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_Anatomia con Orientacion Clinica (1134)

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FIGURA C6-31.
En las personas que sufren estreñimiento crónico, la mucosa y las válvulas
anales pueden desgarrarse por las heces duras. La fisura anal (lesión longitudinal
estrecha) suele localizarse en la línea media posterior, inferior a las válvulas
anales. Es dolorosa, ya que esta región está inervada por fibras sensitivas de los
nervios rectales inferiores. La infección de una fisura anal puede provocar la
aparición de un absceso perianal, y la infección puede extenderse a las fosas
isquioanales y formar abscesos isquioanales o diseminarse por la pelvis y formar
un absceso pelvirrectal.
La diseminación de una infección anal y una criptitis (inflamación de un seno
anal) pueden provocar la aparición de una fístula anal. Un extremo de este
conducto anómalo (fístula) se abre en el canal anal, mientras que el otro extremo
se abre en un absceso en la fosa isquioanal o en la piel perianal.
Hemorroides
Las hemorroides internas son prolapsos de la mucosa rectal (más
concretamente, de las «almohadillas anales») que contienen las venas
normalmente dilatadas del plexo venoso rectal interno (fig. C6-31 B). Se cree que
las hemorroides internas se deben a la rotura de la muscular de la mucosa, una
capa de músculo liso profunda de la mucosa. Las hemorroides internas que
prolapsan a través del canal anal están, a menudo, comprimidas por los esfínteres
contraídos, lo que impide el flujo sanguíneo. Como resultado, tienden a
estrangularse y ulcerarse. Debido a la presencia de abundantes anastomosis
arteriovenosas, el sangrado de las hemorroides internas suele ser de un color rojo
brillante característico. La práctica actual es tratar sólo las hemorroides internas
prolapsadas y ulceradas. Las hemorroides externas son trombosis (coágulos
sanguíneos) en las venas del plexo venoso rectal externo, y están recubiertas por
piel. Los factores predisponentes de las hemorroides incluyen el embarazo, el
estreñimiento crónico y cualquier trastorno que impida el retorno venoso,
incluido el aumento de la presión intraabdominal.
Las anastomosis entre las venas rectales superior, medias e inferiores forman
comunicaciones, clínicamente importantes, entre el sistema de la vena porta
hepática y el sistema venoso sistémico. La vena rectal superior drena en la vena
mesentérica inferior, mientras que las venas rectales medias e inferiores drenan a
través de la circulación general en la vena cava inferior. Cualquier aumento
anómalo de la presión en el sistema de la vena porta hepática (sin válvulas) o en
las venas del tronco puede causar un aumento de tamaño de las venas rectales
superiores, que produce un aumento del flujo sanguíneo o estasis en el plexo
venoso rectal interno. En la hipertensión portal que se asocia a la cirrosis
hepática, la anastomosis portocava entre las venas rectales superior, medias e
inferiores, junto con anastomosis portocavas en otros puntos, pueden causar
varices. Es importante señalar que las venas de los plexos rectales tienen
normalmente un aspecto varicoso (dilatadas y tortuosas), incluso en los recién
nacidos, y que las hemorroides internas se producen con mayor frecuencia sin que
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