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Sistema de Negócios e Darwinismo Social

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eL sistema de negocios: gobierno, mercados y comercio internacionaL 141
grandes compañías luchan por la participación de los ingresos. Así, el papel del gobierno 
es todavía mayor que el que previó Keynes. El gobierno no sólo debe impulsar la de-
manda agregada con mayor gasto, sino que también debe frenar el poder de los grandes 
oligopolios.
La utilidad de la supervivencia del más apto: 
darwinismo social
El darwinismo social del siglo XIX imprimió un nuevo giro a las justificaciones utilitarias de 
los mercados libres al afirmar que éstos tienen consecuencias benéficas más allá de las que 
Adam Smith identificó. El argumento es que la competencia económica genera progreso 
humano. Las doctrinas del darwinismo social recibieron su nombre en honor de Charles 
Darwin (1809-1882), quien afirmaba que las diferentes especies de seres vivos evolucio-
naban como resultado de la acción de un entorno que favorecía la supervivencia de unos 
mientras que destruía a otros: “A esta preservación de las diferencias y variaciones indivi-
duales favorables y la destrucción de aquellos que son perjudiciales la he llamado selección 
natural o supervivencia del más apto”.49 Los factores ambientales que dieron como resul-
tado la supervivencia del más apto fueron las presiones competitivas del mundo animal. 
Darwin sostiene que, como resultado de esta “lucha por la existencia” competitiva, las es-
pecies cambian de manera gradual porque sólo el más “apto” sobrevive para transmitir sus 
características favorables a sus descendientes.
Aun antes de que Darwin publicara sus teorías, el filósofo Herbert Spencer (1820-
1903) y otros pensadores habían comenzado a sugerir que el proceso evolutivo que descri-
bía Darwin también se aplicaba a las sociedades humanas. Spencer afirmaba que al igual 
que la competencia en el mundo animal asegura que sólo sobrevive el más apto, la libre 
competencia en el mundo económico asegura que sólo los individuos más capaces sobrevi-
ven y llegan a la cima. La implicación es que
Inconveniencia, sufrimiento y muerte son las penas que impone la Naturaleza a la 
ignorancia, lo mismo que a la incompetencia; pero también son los medios para 
subsanarlos. Al eliminar a los de menor desarrollo, y al dejar a los que quedan 
sujetos a la disciplina continua de la experiencia, la Naturaleza asegura el creci-
miento de una raza que deberá entender las condiciones de la existencia y será 
capaz de actuar según ellas.50
Aquellos individuos cuyo trato agresivo en los negocios les permite tener éxito en el 
competitivo mundo empresarial son los “más aptos” y, por tanto, los mejores. En opinión 
de Spencer, al igual que la supervivencia del más apto asegura el progreso continuo y la 
mejora de una especie animal, también la libre competencia que enriquece a algunos in-
dividuos y reduce a otros a la pobreza da como resultado una mejora gradual de la raza 
humana. No debe permitirse al gobierno interferir con esta competencia severa porque 
sólo impediría el progreso. En particular, el gobierno no debe prestar ayuda económica a 
quienes se quedan atrás en la competencia por sobrevivir. Si sobreviven los no aptos econó-
micamente, transmitirán sus cualidades inferiores y la raza humana declinará.
Fue muy sencillo para los pensadores posteriores revisar los puntos de vista de Spen-
cer para quitarles la insensibilidad aparente. Las versiones modernas del spencerismo sos-
tienen que la competencia es buena no porque destruya a los débiles, sino porque saca del 
partido a la empresa débil. La competencia económica asegura que las “mejores” empresas 
sobreviven y, como resultado, el sistema económico mejora de forma gradual. La lección 
del darwinismo social moderno es la misma: el gobierno debe quedarse fuera del mercado 
porque la competencia es benéfica.
Las deficiencias del punto de vista de Spencer eran obvias, incluso para sus contem-
poráneos. Los críticos se apresuraron en señalar que las habilidades y rasgos que ayudan a 
darwinismo social  
creencia de que la compe-
tencia económica genera el 
progreso humano.
supervivencia del más 
apto Término que utilizó 
charles darwin para refe-
rirse al proceso de selec-
ción natural.
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142 El mERcAdo y los nEgocios
los individuos y a las empresas a avanzar y “sobrevivir” en el mundo de los negocios no son 
necesariamente las que ayudan a la humanidad a sobrevivir en el planeta. El avance en el 
mundo de los negocios en ocasiones se logra a través de la cruel indolencia frente a otros 
seres humanos. Sin embargo, la supervivencia de la humanidad bien podrá depender del 
desarrollo de las actitudes de cooperación y de la disposición de los individuos a ayudar a 
otros.
Pero el problema básico que fundamenta estas perspectivas del darwinismo social es 
la suposición normativa de que supervivencia del más apto significa supervivencia del mejor. 
Es decir, cualesquiera que sean los resultados del trabajo de la naturaleza son necesaria-
mente buenos. La falacia —que los autores modernos llaman falacia naturalista— im-
plica, por supuesto, que cualquier suceso natural es siempre para bien. Sin embargo, es 
una falla de lógica básica inferir que lo que debe ser o lo que crea la naturaleza es siempre 
para bien.
3.3 Libre comercio y utilidad: David Ricardo
Hasta ahora, el análisis se ha centrado en los argumentos del utilitarismo en favor y en 
contra de los mercados libres. Pero los argumentos utilitarios también han avanzado en 
favor del libre comercio entre las naciones. El trabajo más importante de Adam Smith, 
La riqueza de las naciones, en principio estaba dirigido a demostrar los beneficios del libre 
comercio. En esa obra, Smith escribió:
Es la máxima de cualquier jefe de familia prudente, nunca intentar hacer en casa 
lo que le costará más hacer que comprar. El sastre no hace sus propios zapatos, 
sino que los compra al zapatero. [...] Lo que se ve como prudencia en la conducta 
de toda familia, podría ser absurdo en un gran reino. Si un país extranjero está en 
condiciones de suministrarnos un bien a un precio más bajo que si lo hacemos 
nosotros, es mejor comprarlo con cierta parte del producto de nuestra industria, 
de manera que tengamos alguna ventaja.51
El argumento de Adam Smith es sencillo. Igual que los individuos, los países difieren en 
su habilidad para producir bienes. Tal vez un país produzca un bien de forma más barata 
que otro y entonces se dice que tiene una “ventaja absoluta” al producir ese bien. Tales 
diferencias en costos se basan en las diferencias en mano de obra y habilidades, en el clima, 
la tecnología, el equipo, la tierra o los recursos naturales. Supongamos que a causa de estas 
diferencias, nuestro país elabora un producto con menos dinero que otra nación, y que esta 
última hace otro producto con menos dinero que nosotros. Entonces es claro que sería 
mejor para ambas naciones especializarse en hacer el producto para el que cada una tiene 
“ventaja absoluta” e intercambiarlo por bienes para los que otro país tiene una “ventaja 
absoluta” al producirlos.
Pero, ¿qué pasa si un país produce todo más barato que otro país? David Ricardo 
(1772–1823), un economista inglés, recibe el crédito por demostrar que aun cuando 
un país tiene una ventaja absoluta al producir todo, es mejor para él especializarse y 
comerciar. En su trabajo más importante, Principios de economía política y tributación, Ri-
cardo cita el ejemplo de Inglaterra y Portugal para demostrar que incluso si Inglaterra 
es mejor que Portugal al producir tela y vino, es mejor para ambos países especializarse 
y comerciar:
Inglaterra está tan circunscrita que producir tela podría requerir la mano de obra 
de 100 personas durante un año; si intenta elaborar el vino, requerirá la mano de 
obra de 120 personas el mismo tiempo. Entonces Inglaterra se dará cuenta de que 
es conveniente importar el vino y comprarlo con la exportación de tela.
falacia naturalista la 
suposición de que lo que 
ocurra de manera naturalsiempre es para bien.
ventaja absoluta Una 
situación en la que los cos-
tos de producción (costos 
en términos de recursos 
consumidos al producir el 
artículo) de un bien son 
más bajos para un país que 
para otro.
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