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Philippe Campignion iDENAS MUSCULARF Y ARTICUI ARES método G.D.S. CADENAS D E LA PERSONALIDAD Tomo 1 cadenas antero-medianas (AM) ILUSTRACIONES Godelieve Denys-Struyf y Philippe Campignion Prólogo Primera parte Consideraciones generales sobre las cadenas antero-medianas Las cadenas antero-medianas reflejan características de la personalidad Las cadenas antero-medianas deben su nombre a la localización de su trayecto, principalmente en el tronco Detalle de las características mecánicas generales Segunda parte Anatomo-fisio-patlogía de las cadenas antero-medianas Acciones musculares a nivel de la rodilla, pivot primario de las cadenas antero-medianas Las cadenas antero-medianas a nivel de miembros inferiores AM, PL y AL, relaciones a nivel del pie Rol del abductor del hallux de AM en la torsión longitudinal del pie Cuando trabaja en exceso, el abductor del hallux instala un hallux valgus El fascículo medial del gastrocnemio, representa la AM en el plano muscular superficial de la pierna Los músculos aductores, mayor, medio y menor prolongan la AM a nivel del muslo El genu-valgum resulta de una competición entre las cadenas antero-medianas y postero-laterales Las cadenas antero-medianas a nivel de la pelvis : el periné y el piriforme Localización del periné situación del marco óseo que lo dehmita El plano profundo del periné constituye el diafragma pélvico El músculo piriforme completa el periné en su parte posterior y superior a nivel de la escotadura ciática mayor Los músculos del diafragma pélvico y el piriforme influyen en la posición del sacro y del coxix La forma del sacro está condicionada a las tensiones que la AM le impone durante su desarrollo Los músculos piriformes funcionan de forma asimétrica y están fuertemente implicados en la rotación del sacro Los músculos del periné y particularmente los músculos coxígeos intervienen en la rotación del coxis El plano medio del periné está formado por dos músculos La tensión excesiva de los miisculos transversos del periné favorece la sagitalización de las ramas isquiopubianas y el repliegue caudal del hueso coxal A nivel de la pelvis, AM y PL son antagonistas en el plano frontal Comparación de las tipologías pélvicas AM con las tipologías estudiadas en los tomos de las cadenas relaciónales Diferencia entre periné femenino y periné masculino observadas principalmente en el plano superficial Las cadenas antero-medianas a nive del tronco La cadena AM se prolonga a nivel de abdomen con los músculos piramidal y recto mayor del abdomen Los fascículos estemocostales y abdominaes del pectoral mayor completan la acción de los rectos mayores sobre el esternón. El músculo subclavio los secunda en esta tarea Resumen de las modahdades de la acción útil de la AM en su dominio La cifosis torácica excesiva, acompañada de hundimiento esternal, son huellas de un exceso de actividad en las cadenas antero-medianas El exceso de actividad en las cadenas antero-medianas, entorpece la fisiología del músculo diafragma La posición de las piezas vertebrales está modificado, por la actitud global resultante del exceso de tensión en las cadenas AM Las cadenas antero-medianas a nivel del cuello, de la mandíbula y del cráneo La cadena antero-mediana se prolonga a nivel del cuello y de la cabeza, por los fascículos esternales del músculo esternocleidomastoideo, el escaleno anterior, los hioideos, los músculos de la faringe, de la laringe y de la lengua Los músculos hioideos prolongan la cadena antero-mediana a nivel del cuello La AM se caracteriza por su tendencia a enrollar el tronco en cifosis y prolonga su acción hasta la cabeza, flexionándola anteriormente La cifosis dorsal instalada por la AM esa compensada a nivel cefáhco por los músculos esternocleidomastoideos y a nivel cervical, por los escalenos anteriores La faringe es una encrucijada entre las vias aéreas superiores y la digestiva. La faringe prolonga la AM más allá del esófago La laringe está situada en la embocadura de la tráquea El velo del paladar está situado entre la vía utilizada por el aire proveniente de la cavidad nasal hacia la rinofaringe y la vía de pasaje de los alimentos, desde la cavidad bucal hacia la orofaringe La lengua está incluida en la cadena antero-mediana mecánicamente, pero también simbólicamente, pues forma parte del aparato digestivo, por lo tanto con la función de nutrición. La deglución permite dirigir los alimentos que han sido previamente, masticados en la boca, hacia la faringe y de la faringe al esófago El equilibrio entre las cadenas antero-medianas y postero-anteriores a nivel de la cabeza y del cuello, es precario e influye en la fisiología de la articulación temporo-mandibular Los músculos pterigoideos asociados a los músculos de la faringe pueden entorpecer el movimiento respiratorio primario a partir de tensiones que instala en la sínfisis esfeno-basilar La región de la faringe presenta importantes analogías con la región del periné, podemos hablar de diafragma faríngeo Presentamos nuestra visión global relacionando los tres diafragmas : torácico, pélvico y faríngeo Las cadenas antero-medianas pueden invadir la cara, dominio de AP, y marcar la mímica con sus huellas, en la región del mentón y de los labios, particularmente el labio inferior Las cadenas antero-medianas a nivel de miembro superior Aunque predomina a nivel del tronco, como cadena de leje vertical, la AM se prologa a nivel de miembros superiores La posición de miembros superiores y de la cintura escapular es importante para el anclaje de la AM a nivel de la octava vértebra torácica Estudiaremos la torción en miembros superiores comparando con las de miembros inferiores El fascículo anterior del mtisculor deltoides es mixto, de AM y de AL El músculo braquial (braquial anterior) prolonga la AM a nivel del brazo El fascículo profundo del músculo supinador (supinador corto) toma el relevo a nivel del codo y es uno de sus ligamentos activos Los músculos abductores largo y corto del pulgar prolongan la AM a nivel del antebrazo y de la mano. Tercera parte Principios de t r a t a m i e n t o Estudiaremos el triángulo donde AM constituye el vértice, PL y PM la base. Hablaremos del triángulo AM La reactividad puede ser más fuerte en la PL «frustrada» por la inversión de control La reactividad ppuede ser más fuerte en la PM dominada por una AM excesiva La asociación entre las cadenas antero-medianas y antero-laterales es frecuente, la segunda se instala en defensa La estrategia de la ola sirve de referencia para un trabajo de reestructuración psicocorporal Conclusión Bibliografía Este fascículo es el primero de una serie de tres consagrados a las cadenas musculares, llamadas cadenas de la personalidad Abordaremos sucesivamente las cadenas antero-medianas, postero- medianas, postero-anteriores y antero-posteriores. Si comenzamos con las cadenas antero-medianas no es por azar, sino porque juegan un papel de primera importancia en el desarrollo psicomotor del niño. Estas cadenas empiezan a estructurarse a partir del período fetal, en el vientre materno. Se caracterízan por una necesidad de afecto que será necesario llenar para favorecer la integración de elementos a la vez comportamentales y físicos ligados a esta estructura. De esta integración nacerá el sentimiento de seguridad interior y de estabilidad necesaria para la afirmación del «yo». Una carencia en esta estructura puede ser el origen de un sentimiento de inseguridad, de una falta de confianza en uno mismo y engendrar algunas dificultades para encontrar su propio lugar en la sociedad o simplemente para comunicarse con los demás. Es así como aparecen las tensiones en las cadenas antero-medianas, marcando en el cuerpo huellas específicas que iremos detallando. Aunque este libro se dedica principalmente al aspecto biomecánico del método,su contenido no debería jamás hacernos olvidar el estrecho enlace entre cuerpo y mente. Justamente la comprensión de este enlace guiará nuestros tratamientos determinando la elección de las técnicas de reprogramación y las precauciones a tener en cuenta para cada una de las estructuras que abordaremos. Todo lo anterior es particularmente cierto para la A M , estructura frágil en muchos sentidos, con A M insistiremos en esta noción a la hora de describir los principios de tratamiento. Primera parte Consideraciones g sobre las cadenas £ Volvemos a encontrar aqui los dos bebés cuya actitud ilustra las dos vías relaciónales (AL y PL) que fueron descriptas en los dos tomos consagrados a las cadenas llamadas relaciónales que están situadas en u n eje horizontal, es decir el que corresponde a los intercambios con el medio. Aparecen ahora tres nuevos bebés : A L y PL, estructuras del eje h o r i z o n t a l al servicio del comportamiento relacional. A M , P M y PA, estructuras del eje vert ical al servicio de la personalidad i Tres bebés diferentes aparecen ahora : Un primer bebé enrollado en cifosis en posición fetal que simboliza la orientación hacia el ego de A M , U n segundo bebé arqueado que simboliza la PM preparada para descubrir el espacio exterior, U n tercero erguido en posición sentado que simbohza la PA que endereza al hombre entre cielo y tierra, favoreciendo la búsqueda de ideal. Estas tres estructuras están situadas una encima de la otra, en un eje vertical que simboliza el eje de la personalidad. Nosotros \s a las cadenas que corresponden a estas tres estructuras: cadenas de l a personalidad o del eje vertical, lo que se justifica perfectamente, porque son las cadenas que se expresan sobre todo en el eje raquídeo y en el plano sagital. ; Este eje vertical podemos comparario a un árbol: La A M encuentra naturalmente su sitio en las raíces de este árbol simbolizando el anclaje en la tierra, la PM encuentra el suyo en el tronco, manteniendo la vertical, la PA en las ramas que tienden hacia el cielo, para que las hojas AP puedan captar la luz. L a A M , l igada a l a n e c e s i d a d de afecto será lo que vamos ; a desarrollar en este l ibro. La actitud del bebé en posición fetal simboliza la orientación hacia el ego, la \-ida vegetativa, las sensaciones. La seguridad del niño contenido en el \ientre de su madre, favorece esta estructura comportamental. No todos lograremos conservar esta seguridad a lo largo de la vida. La seguridad interior favorece ; la confianza en uno mismo y nos permite construimos mejor. I Las personas que funcionan en este registro y que consiguen m i t r i r I esa necesidad de afecto inherente a la AM, tienen los pies sobre la tierra, son acogedores; son los depositarios de las raíces del pasado. A l contrario, los que no consiguen llenar esa sed de amor, presas de una angustia permanente, pueden volverse egocéntricos, posesivos, : materialistas y crear un vacío a su alrededor. i Los pacientes que funcionan en exceso según este comportamiento están a la escucha de su cuerpo de forma exagerada y se vuelven hipocondríacos. En los cursos, los alumnos de esta tipología tienen necesidad de sentir sobre ellos mismos las técnicas, mientras los de tipología PM prefieren comprender a sentir. Aquí también estableceremos un paralelo con la energética china, con el fin de ampliar la noción terapéutica, asociando la expresión psico-comportamental a las influencias orgánicas y energéticas. L a s cadenas m u s c u l a r e s antero-medianas s o n los útiles de l a manifestación de u n comportamiento e n relación con el sitio energético del bazo, del pánceas y del estómago. Los meridianos son los canales por los que circula la energía,mientras que las cadenas musculares son los útiles de la expresión comportamental, esto explica porqué ambos no se superponen. Vayamos ahora al aspecto biomecánico, sin olvidar en absoluto que el músculo es en general, sólo un medio de expresión de un malestar general. El músculo es una posible vía de acceso en el camino de la toma de conciencia. 9 L a s cadenas antero-median as t o m a n s u n o m b r e j>or l a localización de s u trayecto, principalmente fen el tronco. Marcan sus huellas particularmente sobre el tronco y más específicamente en el plano sagital, no jObstante están presentes también en los miembros. Son dobles, derecha e izquierda, destacando que la actividad es más marcada a la derecha. L a r e s i d e n c i a de l a A M está e n l a pelvis, que es sinónimo de base, de raíces y que está perfectamente representada en el embarazo, instala naturalmente su residencia en la pelvis donde está muy presente anatómicamente con los músculos del periné. Madame Godelieve Denys-Struyf habla del anclaje del sacro en «tierra pélvica». Paradójicamente es la PM, que si es de buena calidad se encarga de mantener el sacro anclado entre los ilíacos. A l contrario, una PM degradada o excesiva desencastra el sacro llevándolo a una posición horizontal y desestabilizando esta base pélvica. Reanclar el sacro llevándolo a una posición más vertical, facilita la instalación de una A M fisiológica. En su residencia, la pelvis, A M es controlada p o r P L . PL controla la separación de los isquiones, pues AM tiene a veces tendencia a cerrarlos exageradamente. E l d o m i n i o de A M está e n el tórax: los rectos mayores del abdomen, músculos útiles de AM tienen por función controlar la verticalidad del esternón con elfin de mantener la octava vértebra dorsal en ápex de cifosis. Los fascículos medios e inferiores de los pectorales mayores se asocian a los precedentes para enrollar los hombros y favorecer el anclaje de D8. Esta huella estará más marcada a la derecha, porque A M es mas activa en este lado, en el esquema asimétrico fisiológico. Es interesante constatar que este andaje del esternón e indirectamente de D8, es posible sólo si las rodillas están desbloqueadas. El desbloqueo de las rodillas lo realiza también la AM, a condición de que PM no lleve las tibias a recxu-vatum. A M es u n a c a d e n a c u y o s músculos t o m a n p u n t o fijo inferior. Por lo cual cada músculo de A M debe utilizar u n punto fijo inferior y traccionar hacia abajo; nosotros llamamos a esta acción sentido mecánico. A la inversa, la tensión pasa de músculo a músculo desde abajo hacia arriba; es lo que llamamos sentido energético. V a m o s a i n t e r e s a r n o s , p r i n c i p a l m e n t e e n l a s a c c i o n e s m u s c u l a r e s de l a estática y e n l a s h u e l l a s q u e e s t a s i n s c r i b e n e n el cuerpo. Vamos a diferenciar las huellas útiles de las que llamaremos huellas molestas. En fin, describiremos las patologías ligadas al exceso de actividad de las cadenas antero-medianas. •''} E l p i v o t p r i m a r i o de l a A M se sitúa a n i v e l de l a r o d i l l a . A este n i v e l l a pulsión p s i c o - \|' comportemental se material iza p o r l a activación délos músculos i r o c i i e i n i o o i e d i a l o g e m e l o •"""•""'•̂ y . _ t ^ se inserta en el tubérculo supracondíleo medial y en la cara posterior del fémur. Se dirige hacia abajo y atrás, contornea el cóndilo medial y se une por debajo en la parte interna del tendón deAquiles, que se completa con el gastrocnemio lateral de PL y el soleo de PM. • > se inserta muy anteriormente en el ángulo delpubis y en el tercio interno del borde inferior de la rama isquio-pubiana del hueso ilíaco. Se dirige entonces hacia abajo y hacia adentro, se refleja por detrás del cóndilo interno y luego oblicuamente hacia adelante para alcanzar el tercio superior de la cara medial de la tibia en la región denominada pata de ganso. Se inserta entre el sartorio, del que hablamos en A L y el semitendinoso de PM situado por debajo de él. Por la dirección de sus fibras y sobre todo por el hecho de reflejarse por detrás del cóndilointerno del fémur, estos dos míisculos favorecen la flexión de la rodilla ( i ) a la vez que el enraizamiento y el buen apoyo de los pies en el suelo (3). El gracüis parece trabajar en cuerda de arco porque favorece a la vez un descenso de la pelvis hacia el suelo y está contrariado en su acción de contranutación del hueso ilíaco, por los isquiotibiales de PM, como también por los fascículos más posteriores de los aductores que vamos a detallar más adelante. En un esquema fisiológico, se trata principalmente de un desbloqueo de l a r o d i l l a controlado por el cuadríceps de A P que es el sostén convexitario de la rodilla (2). Se trata de una huella útil, en la medida en que va a permitir al cuadríceps empujar el suelo. El cuadríceps va a ser el activador de la erección vertebral realizada por las cadenas postero-anteriores PA (cf. libro AL). Fig . 3 He representado voluntariamente en esta figura los músculos de PM en el miembro inferior, cuyo rol es asegurar la verticalidad de la totalidad del miembro inferior a partir de un punto fijo inferior : e l soleo frena la caída del esqueleto de la pierna, los isquiotibiales internos, (representado sólo el s e m i t e n d i n o s o ) , mantienen el ilíaco en posición vertical, mientras que las fibras profundas del glúteo m a y o r impiden al sacro bascular hacia adelante. N o s e n c o n t r a m o s e n t o n c e s c o n u n a P M q u e a s e g u r a l a v e r t i c a l i d a d , B i i a A M que d e s b l o q u e a la r o d i l l a y u n cuadríceps que e m p u j a el s u e l o p a r a «despertar» l a s cadenas anti-gravitatorias PA. En el exceso, el desbloqueo de rodillas puede transformarse en flexo fijando el resto del cuerpo en un desequilibrio posterior típico de AM que explicaremos en la figura siguiente. Figura 4 L a flexión de r o d i l l a ( i ) produc e u n desequil ibrio del tronco h a c i a atrás ( 2 ) e n u n a actitud s i m i l a r a l a que se adopta e n e l m o m e n t o e n que n o s sentamos. Esta actitud obliga al cuerpo a reequilibrarse suspendiéndose a ciertos músculos anteriores, los que están mejor ubicados para frenar esta báscula posterior (3). Cuando esta situación es sólo temporal, los músculos anteriores, pueden, trabajando a partir de un punto fijo inferior,retornar el cuerpo hacia adelante cada vez que oscila hacía atrás. Si esta situación se fi ja, el desequilibrio aumenta y se vuelve permanente, lo que produce, debido al reflejo miotático, u n reclutamiento de músculos anteriores más importante , hasta constituir una verdadera cadena de tensión miofascíal desde el dedo gordo hasta la mandíbula y los pulgares. Los músculos de estas cadenas anteriores y medianas solicitados permanentemente y de forma excesiva, terminan trabajando en cuerda de arco particularmente en la cara anterior del tronco, enrollando el tronco sobre sí mismo y favoreciendo la cifosis (4). \is rodillas. ..erpo hacia atrás En un esquema fisiológico, los músculos de las cadenas antero- medianas trabajan a partir de un punto fijo inferior y traccionan hacia abajo, es decir, se van reclutando de abajo a arriba.De la misma manera empezaremos la descripción a nivel del pie, particularmente desde el dedo gordo. w P L y A L están m u y l igadas a n i v e l del pie donde c o m p a r t e n el p r i m e r metatarsiano. E l músculo peroneo lateral largo o fibidar largo de P L termina a nivel de la base del primer metatarsiano. E l fascículo oblicuo del músculo aductor del dedo gordo es también de PL. Desde el hueso cuboides, se inserta en el sesamoideo medial y se prolonga hasta la parte lateral de la base de la primera falange del dedo gordo. E l fascículo t r a n s v e r s o del músculo aductor del h a l l u x o aductor del p r i m e r dedo, de A L termina en el sesamoideo medial y envía expansiones hacia la vaina del tendón del flexor largo del hallux. ib i abductor se extiende desde el proceso medial de la tuberosidad del calcáneo al sesamoideo lateral rodeándolo y a la parte lateral de la base de la primera falange del hallux. Flexiona y abduce el primer dedo. D e l equil ibrio de tensiones entre P L , A L y A M depende el b u e n anclaje de l a base del dedo gordo e n el s u e l o : PL y A L mantienen el primer metatarsiano en el eje, permitiendo a la A M anclar la base del dedo gordo en el suelo. 5 Anclaje del dedo gordo s antero-medianas 19 L a total idad d e l e q u i l i b r i o t r a n s v e r s a l del pie depende del antagonismo complementario entre P L , A M y A L . E l a b d u c t o r d e l h a l l u x de A M ancla la base del dedo gordo. E l abductor del quinto dedo de P L ancla la base del quinto dedo. E l fascículo transverso del aductor del hallux de A L en medio de los dos precedentes, controla la acción tratando de mantener en su sitio el arco anterior del antepié. E l t i b i a l p o s t e r i o r de A L juega u n ro l a nivel de la pareja navicular-cuboides donde se opone a PL impidiendo la báscula interna del cuboides. r o l . ' I l u x de A M j u e g a m i • jrs iói i l o i i g i t i i d i i i a i del Este músculo cuyas f ibras t i e n e n una dirección horizontal, tiene tendencia a trabajar en cuerda de arco es decir, tendrá una acción en cada uno de sus extremos : En su extremo anterior, favorece el anclaje del dedo gordo lo flexiona y abduce. E l antepie es l levado a valgo ( i ) . en su extremidad posterior, lleva el calcáneo a v a r o , es d e c i r el retropie e n v a r o (2). L a l e m n i s c a t a del pie materializa la torsión longitudinal la cual da a esta arquitectura compleja del pie, su estructura y al mismo tiempo suflexibilidad. En la patología veremos casi siempre que esta torsión fisilógica es reemplazada por una báscula global a veces en valgo y a veces en varo. Será conveniente no caer en la trampa de corregir un varo hacia un valgo o viceversa, lo pertinente es reprogramar la torsión fisiológica. F i g . 6 Cadenas antero-medianas 21 El abductor del hallux de A M juega un rol preponderante en la torsión longitudinal del pie. E s t a figura n o s ^ r c l e t i i l l a r Las t o r s i o n e s p r e v e r . *- lescle e l p u n t o cié v i s t a so i^inei i ; Las torsiones const i tuyen, para el terapeuta, u n \o esquema de restructuración del pie. L a figura 8 a r e t o m a l a torsión global del pie pero haciendo u n a división del pie según dos ejes. Para ello empezaremos a partir del retropie mas exactamente desde el calcáneo y desde el astrágalo que están articulados entre s i : I E l astrágalo que se sitúa por encima, está orientado hacia adelante ! y hacia adentro (con respecto al eje del cuerpo) e inicia un valgo con ! respecto al calcáneo sobre el cual se articula. E l escafoides, los tres c u n e i f o r m e s y los tres p r i m e r o s metatarsianos se solidarizan al astrágalo y siguen esa posición en valgo que amplifica hasta la base del primer dedo. ; E l calcáneo está por debajo orientado hacia adelante y hacia afuera. E l cuboides y los cuarto y quinto metatarsianos son solidarios a el. El calcáneo, mantenido en varo por el abductor corto del hallux de \M propaga esta posición, a través del cuboides, hasta la base del i quinto dedo. L a torsión global que el abductor del hal lux mantiene e n el pie, favorece simultáneamente e l valgo correspondiente a l eje astrágalo- escafoides - p r i m e r c imeiforme - p r i m e r metatarsiano y e l v a r o correspondiente a l eje calcáneo- cuboides - quinto metatarsiano. L a figura 8b pone e n evidencia l a torsión fisiológica de los dedos. Esta torsión segmentaria se organiza alrededor del segundo dedo, que corresponde al eje del pie. Encontramos las mismas características que para el resto del cuerpo: una rotación lateral proximal asociada a una rotación medial distal. : La base de la primera falange del primer dedo tiene la misma rotación que la extremidad distaldel metatarsiano correspondiente, mientras que la base de la primera falange de los 3°, 4° y 5^ dedos tienen la misma rotación que la extremidad distal del quinto metatarsiano. Esta torsión resulta probablemente de u n equil ibrio entre los extensores y los flexores de los dedos. La reprogramación de la torsión fisiológica en el primer dedo es muy interesante para el trabajo sobre el hallux valgus que detallaremos más adelante. Cuando nos dedicamos a reprogramar esta torsión en los tres últimos dedos, la dificultad reside en mantener simultáneamente el arco anterior del pie. H Este tipo de hallux valgus difiere del que resulta de un exceso de tensión en las cadenas antero-laterales por el hecho de que el primer metatarsiano está en abducción bajo la acción excesiva del abcl i ic tor d e l h a l l u x ( i ) . L o s fascículos trans vers o s del aductor del hal lux de A L (2) puestos en tensión reaccionan subluxando el sesamoideo medial, esta situación es además generadora de dolores. reacciona también al estiramiento sufrido por su tendón que termina en la base de la primera falange, y aduce el primer dedo. t \ • se subluxa y termina fijando la deformación. El pr imer dedo está con frecuencia basculado globalmente en rotación interna, (con respecto al eje del pie). El problema no es únicamente local sino que forma parte de un todo. Cuando este hallux valgo está asociado a un gran número de huellas A M diseminadas en todo el cuerpo, hablamos de hallux valgo tipológico, pero también podemos encontrar hallux valgo en tipologías muy en PM global. En este caso se trata de una huella que denominamos huella secundaria y que señala una reactividad La torsión longitudinal del pie favorece el anclaje del i ' ' y del 5° dedo Cadenas antero-medianas 25 F i g . 9 de la A M con respecto al dominio de PM en la totalidad del cuerpo. En este caso el hallux valgo es un signo de una A M que trata de reanclar la base del dedo gordo del pie en el suelo, en reacción a una «explosión» del tórax, a una rotación externa de la coxofemoral y a un varo del pie instalado por PM. Recordemos que, cuando una cadena es contrariada en su dominio y además en su residencia, recupera, generalmente, en sus extremos. En todos los casos el tratamiento no debe jamás limitarse a nivel local, sino que tendremos muy en cuenta también su acción- reacción a distancia. • I H) ^ • w n v ^ Se inserta por arriba en la parte postero-superior del cóndilo medial por detrás y por debajo del tubérculo del aductor mayor antes de unirse al fascículo lateral de PL. Las fibras de los dos fascículos se dirigen abajo y adelante y alcanzan la cara posterior de una aponeurosis bastante ancha en la parte superior y que se adhiere a la cara anterior de estos dos músculos. Esta aponeurosis se va estrechando gradualmente hacia abajo y se fusiona con el tendón terminal del soleo de PM para formar el tendón calcáneo o deAquiles. «Continuando la dirección de fibras de los músculos de donde emana» (cf. Testut), el tendón calcáneo termina en la cara posterior del calcáneo (a). Desde el punto de vista de l a dinámica, participan en la flexión plantar del tobillo. Son los que modelan el volumen de la pierna. Desde el punto de vista de l a estática, las cosas son un poco más complejas porque los dos fascículos tienen puntos fijos opuestos. Para comprobarlo es suficiente realizcir ima escucha simultánea de los dos fascículos: en la mayor parte de casos, el fascículo medial nos llevará la mano hacia abajo, mientras que el fascículo lateral nos la llevará hacia arriba (a). Desde el punto de vista de la estática, el fascículo medial trabaja a partir de un punto fijo inferior y participa , como lo hemos precisado en lafigura 3, en el desbloqueo de la rodilla (b) mientras f l fasc ículo m e d i a l del g a s t r o c n e m i o representa • la A M e n el p l a n o s u p e r f i c i a l de l a región .^ostaric»r* de la p iara;a que el fascículo lateral de PL trabaja a partir de un punto fijo superior y controla la acción varizante del abductor del hallux. No obstante, en el juego de acción-reacción entre las cadenas, no es raro encontrar inversiones de acción, por esta causa podemos encontrar personas en que los dos fascículos van en el mismo sentido, es decir i hacia arriba. En estas condiciones, el fascículo medial que prolonga las fibras más internas del tendón de Aquiles, puede inducir un varo de \ mientras que el fascículo lateral que se prolonga en las fibras más laterales del mismo tendón calcáneo, puede inducir un valgo. Una tendini t i s de la parte interna del tendón calcáneo, con irradiación a la cara interna de la tuberosidad del calcáneo , nos debe hacer pensar en un exceso de actividad en el fascículo medial : del gastrocnemio, mientras si se localiza en la parte lateral de este tendón, con irradiación en la cara lateral de la tuberosidad i del calcáneo, nos hará pensar en una hiper-actividad del fasículo • lateral. En caso de competición entre PL y A M , no es raro que el valgo de calcáneo instalado por el fascículo lateral de PL haga reaccionar exageradamente al fascículo medial de A M que puede entonces presentar una tendinitis a nivel de su inserción proximal supra- condílea. Las afecciones circulatorias como las varices localizadas en esta región superior, correspondientes a la inserción del gemelo interno nos deben hacer pensar en un sufrimiento de la A M . E l músculo p l a n t a r es u n enlace entre el fascículo lateral del gastrocnemio de PL, con quien se inserta en su parte superior y la : A M en cuyo territorio está la inserción inferior. Por su inserción en el borde medial del tendón calcáneo y a partir ^ de un punto fijo superior,favorece el varo de calcáneo y se opone S al fascículo lateral del gastrocnemio,favoreciendo a la vez el trabajo ^ del abductor del hallux (c). ; Por su inserción superior y a partir de un punto fijo inferior, fevorece i el desbloqueo de rodillas. Observemos que siempre, desde el punto de vista de la estática, los dos fascículos del gastrocnemio están fuertemente implicados en elflexo de rodilla, particularmente el fascículo medial en sinergia con el gracilis, músculo también deAM(b). F i g . l o s antero-medianas 29 ^ El aductor mayor, llamado también tercer aductor es I I '••"•I* el más posterior y presenta tres fascículos. El aductor menor o segundo aductor, que presenta dos fascículos, está situado en el plano medio. El medio o primer aductor, que presenta un solo fascículo, es el más anterior. Sin incluir el fascículo más inferior del aductor mayor que se inserta en la región supracondflea, todos los aductores se despliegan en abanico para insertarse a diferentes alturas de la línea áspera en la cara posterior del fémur. En carga, sobre ambos pies los aductores de A M intervienen en la estabilización de la pelvis en el plano frontal en asociación con sus antagonistas los abductores de PL (fig. 12a). El profesor Kapandji precisa que en apoyo bípode, los aductores intervienen en sinergia antagonista con los abductores, mientras que en apoyo monopodal, solo los abductores del mismo lado aseguran el equilibrio transversal de la pelvis (fig. 12b). Los aductores están pues esquematizados por una flecha orientada hacia arriba, materializando un punto fijo superior. Esto parece confirmarse por el valgo fisilógico del fémur en posición de referencia que resulta de la acción aductora de los aductores a partir de un punto fijo en el hueso coxal. No es nuestra intención poner en cuestión estos datos, como tampoco en lo que se refiere a la acción aductora de estos músculos en la dinámica; lo que presentaremos son otras posibilidades que pueden ser tenidas en cuenta a partir de un punto fijo diferente. Vamos a comenzar a analizar la acción posible de estos músculos en el plano sagital. F i g . 11 Vista a n t e r i o r luctor medio J - p j oprimer aductor L o s a d u c t o r e s Fascículo medio del aductor mayor o tercero. Fascículo inferior del aductor ma\or o tercer aductor Cadenas E l esquema 12c i lustra l a acción de los diferentes fascículos del aductor m a y o r o tercer aductor: E l fascículo inferior forma u n cuerpo muscular distinto a los otros aductores. Se inserta en su extremo inferior en un tubérculo que lleva el nombre de tubérculo del tercer aductor, cerca de la inserción superior del fascículo medial del gastrocnemio, músculo deAM. En su extremo superior se une verticalmente al reborde interno de la tuberosidad isquiática. Tiene práct icamente la m i s m a dirección v e r t i c a l que los isquiotibiales situados más hacia atrás. Observemos sin embargo, que contrariamente a los isquiotibiales que se fijan en la t ibia y son poliarticulares, este se fija en el fémur y es por lo tanto, monoarticular. En posición de pie, su inserción superior situada por detrás de la articulación coxofemoral, le permite completar la acción de sus homólogos de PM (el semitendinoso y el semimembranoso), oponiéndose a la flexión anterior de la pelvis y favoreciendo el mantenimiento del hueso coxal en posición vertical en el plano sagital a partir de un punto fijo femoral (fig 12 c 1). E l fasc ículo m e d i o d e l a d u c t o r m a y o r se inserta en el intersticio de la línea áspera en sus dos tercios inferiores. En su extremo superior va a la porción media de la cara externa de la rama isquiopubiana. Con respecto al fascículo inferior, sus fibras están sobre todo en la alineación de la diáfisis femoral (fig 12 c 2),al menos de perfil, lo que le confiere una gran neutralidad en lo que concierne a los componentes de ante o retro-báscula del hueso coxal. Además están bien situados para mantener la verticalidad del ilíaco en el plano sagital. E l f a s c i c i i l o s u p e r i o r d e i a d u c t o r m a y o r se inserta por detrás en el intersticio de la línea áspera en su tercio superior y alcanza por delante el tercio medio de la cara externa de la rama isquiopubiana (fig 12 c 3). Sus fibras están prácticamente en la horizontal. Esta disposición deja presagiar u n componente no despreciable de antebáscula de pelvis o más exactamente de contranutación del hueso coxal que contrabalancea el componente de nutación del fascículo inferior (fig 12 c 3). F i g . 12 a. Equilibrio transvesal b. Equilibrio transversal de la pelvis en apoyo de la pelvis en apoyo- bípode monopodal Según LA. Kapandji Según LA. Kapandji c. Acción estática d. Acción estática de los tres fascículos de los dos fascículos del aductor mayor del aductor menor (a) y del aductor medio (b) Cadenas antero-n.L E l esquema I 2 d i lustra los dos fascículos del i i d i i e t o r tiicí u j r y también el a d u c t o r m e d i o o p r i m e r se insertan muy por delante en el pubis y su rama descendente y alcanzan por debajo y atrás la línea áspera del fémur en su parte superior (Fig 12 di). Como su orientación es muy próxima a la del fascículo superior del aductor mayor, su acción puede ser considerada como similar. Favorecen la contranutación del hueso coxal y controlan la nutación. El a d u c l o r m e d i a se extiende desde la línea áspera déifémur en su porción media, al cuerpo del pubis entre la sínfisis y la espina, (fig 12 d 2). Por la dirección de sus fibras, sus acciones se parecen a las del precedente y a las del fascículo superior del aductor mayor, es decir tienden a contranutar el hueso coxal y a oponerse a la acción ñútante de los músculos del esquema 12c. Los aductores que están íntimamente ligados por sus aponeurosis juegan un rol importante en la estabilización del h u e s o coxal e n bipedestación : el componente de contranutación inducido por la actividad tónica de losfascículos insertos más anteriormente en la rama isquiopubiana y el componente de nutación resultante de la actividad tónica de los fascículos más posteriores y de los isquiotibiales de PM, se contrabalancean mutuamente. Esta acción de estabilización del ilíaco implica la utilización de un punto fijo inferior, lo que está de acuerdo perfectamente con la noción de e n r a i z a m i e n t o que asociamos a la A M . La noción de punto fijo es muy difícil de teorizar, particularmente para los músculos aductores, cuya fisiología es muy compleja. En efecto,estos están igualmente implicados en el valgo fisiológico de fémur en el plano frontal, también en el arco del fémur... lo que necesitaría un punto fijo superior... Volveremos a tratar este tema. El m ú s c i d o r - c í o ¡ n t e r n o l l a m a d o g r a c d i s completa los aductores en el muslo. Hemos hablado del rol que juega este músculo en sinergia con el gastrocnemio medial en el desbloqueo de rodilla. para no repetirnos, el lector puede volver a la figura 3. Observemos que este desbloqueo de rodilla tiende a favorecer el anclaje en el suelo y la utilización de un punto fijo inferior. 4 L a figura 13 nos permitirá p r e c i s a r las acciones m u s c u l a r e s que i n t e r v i e n e n e n l a formación del a r c o del fémur que observamos e n el plano sagital. Según el profesor Kapandji «Las curvas generales de los huesos de miembros inferiores traducen los esfuerzos que lesfueron aplicados» El arco longitudinal del fémur es con certeza, la resultante de esta : tensión de aplastamiento (fig 13 a 1) a la cual nosotros añadiremos la acción de los músculos aductores, cuyo despliegue en abanico en la línea áspera parece apta para reforzar ese arqueamiento. La relación entre el músculo y el hueso ya no se pone en duda: los músculos, por su tono, modelan el hueso y estimulan su crecimiento. En contrapartida, los huesos se comportan como tutores, dando punto fijo a los músculos y controlando su longitud. Nosotros hemos constatado muchas veces sobre el terreno que, en las : personas que presentan cierto grado de actividad en las cadenas A M : y PL, el fémur está netamente más arqueado que en otras tipologías. Por sus inserciones desplegadas en abanico en la totalidad de la I altura de la línea áspera en la cara posterior del fémur, los aductores cumplen con su objetivo en la estática (fig 13). Los fascículos de los aductores insertos en la parte más posterior de la rama isquiopubiana mantienen el hueso co.xal en posición vertical impidiendo la báscula anterior que se haría bajo efecto de la gravedad y por el peso del cuerpo que cae hacia adelante. Por la dirección casi vertical de sus fibras, ejercen una tensión vertical sobre la diáfisis femoral, esto va a favorecer el arqueamiento del fémur. La acción de nutación de los aductores más posteriores (a) reforzada por los isquiotibiales internos de PM, va a ser dominante sobre la acción contranutante de los fascículos superiores del aductor mayor,del aductor medio y del aductor menor (b), menos potentes. Podemos considerar que estos últimos, contrariados por la acción ñútante de los primeros, estén obligados a tomar punto fijo en el hueso coxal y puedan participar en el arqueamiento del fémur. Veremos más adelante que, en un exceso de tensión en las cadenas antero-medianas, los rectos mayores del abdomen trabajan en cuerda de arco y participan en la retrobáscula de la pelvis dando también a los aductores punto fijo en la rama isquiopubiana. Los rotadores externos de PLparticipan en el mantenimiento de la extremidad superior del fémur en rotación externa y del trocánter mayor hacia atrás. Estos datos cuestionan el punto fijo definido anteriormente, pero una escucha a nivel de los aductores confirma esta ambivalencia. Dejaremos a un lado las diferencias inherentes a la tipología, para analizar lo que estadísticamente podemos comprobar en un porcentaje considerable de sujetos: - En el tercio superior del muslo, el test de escucha revela una actividad tónica en algunos casos hacia el suelo pero con más frecuencia haciael techo, lo cual va en el sentido de lo que acabamos de desarrollar a propósito de la acción de los fascículos más anteriores. Observemos que muchos de estos fascículos tienen una orientación de fibras próximas a la horizontal, lo que favorece el trabajo en cuerda de arco. - En el tercio medio del muslo, la mano es llevada netamente hacia los pies, siguiendo aproximadamente el eje del huso femoral. Nos encontramos a este nivel en presencia de fibras de dirección vertical para las cuales la noción de punto fijo inferior es evidente. - En el tercio inferior , la tendencia es siempre hacia los pies pero también hacia el suelo. A este nivel, encontramos la rotación interna relativa de la extremidad distal del fémur. Para concluir esta problemática de punto fijo, si bien la resultante de las acciones musculares se dirigen hacia abajo, confirmando la noción de punto fijo y enraizamiento correspondiente a la AM, los aductores trabajarían además en cuerda de arco. Es decir, en nuestras maniobras de «accordages», con las que tratamos de reprogramar el punto fijo ideal para los músculos de una cadena con respecto a sus antagonistas, reprogramamos generalmente a los aductores, como los demás músculos de A M , hacia un punto fijo inferior. Una hiperactividad de la A M , que tiende a arquear demasiado el fémur, puede ser el origen de dolores periósticos en la parte anterior de la diáfisis femoral, particularmente en los niños y adolecentes F i g . 13 Vista de perfil e interna Cadenas antero-medianas 37 en períodos de «estirones de crecimiento». L a observación atenta de u n fémur revela u n a torsión l o n g i t u d i n a l b a s t a n t e m a r c a d a q u e a s o c i a , a p a r e n t e m e n t e u n a rotación e x t e r n a p r o x i m a l a u n a rotación i n t e r n a distal (fig 14 a ) . Volvamos al hecho, en m i opinión muy importante, que las fibras del fascículo inferior del aductor mayor tienen una dirección rigurosamente vertical en posición de pie; esta disposición favorece el mantenimiento del cóndilo interno al aplomo de la cima de la tuberosidad isquiática. Los músculos de la pata de ganso (sartorio, gracilis y semitendinoso) contribuyen a ello por su inserción en la tibia. En esta situación, los dos cóndilos femorales se encuentran alineados posteriormente en un mismo plano frontal. La extremidad inferior del fémur no está realmente en rotación interna, si no más bien en una posición que podemos calificar como neutra. Observemos ahora la extremidad superior de este fémur:hemos tenido la ocasión de precisar el rol de la PL en la rotación externa proximal del fémur. Esta acción es rítmica, coordinada con la respiración, en el tiempo inspiratorio los pelvitrocantéreos de PL se activan favoreciendo la rotación externa. En consecuencia podemos considerar que la torsión del fémur es la resultante de una rotación externa proximal del fémur por la cadena PL mientras que la AM mantiene la extremidad inferior en posición neutra. E x a m i n e m o s a h o r a l a c o m u n m e n t e l l a m a d a «anteversión de cuello» La mayoría de pacientes imagina que el fémur efectúa sus rotaciones alrededor de u n eje que pasa por el canal medular de la diáfisis (fig 14 b). Muchos terapeutas también han integrado esta imagen errónea, porque cuando estudiaron biomecánica aprendieron que el cuello del fémur, cuando hace rotación externa, hace una anteversión. El método G.D.S. otorga una gran importancia a la representación del cuerpo, a la imagen justa del cuerpo, para tomar conciencia y obtener una óptima autogestión en el día a día. La imagen de la figura 14 b es una imagen falsa, e incluso desestructurante en la medida «a F i g . 14 Cadenas antero-medianas 39 que la anteversión del cuello equivale a una expulsión anterior de la cabeza femoral de su cotilo. E l fémur efectúa s u s rotaciones alrededor de u n eje que u n e el centro de l a cabeza femoral a u n punto situado entre los cóndilos femorales (fig. 14 c ) . En consecuencia, lo que clásicamente se considera como una anteversión de cuello no existe, corresponde más bien a un retroceso del trocánter mayor dado por la rotación externa proximal del fémur, realizada por PL. Integrando la imagen de esta rotación externa fisiológica del fémur, la cabeza del fémur está perfectamente coaptada, favoreciendo una mejor estabilidad pélvica y lógicamente una óptima fisiología de la articulación coxofemoral. c o i n e t i c i ó n e n t r e y l a s c a d e n a s ^ 1 ^WF postero-laterales, esta competición obliga a u n H I reparto de terri torio que n o corresponde a l a •JLl . fisiología ideal. En caso de exceso de tensión en las cadenas A M , no es difícil sentir la tensión de los aductores y en este caso se vuelven aductores permanentes, cerrando los muslos y oponiéndose a toda tentativa de abducción de las coxofemorales (1). Esta aducción coxofemoral permanente es molesta para la PL, particularmente en la marcha y más aún en la carrera. La cadena PL se recupera a nivel de la pierna por medio de la bandeleta i l iotibial sostenida, como sabemos, por las fibras superficiales del glúteo mayor. El resultado es una abducción del esqueleto de la pierna por esta PL (2). La PM añade muchas veces un recurvatum. El genu-valgo, que por definición es una desalineación en el plano frontal, no debe ser confundido con el falso valgo que encontramos en los terrenos A L : En nuestro caso, la aducción de fémur se hace en el plano frontal y se acompaña en general de una rotación externa. Los muslos están en contacto en toda su altura. F i g . 15 Cadenas antero-medianas 4 1 En el caso de una AL, todo ocurre en el plano horizontal. La rotación interna de las coxofemorales es el origen de la aproximación de las rodillas y la parte superior de los muslos no están en contacto. j u e g a n i i i i r o l p o s i t i v o e n l a d e l hueso coxaL n o o b s t a n t e > ele l e n s i ó n exagerada, t e n e r . í s a n ive l de la snifísi»* p i i b i a n i n E l p r i m e r e s q u e m a de esta figura i l u s t r a u n caso de tensión excesiva e n l a s cadenas antero-medianas. Los músculos del p e ; ; retraídos mantienen los isquiones muy aproximados, mientras que los i . trabajan en cuerda de arco tirando de la sínfisis pubiana hacia arriba. Los aductores tienen ahora un punto fijo ideal para aducir el fémur e instalar el genu-valgo cuyo mecanismo está detallado en la figura 15- E l segundo e s q u e m a i l u s t r a el resultado de u n a escalada de tensión entre las cadenas postero-laterales y antero- m e d i a n a s . En caso de fuerte actividad en las cadenas postero-laterales, el glúteo medio instala una abducción de fémur mientras que el cuadrado femoral separa los isquiones. La abducción de fémur por el glúteo medio suscita la reactividad de los aductores. Oponiéndose a esta abducción, los fascículos más anteriores pueden, en algunos casos, t irar exageradamente de la sínfisis y hacer un bostezo inferior produciendo la aparición de pubalgias. 2. Bostezo inferior de la sínfisis pubiana por los aductores reactivos a una PL excesiva La A M está representada en la pelvis p o r el i s t r i i i é , a l q u e , músculo que ya fue mencionado como m i x t o P L - A M en el t o m o de cadenas relaciónales PL. E l periné ocupa la residencia de la A M y se comporta como u n s e g u n d o d i a f r a g m a , en fase con el diafragma torácico de PA-AP, como lo veremos mientras conserve su l i b e r t a d de adaptación. está situado en el interior de la pelvis, pero mucho más alto de lo que generalmente nos imaginamos, sobre todo para las inserciones de los músculos que están en el plano más profundo (o superior) llamado comúnmente diafragma pélvico. Presenta la forma de una copa ( i ) . Entre las diferentes formas de hacer los test de periné, una de ellas consiste en hacer una palpación buscando con losdedos el interior de los isquiones. Si el periné está relajado los dedos pueden penetrar profundamente en los tejidos de esta región ( i a), pero, durante la contracción activa del periné o simplemente del esfínter anal, los dedos son empujados hacia la superficie. Este fenómeno parece contradecir la lógica anatómica, que nos haría pensar lo contrario, es decir que la penetración tendría que estar facilitada por el ascenso del centro del periné. Lo que ocurre en realidad es que su aponeurosis superficial que se inserta en los isquiones, se pone en tensión al realizar el ascenso del periné y empuja los dedos. El tercer esquema pone en evidencia el m a r c o óseo que delimita F i g . 17 1. Localización del periné 2. Efectos de la contracción del periné en las aponeurosis superficiales el espacio ocupado p o r el periné. Este espacio está delimitado en su parte posterior por el sacro, en suporte anterior por elpubis y lateralmente por los isquiones. Podemos esquematizarlo con un rombo dividido en dos triángulos trazando una línea que une los dos isquiones a la altura de la región fibrosa central del periné llamada núcleo fibroso central. El triángulo posterior respecto a esta línea contiene el esfínter anal, toma el nombre de triángulo anal, mientras que el anterior, que contiene la uretra y en la mujer la hendidura vaginal, es llamado triángulo urogenital. ) e n l i e se t i i s p o n e n e n finura i l u s t r a estos p lanos •¡i pe lv is . E l periné está c o n s t i t u i d o por varios músculos repartidos en tres planos: profiindo, medio y superficial. Considerando el hombre en bipedestación podemos decir también: superior, medio e inferior. El plano profundo o superior está en contacto con las visceras de la pelvis menor y ocupa los dos triángulos definidos en la figura precedente. El plano medio, situado por debajo, está presente sólo en el triángulo anterior. El plano superficial o inferior ocupa otra vez los dos triángulos. Está en contacto con la aponeurosis superficial, aponeurosis que está en contacto con la capa profunda de la piel de la que hablamos en la figura 17. En este mismo esquema, localizamos el recto, la vagina, el útero y la vegiga. La vista inferior muestra la totalidad de estos músculos que responden al contenido de la pelvis menor (a). F i g . 18 Los diferentes planos del periné Plano profundo Plano medio Plano superficial ^ « Cadenas antero-medianas 47 El músculo . presenta dos porciones: e l pul ió- se extiende desde la cara posterior del pubis por delante, hasta el esfínter anal y el rafe ano-coxígeo por debajo y detrás. Sus fibras, más posteriores contornean el esfínter anal por detrás y le permiten atraerlo hacia arriba. Las fibras que vienen del pubis y que se unen al coxis por detrás, se prolongan en el ligamento sacrocoxígeo anterior, estas fibras ejercen el rol de ligamento activo del mismo (b). La implicación de este músculo en los bloqueos del coxis en «anzuelo» es evidente. despliega sus fibras lateralemente en abanico, desde el rafe ano-coxígeo y los bordes laterales de las dos vértebras coxígeas por detrás, hacia la cara medial de la espina ciática y la aponeurosis del obturador interno por fuera y la cara posterior del pubis por delante. Las fibras tendinosas laterales de este músculo se confunden con la aponeurosis del obturador interno de PL y remontan prácticamente hasta la línea arqueada (c). se extiende desde el borde anterior de las vértebras coxígeas y también de la última sacra, hasta la cara interna de la espina ciática, está muy próximo al ligamento sacrociático actuando como ligamento activo del mismo. Estos músculos intervienen profundamente en la fisiología del coxis fijándolo casi siempre en flexión. Este bloqueo del coxis en flexión en algunos casos es de origen traumático pero con mucha más frecuencia corresponde a una huella secundaria de una A M que trata de recuperar su longitud cuando la cadena PM en exceso a fijado el sacro en posición horizontal. T . o te « s u e l o í\ • . n o m b r e cié 'i I • ' I 1 ., ^ No cuestionamos la idea de que el periné juega un rol de contención de los elementos de la pelvis menor, no obstante, no pensamos que su potenciación sea necesaria a todo precio, salvo si imagináramos que el contenido de la cavidad abdominal y de la pelvis F i g . 1 9 E l plano profundo del periné o diafragma pélvico Cadenas antero-medianas 49 menor apoyaran pasivamente sobre él bajo la acción de la gravedad. La realidad es muy diferente porque las visceras abdominales están suspendidas por diferentes ligamentos, o bien al esqueleto axial o bien directamente al diafragma. La vejiga, el recto y el útero contenidos en la pelvis menor son extra-peritoneales y están todos suspendidos al marco óseo de la pelvis. ( fig 20a). El peritoneo que tapiza las paredes de la cavidad abdominal y a la vez contiene los órganos y visceras abdominales, delimita una cavidad herméticamente cerrada conteniendo órganos y visceras huecas. La contracción diafragmática, que en un primer tiempo se acompaña de un descenso del centro frénico, favorece una compresión de esta cavidad cuyo volumen es empujado hacia abajo y debería ganar la pelvis menor y en consecuencia también el periné. No obstante, haciendo una atenta observación, hemos podido constatar que todo está previsto para minimizar la propagación de la presión en la pelvis menor. La primera constatación es que los órganos de la pelvis menor son extra-peritoneales es decir, en el exterior del «balón compresible» definido precedentemente (fig 20 a y b). La segunda es que la cavidad correspondiente a la pelvis menor no está en la prolongación del «cilindro» abdominal, sino desplazada hacia atrás (fig 20 a y b). Esta disposición anatómica hace que la presión sea dirigida principalmente hacia el pubis. Examinemos ahora la fisiología del músculo transverso del abdomen que es un músculo de PA. Es el único músculo abdominal que tapiza la totalidad del contorno abdominal y que presenta fibras dispuestas horizontalmente. Recordemos también que elperitoneo parietal está adherido a su aponeurosis. Este músculo está perfectamente bien ubicado para contener el contenido abdominal y controlar los aumentos de presión inducidas por las contracciones diafragmáticas. En condiciones fisiológicas ideales de estática y de modo respiratorio, que serán abordados en el libro consagrado a las cadenas postero-anteriores y antero- posteriores, veremos que el transverso del abdomen no sólo contiene esta presión sino que además asegura un buen reparto de la presión, dirigiéndola hacia arriba, hacia la cúpula diafragmática. Una relativa tonicidad del transverso del abdomen es siempre conveniente, pero, a la inversa una tonicidad exagerada de los abdominales va a aumentar la hiperpresión intra-abdominal , Cadenas antero-medianas 51 teniendo como única p o s i b i l i d a d i n v a d i r la pelvis menor, perturbando la fisiología del diafragma pélvico. Esta situación ha motivado la aplicación de las técnicas de «reeducación abdominal hipopresiva». C o m o l a totalidad de l a c o l u m n a vertebral , v a a a s u m i r , a distancia, los efectos de l a respiración diafragmática (fig 2 0 c ) : En cada inspiración, el sacro es llevado hacia atrás al mismo tiempo que la columna lumbar ve disminuir su lordosis. En cada espiración, el sacro es llevado en flexión anterior al mismo tiempo que la lordosis lumbar se reinstala. Hacer el test de la «respiración sacra» nos permite afinar el diagnóstico, porque todo esto es posible siempre que ninguna tensión muscular viene a bloquear la libertad del sacro. El coxis es con frecuencia considerado como un simple vestigio de una cola desaparecida hace millones de años, pero en realidad no es así, puesto que l a articulación sacro-coxígea j u e g a u n r o l de j u n t a de elasticidad p a r a el s a c r o: permite a éste modificar rítmicamente su posición minimizando las tensiones, y protege el periné de una distensión muy importante;de esta manera el periné puede adaptarse a la alternancia de presiones resultantes de la actividad diafragmática, pero con una actividad tónica moderada ( Fig 20 c). Esta adaptabilidad depende mucho más de la libertad que de la potenciación de su tonicidad. Volveremos a tratar este tema en el capítulo de incontinencias urinarias. No es íiie de A M q u i e n debe c o n t r o l a r l a posición del sacro, sino el músculo glúteo mayor profundo de P M . Es corriente ver representar el «suelo pélvico» como un trazo de unión entre las cadenas posteriores y las cadenas anteriores. Esta visión es justa durante la primera parte del desarrollo del bebé, período que precede al enderezamiento del tronco y a la marcha. Podemos considerar que también puede ocurrir en la edad adulta, pero es un error que hace pensar que el periné tiene un papel en la posición del sacro. Esto ocurre en caso de exceso de actividad de la cadena posterior pero nunca en un esquema fisiológico. El músculo glúteo mayor profundo de la cadena PM es quien debe controlar la posición del sacro; recordemos que la posición de la sacroilíaca (en vilo) tiende a llevar al sacro hacia adelante y hacia la horizontal. Es decir que el glúteo mayor para llevar a cabo su función útil debe trabajar con punto fijo inferior, en muchos casos no existe este esquema fisiológico, principalmente cuando hay exceso de tensión en las cadenas postero-medianas a la cual pertenecen las fibras profundas del glúteo mayor. La función del glúteo mayor fibras profundas será desarrollado en el libro consagrado a las cadenas postero-medianas. » ' :^ .)(» } ) i i i . " • •. Nace en la cara anterior del sacro entre los agujeros sacros a la altura de la segunda, tercera y cuarta vértebras sacras (b). Envía fibras a la cara anterior del ligamento sacroisquiático (ci) y también al hueso ilíaco en la parte superior de la escotadura ciática mayor (c 2). Sale de la pelvis por la escotadura ciática mayor y termina en borde superior del trocánter mayor (c). E s t e músculo es mixto de P L y de A M : por sus inserciones sacras, se asemeja al periné de AM mientras que, por su inserción femoral,se asemeja más a los otros pelvitrocantéreos de PL. Este tema ha sido desarrollado en el tomo consagrado a las cadenas postero-laterales. En el esquema asimétrico fisiológico del cuerpo, del cual también hemos hablado, el músculo piriforme asocia la cadena AM que domina a la derecha con la cadena PL que domina a la izquierda. Por sus relaciones con el ligamento sacroisquiático, la dirección de las fibras y su acción ñútante sobre el sacro, puede ser considerado como u n l igamento activo de l a articulación sacroilíaca y E l contro l de la posición del sacro debe ser realizada por el músculo glúteo mayor y nunca j a m á s p o r el periné. c. E l músculo piriforme ligamento activo de la sacroilíaca d e l l i g a m e n t o sacroisquiático. E l p i r i f o r m e e s t a m b i é n u n guardián d e l periné, lo protege de toda f o r m a de distensión. Con demasiada frecuencia se considera al p i r i f o r m e como causal, y s in embargo en la mayoría de los casos es reactivo a u n a nutación excesiva del sacro p o r u n a P M , también puede ser reactivo a u n a hiper-presión en la pelvis m e n o r . E n estos casos a u m e n t a su t o n o para poder cerrar la p inza sacro-ilíaca, o proteger al periné dándole l o n g i t u d . E n los casos de «ciatalgias premenstruales» el p i r i f o r m e entra en espasmo de defensa ante la presión ejercida sobre el d iafragma pélvico p o r el aumento de v o l u m e n y peso de l útero antes de la m e n s t r u a c i ó n , p a r t i c u l a r m e n t e en las m u j e r e s cuyo sacro está t ipológicame colocado en nutación. Lo m i s m o ocurre en algunos sujetos con estreñimiento crónico de tipología muy en AL cuya p a r e d a b d o m i n a l está fuertemente contraída. Esto explica el porqué las zonas reflejas correspondientes a l e s t r e ñ i m i e n t o , a l g u n o s a u t o r e s las u b i c a n e n l a r e g i ó n correspondiente a los p i r i f o r m e s . La presencia de u n fibroma o de u n t u m o r pueden p r o d u c i r también en algunos casos ciatalgias recidivantes. L o s i t i ú s c w l o s d e l p e r i n é y e l p i r i f o r m e i n f I t i j e n e n i a p o s i c i ó n d e l s a c r o y d e l c o x i s - L a figura 2 3 a i l u s t r a l a acción e x c e s i v a d e A M a n i v e l d e l a p e l v i s : las acciones bilaterales combinadas de los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l , coxígeos y p i r i f o r m e s l l e v a n a u n a fijación del sacro en contranutación y del coxis en flexión. E l sacro p i e r d e entonces su l i b e r t a d , esto puede ser fáci lmente puesto en evidencia haciendo el test «respiración sacra» de la que hablamos en la figura 2 0 . E n el caso de u n a A M excesiva, el sacro se fija en posición de inspiración sin posibilidad se volver a la flexión anterior correspondiente a la espiración. L a figura 2 3 b üustra u n r e p a r t o d e t e r r i t o r i o m u y fi'ecuente e n t r e l a s c a d e n a s P o s t e r o - m e d i a n a s y A n t e r o - m e d i a m i s : los paravertebrales en u n a P M excesiva l levan el sacro a nutación. Los m ú s c u l o s p u b o r e c t a l y c o x í g e o de A M , d i s t e n d i d o s p o r la Vista endopélvica de perfil apertura de la p inza sacro-ilíaca, recuperan el coxis y lo l levan a u n a posición de flexión. Este caso es extremadamente frecuente, y nos parece m u y i m p o r t a n t e verificar la posición del sacro antes de aplicar ninguna técnica en el coxis. Las lesionespost-traumáticas en flexión del coxis llamadas«coxis en anzuelo», son el resultado de un aumento de tono de los músculos coxígeos y puborectales con la finalidad de protección de u n coxis lesionado. Hemos mencionado en la figura 19b, la existencia de expansiones de los músculos puborectales sobre los l igamentos sacrocoxígeos anteriores const i tuyendo los l igamentos activos de estos. E n los dos esquemas, vemos con c lar idad que el músculo coxígeo «dobla» al ligamento sacrociático p o r d e n t r o , este músculo es el ligamento activo f recuentemente c o n f u n d i d o en la palpación. La sensación de relajación cuando realizamos u n a técnica de presiones i n h i b i t o r i a s a n ive l del l igamento, es en real idad signo de que hemos relajado el músculo coxígeo. s t a c i ó i i . e s t o r i , m á s e n t r e l a s ' •'- ' — E n la c o n t r a n u t a c i ó n i n d u c i d a p o r A M , el sacro se verticaliza. M i e n t r a s que su e x t r e m i d a d avanza, su p l a t i l l o retrocede entre los ilíacos (a). Las articulaciones sacroilíacas no son paralelas sino que divergen hacia adelante, en consecuencia, el sacro se encastra entre los Uíacos cuando retrocede entre ambos (h). Este encastramiento del sacro t iene p o r efecto separar las espinas ilíacas posteriores y superiores p o r detrás y a la vez va a aumentar el apoyo del pubis por delante ( b ) . Es posible apreciar el grado de verticalización y de encastramiento del sacro, p o r la posición de algunas referencias óseas representadas en c : La distancia entre dos verticales tangentes al b o r d e i n t e r n o de las espinas üíacas posteriores y superiores, nos i n f o r m a sobre el grado de encastramiento del sacro entre los ilíacos. M a d a m e Godelieve Denys-Struyf h a evaluado S a c r o perfi l i z q u i e r d o a. Contranutación del sacro por A M b. Cuando se verticaliza, el sacro se encastra entre los ilíacos. P e l v i s v i s t a s u p e r i o r P e l v i s v i s t a p o s t e r i o r A • V • c. Modificaciones de las referencias de la p e h i s específicas de una contranutación sacro-ilíacaestadísticamente la distancia m e d i a e n t r e 9 y 9 , 5 c m . Más de 9,5 cm. corresponde pues a un encastramiento del sacro. La distancia entre la tangente al borde m á s i n f e r i o r de la espina ilíaca postero-superior y la tangente al ángulo infero- latera l de l sacro nos i n f o r m a sobre el grado de verticalización de l sacro. Esta distancia m e d i a debe equivaler a c u a t r o t r a v e s e s d e d e d o s d e l p a c i e n t e . Una distancia mayor revela una verticalización del sacro. r l - • • ^ = , >>• l , ^ . . . . t • - La combinación entre A M y A L es frecuenle: i u i i r i a i i u t a ci íHcr(i. mientras que A L c o n t r a n u t a el i l íaco. La espina ilíaca postero-superior está ascendida mientras que el ángulo infero- lateral del sacro está descendido. Los l igamentos sacroilíacos posteriores están distendidos y producen algias. E n este caso, no es r a r o encontrar a la palpación la presencia de nodulos que se desplazan a la presión y j u s t i f i c a n las algias. - c - ! = F — L a pelvis es la residencia de la A M representada p o r los músculos de l periné, hemos v is to las diferentes acciones en la estática pelviana. Esto puede explicar la f o r m a que en general presenta del sacro, es decir, g lobalmente en cifosis. Podemos pensar que la act iv idad de los músculos del periné en el bebé empieza a moldear m u y t e m p r a n o el sacro en el sentido de la cifosis. Pero, aquí también, todo es cuestión de e q u i l i b r i o y se puede constatar que todos los sacros no t i e n e n la m i s m a f o r m a ; vamos a F i g . 2 5 Cadenas antero-medianas 61 volver sobre lo que ha sido descripto en relación a este t e m a en el l i b r o «Nociones de Base» del m é t o d o G.D.S.: E l sacro revela p o r su f o r m a , algunos trazos de l proyecto genético del i n d i v i d u o . L a f i g u r a 2 6 e s t a b l e c e u n a c o m p a r a c i ó n e n t r e d o s morfologías s a c r a s d i f e r e n t e s . E n lo que concierne al s a c r o que calificamos de n e u t r o (a y b ) , las dos primeras vértebras sacras ( S i y S2) están alineadas una con respecto a la otra. E n el caso de s a c r o e n c i f o s i s (a y c), las dos primeras vértebras sacras están en flexión anterior una con respecto a la otra. Estos dos sacros están v o l u n t a r i a m e n t e colocados en u n a posición de inclinación ideal del platillo sacro t a l como está def inido p o r e l ángulo d e de Séze. E l grado de inclinación del p l a t i l l o sacro es i m p o r t a n t e en la m e d i d a en que su valor va a depender de la f o r m a en que el sacro recibe a la c o l u m n a vertebra l , especialmente a L5. La angulación ideal ha sido d e t e r m i n a d a alrededor de 34°. E n estas condiciones, la transmisión de fuerzas realizadas p o r la c o l u m n a ver tebra l sobre el p l a t i l l o sacro, se hará de u n a f o r m a que asegura estabi l idad y a m o r t i g u a c i ó n : - U n p l a t i l l o m u y h o r i z o n t a l favorecerá la estabi l idad pero al precio de u n a g r a n compresión de l disco L5-S1. ' - A la inversa, u n p l a t i l l o m u y i n c l i n a d o producirá u n a inestabi l idad de L5 sobre S i , incluso u n a antelistesis. Recordemos también que la supervivencia del disco L5-S1 depende de su grado de cuneiformización : - N o suficiente cuneiformización favorece la compresión discal y la h e r n i a p o r vía posterior , mientras que u n exceso de cuneiformización puede l levar a u n a r u p t u r a de fibras anteriores del ánulus y a la h e r n i a p o r vía anter ior . T a m b i é n e s i n t e r e s a n t e c o m p a r a r l o s á n g u l o s d e conformación d e l p r o m o n t o r i o d e l s a c r o b y c . D e t e r m i n a m o s este ángulo haciendo cruzar u n a línea tangente al p l a t i l l o sacro con otra tangente a la parte anter ior del cuerpo de S i . Es diferente de u n sujeto a o t r o y además no cambia. E n el caso de xm sacro en cifosis que calificamos de t i p o A M , este ángulo de conformación es generalmente más obtuso que en el caso de un c. Sacro cifosado AM sacro neutro, representado en b. Esto tendrá consecuencias en la inclinación general del cuerpo del sacro con respecto al p l a t i l l o , es decir en su posición global en el espacio. Comparemos u n sacro neutro y u n sacro cifosado cuyos p lat i l los t i e n e n la inclinación ideal con respecto a la h o r i z o n t a l t a l como lo define el ángulo de de S é z e : el sacro cifosado, que presenta u n ángulo de conformación m á s obtuso, es globalmente más vertical que el sacro n e u t r o con u n ángulo de conformación más agudo. Esta constatación nos l leva a pensar que algunos sacros tienen, desde el principio, una forma enAM, más propicia a una posición en AM. Volveremos a hablar de este t e m a en la figura siguiente. E l profesor Delmas, también ha observado diferencias morfológicas del sacro que asocia a tipologías vertebrales específicas. Observó p r i n c i p a l m e n t e las articulaciones sacro-ilíacas p o n i e n d o en evidencia diferentes formas: - A r t i c u l a c i o n e s en f o r m a de «habichuela», de t i p o anfiartrosis , fuertemente engranadas, pobres en cartílago y poco predispuestas al m o v i m i e n t o . Este t i p o de articulación corresponderían a u n sacro en cifosis de t i p o A M . A la inversa, describe articulaciones en f o r m a de escuadra, en «riel cóncavo, r i e l convexo» de t i p o Faraboeuf, b i e n provistas de cartílago y b i e n predispuestas al m o v i m i e n t o . Estas últ imas corresponderían mas b i e n a sacros arqueados de t i p o P M . Las dos fotos de sacros cifosado y neutro i l u s t r a n estas diferencias. H e m o s t e n i d o la p o s i b i l i d a d de poder observar u n a g r a n cant idad de sacros que los antropólogos p u s i e r o n a nuestra disposic ión, gracias a l o cual, hemos p o d i d o verif icar las diferentes morfologías de sacro y de articulaciones sacro-ilíacas que nos p e r m i t i e r o n hacer esta detal lada descripción. Estas diferencias existen a m e n u d o , aún cuando estos caracteres, no estén s iempre presentes en u n m i s m o sacro. : í \ i s te i i d i f e r e n t e ^ • • ( " Í H Í Í J s a c r o i ' s t a p r e \ i - . < ítr ü i i a > o s í c i ó í i q u e e^tit ( ~ l e b a s e . A q u í nos e n c o n t r a m o s c o n f r o n t a d o s a u n p r o b l e m a difícil, que es, resolver la frontera entre lo genético y l o a d q u i r i d o . La inf luencia de las tensiones musculares sobre la f o r m a del hueso es algo que ya no se discute, no obstante n o debemos i g n o r a r l a programación genética y el sacro es u n e jemplo concreto. En consecuencia hay que aceptar la idea de un esquemafisiológico ideal, pero a la vez admitir la pluralidad, ligada a las tipologías e investigar lo que es conveniente para cada tipología. E n este o r d e n de ideas, u n sacro cifosado está previsto para estar colocado ver t ica lmente en A M sin que ello afecte la transmisión de fuerzas desde la c o l u m n a v e r t e b r a l al platillo sacro, mientras l a inclinación del p lat i f lo sacro sea correcta (Fig 27 a). La figura 27 b i l u s t r a el caso de u n sacro t ipológicamente A M pero en posición h o r i z o n t a l debido a u n a P M excesiva. La inclinación del p l a t i l l o sacro es aquí m u c h o más i m p o r t a n t e para rec ib ir correctamente la q u i n t a l u m b a r y el peso t r a n s m i t i d o p o r la t o t a l i d a d de la c o l u m n a vertebra l . Este caso, donde el riesgo de antelistesis de L5 es muy importante, es bastante frecuente en consulta, p a r t i c u l a r m e n t e en adolecentes que pract ican deportes de competición, pues insta lan u n a P M excesiva en su afán de superación y competición permanente . E n conclusión, hay que tener en cuenta que cada caso es único y que el objet ivo no esponer a t o d o el m u n d o en el m i s m o m o l d e , a l contrar io , p e r m i t i r a cada u n o realizar sus propios potenciales; dicho de o tra manera , estar de acuerdo con su p r o p i o proyecto genético. Sacros de perfil 34° Angulo de inclinación del p la t i l lo sacro ideal a . S a c r o c i f o s a d o p o s i c i o n a d o e n P M L o s m ú s c u l o s p i r i f o r K i e s f e n f o r i r i a a s i m é t r i c a y e s t á n d i r e c l a i i i c a d o s e n l a r o t a c i ó n d e l s a c r o . L a figura 2 8 a i l u s t r a l a acción asimétrica d e l o s m ú s c u l o s p i r i f o r m e s a n i v e l d e l a p e l v i s . Recordemos que estos músculos son m i x t o s es decir que pertenecen a la vez a las cadenas antero-medianas y de las cadenas postero- laterales. Recordemos también el esquema asimétrico fisiológico de la pelvis del cual hemos t r a t a d o en dos ocasiones anteriores, en los t o m o s correspondientes a las cadenas antero-laterales y postero-laterales: el p i r i f o r m e derecho t o m a p u n t o fijo en el fémur m a n t e n i d o en rotación i n t e r n a p o r las fibras m á s anteriores del glúteo m e n o r y medio . Se c o m p o r t a como u n músculo de A M y se asocia con esta última que d o m i n a a la derecha en u n esquema asimétrico fisiológico. E l p i r i f o r m e izquierdo t o m a p u n t o fijo en el sacro y l leva el fémur a rotación externa. Se c o m p o r t a como los pelvitrocantéreos de P L a la cual se asocia. P L d o m i n a a la izquierda. L a figura 2 8 b i l u s t r a e s t a asimetría d e f u n c i o n a m i e n t o e n e l p l a n o h o r i z o n t a l ; m u e s t r a l a rotación d e l s a c r o h a c i a l a i z q u i e r d a i n d u c i d a p o r e l p i r i f o r m e d e r e c h o . Esta rotación izquierda del sacro está presente alrededor de 90% de casos, este porcentaje también corresponde a la asimetría fisiológica de la pelvis con la cual está relacionada. H e m o s r e p r o d u c i d o v o l u n t a r i a m e n t e , en la m i s m a figura 24b, la contranutación y el despliegue üíaco debido al d o m i n i o de A L a la derecha, como también la nutación y el repliegue delUíaco izquierdo debido al d o m i n i o de P L a la izquierda. E n cuanto a l a rotación de l fémur, a pesar de l d o m i n i o de A L , r o t a d o r a i n t e r n a a l a derecha y de l a P L r e t a d o r a e x t e m a a l a izquierda, es frecuente encontrar una rotación extema de fémur más importante a la derecha, l o que podría hacer pensar en u n a inversión del esquema fisiológico, s in embargo en este caso, se debe a una tensión excesiva del p i r i f o r m e derecho, casi s iempre asociada a u n a fuerte rotación del sacro hacia la i zquierda, señalando u n trabajo en cuerda de arco del p i r i f o r m e trabajando d e n t r o de u n marco A M . F i g . 2 8 Pehis a. Los piriformes funcionan en forma asimétrica fltí S'l b.El piriforme derecho hace girar el sacro hacia la izquierda i niúsüulos del p e r i n é > ixígeos estaii i p \ E l coxígeo s e i n s e r t a t a m b i é n e n l a s d o s últ imas vértebras s a c r a s ( F i g 2 9 a ) , e s t o e x p l i c a s u participación e n l a rotación d e l s a c r o c o n e l p i r i f o r m e . Es interesante, cuando hacemos el test de posición de l sacro, ver la diferencia entre u n a rotación del sacro m á s marcada en su parte superior que en su parte in fer ior . Consideramos en ambos casos que la rotación se realiza en u n eje l o n g i t u d i n a l , para l o cual descartamos previamente la p o s i b i l i d a d de u n a rotación en u n eje oblicuo, de la cual h a b l a r e m o s en n u e s t r o es tudio de las cadenas postero- medianas. E l hecho de que la rotación del sacro sea más importante en su parte superior nos indicaría un problema de distorsión ilíaca, ( A L derecha y P L izquierda) o a u n problema de piriforme . E l hecho de que la rotación del sacro esté más marcada en su parte inferior, j u s t o p o r encima del ángulo infero- latera l , señala la participación del músculo coxígeo, e incluso de un hemi-periné. L a tensión u n i l a t e r a l d e l m ú s c u l o coxígeo q u e s e i n s e r t a s o b r e t o d o e n e l b o r d e l a t e r a l y l a c a r a a n t e r i o r d e l a s vértebras coxígeas f a v o r e c e l a rotación d e l c o x i s d e l l a d o o p u e s t o ( f ig 29 a y b ) . E l músculo puborecta l puede también estar i m p l i c a d o ( b ) . H e m o s elegido v o l u n t a r i a m e n t e i lus trar una rotación del coxis hacia la izquierda, correspondiente al esquema asimétrico m á s frecuente de la pelvis, no obstante, p o r el juego de acción y reacción enfre las cadenas, no es raro encontrar u n a rotación hacia la derecha muchas veces independiente de la rotación del sacro. J e ^ p e r i ñ e c«1 m p r e n d e --^ K rso p r o ñ i n d c ) d e l p c i i i i é E l p l a n o m e d i o d e l p e r i n é m a s c u l i n o r e p r e s e n t a d o e n l a figura 3 0 a está c o n s t i t u i d o p o r d o s m ú s c u l o s : Hlg. 29 Pelvis vista anterior a. E l piriforme y el coxígeo Pelvis vista inferior Adelante Atrás b. E l coxígeo derecho hace rotar el coxis hacia la izquierda Sínfisis pubiana F i g . 3 0 Proceso isquiático a. Plano medio del periné masculino b.Plano medio del periné femenino Cadenas antero-medianas 71 i • o d e l p e r i n é , se extiende de la cara m e d i a l del proceso isquiático al núcleo fibroso central del periné que resulta de la unión de las fibras de ambos transversos. Controla la separación del isquion y se opone d i r e c t a m e n t e al músculo c u a d r a d o f e m o r a l d e P L . , como su n o m b r e lo indica , o b t u r a la uretra . L a figura 3 0 b i l u s t r a e l p l a n o m e d i o d e l periné f e m e n i n o . e n c o n t r a m o s los dos m ú s c u l o s , pero , c o n t r a r i a m e n t e al per iné mascul ino, el esfinter de la uretra no está unido al núcleo fibroso central del periné, sino que está aislado p o r delante de la h e n d i d u r a vaginal . Esta p a r t i c u l a r i d a d anatómica parece j u g a r u n r o l para que el esfínter sea m á s frágil en la m u j e r que en el h o m b r e . m E s t a figura i l u s t r a h u e s o s ilíacos e n posición A M . Los isquiones se aproximan b a j o l a a c c i ó n de los m ú s c u l o s ob l igando a las ramas isquiopubianas a sagitalizarse. E n caso de u n cierre m u y i m p o r t a n t e puede l legar a p r o d u c i r un bostezo superior de la sínfisis pubiana y c o n s t i t u i r un terreno favorable a una forma específica depubalgia. Es mucho más corriente encontrar una rama isquiopubiana derecha, donde domina la AM, más sagital que a la izquierda, donde d o m i n a la P L ; n o obstante, en el juego de acción-reacción entre las cadenas, t o d o es posible, es decir es posible encontrar lo inverso. E l repliegue caudal se a c o m p a ñ a de u n despliegue de las alas ilíacas en el plano frontal, suceptible de poner en tensión los ligamentos iliolumbares representados en el esquema 29 a. Su distensión puede desencadenar la reacción de un cuadrado lumbar que es su ligamento activo. Fig. 31 Ligamentos i l iolumbares a. Repliegue caudal de los ilíacos por A M a. Radiografía de una pehis en Cadenas antero-medianas 73 L a figura 3 2 a i l u s t r a e l c o n t r o l fisiológico d e P L s o b r e A M : P L t i e n e s u d o m i n i o a n i v e l c o x o f e m o r a l , e n l a p e l v i s , q u e e s l a r e s i d e n c i a d e A M . Los m ú s c u l o s c u a d r a d o s f e m o r a l e s d e P L i m p i d e n a los músculos t r a n s v e r s o s del p e r i n é d e A M , cerrar exageradamente los isquiones; t o d o es cuestión de e q u i l i b r i o , ese c o n t r o l no debe volverse dominación. L a figura 3 2 b p o n e e n e v i d e n c i a u n d o m i n i
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