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Torres, N. (2011). Sobre la muerte en vida o la degradación psíquica. En Mesa, J. (Editor) La muerte: siete visiones, una realidad (pp. 137-148). Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana. En el texto leído se habla sobre la muerte psíquica con una mirada desde el psicoanálisis y algunas experiencias de la autora, centrándose en los fenómenos sociales y de grupo, teniendo en cuenta los aportes del psicoanalista André Green. Partiendo del texto “Espérame, Mariana” de Alfredo Molano, la autora plantea una serie de cuestionamientos acerca del funcionamiento de cada personaje ahí presente y explica que la vida anímica de una persona se ve alterada por una serie de factores como lo son sus experiencias, su visión del mundo, su relación con los demás y su tolerancia a la frustración. Una circunstancia puede llevar a una persona al desarrollo psíquico, aquel proceso en el que la persona se llena cada vez más de recursos para lidiar con el dolor mental y crecer de él; o a su contraparte, la involución del desarrollo. La autora prosigue por justificar sus ideas a través del planteamiento freudiano de la pulsión de destrucción o de muerte. En este, la expresión fundamental es la autodestrucción, trabajo en el que se desintegra el yo en diversos estados y en el que se compromete la identidad, la continuidad psíquica y el valor que se le da a la vida. Se otorga mucha importancia a la conexión con el otro y cómo esta aporta al proceso de construcción de un sí mismo resiliente, labor que comienza desde el vínculo materno con el bebé en sus primeros años de vida. La experiencia emocional se convierte en el alimento psíquico que permite a una persona no solo cuidarse, sino cuidar al otro. Esto último lleva a preguntarse si se le puede pedir a aquellos que no han tenido estas vivencias que se comporten como aquellos que sí, ya que todas estas necesidades los deja a merced de sus tendencias destructivas. Finalmente, se plantea la situación actual, en la que se evidencia una creciente miseria y pobreza que va de la mano de una miseria psíquica y un mundo psíquico que, progresivamente, se reduce. El texto me pareció realmente interesante, ya que nunca había pensado en la muerte como algo que se pudiera experimentar en vida y me abrió los ojos al impacto que tiene la sociedad en la vida anímica de cada una de las personas que la conforman. Para complementar algunas de las ideas expuestas anteriormente, escogí un artículo de un diario online. En este, el autor dice que la única muerte cognoscible en vida es la psíquica y que esta supone una separación del otro, una pérdida de las conexiones sociales que eventualmente lleva a una muerte física. Esta se ve influenciada por los sistemas sociales y los discursos que aportan de alguna manera al sufrimiento y a las condiciones de vida que llevan a muchas personas a la muerte psíquica de manera innecesaria . Lo anterior nos hace reflexionar un poco sobre la manera en la que1 hablamos y la forma en la que actuamos, ya que muchas veces olvidamos que la vida de los otros también está en nuestras manos. 1 Quinteros, F. (1 de noviembre de 2011). LA MUERTE PSÍQUICA Y SOBRE CÓMO CONDENAMOS AL OTRO PROVOCANDO SU MUERTE SOCIAL: DESDE FREUD HACIA NUESTRA SOCIEDAD. El Diario Judío. Recuperado de https://bit.ly/3eWLDbp
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