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NUEVAS COMPETENCIAS EN LA FORMACIÓN DE GESTORES CULTURALES ANTE EL RETO DE LA INTERNACIONALIZACIÓN. En los últimos años el sector cultural se encuentra en una dinámica de transformación –junto al total del sistema social- por efecto de la globalización y otros fenómenos de gran trascendencia, cabe preguntarse entonces preguntarse por su capacidad de adecuación a los nuevos escenarios: La primera cuestión consiste en señalar que la cultura siempre ha presentado dificultades para adaptarse con prontitud a los cambios sociales, tecnológicos y económicos. Necesita de tiempos más extensos para situarse en cambios que no coinciden con sus procesos tradicionales. Señala que la ciencia creó un ritmo de cambio social que no permite a la cultura asentarse. La segunda cuestión consiste en señalar que la realidad del sector cultural no se encuentra estructurado o identificado como otros sectores de la vida social (educación, economía, salud). Los estudios sobre el sector cultural arrojan datos contradictorios y diversos acerca de una gran cantidad de realidades culturales. Peor aún, una de las grandes dificultades se encuentra en su propia identificación como un sector de una función simbólica y política muy determinadas y un impacto en el desarrollo social y económico muy importante. Y en tercer lugar los cambios en el sector cultural a raíz de los procesos de globalización llevan a preguntarse por la perspectiva profesión del campo. El artículo versa sobre la formación de gestores y profesionales de la cultura, que se encuentran en las mismas encrucijadas, que en una escala mayor se halla el sector cultural: ✓ ¿Cómo dar respuesta a estos nuevos escenarios desde la formación de los gestores culturales? ✓ ¿Cuáles son las capacidades y habilidades de los gestores culturales ante los cambios en nuestra sociedad? ✓ ¿Cómo pueden abordarse los retos de la globalización y el aumento de la perspectiva internacional en la gestión de proyectos culturales? El capital humano es un elemento fundamental para el desarrollo social y cultural, pero en este contexto de movilidad e intercambio los gestores culturales y las organizaciones para su formación se logran adaptar o solamente las industrias culturales son capaces de situarse rápidamente en este nuevo escenario? Con la pérdida de supremacía de los Estados se producen nuevas relaciones transversales y horizontales generando un nuevo mapa de conexiones culturales internacionales, donde las vía de cooperación de han democratizado. Sin embargo a pesar de los grandes esfuerzos se observa en distintos niveles (ministerios, universidad organizaciones internacionales, sociedad civil, etc.) una inadecuación entre necesidades reales del sector y disponibilidad del capital humano capacitado para afrontar los cambios actuales. La falta de capacitación específica en las nuevas necesidades que demanda la gestión cultural tienen consecuencias lógicas en las dificultades para el desarrollo cultural, ya que las formas tradicionales de gestión no contemplan la internacionalización de los proyectos, el trabajo en red y la cooperación cultural. También cabe afirmar que en los últimos años se produjeron hechos significativos a través de la incorporación de estos temas en los espacios de cooperación, en organismos internacionales como UNESCO que de alguna manera han iniciado una línea de formación abierta al intercambio internacional ene l sector cultural. Así se ha logrado introducir los valores de la diversidad cultural, solidaridad, cooperación y trabajo internacional. La nueva organización cultural requiere superar el funcionamiento endógeno, individualismos y aislamientos tradicionales con metodologías de trabajo en red, que amplíen el campo de acción cultural local y de lugar a una gestión compartida con otras organizaciones contrapartes de las diferentes realidades culturales. Se trata de generar una nueva forma de gestión ante el reto de un proyecto internacional de cooperación. Las nuevas necesidades son: • Crear departamentos especializados • Asumir la gestión por proyectos como herramienta fundamental • Trabajar en equipos multiculturales • Lograr movilidad en las estructuras para que permitan un equilibrio entre el desarrollo de los objetivos de proximidad y la presencia en los ámbitos de acción internacional • Obtener una nueva mentalidad en la dirección y en la toma de decisiones • Invertir en la formación de capital humano idóneo como factor decisivo para el desarrollo. Nuevos perfiles profesionales para la gestión cultural Los cambios reclaman la redefinición de los perfiles clásicos del personal de las organizaciones culturales. Por un lado se pueden definir especializaciones para nuevos departamentos de relaciones y cooperación cultural internacional. Otra línea impone disponer de recursos humanos capaces de asumir la dimensión internacional en sus responsabilidades generales de gestión cultural. Este tipo de trabajo de dimensión internacional reclama capacidad de gestionar por proyecto, capacidad de movilidad, equipos multiculturales, gestión en colaboración con contrapartes, gestión y administración compartidas, dominio de diferentes lenguas, una importante capacidad de relación y empatía. Las organizaciones culturales deben priorizar la formación de los recursos humanos si desea desarrollar estrategias de acción eficaces en las actuales circunstancias. Nuevas competencias y habilidades para la gestión cultural. La necesidad de cambios no debe quedar en el plano de los pronunciamientos, sino que deber convertirse en acciones efectivas. Además de la capacitación de los recursos humanos, se necesita una adecuación profunda de los contenidos a un contexto cultural cambiante. Si bien la poca consolidación de las formación en gestión cultural, la poca institucionalización académica es un factor negativo, debe ser vista positivamente y aprovechada para introducir los nuevos programas, objetivos y contenidos. Es una buena ocasión para una reflexión profunda sobre la formación en el ámbito de la cultura: - Considerar sus aspectos multidisciplinares - Reconocer su dimensión política y social - Revisar las tendencias muy orientadas a dar respuestas locales e instrumentales con gran contenido de técnicas (que es la tendencia de la mayoría de los programas de formación). Se propone una reflexión más amplia que incluya nuevas lecturas de los procesos culturales en un mundo globalizado. Este replanteamiento crítico puede prevenir que el propio sector se genera desventajas por su falta de adecuación a las formas contemporáneas de gestión cultural necesarias. Campos conceptuales a incorporar en el debate de la formación de los operadores culturales: 1. Habilidades y competencias generales de los gestores culturales: - el gestor requiere un alto nivel de comprensión de los procesos culturales, las tendencias artísticas y los nuevos enfoques de los estudios culturales que tienen lugar en el ámbito internacional tras los fenómenos de globalización, concentración urbana, migraciones y el fraccionamiento de las sociedades (aumento de las brechas). - debe conocer las innovaciones y vanguardias de la nueva expresividad que a través de formas y lenguajes se transfieren rápidamente por efecto de las tecnologías de la comunicación. - capacidad para diseñar y realizar un proyecto la dimensión del servicio público, los sectores empresariales y también los privados. Debe poseer la capacidad de presentar propuestas para los distintos niveles y sectores de la realidad social y política. Contar con competencia de negociación y mediación entre agentes de distintos intereses. Debe impulsar la cogestión. - la gestión por proyectos reclama la capacidad de cooperación mixta con el sector público, el privado y la participación de órganos comunitarios. El gestor debe tener capacidades directivas y de liderazgo. - su acciónprofesional reclama la competencia para ser objetivada y diferenciada de las demás acción del área cultural, desarrollar con la especificidad de la gestión cultural y además tener la capacidad de cogestionar con otros sectores(turismos, medio ambiente, educación, economía) sin perder su misión. - capacidad para situarse en el contexto social y político, desde la dimensión institucional, económica y legislativa, lo cual implica un complejización creciente del sector cultural. - la práctica de la cooperación cultural internacional reclama salir de la acción tan arraigada en el diagnóstico y en la realidad local para pasar a una realidad que reclama la elaboración de conceptos culturales aplicables a cada región para encontrar la correspondencia con otras. Capacidad de comprensión de los distintos contextos sociales y culturales. - para un verdadera cooperación internacional se requiere entender los procesos económicos, sociales y culturales implicados en el fraccionamientos de la población mundial y la legitimación de desigualdades. La cooperación cultural deberá formar su aporte especializado. - conocimiento de las industrias culturales y un análisis crítico del comercio y mercado internacional. - trabajar con sistemas de corresponsabilidad y cogestión para el desglose de la acción del proyecto que se forma con las contrapartes de los distintos contextos. Esta cooperación debe poseer sus propios valores, para actuar desde la diferencia a un objetivo común, debe haber una relación entre iguales sin jerarquización, un verdadero trabajo en equipo y una disposición actitudinal para que se respete la diversidad cultural. - interpretar las consecuencias de las decisiones políticas y económicas a escala local y global, para identificar las incidencias en la cultura. Competencias en el campo de la gestión en red culturales y proyectos de cooperación: Ante los nuevos contextos de información y comunicación el trabajo en red, requiere: - Metodología de trabajo en estructuras en red interna y externa - Búsqueda de información de todo tipo de contextos - Establecer contactos y relaciones con otras redes. - Búsqueda de socios para proyectos a nivel supranacional - Conocimiento de redes culturales y artísticas, de cooperación territorial, redes sociales y comerciales a escala local, nacional y regional - Comprensión del concepto de empresa y organización y de los nuevos métodos de producción y comercialización de productos culturales - Conocimiento de aspectos jurídicos del trabajo en red; derechos de autor, copyright, legislaciones - Participación de organismos públicos hasta no gubernamentales en la selección de contrapartes - Valorar, interpretar y diagnosticar los fenómenos de transnacionalización y trabajo en red - Conocimiento de las nuevas diplomacias transversales y populares, a través de espacios de participación sin la intervención de la estructura del estado-nación. - Diplomacias entre ciudades, cooperación fronteriza, cooperación interregional Con estos enfoques se pretender animar el debate para revisar el perfil y formación, los contenidos y orientaciones de la gestión cultural en nuevos contextos.
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