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Mercado de derivados El mercado de derivados es un segmento del mercado financiero donde se negocian contratos financieros cuyos valores se derivan del precio de un activo subyacente, como acciones, materias primas, divisas, índices y tipos de interés. Estos contratos, llamados derivados, incluyen opciones, futuros, swaps y forwards. Los derivados permiten a los inversores realizar operaciones de cobertura, especulación y arbitraje, protegiéndose de movimientos adversos de precios, beneficiándose de la volatilidad de los mercados o aprovechándose de las diferencias de precios entre distintos mercados. Por ejemplo, un inversor puede comprar una opción sobre acciones para protegerse contra una posible caída en el precio de las acciones, o puede celebrar un contrato de futuros sobre productos básicos para garantizar un precio fijo para la compra o venta de un producto básico en particular en el futuro. El mercado de derivados se caracteriza por un alto apalancamiento, lo que significa que los inversores pueden controlar una gran cantidad de activos subyacentes con una cantidad relativamente pequeña de capital. Esto ofrece oportunidades para obtener grandes rendimientos, pero también implica un alto nivel de riesgo. Los derivados desempeñan un papel importante en la gestión de riesgos, la determinación de precios y la eficiencia de los mercados financieros. Sin embargo, también pueden contribuir a amplificar las crisis financieras y la inestabilidad del mercado cuando no se regulan adecuadamente o no se utilizan con prudencia. En resumen, el mercado de derivados es un componente vital del sistema financiero global, ya que proporciona instrumentos financieros esenciales para gestionar el riesgo y tomar decisiones de inversión. af://n3398 Mercado de derivados