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La minería ha sido una de las acti- vidades económicas más impor- tantes del país, desde los tiempos prehispánicos y la Colonia. En los siglos XVIII y XIX, por las altas leyes de los minerales presentes (sobre el 4% para el cobre), se comenzó con operaciones de pequeña es- cala y tecnología simple. Con el correr del siglo XX se fue transfor- mando en operaciones de gran es- cala y alta tecnología, debido a la paulatina y constante disminución de las leyes (inferiores a 1% para el cobre en la actualidad). Producto de la explotación inten- siva de minerales, en los últimos 150 años se han generado grandes cantidades de desechos mineros. Particularmente son relevantes los depósitos de relaves. Por ejem- plo, hasta 1990 se habían deposi- tado aproximadamente 22.060.646 m3 en 398 depósitos de la Región de Coquimbo (SERNAGEOMIN, 1990), lo que representa el 52% del total de depósitos presentes entre las regiones de Antofagasta y del Maule. Los depósitos de relaves post ope- rativos o abandonados presentan riesgos de contaminación de sue- los y aguas con metales y metaloi- des por arrastre del material hacia las zonas aledañas por dispersión a través del viento y del agua, con los consecuentes problemas para la salud humana, los ecosistemas naturales y el sector agropecuario. Aunque hay poca información so- bre los impactos ambientales, al- gunos casos específicos están bien documentados, por ejemplo, el de- rrame de relaves al estero Aucó RECURSOS GENÉTICOS PARA FITOESTABILIZACIÓN: PLANTAS QUE REDUCEN LA CONTAMINACIÓN POR DESECHOS MINEROS Rosanna Ginocchio C. Ecóloga, Dra. rginocc@cimm.cl CIMM Pedro León-Lobos Biólogo, Ph.D. INIA Intihuasi en la quebrada Alcaparrosa (Re- gión de Coquimbo), producida por la falla de varios depósitos a causa de lluvias intensas y el fuerte sismo de 1997 en la comuna de Punitaqui. Uno de los principales factores que han potenciado los efectos am- bientales negativos antes descritos es la ausencia de una legislación que regule la etapa post operativa de las faenas mineras. Sin embar- go, a corto plazo, las normas que se aplicarán en el ámbito del cierre y abandono de faenas mineras en Chile, enfatizan que los depósitos de relaves deberán ser estabiliza- dos física y químicamente antes de ser abandonados, a través del uso de tecnologías ambientalmente sustentables. Fitoestabilización de relaves mineros Se han desarrollado diferentes tec- nologías o estrategias de remedia- ción para enfrentar los problemas que conlleva el incremento de los suelos con metales. Sin embargo, la remediación de sustratos enri- quecidos con metales es muy difícil Trapiche y relave minero abandonado en el sector de Punitaqui, provincia de Limarí. porque estos elementos no pueden ser degradados químicamente. Los tratamientos tradicionales, desde el punto de vista económico, son inviables en países en vías de de- sarrollo y dejan al sustrato en una condición alterada en sus propie- dades físicas, químicas y biológi- cas, lo que restringe las posibilida- des de uso posterior. Por ello en la última década se ha buscado méto- dos más baratos, ambientalmente más adecuados y que permitan mayores posibilidades de uso pos- terior. Entre los métodos emergentes con mejor eficiencia y relación costo- beneficio está la fitoestabilización. En términos generales, este méto- do se define como el uso de espe- cies vegetales para estabilizar con- taminantes inorgánicos (metales pesados y metaloides) u orgánicos presentes en un sustrato sólido, y dejarlos en formas inocuas. En el caso de los desechos mineros sóli- dos ricos en metales, como los re- laves, consiste en el uso de plantas metalófitas y de materiales que inmovilizan o reducen los metales presentes en los desechos indus- triales (estabilización química); los metales son quelados, precipita- dos, absorbidos y adsorbidos por las raíces de las plantas, donde se acumulan en forma inocua, lo que evita el lavado de elementos tóxi- cos a napas freáticas (aguas sub- terráneas). Una cubierta vegetal metalófita también mejora la esta- bilidad física, y previene la disper- sión por el viento y el agua del ma- terial hacia zonas aledañas. Actualmente, la fitoestabilización de sustratos enriquecidos con me- tales, como los depósitos de rela- ves y los suelos cercanos a fundi- ciones, es una tecnología probada, sustentada por muchos estudios exitosos en Europa, Estados Unidos y Canadá. Aunque la fitoestabilización es una tecnología emergente, evaluacio- nes realizadas en Estados Unidos en 1999 indicaron un mercado de 4,5 a 6 millones de dólares, el que ha seguido un rápido aumento de- bido a la mayor aceptación y al mayor número de empresas con- sultoras que ofrecen servicios de este tipo. Europa representa el se- gundo mercado más grande para dicha tecnología, aunque es diez veces más pequeño que el norte- americano. En Chile aún no se uti- liza, pero la importancia que la in- dustria minera ha tenido y los numerosos problemas ambientales que provoca, hacen pensar que el mercado potencial es muy grande. La selección adecuada de las es- pecies es tal vez el factor más crí- tico para asegurar el buen éxito de la fitoestabilización. El primer requi- sito es que puedan tolerar las altas concentraciones de metales del sustrato (metalófitas) y acumulen los metales en las raíces o tejidos subterráneos (metalófitas exclu- yentes). El segundo requisito es que las especies estén adaptadas al clima local y sean inocuas para el medio ambiente. En los progra- mas de fitoestabilización realizados en Europa y Estados Unidos se ha preferido, como regla general, es- pecies vegetales nativas / endémi- cas por sobre las especies exóticas o introducidas, puesto que se corre el riesgo de que se transformen en especies invasoras que alteren la dinámica de las comunidades sil- vestres del lugar. Aunque la experiencia de otros países ha mostrado que esta tec- nología es adecuada, en Chile aún Dispersión de polvo de relave por acción del viento. Especie nativa creciente en un afloramiento superficial de cobre en el valle de Elqui. no se ha implementado, ya que es necesario validarla y adaptarla a las condiciones locales. Desde el año 1995 se ha impulsado investi- gaciones relacionadas con la iden- tificación de especies metalófitas en el país (Ginocchio 1997, 2000, 2003, 2004; Ginocchio y colabora- dores 2001, 2002) y posteriormente, desde el año 2005 el Centro de In- vestigación Minera y Metalúrgica y el INIA han desarrollado un pro- yecto Innova Chile de CORFO para identificar especies vegetales na- tivas/endémicas tolerantes a me- tales y para validar la tecnología de fitoestabilización a la realidad del país (más información en www.fitoestabilización.cl) Recursos nativos y endémicos El concepto de usar plantas para estabilizar suelos contaminados con metales y desechos mineros masivos fue introducido hace 300 años en Europa. Sin embargo, pasó mucho tiempo para su reintroduc- ción y desarrollo en ese continente y Estados Unidos, debido a que la identificación y evaluación de es- pecies metalófitas es un proceso lento. Hoy la nueva tecnología ha incentivado estudios tendientes a identificar plantas metalófitas en todo el mundo, incluido Chile, de forma de contar con las especies nativas/endémicas adecuadas pa- ra una rehabilitación exitosa en el largo plazo. La mayoría de las plantas metalófi- tas descubiertas hasta ahora están restringidas a pocas regiones geo- gráficas. Por ejemplo, metalófitas de níquel (Ni) en suelos ultramáfi- cos (serpentinos) de Nueva Cale- donia, Filipinas, Brasil y Cuba; me- talófitas de Ni-zinc (Zn) en el centro y sur de Europa y Asia Menor. Con el avance de las investigaciones se ha podido identificar aproxima- damente 400 especies metalófitas de distintos metales y metaloides –Ni, Zn, cobalto, plomo, cadmio, cobre–, las que son capaces de tolerar y acumular niveles bastante altos de estos elementos en sus tejidos (cuadro 1). El conocimiento sobre plantas me- talófitas chilenas es prácticamente inexistente, a pesar de que la pri- mera sistematizaciónformal de la flora, realizada por el Abate Juan Ignacio Molina en 1788 en su Com- pendio de la Historia Geográfica, Natural y Civil del Reyno de Chile, narra así: "Tratando los mineralo- gistas de los indicios externos que caracterizan las minas, dicen: que los terrenos minerales ó son este- riles enteramente, ó si producen vegetables, son pocos, y estos des- coloridos y lánguidos, á causa de los nocivos vapores que alli reynan continuamente; pero no es tan exacta su observacion que se dexen de encontrar, como nota muy bien Mr. Macquer, tierras fer- tilisimas y plantas en bellisimo es- tado encima de las minas metalicas, sin exceptuar las mas próximas á la superficie. Con efec- to, á pesar de estar el terreno de Chile tan lleno de minerales como acabamos de ver, presenta por to- das partes la mas vigorosa y abun- dante vegetacion, luciendo en los valles, en los llanos y en casi todas las alturas en bellisimos árboles que los visten continuamente, y que por lo comun no pierden jamas el verde de sus hojas brillantes…". A pesar de esta descripción visio- naria sobre el potencial de me- talófitas de nuestras especies ve- Cuadro 1. Ejemplos de especies metalófitas y su potencial de acu- mulación Concentración foliar máxima Elemento Especie (mg/kg) Zinc Thlaspi caerulescens 39.600 Cobre Ipomea alpina 12.300 Níquel Phyllantus serpentinus 38.100 Cobalto Haumaniastrum robertii 10.200 Selenio Astragalus racemosus 14.900 Manganeso Alyxia rubricaulis 11.500 Flores de Mimulus luteus var. variegatus, especie metalófita endémica a la precordillera de Chile central. getales, el tema no fue retomado en el país hasta la década de los noventa, unos 200 años después. Una recopilación publicada recien- temente (Ginocchio, 2003) sobre la presencia de plantas metalófitas en nuestro país indica que sólo seis especies nativas habían sido des- critas como capaces de desarrollar poblaciones o ecotipos tolerantes a concentraciones elevadas de cobre en el suelo (cuadro 2). Las pocas especies metalófitas descri- tas en Chile han sido identificadas a través de los mismos métodos biogeoquímicos utilizados en otras partes del mundo, en los cuales se infiere el estatus de la planta eva- luando el contenido foliar de meta- les en plantas de suelos metaliza- dos. Sin embargo, si los estudios no se hacen en forma adecuada, las conclusiones pueden ser erra- das. Lo ideal es efectuar, posterior- mente, ensayos de laboratorio para evaluar la tolerancia y acumulación de metales a través de métodos estandarizados. Por ejemplo, en el caso de la metalófita Mimulus lu- teus variedad variegatus (cuadro 2), los estudios complementarios de laboratorio indicaron que los individuos de esa población toleran concentraciones elevadas de co- bre en el ambiente, mientras que los individuos de poblaciones pre- sentes en zonas no enriquecidas con cobre (Reserva Río Cipreses) son sensibles a este elemento. No se ha realizado evaluaciones de este tipo para todas las otras espe- cies metalófitas identificadas bio- geoquímicamente. Es probable que este tipo de me- talófitas se haya desarrollado na- turalmente en nuestro país debido a la presencia de numerosos yaci- mientos de minerales a lo largo de la zona norte y central de Chile y a la alta exclusividad y aislamiento de nuestra flora. Específicamente, la región centro norte (26° a 32° latitud Sur) representa una provin- cia metalogénica rica en yacimien- tos de hierro, oro, plata, cobre y manganeso, la que ha coexistido con la flora mediterránea alto an- dina actual desde el Mioceno su- perior y Plioceno. Por ello es espe- rable la evolución de especies y ecotipos tolerantes a metales de- bido, particularmente, a que la zo- na, con clima mediterráneo, cons- tituye uno de los centros mundiales de alta biodiversidad florística, so- bre la base de su exclusividad bio- lógica. Alrededor del 50% de la flora vascular de Chile es endémi- ca. No obstante, esta diversidad ha sido poco estudiada en términos de la tolerancia a los metales. En el marco del proyecto Innova Chile de CORFO denominado "Uso de recursos fitogenéticos para la estabilización de tranques de rela- ves en la Región de Coquimbo", liderado por el CIMM e INIA Inti- huasi, se está prospectando espe- cies metalófitas nativas/endémicas en la Cuarta Región, de forma de identificar recursos fitogenéticos adecuados para la implementación de la tecnología de fitoestabiliza- ción. Hasta el momento, se han identificado 112 especies con po- tencial de metalófitas en la Región de Coquimbo. De las 54 ya evalua- das en ensayos de tolerancia es- tándar, un 63% es metalófita para cobre. El promisorio resultado muestra que existe un potencial interesante de especies metalófitas en nuestra flora. Sin embargo, hay que disponer de mayores recursos económicos para poder identificar- las y caracterizarlas en forma ade- cuada. Solo así podremos proteger este valioso recurso genético, es- casamente conocido y valorado al día de hoy, para rehabilitar los sue- los contaminados con metales y los desechos mineros masivos pre- sentes en el país. Cuadro 2. Especies nativas de Chile que poseen poblaciones tolerantes a cobre Especie Ubicación geográfica Región Referencia Dactylium sp Tranque de relaves Atacama Ortiz et al. 2002 Cenchrus echinatus Tranque de relaves O'Higgins Bech et al. 2002 Erygeron berterianum Tranque de relaves O'Higgins Bech et al. 2002 Mimulus luteus var variegatus Sewell O'Higgins Ginocchio et al. 2002 Mullinum spinosum Tranque de relaves Atacama Bech et al. 2002 Nolana divaricata Paposo Atacama Ruelle 1995 GLOSARIO Metalófitas: especies vegetales tolerantes a metales pesados y que tienen la capacidad de cre- cer en suelos con alta concen- tración de metales. Metalófitas excluyentes: plan- tas metalófitas que acumulan metales principalmente en las raíces. Prospecciones biogeoquími- cas: muestreo, en un área de interés, del sustrato (suelo, rela- ves, etc.) y de los tejidos aéreos de la vegetación presente, de forma de determinar si existen anomalías de minerales en el sitio muestreado y especies con potencial de metalófitas. Planta nativa creciendo en forma natural sobre un relave minero en la Región de Coquimbo.
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