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Los Monjes Shaolín Disciplina, sufrimiento, autocontrol y rechazo de la violencia están en la misma esencia del kung fu que se enseña en el milenario monasterio chino. Todas las artes marciales que existen bajo el cielo nacieron de Shaolín, reza un aforismo popular chino. En este templo patrimonio de la Humanidad, situado a una hora en coche de Zhengzhou, la capital de la provincia de Henan, en el corazón de China, los monjes budistas cultivan desde el siglo V el arte del kung fu. El kung fu no es solo lucha y energía física, sino también tener un corazón limpio, aseguraba un maestro de la escuela del Monasterio de Shaolín a Pablo M. Díez, enviado especial de ABC en 2009 a este centro de peregrinación de los aficionados a las artes marciales. Nuestra escuela intenta enseñar unas pautas de comportamiento basadas en la rectitud del carácter, añadía. Cincuenta mil alumnos se entrenan en las doscientas escuelas de artes marciales que han proliferado alrededor del monasterio y en la academia oficial del templo, la Base de Entrenamiento de los Monjes-Guerreros de Shaolín. La férrea disciplina en la escuela de Shaolin comienza a las cinco y media de la mañana y se prolonga hasta las nueve de la noche, entre entrenamientos y clases académicas con apenas breves descansos para comer. http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2009/08/15/067.html http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2009/08/15/067.html http://www.shaolin.org.cn/
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