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1 Alimentación y salud cardiovascular La relación entre la alimentación y la salud cardiovascular es un tema de gran importancia, ya que las enfermedades del corazón representan una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. La dieta desempeña un papel fundamental en la prevención de estas enfermedades y en el mantenimiento de un corazón saludable. Las enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria y el accidente cerebrovascular, a menudo están relacionadas con factores de riesgo como la hipertensión arterial, el colesterol elevado y la diabetes. Una dieta rica en grasas saturadas, grasas trans, sodio y azúcares añadidos puede aumentar estos factores de riesgo, mientras que una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y grasas saludables como las que se encuentran en el aceite de oliva y los frutos secos puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. 2 El consumo excesivo de sodio puede contribuir a la hipertensión arterial, un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares. Limitar la ingesta de alimentos procesados y añadir menos sal a las comidas puede ayudar a mantener la presión arterial en niveles saludables. Las grasas saturadas y trans pueden aumentar los niveles de colesterol en sangre, lo que aumenta el riesgo de enfermedad coronaria. Reducir el consumo de alimentos ricos en estas grasas, como carnes rojas, productos lácteos enteros y alimentos fritos, es importante para mantener un perfil lipídico saludable. Por otro lado, las grasas insaturadas, como las que se encuentran en el pescado, los aguacates y el aceite de oliva, pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol en sangre y proteger la salud cardiovascular. 3 El consumo de antioxidantes, presentes en frutas y verduras, puede ayudar a prevenir el daño oxidativo en las arterias y reducir la inflamación, dos factores relacionados con las enfermedades cardiovasculares. En resumen, una alimentación saludable para el corazón se caracteriza por ser rica en alimentos frescos y naturales, bajos en sodio, grasas saturadas y trans, y alta en fibra, grasas saludables y antioxidantes. Una dieta equilibrada puede ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares y mantener un corazón fuerte y saludable.
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