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Caso Dora. Freud la ve con mucha ligazón al padre. Consulta por presunto intento de suicidio. Existen 3 momentos de las neurosis: - Cosmovisión o conmoción de la esfera sexual. - Trauma psíquico - Conflicto de los afectos Le da importancia a los sueños, dice que a través de ellos se pueden comprender los síntomas, porque a través de los primeros se puede eludir temporalmente la represión. Los sueños dan cuenta de algo de los síntomas, porque el material de los sueños tiene que ver con lo reprimido. Freud atiende a Dora por tres meses, pero casi todos los días porque eran tratamientos intensivos. El tratamiento se interrumpe abruptamente por abandono de la paciente. Conoce a Dora por el padre, que la lleva a los 18 años, le pide que la lleve por el buen camino. Dos puntas: 1. El fin práctico que tiene que ver con los síntomas, reemplazarlos por los pensamientos concientes. En esa época se trataba de "hacer conciente lo inconsciente", él pensaba que todo lo inconsciente puede hacerse conciente, después ya no pensaba eso, había algunas cosas inconscientes que no podían hacerse concientes. 2. Otro fin es el teórico , curar los fallos de memoria del paciente, llenar las lagunas mnémicas. También dice Freud que hay dos tipos de olvidos: olvidos conscientes que tienen que ver con el pudor, otro es el olvido inconsciente que es ajeno a la voluntad del sujeto y los que llama "recuerdos encubridores", que vienen a reemplazar olvidos inconscientes, son deformaciones inconscientes, es una construcción que arma el sujeto para defenderse del recuerdo traumático que no puede evocar conscientemente. El contexto familiar de Dora. El padre: poderoso industrial, muy inteligente, excelente situación económica, unida con Dora, es "el armazón sobre el cual se edifica el historial". Dora lo acompañó en sus períodos de enfermedad. A los 6 años de Dora se enferma de tuberculosis, se mudan a B. A los 10 años de Dora, desprendimiento de retina. A los 12 años, ataque de confusión. Tía: tenía grave psiconeurosis, muere de marasmo. Dora la tenía como modelo. Tío: que era hipocondríaco. Madre: vivía para la casa, psicosis de ama de casa. Escasa cultura. En este historial no le da importancia, lo que es llamativo. Dora no tenía mucha relación con ella, era relación de competencia y la criticaba, la degradaba. Hermano: una año y medio mayor que Dora, el más sano de la familia. Señora K: La mujer es la que cuida al padre en los periodos de enfermedad. Señor K: muy atento con Dora, le hacía regalos, paseaba con ella. Al principio Dora era confidente con la señora K, después esto cambia. El padre y la señora K tenían una relación estrecha, Dora era en principio cómplice, porque cuidaba a los niños K durante sus encuentros. Síntomas de Dora. A los 8 años aparece la disnea (fatiga respiratoria), aparece por primera vez en una excursión por la montaña, se lo atribuyen al stress, cansancio, se toma como una afección nerviosa. A los 12 años aparece la tos nerviosa y la migraña (catarro y disfonia). Los dolores de cabeza desaparecen a los 16 años. A los 17 años muere la tía de Dora y aparecen cuadros febriles que se le adjudican a un cuadro de apendicitis. En el otoño de ese año la familia abandona B. A los 18 años vuelven a Viena y hacen la consulta a Freud, porque encuentran una carta de Dora medio melodramática, como despidiéndose. Formación de la histeria. Durante un viaje de Dora y su padre, en el que ella tenía que quedarse con el matrimonio K y el padre iba a volver, ella se opone a quedarse y dice que quiere seguir viaje con el padre. Posteriormente informa a la madre el motivo real por el que no quería quedarse: la “escena del lago" : Dice que el señor K se atrevió a hacerle proposiciones amorosas durante un paseo que hicieron al lago. Cuando se interroga al señor K sobre esto, lo niega, dice que Dora es fantasiosa y que está muy interesada en lo sexual. La señora K respalda la versión del marido, lo que es tomado por Dora como traición. Frente al padre la dejan como fantasiosa, mentirosa. Dora reacciona, le pide al padre que deje a la señora K, el padre se niega y Dora sufre un ataque de nervios. En este momento de su teoría, el sabe que las histéricas mienten, pero sabe que lo importante es la realidad psíquica, no importa si sucedió en la realidad o no, porque lo importante es que sea real para el paciente. Por eso la escena del lago tiene importancia fundamental, mas allá de que haya ocurrido o no. Dora le cuenta a Freud un incidente anterior con el señor K: la “escena del beso o de la tienda" . Habían quedado con la señora K encontrarse en la tienda del señor K y dice Dora que él se las arreglo para quedarse a solas con Dora, en un momento la abraza y le da un beso en la boca. Freud dice que es cuestionable, que una muchacha adolescente, virgen, esta escena tendría que haberle provocado excitación sexual, pero en cambio le provoca asco. Esta escena, posterior en el relato pero anterior en el tiempo, es fundamental para diagnosticar la histeria. Lo de la repugnancia y el asco tiene un correlato físico, con el sistema digestivo, es un síntoma que se ubica en el cuerpo. Aparece una subversión del afecto, lo que debería haber sido placentero es displacentero. Se separan el afecto de la representación y el afecto pasa a inervar el cuerpo, para Dora no era una situación favorable. Esta escena, además de provocarle repugnancia, trae aparejado otros síntomas. Incluso aparece alucinación sensorial, todavía sentía la presión del abrazo. A partir de esta escena surgen tres síntomas: 1. Repugnancia 2. Presión en el busto 3. Resistencia a acercarse a hombres que estaban hablando con mujeres (fobia a acercarse a personas que estaban en conversación íntima). Cuando Dora empieza a reprocharle al padre que usa las enfermedades como pretexto para acercarse a la señora K, dice que en realidad se está haciendo autorreproches. Porque al principio Dora aceptaba la relación de ellos y los regalos que a ella le hacía el señor K. A partir de un momento comienza el rechazo, y esto lo vincula con una gobernanta que tenía onda con el señor K, que sólo le daba bolilla a Dora cuando el señor K estaba cerca. El autorreproche viene por el lado de que Dora cuidaba a los hijos de K para estar cerca del señor K. En la apendicitis de Dora hay una identificación con una prima que estaba envidiosa de que su hermana se casaba y Dora comienza a tener los mismos síntomas por envidia del amor que recibía la señora K del padre. La hipótesis que maneja Freud todo el tiempo es que Dora estaba enamorada del señor K. El origen de los síntomas Los síntomas requieren de una parte psíquica y de una parte somática . La solicitación somática (concepto importante) sería la cuestión orgánica del síntoma (la tos real). Esto quiere decir que Dora no se inventa una tos, realmente tiene tos, pero a esta tos se le suelda un sentido y se transforma en un síntoma. Para que esto sea un síntoma tienen que pasar dos cosas: 1. Que se le adose un sentido. 2. Que se repita. El sentido es lo más importante en la terapia analítica, porque es lo que vamos a buscar, porque está relacionado con el material inconsciente. Freud diferencia entre los motivos de enfermar y las posibilidades de enfermar. Los motivos son la ganancia o beneficio primario y secundario. El beneficio primario es el factor pulsional, lo inconsciente. Tiene que ver con lo que el paciente se ahorra enfermando. Se le produce un conflicto psíquico que no puede resolver, se enferma y no tiene que resolver más nada. En los hechos, el paciente no ve beneficio en enfermar, porque es algo que ocurre psíquicamente, tiene que ver con la economía del aparato psíquico. Hay energía disponible destinada al conflicto que no se puede resolver y como no se puede resolver destina esa energía a realizareste desplazamiento que va al cuerpo y se evita tener que resolver esta cuestión pulsional. El beneficio secundario tiene que ver con lo conciente, con lo que obtiene por estar enfermo: que lo vayan a cuidar, etc. Las posibilidades de enfermar tiene que ver con el material con que se construye el síntoma: un material inconsciente que se hace intolerable para la conciencia. Al principio es un huésped que no se quiere recibir, pero después se acomoda al aparato psíquico y queda anclado a la vida psíquica del sujeto. Análisis del síntoma de la tos. Primero intenta una explicación “romántica”, se pregunta si el síntoma tiene que ver o no con la ausencia del señor K (o de la persona amada por ella). Lo piensa en relación con la señora K, que enfermaba cuando estaba el señor K y que se recuperaba cuando se iba. Con esta hipótesis en la cabeza, le pregunta a Dora y se da cuenta de que esto coincide: la afonía se produce cuando no estaba el señor K. Después aparece esta otra explicación de carácter sexual, que toma más en cuenta Freud: Dora hablaba de su padre como de un hombre con recursos y que por eso la señora K estaba con él, aunque Freud piensa que cuando Dora dice eso lo que está queriendo decir es lo contrario, que el padre es un hombre sin recursos, impotente. Cuando Freud le dice esto, Dora le dice que hay otras formas de vincularse sexualmente, a pesar de la impotencia (relaciones orales, etc.). Freud decía que Dora, con la afonía y el síntoma de la tos, lo que hacía era imaginarse un tipo de relación posible entre el padre y la señora K, a través de la zona de la boca. Cuando le comunica a Dora esta hipótesis la tos desaparece. Freud en este momento dice que la psiconeurosis es el opuesto a la perversión. "El perverso actúa lo que el neurótico reprime". Dora tenía una fantasía perversa sobre la sexualidad del padre. Dora no puede llevar esto al conciente, por la neurosis, por eso arma la fantasía. Papel de la fantasía en los síntomas histéricos. Precondición somatica: tiene que ver con lo pulsional, lo que hace que se recorte una determinada zona u otra. La tos era real, pero debe haber tenido otros síntomas, pero se recorta lo de la garganta. Esto de la precondición somática tiene que ver con lo pulsional, con una zona erógena en juego que va a ser como la elegida para ser la portadora del síntoma, es lo que hace que se elija esta zona. De acá saca Freud que Dora era chupeteadora, usó el chupeteo hasta los 4 ó 5 años, mientras pellizcaba la oreja del hermano. El chupete le ocasionaba placer sexual y era la matriz para la excitación de la zona, que es la fuente pulsional que marca la futura solicitación somática. Lugar de la fantasía en los síntomas. Dónde hay una fantasía en juego en Dora? En cómo ella imagina que el padre y la señora K tienen relaciones. Hay un síntoma que tiene detrás una fantasía. El síntoma representa la realización de una fantasía de índole sexual, por lo menos uno de los sentidos tienen que ver con lo sexual. En general, los síntomas no contienen una sola fantasía, está sostenida por varias, pero una tiene que ser de índole sexual. Como el síntoma se sostiene por varias ideas, varias fantasías, esto puede ir cambiando, pero la expresión del síntoma va a ser la misma, por ejemplo por la tos nerviosa de síntoma. Es como el odre viejo que se llena con nuevo vino. El significado del síntoma va a aprovechar el camino que han recorrido las otras manifestaciones para manifestarse, una vía privilegiada que va a parar siempre a esa zona. Acá aparece claramente el tema de la fantasía, anudada a una parte del cuerpo que se manifiesta en un síntoma fisico, que es la tos. Freud detecta pensamientos muy cargados con respecto al señor y señora K, y dice que tiene que ver con lo patológico. Por un lado Dora estaba identificada con la madre desde ese lugar de celosa, que arma la escena con el señor K, por otra se identificaba con la señora K con la tos, por lo que dice que estaba identificada con las dos mujeres que amaba su padre. Recordar que Dora tenía con su padre una relación muy cercana. Estaba ubicada en el lugar de mujer con respecto al padre. Luego, ese lugar lo ocupa la señora K, cosa que Dora acepta, les facilita el camino. Se pregunta Freud el por qué de esto. La explicación que encuentra es que lo hace para reprimir un impulso más poderoso que el amor al padre, que intenta reprimir, que es el amor por el señor K. Decía que había llegado a convencerse de que para alejar al señor K de su mente, tenía que intensificar el amor a su padre. Por eso Dora antes era super complaciente y después se opone. Cuando Freud le plantea esto a Dora, ella lo niega, pero Freud dice que esta negación no implica que no sea cierto. Hay otro texto que habla de transfertencia, en el que dice que cuando un paciente dice “sí” o dice “no” no quiere decir nada porque lo que dice el paciente puede ser engañoso. Durante casi todo el historial se maneja con la hipótesis de que Dora está enamorada del señor K, después se da cuenta de que hay otros motivos que tienen que ver con cubrir el amor por la señora K, un amor de tipo inconsciente. Dora tenía una relación de mucha confianza con la señora K, que hablaba de ella más como una enamorada que como una rival, hasta que la señora K comete la traición de no respaldarla cuando cuenta lo sucedido con el señor K en el lago. Dice que no era que Dora quería separar al padre y la señora K por no perder el amor del padre, sino por no perder el amor de la señora K y lo que había sentido por la traición de la señora K, que siente que la sacrifica a Dora por la relación con el padre. Dice que los celos que siente Dora son inconscientes, que son de caracter masculino, que está ubicada en la posición masculina con respecto a la señora K y que son síntomas típicos de la histeria, frente a la frustración heterosexual, cobran importancia o reaparecen estas inclinaciones homosexuales reprimidas. II. El primer sueño Todo sueño es la representación de un deseo inconsciente, la representación aparece deformada y encubierta porque se trata de un deseo reprimido. Cuando Freud le pregunta por ese sueño, recuerda una disputa entre la madre y el padre por la posibilidad de salir o no del hermano durante la noche, ya que dormia encerrado con llave. Para que se produzca un sueño hay un resto diurno y también un deseo latente que es el contenido latente del sueño, que aparece deformado por la censura. De lo que se agarra este deseo inconsciente es el resto diurno. Los sueños tienen dos puntos de sustentacion: un motivo escencial actual y un motivo infantil de graves consecuencias y el deseo es siempre infantil. La interpretación que hace Freud del sueño esta relacionada con la línea de interpretación del enamoramiento del señor K, dice que Dora lo pone al padre como salvador de lo que siente por el señor K, salvarla de él y de su propio deseo sobre el señor K. Su miedo era no poder contenerse y para eso actualiza su amor por el padre. El deseo de reemplazar al señor K con el padre es el que brinda la energía al sueño, el padre aparece como héroe. Para llevar esto a cabo (olvidar el señor K reemplazándolo por el padre) tiene que dejar afuera el hecho de que el padre la expone a quedar a merced del señor K. Los elementos que aparecen en el sueño son: El incendio que aparece en L porque no habia pararrayos. El padre, que aparece en el pie de su cama, que reemplaza al señor K. El cofrecito, que se lo regala el señor K y que el padre no quiere salvarlo, aparece como rechazando ese regalo. También puede hacer referencia a los genitales femeninos, la madre queriendo salvar el cofrecito. Segundo sueño. Freud dice que la fachada del sueño es lo menos importante, es la fantasía de venganza contra el padre (aparece el padre muerto) por entregarla al señor K. También se puede pensar como la fantasía de venganza contra el señor K y contra Freud mismoporque poco tiempo después de este sueño ella abandona el tratamiento. Lo más importante eran los deseos inconscientes de amor por la señora K. La ciudad desconocida por la que ella camina puede extraerse de los restos diurnos. Lo relaciona con una visita a Dresde, donde visitó una galería pictórica que no conocía, un primo se ofreció a acompañarla y ella se rehusó. Recorre todas las salas y se detenía en los cuadros que más le interesaban, en el que más se detuvo fue frente a “La Madonna”, como dos horas, en una ensoñacion admirativa. Dice que lo que le gustó es la Madonna, que lo relaciona con el cuerpo blanquísimo de la señora K. Dice Freud que en todo el sueño hay una geografía genital encubierta (penetró en el bosque, etc., hay muchos elementos de connotación sexual). Recorriendo esta ciudad desconocida hace referencia a un ingeniero extranjero que era como un pretendiente que tenía Dora. En la segunda sesión, Dora le anuncia a Freud que desea abandonar el tratamiento porque no desea esperar más la cura. Epílogo Freud habla del importante papel que tiene la sexualidad en la histeria, que es su parte constitutiva, la fuerza impulsora de cada uno de los síntomas, dice que los fenomenos patológicos, los síntomas, constituyen la actividad sexual de los enfermos. Lo que la persona no puede concretar, lo sintomatiza. Los fenómenos patológicos constituyen la sexualidad de los enfermos. Los síntomas no necesariamente desaparecen durante el tratamiento, pero sí una vez terminado. Los síntomas pueden intensificarse y esto no tiene que significar un freno para el analista, sino todo lo contrario. Empieza a mencionar Freud algo relacionado con la transferencia, vamos a ir viendo en la materia cómo va variando en los distintos historiales. La transferencia, de acuerdo a cómo la maneje el analista, puede ser un motor o un obstáculo. Para que haya tratamiento tiene que estar establecida la transferencia. Cuando un paciente llama a un analista en particular, lo hace por algún motivo, Lacan llama a esto transferencia imaginaria, luego tiene que establecerse la transferencia simbólica. La transferencia es la edición y recreación de las mociones y fantasías que aparecen en el análisis, basadas en la persona del médico. Todos los sucesos psíquicos anteriores cobran vida como una relación actual con respecto al médico. Lo que el paciente hace es revivir psíquicamente vínculos anteriores, recuerdos, transferidos al médico. Nunca es una mera repetición, cuando aparece en el vínculo transferencial se reedita, siempre se va modificando y siempre hay algún aporte que tiene que ver con cuestiones de ese sujeto que van más allá de esa vivencia anterior. Por eso es tan importante y se tiene que dar, porque lo que permite la transferencia es que el paciente, en la relación con el médico, pueda relacionar, pueda asociar, evocar un montón de cosas que mediante la asociación libre pura no podría, necesita utilizar al analista para depositar en él el contenido de estas vivencias. Lacan utiliza el concepto de "agalma", que es un envase que contiene una joya muy preciada, el analista contiene los "secretos", las confesiones del paciente. El tratamiento psicoanalítico no crea la transferencia, sino que la descubre; ya estaba la capacidad del paciente de evocar cuestiones anteriores a sucesos actuales y el tratamiento permite que eso se dé con la persona del médico. La transferencia se da con todos los vínculos de la persona: amigos, otros médicos, no es exclusivo del tratamiento psicoanalítico. La transferencia despierta tanto sentimientos hostiles como amorosos, hace una distinción entre transferencia hostil y amorosa (que incluye la corriente tierna y la corriente sexual). Termina diciendo que la transferencia puede operar como motor o como obstáculo para el tratamiento (positiva o negativa respectivamente). Los obstáculos que Freud puntualiza en este caso: Freud no pudo ver el amor de Freud por la señora K, centrando todo en el amor por el señor K y el padre. Estaba tan obsesionado por esta hipotesis, que no escuchaba a Dora. Lo que dice Freud sobre sí mismo, es que no pudo hacer un buen manejo de la transferencia y por esto abandona el tratamiento, no se genera el vínculo de confianza, no se siente escuchada, no logra "alojarla" en el tratamiento. Como él no logró leer la transferencia, leer las señales que Dora le hacía del posible abandono, sobre todo en el segundo sueño, por esto Dora abandona el tratamiento. Clasificacion de las neurosis (continuación) Freud clasificó las neurosis por el factor temporal (por el momento en que se gesta la patología), la neurosis propiamente dichas las clasifica en históricas (las que se generan en la historia infantil del individuo) y las actuales (en las que el conflicto está en la actualidad) y si esta persona resuleve esto que le esta pasando en la actualidad, lo va a resolver sin necesidad de remontarse a la infancia. Dice que crea la técnica psicoanalítica para curar las neurosis históricas, que las actuales no necesitan de ella porque tienden a resolverse solas cuando por un lado se resuleve el conflicto actual y también mediante la espontánea repetición de la situación traumática que generó el conflicto (el mismo psiquismo tiende a repetir para elaborar). Entre las históricas están las propiamente dichas, que son: Histeria de conversión (Anna O y Dora) Histeria de angustia o fobia (Juanito) Neurosis obsesiva (el hombre de las ratas). También situamos como históricas a las perversiones (“Pegan a un niño", donde se ve el origen del masoquismo) y habíamos dicho que se clasifican las perversiones de acuerdo a que el individuo pervierta (cambie) el objeto de amor o el fin. Por último situamos como neurosis históricas a las hoy comúnmente llamamos psicosis (esquizofrenia, paranoia y psicosis maníaco depresiva).También el síndrome borderline como entidad nueva, no freudiana, como para entender a pacientes que son dificiles de ubicar en uno u otro. Neurosis actuales Básicamente, va a haber de dos tipos: Una que son las propiamente dichas “neurosis traumáticas”, el individuo luego de pasar por un trauma psíquico importante, desarrolla síntomas neuróticos que lo pueden llevar a la consulta. Trauma psíquico es: vimos las series complementarias (factor constitucional y desencademante) cada individuo va a tener distintos umbrales para desarrollar neurosis. Algunos tienen un yo tan fuerte que una situación traumática no los enferma, si tiene un yo débil sí lo enferma. El quantum traumático va a tener que ver con la constitución del yo. Personas que pasan por el mismo atoyadero psicológico, algunos sobreviven, algunos sucumben, dependiendo de sus series complementarias. Esto viene a cuento para decir que lo que se puede considerar factor traumático es bastante relativo. Algunos puede ser que los roben en el colectivo u otra con una historia de violación, incendio, etc. De hecho va a venir con síntomas neuróticos y generalmente lo que los ayuda es lo que le brindamos terapéuticamente para repetir la escena traumatica. Frente a una situación traumática importante observaremos que la conducta va en dos direcciones opuestas: se encierran en sí mismos y no quieren decir nada sobre los que le pasó y aquellos que no pueden dejar de hablar de lo que les pasó. Es más sano la segunda. El psiquismo recibió un estímulo tan fuerte que no lo pudo metabolizar, absorber y digerir, necesita tiempo para metabolizarla, tragarla, resolverla. Lo va a lograr espontáneamente a través de la repetición. Todos estos son intentos espontáneos de hacer lo que no pudo hacer en su momento. Esta indicado una consulta psicológica porque es el mejor lugar para repetir lo que sucedió. Hemos observado que, en un velorio, el viudo le va contando lo que le pasó. Algunos no pueden hablar y con el tiempo estará peor. La primera de las neurosis actuales es la neurosis traumática en la que el síntoma esta en la actualidad,no hace 40 años. Si la persona fue abusada durante la infancia, va a hacer una neurosis histórica. Freud desarrollo lo central de su teoría entre las dos guerras mundiales, por lo que vio a muchos pacientes con neurosis de guerra. Se la diferenció porque los soldados que venían del frente tenían síntomas parecidos, un cuadro que permitía definir una entidad separada, la neurosis de guerra. Acá lo vimos con Malvinas, a pesar de que fue más corta y menos intensa. La guerra como factor traumático es importante. Por último pasamos a las neurosis actuales cuya causa tiene que ver con una mala tramitación de la sexualidad actual, puede haber elementos en la sexualidad actual que, por estar mal tramitada, produce síntomas neuróticos. Estos elementos puede ser, por ejemplo, la supresión voluntaria de la vida sexual, que no tiene los elementos suficientes para sublimar su sexualidad, por ejemplo los célibes. Es de suponer que estas personas pueden sublimar sus pulsiones sexuales en la mejor de las posibilidades (caridad, estudio, enseñanza, etc.), cualquier actividad cultural que toma esta pulsión sexual, la desexualiza y usa esa energía para fines culturales (sublimación). La sublimación es un mecanismo que aparece cuando se resuelve el complejo de Edipo. Pero aquel que ve frustrada su sexualidad involuntariamente, que no tiene posibilidad de sublimar, esto le va a provocar trastornos neuróticos hasta tanto regularice su vida sexual. En cuanto se sustituye la vida sexual, los síntomas tienden a desaparecer. A esta categoría pertenece la neurosis de angustia (no confundir con la histeria de angustia, que es la fobia y es una neurosis histórica). La neurosis de angustia tiene como base un problema en la sexualidad actual. En la época de Freud el más divulgado método de anticoncepción era el coitus interruptus. Esta práctica, repetida, producía síntomas neuróticos, porque había una excitación no empleada. Después también estarían las de intoxicación sexual, como la masturbación compulsiva. O sea, por abstinencia involuntaria o por intoxicación sexual, las neurosis podrían ser neurosis de angustia cuyo síntoma básico es una angustia generalizada “a todo y a nada”, es una persona al borde del ataque de nervios. La hipocondría es otra neurosis actual. Es la persona que se imagina que está gravemente enferma, todo el tiempo. No finge estar enfermo, no hace conversiones histéricas, sino que cree que se va a morir, cree que tiene un cáncer y cuando le confirman que no, después cree que se va a morir del corazón. Hoy en día aparece bastante presente el componente hipocondríaco en el ataque de pánico, porque una de las fantasías básicas que tiene el panicoso es que se va a morir, o que se va a volver loco o que va a perder su cuerpo, o la razón. Cree que se va a morir del corazón o ataque de presión por la emoción fuerte que siente. El otro grupo de neurosis actuales es la neurastenia. Astenia, en el lenguaje médico, es cansancio. En la neurastenia el principal síntoma es falta de vigor, cansado, una gran fatiga psíquica que antes se llamaba surmenage. El paciente se queja de estar cansado todo el tiempo, de no tener energía, de no poder pensar, de no hacer un montón de cuestiones que le implica cierto esfuerzo. Hoy en día, es uno poquito lo que suele meterse en esa gran bolsa denominada stress. En las épocas de Freud era la neurastenia. El otro factor que toma Freud para clasificar las neurosis es la conducta libidinal de las distintas estructuras psicopatológicas, cómo funciona la libido en relación a los objetos. Teniendo en cuenta este funcionamiento de la libido, divide a las neurosis en dos grandes categorías: Neurosis narcisistas (enamorado de sí mismo), que hoy se conocen como psicosis, en las que la libido queda prisionera en el yo, sin posibilidades de investir a los objetos del mundo. La libido, una vez que se estancó en el yo, no tiene posibilidad de volver a investir un objeto externo. Por ejemplo, en duelo y melancolía vemos que cuando muere un objeto amado la libido que tenemos puesta en ese objeto amado vuelve al yo y está ahí un tiempo como reforzando la herida narcisista que significó para esa persona la pérdida del objeto amado, pero a medida que se establece el duelo la libido comienza a conectarse de nuevo con el mundo hasta encontrar otro objeto donde poder depositarse. En la psicosis, la libido queda en el yo y no tiene posibilidades de volver a los objetos, queda en un estado narcisista (esquizofrenia, paranoia, psicosis maníaco depresiva.). A diferencia del otro mecanismo que tiene el neurótico, que puede depositar la libido en objetos fantaseados. La histérica está como desconectada del mundo, nutriendo sus fantasías con la libido, pero de hecho puede enamorarse, volver a establecer relaciones, etc. Hay un ida y vuelta y hay un pasaje de libido de uno a otro. En la psicosis esto está imposibilitado. Esta posibilidad de ir del objeto al sujeto y del sujeto al objeto y de objetos entre sí es lo que llamamos transferencia. En opuesto a las neurosis narcisistas están las neurosis de transferencia. Sobre este tema no hay del todo acuerdo, se trata de cuando se dice que el psicótico no establece transferencia. Freud dejó entrever que el psicoanálisis no era una teoría y práctica para tratar la psicosis porque el paciente psicótico no hace transferencias y la transferencia es el motor que hace girar un tratamiento. Pero la gente que trabaja con psicóticos dice que hacen transferencias masivas, distintas a las neuróticas, pero hacen transferencias en fin. Cada uno tendrá que pensar su postura sobre este tema. Las neurosis de transferencia propiamente dichas son las comunes: histeria, neurosis obsesiva. Con la perversión se da un forma mixta, porque la perversión es una estructura muy narcisista, la perversión más clara es el fetichismo, hay un artículo de Freud donde está muy aclarado y especificado el funcionamiento perverso. La perversión es aquello que impide que el sujeto vivencie la castración, se queda en el acto perverso y su sexualidad solamente tiene lugar con esa condición perversa con tal de no hacerse cargo o de descubrir la castración. La castración es lo que marca la diferencia de los sexos y el perverso, al no reconocer la castración, al reconocerla pero desmentirla (el mecanismo de defensa que utiliza es la desmentida y no la represión) lo que está haciendo en quedarse en una estructura narcisista: todos somos iguales, no hay diferencias, no hay otro distinto a mí. Por ejemplo en la homosexualidad (la tomamos como conducta perversa quitándole cualquier connotación moral), elegir un parteanaire del mismo sexo está como fomentando la creencia o fantasía de que somos todos iguales. Lo que no puede es enfrentarse con la diferencia. Entonces, hacen transferencia, son neuróticos, pero tienen un componente narcisista importante, sólo que está muy focalizado en el área sexual en la perversión, mientras que en la psicosis el narcisismo es generalizado, abarca todas las conductas de la persona, en el perverso ocupa sólo el espacio dedicado a la vida sexual. El hombre de las ratas (tomo X) Es un ejemplo de neurosis obsesiva y tiene una vuelta interesante de la transferencia. Ilustra muy bien todas las manifestaciones de la neurosis obsesiva, en la que, en general, sólo aparecen rasgos. Lo trata en 1907 y lo publica en 1909 como caso de éxito. Se presenta como un hombre joven, con representaciones obsesivas que empezaron hace 4 años: que algo les pasará a las personas que más amaba, su padre y su amada. La lucha contra estas ideas obsesivas lo habían hecho perder mucho tiempo en su carrera. Había intentado otros tratamientos antes de Freud, pero habían fracasado. Su vida sexual era limitada, las prostitutas le daban asco y el onanismo no tenía mucha cabida en su vida. Freud le da la consigna de asociación libre y comienza contando de un amigo al que recurría cuando tenía impulsos criminales.Lo relaciona con un amigo anterior, a los 14 años, en el que él confiaba, pero después se dio cuenta de que era para acercarse a su hermana. Sexualidad infantil precoz, a los 4 ó 5 años se mete debajo de la pollera de su institutriz con su permiso. Su cuerpo le pareció “singularmente conformado”, también lo toca. Le queda una obsesión por contemplar el cuerpo femenino desnudo. Otro recuerdo es cuando escuchó a otra institutriz (Lina) decir: “con el pequeño sí se podría hacer, pero con Pablo no porque es muy torpe y probablemente no acertaría”. A los 6 años tenía frecuentes erecciones. A esa edad tenía la idea de que los padres conocían sus pensamientos, por decirlos él mismo en voz alta sin darse cuenta. Quería ver a las chicas desnudas y eso le provocaba inquietud porque pensaba que algo malo podría pasar, especialmente que su padre muriera. Freud se entera que su padre ya había muerto. Esta neurosis infantil es el prototipo de la enfermedad adulta: 1. El niño está bajo el dominio de la pulsión sexual (pulsión de ver), quería ver mujeres desnudas. No tiene carácter obsesivo porque el yo no ejerce aún la censura, pero ya aparece cierta oposición, un afecto penoso (pulsión sexual). 2. Existe un temor obsesivo enlazado al deseo (temor contrario, ya es obsesivo porque hay un falso enlace, un desplazamiento). 3. El afecto penoso da lugar a que aparezcan defensas para evitar que desgracia suceda (emprende medidas defensivas). Existen sucesos traumáticos anteriores a los 6 años sobre los que ya actuó la represión y aparece la sublimación (actividad intelectual, física, amistad, etc.). En este punto podemos saber que el origen de la neurosis está relacionado con la sexualidad infantil. Gran temor obsesivo Estando en el servicio militar pierde los quevedos y los manda pedir. En el mismo descanso en el que hizo el pedido, estaba sentado entre dos oficiales, uno de ellos era el Capitán “Cruel” porque le causaba gran temor porque se mostraba manifiestamente inclinado a la crueldad. En las conversaciones que tenían se había mostrado muchas veces partidario de los castigos corporales y cuenta, en este descanso, que había leído que en oriente se aplicaba un castigo singularmente espantoso. En el momento en que está contando esto a Freud se levanta del diván y le pide a Freud que no le haga relatarle en qué consistía ese castigo (es como si pensara “si me hacés contarlo sos cruel”) y es interesante lo que Freud hace con respecto a la transferencia, porque le dice que él no quiere incomodarlo y que está de acuerdo con los castigos crueles, pero que es de vital importancia para el tratamiento que él hable de todo lo que se le ocurra, que él venza esta resistencia a hablar de ese tema. Esta es una maniobra transferencial muy importante, porque Freud se corre de la línea de estos hombres crueles a los que el paciente le tenía miedo. Una vez que Freud hace esta aclaración comienza a contar en qué consistía el castigo. Mientras lo relata, se notaba mucha resistencia a hablar del tema, pero en la expresión del rostro se podía adivinar una excitación de la que el paciente no tenía registro, una excitación inconsciente. El hombre de las ratas dice que cuando escuchó sobre este castigo se le ocurrió ese castigo le podría suceder a su dama y a su padre. Inmediatamente que ocurría esta idea sobrevenía una sanción, una medida protectora de esta idea. Periplo de las 3,80 coronas. Al día siguiente de pedir los anteojos, el capitán cruel le informa que llegaron los quevedos, que los recibió el teniente “Z” y que los guardó, por lo que le debe al teniente Z el dinero. En este momento le surge la idea de que no le debe devolver el dinero porque si lo hace le va a ocurrir el castigo a su amada y como después seguía con la idea de que estaba mal si no pagaba, se le ocurrió la idea inversa (esto pasa todo el tiempo en la neurosis obsesiva, jugar con los inversos). Entonces, la primera idea era: “si pago, le va suceder este castigo a la dama de mis pensamientos”, inmediatamente después es “no, si no pago va a suceder”, entonces sí o sí tengo que pagar. Finalmente queda como premisa que tiene que devolverle inmediatamente el dinero al teniente Z. Durante un tiempo estuvo tratando de hacerle llegar esa plata de varias formas, pero algo pasaba. Cuando al fin lo encuentra para devolverle la plata el teniente le rechaza la plata y le dice que él no recibió los quevedos y que era el teniente B el que lo había hecho. El hombre de las ratas queda pasmado al escuchar esto, porque ahora cómo se sacaba de la cabeza que tenía que pagarle al teniente Z y que si no lo hacía ocurría el castigo. A pesar de saber que no era al teniente Z al que le tenía que devolver la plata, empieza a pensar de qué manera, indirectamente, le podía hacer llegar esa plata. En definitiva no queda en nada. Acá Freud dice que en un punto se puede ubicar en esta situación como un sentimiento de cobardía en el hombre de las ratas porque dice Freud que con esta acción de devolverle la plata a la persona indicada se habrían terminado esos temores obsesivos, pero sin embargo se iba asegurando de nunca cumplir con eso, porque en realidad el hombre de las ratas sabía desde un primer momento que los anteojos los iba a recibir la mujer del correo postal, olvidó esto y armó toda una escena en la cual había como un fracaso garantizado porque si él armaba toda una cuestión de que tenía que devolverle la plata a una persona que no era la que los había recibido, nunca iba a terminar devolviéndola. La idea obsesiva se iba a seguir manteniendo. Introducción al entendimiento de la cura El paciente comienza una sesión diciendo que le va a contar algo que hace mucho tiempo que lo atormenta y es que estando su padre enfermo de enfisema, se fue a dormir y cuando despierta se entera que el padre murió. Se reprochó en ese momento no haber estado cerca de su padre y peor se puso cuando le dijeron que su padre lo había llamado, había pronunciado su nombre. Pero dice que el reproche no fue tan doloroso al comienzo porque no terminó de aceptar como un hecho real la muerte de su padre y que sólo un año y medio después apareció en el un sentimiento de negligencia y comenzó a atormentarlo este recuerdo, se sentía como un desalmado. Este recuerdo aparece a partir de la muerte de una tía de él durante una visita que le hizo a su tío (marido de la tía que murió). Dice que estando en la casa del tío lo escucha decir al tío “otros hombres hacen lo que quieren, pero yo he vivido tan solo para esta mujer”. Dice que el hombre de las ratas entendió que su tío estaba haciendo referencia a su padre, poniendo en duda la fidelidad conyugal del padre. Aunque el tío le negó esto, quedó con esa idea. A partir de ese comentario empieza a manifestar una incapacidad para el trabajo, hay como una injuria hacia el padre y empieza a recordar, se siente como en falta con el padre. También empieza a tener la idea de que por haber delinquido él contra el padre, el padre podría sufrir un daño en el más allá. Un amigo (al que le consulta cuando está con impulsos suicidas), le dice que es un exagerado, que él no le hizo nada al padre, que al padre no le va a pasar nada y que ese reproche es exagerado, que él no es ningún criminal. Freud aprovecha este comentario para decirle que cuando hay una disparidad entre el contenido ideológico de una representación y el afecto relacionado a esa representación (o sea, entre la magnitud del reproche y la causa) podemos decir que el afecto está justificado, que no hay por qué criticar esta culpa que siente, pero que este sentimiento seguramente corresponde a otra idea, de contenido inconsciente y que es lo que debe ser buscando para comprender el origen de este afecto, de este reproche (otra interesante maniobra transferencial de Freud). Ahí está el tema del falso enlace. Esto es como un concepto muy aplicable en la clínica cuando hay un paciente que siente culpa, por ejemplo cuandosale cuando debería estar estudiando. Si aparece la culpa uno tiene la tendencia de decir “pero no, cómo me voy a sentir culpable por esto”, pero esa culpa viene de algún lado, por lo que no hay que “desculpabilizar” a un paciente porque sino es una puerta que se cierra y no se resuelve. De algo es culpable y hay que meterse con eso para desentramar qué está detrás de la culpa. Volviendo al tema de lo infantil, en la sesión siguiente le dice que a pesar de considerarse a sí mismo una persona moral, había llevado a cabo en su infancia cosas de una persona amoral. Freud frente a eso le dice que sin darse cuenta había descubierto una de las características del inconsciente que es lo infantil. En el siguiente encuentro el hombre de las ratas le relata a Freud una serie de aconteciemientos: A los 7 años, tenía la sensación de que sus padres conocían sus pensamientos. A los 12 años, se había enamorado de una nena que no le daba bolilla y él pensó que si le sucediera a él una desgracia la nena le iba a prestar más atención. Ahí aparece la idea de qué sucedería si se muriera el padre. Inmediatamente rechazó ese pensamiento. Seis meses antes de la muerte del padre, el hombre de las ratas pensó que si se moría el padre él se iba a transformar en una persona rica al heredar al padre y esto le iba a permitir casarse con la persona que él amaba. En la víspera de la muerte del padre, pensó que estaba a punto de perder a la persona que él más amaba (su padre), pero inmediatamente le apareció la idea de que había otra persona cuya muerte le dolería más (la amada). Acá comenzaría a aparecer la oposición entre el padre y la amada, a quién ama más. El paciente se extrañaba mucho de los pensamientos que tenía con respecto a la muerte de su padre porque nunca lo vivió como una situación placentera sino lo contrario. Freud le dice que la condición para que surgiera ese odio por el padre era que hubiera un amor muy intenso, porque sino el no tendría problemas en pensar esto sin conflictuarse. Cuando le aparecía la idea inmediatamente surgía el reproche. Freud lo tranquiliza diciendo que si aparece el odio es porque lo ama. La ambivalencia afectiva es propia de la neurosis obsesiva y para rastrear el origen del odio habría que remontarse a la infancia, precisamente a la época en que pensaba que los padres podían conocer su pensamiento. Decía que la fuente del odio podía ser que el padre se ubicaba como un estorbo ante las ideas sensuales que surgían. El odio surgía cuando lo atacaban estos impulsos sexuales, quería que desapareciera el padre. Nos remontamos al Edipo, por eso queda reprimido. El hombre de las ratas se sorprende de tener impulsos hostiles hacia el padre, que está haciendo un duelo patológico por su muerte. En su pensamiento había algo que no quería que sus padres supieran, por eso no quería que desapareciera el padre. Esto es previo al Edipo porque se supone que con el Edipo esto queda resuelto. Algunas representaciones obsesivas y su catalogo de los síntomas: Las representaciones obsesivas parecen disparatadas o inmotivadas sino se tiene en cuenta la edad cronológica y la vida del sujeto. Toma como ejemplo el impulso suicida: Un vez cuando la amada estaba ausente porque la tía estaba enferma a él le vino el impulso de cortarse la garganta y después dice no, tengo que matar a la vieja. Una cólera fue seguida inmediatamente de culpa, entonces aparece inmediatamente lo punitivo “suicidate”. Pero en la cc esto aparece de manera inversa: suicidio – matar a la vieja. Otro impulso suicida fue la manía de adelgazamiento que se impuso como una manera de manifestar odio hacia el primo de la amada. Freud establece una relación del adelgazar con el apellido del primo. Se autopune. Los impulsos suicidas eran respuestas con impulsos agresivos hacia terceros que aparecían como obstáculo en la relación con la amada. Otra representación obsesiva: es una excursión en un barco donde se tenía que poner una gorra sino algo terrible le iba a suceder. También está la de los relámpagos. Representación obsesiva de la piedra: Primero la corre porque se le viene a la cabeza que cuando pasara la novia iba a chocar el carruaje y después se le viene que no y la devuelve. Estos síntomas que veíamos de poner y sacar la piedra son actos obsesivos en dos tiempos. El segundo acto tiene la intención de anular el efecto del primero. En estos actos obsesivos, en dos tiempos se pone de manifiesto el conflicto, la ambivalencia afectiva, de la neurosis obsesiva. Los impulsos de amor y de odio son de igual magnitud, y por lo tanto el síntoma es en dos tiempos porque en el primero se satisface uno de los impulsos y en el otro se satisface el segundo. Ocasionamiento de la enfermedad. Comienza diciendo que los motivos recientes de la enfermedad entran en represión, igual que en los recuerdos infantiles que lo desencadenaron. (Ver teoría del trauma). En la neurosis obsesiva lo que ocurre es que, si bien se reprime el recuerdo infantil (igual que en la histeria), se recuerda el suceso reciente, es decir el suceso que entra en conexión asociativa con ese recuerdo infantil y aparece el trauma en relación al recuerdo, pero desencadenado por un suceso actual. El suceso infantil sigue bajo la represión, pero el reciente (que desencadena el síntoma) es recordado por el sujeto, pero no está cargado de afecto, el afecto correspondiente se une a otra representación por un falso enlace. Es una representación inocua que no le trae conflicto al yo. Freud comienza a pensar cuál es el motivo de la enfermedad del hombre de las ratas. El padre, antes de conocer a la madre, estaba relacionado con una mujer de bajos recursos. Cuando muere el padre, la madre le dice que uno de sus primos le quiere dar la mano de su hija cuando termine sus estudios. El hombre de las ratas estaba enamorado de otra mujer, por lo que se ve en la misma situación que el padre, con lo cual, como su padre, eligió privilegiar lo económico. Resuelve esto enfermándose. Este conflicto lo afecta en su carrera. Freud ubica como ocasionamiento de la enfermedad la proposición de casamiento que hace su madre, donde lo coloca a él frente a la decisión de elegir entre su propia voluntad y la voluntad o el deseo de su padre.(Esto es importante). Cuando se lo comunica al hombre de las ratas éste se lo niega, pero después, en transferencia, el hombre de las ratas tiene un sueño en el que se interesa por la hija de Freud por su dinero, por lo que acepta la interpretación de Freud. Complejo paterno y la solución de la idea de las ratas. La motivación de la enfermedad bruta tiene que ver con la lucha entre la voluntad del padre y del hombre de las ratas. Y la inclinación amorosa del paciente. El padre aparece otra vez como perturbador del goce. Freud dice “sabemos que esta lucha tiene que ver con la infancia”. Dice que el padre del hombre de las ratas era un hombre excelente, pero riguroso con sus hijos. Aparecía como obstáculo en la actividad sexual infantil de los hijos. Aparece como “perturbador del goce”. Esto sucede en el Edipo. Con la propuesta matrimonial se reactualiza este lugar del padre como perturbador del goce, que por amor al padre tiene que renunciar al goce. Recordar que la masturbación la vivía con culpa. Una noche, habiendo muerto el padre, se para desnudo frente al espejo y piensa que el padre estaría orgulloso si estudiara, pero defraudado si lo viera desnudo frente al espejo. Esto habla de la ambivalencia. Cuando el hombre de las ratas le cuenta esto, elabora una construcción (es un fragmento que el analista crea en función de la información que va dando el paciente; es una escena que no se sabe si es cierta o no y que sirve como disparador del discurso y de las asociaciones del paciente. Es una herramienta que usaba Freud cuando el paciente estaba trabado en su discurso. La construcción de Freud fue que cuando era un niño de 5 ó 6 años había cometido una falta (sexual)y que el padre lo había castigado, interrumpiendo su actividad y desatando la ira contra su padre. A partir de ello, el padre quedó fijado como perturbador del goce. A raíz de esta construcción el hombre de las ratas le dice que recuerda una anécdota que la madre le contó: que siendo pequeño, por una falta el padre lo castigó y ella descargó una furia muy grande, mientras el padre los castigaba el hombre de las ratas lo insultaba nombrando objetos cotidianos. El padre dejó de azotarlo y dijo: “este chico será un gran hombre o un gran criminal”. El hombre de las ratas dice que quedó con una sensación de cobardía por lo que sintió (sintió temor por la hostilidad hacia el padre, no quería volver a sentir lo mismo). La falta era porque había mordido a una de las institutrices. Se pregunta Freud por qué las intervenciones del Capitán Cruel tenían ese efecto en el hombre de las ratas y dice que es porque toca dos puntos críticos y hace este análisis: 1. El rasgo militar, que tenía que ver con el padre del hombre de las ratas porque había sido militar. 2. El pago de los quevedos, era una forma de saldar las deudas del padre (deudas de juego y deudas de amor). La deuda de juego tiene que ver con que el padre era jugador de joven y en una oportunidad perdió dinero y no lo pudo reponer, por lo cual, con este asunto de los quevedos el hombre de las ratas se hace cargo de esa deuda, intenta saldarla. La deuda de amor tiene que ver con que el padre eligió a la mujer que le convenía y no la que amaba. Ahí arma toda una cuestión con el significante “rata”, leerlo para tenerlo en cuenta, no lo vamos a ver en clase. A. Algunos caracteres generales de las formaciones obsesivas. Comienza Freud haciendo correcciones sobre sí mismo, él hablaba hasta el momento de representaciones obsesivas, pero que ahora prefiere hablar de pensamiento obsesivo porque de esta manera puede incluir deseos, fantasías, impulsos, no se queda sólo con las representaciones. Habla de la lucha defensiva primaria y secundaria. Lucha defensiva primaria: en ésta ya operó la represión, ya hay una solución de compromiso. Cuando ingresa a la conciencia ese material ingresa deformado, el sujeto se está defendiendo porque ya actuó la represión sobre eso que está ingresando a la conciencia. Lucha defensiva secundaria: es la parafernalia que arma el sujeto alrededor del síntoma. Es cómo se defiende del síntoma. En la lucha defensiva primaria aparece el material deformado porque operó la represión, entonces aparece una formación de compromiso (un síntoma). En la lucha defensiva secundaria está la defensa contra ese síntoma. Por lo tanto, como los síntomas aparecen deformados, es por esto que el paciente no tiene idea de lo que hay atrás. Hay dos cuestiones que están presentes en el síntoma obsesivo: - Ambivalencia: El síntoma satisface las dos tendencias - Compulsividad: El paciente no puede parar de pensar lo mismo. Lo que atormenta es una idea, un pensamiento improductivo, un acto que no puede dejar de hacerse. La lucha defensiva primaria es lo que hace que esta idea se manifieste. Para desprenderse de esa idea, se arma un ritual. El NO se angustia cuando no puede llevar a cabo el ritual. Algunas singularidades de los NO y su relación con la realidad, la superstición y la muerte: Freud se mete con el carácter supersticioso del hombre de las ratas que por momento creía y por momentos no. El mismo se daba cuenta de que se ponía supersticioso según cuan conflictuado estaba con sus pensamientos obsesivos. Entonces esto le hace pensar a Freud que hay convicciones opuestas y cuando lo ve muy complicado con el pensamiento trata de explicarle que él tiene incidencia en lo que le pasa y que no es mágico. El síntoma del obse esta en función del pensamiento, se arma la película en la cabeza. Entonces Freud va desenmascarando estros trucos que tiene el hombre de las ratas y le muestra que es partícipe directo de lo que le atribuye a Dios. Una cuestión muy característica de la NO es la incertidumbre y la duda. El crearse una inseguridad es uno de los métodos del NO para quedar paralizado y abstraerse de la realidad. Hay una imposibilidad de elegir y pasar al acto. Y en la NO esto es para abstraerse de elegir y pasar al acto (es lo que hace con la decisión del matrimonio y la manía de compresión). El neurótico usa la duda para mantenerse aferrado al síntoma. La semana que viene seguimos con el hombre de las ratas y comenzamos con Juanito (Hans, tomo X). Segunda parte de la clase Neurosis obsesiva. Hay un elemento básico que nos ayuda a entender la NO que son las compulsiones. En la compulsión el yo se siente obligado a hacer o a pensar o a omitir ciertas cosas bajo el peso de terribles amenazas. Como ejemplo: “si no controlás antes de salir todas las llaves de luz, va a haber un cortocircuito y se va a quemar toda la casa” (obligación de hacer). “Si no repetís la tabla del 2 cuatro veces, alguien de tu familia va a tener un accidente” (obligación de pensar). “Si pisás la raya de las baldosas te vas a enfermar” (obligación de omitir). Siempre existe una terrible amenaza si desobedece. Las ideas obsesivas, por otro lado, son derivados. Se instalan en el pensamiento del individuo y su persistencia representa la energía de alguna otra idea impulsiva. Esta idea impulsiva ha sido previamente rechazada, pero la nueva (el derivado) está vinculada a ella por asociación. No es cualquier idea, siempre hay un nexo que las asocia a ambas. Las compulsiones son obsesiones que se sienten como impulsos. Ejemplo: el impulso de tirarse por la ventana si se acerca a ella. Las compulsiones también son derivados de otra cosa. Esto quiere decir que las fuerzas defensivas (las fuerzas que tienen a su cargo defendernos de esto) no han logrado o han logrado mal hacer que el paciente quede inadvertido de lo que sucede en su interior, pero sí han logrado darle una forma compulsiva a la tendencia original. Por ejemplo, puede instalársele una idea obsesiva de carácter sexual sin que el individuo sienta la más mínima excitación sexual, por ejemplo un hombre puede pensar “yo, con este hombre que veo, podría tener un coito homosexual”, pero sin ningún vestigio de excitación o deseo, simplemente la idea instalada. También la compulsión puede ser vivida por el individuo como un mandato desde adentro. Este mandato llegará desde el superyó como un representante interno del padre. La compulsión la vamos a describir como una condensación de fuerzas pulsionales y antipulsionales, por ejemplo, la parte pulsional pueden ser ideas homicidas o incestuosas; lo antipulsional va a ser la defensa, que serán mandatos del superyó. Entonces, la defensa y la penitencia de una amenaza desde adentro. O sea, está la defensa de tener tal deseo más un castigo, una penitencia por haber tenido ese deseo. El neurótico obsesivo está gobernado por la furia del superyó. Tiene un superyó terriblemente colérico y furioso que lo está permanentemente castigando desde adentro. En algunos casos las compulsiones son directamente órdenes del superyó: “tenés que hacer tal o cual acto expiatorio para lavar los pecados”, por ejemplo “levantate y andá a lavarte”. Sería como el representante actual de la orden infantil de los padres con respecto a la limpieza. Se acuesta, empieza a tener un deseo de masturbarse y la voz del superyó le dice “levantate y andá a lavarte”. No tiene más remedio que hacerlo porque se va incrementando la orden y la penitencia. En otros casos, en vez de órdenes son amenazas: “si hacés esto va a morir tu padre”. Habíamos dicho que las ideas obsesivas son derivados, son derivados de fantasías edípicas censuradas. La amenaza es un derivado básico de la castración por los deseos incestuosos del complejo de Edipo. Ahora aparece deformado por “te vas a enfermar” o “vas a tener un accidente”. La idea original en la neurosis obsesiva es edípica, frente a la amenaza por sus deseos edípicos, el individuo haceuna regresión a la etapa anterior a la fálica (que es cuando tiene lugar el Edipo), hace una regresión anal. Después el superyó empieza a castigarlo por las pulsiones anales, por los deseos anales. Entonces, se va a la analidad para defenderse de lo edípico (porque el superyó lo castiga ferozmente por tener deseos edípicos) y después el superyó lo empieza a castigar ferozmente por tener deseos anales. Esto quiere decir que el síntoma de la NO está representando simultáneamente, en esa particular condensación, a la pulsión, a la defensa o ambas a la vez, o alternadamente. Muchas veces, dentro de la misma defensa que se intenta, se encuentra la satisfacción por la pulsión rechazada. Una madre sobreprotectora que siente hostilidad hacia su hijo, se tiene que defender de esa hostilidad y termina torturándolo con “ponete el saquito”, “comé”, “no llegues tarde”. Se defiende de esa hostilidad mostrando que lo quiere y lo protege a su hijo y en ese mismo acto está cumpliendo con la hostilidad. Para entender a la clave del significado oculto que tiene el síntoma, para saber si esto es una defensa, una pulsión o qué, se debe recurrir a la historia del individuo. Muchas veces el síntoma se forma en el momento en que aparece por primera vez, como Dora al pie de la escalera. La regresión es a la etapa sádico-anal y la permanente presencia de estos elementos sádico-anales en la neurosis obsesiva lo llevaron a Freud a plantear la existencia de una etapa sádico-anal en la organización de la libido. O sea que Freud, gracias al estudio de la neurosis obsesiva, llegó a conceptuar que, como derrotero libidinal en el niño debía existir una etapa en la cual las pulsiones anales estuvieran a flor de piel y son ahora las productoras de los síntomas. En la neurosis obsesiva, el material reprimido no tiene sólo que ver con los deseos edípicos, sino que es una mezcla donde se encuentran los deseos sádico-anales junto con los edípicos, porque para huir de los edípicos se refugia en los sádico-anales donde también hay deseos pregenitales prohibidos. Siempre van a aparecer estos deseos sádico-anales como conflictos de pares antitéticos: a la pulsión agresiva se va a anteponer el sometimiento. En el análisis de los neuróticos obsesivos esto aparece claramente, tienden todo el tiempo a someterse al analista, incluso favorecen situaciones en las que el analista se puede ver tentado a ejercer cierto sometimiento. Pero el día que se enoja son terribles, hay gran agresividad. A la crueldad le anteponen bondad. A la suciedad, limpieza. Siempre hay rituales de limpieza, rituales de baño: bañarse de tal o cual forma; todo tiene un por qué. Tardan mucho en el baño. Otro par es orden-desorden. Siempre el neurótico obsesivo muestra la hilacha, porque están muy prolijos, pero siempre se puede encontrar una mancha o algo, se les cuela la analidad. Todos los obsesivos tienen rituales escatológicos secretos, cosas que muy raramente llevan a análisis porque les da mucha vergüenza. Hay tres tipos de rituales: Juegos erótico- anales: Las formaciones reactivas contra dichos juegos (el ritual contra esos juegos). Ambas cosas a la vez (lo hace y lo deshace). Todo esto se explica por el esfuerzo de escapar de los deseos edípicos. Se dirige contra el deseo edípico y lo transforma en sadismo-anal, pero ahí se le complica y la defensa empieza a perturbar la satisfacción anal, porque el superyó no quiere saber nada con analidades. La neurosis obsesiva tiende a abarcar no sólo el área en cuestión, empieza a abarcar todas las áreas de la vida del individuo, constituyendo lo que después se llama carácter anal. Recordar la ecuación heces=pene=dinero. Van a tener conductas patológicas relacionadas con heces=dinero, cuestiones de prostitutas por dinero, no eyaculación (retener), características sádicas en el coito (sufrimiento propio o del otro). Esto es erotismo anal, lo anal para el goce. Siempre es de características bisexual. El ano reemplaza a la vagina, se instaura como zona de característica vaginal. En el varón, conflicto entre penetración sádica y deseos de someterse a la voluntad paterna. Para defenderse del impulso sádico de él, se trasforma en ser penetrado. El peligro es la castración. Literalmente “se da vuelta”. Es como decir “prefiero ser penetrado antes que castrado”, como una forma de defenderse de la castración. Siempre la figura superyóica cruel y sádica va a ser un representante del padre, que no es padre real, sino el padre producto de sus deseos incestuosos hacia la madre, que convierte al padre en un enemigo terrible. Recomienda leer el historial de el hombre de los lobos (el miedo a ser comido por el lobo era un deseo de entrega sacrificial al padre). Otra característica del erotismo anal es la ambivalencia. Diferenciar duda de ambivalencia: en la duda ambas ideas son concientes, en la ambivalencia una es conciente y la otra es inconsciente. En el carácter anal Freud encontró que hay rasgos de carácter que son sublimaciones o formaciones reactivas o sublimaciones de actividades sádico anales (orden=obediencia o normas de excreción). La obstinación = deseo de rebelión a las normas. Son generalmente frugales, que es una formación reactiva contra la retención. Muchos síntomas obsesivos son viejas protestas o viejos sometimientos a las normas de limpieza de los padres, hay padres que se ponen muy ansiosos con el tema anal de los hijos. El neurótico obsesivo es retentivo por naturaleza, gran retención anal (codicia, avaricia, coleccionismo) o algún tipo de transformación en lo contrario (diarrea, generoso, etc.). Si se consigue sublimar algo de todo esto se puede llegar a ser un buen pintor, escultor o investigador. Según el psicoanálisis hay distintos tipos de recuerdos: Infantiles: de cuestiones realmente acontecidas. Encubridores: fantasías que se hacen recuerdos que parecen tener como objetivo cubrir deseos reprimidos de orden mayor. Ultraclaros: aquel que suele aparecer después de hacer una construcción (distinto de interpretación). La construcción se hace cuando ya no hay más recuerdo, cuando le llega al “lecho de piedra del río”. Ahí el analista puede hacer una construcción, que es como el trabajo de un arqueólogo. Por los materiales se infiere el formato original de la pieza. El analista le ofrece una construcción de lo que pudo haber pasado. Dice Freud que muchas veces cuando le ofrecemos una construcción al paciente, a las pocas sesiones tienen un recuerdo ultraclaro. Al ofrecerse la construcción el “sí” o “no” no nos dicen nada. El “sí” puede ser por sometimiento y el “no” puede ser por oposicionismo. Lo que sirve como aval para saber si fue o no acertada va a venir al poco tiempo con un acto psíquico, con una formación del inconsciente (un sueño, un acto fallido) o un recuerdo ultraclaro, que se presenta como un recuerdo muy vívido. ¿Cómo diferenciar un recuerdo infantil de uno encubridor? Si estoy en la primera (veo lo que vería con mis ojos si estuviera ahí) o tercera posición (me veo en la escena, entonces no es un recuerdo mío). (Ojo! Lo de primera o tercera posición es agregado por mí (Marina), no lo dijo el profesor). Fenichel toma algo de Freud y dice: no hay neurosis obsesiva posible en la edad adulta si no hubo una fuerte regresión anal en la infancia. Esto es algo así como que el neurótico obsesivo puede hacer un regresión a la etapa anal porque ya dejó el camino tendido de esta vía de regreso en la infancia. Ya hubo una regresión anal en la infancia, después el sujeto pudo volver a la fálica y hacer su evolución en la pubertad, etc. Años más tarde, cuando tiene que hacer la neurosis, no alcanzaría con pensar simplemente que había un factor desencadenante que lo llevó a hacer esta terrible regresión. También es fácil observar síntomas obsesivos en el período de latencia. A veces no pasan de ser defensas circunstanciales que después superan y no hacen una neurosis clínica propiamente dicha.Un ejemplo sería el coleccionismo. El carácter anal, si es sabido mantenerlo como tal y no inunda la personalidad, da rasgos que pueden ser vistos como méritos: ser limpios, prolijos, ordenados. El límite lo da el sufrimiento del paciente, si fracasa en el social, en lo laboral. A diferencia del histérico tiene los recuerdos infantiles conservados, tiene la idea pero pierde el afecto. El neurótico obsesivo tiene la idea, pero el afecto lo tiene enlazado en otra representación, por lo que el análisis es complicado. Al obsesivo hay que tratar de desestructurarlo (por ejemplo, cortar la sesión a los 10 minutos). Lo que hay que conseguir es angustiarlo para que pueda poner en palabras su angustia, traer el síntoma. Para la semana que viene: histeria de angustia. Complejo de Edipo según Lacan. La vida compulsional y la fuente de compulsión a la duda. Freud va a dar cuenta de cuales son las fuerzas psíquicas que están en juego en la formación de la NO. El sujeto enfermó a los 20 años ante la elección entre la mujer amada o la elegida por su flia. Pospone la decisión enfermándose, se sustrae mediante la enfermedad. Se iba a llevar a cabo cuando finalizara los estudios con lo cual si dilataba sus estudios, dilataba la decisión. Podríamos pensarlo como un conflicto entre su propio deseo y el de su padre con lo cual se reproduce la situación vivida en la infancia. Seguir la satisfacción del padre que aparecía como perturbador del goce o su propia satisfacción. En este conflicto aparece claramente evidenciado, el conflicto de ambivalencia amor odio en relación al padre y a su amada. El amor odio con relación a su amada a él le aparece dentro de su percepción; tiene contacto con los distintos impulsos de amor y odio con su amada. Pero el odio contra el padre aparece en el plano icc y el amor es cc. Freud hace la construcción del padre como perturbador del goce. En la infancia a través de esta vivencia en donde el padre queda ubicado como quien pone un límite al goce, y queda relacionado con los sentimientos de odio. Esto luego pasa a la represión. El sentimiento de odio en relación al padre aparece escondido y solo aparecen los sentimientos en forma cc de amor. Este amor no pudo extinguir al odio en el plano icc, solamente logro mantenerlo oculto. Este odio infantil no perdió eficacia. Los productos que están en el icc están ocultos pero no dejan de perder eficacia en la vida del sujeto en función de eso esta justificada nuestra práctica como psicoanalistas. El amor no logra extinguir al odio pero si logra a partir de un esfuerzo constante, que tiene que ver con la represión, mantenerlo oculto. Este es un esfuerzo que le insume muchísima energía al sujeto por eso cuando aparecen los síntomas, lo reprimido puede salir a la luz y el sujeto cuenta con muchísima energía que antes tenía invertida en mantener el proceso represivo vigente. El amor y el odio se presentan como dos componentes escindidos. Esta es una disociación que ocurre en la temprana infancia. Para entender esto vamos a tomar el texto inhibición, síntoma y angustia donde se explica lo que es la defensa pulsional. Entonces en la NO se observa una regresión desde la etapa fálica a la etapa sádico anal. Se produce una separación pulsional en la cual quedan separados por un lado los componentes sádicos y por el otro los eróticos dando como resultado una puja constante entre amor y odio y un superyó súper severo. ¿Vieron que los NO son súper superyóicos, no? ¿Por qué se produce esto? Porque el sujeto se encuentra con una frustración en el ámbito cc que no puede resolver (del medio externo) y frente a esto hace una regresión en busca de una satisfacción alguna vez alcanzada. Ustedes saben que la NO tiene una fijación en la etapa sádico anal con lo cual tendríamos que pensar que hay una mayor concentración de libido que alcanzo una satisfacción en este etapa. Entonces con la incapacidad de obtener una satisfacción en el presente es como que el aparato psíquico vuelve hacia a aquel lugar donde esta el registro de la satisfacción sexual alcanzada. Como consecuencia de este odio en el icc, se manifiesta el componente sádico en el amor y este es lo que retorna de lo icc que se puede expresar directamente. Por eso es que Freud trataba de explicarle al hombre de las ratas cuando decía que amaba mucho al padre, que la condición de que aparezca el odio es que haya un amor muy intenso. Frente a la imposibilidad de resolver, el sujeto decide enfermar. Ahora, ¿con que tiene que ver la duda y la obsesión del pensamiento? Tiene que ver con la ambivalencia afectiva. Ustedes imagínense que una persona que vive constantemente con un impulso hostil y uno de amor, se anulan mutuamente y la persona queda como inmovilizado. Los NO se caracterizan por esto, quedan como inmovilizados, quedan en el terreno del pensamiento. El conflicto se despliega en el terreno del lo psíquico no puede pasar a la acción porque cuando aparece una tendencia a actuar aparece la contraria que contrarresta el impulso y la persona se sumerge en esa duda permanente. Es muy denso para el obsesivo porque es esta rumiación constante del pensamiento que no los deja pasar al acto. Freud dice que duda de su propio amor y por consecuencia duda de todo lo demás, como por ejemplo cuando le agarra esa compulsión de duda que le tenían que explicar 20 veces lo mismo, tiene que ver con esto; con esta duda de que se le presentan el odio y el amor juntos. Cuando el obsesivo logra salir de esta cuestión dudosa permanente y se le pone en la cabeza que tiene que llevar una acción a la práctica esto se torna en idea obsesivo (ej: el tema del mandato de devolver la plata). La posibilidad de que no se pueda llevar a cabo, lo sumerge en una angustia terrible. Esta sexuación del pensamiento es lo que le da el carácter de compulsivo. El padecimiento del obsesivo tiene que ver con que no pueden parar de pensar. Freud define dos mecanismos que operan en la NO que se llaman mecanismos auxiliares: - Aislamiento: Tiene que ver con interponer un intervalo de tiempo entre la situación patógena y la idea obsesiva. Se logra que no entren en conexión un suceso con la idea con lo cual se produce esta disociación que parece como lo ridículo del NO. - Anulación: Un acto que ocurre posteriormente anula el efecto de un acto que ocurrió anteriormente (Ej: Sacar y poner la piedra podemos ver como se satisfacen las dos tendencias Ambivalencia amor-odio). Trayectoria típica de la neurosis obsesiva Cuadro que hizo la profesora en el pizarrón 1 - Predisposición a enfermar * Inmortalidad infantil: vivencias actuales y pasadas * Madurez sexual: Resignificación escenas infantiles, recuerdo deviene traumático, autoreproche, represión, síntomas primera defensa (vergüenza, escrúpulos, etc.). * Salud aparente 2 - Neurosis propiamente dicha * Retorno de lo reprimido Fracaso defensa: por azar, por perturbación sexual Síntomas de compromiso Retorno recuerdo Retorno afecto reproche *Defensa segunda Medidas protectoras: actos obsesivos, representaciones obsesivas - Predisposición a enfermar: Tenemos un primer momento que Freud llama la inmoralidad infantil. Estaría formado por todas las vivencias sexuales activas y pasivas. En el hombre de las ratas activas: Cuando le metía la mano a la institutriz. Pasivas: Una cuando él escucha hablar a la institutriz que con él no sirve. Otra cuando el padre lo castiga y él queda en un lugar de cobardía. Ahora viene el momento de madurez sexual: se vuelven a escenificar las escenas infantiles ocurridas en ese momento. Las escenas activas y pasivas el niño no cuenta con las herramientas para darle un significado, algo bueno- malo que le dio placer. Todo esto, cobra significado acá en el momento de la madurez sexual. Entonces personifica las escenas infantiles. El recuerdo se vive como traumático y genera un autorreproche. Este reproche sufre el proceso represivo y como consecuencia aparecen los síntomas primariosde defensa aparecen como rasgos de carácter: vergüenza, escrúpulo, asco (los diques). A continuación tenemos un período de salud aparente. Este es el terreno en el cual se va a gestar la neurosis obsesiva. - Neurosis obsesiva propiamente dicha: Esto ya es en la adultez. Retorna lo reprimido: los recuerdos, los reproches. Algo fracasa en la defensa, esto que se había ocultado como consecuencia del proceso represivo, fracasa. Esto puede ser o por azar por ejemplo el comentario que hace el tío sobre la tía del hombre de las ratas, sin ningún ánimo de ofenderlo y a él le activa que tiene que saldar las deudas del padre. Otra causa puede ser por una perturbación sexual, algo que pasa en la vida sexual adulta que genere un conflicto por el cual fracasa la represión. Como consecuencia tenemos síntomas de compromiso en relación al retorno del recuerdo o en relación al afecto y el autorreproche. Estos son síntomas, lo otro eran rasgos de carácter. Con lo cual aparece la defensa secundaria y por ende las medidas protectoras actos obsesivos y representaciones obsesivas. Como consecuencia de la defensa secundaria que actúa frente al retorno de lo reprimido, el sujeto se defiende del retorno reprimido generando un monto de rituales y actos que lo defiendan de esto que reconoce, por eso la angustia aparece en el obsesivo cuando algo de estos rituales no se pueden llevar a cabo. Porque no poder completar este ritual le remite a algo reprimido. Caso Dora. El contexto familiar de Dora. Síntomas de Dora. Formación de la histeria. El origen de los síntomas Análisis del síntoma de la tos. Papel de la fantasía en los síntomas histéricos. Lugar de la fantasía en los síntomas. II. El primer sueño Segundo sueño. Epílogo Clasificacion de las neurosis (continuación) Neurosis actuales El hombre de las ratas (tomo X) Gran temor obsesivo Periplo de las 3,80 coronas. Introducción al entendimiento de la cura Algunas representaciones obsesivas y su catalogo de los síntomas: Ocasionamiento de la enfermedad. Complejo paterno y la solución de la idea de las ratas. A. Algunos caracteres generales de las formaciones obsesivas. Algunas singularidades de los NO y su relación con la realidad, la superstición y la muerte: Neurosis obsesiva. La vida compulsional y la fuente de compulsión a la duda. Trayectoria típica de la neurosis obsesiva
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