Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
f Sinonimia Pitiriasis rosada de Gibert. Definición Dermatosisinflamatoria,autolimitada, de evolución breve, caracteizada por la aparición inicial de una lesión única, y erupción secundaria de abundantes placas más pequeñas, eritematoes- camosas y ovales, distribuidas en cuello, tronco y raíz de extremidades. Datos epidemiológicos La incidencia es de 85 por 100 000 habitantes; constituye 0.57 aZVo dela consulta dermatológica. Afecta a cualquier raza, pero es más grave en afroestadounidenses; predomi- na en mujeres de 10 a 35 años de edad, con frecuen- cia de l4%o en menores de l0 años. Las lesiones duran semanas y no hay ritmo estacional. Suele ha- ber infecciones concurrentes. Etiopatogenia Se desconoce la causa; se ha sugerido un proceso infeccioso exantemático viral; se ha relacio- nado con un picornavirus y se han demostrado herpesvi- rus 6 y 7 en piel y saliva, y linfocitos CD4+, que hacen pensar en una infección sistémica activa. También mues- tra vínculo con infecciones de vlas respiratorias y altera- ciones inmunitarias como las propias del embarazo y trasplante de órganos; aunque menos viable, se ha postu- lado una causa psicógena. Ciertos fármacos (captopril, metronidazol, isotretinoína, o-penicilamina, levamizol, barbitúricos, bismuto, ketotifeno, sales de oro) e incluso el BCG, pueden desencadenar una erupción parecida. La Iesión inicial se ha relacionado con traumatismos, como picadura de insectos, que podrían ser la vía de entrada de un agente infeccioso; al igual que en la mononucleosis, se ha observado mayor diseminación cuando se admints- tra ampicilina. La participación del sistema inmunitario no es muy clara. Hay aumento de células T CD4+ en la dermis su- perficial, e incremento de células de Langerhans. Por otra parte, se ha postulado que las lesiones diseminadas dependen de anticuerpos IgM contra queratinocitos. Cuadro clínico La lesión inicial, llamada placa primitiva (esquema 118-1) o medallón herdldico, se presenta en 50Vo (límites, 12 a 94Vo) de los en- fermos. Suele afectar cuello o tronco, pero puede ap¿uecer en cualquier sitio. Consiste en una placa oval (múltiple en 5Vo), asintomática, de color rosa- do, con descamación fina, que crece hacia la perife- ria; puede medir desde unos milímetros hasta 4 o incluso 10 cm, y persiste cuatro a cinco días (figs. 118-1 y 118-2). Luego de cinco a 15 días sobrevie- ne una erupción secunda¡ia repentina, que suele afectar tronco, cuello y parte proximal de las extre- midades (78Vo). Se observan muchas placas ovales pequeñas que miden de 0.5 a 1.5 cm, son eritemato- sas y están cubiertas de escamas finas; en personas de piel morena son más oscuras. En una a dos se- manas se extienden en dirección centrífuga, y adoptan una distribución caracteística en árbol de navidad. Esta etapa también es asintomática, o se acompaña de prurito moderado (25Vo); hay resolu- ción espontánea en dos a seis semanas, aunque a veces dura tres a cinco meses; puede quedar hipo- pigmentación o hiperpigmentación residual; sobre- viene recidiva en 3 por ciento. Rara vez hay fiebre, cefalalgia, malestar gene- ral, artralgias, síntomas gastrointestinales o afec- ción ungueal. La afección bucal(16%o), que ocurre ante todo en la afección extensa, en niños y en la fazarrcgÍa, con frecuencia pasa inadvertida; se han informado manchas eritematosas, vesículas, ampo- llas, ulceraciones y hemorragias. Las formas atípicas (207o) consisten en: forma invertida, que afecta cara y extremidades, y es más frecuente en niños; formas localizadas, que afectan parte baja del abdomen, cuello, axilas, piel cabellu- da, ingles o palmas y plantaq, placa primaria aisla- da; forma gigante, que es más grande y genera síntomas más intensos; formas circinada y margi- nada de Vidal. Según las lesiones puede ser: papu- lar (principalmente en menores de tres años), vesicular, pustular, urticariana y hemorrágica o purprírica. Datos histopatológicos No hay alteraciones pa- tognomónicas; la imagen es la de una dermatitis perivascular superficial. Se observan: espongiosis leve; exocitosis; paraqueratosis focal; infiltrado in- flamatorio superf,rcial y perivascular, formados por linfocitos, histiocitos y neutrófilos, con pocos eosi- nófilos; papilomatosis; homogeneización de la co- lágena y edema papilar; acantosis; extravasación de eritrocitos. En la placa primaria el infiltrado puede ser más profundo. Se han observado también célu- 482 Pit i r iasis rosada las disqueratósicas, y células gigantes multinu- cleadas. Diagnóstico diferencial Erupciones por fiírmacos (fig. 9-3), dermatitis por contacto (fig. 5-a), psoria- sis en gotas (fig. 121-3), secundarismo sifilítico (fig. 55-4), tiña del cuerpo (fig. 97-8), parapsoria- sis (f ig. 116-1), eccemátides (figs. 12-1 al2-3),en- tema anular centrífugo (fig. 58-1), eccema numular (figs. 7-1 y 7-2), dermatitis seborreica (fig. 8-5), dermatosis cenicienta (hgs. 26-1 y 26-2),liquen pla- no (fig. 93-2), dermatosis purpúricas, exantemas. En el SIDA se presenta un cuadro clínico muy si- milar. En el estudio histopatológico, con eritema anular centífugo y parapsoriasis en gotas. Tfatamiento Ninguno es específico. Es más im- portante instruir al paciente y confortarlo. Pueden aplicar polvos inertes o coloides y recomendarse el uso de jabones suaves o sustitutivos de jabón; gli- cerolado neutro de almidón; lociones con mentol y fenol u óxido de zinc; ante síntomas muy intensos, es posible administrar un glucocorticoide tópico o un antihistamínico por vía oral; hay controversia en cuanto al uso de glucocorticoides sistémicos; en oca- capítulo 1 18 483 siones se ha utilizado diaminodifenilsulfona. Se ha observado disminución del prurito y de la dermato- sis con la aplicación de fototerapia con luz ultra- violeta B (UVB), con exposiciones diarias en dosis que producen eritema, durante cinco a 10 días con- secutivos, pero no se modifica la evolución final. No responde al aciclovir, pero sí al ganciclovir. Allen RA, Janniger CK, Schwartz RA. Pityriasis Rosea. Cutis, 1995;56: I 88-202. Casavantes L. Bueno D. Arenas R. Pitiriasis rosada de Gibert Estudio clínico-patológico de 30 pacientes. Dermatología Rev Mex 1985;XXIX(3):7 1 -87. Kay MH, Rapini RP, Fritz KA. Oral lesions in pityriasis rosea Cutis 1985;50:276-80 Leenvtaphong V, Jiamton S. UVB phototherapy for pityriasis rosea: a bilateral comparison study. J Am Acad Dermatol 1995;33:996-9. Parsons JM. Pityriasis rosea update, 1986. J Am Acad Dermatol 1986;15:159-167. Watanabe T, Kawamura T, Jacobs SE, et al. Pytiriasis rosea is associated with systemic active infection with both human herpesvirus 7 and human he¡pesvirus 6 J Invest Dermatol 2002t119:793-97 t t r , t -2. ' , | 'at) a o Plnra hrimarin Ftupción secundorio Esquema I l8- l. Topografía de la pitiriasis rosada. Bibliografía 484 Capítulo 118 Pit i r iasis rosada Fig. l l8-1. Pit ir iasis rosada. Fig. I l8-2. Pit¡r iasis rosada: "medallón heráldico".
Compartir