantes para la síntesis de hormona tiroidea fetal. La TRH materna atraviesa fácilmente la placenta pero sus niveles bajos circulantes impiden la transferencia masiva de esta hormona al feto, sin embargo, la TRH es sintetizada por la placenta, páncreas fetal y otros tejidos gastrointestinales. Los niveles de TRH en sangre fetal son relativamente altos en el primer y segundo trimestre ya que provienen en gran parte de la producción de tejidos no hipotalámicos mencionados. E fectos de la horm ona tiroidea en el feto Aunque muchos estudios sugieren que el crecimiento fe tal es independiente de la hormona tiroidea materna y que el transporte placentario de hormona tiroidea es mínimo, datos recientes sugieren que juega un papel importante en el desarrollo fetal temprano y que el incremento de la T4 y TBG maternas pueden jugar un papel protector en el desa rrollo neural temprano y que los requerimientos de la hor mona tiroidea por el feto antes de las 10 a 12 semanas de gestación (2). El feto depende completamente de la madre para la suplencia de yodo. La glándula tiroides del feto es capaz de concentrar yoduro y sintetizar yodotironina a par tir de la décima semana de gestación pero la producción de hormona tiroidea está limitada hasta las 18 a 20 semanas, momento en el que se incrementa el consumo de yodo de las células foliculares tiroideas y aumentan los niveles de T4 séricos, este crecimiento es constante hasta el nacimiento. D ia g n ó s t ic o La determinación de TSH de tercera generación y las concen traciones de T4 libre son las mejores pruebas para evaluar la función tiroidea en la mujer embarazada. Los niveles de T4 total y T3 pierden valor en el diagnóstico debido a su eleva ción como consecuencia de la disminución en la depuración de la TBG secundario al estado de hiperestrogenismo. Los niveles de T3 y T4 libres se encuentran en el rango norm al alto al inicio del em barazo por los efectos esti m ulantes de la HCG. Los niveles de horm ona libre dis m inuyen el 30% aproximadam ente en el transcurso del em barazo sin llegar al lím ite inferior del rango norm al (Glinoer et al, 1991) (tabla 1). H ip e r t ir o id is m o y e m b a r a z o El hipertiroidismo complica el 0,1 al 0,2% de todos los embara zos. Puede no ser diagnosticado debido a su similitud clínica con el aparente estado hipermetabólico del embarazo espe cialmente en el segundo y tercer trimestre; su principal agente causal es la enfermedad de Graves, responsable del 85% de los casos de hipertiroidismo (5). La importancia del diagnóstico y el tratamiento temprano es la asociación con resultado pe rinatal adverso. Hipertiroidismo severo es relacionado con el incremento de muertes fetales, restricción del crecimiento, pre eclampsia y falla cardíaca; y la tirotóxicos en el momento de las concepciones es causal de abortos espontáneos (6). Causas • Enfermedad de Graves • Enfermedad trofoblástica gestacional • Bocio toxico multinodular • Adenoma tóxico • Hiperémesis gravídica • Hipersecreción hipofisiaria de TSH • Carcinoma de células foliculares metastásico • Administración exógena de T3-T4 • Tiroiditis de Quervain • Tiroiditis linfocítica silente • Estroma ovárico. Signos y síntom as Intolerancia al calor, diaforesis, piel caliente, fatiga, an siedad, labilidad emocional, taquicardia, aumento de la presión del pulso, temblor, pérdida de peso, onicolisis,tiromegalia, oftalmopatía infiltrativa acompañada de en fermedad de Graves, vómito, diarrea, miopatías y linfade- nopatías. En tirotoxicosis severa se puede presentar falla cardíaca congestiva en un 12% y generalmente se asocia con preeclampsia, infecciones o anemia (6). Dentro de los riesgos fetales encontramos aborto espontáneo, mortina tos, trabajo de parto pretérmino, bajo peso al nacer, tiro- toxicosis fetal o neonatal. Tabla 1. Pruebas de función tiroidea durante el embarazo. Prueba Embarazo normal Hipertiroidismo y embarazo Hipotiroidismo y embarazo Hiperémesis gravídica Tiroiditis posparto con hiper tiroidismo TSH Normal Indetectable Elevada Normal o baja Indetectable TBG Aumentada Aumentada Normal Aumentada Normal T4 total Aumentada Aumentada Baja Aumentada Aumentada T4 libre Normal Aumentada Baja Normal o aumentada Aumentada T3 total Aumentada Aumentada Baja Aumentada Aumentada T3 libre normal Aumentada Baja Normal o aumentada Aumentada 238 PARTE III 3 5 / ENFERMEDAD TIROIDEA Y EMBARAZO T D iagnóstico Elevación de los niveles séricos de T4 libre y supresión de TSH son diagnóstico de hipertiroidismo, así como valores de TSH inferiores a 0,05 nU/ml, T4 > 16 mcrg/dl y T3 > 220 ng/dl en ausencia de patología hipofisiaria. Cuando los niveles de TSH son bajos con T4 libre normal, se debe soli citar niveles de T3 libre para determinar toxicosis de T3. La anemia normocítica normocrómica, alteraciones del perfil hepático, hipercalcemia leve e hipomagnesemia son otras anormalidades de laboratorio que se asocian con tirotoxico- sis especialmente en la enfermedad de Graves. Tratamiento Tionamidas: es considerada como la terapia de primera lí nea. Históricamente el propiltiuracilo (PTU) fue preferido sobre el metimazol a partir de la experiencia temprana sobe la concepción de que el PTU cruza difícilmente la placenta, aminorando los efectos teratogénicos (2). El propiltiouracilo (PTU) y metimazol inhiben la iodinación de tiroglobulina y la síntesis de tiroglobulina, además el PTU inhibe la conver sión periférica de la T4 en T3. La vida media del metimazol en suero es de 6-8 horas mientras que la de PTU es de 1 hora. El metimazol es diez veces más potente que el PTU. Dosis: PTU 100-150 mg cada 8 horas dosis máxima 900 mg/ día, al gunos pacientes pueden requerir dosis de 600 a 900 mg/d. Efectos secundarios: prurito, rash cutáneo, sabor metálico, náuseas, broncoespasmo, úlceras orales, hepatitis; agranulo- citosis es el efecto más serio y se desarrolla en menos del 0,1% de las pacientes, más en mujeres de 40 años que han recibido dosis altas de la droga. Sólo han sido reportados 11 casos de aplasia cutánea asociada con el uso de metimazol y alguno pudo haber tenido asociación familiar. Van Dijke y cois de mostraron que los riesgos de alteraciones del cuero cabelludo en pacientes tratadas con metimazol no fueron diferentes al de las pacientes con controles eutiroideos. En otro estudio, Momotani y cois no encontraron defectos del cuero cabelludo en una serie de 243 pacientes tratadas con metimazol (4). B etab lo qu ead ores: se usan para el control rápido de los sín tomas adrenérgicos de la tirotoxicosis; no alteran la síntesis o secreción de la hormona tiroidea. Propanolol, 20-40 mg dos a tres veces al día. Atenolol, 50- 100 mg día, manteniendo la frecuencia cardíaca materna en tre 80-90 latidos por minuto. La terapia prolongada puede acarrear en el feto RCIU, bradicardia fetal e hipoglicemia, insuficiencia placentaria y una respuesta subnormal al es trés hipoxémico. Yoduros: no es recomendado para el tratamiento del hiperti roidismo en el embarazo debido a su asociación con bocio e hipotiroidismo neonatal cuando es usado conjuntamente con las tionamidas. En un estudio con mujeres embarazadas con enfermedad de Graves, usando bajas dosis de yodo se encon tró 6% de elevación de la TSH neonatal. Sólo se ha recomen dado su uso en relación a la aparición de tormenta tiroidea. Cirugía: la tiroidectomía se usa en caso de tirotoxicosis con seve ras complicaciones o pobre respuesta al tratamiento a dosis altas de tionamidas con riesgo de ocasionar hipotiroidismo fetal. H ip o t ir o id is m o y em b a r a z o El hipotiroidismo puede acompañar el embarazo hasta en un 2,5% de las gestaciones. Los síntomas de ésta pueden ser enmascarados por el metabolismo aumentado producto de la gestación. La mujer con hipotiroidismo tiene alta inciden cia de preeclampsia, abruptio de placenta, RN con bajo peso al nacer, mortinatos, lo cual se puede disminuir con la tera pia de levotiroxina (7). Causas A nivel mundial, la causa más frecuente de hipotiroidismo es la deficiencia de yodo, 500 millones de personas viven en zonas con carencia de yodo. Otras causas de los casos de hipotiroidismo son el resultado de un trastorno intrínseco de la glándula tiroides, dentro de ellas tenemos: • Tiroiditis de Hashimoto • Mixedema idiopático "autoinmune" • Ingestión de medicamentos antitiroideos: propitioura- cilo, metimazol en dosis demasiado elevadas • Fármacos bociógenos: litio, yoduro inorgánico, sulfoni- lureas, amiodarona • Enfermedades infiltrativas: amiloidosis, leucemia • Tiroiditis subaguda • Errores innatos de la síntesis de hormonas tiroideas. M a n if e s t a c io n e s c l ín ic a s Puede ser de inicio insidioso y las manifestaciones clásicas pueden tardar meses o años en aparecer. En el embarazo, se puede presentar adinamia, pereza, sueño exagerado, cansancio y constipación. La ganancia de peso y el mixedema se presentan ocasionalmente como causa del hipotiroidismo. Un signo clínico importante es la disminución del pulso, el cual es un buen indicador del re sultado de la terapia con levotiroxina. Es común observar anemia hasta en el 30-40% de las pa cientes, casi siempre es normocítica debido a disminución en la eritropoyesis. Sin embargo, en ocasiones es macrocítica a causa de deficiencia de vitamina B12 y folatos. Cuando se descubre anemia microcítica lo más probable es que se deba a deficiencia de hierro concomitante. Dentro de los riesgos fetales encontramos aborto recurrente (por anticuerpos anti- fosfolípidos), malformaciones fetales como trisomía 21. D iagnóstico • Hipotiroidismo primario: Se encuentra TSH elevada y T4 libre baja • Hipotiroidismo subclínico: TSH elevado y T4 libre nor mal • Hipotiroidismo hipofisiario: TSH normal o baja y T4 li bre baja. La TRH no es necesaria para el diagnóstico y la T3 libre no es benéfica para este propósito. Los anticuerpos antitiroideos son útiles en el diagnóstico de la tiroiditis de Hashimoto, en predecir la ocurrencia de hipotiroidismo neonatal y en tiroiditis posparto. OBSTETRICIA D E ALTO RIESGO 239 GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T T ra ta m ien to El hipotiroidismo debe estar controlado durante el emba razo por el potencial impacto sobre el feto y el neonato y el desarrollo en la niñez. Una vez hecho el diagnóstico se inicia 0,1 a 0,15 mg/ día de levotiroxina y la dosis debe ser incrementada cada 4 semanas hasta que la TSH retorne al rango normal bajo; la mujer que recibe terapia de reempla zo hormonal tiroidea debe continuar esta terapia durante el embarazo y si requiere reajustar la dosis, los niveles de TSH deben ser chequeados entre las 6 y 8 semanas, 16 y 20 se manas, 28 y 32 semanas, inmediatamente después del parto la dosis de levotiroxina debe ser reducida a la dosis inicial preembarazo y los niveles de TSH deben ser medidos a las 6 y 8 semanas después del parto. R e f e r e n c ia s 1. Grace W Chan, Susan J Mandel. Therapy Insight: management of Graves' disease during Pregnancy. Nature Clinical Practice Endocrinology & Metabolism 2007; 3(6). 2. Jeanne M Chattaway, Teresa B Klepser. Propylthiouracil versus Methimazole in Treatment of Graves's disease during Pregnan cy. The Annals of Pharmacotherapy 2007; 41. 3. Management of Thyroid Dysfunction during Pregnancy and Postpartum: An EndocrineSociety Clinical Practice Guideline Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism 2007; 92(8) (Supplement): S1-S47. 4. Mumtaz Rashid. Obstetric Management of Thyroid Disease. Obstetrical and Gynecological Survey 2007; 62: 680. 5. Mumtaz Rashid, Mohammed H. Rashid, Weetman AP. Graves's disease. N Engl J Med 2000; 343:1236-1248. 6. Neale, et al. Thyroid Disease in Pregnancy. Clin Perinatol 2007; 34: 543-557. 7. Sally R. James. Placental transport of thyroid hormone. Best Practice & Research Clinical Endocrinology & Metabolism 2007; 21(2): 253-264. 240 PARTE III http://booksmedicos.org Botón1:
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