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Universidad Politécnica de Madrid Escuela Técnica Superior de Arquitectura Trabajo Fin de Grado Marta de Ramón Yun La Arquitectura Brutalista en Berlín La Arquitectura Brutalista en Berlín Estudiante Marta de Ramón Yun Tutor José de Coca Leicher Departamento de Ideación Gráfica Arquitectónica Aula TFG 1 Mercedes González Redondo, coordinadora Esther Moreno Fernández, adjunta Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid Universidad Politécnica de Madrid AGRADECIMIENTOS A mi abuelo Rafael, a quien le debo mis ganas de aprender y mi juicio. A mi madre por su voluntad de trabajo y enseñarme a ser. A mi padre, que tanta paciencia me tiene, por siempre desear escucharme. A mi hermano, de quien presumo sin que se entere. A Pili, mi hermana y compañera de vida, por hacerme sentir más yo contigo que estando sola. A mi abuela, que con tanta ternura me hace ver la vida. A mis titas, de quienes nunca paro de hablar. A mi prima Pilar, que tanto me inspira su mane- ra de ver el mundo. A Lara, quien tanto admiro, por conocerme como nadie. A mis avis, por darme tanta confianza y cariño. A toda mi familia por acogerme con tanto esmero. A Claudia, mi fiel apoyo, por romper mi concepción del tiempo y llenarme de magia. A Celia que siempre es hogar y me ha enseñado a serme honesta. A Rober, quien llena de risa e ilusión mi mundo. A Moni por siempre hacerme sentir queri- da. A Rafa y el enorme corazón que tiene. A María que tanto me ha ayudado en esta carrera. A mi tutor Pepe Coca, insaciable de conocimiento y cosas que hacer, por poner tanto empeño en esta investigación. A Berlín, por la versión de mí que trajo consigo. Y a ti, V. ¿A quién si no? 1. Introducción 1.1 Resumen y palabras clave 1.2 Motivaciones 1.3 Objetivos 1.4 Metodología 2. Estado del arte 2.1 Origen 2.2 Brutalismo vs Nuevo Brutalismo 2.3 Difusión mediática 2.4 Brutalismo actual 2.5 Cronologías artísticas internacionales 3. Máquinas de vivir 3.1 Tecnología y arquitectura socialista 4. Estandarte tecnológico 5. Huellas de la guerra 6. Brutalismo refinado 7. Expresionismo del espacio 8. Arquitectura de la caricatura 9. Guía arquitectónica del Brutalismo en Berlín 10. Conclusiones 11. Fuentes 11.1 Bibliografía y recursos digitales 11.2 Procedencia de las Ilustraciones Índice 1. Introducción 1.1 Resumen y palabras clave 1.2 Motivaciones 1.3 Objetivos 1.4 Metodología introducción 9 1. 1 RESUMEN Y PALABRAS CLAVE El Brutalismo en Berlín está en estado de alerta. El incesante debate con- troversial de sus inicios promulga todavía en la actualidad la incertidum- bre de su definición. Estas inmensas estructuras son víctimas de la super- ficialidad consecuente del desconocimiento de sus principios. Destacan en el público por su aspecto sobrio, crudo y antiestético, y vagan a la de- riva tras su demolición. Lo que no se conoce se destruye. Es poéticamente desolador cómo una ciu- dad que ha sido sumida en ruinas pueda abandonar el esfuerzo de com- prender sus arquitecturas de posguerra. Esta investigación pretende poner en valor sus intenciones, mitigar su des- concierto, y responder a las siguientes dudas: ¿Hasta qué punto esta severidad estética puede estar relacionada con el desconsuelo que alberga Berlín después de la Segunda Guerra Mundial? ¿Cuánta de esta monumentalidad es herencia de la arquitectura alemana? ¿Fueron las tensiones políticas de la Guerra Fría una puerta abierta para el desarrollo del Brutalismo en la metrópoli? PALABRAS CLAVE Brutalismo • Berlín • Posguerra Expresión formal • Béton Brut • Antiestética 10 la arquitectura brutalista en berlín 1. 2 MOTIVACIONES Esta investigación surge de la huella que Berlín dejó en mí durante el me- dio año que viví allí. El origen de mi motivación resulta de la estética apa- rentemente caótica y descuidada de su imagen: una metrópoli repleta de andamios, tuberías, vías de tren expuestas, arquitecturas colosales y, sobre todo, su singular aspecto underground. De todas las visitas de familiares y amigos que recibí, ninguno tuvo la vo- luntad propia de fotografiar la desordenada Alexanderplatz encandilados por su encanto. Recorrían desconcertados la plaza Breitscheidplatz de lado a lado con tal de buscar el ángulo perfecto para captar la elegante y digna ruina. Todos sus objetivos huían de la grotesca, monstruosa y fea Iglesia Memorial del káiser Guillermo. Conforme iban pasando los meses, esta extravagancia esperpéntica implí- cita en la ciudad me fue cautivando. No solo en los escombros del muro y los numerosos memoriales reside su historia, también es la intencional es- tética kitsch de Berlín parte de ella. Inevitablemente, este interés por su violencia expresiva urbana desembo- có directamente en el estudio de la Arquitectura Brutalista. Fueron su apa- riencia solemne, honestidad comunicativa y voluntad para con la sociedad las cuestiones que me alentaron a querer comprender la controversia que tanto provocó. Y dejar así de ser el turista ingrato que busca en Berlín la belleza cómoda del resto de Europa. introducción 11 1. 3 OBJETIVOS No reside en ninguno de los objetivos la finalidad de redefinir el Bruta- lismo ni generar un nuevo manifiesto del movimiento. Por el contrario, se pretenden recopilar las invariantes comunes internacionales, por medio de edificios y arquitectos clasificados históricamente como brutalistas, entre ellos Alison y Peter Smithson, James Stirling y Denys Lasdun. Al establecer el criterio base del Brutalismo como un concepto regional, aportado por los críticos Reyner Banham, Steve Parnell, Kenneth Framp- ton y Paul Rudolph, se crea como objetivo extraer los parámetros propios berlineses. Los cuales responden tanto al contexto en el que la ciudad se encuentra entre las décadas 1950 y 1970, como al legado arquitectónico alemán. El fin último de esta investigación consiste en la creación de una Guía Ar- quitectónica Brutalista en Berlín. Por consiguiente, explicar detalladamen- te la justificación de mis elecciones en el desarrollo de los capítulos. 12 la arquitectura brutalista en berlín 1. 4 METODOLOGÍA La realización de este trabajo de estudio se desarrolla por medio de tres ramas de investigación coetáneas. Por un lado, el marco teórico acerca del Brutalismo a nivel internacional y específico en Inglaterra, país origen. Como punto de partida, existe un estado del arte basado fundamentalmen- te en el libro de Reyner Banhman: El Nuevo Brutalismo. Ética o estilo y la te- sis doctoral de Patricia de Diego: Entre tradición y transición. Génesis y cam- bio en la Arquitectura del Nuevo Brutalismo. Y del mismo modo, la consulta de diversos historiadores contribuyentes al debate brutalista como Bruno Zevi, Charles Yencks, Anthony Vidler y Jürgen Joedicke. Por otra parte, para contextualizar las tensiones sociales, políticas y eco- nómicas que presentó Berlín en la posguerra, se estudian los planes urba- nísticos de su reconstrucción tanto de la RDA como de la RFA. Y a su vez, los movimientos artísticos desarrollados en fechas simultáneas, de donde son extraídas influencias y propósitos transgresores comunes. Paralelamente son tratadas con detenimiento las guías de arquitectura de Berlín, el Brutalismus-Stadtplan Berlin y la base de datos perteneciente a la campaña mundial SOS Brutalism. Estos edificios propuestos se ponen en tela de juicio propio en base del corpus teórico interiorizado, y otros son añadidos desde la mirada arquitectónica personal. Para hacer la divulgación más asequible, es planteada una división en sub- tipos según las invariantes extraídas y se designa un caso de estudio ber- linés para cada uno de ellos. Estos edificios no pretenden ser analizados en detalle, sino justificar la elección de estos parámetros comunes al Bru- talismo. Una vez clasificadas las 66 arquitecturas escogidas, se desarrollan unas conclusiones propias del Movimiento, correlacionando su orden cronoló- gico, sus localizaciones y susformas expresivas. introducción 13 14 la arquitectura brutalista en berlín […] what characterises the New Brutalism…is precisely its brutality, its je-m’en-foutisme, its bloody-mindedness. Reyner Banham, 1955. Fotografía de página completa: Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm en el año 2004. 2. Estado del Arte 2.1 Origen 2.2 Brutalismo vs. Nuevo Brutalismo 2.3 Difusión mediática 2.4 Brutalismo actual 2.5 Cronologías artísticas internacionales estado del arte 17 2. 1 ORIGEN - REYNER BANHAM El libro escrito en 1966 por el historiador inglés Reyner Banham The New Brutalism: Ethic or Aesthetic? es considerado el manifiesto del Nuevo Bru- talismo, con fin de mitigar las confusiones conceptuales y formales arrai- gadas al movimiento. Las tres características comunes planteadas son cla- ras: la exhibición clara de la estructura, una valoración de sus materiales por su cualidad ‘as found’1 y la legibilidad formal de la planta. Sin embargo, el primer edificio considerado epicentro del movimiento por unanimidad de los críticos fue el Colegio Hunstanton, construido en In- glaterra entre los años 1949 y 1954 por Alison y Peter Smithson. El Nuevo Brutalismo adoptó desde sus inicios un planteamiento tan difuso y escaso de cánones establecidos que la creación del libro de Banham quince años después de su origen no tuvo dificultades para ser aceptada por muchos como la definición de la corriente. Cabe destacar que el Colegio Hunstanton fue diseñado antes de que Hans Asplund adoptara la terminología ‘neobrutalista’2 en 1950 por medio del aná- lisis de la casa de Upsala de los arquitectos Bengt Edman y Lennart Holm. Por ello, Banham estima de mayor importancia los proyectos posteriores de los Smithson: el Golden Lane, la Casa de Soho y el concurso para la am- pliación de la Universidad de Sheffield. 2.2 Escuela Hunstanton de Ali- son y Peter Smithson. Norwich, Inglaterra, 1949 - 1954. Fotogra- fía tomada por Reginald Hugo de Burgh Galwey / RIBA 1954 2.1 Casa de Soho de Alison y Pe- ter Smithson, 1952. Fuente: Architectural Design 1953 1. Banham (1966) The New Brutalism: Ethic or Aestethic? Traducción: tal cual se encuentran en la naturaleza 2. Carta publicada por Eric de Maré en The Architectural Review, ‘Et Tu Brute?’. Agosto 1956 18 la arquitectura brutalista en berlín También el Centro de Arte de Yale de Louis Kahn, diseñado en 1966, cobra importancia y plantea la necesidad de crear un símbolo formal para el mo- vimiento3. Es por ello que el tercer punto de Banham relativo a la legibili- dad formal de la planta evoluciona en la memorabilidad como imagen 4. Expone la clara influencia de los artistas Jackson Pollock y Alberto Burri, y en especial el Art Brut de Jean Dubuffet. La defensa del movimiento como un recorrido transdisciplinar es clave para su entendimiento, engloba in- fluencias de disciplinas artísticas, filosóficas, sociológicas e industriales correspondientes a un tiempo de crisis y revisión histórica. El Nuevo Brutalismo adoptó una corriente ética, basada en el compromi- so para con la sociedad de la época. Banham apoya su discurso en el aná- lisis del edificio Ham Common de Stirling y Cowan. «Llamado en un momento la estética de almacén, un estilo que económicamente encajaba con los requerimientos arquitectónicos de una sociedad mentalizada con la economía».5 Sin embargo, Banham desarrolló su discurso bajo la ejemplificación de edificios independientes, dejando ausente la correlación entre todos ellos. Se consideró el movimiento como la mera existencia entre un conjunto de ideas e intereses, pero no sobre el alcance de sus valores y consecuencias posteriores. 2.3 Galería de Arte Universi- dad de Yale, Louis Kahn. Estados Unidos, 1966 2.4 Apartamentos Ham Common. Stirling y Cowan. Londres, Ingla- terra 1959 3. Banham, Reyner. (1966). The New Brutalism, Ethic or Aesthetic. «Only one other building conspicously carries these qualities in the way that Hunstanton does, and that is Louis Kahn’s Yale Art Centre». 4. Ibídem.«Memorabily as an image» 5. Ibídem, pag 89. «Once called the ‘warehouse aesthetic’, a style economically suited to the architectural requirements of an economy- minded society». estado del arte 19 2.2 BRUTALISMO vs NUEVO BRUTALISMO Es esta reflexión social y política la diferencia fundamental que el Nue- vo Brutalismo de los Smithson presenta frente al Brutalismo heredero del béton brut de Le Corbusier. Ambos movimientos tuvieron una divulgación mediática universal, aunque la gran mayoría de críticos ciñeron al Nuevo Brutalismo a una cuestión británica, entre ellos Renato de Fusco, Charles Jencks, Kenneth Frampton y John Jacobus. Por el contrario, el italiano Bru- no Zevi amplió las fronteras hacia países como Israel, Italia o Suiza.6 El Nuevo Brutalismo, comprometido con la sensibilidad hacia el entorno y la experimentación formal, fue estandarte del Pop Art. Promovido por la clara influencia del Independent Group, su organización espacial cedía especial importancia a lo públicos y comunitario. Por otra parte, el Brutalismo abarca a escalas monumentales y poca inclu- sión con el entorno, un evidente énfasis en la funcionalidad y una expre- sión cruda de sus materiales. Sus características formales se basan en el hormigón ejecutado in situ abstinente de cualquier acabado grato, heren- cia del béton brut de Le Corbusier. 2.3 DIFUSIÓN MEDIÁTICA En 1967 Robin Boyd escribe El Triste Final del Nuevo Brutalismo como críti- ca a Banham por su falta de convicción en sus planteamientos. Considera al Brutalismo el estilo adecuado para reflejar las ideas de la arquitectura de posguerra, pero que acabó siendo un movimiento privado dependiente de los Smithson7 desprovisto de concordancia con su imagen. El arquitecto alemán Jürgen Joedicke redactó en 1969 Arquitectura Contem- poránea. Tendencias y Evolución como defensa del Brutalismo como única solución ante el formalismo vigente fundamentalmente Estados Unidos entre 1958 y 1966. Sintetiza su discurso en características como la hones- tidad comunicativa tanto en sus decisiones constructivas como en la ma- nifestación exterior de sus espacios interiores, la responsabilidad social y la evocación expresiva de la forma. Bruno Zevi publicó en 1973 Espacios de la Arquitectura Moderna, donde ha- bla de las materias brutas más allá del hormigón in situ. Se refiere a ellas como todos los materiales que hacen uso de su presencia auténtica, in- cluyendo en estas el vidrio, el acero y los ladrillos, pero también los hilos 2.4 Detalle de las texturas del Bè- ton Brut de la Unité d’Habitacion de Marsella. Le Corbusier 1947 - 1952 6. De Diego, Patricia. (2015). Entre tradición y transición. Génesis y cambio en la Arquitectura del Nuevo Brutalismo. Pag 78 7. Middleton, Robin. (Enero 1967) The New Brutalism or a clean, well-lighted place. Architectural Design, Pag 7-8. «The New Brutalism was essentially a private movement, a Smithson movement. What they said and did matters, not what connotation the term Brutalism has been given in uniformed quarters». 20 la arquitectura brutalista en berlín eléctricos y las tuberías. Insinúa que el Brutalismo, siendo reticente a las arquitecturas anteriores a la guerra, no es capaz de desligarse de las refe- rencias a las que se opone. Habla también de la muerte del movimiento alegando al edificio The Eco- nomist el resurgir de la teórica del detalle de la estética. Considera al Bru- talismo más puro el británico, pero ejemplifica numerosos edificios inter- nacionales como la Escuela de Aesh de Forderer o la Escuela de Brunnmatt por Otto y Zwimpfer. Hizo especial énfasis en arquitectos italianos como Leonardo Ricci y Vitorino Vinagò. Ese mismo año Charles Jencks escribe Movimientos Modernos en la Arqui- tectura, donde reflexiona sobre las discordancias presentes en el Brutalis- mo frente a las definiciones ‘Pop’ y ‘No-Pop’. Una vez más el movimiento se encuentra en unestado de ambivalencia cuyo compromiso para con la sociedad es contradictorio. Los razonamientos fluyen desde la preponde- rancia de la creatividad sobre la lógica fruto de la cultura Pop, y la obliga- ción para con la economía y eficacia de un estado de posguerra, respalda- do por el Nuevo Empirismo sueco. Sin embargo, esta cobertura mediática de historiadores y críticos restrin- ge el debate brutalista a un círculo intelectual selecto, mientras que el pú- blico general entendía su definición como edificios masivos, pesados, mo- numentales y rematados de hormigón visto. 2.5 Axonometría del conjunto The Economist. Alison y Peter Smithson. Londres 1959 - 1964 2.6 Villa Taddei. Leonardo Savio- li. Fisole, Italia 1964 - 1966 estado del arte 21 2.4 BRUTALISMO ACTUAL Hoy día, el contexto histórico de hace más de 50 años se ha desdibujado. El recuerdo de estructuras colosales de hormigón prevalece, y parece ser la expresión formal lo único que se mantiene de la concepción tan difusa que adoptó el movimiento. La duplicidad de su terminología genera con- fusión, reduciendo sus diferencias al ámbito en el que se desarrollaron: el Nuevo Brutalismo inglés y el Brutalismo internacional. Anthony Vidler es uno de los historiadores que hoy día ha tratado de acla- rar las incógnitas arraigadas al movimiento. A través del conjunto de char- las ‘Reescribiendo el Pasado Reciente’ de 2012 cuestiona: El Nuevo Bruta- lismo. ¿Hecho o Ficción?. Sin embargo, tras las conferencias la ausencia de acuerdo en su definición perdura. Bajo los parámetros considerados en la actualidad como brutalistas, la Es- cuela Hunstanton no se consideraría como tal. El entendimiento actual del movimiento es superficial, consecuencia de su sinuosa formulación. La importancia del béton brut es protagonista, llegando a simplificar al Estilo en la presencia del hormigón y las sutilezas tecnológicas de los Smithson quedan hoy día en un limbo inconcluso para el público. Con tal retrosprectiva el fin del Brutalismo queda difuso, pues son consi- derados edificios bajo estas definiciones construidos en el Siglo XXI, como el Museo de Dibujo Arquitectónico en Berlín8. 2.7 Museum for Architectural Drawing Berlin. Speech Tchoban & Kuznetsoz. 2013 8. Referente al libro Atlas of Brutalist Architecture. Phaidon Editors, 2018. 22 la arquitectura brutalista en berlín 2.5 CRONOLOGÍAS ARTÍSTICAS INTERNACIONALES La época en la que el Brutalismo surge estuvo repleta de conflictos y con- frontaciones. Alcanzó su apogeo en las décadas de 1950 y 1970, reflejan- do tensiones políticas, estéticas y sociales de su tiempo. Unos consideran su aspecto robusto como el estandarte de la autenticidad y audacia, mien- tras que otros lo entendieron como un movimiento austero y opresivo. Es preciso recurrir a las influencias artísticas de la época para entender el contexto de disconformidades culturales. La Genealogía de Alfred J. Barr (fig 2.8), director del MoMa, relaciona los diferentes movimientos artísti- cos relativos entre el nacimiento desde el Posimpresionismo hasta los años previos de la aparición del Expresionismo Abstracto. 2.8 Base de datos de la Fundación Juan March. Genealogías del Ar- te o la Historia del Arte como Ar- te Visual. 2019 estado del arte 23 Sin embargo, la línea de tiempo acaba en 1935. Por ello, recurrimos a la versión actualizada hasta 1970 propuesta por Hank Willis Thomas en 2019 (fig 2.9). A su vez, acudimos a las líneas de tiempo de Ward Shelley (fig 2.10 y 2.11), que interconexionan con meticulosidad amplia información artís- tica, histórica y cultural. Extraemos como movimientos artísticos simultáneos al Brutalismo: El Pop Art, el Fluxus, el Situacionismo y el Arte Povera. Por otro lado, debido a la magnitud de su influencia en Berlín y su correlación cultural, entran en consideración el Expresionismo Abstracto, la Bauhaus, el Constructivis- mo soviético y el Arte No Objetivo. 2.9 Hank Willis Thomas. The Da- vis Museum, 2019 2.10 ‘Addendum to Alfred Barr, ver. 2’ Ward Shelley. 2006 2.11 ‘Fluxus Diagram’. Ward Shelley, 2012 PRAXIS 3. Máquinas de vivir 4. Estandarte tecnológico 5. Huellas de la guerra 6. Brutalismo refinado 7. Expresionismo del espacio 8. Arquitectura de la caricatura «La arquitectura es, con los materiales crudos, establecer relaciones con- movedoras». 9 La Unidad de Habitación de Le Corbusier, situada en el barrio de Char- lottenburg, es el claro ejemplo de una máquina monumental de vivir, im- ponente en su presencia y brutalidad estética. Construida en 1957, el ar- quitecto introdujo en Berlín el uso del hormigón sin pretensiones y la configuración masiva arquitectónica antes de que estallara el debate bru- talista universal. Esta última etapa de la carrera del arquitecto parece una consecuencia in- evitable de su amor incondicional hacia el hormigón en bruto. En obras como el convento de la Tourette, la casa Shodhan o sus construcciones en Chandigarh explora la apariencia áspera, cruda, texturizada y masiva del material. Expresión que para él solo era digna del béton brut, y como resul- tado constructivo estructuras acompañantes de su semblante. Con otras palabras, la forma monumental del edificio surge de la esencia primitiva de la materia. 3. 3.1 Fachada principal Unidad Habi- tacional de Berlín. Le Corbusier 1956 Fotografía: Andrés Gallardo Máquinas de vivir Unité d’Habitation de Berlín Le Corbusier, 1957 9. Le Corbusier ( Diciembre 1955). The New Brutalism. The Architectural Review vol 118, pag 354 - 361 «L’Architecture, c’est, avec des matières bruts, établir des rapports émouvants». 28 la arquitectura brutalista en berlín 10. Boesiger, W. (2015). Le Corbusier (1952-1957). Œuvre complète. Volume 6, pag 167. Birkhäuser. «[...] However, the manner of execution and the aesthetical interpretation are quite incompatbile with Le Corbusier’s desires». 11. Colquhoun, Alan (1977). Plateau beaunorg. Architectural Design Volume 47, n2. Cabe destacar que esta versión berlinesa de la Unidad de Habitación de Marsella fue rechazada por el propio Le Corbusier. A pesar de que la es- tructura y su tamaño es congruente, la ejecución del material constructi- vo resulta perfeccionada y contradice el carácter ‘brut’ defendido por el ar- quitecto10. Sin embargo, este término plástico del hormigón, a pesar de una clara in- tención de búsqueda de expresividad, quedó para los defensores del Nuevo Brutalismo muy lejos de su concepto original. Cabe destacar que la Unidad de Habitaciones fue diseñada antes de que el movimiento tuviera apenas nombre, y fueron las reinterpretaciones del arquitecto las que construye- ron un discurso universal equívoco. Según Banham, apoyado en el discurso de Peter y Alison Smithson, el plan- teamiento de Le Corbusier llevaba a una discusión estilística, asociado a unos materiales específicos. La lectura del béton brut por otros arquitectos resultaron ser en ocasiones edificios resueltos con hormigón visto a pesar de exigir soluciones constructivas distintas. Fachadas de ladrillo fueron texturizadas en ocasiones a conciencia para dotarlo del aspecto supues- tamente brutalista, perdiendo toda la honestidad comunicativa de la co- rriente y su origen racional. Se perdió el concepto primordial de una arquitectura social que respon- día las necesidades imponiéndose a lo demás, y se simplificó a una estéti- ca de lo pesado y sin pulimentar. «El Brutalismo intenta hacer frente a una sociedad en serie, y sacar una poesía áspera de las fuerzas desconcertadas y poderosas que intervienen. Hasta ahora se ha discutido el Brutalismo estilísticamente, mientras que su esencia es ética». 11 Sin embargo, la intención social del arquitecto está implícita en su obra. Siendo consciente de la desmedida escala de su edificio, adecúa su siste- ma de medidas modulor adaptado a las proporciones humanas. Esta enor- me máquina de hormigón es el resultado de espacios habitables y aptos parala vida cotidiana. Se entrevé la clara influencia soviética que Le Cor- busier admitió acoger de la arquitectura socialista, y que comentaremos más adelante. Esta conjunción espacial interior es comunicada en la fachada, cumple así con otra de las invariantes esenciales del movimiento. El Nuevo Brutalis- mo no pretende destacar en el exterior sin motivo, sino expresar de la ma- nera más sincera posible la habitabilidad de la que surge. Basta una simple mirada para deducir unos pisos estrechos y alargados de doble altura. El ala sur confirma las deducciones, los módulos habitacio- nales son posicionados perpendicularmente creando un paramento ma- sivo de hormigón bruto sin ventanas, que manifiesta la dimensión trans- 3.2 Casa Shodhan, Le Corbusier. Ah- medabad, India. 1952 - 1956 3.3 Palacio de la Asamblea, Le Cor- busier. Chandigarh, India. 1951 - 1965 máquinas de vivir 29 versal de los apartamentos. También las zonas comunes como gimnasios, cafeterías y establecimientos locales se dejan intuir con marquesinas de mayor tamaño. No es necesario más que mirar el alzado principal para entender el edifi- cio en su totalidad. Un alarde estructural que defiende con arrogancia sus cinco puntos arquitectónicos: los ‘pilotis’ masivos permiten la planta libre, la fachada separada de la estructura portante logra el claroscuro represen- tativo del edificio, las ventanas alargadas en terrazas coloreadas en distin- tos tonos destacan la individualidad de cada espacio, y el techo jardín des- tinado al uso común provee de autarquía al edificio, concebido como una pequeña ciudad independiente. Esta intención autosuficiente de la arquitectura residencial responde a la idea urbanística que Le Corbusier nunca llevó a cabo: volúmenes masivos separados entre sí de manera que jamás proyecten su sombra en el veci- no. Una respuesta puramente social, digna de la nueva Alemania en re- construcción. Si bien la apariencia de las formas en la época entre guerras bastó con pa- ramentos enlucidos y tersos, es lógico entender que después de tal catás- trofe el lenguaje arquitectónico ansía su alteración. Las modernas Sied- lungen alemanas de los años 20 quedan anacrónicas tanto en su aspecto como en su resolución funcional. Estos núcleos urbanos periféricos, a fin de agrupar a las masas obreras, resultaron en áreas homogéneas aisladas de la ciudad. Son las ciudades verticales que Le Corbusier propone en los años 30 (fig 3.4) la solución para abandonar la herencia histórica de los guetos y fomen- tar la inclusión. Existe una intención ética, pero la divulgación mediática de su béton brut produjo una dimensión estilística superficial. El Brutalismo fue consecuencia del fin de los resquicios palladianos que to- davía existían, fue la reivindicación de lo cotidiano y obrero, sostenido en la cultura popular y el Art Brut. Le Corbusier, aun siendo mal interpretado por los seguidores del movimiento, se acerca todo lo posible a este prin- cipio con tal de responder las necesidades de un continente en ruinas. 3.4 Ville Raudiese (ciudad radiante), Le Corbusier. 1933 30 la arquitectura brutalista en berlín 3.5 Le Corbusier con El Modulor ta- llado en la fachada de hormigón 3.6 Sección 3.7 Plantas con la misma escala que la sección máquinas de vivir 31 3.9 Representación del modulor so- bre el Béton Brut en la base de la fa- chada oeste de la torre del ascensor 3.8 Planta de Emplazamiento 32 la arquitectura brutalista en berlín 3.10 Detalle de las marquesinas colo- readas de la fachada Oeste 3.11 Esquema original y perspectiva en escorzo del exterior máquinas de vivir 33 3.1 TECNOLOGÍA Y ARQUITECTURA SOCIALISTA Los Plattenbauten de la RDA A principios de la década de los 50, la misión del bando socialista arquitec- tónico se basó en dotar a los edificios de una visión antifascista y humanis- ta, una estructura que manifestase la conciencia nacional de los pueblos. Tanto el neoclasicismo dieciochesco como el clasicismo monumental decimonó- nico recurrente fueron estilos de sensibilidad política, creyendo a las tra- diciones progresistas del pasado capaces de responder la reconstrucción de un nuevo estado. Pronto la lucha contra el formalismo ansiosa de una ciudad completamen- te nueva apareció. Los imponentes edificios neoclásicos eran incapaces de responder a las necesidades que la vivienda obrera requería en una ciu- dad en ruinas. En 1951, la creación de una Dirección de Planeamiento Ar- quitectónico dirigida por Nikita Kruschev permitió la proyección de edi- ficios funcionales de bajo coste llamados plattenbauten, que reflejaban el espíritu constructivista soviético a base de grandes paneles de hormigón prefabricado. Las construcciones para la clase trabajadora adoptaron el papel radical- mente contrario al formalismo de los edificios emblemáticos de la RDA: una arquitectura consciente de la vida económica, política y cultural so- cialista. Un entendimiento ético íntimamente relacionado con el Nuevo Brutalismo de los Smithson, aunque con orígenes y desarrollos completa- mente diferentes. Estos monstruos de hormigón contrarrestaron los abu- sos del mercado libre de la vivienda habitual en Berlín y respondieron las necesidades del proletariado urbano. 3.12 Berlin Marzahn, Hellersdorf 34 la arquitectura brutalista en berlín Para Charles Jencks: «las imágenes tenían todas una violencia formada, como si se hubieran arrancado de su contexto para lograr un impacto más inmediato»12. Monumentales bloques colmena de hormigón crudo y sin acabados inva- den el sector oriental sin apenas relación con el entorno. Imponen su pre- sencia de la misma manera que la Unidad Habitacional de Le Corbusier hace, o el resto de sus primas hermanas en Marsella, Nantes, Firminy y Briey-en-Forêt. Ejemplos como el complejo residencial en Leninplatz y Spitteleck repre- sentan esta arquitectura sobria, imponente y llena de contrastes drásticos entre el hormigón visto y las intensas sombras que produce en fachada. Los plattenbauten o construcciones a base de losas son una respuesta adver- saria a los conceptos burgueses de estética, belleza e identidad. Secunda- ban las influencias funcionalistas de Mies van der Rohe y Walter Gropius acerca de la industrialización de métodos constructivos, y de los Siedlun- gen berlineses de Bruno Taut y Martín Wagner (fig 3.13). El Nuevo Brutalismo surgió como respuesta al Nuevo Empirismo sueco de metodologías constructivas sencillas y económicas, que se desarrolló en Inglaterra por medio de las New Towns de la periferia13 . Del mismo modo, el Brutalismo alemán fue respuesta directa a los complejos de viviendas residenciales heredadas de la Bauhaus y las Mietkaserne (fig 3.13) aún per- cibidas como «la causa arquitectónica de la miseria social y psicológica» originada durante el imperio y sostenida por el nazismo.14 12. Jencks, Charles (1973). Modern Movements in Architecture [Arquitectura británica reciente: Pop- noPop]. Pag 255 13. Remitente a la Tesis Doctoral de Patricia de Diego (2015). Pag 37 14. F. Urban, op. cit., 2012. Pag 62 3.14 Wohnbegauung am Leninplatz. Wilfried Stallknecht, Heinz Mehlan. 1968 - 1970 3.13 Vivienda tipo Mietskaserne. Complejo residencial ‘Ideal-passage. Neükölln, Berlín. 1903 - 1908 máquinas de vivir 35 3.16 Spittelmarkt / Wallstrasse. Ec- kart Schmidt. 1980 - 1984 3.15 Spittteleck. VEB Bau und Mon- tagekombinat (Eckart Schmidt). 1970 - 1972 36 la arquitectura brutalista en berlín En la arquitectura residencial de la RDA la forma de los edificios debía es- tar determinada por su función, descartando completamente la idea de edi- ficios bellos o feos, sino simplemente correctos o incorrectos15. Estos edificios reflejan su discurso austero con soberbia, desataca la do- minación del lugar con enormes máquinas de vivir. Bajo estos parámetros de velocidad constructiva surge la problemática de ausencia de carácter y singularización, generando la falta del sentido de comunidad.Por ello se dejaron de construir y apostaron por soluciones distintas. Del mismo modo, el lado Oeste presentó semejantes problemas de exclu- sión social con sus correspondientes monstruos de hormigón. El edificio Gropiusstadt, contruido al sureste de Berlín fue objeto de debate público, y su consecuente decadencia. 15. Meyer, Hans. (1931) Thesen über marxistische Architektur. En Bauen und Gesellschaft. Schrifen, Briefe, Projekten, Verlag der Kunst. Dresde 1980. pag 94 3.17 Gropiusstadt. Walter Gropius y Wils Ebert. 1962 máquinas de vivir 37 La influencia soviética que Le Corbusier admitió adquirir en la década de los 20 es notable16. Muestra similitudes espaciales y conceptuales con el en- foque de la vivienda colectiva y funcional socialista. El edificio Narkomfin ubicado en Moscú sintetiza los principios de kommunalk, donde varias fa- milias compartían cocina y baño. Esta búsqueda radical de la nueva forma para los bloques contemporáneos, producto del ideal constructivista ruso, es reflejado en este caso de estudio. Parece lógico entender que la mezcla de influencias arquitectónicas entre Este y Oeste de Berlín fuera palpable, resultando una concepción del Bru- talismo única en todo el mundo. 16. Le Corbusier (1931). Precisions on the Present State of Architecture and City Planning 3.18 Sección Unidad de Habitación de Berlín. Le Corbusier 3.19 Fachada exterior Edificio Narkomfin. Moisei Ginzburg, Ignaty Milinis. Moscú, 1928 - 1932 3.20 Plantas y axonometría de mó- dulos habitacionales 38 la arquitectura brutalista en berlín «Los arquitectos siempre han mirado atrás para avanzar… Liberados de la car- ga de la utopía pero con mayor responsabilidad, especialmente en el campo de lo cívico, miramos hacia un futuro más liberal produciendo un trabajo quizá más rico en memoria y en asociación en la continua evolución de una arquitectura radical.» 17 Al igual que estos inmensos conjuntos residenciales de hormigón, el In- ternationales Congress Center muestra la implicación del Brutalismo ha- cia la época en la que reside, contrario a los acuerdos populistas del Movi- miento Internacional. Si bien el origen de los plattenbauten fue la respuesta funcionalista de aplicaciones ingenieriles para un área urbana destruida, este subtipo responde al entendimiento de la arquitectura como una ver- dadera máquina en la que vivir inmerso. 18 Toda la construcción está suspendida en un marco de acero anodizado pla- teado, dejando expuesta su estructura, digna de la capital de la nación del High Tech. Presenta la analogía de un barco de 320 metros de largo y 80 metros de ancho, cuyos cojines de neopreno a los laterales amortiguan el sonido y las vibraciones. 4. Estandarte tecnológico Internationales Congress Center (ICC) Ursulina Schüler-Witte y Ralf Schüler. 1979 17. Stirling, James. De una charla dada en el Rice School of Architecture, USA en 1979. Maxwell, Robert, Stirling. Writing on Architecture, pag 157 - 159 18. Banham, Reyner. (1960). Modernism Under Review: Reyner Banham’s Theory and the Design in the First Machine Age Miller, Tyrus. Pag 333 4.1 Fachada exterior ICC Berlin. Fotografía tomada en 2017 máquinas de vivir 39 Su apariencia emana de la radical influencia del futurismo. Más allá de su asociación formal hacia la estética industrializada, la arquitectura desta- ca los conceptos de velocidad y progreso en su concepción espacial. Man- tiene la premisa de que el Brutalismo crece desde su disposición interior, y es la atención a la facilidad de movimiento en sus núcleos de comuni- cación lo que da forma a su fachada, resultado de un collage de partes del mismo sistema. El edificio emerge de la necesidad de organizar el mayor número de salas de conferencias en tal colosal volumen. La esencia futurista no se limita a los materiales de alta tecnología que alberga, es su compleja planificación del espacio vertical la remitente a las ciudades industriales de finales del siglo XIX y principios del XX. Mientras caminamos por ellas somos cons- cientes de la vida que sucede por encima de nosotros, sobre todo en una ciudad tan estratificada y superpuesta como es Berlín. Los nexos entre sus volúmenes individuales nos hacen cómplices de nues- tra posición. Las numerosas escaleras mecánicas esparcidas por el interior ejercen extrema voluntad por separarnos de la subordinación al nivel ho- rizontal. La fluidez hacia arriba y abajo es considerada de igual importan- cia que el plano de la superficie. Nos hace sentir parte de algo mucho más grande. Al igual que las intencio- nes del arte no objetivo, refleja la constante circulación de la vida cotidiana del universo. El Brutalismo comprendió la necesidad de cambio más allá de la superficialidad publicitaria de los movimientos arquitectónicos an- teriores. Esta misma comprensión tridimensional de la fluidez de los es- pacios es recurrente en muchos edificios berlineses posteriores, como la estación de Hauptbahnhof o el Sony Center de Postdamer Platz. 4.2 Maqueta proyectual. Volumen 96, número 38, 1978 4.3 Estación de Hauptbahnhof. Meinhard Von Gerkan y Jürden Hillmer. Berlin, 1922. 40 la arquitectura brutalista en berlín Sus proporciones visuales frías y soberbias remiten a la película de Me- trópolis de Fritz Lang, refleja la belleza del dinamismo y el movimiento agresivo de la máquina. Es el estandarte del entusiasmo por los avances técnicos venideros, a través de la provocación de reacciones emocionales crudas. Sin embargo, el edificio no nace de la intención de impresionar a los visitantes, sino de su valor práctico. El High Tech se distingue por su alejamiento de la mentalidad utópica del constructivismo soviético. Las arquitecturas de Renzo Piano, Norman Fos- ter y Richard Rogers, además de Archigram y Cedric Price recogen este es- píritu optimista hacia la industrialización. El centro Pompidou, ubicado en París simultáneamente al ICC, sintetiza su discurso en una estructura apa- rentemente en proceso de construcción. Es pretencioso asumir que el Bru- talismo fue el estandarte de todas estas referencias, sin embargo, hoy estos edificios gozan de reconocimiento a la sombra de la polémica brutalista. Radica ahí la intención del Brutalismo, más allá de su presencia violenta y desconcertante de sus dimensiones. Pretende ser un telón de fondo natu- ral para convenciones, reuniones y ferias comerciales. Sin embargo, la for- ma y la función son en gran medida inseparables, el edificio es parte esen- cial del lenguaje visual del sistema. Bajo esta premisa, la Torre de Comunicaciones de Alexanderplatz preten- de ser el estandarte del compromiso con la era tecnológica. Reforzada su expresión violenta en la base hormigonada con agresivas aristas puntia- gudas, combina la expresión violenta del Brutalismo con el High Tech. Al igual que el Queen ‘s College de James Stirling, la Fernsehturm y el ICC integran tanto lo formulista como lo popular, denominado por Frampton como lo ‘vernáculo’ de cristal y ladrillo. Muestra el interés simultáneo entre los mecanismos de la sociedad consumista y una preocupación social por crear la arquitectura como medio. A su vez, referencia a los apartamentos de lujo de St. James de Denys Lasdun, que utiliza la tecnología como un medio, no como fin, hacia una ‘arquitectura de paisaje urbano’. 19 También existe clara referencia al Nuevo Brutalismo de Casa del Futuro de los Smithson. En ella no existen espacios independientes, todos están in- terconectados y separados en ocasiones por leves muros corredizos o arma- rios empotrados. Su concepto dinámico está consecuentemente acompaña- do de formas orgánicas retro-futuristas. Las instalaciones son un elemento más de la máquina entendida como hogar, y es por ello que se muestran con la misma dignidad. Del mismo modo Berlín plasma su afición técnica en el siglo XXI con ar- quitecturas colosales en muchos de sus edificios más emblemáticos como Marie-Elisabeth-Lüders-Haus, Cube Berliny el Axel Springer Neubau. 4.4 Centro Pompidou, Renzo Pia- no y Richard Rogers. París, 1977. 4.5 Fernsehturm Berlin, Jörg Streitparth.1965 - 1969 4.6 Casa del Futuro, Smithson. Londres, 1956. 19. Curtis, Williams. (1982) La Arquitectura Moderna desde 1900. Architecture of urban landscape, pag 327 máquinas de vivir 41 4.7 Fachada Este del ICC 4.8 Fotografía por Nicolas Jabot 42 la arquitectura brutalista en berlín 4.9 Sección transversal de todo el sistema Escala 1/1000. A la izquierda, el edificio princi- pal, en el centro la estructura del puente como conexión a las salas de expposiciones. A la derecha las salas de exposiciones y la to- rre de radio. 4.10 Vista axonométrica de todo el sistema, con la torre de radio a la derecha máquinas de vivir 43 4.11 Planta baja Escala 1/1000 Hall de entrada con escalera, guardarropa, ascensores, infor- mación, tiendas y registro. 4.12 Planta baja nivel vestíbulo Escala 1/100. Transición a los pa- bellones de exposiciones, buffet y zona de aparcamiento. 44 la arquitectura brutalista en berlín «había algo decididamente existencial en esa exposición que insistía en contemplar al mundo como un paisaje esterilizado por la guerra, por el abandono y la enfermedad». 20 El recorrido urbano de Berlín desde la industrialización es completamente desolador, al igual que la historia que pasó por ella en el siglo XX. Desde la Unificación en 1871 hasta la República en 1919 el desarrollo urbanístico se redujo a una guerra política entre Kaiser y Parlamento. Se rechazaron todos los proyectos del gobierno imperial con fin de reordenar una ciudad industrializada de crecimiento desmesurado. Esta desdicha de planes urbanísticos cancelados no tuvo fin después de la Primera Guerra Mundial, tanto las intenciones de crear un lenguaje ar- quitectónico democrático de la República de Weimar como los proyectos de Albert Speer tutelado por Hitler fueron rechazados. Berlín tuvo que ser destruída para encontrar un orden intencionado. Surgieron proyectos expresionistas de principios espirituales, como el Plan Kollectiv de Scharoun, y otros antagónicos de un pragmatismo desmedido, el Plan Zehlendorf de Walter Moers. Todos con un objetivo común: la des- centralización administrativa y la liberación de connotaciones políticas. 5. 5.1 Fotografía tomada del Zentra- le Tier Laboratorien. Fuente Naue Langeweile. Huellas de la guerra Zentrale Tier Laboratorien - Mäusebunker Gerd Hänska y Magdalena Hänska. 1965 - 1971 20. Frampton, Kenneth (1980). Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. El Nuevo Brutalismo y la Arquitectura del Estado Asistencial. Inglaterra 1949 - 1959. Pag 269 huellas de la guerra 45 El Brutalismo presenta esta misma intención separadora de las doctrinas preestablecidas, en concreto con el Movimiento Moderno. En los últimos años de la Bauhaus la sólida inversión financiera del gobierno local en el futuro industrial conllevó su íntima relación con las facciones de derechas, llegando a convertir la institución en una entidad política. La necesidad de un nuevo estilo arquitectónico y urbanístico era inminente. Reside en el Brutalismo la filosofía del Fluxus, remitente a los gráficos co- mentados en el capítulo 2, Estado del Arte. El movimiento reprodujo el compomiso con destruir las barreras entre el arte y la vida cotidiana. Un flujo constante de una naturaleza efímera entendido por los Smithson, cuyo deber para con la sociedad desdibuja las fronteras entre creador y receptor. Es entonces cuando la arquitectura deja de ser entendida desde el concep- to elitista propicio de la herencia de la Bauhaus. También el Situacionismo está implícito, desafía el orden social y cultu- ral a través de respuestas radicales. Según Guy Debord, involucrar activa- mente a la sociedad es la manera de recuperar la vida auténtica. Conside- ra la ciudad como un campo de experimentación, cuestionando la lógica de planificación urbana capitalista. Además, el movimiento creó el con- cepto de la deriva: caminar sin rumbo fijo por la ciudad, dejándose llevar por sensaciones y encuentros fortuitos. Estos movimientos artísticos recurrieron a recursos performáticos. Y del mismo modo, la vía comunicativa del Brutalismo fue en ocasiones estruc- turas violentas remitentes a las fortificaciones características de la guerra, con una clara simbología transgresora. Tras la división de la ciudad por el muro construido en 1961, la arquitec- tura reflejó todas las tensiones ideológicas y políticas de la Guerra Fría. Ambos bandos construyeron edificaciones militares: búnkeres, puestos de 5.2 Teufelsberg , 1972. Fotografía tomada en 2013. 46 la arquitectura brutalista en berlín control fronterizo y torres de vigilancia hoy abandonadas como Teufels- berg o Müggelturm. Cada flanco presentó intenciones conservadoras de la memoria histórica, lo cual dificulta la inclusión de los edificios en el entorno urbano. Se prio- rizaron principios de funcionalidad o ideología política por encima del di- seño contextual, consecuencia de un periodo de presión competitiva. Esta aparente falta de planificación urbana recuerda a la intención auto enfá- tica del Brutalismo. Otros edificios heredados de la Segunda Guerra Mundial fueron reutili- zados. Las Torres Flak, construidas en 1940 por la Luftwaffe para defen- derse de los ataques aéreos Aliados, fueron dinamitadas en Berlín aunque recicladas en Hamburgo y en Wilhelmsburg. Hoy día, catalogadas como monumentos históricos, se utilizan como estudios de música techno. Si las Torres Flak, con muros de hormigón de 3,50m de grosor, hubieran sido construidas entre los años 1950 y 1970, serían sin lugar a duda consi- deradas brutalistas. Existe una clara referencia estética a los búnkeres y es- tructuras militares, y es Mäusebunker el claro ejemplo de ello. Más que un subtipo formal con invariantes contrapuestas a las comentadas anteriormente, este capítulo pretende hablar del desolador contexto que dejó la guerra en Berlín. El Brutalismo fue en muchos casos la manera más fiel de demostrar la crudeza de este cataclismo. Ni la elegante arquitectu- ra moderna ni el armónico organicismo tuvieron la capacidad de expresar la tortura vivida, que todavía residía en el recuerdo de los berlineses. ¿Qué otra configuración expresiva podría adoptar una ciudad tan tortura- da y dividida por un muro sino la violencia de sus formas? ¿Cómo evocar el crimen cometido hacia el pueblo judío sino con 2711 bloques de hormi- gón de hasta 4,8 metros de altura? La polémica fue el destino del Brutalismo en Alemania, pues no existía otra manera de reflejar el presente conflictivo que envuelve al país. Hoy día edificios como el Museo Judío en Berlín encuentran en reinterpreta- ciones del movimiento la forma adecuada para tal magnitud expresiva. Sus contornos dentados y figuras afiladas de la fachada exterior eviden- cian esta violencia. La espeluznante historia expuesta en el museo debe ir acompañada de una arquitectura capaz de evocar las terribles emocio- nes vividas en aquella época. Es el edificio algo más que la envolvente que alberga este testimonio, se convierte también en un elemento expositivo. Tanto la monumental galería de tres pisos de altura como la torre del Ho- locausto evocan al espectador una sensación de insignificancia y desaso- siego, y no es casualidad que sus paredes sean de hormigón visto. Presen- 5.3 Müggelturm, Köpenick, Berlin. 1880 5.4 Flak Tower, Viena. 1945 5.5 Monumento a los judíos de Eu- ropa asesinados. Peter Eisenman, 2003 - 2004 huellas de la guerra 47 ta también en su patio exterior una versión reducida del Monumento a los judíos asesinados de Europa. Mäusebunker fue concebido en su origen como laboratorio de experimen- tación animal. La apariencia fortificada de la masiva estructura piramidal de hormigón refleja la actitud desafiante y revolucionaria comentada an- teriormente. Ejerce la crítica política por medio del sarcasmo, es un gui-ño a las huellas de la Guerra. Remite al mismo principio que Alison y Peter Smithson usaron en la Es- cuela Hunstanton, dejando vistas las cañerías de los lavabos. En Mäuse- bunker, son las tuberías de ventilación necesarias para la climatización de la vida animal las que dotan de presencia al edificio, resaltadas de azul dramatizan el contraste con la fachada de hormigón visto. Una vez más, la referencia hacia la arquitectura militar es clara, a primera instancia pare- cen de uso armamentístico. Mäusebunker no deja espacio a interpretaciones, es un búnker de anima- les. Reforzado en su aspecto siniestro y paradójico de lo feo, convierte en arquitectura la cultura pop del cyberpunk. Su estética remite tanto al fu- nesto recuerdo del pasado como al futuro distópico de una humanidad en declive. Hoy día este edificio se ve amenazado de demolición. Berlín es una ciudad llena de memoriales remitentes al catástrofe de la Segunda Guerra Mun- dial, el compromiso histórico hacia las huellas de la guerra se trató con sumo cuidado. Sin embargo, este acuerdo de preservación no parece in- cluir a las arquitecturas de posguerra como Mäusebunker. Al igual que se logró con las Torres Flak de Hamburgo y Wilhelmsburg, es necesario do- tar a estos espacios brutalistas de nuevas funcionalidades e invertir en su restauración. 5.6 (Izquierda) Fachada exterior Museo judío de Berlín. Daniel Li- benskind, 1999. 5.7 Hall interior del museo. 5.8 Baños de la Escuela Hunstan- ton, Alison y Peter Smithson. 48 la arquitectura brutalista en berlín 5.9 Versión final del diseño de Mäusebunker, 1967. Fuente_ Ferd Hänska estate, Berlín 5.11 Planta Primera 5.10 Planta Baja huellas de la guerra 49 5.12 Sección C 5.13 Sección D 5.14 Sección B 50 la arquitectura brutalista en berlin «¿cómo predicaremos desde la vertiginosa altura de esta extraña, insólita y moderna azotea el plácido evangelio del sentimiento, de la belleza, el culto de una vida superior?» 21 La elegancia del detalle y el cuidado expresivo del Institut für Hygiene und Mikrobiologie, construido en Berlín entre 1966 y 1974 por los arqui- tectos Hermann Fehling y Daniel Gogel, parece ser totalmente contrario a la violencia representativa del Brutalismo. La arquitectura del Instituto parece que pone en duda todo lo comentado anteriormente, y es por eso imprescindible para entender el concepto difuso o ambiguo que dificulta la definición del movimiento. La arquitectura de Alison y Peter Smithson, padres del Brutalismo, defiende hasta tal extremo la ausencia de arqueti- pos formales que es inevitable cuestionarse cuándo y qué parametriza al estilo brutalista. Sin embargo, los materiales usados coherentemente a partir de sus pro- piedades estéticas y el entendimiento del conjunto del todo como unión de partes de un sistema está íntimamente relacionado con el concepto del movimiento. El edificio masivo de imponente estructura trata sus elemen- tos con cuidado, refleja otra cara de la honestidad de la honestidad dis- tintiva brutalista. 6. 6.1 Fotografía tomada durante la construcción del Instituto des- de la torre de Pauluskirche en Li- chterfelde Brutalismo refinado Institut für Hygiene und Mikrobiologie Hermann Fehling y Daniel Gogel. 1966 - 1974 6.2 The Economist Building, Ali- son y Peter Smithson. 1959 - 1964 21. Sullivan, Louis H. (1896) The Tall Office Building Artistically Considered, pag 403. brutalismo refinado 51 En el proyecto londinense de los Smithson The Economist (1959-1964) si- tuado en Londres resuelven la fachada con la piedra Portland Roach Bed, un mármol conocido por su gran duración debido a su alto contenido en conchas y fósiles. Además, todos sus encuentros están protegidos por em- bellecedores de aluminio, característica incompatible con la utilización de materiales ‘as found’ que Banham entendió como requisito brutalista. Los Smithson no someten la estética al empleo de materiales específicos, pretenden potenciar la mayor expresividad visual, es decir, el mayor impac- to emocional posible en el espectador a través de una arquitectura articu- lada. El aspecto espontáneo del movimiento no sugiere que el edificio sea un conjunto descuidado de decisiones imprecisas, sino un entendimiento del mismo como un organismo cambiante. La arquitectura entendida por los padres del Brutalismo acoge toda posi- bilidad de cambio como lo hacían los lienzos de Pollock mientras la obra cobra vida, pero esto queda lejos de ser una arquitectura irresponsable y despreocupada. Es el mayor compromiso por el diseño que el arquitec- to puede tener, y solo así son capaces de resolver cada problemática con sumo detalle. El Brutalismo refinado se asemeja al estado anímico y sentimental de la obra de Barnett Newman, cuyos lienzos monumentales fueron concebidos para ser vistos desde muy cerca, causando un efecto profundo en la psique del espectador. El edificio (obra artística) es conferido armónicamente, y por consiguiente sus elementos (detalles) acompañan su discurso. Tanto la certeza caótica de Pollock como la audaz simplicidad formal de New- man referencia el entendimiento expresionista del Brutalismo, incluyen- do los diseños más refinados. Institut für Hygiene und Mikrobiologie está probablemente inspirado en la arquitectura de Hans Scharoun, creador de la Filarmónica de Berlín. La Villa Schminke, construida entre 1930 y 1933 en Berlín parece clara refe- rencia en la creación del Instituto. Las intenciones de Schauron con res- pecto a la organicidad medieval fomentaron la crítica de los defensores del funcionalismo, tildando su arquitectura de descuidada por su apariencia. Sin embargo, al igual que consiguen los Smithson, el crecimiento espon- táneo no deriva del desorden, sino de la obligación ética que reside en el arquitecto para con la sociedad. La racionalidad es inherente al origen del edificio brutalista, y por consi- guiente es la severidad de su imagen el medio para captar tu atención, con- fiesa el juicio que hay detrás de ella. Ningún elemento es casual. Insinúa la racionalidad de Semper, una lógica constructiva basada en el ensambla- je de los elementos fundamentales, cuyo fin es reflejar las necesidades hu- manas y la evolución cultural. 6.3 Casa Schiminke, Hans Schau- roun. Lobau, Alemania 1930 - 1933 52 la arquitectura brutalista en berlin Y a su vez, referencia la política de producción en masa industrializada de la Werkbund22 alemana defensora de la producción en serie y el materialis- mo dialéctico23. También los edificios brutalistas más agresivos cuya imagen se enfatiza al extremo, es el alarde estructural representativo una respuesta radical a las necesidades que presentan. En el edificio Pallasseum, las cuatro esclusas masivas que sujetan el extremo del edificio logran esquivar una arquitec- tura existente, resultando un voladizo de dimensiones monumentales. Reconoces la arrogancia a simple vista, incluso te inquieta, pero es en la se- gunda mirada cuando entiendes su motivo puramente racional. Lo expre- sa con crudeza, al igual que la fachada de CorbusierHaus muestra su dis- posición interior sin filtros según historiadores y teóricos como Siegfried Gideon, Kenneth Frampton y Bruno Zevi. También fue Mies van der Rohe una influencia imprescindible. «Tan solo estos edificios en proceso de construcción son capaces de reflejar su audacia estructural. El esqueleto de acero imponente pierde toda su impresión cuando se coloca el cerramiento perimetral». 24 Basándonos en sus palabras, la apariencia del edificio debe estar determi- nada por su uso, y el Brutalismo así lo hace. No por ello podemos afirmar que Mies fue brutalista, pero es innegable que el movimiento sostuvo su discurso en la arquitectura miesiana, y más aún 22: Werkbund: movimiento artístico alemán inspirado en la potencia inglesa, encargado de relacionar la artesanía con las técnicas industriales de producción en masa. 23: Materialismo dialéctico: La realidad se puedeentender y cambiar a través de la observación y comprensión de las fuerzas materiales y sociales que la conforman. 24. Van der Rohe, Mies (1922). La Palabra sin Artificios. Fritz Neumeter, 1922 - 1968. El Croquis Editorial, pag 362. 6.4 Pallaseum. Sawade, Grötze- bach, Plessow, Frowein, Krebs y Müller. Berlín, 1973 - 1977 6.5 Fachada exterior del Institut für Hygiene und Mikrobiologie brutalismo refinado 53 en la metrópoli de Berlín. Al igual que también está presente la influencia de la Bauhaus desde Este comunista al Oeste capitalista. Genera contradicciones, ¿cómo puede ser la estética simple y de buen gus- to que presenta la Bauhaus un influjo directo en el Brutalismo? La disciplina y precisión del minimalismo en torno al que giró su discur- so final hace olvidarnos del origen de la institución: una filosofía de la in- tuición que une lo espiritual y material. Antes de ser considerada como institución política, la Bauhaus de donde Johannes Itten todavía formaba parte apoyaba su discurso en lo artesano y medieval, un ambiente antima- terialista descendiente del expresionismo alemán de Die Brücke, repleto de imágenes deformes, libertarismo y espiritualidad mística. La Bauhaus fue en primera instancia una instrucción basada en la línea, el equilibrio y la sustancia. El funcionalismo de Peter Behrens y Louis H. Sullivan fue compatible con el expresionismo arquitectónico. Plantearon una arquitectura brutal crea- da para inspirar, tratando de alejarse del poco nivel sentimental e indus- trializado del paisaje moderno. La Bauhaus fue en sus inicios consecuen- cia de una nueva Alemania integradora del arte moderno con la máquina moderna. ¿Por qué necesitamos entender esto para explicar que el cuidado de las formas no es incompatible con la masiva e impetuosa arquitectura bru- talista? 6.7 Fábrica de Turbinas AEG, Pe- ter Behrens. Berlín, 1908. 6.6 Fachada Noroeste del Institut für Hygiene und Mikrobiologie 54 la arquitectura brutalista en berlin 6.8 Sugden House. Alison y Peter Smithson. Watford, Inglaterra, 1955 - 1956 6.9 Robin Hood Gardens, Smith- son. East London, 1969 - 1972 El Brutalismo refinado no necesita contornos dentados para transmitir su crudeza. El uso de bloques prefabricados refleja el alejamiento de meca- nismos rutinarios, al igual que hacen los Smithson en la Casa Sugden, co- nectan con el compromiso productivo de una sociedad de consumo apo- yado en parámetros de lo Pop. Es una exposición estética de funciones constructivas y programáticas que en este subtipo se cuida con delicade- za, sin abandonar su contundencia. Como si de una arquitectura gótica se tratase, todos los elementos que la componen responden a una función, hasta el más mínimo detalle, y deben ser cuidados con suma atención. Belleza, firmeza y utilidad. Este subtipo no deja atrás ninguna variable de Vitruvio. Resulta lógico pensar que, al igual que la coherencia estructural y compromiso matérico que estos edificios Brutalistas presentan, la venus- tas requiere un nivel de atención a la altura que están firmitas y utilitas. Institut für Hygiene und Mikrobiologie cumple las tres características de- finitorias del Brutalismo según Banham: la memorabilidad como imagen, la exhibición clara de la estructura y la valoración de los materiales por su cualidad ‘as found’. Al igual que los Smithson consiguen en la Escue- la Hunstanton (1949-54), Golden Lane (1952) y Robin Hood Gardens (1969- 72), nuestro caso de estudio reduce la arquitectura a su esencia estructu- ral, donde todo gira alrededor del material. Relaciona cultura, industria y sociedad con sobriedad. El uso de materiales crudos, la exposición de instalaciones y el alarde es- tructural no es incompatible con las curvas suaves del organicismo que brutalismo refinado 55 presenta. No degrada al edificio a un nivel inferior en la escala brutalista. Es otro subtipo más, conectado directamente con los primeros años del movimiento, cuyo proceso de abandonar la legibilidad de la planta resul- tó por un afán de crear una imagen inolvidable. «El edificio entero tiene una cualidad de imagen potente, pero es una imagen que la mente agrega a la memoria una vez te marchas, pues su presencia actual es a la vez misteriosa y confusa». 25 La presencia de Institut für Hygiene und Mikrobiologie no deja al espec- tador indiferente. Siendo mucho menos agresiva presenta una potencia perceptiva a la altura del resto de ejemplos Brutalistas berlineses. Es una obra de prestigio internacional, sintetiza tanto la arquitectura de posgue- rra como el organicismo de Schauron. El instituto se entiende por la enfatización de su aspecto técnico industrial, organiza sus elementos espaciales entorno al bloque de oficinas y labora- torios de cinco pisos de altura. Su forma de Y en planta es consecuencia de la ubicación de los pozos de abastecimiento, y organiza las dos funcio- nes del edificio: investigación y docencia. 6.10 Fachada sala de conferencias 25. Banham, Reyner (1955). The New Brutalism, Ethic or Esthetic. pag 44 «The whole building has a powerful image queality, but is an image that the mind assembles from the memory after one has left the building, because its actual presence is both mysterious and muddled». 56 la arquitectura brutalista en berlin 6.11 Planta y Sección brutalismo refinado 57 6.12 Modelo de un estado de pla- nificación avanzada y fotografías de la fachada 58 la arquitectura brutalista en berlín «Oh, Zaratustra, aquí está la gran ciudad: aquí tú no tienes nada que buscar y todo que perder. ¿Por qué querrías vadear este fango? Ten compasión de tu piel. ¡Mejor te sería escupir en la puerta de la ciudad y darte la vuelta!»26 No es casualidad que las arquitecturas comprendidas en este subtipo sean en su mayoría edificios eclesiásticos reconstruidos tras la Segunda Gue- rra Mundial. Iglesias como St. Norbert, Paul Gerhardt Kirche y Maria Frie- den Kirche propagan su pensamiento freudiano y surrealista con fin de encontrar el sentido místico del yo más profundo. Pretenden el retorno de la intimidad sagrada, destruida tras la deshumanización de una socie- dad flagelada. Estas arquitecturas picudas y excéntricas rinden culto al crédito expresio- nista alemán Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), buscan la confluencia emo- cional e inconsciente a raíz de la naturaleza primitiva de las cosas. El Bru- talismo recoge todos estos intereses sobre la libertad, el instinto y, como hemos comentado anteriormente, el rechazo por las convenciones prees- tablecidas. Es, de algún modo, la materialización del existencialismo. 7. 7.1 Fachada exterior St. Norbert Kirche. Fehling + Gogel. 1958 - 1962 Fotografía por Jörg Zägel, 2013 Expresionismo del Espacio St. Norbert Kirche Fehling + Gogel. 1958 - 1962 26. Nietzsche, F. (1883) Así habló Zaratrusta. Pag 316 expresionismo del espacio 59 Induce a la radicalidad de Pollock por su incesante búsqueda de un arte tan emocionante como el infierno27. Iglesias como St. Norbert sintetizan el ideario colectivo entre naturaleza, mitología y primitivismo extraído de Kandinsky, y perfeccionado por Rothko en la Capilla De Menil. Las obras de Rothko, enfocadas tras la luz natural emergente techo, captan la esencia espiritual con abstracciones sencillas consecuentes de pensamientos complejos. La rigurosa apariencia formal de este subtipo es, una vez más, fruto de la organización interior, en este caso designada como experiencia multisen- sorial. Son un juego de luces y sombras del que Bruno Taut fue precursor, cuya expresión matérica de sus arquitecturas se rige por la voluntad vivi- da. Con otras palabras, el foco de su obra no es la propia figura arquitectóni- ca sino el contenido que recoge, es decir, el espacio. Las escenas barrocas, dramáticas y sombrías de estas iglesias se refuerzan en la crudeza texturi- zada del hormigón con agresiva actitud formal. No con ello pretenden re- flejar la frustración y ansiedad patente enuna sociedad despojada de valo- res, como creía Gideon que era el destino del Expresionismo28, sino elevar el culto a un nivel superior. Es por ello que en estos casos la invariante brutalista de autoénfasis enca- ja a la perfección, es un aislamiento intencionado frente al contexto inhu- mano y apocalíptico que dejó a sus pies la Segunda Guerra Mundial. Dar- le continuidad al ambiente urbano en edificios sagrados sería reflejar por ende sus valores, enraizado de doctrinas conflictivas y populistas. 7.2 Pabellón de Cristal, Bruno Taut. Colonia, Alemania. 1914 27. Pollock, Jackson. Sobre su obra Mural (1943). 28. Giedion, Sigfried (1941). Space, Time and Architecture. 7.3 Entrada y Torre de St. Norbert Kirche. 60 la arquitectura brutalista en berlín Sus ángulos agudos arrogantes y picudos no nacen de la violencia, sino desde el deseo compartido por la Arquitectura Alpina de Bruno Taut. El ar- quitecto ensueña un pueblo en los Alpes libre de toda restricción y ten- siones de la ciudad contemporánea, un sincretismo entre creación artifi- cial y naturaleza primigenia. Los remates afilados de St. Norbert aluden a conoraciones de montañas y arquerías apuntadas a la bóveda celeste. Estas arquitecturas religiosas reflejan con esperanza el concepto alemán Gesamtkunstwerk, esa idea de arte total o colectiva, y residen en ellas el cui- dado por su cromatismo a través de cristaleras, como en la Iglesia Memo- rial Kaiser Guillermo, o con el color honesto del ladrillo texturizado. Sin embargo, no siguen normas compositivas u organizativas sino que están subordinadas por el libre uso personal, con fin de dotar al espectador de la mayor emoción posible y con ello, el acercamiento a lo divino. Una intención que refiere a las obras de Tadao Ando en su afán por encon- trar la sacralidad de la luz y el silencio para provocar al residente la cone- xión con su propio yo. «La arquitectura sólo se considera completa con la intervención del ser humano que la experimenta.» 29 La luz bañan los monumentales bloques ásperos de hormigón, conectan con algo superior más allá de sentimentalismos vanos. St. Norbert apro- vecha la materia superviviente de su versión antigua y coloca la nueva es- tructura sobre ella, no hay lugar para pretensiones ni propósitos esperpén- ticos que otros subtipos presentan. Solo hay espacio para la poesía visual de lo divino. Estos templos no expresan su culto necesariamente a través de salientes agresivos. Los prismas rectos de St. Agnes causan una semejante impre- sión, el pesado hormigón texturizado contrasta con la intensa luz ceni- tal y su planta rectangular de densa figura enfatiza el espíritu comunita- rio. La nave peraltada sintetiza toda su intención mística, haciendo de la luz su lenguaje. Está iluminada lateralmente, de manera que parece emanar del panel del techo y sus paredes están recubiertas con ladrillos rojizos grisáceos reuti- lizados. Hoy día funciona como una galería de arte y ha tenido en nume- rosas ocasiones la intención divulgativa y defensora del Brutalismo en la ciudad. Es de suma necesidad dotar a los edificios brutalistas en peligro de extin- ción de nuevas funcionalidades. Las iglesias, con buena ventura, no que- dan en desuso tan fácilmente como edificios sin propósitos sacros, gozan hoy de vida activa y cuidan con delicadeza la deidad de sus atmósferas. 7.4 Bruno Taut (1919). Arquitectu- ra Alpina. Lámina 2, Casa de Cris- tal en las Montañas, parte 1. 29. Ando, Tadao. (1955) The Pritzker Arquitecture. 7.5 St. Agnes, Werner Düttmann. 1967, Berlin expresionismo del espacio 61 7.6 Planta St. Norbert 7.7 Planta de Emplazamiento St. Norbert 62 la arquitectura brutalista en berlín «Lo que estamos celebrando es al mismo tiempo una bufonada y una misa de réquiem». 30 Entre toda la oleada gris de edificios sin vida, repetitivos y carentes de personalidad, destaca un grandioso monumento al sarcasmo y la carica- tura. Su nombre, el pincel de la cerveza, denota su intención transgreso- ra y alternativa. Siendo este subtipo el que menos casos presenta en toda la ciudad, es el que más se acerca a la singularidad berlinesa actual, refu- gio de todo hedonista. Todo subtipo brutalista comentado anteriormente responde a necesidades de la propia sociedad. Las monstruosas máquinas de vivir, a una economía decadente y enormes desigualdades en la distribución del suelo. Los edifi- cios de estandarte tecnológico introducen una nueva Alemania conciliada con la era de la máquina. Las estructuras remitentes a la guerra muestran con desasosiego el terror vivido en tal espeluznante época. El refinamien- 8. 8.1 Restaurante de Bierpinsel. Schüler und Ursulina-Witte. 1971 Arquitectura de la caricatura Bierpinsel Schüler y Ursulina-Witte, 1971 30. Ball, Hugo (1916). Exclesior Hotel 112. arquitectura de la caricatura 63 to del Brutalismo elegante atiende al cuidado de sus residentes con esme- ro, tratando a sus materiales con igual dignidad. Y por último, la imagen de las iglesias de voluntades expresionistas apuntan al reconcilio humano con esperanza todavía no perdida. Sin embargo, aún queda una comunidad subrepresentada en su metrópoli. La gente que no tuvo que ver con nada de todo este desastre y del mismo modo, de nada de aquello quiere formar parte. Un colectivo cansado, roto, que de tanta tragedia no siente nada y busca en la fanfarria algo que le re- cuerde lo simple que parecía vivir. Fueron los abanderados de la desobe- diencia y realmente infractores de toda norma pasada. Para ellos no debe haber respeto hacia un pueblo que no lo tuvo consi- go mismo y la arquitectura que tanta curiosidad les despierta es, inevita- blemente, la más estrafalaria y esperpéntica posible. Estos aires repletos de dadaístas, surrealistas y conceptualistas tuvieron más dificultades para materializarse en arquitecturas que en los ámbitos artísticos o performá- ticos. Sin embargo, encontraron también en el brutalismo su escapatoria a la cruda realidad. Bierpinsel es un emblema al sinsentido. Su invariante brutalista autoenfá- tica es, de hecho, todo aquello que intenciona. Es tan controversial e icó- nico que jamás se ha tratado de demoler, a pesar de tener las mismas pro- blemáticas de mantenimiento que Mäusebunker, Institut für Hygiene und Mikrobiologie y el Internationales Congress Center. Recurre al principio futurista para con la publicidad, latente del conflicto e incluso su aspecto refiere a sus influencias. Bierpinsel fue diseñado por los mismos arquitectos que el ICC, presenta la misma estética retro-futu- rista pero difieren en intencionalidades. Este subtipo no está interesado en estimular la mirada del espectador sino su mente. Acoge el concepto de Gesamtkunstwerk (obra de arte total) y lo adapta al teatro de lo absurdo, reflejando así el nihilismo latente en el pue- blo. Una actidud irreverente, rebelde y provocadora que en contraposición con las iglesias brutalistas y expresionistas, entra en el diálogo elitista ar- quitectónico repletos de cinismo, exigiendo un medio apto hacia el egoís- mo e individualismo. Sin embargo, las leyes de la física no pueden ser dinamitadas, la construc- ción debe mantenerse en pie. El alarde estructural brutalista y su conse- cuente racionalidad espacial fue, inevitablemente, la solución más acerta- da para los más excéntricos. Que Berlín sea hoy la capital europea de lo alternativo, rebelde e insubor- dinado no es casualidad. Edificios soviéticos de pasado inerte conviven en el área urbana con la singularidad undergrond, punk y kistch berlinesa. 8.2 Parking en Kirchbachstrasse. Peter Heinrichs, Joachim Wer- mund. Berlín, 1977 - 1979 64 la arquitectura brutalista en berlín A su vez, el grito a la libertad del lado Oeste de Berlín en la Guerra Fría se intuye en proyectos extravagantes como Bierpinsel o el Parking de Kirchba- chstrasse (fig 8.2), donde la norma podría ser destituida sin represalias y el arte urbano colonizaba toda superficie, incluidala del propio muro. Bierpinsel hizo uso del hormigón pretensado no solo como emblema es- cultórico de la creatividad, es un complejo proyecto de planificación ur- bana que atiende a los tres planos paralelos. A nivel subterráneo conver- gen tres niveles de metro, en la superficie son combinadas tanto las vías públicas de comunicación como el libre uso del automóvil, y por encima de nuestras cabezas emerge un monumental pilar hormigonado que sos- tiene el famoso restaurante. Los grandes costes de mantenimiento a los que las colosales estructu- ras brutalistas son condenadas, hacen hoy de su conservación un debate controrsial. Sus esquinas redondeadas, que fácilmente recogen la sucie- dad, también influyen negativamente en la reputación pública de la ins- talación. Sin embargo, su audaz recurso performático e irreverente promueve hoy el alzamiento de la población en contra de su derrumbamiento. Bierpin- sel es hoy un icono en la ciudad. No gozará de la etiqueta del patrimonio histórico, pero es el pueblo quien protegerá su arquitectura de la elitista concepción estética. 8.3 Bierpinsel, fotografía tomada en 1976. Fuente: Der Verkehrsk- noten Steglitz, Lucas Foljanty. 8.4 (Página siguiente) Bierpinsel, fotografía tomada en 1971. 8.5 Sección constructiva de Bier- pinsel arquitectura de la caricatura 65 9. Guía Arquitectónica del Brutalismo en Berlín guía arquitectónica del brutalismo en berlín 67 Observaciones Una de las conclusiones promordiales que extraemos de esta Guía es que la gran mayoría de casos brutalistas se agrupan al lado oeste del muro. Los escasos ejemplos de la RDA son, fundamentalmente, agrupados en el sub- tipo de las máquinas de vivir. Por otro lado, el estandarte tecnológico también goza de presencia al este berlinés, haciendo así honor a los excepcionales desarrollos ingenieriles soviéticos. Por otra parte, es imprescindible entender que todos los subtipos propues- tos confluyen en varios de los casos. Las combinaciones más recurrentes son el estandarte tecnológico con las máquinas de vivir, cuyas colosales estruc- turas abanderan la dominación de las técnicas constructivas. Y del mismo modo, el expresionismo del espacio con el brutalismo refinado, comprometi- dos con el cambio de la arquitectura de posguerra. El subtipo de la arquitectura de la caricatura es, con diferencia, el que me- nos casos presenta. Lo cual no podría de ser otra manera, pues su inten- ción es destacar frente a la normatividad. Por último, el subtipo de las huellas de la guerra está enraizado con todas las estructuras que tuvieron lugar en aquella época. Sin embargo, no todas se acogen a su nombre. Muchos de estos casos tenían el punto de mira pues- to en el futuro, dejando atrás el catástrofe vivido.
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