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Bruner, J. (1986). El habla del niño. Barcelona. Paidós. En el capítulo estudiado de “El habla del niño”, el autor comienza por especificar que el lenguaje es inherente a la aptitud humana, la cual tiene orígenes de carácter biológico pero se expresa en medios culturales. Esto quiere decir que la cultura es indispensable para dominar el lenguaje. El autor prosigue, hablando sobre la percepción, la habilidad y la solución de problemas en el niño prelingüístico y en qué medida estas lo ayudan a adquirir “cultura” a través del lenguaje. Existen cuatro facultades originales cognitivas. La primera, disponibilidad de medios, concluye que desde el comienzo el niño es activo y va convirtiendo sus experiencias en estructuras con fines determinados, relacionando las actividades a un objetivo. La segunda, transaccionalidad, habla de la importancia que tiene la interacción social y comunicativa en el primer año y medio de vida del niño, y cómo la respuesta social puede llegar a ser uno de los estímulos más poderosos de aprendizaje. La tercera, sistematicidad, explica que las primeras acciones infantiles se dan en situaciones familiares restringidas. Estas comienzan siendo un poco “azarosas”, aunque muestran un alto grado de orden y sistematicidad, y con el tiempo se van coordinando. Por último, en la abstracción, hablan de cómo este carácter sistemático parece ordenar el mundo perceptivo del niño a través de reglas abstractas que están presentes, aun sin el lenguaje. Todas estas facultades proporcionan mecanismos básicos que ayudan al niño a adquirir el lenguaje; sin embargo, ninguna de ellas lo genera. El desarrollo del lenguaje requiere la intervención de dos personas al igual que de experiencias previas sociales conceptuales. El papel de los padres (o el adulto, en general) en este proceso es indispensable, ya que esta interacción establece marcos rutinarios y familiares que ayudan al niño a comprender lo que está sucediendo, ayuda a la formación de diversas funciones comunicativas y, a través de juegos, se encuentran oportunidades para el aprendizaje y el uso del lenguaje en estas situaciones “pretendidas”. Leer este texto me hizo ver una vez más lo maravillosas que son las capacidades humanas. El lenguaje es algo que uno da por sentado sin darse cuenta de todos los procesos cognitivos que hay detrás. Para sustentar una de las ideas principales del capítulo leído, escogí un artículo del periódico “El Mundo” que relata varios casos de niños que son abandonados por sus padres y, al ser criados por animales, no solo comienzan a comportarse como ellos sino que en vez de desarrollar su lenguaje, aprenden a hacer los sonidos que escuchan de las criaturas que los crían . En estos1 casos se evidencia la importancia de la cultura y la colaboración de los padres en el aprendizaje del niño, ya que cuando no existen estos dos factores es difícil, casi imposible, un desarrollo adecuado del lenguaje. 1 Herreros, P. (17 de octubre de 2015). Las historias reales de niños salvajes criados por animales. El Mundo. Recuperado de: https://bit.ly/2IOuP7z
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