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TEMA 17 - LOS MILAGROS DE JESÚS

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1. ¿Qué es un milagro? 
Los milagros de Jesús son signos del 
Reino, signos de que Dios desea el bien 
de los hombres, signos de liberación de 
todas las ataduras que impiden al 
hombre realizarse como persona según 
el plan de Dios, signos que ayudan a los 
hombres a creer más en Él. 
Los relatos sobre milagros de Jesús son 
numerosos en los Evangelios, ocupan 
una parte muy importante y dan a la 
figura y a la personalidad de Jesús un 
rasgo característico. No sería razonable 
descartar a priori la existencia de los 
milagros sólo porque no se pueden observar, analizar y explicar científicamente. Vamos a ver qué parte 
ocupan en cada evangelio. Divididos en grupos para valorar el siguiente cuadro. 
 
PRINCIPALES MILAGROS DE JESÚS 
 
 
 
 
Milagros 
 
Sujeto o acción del «signo» 
Curaciones • El criado de un capitán Un paralítico 
• Un hombre con el brazo atrofiado La hija de la cananea 
• Niño epiléptico Ciegos 
• Diez leprosos 
Resurrecciones • Hija de Jairo Hijo de la viuda de Naín 
• Lázaro 
Expulsión 
de demonios 
• Endemoniados de Gerasa Endemoniado ciego y mudo 
• Endemoniado de Cafarnaún 
Actuaciones sobre 
la naturaleza 
• Calma el temporal Cambia el agua en vino 
• Pesca milagrosa Multiplicación de los panes 
• Las bodas de Caná 
3. ¿Por qué hacía milagros Jesús? 
Los hace para: • Anunciar el Reino de Dios, • Llamar a la conversión. • Fortalecer la fe de los que 
confían ya en él. 
4. ¿Qué busca con los milagros? 
a) Liberación de todo lo que deshumaniza: Marginación, enfermedad, pecado, mal y muerte. 
b) Salvación de todo el hombre 
No los hace para: 
Buscar fama o prestigio, atraerse el favor de sus enemigos, demostrar o probar su divinidad, forzar a creer 
en él no busco su propio provecho. 
 
 
 
 
 
 
MATEO 14, 13-21 
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se marchó de allí en barca a un sitio 
tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar vio Jesús 
el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: 
Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren 
de comer. Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer. Ellos le replicaron: Si 
aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces. Les dijo: "Traédmelos". Mandó a la gente que se 
recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la 
bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente: Comieron 
todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil 
hombres, sin contar mujeres y niños. 
 
¿SABES CUÁL ES EL SECRETO DEL ÉXITO?... 
Hace unos meses un amigo mío me envió un mensaje titulado: “¿En manos de quién?”, y decía así: “¡Todo 
depende de en manos de quién está el asunto! Una pelota de basketball en mis manos vale unos 19 
dólares, pero en las manos de Michael Jordan vale alrededor de 3.000.000 de dólares. Una raqueta de 
tenis en mis manos no sirve para nada, pero en manos de Pete Sampras significa el campeonato en 
Wimbledon. Una honda en mis manos es un juego de niños, pero en manos de David es el arma de la 
victoria del Pueblo de Dios. Cinco panes y dos peces en mis manos son un par de sandwiches de 
pescado, pero en manos de Jesús son el alimento para miles... ¡Todo depende de en manos de quién está 
el asunto!” 
 
¿QUÉ NOS ENSEÑA JESÚS CON ESTE MILAGRO? 
Aquí está el secreto del éxito!: Darle a Jesús TODO lo que somos y tenemos. No importa que no sea casi 
nada, o prácticamente nada. Lo importante es dárselo porque Él quiere contar con esa nada para hacer 
sus obras. Y la segunda parte del secreto es ponerlo en SUS MANOS. Y Él se encarga de todo lo demás. 
 
Entonces lo que Jesús nos pide con este milagro es: Sé generoso y magnánimo con Dios y con los demás: 
da de ti mismo, no seas egoísta ni tacaño. Da de tus bienes materiales y espirituales, comparte tu tiempo y 
tus cosas con los demás; pero, sobre todo, dónate a ti mismo a tu prójimo: ¡no importa que sólo tengas 
cinco panes y dos peces! Pon todos tus proyectos, tus inquietudes, tus preocupaciones, tus miedos, tus 
deseos, tus sueños, tu familia, tus relaciones, tu “todo” EN MANOS DE DIOS, pues sabemos que “¡todo 
depende de en manos de quién está el asunto!”

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