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Etica En Los Negocios-páginas-128

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268	 Los	negocios	y	sus	intercambios	externos:	ecoLogía	y	consumidores
servicio dependerá de la cantidad de uso a la que uno somete el producto. Además, los con-
sumidores también basan algunas de sus expectativas de la vida de servicio en las garantías 
explícitas que el fabricante anexa al producto.
Un factor más sutil que afecta la vida de servicio es la obsolescencia.27 Los avances tec-
nológicos hacen que algunos productos se vuelvan obsoletos cuando aparece un producto 
nuevo que realiza las mismas funciones de manera más eficiente. Cambios únicamente 
en el estilo provocan que un producto del año anterior parezca anticuado y sea menos 
atractivo. La perspectiva del contrato implica que los vendedores que saben que cierto 
producto se volverá obsoleto, tienen la obligación de corregir cualquier creencia errónea 
que saben que los compradores se formarán con respecto a la vida de servicio que esperan 
del producto.
Posibilidad de mantenimiento  Las aseveraciones sobre la posibilidad de manteni-
miento se refieren a la facilidad con que un producto se repara y se mantiene en condi-
ciones de operación. A menudo las afirmaciones de la posibilidad de mantenimiento se 
plantean en forma de una garantía expresa. Whirlpool Corporation, por ejemplo, anexó la 
siguiente garantía expresa a uno de sus productos:
Durante su primer año de propiedad, todas las partes del electrodoméstico (con 
excepción de las bombillas) que encontremos, sean defectuosas en su material o 
en su mano de obra, serán reparadas o reemplazadas por Whirlpool sin costo al-
guno, y pagaremos todos los gastos de la mano de obra. Durante el segundo año, 
continuaremos asumiendo la misma responsabilidad establecida anteriormente, 
con excepción de que usted pagará los gastos de mano de obra.28
No obstante, los vendedores a menudo también dan a entender que un producto puede ser 
reparado con facilidad incluso después de la fecha de vencimiento de una garantía expresa. 
Sin embargo, las reparaciones de los productos son costosas y hasta imposibles debido a la 
falta de disponibilidad de refacciones.
Seguridad del producto  Las declaraciones implícitas y expresas sobre la seguridad de 
un producto se refieren al grado de riesgo asociado con él. Puesto que el uso de práctica-
mente cualquier producto implica cierto grado de riesgo, las cuestiones de seguridad son en 
esencia cuestiones de los niveles de riesgo aceptables y conocidos. Es decir, un producto es 
seguro si los riesgos que le acompañan se conocen y el comprador los considera “acepta-
bles” o “razonables”, en vista de los beneficios que el comprador espera derivar de su uso. 
Esto implica que los vendedores cumplen con su parte de un acuerdo libre si proporcionan 
un producto que implica sólo los riesgos que dicen, y los compradores lo adquieren en dicho 
entendimiento. Por ejemplo, la National Commission on Product Safety (Comisión Nacio-
nal de Seguridad de los Productos) describió un riesgo razonable en los siguientes términos:
Los riesgos de daño físico para los usuarios no son excesivos cuando los consumi-
dores comprenden que el riesgo existe, cuando evalúan su probabilidad y grave-
dad, cuando saben cómo enfrentarlos y cuando los aceptan voluntariamente para 
obtener los beneficios que no podrían recibir de formas menos riesgosas. Cuando 
existe un riesgo de este tipo, los consumidores tienen una oportunidad razonable 
de protegerse a sí mismos; y las autoridades públicas deben dudar en sustituir sus 
juicios vagos acerca de la conveniencia del riesgo para aquellos clientes que eligen 
incurrir en él. Sin embargo, el riesgo evitable no es razonable (a) cuando los con-
sumidores no saben que existe, o (b) cuando, aun cuando conozcan su existencia, 
los consumidores son incapaces de estimar su frecuencia y gravedad, o (c) cuando 
los consumidores no saben cómo enfrentarlo y, por lo tanto, tienen probabilida-
des de sufrir daños de forma innecesaria, o (d) cuando el riesgo es innecesario, ya 
que podría reducirse o eliminarse a un costo monetario o en el desempeño del 
producto al que los consumidores incurrirían de forma voluntaria si conocieran 
los hechos y se les hubiera permitido elegir.29
posibilidad de 
mantenimiento La	facili-
dad	con	que	un	producto	
se	repara	y	se	mantiene	en	
condiciones	de	operación.
seguridad del producto 	
el	grado	de	riesgo	
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De esta manera, el vendedor de un producto (según la teoría del contrato) tiene la 
obligación moral de proporcionar un producto cuyo uso implique riesgos no mayores de 
aquellos que comunica de forma expresa al comprador, o aquellos que el vendedor comu-
nica de manera implícita por medio de las aseveraciones hechas al comercializar el pro-
ducto para un uso cuyo nivel normal de riesgo es bien conocido. Por ejemplo, si la etiqueta 
en una botella sólo indica que los contenidos son muy tóxicos (“peligro: veneno”), el pro-
ducto no debe representar más riesgo que la inflamabilidad. Si una compañía fabrica y 
vende esquíes, el uso de ellos no debe contener ningún otro riesgo adicional esperado que 
los ya conocidos de practicar el esquí (por ejemplo, no debe existir la posibilidad añadida 
de ser herido por astillas si los esquíes se fracturan). En suma, los vendedores tienen la 
obligación de proporcionar un producto con un nivel de riesgo que no rebase el que ellos 
afirman expresa o implícitamente que existe, y que los consumidores se comprometen libre 
y deliberadamente a asumir.
La obligación de revelación
No es posible establecer un acuerdo a menos que las partes que lo forman sepan lo que 
están haciendo y elijan hacerlo libremente. Esto implica que el vendedor que trata de hacer 
un contrato con un cliente tiene la obligación de revelar exactamente lo que está com-
prando y las condiciones de la venta. Como mínimo, esto significa que los vendedores tie-
nen la obligación de informar al comprador acerca de cualquier característica del producto 
que pueda afectar la decisión del cliente para comprarlo. Por ejemplo, si el producto que 
el consumidor está comprando posee un defecto que conlleva un riesgo para la salud o la 
seguridad del usuario, el comprador debe ser informado de ello. Algunas personas han ar-
gumentado que los vendedores también deben revelar los componentes o ingredientes del 
producto, sus características de desempeño, costos de operación, evaluación del producto y 
cualquier otra norma aplicable.30
Detrás de la afirmación de que para establecer un contrato de venta se requiere de una 
revelación completa, subyace la idea de que un acuerdo es libre sólo en el grado en el cual 
se conozcan las alternativas disponibles: la libertad depende del conocimiento. Cuánto más 
sepa el comprador acerca de los diversos productos que están disponibles en el mercado 
y más comparaciones haga entre ellos, se puede decir que el acuerdo del comprador es 
voluntario.31
Sin embargo, la idea de que los vendedores deben proporcionar una gran cantidad de 
información a los compradores ha sido criticada con base en que la información es costosa 
y, por lo tanto, debe tratarse como un producto por el que el consumidor debe pagar, o 
bien, prescindir de ella. En resumen, los consumidores deben comprometerse libremente 
a comprar información así como lo hacen para comprar bienes, y los productores no están 
obligados a proporcionársela.32 El problema de esta crítica es que la información en la que 
la persona fundamenta la decisión de establecer un contrato es una entidad que difiere 
mucho del producto que se intercambia por medio del contrato. Puesto que un contrato 
debe hacerse libremente, y la libertad de elección depende del conocimiento, las transac-
ciones por contrato deben basarse en un intercambio abierto de información. Si los consu-
midores necesitan negociar este tipo de información, el contrato resultante no sería libre.
La obligación deevitar distorsiones
La distorsión, aún más que la falta de revelación de información, hace que la libertad de 
elección sea imposible. Es decir, la distorsión es coercitiva: el individuo al que se confunde 
intencionalmente actúa como el falseador desea que actúe, y no como la persona habría 
elegido actuar libremente si conociera la verdad. Puesto que la libre elección es un ingre-
diente esencial de un contrato obligatorio, es incorrecto falsear de forma intencional la 
naturaleza de un producto.
Los vendedores distorsionan un producto cuando lo representan de una forma que 
busca intencionalmente engañar al comprador para que piense algo acerca de él, que el 
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