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nada la cultura y la concepc10n del mundo de ninguna genera ción, tanto que siempre es preciso comenzar todo de nuevo? El sofisma es claro: cuando conviene, la Iglesia es identificada con la misma sociedad (con el 99 'Po, de ella, al menos), cuando no conviene, la Iglesia es sólo la organizaci6n eclesiástica o directa mente la persona del Papa. Entonces la Iglesia es un "médico" que indica a la sociedad los remedios. Es también muy crnioso que los jesuitas hablen de "residuo irreductible" de paganismo: si es ÍlTe· ductiblc no desaparecerá jamás, la Iglesia no triunfar<Í nunca, et· cétera. Lucien Romier y la Acción Católica francesa. Romier ha sido rela tor en la Semana Social de Nancy de 1927. Habló allí de la "Des proletarización de las multitudes", argumento que tocaba sólo indi rectamente el tema tratado por la Semana Social, dedicada a "La mujer en la sociedad". El padre Danset habló así de la "Raciona lización", en su aspecto social y moral. ¿Pero es Romier un elemento activo de la Acción Católica francesa, o ha participado s6lo incidentalmente en esta reunión? La Semana Social de Nancy de 1927 es muy importante para la historia de la doctlina político-social de la Acción Católica. Sus conclusiones, favorables a la más amplía participación femenina en la vida política, han sido aprobadas por el cardenal Gasparri en nombre de Pío XI. Las actas han sido publicadas en 1928 (Se maines soeiales de France. La femme dans la société, Parls, Ca balda). Es indispensable para el estudio de la vida políqca francesa. Recordar que en 1925 Rornier había aceptado entrar a formar par te del gabinete de concentración nacional de Herriot; había acep tado también colaborar con Herriot, el jefe del grupo católico par lamentario francés fo1mado poco antes. Romier no era diputado ni senador; era redactor político de Le Figaro. Después de aceptar entrar a formar p:utc del gabinete de Hcrriot, debió abandonar Le Fígaro. Romier se había hecho un nombre con sus publicaciones de carácter industrial-social. Creo que llegó a ser redactor del órgano técnico de los indnstriales franceses La ]oumée Industrielle. La Acci6n Católica e11 AleTIUlnia. La debilidad de toda organiza ció~, nacional d:' la Acción Católica res_ide ~n el becho de que su acc10n está lim¡tada y se ve continuamente turbada por las nece sidades de la política internacional e interna en todo Estado de la Sa~ta Sede. A medida que cada Acción Católica se extiende y se conVJerte en orgamsmo de masa, tíende a convertirse en un ver dadero p!utido, cuyas directivas son impuestas por las necesidades internas de la organización; pero este proceso jamás puede. con vertirse en orgánico precisamente por la intervención de la Santa Sede. En ese hecho tal vez deben buscarse las razones por las cuales en Aleman!a la Acción Católka nunca fue bien aceptada. El Cen tro se hab1a desarrollado tanto como fuerza política parlamenta ria, empeñada en las luchas internas alemanas, que toda vasta for mación de A~ción Católica, controlada estrechamente por el Epis copado, habna comprometido su potencia actual y sus posibilida des de desarrollo. Recordar el conflicto suscitado entre el Centro Y el Vaticano cuando éste quiso que aprobasen las leyes militares de Bismarck, siendo el Centro un decidido opositor a tales leyes. Se observa un desarrollo similar en Austria, donde el clerica lismo fnc siempre muy fuerte como partido y no tuvo "n~cesidad de una vasta organización permanente como la de la Acción Cató lica, sino únicamente de rebaños electorales no orgánicos bajo el control tradicional de los párrocos. Die katolisclze Aktion. Materia/en und A.kten, von Dr. Erhard Schlund, O. F. l\l. (Verlog Josef Kosel und Fícdrich Pnstet. :\!n nich, 1928) . Es una reseña ele la Acción Católica en los prindpales países y una exposición de 1:15 doctrinas papales a propósito de la misma. En ~lcmania no existe la Acción Católica del tipo común, pero e.< C0!1Sldcrado como tal el conjunto de la organización católica. (Esto significa que en Alemania el catolicismo está dominado por el protestantismo y no osa atacarlo con una propaganda intensa.) Sobre esta base habr!¡¡ <¡ue estudiar cómo se desarrolla la base política del "Centro". ' :. Cfr. también el libro de monseüor Kaller, Unscr Laienaposto[at, 2~ edic .. voL I. Leusterdorf am Rhein, Verlag des JohannesbundJ 1927. 228 229 El libro de Schlund tiende a introducir y a popularizar en Alemania la Acción Católica de tipo italiano, y Pío XI debe por cierto impulsarla en tal sentido, aunque con cautela, ya que una acentuada actividad podría despertar viejos rencores y luchas. Los católicos alemanes, por iniciativa del Episcopado, fundaron ya en 1919 una "Liga de paz de los católicos alemanes". Sobre esta Liga y las sucesivas iniciativas para desarrollarla, así como sobre su programa, analizar la Cioilta Cattolica del 19 de junio de 1929. En este mismo fascículo véase la carta de Pío XI al cardenal Bertram, arzobispo de Breslavia, a propósito de la Acción Católica en Alemania, que debe ser considerada como una intervención per sonal del p,1pa para dar un impulso mayor al movimiento que en Alemania no parecía eneontr3.r organizadores muy fervientes. La carta del Papa es nn verdadero programa teórico-priictíco, siendo interesante en general y no sólo para Alemania. La Cídltli Cattolica la comenta extensamente, y C's C\~dcnte 'l"c dicho comentario sirve también para otros jJaíses. La Acción Católica en los Estados Unidos. Artículo de la Civiltii Cattolica del 3 de enero de 1929 sobre La campagna elettorale degli Stati Uníti e le sue lezioni, a propósito <h· la candidatura de Smith a la presidencia de la república. La Cirilt!l Cattolíca registra la encarnizada resistencia de las Iglesias protestantes contrn Smith y habla de "guerra de religión". No se hace mención de la posición asumida por Smíth hacia el Papa en su famosa carta (cfr. el libro de Fontaíne sobre la Santa Sede," etc.), que es un elemento de "amerícanismo" católico. (Posi ción de los católicos contra 3! prohibicionismo y en favor de los farmcrs.) Se observa que toda acción concentrada de los católicos pro voca una reacción tal que los resultados son inferiores a la fuerza que los católicos dicen poseer y de allí, por consiguiente, los peli gros de una acción en escala nacional concentrada. ¿Ha sido un <~ Nícolas Fontt..ine, Saint~Siege, Action Franr;aise~ Catlwliques lntégraux, Gamher. París, 1928. (N. del E.) 230 error para los católicos basarse en un partido tradicional como el demócrata? ¿Mostrar la religión como ligada a un determinado partido? Por otro lado, en el actual sistema americano ¿poddan fundar un partido propio? América es un territorio interesante para estudiar la fase actual del catolicismo como elemento cultural y corno elemento político. Es intere-sante la correspondencia de los Estados Unidos publi cada en la Cíviltá Cattolíca del 20 de setiembre de 19.30. Los ca tólicos recurren frecuentemente al ejemplo de los Estados Unidos para recordar su homogeneidad y su fervor religioso en relación con los protestantes, divididos en tantas sectas y corroídos continua mente por la tendencia a caer en la indiferencia o en la irreligio sidad, lo cual explica el imponente número de ciudadanos que en los censos declaran no tener ninguna religión. J.Ic parece que de esta correspondencia se deduce que la indi ferencia no escasea tampoco entre los católicos. Se refieren los da tos publicados en una serie de artículos de la "wnomhrada" "Ecclc siatícal Rcviow" de Filadelfia en los meses precedentes. Gn párro co afirma que el 44 ~;, de sus fieles permanece durante toda una larga serie de años enteramente desconocido, no obstante los es fuerzos realizados repetidamente, tanto de su parte como de sus asistentes eclesiásticos, para lograr un censo exacto. Admite con toda sinceridad que cerca de la mitad de m grey permaneció al margen de su prédica,y no tuvo otro contacto que el que puede dar una irregular frecuencia a las misas y los sacramentos. Son hechos, al decir de los mismos párrocos, que se repiten en casi todas las parroquias de los Estados Unidos. Los católicos mantienen a sus expensas 7.664 escuelas parro quiales, frecuentadas por 2.201.942 alumnos, baio la guía de reli giosos de ambos sexos. Existen también otros 2.750.000 alumnos (es decir, más del 50 '/{ ) que "o por haraganería de los padres o por lejanía del lugar están constreñidos a frecuentar las escuelas del Es tado, sin religión, donde no se escucha nunca una palabra sobre Dios, sobre los deberes hacia el Creador y ni ann sobre la exis tencia de un alma inmortal". Un elemento de indiferencia está dado por los matrimonios mixtos: "El 20'% de las familias válidamente constituidas en ma- 231
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