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CADENAS MUSCULARES ANTERO-MEDIANAS-P CAMPIGNION

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Philippe Campignion 
iDENAS MUSCULARF 
Y ARTICUI ARES 
método G.D.S. 
CADENAS D E LA PERSONALIDAD 
Tomo 1 cadenas antero-medianas (AM) 
ILUSTRACIONES Godelieve Denys-Struyf y Philippe Campignion 
Prólogo 
Primera parte 
Consideraciones generales 
sobre las cadenas antero-medianas 
Las cadenas antero-medianas 
reflejan características de la personalidad 
Las cadenas antero-medianas deben su nombre 
a la localización de su trayecto, principalmente en el tronco 
Detalle de las características mecánicas generales 
Segunda parte 
Anatomo-fisio-patlogía 
de las cadenas antero-medianas 
Acciones musculares a nivel de la rodilla, 
pivot primario de las cadenas antero-medianas 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel de miembros inferiores 
AM, PL y AL, relaciones a nivel del pie 
Rol del abductor del hallux de AM 
en la torsión longitudinal del pie 
Cuando trabaja en exceso, el abductor del hallux 
instala un hallux valgus 
El fascículo medial del gastrocnemio, representa la AM 
en el plano muscular superficial de la pierna 
Los músculos aductores, mayor, medio y menor 
prolongan la AM a nivel del muslo 
El genu-valgum resulta de una competición 
entre las cadenas antero-medianas y postero-laterales 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel de la pelvis : el periné y el piriforme 
Localización del periné 
situación del marco óseo que lo dehmita 
El plano profundo del periné constituye 
el diafragma pélvico 
El músculo piriforme completa el periné en su parte posterior y superior 
a nivel de la escotadura ciática mayor 
Los músculos del diafragma pélvico y el piriforme 
influyen en la posición del sacro y del coxix 
La forma del sacro está condicionada 
a las tensiones que la AM le impone durante su desarrollo 
Los músculos piriformes funcionan de forma asimétrica 
y están fuertemente implicados en la rotación del sacro 
Los músculos del periné y particularmente los músculos coxígeos 
intervienen en la rotación del coxis 
El plano medio del periné está formado por dos músculos 
La tensión excesiva de los miisculos transversos del periné 
favorece la sagitalización de las ramas isquiopubianas 
y el repliegue caudal del hueso coxal 
A nivel de la pelvis, AM y PL 
son antagonistas en el plano frontal 
Comparación de las tipologías pélvicas AM con las 
tipologías estudiadas en los tomos de las cadenas relaciónales 
Diferencia entre periné femenino y periné masculino 
observadas principalmente en el plano superficial 
Las cadenas antero-medianas 
a nive del tronco 
La cadena AM se prolonga a nivel de abdomen con los 
músculos piramidal y recto mayor del abdomen 
Los fascículos estemocostales y abdominaes del pectoral mayor 
completan la acción de los rectos mayores sobre el esternón. 
El músculo subclavio los secunda en esta tarea 
Resumen de las modahdades de la acción 
útil de la AM en su dominio 
La cifosis torácica excesiva, acompañada de hundimiento esternal, 
son huellas de un exceso de actividad en las cadenas antero-medianas 
El exceso de actividad en las cadenas antero-medianas, 
entorpece la fisiología del músculo diafragma 
La posición de las piezas vertebrales está modificado, 
por la actitud global resultante del exceso de tensión en las cadenas AM 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel del cuello, de la mandíbula y del cráneo 
La cadena antero-mediana se prolonga a nivel del cuello y de la cabeza, 
por los fascículos esternales del músculo esternocleidomastoideo, 
el escaleno anterior, los hioideos, los músculos de la faringe, 
de la laringe y de la lengua 
Los músculos hioideos prolongan la cadena antero-mediana 
a nivel del cuello 
La AM se caracteriza por su tendencia a enrollar el tronco en cifosis 
y prolonga su acción hasta la cabeza, flexionándola anteriormente 
La cifosis dorsal instalada por la AM esa compensada 
a nivel cefáhco por los músculos esternocleidomastoideos 
y a nivel cervical, por los escalenos anteriores 
La faringe es una encrucijada entre las vias aéreas superiores y la digestiva. 
La faringe prolonga la AM más allá del esófago 
La laringe está situada en la embocadura de la tráquea 
El velo del paladar está situado entre la vía utilizada 
por el aire proveniente de la cavidad nasal hacia la rinofaringe 
y la vía de pasaje de los alimentos, desde la cavidad bucal hacia la orofaringe 
La lengua está incluida en la cadena antero-mediana mecánicamente, 
pero también simbólicamente, pues forma parte del aparato digestivo, 
por lo tanto con la función de nutrición. 
La deglución permite dirigir los alimentos que han sido previamente, 
masticados en la boca, hacia la faringe y de la faringe al esófago 
El equilibrio entre las cadenas antero-medianas y postero-anteriores 
a nivel de la cabeza y del cuello, es precario e influye en la fisiología 
de la articulación temporo-mandibular 
Los músculos pterigoideos asociados a los músculos de la faringe 
pueden entorpecer el movimiento respiratorio primario 
a partir de tensiones que instala en la sínfisis esfeno-basilar 
La región de la faringe presenta importantes analogías 
con la región del periné, podemos hablar de diafragma faríngeo 
Presentamos nuestra visión global relacionando los tres 
diafragmas : torácico, pélvico y faríngeo 
Las cadenas antero-medianas pueden invadir la cara, dominio de AP, 
y marcar la mímica con sus huellas, en la región del 
mentón y de los labios, particularmente el labio inferior 
Las cadenas antero-medianas 
a nivel de miembro superior 
Aunque predomina a nivel del tronco, como cadena de leje vertical, 
la AM se prologa a nivel de miembros superiores 
La posición de miembros superiores y de la cintura escapular 
es importante para el anclaje de la AM 
a nivel de la octava vértebra torácica 
Estudiaremos la torción en miembros superiores 
comparando con las de miembros inferiores 
El fascículo anterior del mtisculor deltoides es mixto, de AM y de AL 
El músculo braquial (braquial anterior) prolonga la AM a nivel del brazo 
El fascículo profundo del músculo supinador (supinador corto) 
toma el relevo a nivel del codo y es uno de sus ligamentos activos 
Los músculos abductores largo y corto del pulgar 
prolongan la AM a nivel del antebrazo y de la mano. 
Tercera parte 
Principios de t r a t a m i e n t o 
Estudiaremos el triángulo donde 
AM constituye el vértice, PL y PM la base. 
Hablaremos del triángulo AM 
La reactividad puede ser más fuerte en la PL 
«frustrada» por la inversión de control 
La reactividad ppuede ser más fuerte en la PM 
dominada por una AM excesiva 
La asociación entre las cadenas antero-medianas y antero-laterales 
es frecuente, la segunda se instala en defensa 
La estrategia de la ola sirve de referencia 
para un trabajo de reestructuración psicocorporal 
Conclusión 
Bibliografía 
Este fascículo es el primero de una serie de tres consagrados a las 
cadenas musculares, llamadas cadenas de la personalidad 
Abordaremos sucesivamente las cadenas antero-medianas, postero-
medianas, postero-anteriores y antero-posteriores. 
Si comenzamos con las cadenas antero-medianas no es por azar, 
sino porque juegan un papel de primera importancia en el desarrollo 
psicomotor del niño. Estas cadenas empiezan a estructurarse a partir 
del período fetal, en el vientre materno. 
Se caracterízan por una necesidad de afecto que será necesario llenar 
para favorecer la integración de elementos a la vez comportamentales 
y físicos ligados a esta estructura. 
De esta integración nacerá el sentimiento de seguridad interior y de 
estabilidad necesaria para la afirmación del «yo». 
Una carencia en esta estructura puede ser el origen de un sentimiento 
de inseguridad, de una falta de confianza en uno mismo y engendrar 
algunas dificultades para encontrar su propio lugar en la sociedad 
o simplemente para comunicarse con los demás. 
Es así como aparecen las tensiones en las cadenas antero-medianas, 
marcando en el cuerpo huellas específicas que iremos detallando. 
Aunque este libro se dedica principalmente al aspecto biomecánico 
del método,su contenido no debería jamás hacernos olvidar el 
estrecho enlace entre cuerpo y mente. Justamente la comprensión 
de este enlace guiará nuestros tratamientos determinando la elección 
de las técnicas de reprogramación y las precauciones a tener en 
cuenta para cada una de las estructuras que abordaremos. 
Todo lo anterior es particularmente cierto para la A M , estructura 
frágil en muchos sentidos, con A M insistiremos en esta noción a la 
hora de describir los principios de tratamiento. 
Primera parte 
Consideraciones g 
sobre las cadenas £ 
Volvemos a encontrar aqui los dos bebés cuya actitud ilustra las dos 
vías relaciónales (AL y PL) que fueron descriptas en los dos tomos 
consagrados a las cadenas llamadas relaciónales que están situadas 
en u n eje horizontal, es decir el que corresponde a los intercambios 
con el medio. Aparecen ahora tres nuevos bebés : 
A L y PL, estructuras del eje h o r i z o n t a l 
al servicio del comportamiento relacional. 
A M , P M y PA, estructuras del eje vert ical 
al servicio de la personalidad 
i Tres bebés diferentes aparecen ahora : 
Un primer bebé enrollado en cifosis en posición fetal 
que simboliza la orientación hacia el ego de A M , 
U n segundo bebé arqueado que simboliza la PM preparada 
para descubrir el espacio exterior, 
U n tercero erguido en posición sentado que simbohza la 
PA que endereza al hombre entre cielo y tierra, 
favoreciendo la búsqueda de ideal. 
Estas tres estructuras están situadas una encima de la otra, en 
un eje vertical que simboliza el eje de la personalidad. Nosotros 
\s a las cadenas que corresponden a estas tres estructuras: 
cadenas de l a personalidad o del eje vertical, lo que se justifica 
perfectamente, porque son las cadenas que se expresan sobre todo 
en el eje raquídeo y en el plano sagital. 
; Este eje vertical podemos comparario a un árbol: 
La A M encuentra naturalmente su sitio en las raíces de este 
árbol simbolizando el anclaje en la tierra, 
la PM encuentra el suyo en el tronco, manteniendo la 
vertical, 
la PA en las ramas que tienden hacia el cielo, para que las 
hojas AP puedan captar la luz. 
L a A M , l igada a l a n e c e s i d a d de afecto será lo que vamos 
; a desarrollar en este l ibro. La actitud del bebé en posición fetal 
simboliza la orientación hacia el ego, la \-ida vegetativa, las 
sensaciones. 
La seguridad del niño contenido en el \ientre de su madre, favorece 
esta estructura comportamental. No todos lograremos conservar 
esta seguridad a lo largo de la vida. La seguridad interior favorece 
; la confianza en uno mismo y nos permite construimos mejor. 
I Las personas que funcionan en este registro y que consiguen m i t r i r 
I esa necesidad de afecto inherente a la AM, tienen los pies sobre la 
tierra, son acogedores; son los depositarios de las raíces del pasado. 
A l contrario, los que no consiguen llenar esa sed de amor, presas de 
una angustia permanente, pueden volverse egocéntricos, posesivos, 
: materialistas y crear un vacío a su alrededor. 
i Los pacientes que funcionan en exceso según este comportamiento 
están a la escucha de su cuerpo de forma exagerada y se vuelven 
hipocondríacos. 
En los cursos, los alumnos de esta tipología tienen necesidad de 
sentir sobre ellos mismos las técnicas, mientras los de tipología PM 
prefieren comprender a sentir. 
Aquí también estableceremos un paralelo con la energética china, 
con el fin de ampliar la noción terapéutica, asociando la expresión 
psico-comportamental a las influencias orgánicas y energéticas. 
L a s cadenas m u s c u l a r e s antero-medianas s o n los útiles de 
l a manifestación de u n comportamiento e n relación con el 
sitio energético del bazo, del pánceas y del estómago. 
Los meridianos son los canales por los que circula la energía,mientras 
que las cadenas musculares son los útiles de la expresión 
comportamental, esto explica porqué ambos no se superponen. 
Vayamos ahora al aspecto biomecánico, sin olvidar en absoluto 
que el músculo es en general, sólo un medio de expresión de un 
malestar general. 
El músculo es una posible vía de acceso en el camino de la toma de 
conciencia. 
9 L a s cadenas antero-median as t o m a n s u n o m b r e 
j>or l a localización de s u trayecto, principalmente 
fen el tronco. Marcan sus huellas particularmente sobre 
el tronco y más específicamente en el plano sagital, no 
jObstante están presentes también en los miembros. 
Son dobles, derecha e izquierda, destacando que la 
actividad es más marcada a la derecha. 
L a r e s i d e n c i a de l a A M está e n l a pelvis, que es sinónimo 
de base, de raíces y que está perfectamente representada en el 
embarazo, instala naturalmente su residencia en la pelvis donde 
está muy presente anatómicamente con los músculos del periné. 
Madame Godelieve Denys-Struyf habla del anclaje del sacro en 
«tierra pélvica». Paradójicamente es la PM, que si es de buena 
calidad se encarga de mantener el sacro anclado entre los 
ilíacos. 
A l contrario, una PM degradada o excesiva desencastra el sacro 
llevándolo a una posición horizontal y desestabilizando esta base 
pélvica. Reanclar el sacro llevándolo a una posición más vertical, 
facilita la instalación de una A M fisiológica. 
En su residencia, la pelvis, A M es controlada p o r P L . PL controla 
la separación de los isquiones, pues AM tiene a veces tendencia a 
cerrarlos exageradamente. 
E l d o m i n i o de A M está e n el tórax: los rectos mayores del 
abdomen, músculos útiles de AM tienen por función controlar la 
verticalidad del esternón con elfin de mantener la octava vértebra 
dorsal en ápex de cifosis. Los fascículos medios e inferiores de los 
pectorales mayores se asocian a los precedentes para enrollar los 
hombros y favorecer el anclaje de D8. 
Esta huella estará más marcada a la derecha, porque A M es mas 
activa en este lado, en el esquema asimétrico fisiológico. 
Es interesante constatar que este andaje del esternón e indirectamente 
de D8, es posible sólo si las rodillas están desbloqueadas. 
El desbloqueo de las rodillas lo realiza también la AM, a condición 
de que PM no lleve las tibias a recxu-vatum. 
A M es u n a c a d e n a c u y o s músculos t o m a n p u n t o fijo 
inferior. 
Por lo cual cada músculo de A M debe utilizar u n punto fijo inferior 
y traccionar hacia abajo; nosotros llamamos a esta acción sentido 
mecánico. 
A la inversa, la tensión pasa de músculo a músculo desde abajo 
hacia arriba; es lo que llamamos sentido energético. 
V a m o s a i n t e r e s a r n o s , p r i n c i p a l m e n t e e n l a s a c c i o n e s 
m u s c u l a r e s de l a estática y e n l a s h u e l l a s q u e e s t a s 
i n s c r i b e n e n el cuerpo. 
Vamos a diferenciar las huellas útiles de las que llamaremos huellas 
molestas. 
En fin, describiremos las patologías ligadas al exceso de actividad 
de las cadenas antero-medianas. 
•''} E l p i v o t p r i m a r i o de l a A M se sitúa a n i v e l 
de l a r o d i l l a . A este n i v e l l a pulsión p s i c o -
\|' comportemental se material iza p o r l a activación 
délos músculos i r o c i i e i n i o o i e d i a l o g e m e l o 
•"""•""'•̂ y 
. _ t ^ se inserta en 
el tubérculo supracondíleo medial y en la cara posterior del fémur. 
Se dirige hacia abajo y atrás, contornea el cóndilo medial y se une por 
debajo en la parte interna del tendón deAquiles, que se completa 
con el gastrocnemio lateral de PL y el soleo de PM. 
• > se inserta muy anteriormente en el 
ángulo delpubis y en el tercio interno del borde inferior de la rama 
isquio-pubiana del hueso ilíaco. Se dirige entonces hacia abajo 
y hacia adentro, se refleja por detrás del cóndilo interno y luego 
oblicuamente hacia adelante para alcanzar el tercio superior de la 
cara medial de la tibia en la región denominada pata de ganso. Se 
inserta entre el sartorio, del que hablamos en A L y el semitendinoso 
de PM situado por debajo de él. 
Por la dirección de sus fibras y sobre todo por el hecho de reflejarse 
por detrás del cóndilointerno del fémur, estos dos míisculos 
favorecen la flexión de la rodilla ( i ) a la vez que el enraizamiento 
y el buen apoyo de los pies en el suelo (3). 
El gracüis parece trabajar en cuerda de arco porque favorece a la vez 
un descenso de la pelvis hacia el suelo y está contrariado en su acción 
de contranutación del hueso ilíaco, por los isquiotibiales de PM, 
como también por los fascículos más posteriores de los aductores 
que vamos a detallar más adelante. En un esquema fisiológico, se 
trata principalmente de un desbloqueo de l a r o d i l l a controlado 
por el cuadríceps de A P que es el sostén convexitario de la rodilla 
(2). Se trata de una huella útil, en la medida en que va a permitir al 
cuadríceps empujar el suelo. El cuadríceps va a ser el activador 
de la erección vertebral realizada por las cadenas postero-anteriores 
PA (cf. libro AL). 
Fig . 3 
He representado voluntariamente en esta figura los músculos de 
PM en el miembro inferior, cuyo rol es asegurar la verticalidad de 
la totalidad del miembro inferior a partir de un punto fijo inferior : 
e l soleo frena la caída del esqueleto de la pierna, los isquiotibiales 
internos, (representado sólo el s e m i t e n d i n o s o ) , mantienen el 
ilíaco en posición vertical, mientras que las fibras profundas del 
glúteo m a y o r impiden al sacro bascular hacia adelante. 
N o s e n c o n t r a m o s e n t o n c e s c o n u n a P M q u e a s e g u r a 
l a v e r t i c a l i d a d , B i i a A M que d e s b l o q u e a la r o d i l l a y u n 
cuadríceps que e m p u j a el s u e l o p a r a «despertar» l a s 
cadenas anti-gravitatorias PA. 
En el exceso, el desbloqueo de rodillas puede transformarse en flexo 
fijando el resto del cuerpo en un desequilibrio posterior típico de 
AM que explicaremos en la figura siguiente. 
Figura 4 
L a flexión de r o d i l l a ( i ) produc e u n desequil ibrio 
del tronco h a c i a atrás ( 2 ) e n u n a actitud s i m i l a r 
a l a que se adopta e n e l m o m e n t o e n que n o s 
sentamos. 
Esta actitud obliga al cuerpo a reequilibrarse suspendiéndose a 
ciertos músculos anteriores, los que están mejor ubicados para 
frenar esta báscula posterior (3). 
Cuando esta situación es sólo temporal, los músculos anteriores, 
pueden, trabajando a partir de un punto fijo inferior,retornar el 
cuerpo hacia adelante cada vez que oscila hacía atrás. 
Si esta situación se fi ja, el desequilibrio aumenta y se vuelve 
permanente, lo que produce, debido al reflejo miotático, u n 
reclutamiento de músculos anteriores más importante , hasta 
constituir una verdadera cadena de tensión miofascíal desde el 
dedo gordo hasta la mandíbula y los pulgares. Los músculos de 
estas cadenas anteriores y medianas solicitados permanentemente 
y de forma excesiva, terminan trabajando en cuerda de arco 
particularmente en la cara anterior del tronco, enrollando el tronco 
sobre sí mismo y favoreciendo la cifosis (4). 
\is rodillas. 
..erpo hacia atrás 
En un esquema fisiológico, los músculos de las cadenas antero-
medianas trabajan a partir de un punto fijo inferior y traccionan 
hacia abajo, es decir, se van reclutando de abajo a arriba.De la misma 
manera empezaremos la descripción a nivel del pie, particularmente 
desde el dedo gordo. 
w 
P L y A L están m u y l igadas a n i v e l del pie 
donde c o m p a r t e n el p r i m e r metatarsiano. 
E l músculo peroneo lateral largo o fibidar largo de 
P L termina a nivel de la base del primer metatarsiano. 
E l fascículo oblicuo del músculo aductor del dedo gordo es 
también de PL. Desde el hueso cuboides, se inserta en el sesamoideo 
medial y se prolonga hasta la parte lateral de la base de la primera 
falange del dedo gordo. 
E l fascículo t r a n s v e r s o del músculo aductor del h a l l u x 
o aductor del p r i m e r dedo, de A L termina en el sesamoideo 
medial y envía expansiones hacia la vaina del tendón del flexor 
largo del hallux. 
ib i abductor 
se extiende desde 
el proceso medial de la tuberosidad del calcáneo al sesamoideo 
lateral rodeándolo y a la parte lateral de la base de la primera 
falange del hallux. 
Flexiona y abduce el primer dedo. 
D e l equil ibrio de tensiones entre P L , A L y A M depende el 
b u e n anclaje de l a base del dedo gordo e n el s u e l o : PL y A L 
mantienen el primer metatarsiano en el eje, permitiendo a la A M 
anclar la base del dedo gordo en el suelo. 
5 
Anclaje del dedo gordo 
s antero-medianas 19 
L a total idad d e l e q u i l i b r i o t r a n s v e r s a l del pie 
depende del antagonismo complementario entre 
P L , A M y A L . 
E l a b d u c t o r d e l h a l l u x de A M ancla la base del dedo 
gordo. 
E l abductor del quinto dedo de P L ancla la base del quinto dedo. 
E l fascículo transverso del aductor del hallux de A L en medio 
de los dos precedentes, controla la acción tratando de mantener en 
su sitio el arco anterior del antepié. 
E l t i b i a l p o s t e r i o r de A L juega u n ro l a nivel de la pareja 
navicular-cuboides donde se opone a PL impidiendo la báscula 
interna del cuboides. 
r o l . ' I l u x de A M j u e g a m i 
• jrs iói i l o i i g i t i i d i i i a i del 
Este músculo cuyas f ibras t i e n e n una dirección 
horizontal, tiene tendencia a trabajar en cuerda de arco 
es decir, tendrá una acción en cada uno de sus extremos : 
En su extremo anterior, favorece el anclaje del dedo gordo lo 
flexiona y abduce. E l antepie es l levado a valgo ( i ) . 
en su extremidad posterior, lleva el calcáneo a v a r o , es 
d e c i r el retropie e n v a r o (2). 
L a l e m n i s c a t a del pie materializa la torsión longitudinal la cual 
da a esta arquitectura compleja del pie, su estructura y al mismo 
tiempo suflexibilidad. En la patología veremos casi siempre que esta 
torsión fisilógica es reemplazada por una báscula global a veces en 
valgo y a veces en varo. 
Será conveniente no caer en la trampa de corregir un varo hacia un 
valgo o viceversa, lo pertinente es reprogramar la torsión fisiológica. 
F i g . 6 
Cadenas antero-medianas 21 
El abductor del hallux 
de A M juega un rol 
preponderante en la 
torsión longitudinal 
del pie. 
E s t a figura n o s ^ r c l e t i i l l a r Las 
t o r s i o n e s p r e v e r . *- lescle e l p u n t o 
cié v i s t a so i^inei i ; 
Las torsiones const i tuyen, para el terapeuta, u n 
\o esquema de restructuración del pie. 
L a figura 8 a r e t o m a l a torsión global del pie pero haciendo 
u n a división del pie según dos ejes. Para ello empezaremos 
a partir del retropie mas exactamente desde el calcáneo y desde el 
astrágalo que están articulados entre s i : 
I E l astrágalo que se sitúa por encima, está orientado hacia adelante 
! y hacia adentro (con respecto al eje del cuerpo) e inicia un valgo con 
! respecto al calcáneo sobre el cual se articula. 
E l escafoides, los tres c u n e i f o r m e s y los tres p r i m e r o s 
metatarsianos se solidarizan al astrágalo y siguen esa posición 
en valgo que amplifica hasta la base del primer dedo. 
; E l calcáneo está por debajo orientado hacia adelante y hacia 
afuera. E l cuboides y los cuarto y quinto metatarsianos son 
solidarios a el. 
El calcáneo, mantenido en varo por el abductor corto del hallux de 
\M propaga esta posición, a través del cuboides, hasta la base del 
i quinto dedo. 
L a torsión global que el abductor del hal lux mantiene e n el 
pie, favorece simultáneamente e l valgo correspondiente 
a l eje astrágalo- escafoides - p r i m e r c imeiforme - p r i m e r 
metatarsiano y e l v a r o correspondiente a l eje calcáneo-
cuboides - quinto metatarsiano. 
L a figura 8b pone e n evidencia l a torsión fisiológica de los 
dedos. 
Esta torsión segmentaria se organiza alrededor del segundo 
dedo, que corresponde al eje del pie. Encontramos las mismas 
características que para el resto del cuerpo: una rotación lateral 
proximal asociada a una rotación medial distal. 
: La base de la primera falange del primer dedo tiene la misma rotación 
que la extremidad distaldel metatarsiano correspondiente, mientras 
que la base de la primera falange de los 3°, 4° y 5^ dedos tienen la 
misma rotación que la extremidad distal del quinto metatarsiano. 
Esta torsión resulta probablemente de u n equil ibrio entre los 
extensores y los flexores de los dedos. La reprogramación de la 
torsión fisiológica en el primer dedo es muy interesante para el 
trabajo sobre el hallux valgus que detallaremos más adelante. 
Cuando nos dedicamos a reprogramar esta torsión en los tres últimos 
dedos, la dificultad reside en mantener simultáneamente el arco 
anterior del pie. 
H Este tipo de hallux valgus difiere del que resulta de un 
exceso de tensión en las cadenas antero-laterales por 
el hecho de que el primer metatarsiano está en abducción bajo la 
acción excesiva del abcl i ic tor d e l h a l l u x ( i ) . 
L o s fascículos trans vers o s del aductor del hal lux de A L (2) 
puestos en tensión reaccionan subluxando el sesamoideo medial, 
esta situación es además generadora de dolores. 
reacciona también al estiramiento sufrido por 
su tendón que termina en la base de la primera falange, y aduce el 
primer dedo. 
t \ • se subluxa y termina 
fijando la deformación. 
El pr imer dedo está con frecuencia basculado globalmente en 
rotación interna, (con respecto al eje del pie). 
El problema no es únicamente local sino que forma parte de un 
todo. Cuando este hallux valgo está asociado a un gran número de 
huellas A M diseminadas en todo el cuerpo, hablamos de hallux 
valgo tipológico, pero también podemos encontrar hallux valgo en 
tipologías muy en PM global. En este caso se trata de una huella 
que denominamos huella secundaria y que señala una reactividad 
La torsión 
longitudinal del pie 
favorece el anclaje 
del i ' ' y del 5° dedo 
Cadenas antero-medianas 25 
F i g . 9 
de la A M con respecto al dominio de PM en la totalidad del cuerpo. 
En este caso el hallux valgo es un signo de una A M que trata de 
reanclar la base del dedo gordo del pie en el suelo, en reacción a una 
«explosión» del tórax, a una rotación externa de la coxofemoral y a 
un varo del pie instalado por PM. 
Recordemos que, cuando una cadena es contrariada en su dominio 
y además en su residencia, recupera, generalmente, en sus 
extremos. 
En todos los casos el tratamiento no debe jamás limitarse a nivel 
local, sino que tendremos muy en cuenta también su acción- reacción 
a distancia. 
• I H) 
^ • w n v ^ Se inserta por arriba en la parte postero-superior del 
cóndilo medial por detrás y por debajo del tubérculo 
del aductor mayor antes de unirse al fascículo lateral de PL. 
Las fibras de los dos fascículos se dirigen abajo y adelante y alcanzan 
la cara posterior de una aponeurosis bastante ancha en la parte 
superior y que se adhiere a la cara anterior de estos dos músculos. 
Esta aponeurosis se va estrechando gradualmente hacia abajo y 
se fusiona con el tendón terminal del soleo de PM para formar el 
tendón calcáneo o deAquiles. «Continuando la dirección de fibras 
de los músculos de donde emana» (cf. Testut), el tendón calcáneo 
termina en la cara posterior del calcáneo (a). 
Desde el punto de vista de l a dinámica, participan en la flexión 
plantar del tobillo. Son los que modelan el volumen de la pierna. 
Desde el punto de vista de l a estática, las cosas son un poco 
más complejas porque los dos fascículos tienen puntos fijos opuestos. 
Para comprobarlo es suficiente realizcir ima escucha simultánea de 
los dos fascículos: en la mayor parte de casos, el fascículo medial 
nos llevará la mano hacia abajo, mientras que el fascículo lateral 
nos la llevará hacia arriba (a). 
Desde el punto de vista de la estática, el fascículo medial trabaja 
a partir de un punto fijo inferior y participa , como lo hemos 
precisado en lafigura 3, en el desbloqueo de la rodilla (b) mientras 
f l fasc ículo m e d i a l del g a s t r o c n e m i o representa 
• la A M e n el p l a n o s u p e r f i c i a l de l a región 
.^ostaric»r* de la p iara;a 
que el fascículo lateral de PL trabaja a partir de un punto fijo 
superior y controla la acción varizante del abductor del hallux. No 
obstante, en el juego de acción-reacción entre las cadenas, no es raro 
encontrar inversiones de acción, por esta causa podemos encontrar 
personas en que los dos fascículos van en el mismo sentido, es decir 
i hacia arriba. 
En estas condiciones, el fascículo medial que prolonga las fibras 
más internas del tendón de Aquiles, puede inducir un varo de 
\ mientras que el fascículo lateral que se prolonga en las 
fibras más laterales del mismo tendón calcáneo, puede inducir un 
valgo. 
Una tendini t i s de la parte interna del tendón calcáneo, con 
irradiación a la cara interna de la tuberosidad del calcáneo , nos 
debe hacer pensar en un exceso de actividad en el fascículo medial 
: del gastrocnemio, mientras si se localiza en la parte lateral de 
este tendón, con irradiación en la cara lateral de la tuberosidad 
i del calcáneo, nos hará pensar en una hiper-actividad del fasículo 
• lateral. 
En caso de competición entre PL y A M , no es raro que el valgo de 
calcáneo instalado por el fascículo lateral de PL haga reaccionar 
exageradamente al fascículo medial de A M que puede entonces 
presentar una tendinitis a nivel de su inserción proximal supra-
condílea. 
Las afecciones circulatorias como las varices localizadas en esta 
región superior, correspondientes a la inserción del gemelo interno 
nos deben hacer pensar en un sufrimiento de la A M . 
E l músculo p l a n t a r es u n enlace entre el fascículo lateral del 
gastrocnemio de PL, con quien se inserta en su parte superior y la 
: A M en cuyo territorio está la inserción inferior. 
Por su inserción en el borde medial del tendón calcáneo y a partir 
^ de un punto fijo superior,favorece el varo de calcáneo y se opone 
S al fascículo lateral del gastrocnemio,favoreciendo a la vez el trabajo 
^ del abductor del hallux (c). 
; Por su inserción superior y a partir de un punto fijo inferior, fevorece 
i el desbloqueo de rodillas. 
Observemos que siempre, desde el punto de vista de la estática, los 
dos fascículos del gastrocnemio están fuertemente implicados en 
elflexo de rodilla, particularmente el fascículo medial en sinergia 
con el gracilis, músculo también deAM(b). 
F i g . l o 
s antero-medianas 29 
^ El aductor mayor, llamado también tercer aductor es 
I I '••"•I* el más posterior y presenta tres fascículos. 
El aductor menor o segundo aductor, que presenta dos fascículos, 
está situado en el plano medio. 
El medio o primer aductor, que presenta un solo fascículo, es el 
más anterior. 
Sin incluir el fascículo más inferior del aductor mayor que se inserta 
en la región supracondflea, todos los aductores se despliegan en 
abanico para insertarse a diferentes alturas de la línea áspera en la 
cara posterior del fémur. 
En carga, sobre ambos pies los aductores de A M 
intervienen en la estabilización de la pelvis en el plano frontal en 
asociación con sus antagonistas los abductores de PL (fig. 12a). 
El profesor Kapandji precisa que en apoyo bípode, los aductores 
intervienen en sinergia antagonista con los abductores, mientras que 
en apoyo monopodal, solo los abductores del mismo lado aseguran 
el equilibrio transversal de la pelvis (fig. 12b). 
Los aductores están pues esquematizados por una flecha orientada 
hacia arriba, materializando un punto fijo superior. Esto parece 
confirmarse por el valgo fisilógico del fémur en posición de referencia 
que resulta de la acción aductora de los aductores a partir de un 
punto fijo en el hueso coxal. 
No es nuestra intención poner en cuestión estos datos, como 
tampoco en lo que se refiere a la acción aductora de estos músculos 
en la dinámica; lo que presentaremos son otras posibilidades que 
pueden ser tenidas en cuenta a partir de un punto fijo diferente. 
Vamos a comenzar a analizar la acción posible de estos músculos 
en el plano sagital. 
F i g . 11 
Vista 
a n t e r i o r 
luctor medio J - p j 
oprimer aductor 
L o s a d u c t o r e s 
Fascículo 
medio 
del aductor 
mayor 
o tercero. 
Fascículo inferior 
del aductor 
ma\or 
o tercer 
aductor 
Cadenas 
E l esquema 12c i lustra l a acción de los diferentes fascículos 
del aductor m a y o r o tercer aductor: 
E l fascículo inferior forma u n cuerpo muscular distinto a los 
otros aductores. Se inserta en su extremo inferior en un tubérculo 
que lleva el nombre de tubérculo del tercer aductor, cerca de la 
inserción superior del fascículo medial del gastrocnemio, músculo 
deAM. 
En su extremo superior se une verticalmente al reborde interno de 
la tuberosidad isquiática. 
Tiene práct icamente la m i s m a dirección v e r t i c a l que los 
isquiotibiales situados más hacia atrás. Observemos sin embargo, 
que contrariamente a los isquiotibiales que se fijan en la t ibia 
y son poliarticulares, este se fija en el fémur y es por lo tanto, 
monoarticular. 
En posición de pie, su inserción superior situada por detrás de 
la articulación coxofemoral, le permite completar la acción de 
sus homólogos de PM (el semitendinoso y el semimembranoso), 
oponiéndose a la flexión anterior de la pelvis y favoreciendo el 
mantenimiento del hueso coxal en posición vertical en el plano 
sagital a partir de un punto fijo femoral (fig 12 c 1). 
E l fasc ículo m e d i o d e l a d u c t o r m a y o r se inserta en el intersticio 
de la línea áspera en sus dos tercios inferiores. En su extremo 
superior va a la porción media de la cara externa de la rama 
isquiopubiana. Con respecto al fascículo inferior, sus fibras están 
sobre todo en la alineación de la diáfisis femoral (fig 12 c 2),al menos 
de perfil, lo que le confiere una gran neutralidad en lo que concierne 
a los componentes de ante o retro-báscula del hueso coxal. Además 
están bien situados para mantener la verticalidad del ilíaco en el 
plano sagital. 
E l f a s c i c i i l o s u p e r i o r d e i a d u c t o r m a y o r se inserta por detrás 
en el intersticio de la línea áspera en su tercio superior y alcanza por 
delante el tercio medio de la cara externa de la rama isquiopubiana 
(fig 12 c 3). 
Sus fibras están prácticamente en la horizontal. Esta disposición 
deja presagiar u n componente no despreciable de antebáscula de 
pelvis o más exactamente de contranutación del hueso coxal que 
contrabalancea el componente de nutación del fascículo inferior 
(fig 12 c 3). 
F i g . 12 
a. Equilibrio transvesal b. Equilibrio transversal 
de la pelvis en apoyo de la pelvis en apoyo-
bípode monopodal 
Según LA. Kapandji Según LA. Kapandji 
c. Acción estática d. Acción estática 
de los tres fascículos de los dos fascículos 
del aductor mayor del aductor menor (a) 
y del aductor medio (b) 
Cadenas antero-n.L 
E l esquema I 2 d i lustra los dos fascículos del i i d i i e t o r tiicí u j r 
y también el a d u c t o r m e d i o o p r i m e r 
se insertan muy por delante en el pubis y su rama descendente y 
alcanzan por debajo y atrás la línea áspera del fémur en su parte 
superior (Fig 12 di). 
Como su orientación es muy próxima a la del fascículo superior 
del aductor mayor, su acción puede ser considerada como similar. 
Favorecen la contranutación del hueso coxal y controlan la 
nutación. 
El a d u c l o r m e d i a se extiende desde la línea áspera déifémur en 
su porción media, al cuerpo del pubis entre la sínfisis y la espina, 
(fig 12 d 2). 
Por la dirección de sus fibras, sus acciones se parecen a las del 
precedente y a las del fascículo superior del aductor mayor, es decir 
tienden a contranutar el hueso coxal y a oponerse a la acción ñútante 
de los músculos del esquema 12c. 
Los aductores que están íntimamente ligados por sus aponeurosis 
juegan un rol importante en la estabilización del h u e s o coxal 
e n bipedestación : el componente de contranutación inducido 
por la actividad tónica de losfascículos insertos más anteriormente 
en la rama isquiopubiana y el componente de nutación resultante 
de la actividad tónica de los fascículos más posteriores y de los 
isquiotibiales de PM, se contrabalancean mutuamente. 
Esta acción de estabilización del ilíaco implica la utilización de un 
punto fijo inferior, lo que está de acuerdo perfectamente con la 
noción de e n r a i z a m i e n t o que asociamos a la A M . 
La noción de punto fijo es muy difícil de teorizar, particularmente 
para los músculos aductores, cuya fisiología es muy compleja. En 
efecto,estos están igualmente implicados en el valgo fisiológico 
de fémur en el plano frontal, también en el arco del fémur... lo 
que necesitaría un punto fijo superior... Volveremos a tratar este 
tema. 
El m ú s c i d o r - c í o ¡ n t e r n o l l a m a d o g r a c d i s completa los 
aductores en el muslo. Hemos hablado del rol que juega este músculo 
en sinergia con el gastrocnemio medial en el desbloqueo de rodilla. 
para no repetirnos, el lector puede volver a la figura 3. 
Observemos que este desbloqueo de rodilla tiende a favorecer el 
anclaje en el suelo y la utilización de un punto fijo inferior. 
4 L a figura 13 nos permitirá p r e c i s a r las acciones 
m u s c u l a r e s que i n t e r v i e n e n e n l a formación 
del a r c o del fémur que observamos e n el plano 
sagital. 
Según el profesor Kapandji «Las curvas generales de los huesos de 
miembros inferiores traducen los esfuerzos que lesfueron aplicados» 
El arco longitudinal del fémur es con certeza, la resultante de esta 
: tensión de aplastamiento (fig 13 a 1) a la cual nosotros añadiremos 
la acción de los músculos aductores, cuyo despliegue en abanico en 
la línea áspera parece apta para reforzar ese arqueamiento. 
La relación entre el músculo y el hueso ya no se pone en duda: los 
músculos, por su tono, modelan el hueso y estimulan su crecimiento. 
En contrapartida, los huesos se comportan como tutores, dando 
punto fijo a los músculos y controlando su longitud. 
Nosotros hemos constatado muchas veces sobre el terreno que, en las 
: personas que presentan cierto grado de actividad en las cadenas A M 
: y PL, el fémur está netamente más arqueado que en otras tipologías. 
Por sus inserciones desplegadas en abanico en la totalidad de la 
I altura de la línea áspera en la cara posterior del fémur, los aductores 
cumplen con su objetivo en la estática (fig 13). 
Los fascículos de los aductores insertos en la parte más posterior de 
la rama isquiopubiana mantienen el hueso co.xal en posición vertical 
impidiendo la báscula anterior que se haría bajo efecto de la gravedad 
y por el peso del cuerpo que cae hacia adelante. Por la dirección casi 
vertical de sus fibras, ejercen una tensión vertical sobre la diáfisis 
femoral, esto va a favorecer el arqueamiento del fémur. 
La acción de nutación de los aductores más posteriores (a) reforzada 
por los isquiotibiales internos de PM, va a ser dominante sobre 
la acción contranutante de los fascículos superiores del aductor 
mayor,del aductor medio y del aductor menor (b), menos potentes. 
Podemos considerar que estos últimos, contrariados por la acción 
ñútante de los primeros, estén obligados a tomar punto fijo en el 
hueso coxal y puedan participar en el arqueamiento del fémur. 
Veremos más adelante que, en un exceso de tensión en las cadenas 
antero-medianas, los rectos mayores del abdomen trabajan en 
cuerda de arco y participan en la retrobáscula de la pelvis dando 
también a los aductores punto fijo en la rama isquiopubiana. 
Los rotadores externos de PLparticipan en el mantenimiento de la 
extremidad superior del fémur en rotación externa y del trocánter 
mayor hacia atrás. 
Estos datos cuestionan el punto fijo definido anteriormente, pero 
una escucha a nivel de los aductores confirma esta ambivalencia. 
Dejaremos a un lado las diferencias inherentes a la tipología, 
para analizar lo que estadísticamente podemos comprobar en un 
porcentaje considerable de sujetos: 
- En el tercio superior del muslo, el test de escucha revela 
una actividad tónica en algunos casos hacia el suelo pero con 
más frecuencia haciael techo, lo cual va en el sentido de lo que 
acabamos de desarrollar a propósito de la acción de los fascículos 
más anteriores. Observemos que muchos de estos fascículos tienen 
una orientación de fibras próximas a la horizontal, lo que favorece 
el trabajo en cuerda de arco. 
- En el tercio medio del muslo, la mano es llevada netamente 
hacia los pies, siguiendo aproximadamente el eje del huso 
femoral. Nos encontramos a este nivel en presencia de fibras de 
dirección vertical para las cuales la noción de punto fijo inferior es 
evidente. 
- En el tercio inferior , la tendencia es siempre hacia los pies 
pero también hacia el suelo. A este nivel, encontramos la rotación 
interna relativa de la extremidad distal del fémur. 
Para concluir esta problemática de punto fijo, si bien la resultante 
de las acciones musculares se dirigen hacia abajo, confirmando 
la noción de punto fijo y enraizamiento correspondiente a la AM, 
los aductores trabajarían además en cuerda de arco. 
Es decir, en nuestras maniobras de «accordages», con las que 
tratamos de reprogramar el punto fijo ideal para los músculos 
de una cadena con respecto a sus antagonistas, reprogramamos 
generalmente a los aductores, como los demás músculos de A M , 
hacia un punto fijo inferior. 
Una hiperactividad de la A M , que tiende a arquear demasiado el 
fémur, puede ser el origen de dolores periósticos en la parte anterior 
de la diáfisis femoral, particularmente en los niños y adolecentes 
F i g . 13 
Vista de perfil 
e interna 
Cadenas antero-medianas 37 
en períodos de «estirones de crecimiento». 
L a observación atenta de u n fémur revela u n a 
torsión l o n g i t u d i n a l b a s t a n t e m a r c a d a q u e 
a s o c i a , a p a r e n t e m e n t e u n a rotación e x t e r n a 
p r o x i m a l a u n a rotación i n t e r n a distal 
(fig 14 a ) . 
Volvamos al hecho, en m i opinión muy importante, que las fibras 
del fascículo inferior del aductor mayor tienen una dirección 
rigurosamente vertical en posición de pie; esta disposición favorece 
el mantenimiento del cóndilo interno al aplomo de la cima de la 
tuberosidad isquiática. Los músculos de la pata de ganso (sartorio, 
gracilis y semitendinoso) contribuyen a ello por su inserción en la 
tibia. 
En esta situación, los dos cóndilos femorales se encuentran alineados 
posteriormente en un mismo plano frontal. 
La extremidad inferior del fémur no está realmente en rotación 
interna, si no más bien en una posición que podemos calificar 
como neutra. 
Observemos ahora la extremidad superior de este fémur:hemos 
tenido la ocasión de precisar el rol de la PL en la rotación externa 
proximal del fémur. Esta acción es rítmica, coordinada con la 
respiración, en el tiempo inspiratorio los pelvitrocantéreos de PL 
se activan favoreciendo la rotación externa. 
En consecuencia podemos considerar que la torsión del fémur es 
la resultante de una rotación externa proximal del fémur por la 
cadena PL mientras que la AM mantiene la extremidad inferior 
en posición neutra. 
E x a m i n e m o s a h o r a l a c o m u n m e n t e l l a m a d a «anteversión 
de cuello» La mayoría de pacientes imagina que el fémur efectúa 
sus rotaciones alrededor de u n eje que pasa por el canal medular 
de la diáfisis (fig 14 b). Muchos terapeutas también han integrado 
esta imagen errónea, porque cuando estudiaron biomecánica 
aprendieron que el cuello del fémur, cuando hace rotación externa, 
hace una anteversión. 
El método G.D.S. otorga una gran importancia a la representación 
del cuerpo, a la imagen justa del cuerpo, para tomar conciencia y 
obtener una óptima autogestión en el día a día. La imagen de la figura 
14 b es una imagen falsa, e incluso desestructurante en la medida 
«a 
F i g . 14 
Cadenas antero-medianas 39 
que la anteversión del cuello equivale a una expulsión anterior de 
la cabeza femoral de su cotilo. 
E l fémur efectúa s u s rotaciones alrededor de u n eje que 
u n e el centro de l a cabeza femoral a u n punto situado entre 
los cóndilos femorales (fig. 14 c ) . En consecuencia, lo que 
clásicamente se considera como una anteversión de cuello no existe, 
corresponde más bien a un retroceso del trocánter mayor dado por 
la rotación externa proximal del fémur, realizada por PL. 
Integrando la imagen de esta rotación externa fisiológica del fémur, 
la cabeza del fémur está perfectamente coaptada, favoreciendo una 
mejor estabilidad pélvica y lógicamente una óptima fisiología de la 
articulación coxofemoral. 
c o i n e t i c i ó n e n t r e 
y l a s c a d e n a s 
^ 1 ^WF postero-laterales, esta competición obliga a u n 
H I reparto de terri torio que n o corresponde a l a 
•JLl . fisiología ideal. 
En caso de exceso de tensión en las cadenas A M , no es difícil sentir 
la tensión de los aductores y en este caso se vuelven aductores 
permanentes, cerrando los muslos y oponiéndose a toda tentativa 
de abducción de las coxofemorales (1). 
Esta aducción coxofemoral permanente es molesta para la PL, 
particularmente en la marcha y más aún en la carrera. La cadena PL 
se recupera a nivel de la pierna por medio de la bandeleta i l iotibial 
sostenida, como sabemos, por las fibras superficiales del glúteo 
mayor. El resultado es una abducción del esqueleto de la pierna 
por esta PL (2). 
La PM añade muchas veces un recurvatum. 
El genu-valgo, que por definición es una desalineación en el plano 
frontal, no debe ser confundido con el falso valgo que encontramos 
en los terrenos A L : 
En nuestro caso, la aducción de fémur se hace en el plano 
frontal y se acompaña en general de una rotación 
externa. Los muslos están en contacto en toda su altura. 
F i g . 15 
Cadenas antero-medianas 4 1 
En el caso de una AL, todo ocurre en el plano horizontal. 
La rotación interna de las coxofemorales es el origen 
de la aproximación de las rodillas y la parte superior de los 
muslos no están en contacto. 
j u e g a n i i i i r o l p o s i t i v o e n l a 
d e l hueso coxaL n o o b s t a n t e 
> ele l e n s i ó n exagerada, t e n e r 
. í s a n ive l de la snifísi»* p i i b i a n i n 
E l p r i m e r e s q u e m a de esta figura i l u s t r a u n 
caso de tensión excesiva e n l a s cadenas antero-medianas. 
Los músculos del p e ; ; retraídos mantienen los isquiones muy 
aproximados, mientras que los i . trabajan en 
cuerda de arco tirando de la sínfisis pubiana hacia arriba. 
Los aductores tienen ahora un punto fijo ideal para aducir el fémur 
e instalar el genu-valgo cuyo mecanismo está detallado en la figura 
15-
E l segundo e s q u e m a i l u s t r a el resultado de u n a escalada 
de tensión entre las cadenas postero-laterales y antero-
m e d i a n a s . 
En caso de fuerte actividad en las cadenas postero-laterales, el glúteo 
medio instala una abducción de fémur mientras que el cuadrado 
femoral separa los isquiones. 
La abducción de fémur por el glúteo medio suscita la reactividad 
de los aductores. Oponiéndose a esta abducción, los fascículos más 
anteriores pueden, en algunos casos, t irar exageradamente de la 
sínfisis y hacer un bostezo inferior produciendo la aparición de 
pubalgias. 
2. Bostezo inferior 
de la sínfisis pubiana 
por los aductores reactivos 
a una PL excesiva 
La A M está representada en la pelvis p o r el i s t r i i i é , a l q u e 
, músculo que 
ya fue mencionado como m i x t o P L - A M en el t o m o de cadenas 
relaciónales PL. 
E l periné ocupa la residencia de la A M y se comporta como 
u n s e g u n d o d i a f r a g m a , en fase con el diafragma torácico 
de PA-AP, como lo veremos mientras conserve su l i b e r t a d de 
adaptación. 
está situado en el interior de la pelvis, pero mucho más 
alto de lo que generalmente nos imaginamos, sobre todo para las 
inserciones de los músculos que están en el plano más profundo 
(o superior) llamado comúnmente diafragma pélvico. Presenta la 
forma de una copa ( i ) . 
Entre las diferentes formas de hacer los test de periné, una de ellas 
consiste en hacer una palpación buscando con losdedos el interior 
de los isquiones. Si el periné está relajado los dedos pueden penetrar 
profundamente en los tejidos de esta región ( i a), pero, durante la 
contracción activa del periné o simplemente del esfínter anal, los 
dedos son empujados hacia la superficie. 
Este fenómeno parece contradecir la lógica anatómica, que nos 
haría pensar lo contrario, es decir que la penetración tendría que 
estar facilitada por el ascenso del centro del periné. Lo que ocurre 
en realidad es que su aponeurosis superficial que se inserta en los 
isquiones, se pone en tensión al realizar el ascenso del periné y 
empuja los dedos. 
El tercer esquema pone en evidencia el m a r c o óseo que delimita 
F i g . 17 
1. Localización 
del periné 
2. Efectos de la contracción del periné 
en las aponeurosis superficiales 
el espacio ocupado p o r el periné. Este espacio está delimitado 
en su parte posterior por el sacro, en suporte anterior por elpubis 
y lateralmente por los isquiones. Podemos esquematizarlo con un 
rombo dividido en dos triángulos trazando una línea que une los dos 
isquiones a la altura de la región fibrosa central del periné llamada 
núcleo fibroso central. El triángulo posterior respecto a esta línea 
contiene el esfínter anal, toma el nombre de triángulo anal, mientras 
que el anterior, que contiene la uretra y en la mujer la hendidura 
vaginal, es llamado triángulo urogenital. 
) e n l i e se t i i s p o n e n e n 
finura i l u s t r a estos p lanos 
•¡i pe lv is . 
E l periné está c o n s t i t u i d o por varios músculos 
repartidos en tres planos: profiindo, medio y superficial. 
Considerando el hombre en bipedestación podemos decir también: 
superior, medio e inferior. 
El plano profundo o superior está en contacto con las visceras 
de la pelvis menor y ocupa los dos triángulos definidos en 
la figura precedente. 
El plano medio, situado por debajo, está presente sólo en el 
triángulo anterior. 
El plano superficial o inferior ocupa otra vez los dos 
triángulos. Está en contacto con la aponeurosis superficial, 
aponeurosis que está en contacto con la capa profunda de la 
piel de la que hablamos en la figura 17. 
En este mismo esquema, localizamos el recto, la vagina, el útero y 
la vegiga. 
La vista inferior muestra la totalidad de estos músculos 
que responden al contenido de la pelvis menor (a). 
F i g . 18 
Los diferentes planos 
del periné 
Plano profundo 
Plano medio 
Plano superficial ^ « 
Cadenas antero-medianas 47 
El músculo . presenta dos porciones: e l pul ió-
se extiende desde la cara posterior del 
pubis por delante, hasta el esfínter anal y el rafe ano-coxígeo por 
debajo y detrás. Sus fibras, más posteriores contornean el esfínter 
anal por detrás y le permiten atraerlo hacia arriba. 
Las fibras que vienen del pubis y que se unen al coxis por detrás, 
se prolongan en el ligamento sacrocoxígeo anterior, estas fibras 
ejercen el rol de ligamento activo del mismo (b). La implicación de 
este músculo en los bloqueos del coxis en «anzuelo» es evidente. 
despliega sus fibras lateralemente en 
abanico, desde el rafe ano-coxígeo y los bordes laterales de las dos 
vértebras coxígeas por detrás, hacia la cara medial de la espina ciática 
y la aponeurosis del obturador interno por fuera y la cara posterior 
del pubis por delante. 
Las fibras tendinosas laterales de este músculo se confunden con la 
aponeurosis del obturador interno de PL y remontan prácticamente 
hasta la línea arqueada (c). 
se extiende desde el borde anterior de las 
vértebras coxígeas y también de la última sacra, hasta la cara interna 
de la espina ciática, está muy próximo al ligamento sacrociático 
actuando como ligamento activo del mismo. 
Estos músculos intervienen profundamente en la fisiología del 
coxis fijándolo casi siempre en flexión. Este bloqueo del coxis en 
flexión en algunos casos es de origen traumático pero con mucha 
más frecuencia corresponde a una huella secundaria de una A M 
que trata de recuperar su longitud cuando la cadena PM en exceso 
a fijado el sacro en posición horizontal. 
T . o te « s u e l o 
í\ • . n o m b r e cié 'i I 
• ' I 
1 ., ^ No cuestionamos la idea de que el periné juega un rol 
de contención de los elementos de la pelvis menor, no obstante, no 
pensamos que su potenciación sea necesaria a todo precio, salvo si 
imagináramos que el contenido de la cavidad abdominal y de la pelvis 
F i g . 1 9 
E l plano profundo del periné 
o diafragma pélvico 
Cadenas antero-medianas 49 
menor apoyaran pasivamente sobre él bajo la acción de la gravedad. 
La realidad es muy diferente porque las visceras abdominales 
están suspendidas por diferentes ligamentos, o bien al esqueleto 
axial o bien directamente al diafragma. La vejiga, el recto y el útero 
contenidos en la pelvis menor son extra-peritoneales y están todos 
suspendidos al marco óseo de la pelvis. ( fig 20a). 
El peritoneo que tapiza las paredes de la cavidad abdominal y a la vez 
contiene los órganos y visceras abdominales, delimita una cavidad 
herméticamente cerrada conteniendo órganos y visceras huecas. 
La contracción diafragmática, que en un primer tiempo se acompaña 
de un descenso del centro frénico, favorece una compresión de esta 
cavidad cuyo volumen es empujado hacia abajo y debería ganar la 
pelvis menor y en consecuencia también el periné. 
No obstante, haciendo una atenta observación, hemos podido 
constatar que todo está previsto para minimizar la propagación de 
la presión en la pelvis menor. 
La primera constatación es que los órganos de la pelvis menor son 
extra-peritoneales es decir, en el exterior del «balón compresible» 
definido precedentemente (fig 20 a y b). 
La segunda es que la cavidad correspondiente a la pelvis menor no 
está en la prolongación del «cilindro» abdominal, sino desplazada 
hacia atrás (fig 20 a y b). Esta disposición anatómica hace que la 
presión sea dirigida principalmente hacia el pubis. 
Examinemos ahora la fisiología del músculo transverso del abdomen 
que es un músculo de PA. Es el único músculo abdominal que 
tapiza la totalidad del contorno abdominal y que presenta fibras 
dispuestas horizontalmente. Recordemos también que elperitoneo 
parietal está adherido a su aponeurosis. 
Este músculo está perfectamente bien ubicado para contener el 
contenido abdominal y controlar los aumentos de presión inducidas 
por las contracciones diafragmáticas. En condiciones fisiológicas 
ideales de estática y de modo respiratorio, que serán abordados 
en el libro consagrado a las cadenas postero-anteriores y antero-
posteriores, veremos que el transverso del abdomen no sólo contiene 
esta presión sino que además asegura un buen reparto de la presión, 
dirigiéndola hacia arriba, hacia la cúpula diafragmática. 
Una relativa tonicidad del transverso del abdomen es siempre 
conveniente, pero, a la inversa una tonicidad exagerada de los 
abdominales va a aumentar la hiperpresión intra-abdominal , 
Cadenas antero-medianas 51 
teniendo como única p o s i b i l i d a d i n v a d i r la pelvis menor, 
perturbando la fisiología del diafragma pélvico. Esta situación ha 
motivado la aplicación de las técnicas de «reeducación abdominal 
hipopresiva». 
C o m o l a totalidad de l a c o l u m n a vertebral , v a a a s u m i r , a 
distancia, los efectos de l a respiración diafragmática 
(fig 2 0 c ) : 
En cada inspiración, el sacro es llevado hacia atrás al 
mismo tiempo que la columna lumbar ve disminuir 
su lordosis. 
En cada espiración, el sacro es llevado en flexión 
anterior al mismo tiempo que la lordosis lumbar se 
reinstala. 
Hacer el test de la «respiración sacra» nos permite afinar el 
diagnóstico, porque todo esto es posible siempre que ninguna 
tensión muscular viene a bloquear la libertad del sacro. 
El coxis es con frecuencia considerado como un simple vestigio de 
una cola desaparecida hace millones de años, pero en realidad no 
es así, puesto que l a articulación sacro-coxígea j u e g a u n r o l 
de j u n t a de elasticidad p a r a el s a c r o: permite a éste modificar 
rítmicamente su posición minimizando las tensiones, y protege el 
periné de una distensión muy importante;de esta manera el periné 
puede adaptarse a la alternancia de presiones resultantes de la 
actividad diafragmática, pero con una actividad tónica moderada 
( Fig 20 c). Esta adaptabilidad depende mucho más de la libertad 
que de la potenciación de su tonicidad. Volveremos a tratar este 
tema en el capítulo de incontinencias urinarias. 
No es íiie de A M q u i e n debe c o n t r o l a r l a 
posición del sacro, sino el músculo glúteo mayor 
profundo de P M . 
Es corriente ver representar el «suelo pélvico» como un 
trazo de unión entre las cadenas posteriores y las cadenas anteriores. 
Esta visión es justa durante la primera parte del desarrollo del bebé, 
período que precede al enderezamiento del tronco y a la marcha. 
Podemos considerar que también puede ocurrir en la edad adulta, 
pero es un error que hace pensar que el periné tiene un papel en la 
posición del sacro. Esto ocurre en caso de exceso de actividad de la 
cadena posterior pero nunca en un esquema fisiológico. 
El músculo glúteo mayor profundo de la cadena PM es quien debe 
controlar la posición del sacro; recordemos que la posición de la 
sacroilíaca (en vilo) tiende a llevar al sacro hacia adelante y hacia 
la horizontal. 
Es decir que el glúteo mayor para llevar a cabo su función útil debe 
trabajar con punto fijo inferior, en muchos casos no existe este 
esquema fisiológico, principalmente cuando hay exceso de tensión 
en las cadenas postero-medianas a la cual pertenecen las fibras 
profundas del glúteo mayor. La función del glúteo mayor fibras 
profundas será desarrollado en el libro consagrado a las cadenas 
postero-medianas. 
» ' :^ .)(» } ) i i i . " • •. 
Nace en la cara anterior del sacro entre los agujeros 
sacros a la altura de la segunda, tercera y cuarta vértebras sacras (b). 
Envía fibras a la cara anterior del ligamento sacroisquiático (ci) 
y también al hueso ilíaco en la parte superior de la escotadura 
ciática mayor (c 2). 
Sale de la pelvis por la escotadura ciática mayor y termina en borde 
superior del trocánter mayor (c). 
E s t e músculo es mixto de P L y de A M : por sus inserciones 
sacras, se asemeja al periné de AM mientras que, por su inserción 
femoral,se asemeja más a los otros pelvitrocantéreos de PL. Este 
tema ha sido desarrollado en el tomo consagrado a las cadenas 
postero-laterales. 
En el esquema asimétrico fisiológico del cuerpo, del cual también 
hemos hablado, el músculo piriforme asocia la cadena AM que 
domina a la derecha con la cadena PL que domina a la izquierda. 
Por sus relaciones con el ligamento sacroisquiático, la dirección de 
las fibras y su acción ñútante sobre el sacro, puede ser considerado 
como u n l igamento activo de l a articulación sacroilíaca y 
E l contro l de la posición 
del sacro debe ser realizada por el músculo 
glúteo mayor y nunca j a m á s p o r el periné. 
c. E l músculo piriforme 
ligamento activo de la sacroilíaca 
d e l l i g a m e n t o sacroisquiático. 
E l p i r i f o r m e e s t a m b i é n u n guardián d e l periné, lo protege 
de toda f o r m a de distensión. 
Con demasiada frecuencia se considera al p i r i f o r m e como causal, 
y s in embargo en la mayoría de los casos es reactivo a u n a nutación 
excesiva del sacro p o r u n a P M , también puede ser reactivo a u n a 
hiper-presión en la pelvis m e n o r . E n estos casos a u m e n t a su t o n o 
para poder cerrar la p inza sacro-ilíaca, o proteger al periné dándole 
l o n g i t u d . 
E n los casos de «ciatalgias premenstruales» el p i r i f o r m e entra en 
espasmo de defensa ante la presión ejercida sobre el d iafragma 
pélvico p o r el aumento de v o l u m e n y peso de l útero antes de la 
m e n s t r u a c i ó n , p a r t i c u l a r m e n t e en las m u j e r e s cuyo sacro está 
t ipológicame colocado en nutación. 
Lo m i s m o ocurre en algunos sujetos con estreñimiento crónico 
de tipología muy en AL cuya p a r e d a b d o m i n a l está fuertemente 
contraída. Esto explica el porqué las zonas reflejas correspondientes 
a l e s t r e ñ i m i e n t o , a l g u n o s a u t o r e s las u b i c a n e n l a r e g i ó n 
correspondiente a los p i r i f o r m e s . La presencia de u n fibroma o 
de u n t u m o r pueden p r o d u c i r también en algunos casos ciatalgias 
recidivantes. 
L o s i t i ú s c w l o s d e l p e r i n é y e l p i r i f o r m e i n f I t i j e n 
e n i a p o s i c i ó n d e l s a c r o y d e l c o x i s -
L a figura 2 3 a i l u s t r a l a acción e x c e s i v a d e A M a 
n i v e l d e l a p e l v i s : las acciones bilaterales combinadas 
de los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l , coxígeos y p i r i f o r m e s l l e v a n a u n a 
fijación del sacro en contranutación y del coxis en flexión. 
E l sacro p i e r d e entonces su l i b e r t a d , esto puede ser fáci lmente 
puesto en evidencia haciendo el test «respiración sacra» de la que 
hablamos en la figura 2 0 . E n el caso de u n a A M excesiva, el sacro se 
fija en posición de inspiración sin posibilidad se volver a la flexión 
anterior correspondiente a la espiración. 
L a figura 2 3 b üustra u n r e p a r t o d e t e r r i t o r i o m u y fi'ecuente 
e n t r e l a s c a d e n a s P o s t e r o - m e d i a n a s y A n t e r o - m e d i a m i s : 
los paravertebrales en u n a P M excesiva l levan el sacro a nutación. 
Los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l y c o x í g e o de A M , d i s t e n d i d o s p o r la 
Vista 
endopélvica 
de perfil 
apertura de la p inza sacro-ilíaca, recuperan el coxis y lo l levan a u n a 
posición de flexión. Este caso es extremadamente frecuente, y nos 
parece m u y i m p o r t a n t e verificar la posición del sacro antes 
de aplicar ninguna técnica en el coxis. 
Las lesionespost-traumáticas en flexión del coxis llamadas«coxis en 
anzuelo», son el resultado de un aumento de tono de los músculos 
coxígeos y puborectales con la finalidad de protección de u n coxis 
lesionado. Hemos mencionado en la figura 19b, la existencia de 
expansiones de los músculos puborectales sobre los l igamentos 
sacrocoxígeos anteriores const i tuyendo los l igamentos activos de 
estos. 
E n los dos esquemas, vemos con c lar idad que el músculo coxígeo 
«dobla» al ligamento sacrociático p o r d e n t r o , este músculo es el 
ligamento activo f recuentemente c o n f u n d i d o en la palpación. La 
sensación de relajación cuando realizamos u n a técnica de presiones 
i n h i b i t o r i a s a n ive l del l igamento, es en real idad signo de que hemos 
relajado el músculo coxígeo. 
s t a c i ó i i . e s t o 
r i , m á s e n t r e l a s 
' •'- ' — E n la c o n t r a n u t a c i ó n i n d u c i d a p o r A M , el sacro se 
verticaliza. M i e n t r a s que su e x t r e m i d a d avanza, su p l a t i l l o retrocede 
entre los ilíacos (a). 
Las articulaciones sacroilíacas no son paralelas sino que divergen 
hacia adelante, en consecuencia, el sacro se encastra entre los Uíacos 
cuando retrocede entre ambos (h). 
Este encastramiento del sacro t iene p o r efecto separar las espinas 
ilíacas posteriores y superiores p o r detrás y a la vez va a aumentar 
el apoyo del pubis por delante ( b ) . 
Es posible apreciar el grado de verticalización y de encastramiento 
del sacro, p o r la posición de algunas referencias óseas representadas 
en c : 
La distancia entre dos verticales tangentes al b o r d e i n t e r n o 
de las espinas üíacas posteriores y superiores, nos i n f o r m a 
sobre el grado de encastramiento del sacro entre los 
ilíacos. M a d a m e Godelieve Denys-Struyf h a evaluado 
S a c r o 
perfi l 
i z q u i e r d o 
a. Contranutación del sacro por A M 
b. Cuando se verticaliza, el sacro se encastra entre los ilíacos. 
P e l v i s v i s t a 
s u p e r i o r 
P e l v i s v i s t a 
p o s t e r i o r 
A 
• 
V • 
c. Modificaciones de las referencias de la p e h i s 
específicas de una contranutación sacro-ilíacaestadísticamente la distancia m e d i a e n t r e 9 y 9 , 5 c m . 
Más de 9,5 cm. corresponde pues a un encastramiento del 
sacro. 
La distancia entre la tangente al borde m á s i n f e r i o r de 
la espina ilíaca postero-superior y 
la tangente al ángulo infero- latera l de l sacro 
nos i n f o r m a sobre el grado de verticalización de l sacro. 
Esta distancia m e d i a debe equivaler a c u a t r o t r a v e s e s d e 
d e d o s d e l p a c i e n t e . Una distancia mayor revela una 
verticalización del sacro. 
r l - • • ^ = , >>• 
l , ^ . . . . 
t • -
La combinación entre A M y A L es frecuenle: i u i i r i a i i u t a ci íHcr(i. 
mientras que A L c o n t r a n u t a el i l íaco. 
La espina ilíaca postero-superior está ascendida mientras que el 
ángulo infero- lateral del sacro está descendido. 
Los l igamentos sacroilíacos posteriores están distendidos y producen 
algias. E n este caso, no es r a r o encontrar a la palpación la presencia 
de nodulos que se desplazan a la presión y j u s t i f i c a n las algias. 
- c - ! = F — L a pelvis es la residencia de la A M representada p o r 
los músculos de l periné, hemos v is to las diferentes acciones en 
la estática pelviana. Esto puede explicar la f o r m a que en general 
presenta del sacro, es decir, g lobalmente en cifosis. 
Podemos pensar que la act iv idad de los músculos del periné en el 
bebé empieza a moldear m u y t e m p r a n o el sacro en el sentido de la 
cifosis. Pero, aquí también, todo es cuestión de e q u i l i b r i o y se puede 
constatar que todos los sacros no t i e n e n la m i s m a f o r m a ; vamos a 
F i g . 2 5 
Cadenas antero-medianas 61 
volver sobre lo que ha sido descripto en relación a este t e m a en el 
l i b r o «Nociones de Base» del m é t o d o G.D.S.: E l sacro revela p o r su 
f o r m a , algunos trazos de l proyecto genético del i n d i v i d u o . 
L a f i g u r a 2 6 e s t a b l e c e u n a c o m p a r a c i ó n e n t r e d o s 
morfologías s a c r a s d i f e r e n t e s . 
E n lo que concierne al s a c r o que calificamos de n e u t r o (a y b ) , 
las dos primeras vértebras sacras ( S i y S2) están alineadas una 
con respecto a la otra. E n el caso de s a c r o e n c i f o s i s (a y c), las 
dos primeras vértebras sacras están en flexión anterior una con 
respecto a la otra. 
Estos dos sacros están v o l u n t a r i a m e n t e colocados en u n a posición 
de inclinación ideal del platillo sacro t a l como está def inido p o r e l 
ángulo d e de Séze. E l grado de inclinación del p l a t i l l o sacro es 
i m p o r t a n t e en la m e d i d a en que su valor va a depender de la f o r m a 
en que el sacro recibe a la c o l u m n a vertebra l , especialmente a L5. 
La angulación ideal ha sido d e t e r m i n a d a alrededor de 34°. E n estas 
condiciones, la transmisión de fuerzas realizadas p o r la c o l u m n a 
ver tebra l sobre el p l a t i l l o sacro, se hará de u n a f o r m a que asegura 
estabi l idad y a m o r t i g u a c i ó n : 
- U n p l a t i l l o m u y h o r i z o n t a l favorecerá la estabi l idad pero al 
precio de u n a g r a n compresión de l disco L5-S1. ' 
- A la inversa, u n p l a t i l l o m u y i n c l i n a d o producirá u n a 
inestabi l idad de L5 sobre S i , incluso u n a antelistesis. 
Recordemos también que la supervivencia del disco L5-S1 depende 
de su grado de cuneiformización : 
- N o suficiente cuneiformización favorece la compresión 
discal y la h e r n i a p o r vía posterior , mientras que u n exceso 
de cuneiformización puede l levar a u n a r u p t u r a de fibras 
anteriores del ánulus y a la h e r n i a p o r vía anter ior . 
T a m b i é n e s i n t e r e s a n t e c o m p a r a r l o s á n g u l o s d e 
conformación d e l p r o m o n t o r i o d e l s a c r o b y c . 
D e t e r m i n a m o s este ángulo haciendo cruzar u n a línea tangente al 
p l a t i l l o sacro con otra tangente a la parte anter ior del cuerpo de 
S i . Es diferente de u n sujeto a o t r o y además no cambia. E n el caso 
de xm sacro en cifosis que calificamos de t i p o A M , este ángulo de 
conformación es generalmente más obtuso que en el caso de un 
c. Sacro cifosado 
AM 
sacro neutro, representado en b. Esto tendrá consecuencias en la 
inclinación general del cuerpo del sacro con respecto al p l a t i l l o , es 
decir en su posición global en el espacio. 
Comparemos u n sacro neutro y u n sacro cifosado cuyos p lat i l los 
t i e n e n la inclinación ideal con respecto a la h o r i z o n t a l t a l como lo 
define el ángulo de de S é z e : el sacro cifosado, que presenta u n ángulo 
de conformación m á s obtuso, es globalmente más vertical que el 
sacro n e u t r o con u n ángulo de conformación más agudo. 
Esta constatación nos l leva a pensar que algunos sacros tienen, 
desde el principio, una forma enAM, más propicia a una posición 
en AM. Volveremos a hablar de este t e m a en la figura siguiente. 
E l profesor Delmas, también ha observado diferencias morfológicas 
del sacro que asocia a tipologías vertebrales específicas. 
Observó p r i n c i p a l m e n t e las articulaciones sacro-ilíacas p o n i e n d o 
en evidencia diferentes formas: 
- A r t i c u l a c i o n e s en f o r m a de «habichuela», de t i p o 
anfiartrosis , 
fuertemente engranadas, pobres en cartílago y poco 
predispuestas al m o v i m i e n t o . 
Este t i p o de articulación corresponderían a u n sacro en 
cifosis de t i p o A M . 
A la inversa, describe articulaciones en f o r m a de escuadra, 
en «riel cóncavo, r i e l convexo» de t i p o Faraboeuf, 
b i e n provistas de cartílago y b i e n predispuestas 
al m o v i m i e n t o . 
Estas últ imas corresponderían mas b i e n a sacros 
arqueados de t i p o P M . 
Las dos fotos de sacros cifosado y neutro i l u s t r a n estas diferencias. 
H e m o s t e n i d o la p o s i b i l i d a d de poder observar u n a g r a n cant idad 
de sacros que los antropólogos p u s i e r o n a nuestra disposic ión, 
gracias a l o cual, hemos p o d i d o verif icar las diferentes morfologías 
de sacro y de articulaciones sacro-ilíacas que nos p e r m i t i e r o n hacer 
esta detal lada descripción. 
Estas diferencias existen a m e n u d o , aún cuando estos caracteres, 
no estén s iempre presentes en u n m i s m o sacro. 
: í \ i s te i i d i f e r e n t e ^ • • ( " Í H Í Í J 
s a c r o i ' s t a p r e \ i - . < ítr ü i i a 
> o s í c i ó í i q u e e^tit ( ~ 
l e b a s e . 
A q u í nos e n c o n t r a m o s c o n f r o n t a d o s a u n p r o b l e m a 
difícil, que es, resolver la frontera entre lo genético y l o a d q u i r i d o . 
La inf luencia de las tensiones musculares sobre la f o r m a del hueso 
es algo que ya no se discute, no obstante n o debemos i g n o r a r l a 
programación genética y el sacro es u n e jemplo concreto. 
En consecuencia hay que aceptar la idea de un esquemafisiológico 
ideal, pero a la vez admitir la pluralidad, ligada a las tipologías e 
investigar lo que es conveniente para cada tipología. 
E n este o r d e n de ideas, u n sacro cifosado está previsto para estar 
colocado ver t ica lmente en A M sin que ello afecte la transmisión 
de fuerzas desde la c o l u m n a v e r t e b r a l al platillo sacro, mientras l a 
inclinación del p lat i f lo sacro sea correcta (Fig 27 a). 
La figura 27 b i l u s t r a el caso de u n sacro t ipológicamente A M pero 
en posición h o r i z o n t a l debido a u n a P M excesiva. 
La inclinación del p l a t i l l o sacro es aquí m u c h o más i m p o r t a n t e para 
rec ib ir correctamente la q u i n t a l u m b a r y el peso t r a n s m i t i d o p o r la 
t o t a l i d a d de la c o l u m n a vertebra l . 
Este caso, donde el riesgo de antelistesis de L5 es muy importante, es 
bastante frecuente en consulta, p a r t i c u l a r m e n t e en adolecentes que 
pract ican deportes de competición, pues insta lan u n a P M excesiva 
en su afán de superación y competición permanente . 
E n conclusión, hay que tener en cuenta que cada caso es único y 
que el objet ivo no esponer a t o d o el m u n d o en el m i s m o m o l d e , a l 
contrar io , p e r m i t i r a cada u n o realizar sus propios potenciales; dicho 
de o tra manera , estar de acuerdo con su p r o p i o proyecto genético. 
Sacros 
de perfil 
34° 
Angulo de inclinación 
del p la t i l lo sacro 
ideal 
a . S a c r o c i f o s a d o p o s i c i o n a d o e n P M 
L o s m ú s c u l o s p i r i f o r K i e s f e n f o r i r i a 
a s i m é t r i c a y e s t á n d i r e c l a i i i c a d o s e n 
l a r o t a c i ó n d e l s a c r o . 
L a figura 2 8 a i l u s t r a l a acción asimétrica d e l o s 
m ú s c u l o s p i r i f o r m e s a n i v e l d e l a p e l v i s . 
Recordemos que estos músculos son m i x t o s es decir que pertenecen 
a la vez a las cadenas antero-medianas y de las cadenas postero-
laterales. 
Recordemos también el esquema asimétrico fisiológico de la pelvis 
del cual hemos t r a t a d o en dos ocasiones anteriores, en los t o m o s 
correspondientes a las cadenas antero-laterales y postero-laterales: 
el p i r i f o r m e derecho t o m a p u n t o fijo en el fémur m a n t e n i d o en 
rotación i n t e r n a p o r las fibras m á s anteriores del glúteo m e n o r y 
medio . Se c o m p o r t a como u n músculo de A M y se asocia con esta 
última que d o m i n a a la derecha en u n esquema asimétrico fisiológico. 
E l p i r i f o r m e izquierdo t o m a p u n t o fijo en el sacro y l leva el fémur a 
rotación externa. Se c o m p o r t a como los pelvitrocantéreos de P L a 
la cual se asocia. P L d o m i n a a la izquierda. 
L a figura 2 8 b i l u s t r a e s t a asimetría d e f u n c i o n a m i e n t o e n 
e l p l a n o h o r i z o n t a l ; m u e s t r a l a rotación d e l s a c r o h a c i a l a 
i z q u i e r d a i n d u c i d a p o r e l p i r i f o r m e d e r e c h o . 
Esta rotación izquierda del sacro está presente alrededor de 90% de 
casos, este porcentaje también corresponde a la asimetría fisiológica 
de la pelvis con la cual está relacionada. 
H e m o s r e p r o d u c i d o v o l u n t a r i a m e n t e , en la m i s m a figura 24b, la 
contranutación y el despliegue üíaco debido al d o m i n i o de A L a la 
derecha, como también la nutación y el repliegue delUíaco izquierdo 
debido al d o m i n i o de P L a la izquierda. 
E n cuanto a l a rotación de l fémur, a pesar de l d o m i n i o de A L , 
r o t a d o r a i n t e r n a a l a derecha y de l a P L r e t a d o r a e x t e m a a l a 
izquierda, es frecuente encontrar una rotación extema de fémur 
más importante a la derecha, l o que podría hacer pensar en u n a 
inversión del esquema fisiológico, s in embargo en este caso, se debe 
a una tensión excesiva del p i r i f o r m e derecho, casi s iempre asociada 
a u n a fuerte rotación del sacro hacia la i zquierda, señalando u n 
trabajo en cuerda de arco del p i r i f o r m e trabajando d e n t r o de u n 
marco A M . 
F i g . 2 8 
Pehis 
a. Los piriformes funcionan en forma asimétrica 
fltí S'l 
b.El piriforme derecho hace girar el sacro hacia la izquierda 
i niúsüulos del p e r i n é > 
ixígeos estaii i p \ 
E l coxígeo s e i n s e r t a t a m b i é n e n l a s d o s últ imas 
vértebras s a c r a s ( F i g 2 9 a ) , e s t o e x p l i c a s u participación 
e n l a rotación d e l s a c r o c o n e l p i r i f o r m e . 
Es interesante, cuando hacemos el test de posición de l sacro, ver 
la diferencia entre u n a rotación del sacro m á s marcada en su parte 
superior que en su parte in fer ior . Consideramos en ambos casos que 
la rotación se realiza en u n eje l o n g i t u d i n a l , para l o cual descartamos 
previamente la p o s i b i l i d a d de u n a rotación en u n eje oblicuo, de 
la cual h a b l a r e m o s en n u e s t r o es tudio de las cadenas postero-
medianas. E l hecho de que la rotación del sacro sea más importante 
en su parte superior nos indicaría un problema de distorsión ilíaca, 
( A L derecha y P L izquierda) o a u n problema de piriforme . 
E l hecho de que la rotación del sacro esté más marcada en su 
parte inferior, j u s t o p o r encima del ángulo infero- latera l , señala 
la participación del músculo coxígeo, e incluso de un hemi-periné. 
L a tensión u n i l a t e r a l d e l m ú s c u l o coxígeo q u e s e i n s e r t a 
s o b r e t o d o e n e l b o r d e l a t e r a l y l a c a r a a n t e r i o r d e l a s 
vértebras coxígeas f a v o r e c e l a rotación d e l c o x i s d e l l a d o 
o p u e s t o ( f ig 29 a y b ) . E l músculo puborecta l puede también estar 
i m p l i c a d o ( b ) . 
H e m o s elegido v o l u n t a r i a m e n t e i lus trar una rotación del coxis hacia 
la izquierda, correspondiente al esquema asimétrico m á s frecuente 
de la pelvis, no obstante, p o r el juego de acción y reacción enfre las 
cadenas, no es raro encontrar u n a rotación hacia la derecha muchas 
veces independiente de la rotación del sacro. 
J e ^ p e r i ñ e c«1 m p r e n d e 
--^ K rso p r o ñ i n d c ) d e l p c i i i i é 
E l p l a n o m e d i o d e l p e r i n é m a s c u l i n o 
r e p r e s e n t a d o e n l a figura 3 0 a está c o n s t i t u i d o p o r d o s 
m ú s c u l o s : 
Hlg. 29 
Pelvis 
vista anterior 
a. E l piriforme y el coxígeo 
Pelvis 
vista inferior Adelante 
Atrás 
b. E l coxígeo derecho hace rotar el coxis hacia la izquierda 
Sínfisis 
pubiana 
F i g . 3 0 
Proceso 
isquiático 
a. Plano medio del periné masculino 
b.Plano medio del periné femenino 
Cadenas antero-medianas 71 
i • o d e l p e r i n é , se extiende de la cara 
m e d i a l del proceso isquiático al núcleo fibroso central del periné que 
resulta de la unión de las fibras de ambos transversos. 
Controla la separación del isquion y se opone d i r e c t a m e n t e al 
músculo c u a d r a d o f e m o r a l d e P L . 
, como su n o m b r e lo indica , o b t u r a la 
uretra . 
L a figura 3 0 b i l u s t r a e l p l a n o m e d i o d e l periné f e m e n i n o . 
e n c o n t r a m o s los dos m ú s c u l o s , pero , c o n t r a r i a m e n t e al per iné 
mascul ino, el esfinter de la uretra no está unido al núcleo fibroso 
central del periné, sino que está aislado p o r delante de la h e n d i d u r a 
vaginal . Esta p a r t i c u l a r i d a d anatómica parece j u g a r u n r o l para que 
el esfínter sea m á s frágil en la m u j e r que en el h o m b r e . 
m 
E s t a figura i l u s t r a h u e s o s ilíacos e n posición A M . 
Los isquiones se aproximan b a j o l a a c c i ó n de los m ú s c u l o s 
ob l igando a las ramas isquiopubianas a 
sagitalizarse. E n caso de u n cierre m u y i m p o r t a n t e puede l legar a 
p r o d u c i r un bostezo superior de la sínfisis pubiana y c o n s t i t u i r un 
terreno favorable a una forma específica depubalgia. 
Es mucho más corriente encontrar una rama isquiopubiana 
derecha, donde domina la AM, más sagital que a la izquierda, 
donde d o m i n a la P L ; n o obstante, en el juego de acción-reacción 
entre las cadenas, t o d o es posible, es decir es posible encontrar lo 
inverso. E l repliegue caudal se a c o m p a ñ a de u n despliegue de las 
alas ilíacas en el plano frontal, suceptible de poner en tensión los 
ligamentos iliolumbares representados en el esquema 29 a. 
Su distensión puede desencadenar la reacción de un cuadrado 
lumbar que es su ligamento activo. 
Fig. 31 
Ligamentos 
i l iolumbares 
a. Repliegue caudal de los ilíacos por A M 
a. Radiografía de una pehis en 
Cadenas antero-medianas 73 
L a figura 3 2 a i l u s t r a e l c o n t r o l fisiológico d e P L s o b r e 
A M : P L t i e n e s u d o m i n i o a n i v e l c o x o f e m o r a l , e n l a p e l v i s , 
q u e e s l a r e s i d e n c i a d e A M . 
Los m ú s c u l o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s d e P L i m p i d e n a los 
músculos t r a n s v e r s o s del p e r i n é d e A M , cerrar exageradamente 
los isquiones; t o d o es cuestión de e q u i l i b r i o , ese c o n t r o l no debe 
volverse dominación. 
L a figura 3 2 b p o n e e n e v i d e n c i a u n d o m i n i

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