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Al pie de la vía Augusta El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València) Pablo García Borja, David López Serrano y José Luís Jiménez Salvador (Editores Cientíicos) Enagás - Acuamed 2012 La publicación de esta obra ha sido inanciada por Enagás y Acuamed. © de los textos e ilustraciones: los autores I.S.B.N.: 978-84-695-2806-8 Depósito Legal: V-809-2012 Diseño y Maquetación: Yolanda Carrión Marco Impresión: Artes Gráicas Alcoy Ferran Arasa Gil Departament de Prehistòria i Arqueologia de la Universitat de València ferran.arasa@uv.es Marina Bartual Tortajada Arqueóloga eleboro@gmail.com Yolanda Carrión Marco Departament de Prehistòria i Arqueologia de la Universitat de València yolanda.carrión@uv.es José Luís de Madaria Escudero Direcció Territorial de Cultura de València madaria_jos@gva.es Carles Ferrer García Museu de Prehistòria de València carlos.ferrer@dival.es Pablo García Borja Arqueòleg N. 15.960 del Col•legi Oicial de Doctors i Llicenciats en Filosoia i Lletres i en Ciències de València paucanals@hotmail.com Manuel Gozalbes Fernández de Palencia Museu de Prehistòria de València manuel.gozalbes@dival.es Antonio Guilabert Mas MARQ, Museo Arqueológico Provincial de Alicante. aguilabert@dip-alicante.es José Luís Jiménez Salvador Departament de Prehistòria i Arqueologia de la Universitat de València jose.l.jimenez@uv.es David López Serrano Estrats, Treballs d’Arqueologia S.L. estrats.2@gmail.com David Moro Navas Arqueólogo dmoronavas@yahoo.es Tamara Mora Ballesteros Arqueóloga tamaramora81@yahoo.es Manuel Muñoz Abril Arqueòleg N. 16.235 del Col•legi Oicial de Doctors i Llicenciats en Filosoia i Lletres i en Ciències de València manemu@hotmail.com Maria Ntinou Hellenic Open University maria.ntinou@uv.es Guillermo Pascual Berlanga Arqueòleg N. 14.336 del Col•legi Oicial de Doctors i Llicenciats en Filosoia i Lletres i en Ciències de València guillermo.pascual@uv.es Guillem Pérez Jordà GI Arqueobiología. IH. CCHS. CSIC guillem.perez@uv.es Elena Revert Francés Arqueòloga N. 16.073 del Col•legi Oicial de Doctors i Llicenciats en Filosoia i Lletres i en Ciències de València elena.revert.frances@gmail.com Mª Dolores Sánchez de Prado Universitat d’Alacant loli.sanchez@ua.es Alejandro Samper Lasso Arqueòleg N. 15.903 del Col•legi Oicial de Doctors i Llicenciats en Filosoia i Lletres i en Ciències de València asamlas@gmail.com Carmen Tormo Cuñat Museu de Prehistòria de València carmen.tormo.c@gmail.com Guillermo Tortajada Comeche Arqueólogo g.tortajada@hotmail.com Ana Valero Climent Estrats, Treballs d’Arqueologia S.L. estrats.2@gmail.com AUTORES PARTE I. PRESENTACIÓN INTRODUCCIóN ...................................................................................................................................................... DaviD López Serrano y JoSé LuíS Jiménez SaLvaDor CONTEXTO GEOGRáFICO y ARQUEOLóGICO.................................................................................................... GuiLLermo paScuaL BerLanGa y paBLo García BorJa PARTE II. EL SECTOR SUR LA EXCAVACIóN ARQUEOLóGICA DEL SECTOR SUR......................................................................................... DaviD López Serrano, paBLo García BorJa, DaviD moro navaS, manueL muñoz aBriL, antonio GuiLaBert maS y ana vaLero cLiment LAS PRODUCCIONES CERáMICAS........................................................................................................................ antonio GuiLaBert maS LOS HALLAzGOS MONETARIOS............................................................................................................................. manueL GozaLBeS FernánDez De paLencia LOS OBJETOS METáLICOS..................................................................................................................................... GuiLLermo tortaJaDa comeche OBJETOS DE ADORNO PERSONAL........................................................................................................................ Ferran araSa GiL LOS RECIPIENTES DE VIDRIO................................................................................................................................ maría DoLoreS Sánchez De praDo LOS RESTOS DE FAUNA.......................................................................................................................................... carmen tormo cuñat EL HUESO TRABAJADO........................................................................................................................................... antonio GuiLaBert maS LA MADERA CARBONIzADA..................................................................................................................................... yoLanDa carrión marco y maría ntinou LOS MATERIALES CARPOLóGICOS....................................................................................................................... GuiLLem pérez JorDà PARTE III. EL SECTOR NORTE LA EXCAVACIóN ARQUEOLóGICA DEL SECTOR NORTE.................................................................................... JoSé LuíS Jiménez SaLvaDor, eLena revert FrancéS, aLeJanDro Samper LaSSo, marina BartuaL tortaJaDa y tamara mora BaLLeSteroS ÍNDICE 3 7 15 31 55 59 65 67 83 89 93 101 107 PARTE IV. INTERPRETACIÓN DE LOS CONJUNTOS EL ConJUnTo 2. Un CAMino DE éPoCA iBériCA.............................................................................................. DaviD López Serrano, carLoS Ferrer García, JoSé LuíS Jiménez SaLvaDor, paBLo García BorJa, Ferran araSa GiL y JoSé LuíS De maDaria eScuDero ConSiDErACionES En Torno AL ConJUnTo 3: LA VíA AUGUSTA A SU PASo Por LA CoSTErA.................................................................................................................................................................. Ferran araSa GiL, DaviD López Serrano, paBLo García BorJa, JoSé LuíS Jiménez SaLvaDor y JoSé LuíS De maDaria eScuDero EL ASEnTAMiEnTo DE FALDETES. VALorACionES FinALES.......................................................................... JoSé LuíS Jiménez SaLvaDor , DaviD López Serrano, paBLo García BorJa, Ferran araSa GiL y JoSé LuíS De maDaria eScuDero BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................................................................... 119 127 135 143 LoS rECiPiEnTES DE ViDrio Mª Dolores Sánchez de Prado 67 INTRODUCCIÓN El vidrio, desde el principio de su utilización, permitió conseguir una inmejorable imitación de otros materiales de mayor valor, así podían fabricarse joyas y vasos con un coste menos elevado. A pesar de ello, el objeto de vidrio fue considerado, durante un largo tiempo, como un artículo de lujo que quedaba fuera del alcance de la mayoría hasta que el descubrimiento del soplado, hacia mediados del siglo I a.C., modiicó profundamente esta artesanía secular, lo que supuso una auténtica revolu- ción que conllevó un profundo cambio en el ritmo de producción, ahora era posible realizar más cantidad de vasos en menos tiempo. La aplicación de esta nueva téc- nica terminó por producir una caída en los precios pero, al mismo tiempo, favoreció la rápida divulgación del reci- piente de vidrio entre las distintas clases sociales. La va- jilla, compuesta preferentemente de elementos cerámi- cos y de metal, va a ir integrando paulatinamente más re- cipientes de vidrio, los cuales, dadas sus características de impermeabilidad, transparencia, fácil limpieza y, por tanto, rápida reutilización, llegarán a competir con esos otros materiales hasta imponerse como el contenedor idóneo para la conservación de alimentos, al mantener éstos su sabor inalterable, y para los perfumes o ungüen- tos, al preservarlos y evitar su rápida evaporación. Por su parte, el vaso de vidrio termina por sustituir al cerámico, convirtiéndose en el recipiente ideal para degustar todo tipo de bebidas. ANÁLISISDEL MATERIAL Las excavaciones llevadas a cabo en el Sector Sur del yacimiento de Faldetes (Moixent, València) han pro- porcionado un pequeño lote de vidrios que incluye unos 331 fragmentos de los que, tan sólo, un 24% ha podido ser identiicado tipológicamente, correspondiendo a 82 recipientes. Un alto porcentaje son formas abiertas, en- contrando unos pocos platos y cuencos frente a un gran número de vasos, mientras que las formas cerradas son muy escasas, habiéndose recuperado los restos de unas pocas botellas y ungüentarios. Se trata de una vajilla rea- lizada mayoritariamente en vidrio incoloro, así un 73% de las piezas, que corresponden a formas abiertas, ofrecen esa tonalidad, mientras que, por el contrario, un esca- so número (17 %) muestra tonos verde-azulado o azul turquesa, siendo todas ellas formas cerradas. El resto presenta una capa supericial muy adherida, quedando el color original oculto bajo ella. Una primera aproximación a este conjunto, nos muestra parte de una característica vajilla de vidrio que se va a ir imponiendo desde inales del siglo I para per- durar en el servicio de mesa hasta bien entrado el iii d.C. De ese modo, junto a ciertos modelos que van a mante- nerse en uso ampliamente, se van introduciendo nuevos tipos cuya presencia permitirá determinar la cronología de los distintos niveles identiicados. Los estratos supericiales Muy escaso, el vidrio procedente de estas unidades (UUEE 1001, 1002 y 1019) se reduce a siete fragmen- tos de diversos recipientes. Entre ellos hay que destacar algunas formas abiertas, como dos cuencos o platos de amplias bocas exvasadas (ig. 60.1 y 60.2). El primero que ofrece paredes cónicas y borde ligeramente en- grosado (ig. 60.1), ha sido realizado en vidrio incoloro traslúcido de apariencia lechosa con cierto tinte verdoso, resultando muy similar a otros recuperados en un gran basurero localizado al exterior de un ediicio de tabernas, en Lorca (Murcia) (Sánchez de Prado, 2008: 74, ig. 6.1- 6.3), un nivel de vertidos que se generaría entre época de nerón e inicios del siglo ii d.C. (Sánchez de Prado, 2008: 82). Del mismo modo, se puede relacionar con al- gunos hallazgos procedentes de Baetulo, fechados en época de Domiciano (Flos, 1987: 45 ss., igs. 17.118 y 18.125), que corresponden a la forma Isings 41 (1957: 57). El otro recipiente presenta una amplia boca bajo la que ofrece un hilo de vidrio aplicado en relieve, a modo de moldura (ig. 60.2). Se trata de un modelo que parece derivar de la forma isings 42, que se encuadra a partir Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 68 de inales del siglo I, como demuestran ciertos ejempla- res palentinos (Marcos, 2002: 176 y 317, nº 200 y 702), y que perduraría hasta inicios del siglo iii d.C. (isings, 1957: 58). Además, encontramos los restos de diversas bases anulares que muestran un pie de escasa eleva- ción, macizo (ig. 60.4 y 60.5) o plegado (ig. 60.3), que pudieran corresponder tanto a cuencos - formas isings 41 a 44- (Sánchez de Prado, 2008: ig. 6.9-6.11), o a va- sos –formas Isings 32 a 35- (Sánchez de Prado, 2006: igs. 1.4 y 2.6; Bonnet, 1997: AVV45), muy corrientes en esos momentos. Más interesante es señalar la presencia de un pie acampanado realizado en un vidrio incoloro de gran cali- dad (ig. 60.6), que corresponde a un alto vaso troncocó- nico, forma Isings 21 (1957: 37 s.), un modelo, realizado en general mediante el soplado al aire libre, característi- co de época lavia y a lo largo del siglo siguiente, cuando ya dejará de fabricarse, a pesar de lo que debió mante- nerse en uso ya que resulta habitual encontrarlo amor- tizado en niveles de fecha más avanzada. Así, aparece entre el material procedente del basurero de las Termas Monumentales de Segobriga (Saelices, Cuenca), que remite a la primera mitad del siglo iii d.C. (Sánchez de Prado, 2004: 81 y 90, ig. 4.7 y 4.8), como en los niveles supericiales y tardíos de la villa de Els Alters, (L’Ènova, València) (Sánchez de Prado, 2006: igs. 1.12 y 3.2). El tipo se encuentra registrado igualmente en el nivel 3 del complejo cultual identiicado en Turiaso (Tarazona, Za- ragoza), que es fechado hacia el 390 (Ortiz, 2004: 247: ig. 140.4), aunque el conjunto de vidrios incoloros aquí recuperado parece corresponder al nivel de destrucción que remite al 284 d.C. (Ortiz, 2001: 237 s.). Finalmente, la recuperación de un pequeño fragmen- to decorado con entalles circulares y longitudinales (ig. 60.7) nos lleva a destacar la presencia de un nuevo y costoso modelo importado desde alguno de los diversos talleres que lo están produciendo desde ines del siglo II d.C., como los documentados en el área del mar negro (vid. Paolucci, 1997: 64, nota 6, ig. 29), aunque será en la centuria siguiente cuando alcanza una gran difusión en Occidente (Paolucci, 1997: 100). Se trata de un cuenco que corresponde a la forma Isings 96b (1957: 113 ss.) y se caracteriza por su decoración que muestra tallados ovales dispuestos en todo su registro hasta recubrir por completo su supericie, combinándose, en el fondo, otros oblongos o circulares alrededor de un clípeo. Este esque- ma decorativo denominado grano de arroz presenta una gran variedad compositiva distribuida en varias líneas superpuestas (Paolucci, 1997: 63 s.). Como muestra, podemos señalar el hallazgo de dos piezas completas muy próximas, una procede de Cartagena (Sánchez de Prado, 1999: ig. 3.2) y fue recuperada en la excavación de una vivienda destruida por un incendio a mediados del siglo III d.C. (Vidal y Miquel, 1988: 443), y otra que formaba parte del ajuar de la tumba 12 de la necrópolis de Tisneres (Alcira, València), fechándose en ese mismo momento (González, 2001: 260, ig. 73.6). Sin embargo lo más frecuente es el hallazgo de pequeños fragmen- tos que presentan parte de su característica decoración, como los registrados en el basurero de las Termas Mo- numentales de Segobriga (Sánchez de Prado, 2004: ig. 4.14) o en la villa de Els Alters (Sánchez de Prado, 2006: ig. 2.4), procedente, en este caso, de un nivel relaciona- do con las reformas que se llevaron a cabo hacia el pri- mer tercio del siglo iii d.C. (Albiach y de Madaria, 2006: Figura 60. Los niveles supericiales: UE 1002: 1. Cuenco; 4. Base anular; UE 1019: 2. Plato; 3. Base anular; 6. Vaso con pie acam- panado; UE 1001: 5. Base anular; 7. Cuenco con decoración tallada. Los recipientes de vidrio 69 70), todo lo que corrobora el claro encuadre que ofrece ese modelo en la primera mitad de esa centuria. Los espacios de hábitat Las excavaciones han permitido identiicar parte de 3 estancias, que han proporcionado un escaso material de vidrio, correspondiendo la mayoría de los fragmentos recuperados a los niveles de derrumbe detectados en las mismas. La Estancia 1 Tan sólo se han recogido recipientes de vidrio proce- dentes de los niveles de abandono (UE 1016) y de de- rrumbe (UE 1018). Del primero se ha recuperado la par- te superior de un cuenco o plato que muestra un borde engrosado que se prolonga al exterior en una corta ala (ig. 61.1), que podría relacionarse con la forma Isings 2 (1957: 17), caracterizada por su cuerpo con doble con- vexidad, al igual que un ejemplar procedente de la villa de San Cucufate (Vidigueira, Portugal), fechado entre el 130-150 d.C. (Nolen, 1988: 30, est. III, 65). La pieza, realizada en un vidrio incoloro traslúcido de aspecto le- choso, muestra el borde pulido a torno, características que, además del grosor de sus paredes, remiten a una fabricación a molde. Este tipo formaría parte de la ca- racterística vajilla, que surge y comienza a imponerse a partir del 70 d.C., cuando se elaborará en un vidrio inco- loro de aspecto “delustrado” que se estaría realizando en diversos talleres establecidos en italia, pero también en Galia e Hispania (Bonnet, 1997: 12; Ortiz, 2004:246). Se trata de una producción que se va a mantener en uso hasta el siglo iii d.C., como demuestra su presencia en el nivel 3 del santuario documentado en Turiaso (ortiz, 2004: ig. 140.9), así como en Aventicum (Avenches, Sui- za) donde estos mismos platos de periles carenados se encuentran en contextos fechados en esa centuria (Bon- net, 1997: 24, AVV25.2). Por su parte, el nivel de derrumbe –UE 1018- ha pro- porcionado un pequeño conjunto de vidrios, además del fragmento de una varilla (ig. 61.2), que se relaciona con la forma Isings 79 (1957: 94 s.), un hallazgo habitual du- rante la primera centuria de nuestra era, que disminuye progresivamente durante la siguiente (Alarcão, 1976: Figura 61. Estancia 1: UE 1016: 1. Plato moldeado; UE 1018: 2. Removedor; 3. Cuenco con alto pie troncocónico; 4. Plato con pie anular plegado; 5. Cuenco; 6. Plato; 7. Vaso con borde reentrante; 8-9. Vasos con borde saliente. Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 70 209). Estas varillas o removedores serían utilizadas tanto para mezclar ungüentos, perfumes o medicinas, como para extraer una pequeña cantidad del interior del recipiente (Biaggio, 1991: 220 s.). En cuanto a los reci- pientes, hay que destacar la presencia de varias de las formas que formarían parte de esa típica vajilla incolo- ra. Por una parte, encontramos un alto pie troncocónico (ig. 61.3), que correspondería a algunas de las formas abiertas más habituales –formas Isings 5 y 20- que en- contramos desde ines del siglo I d.C., pudiendo señalar la presencia de bases similares entre el material recupe- rado en el basurero al exterior del ediicio de tabernas en Lorca (Sánchez de Prado, 2008: ig. 4.3 y 4.4), así como en los niveles lavios de Conimbriga (Alarcão, 1976: 171, pl. XXXVIII, 112-115). La perduración de estos tipos en el servicio de mesa se comprueba a través de algunos hallazgos procedentes de Segobriga (Sánchez de Pra- do, 2004: 84, igs. 2.8 y 2.9) y de Turiaso (Ortiz, 2004: ig. 141.2), que remiten claramente al siglo III d.C. Ade- más, aparece una base tubular que presenta un alto pie plegado hueco en su interior (ig. 61.4), muy similar a otras procedentes de excavaciones en Baetulo que re- miten a la segunda mitad del siglo II d.C. (Flos, 1987: 25 s., igs. 1.9 y 1.16). Se trata de un modelo de plato bien documentado en la necrópolis occidental de Tipasa (Argelia), donde constituyen la Forma 25 y se relacionan con la forma Isings 80 (Lancel, 1967: 20, ig. 29). Por otra parte, aparece la parte superior de dos recipientes, uno de ellos es un cuenco que muestra un amplio borde que se prolonga en horizontal al exterior (ig. 61.5), relacio- nado con las formas isings 41/42, mientras que el otro, que parece ofrecer un cuerpo de tendencia semiesférica, muestra un borde engrosado al exterior (ig. 61.6), sien- do modelos habituales del siglo ii d.C. y primera mitad de la centuria siguiente (Bonnet, 1997: AVV72 y AVV70, respectivamente). Más interesante es destacar el hallazgo de tres va- sos que, realizados en vidrio incoloro traslúcido, mues- tran o bien un borde reentrante, engrosado al exterior (ig. 61.7), o bien saliente ligeramente oblicuo (ig. 61.8 y 61.9), constituyendo una producción que va a surgir en ese tiempo. En general este nuevo modelo se relaciona con la forma Isings 85b (1957: 101 s.), caracterizada por mostrar un cuerpo redondeado y borde engrosado, de tendencia reentrante, como parecen relejar los prime- ros tipos (Xusto, 2001: 299, ig. 49c), o a veces vertical (Nolen, 1988: 22, est. II, 42-44; Xusto, 2001: 300, ig. 49a-b; Ortiz, 2001: ig. 22.2-22.5), siendo signiicativa su base anular que puede ofrecer un doble anillo. Se trata de una variante que se fecha entre el 150/160 al 235 d.C., momento en el que se concentran la mayoría de los hallazgos, pero que se mantiene hasta el 250 d.C. (Ortiz, 2001: 159). Este vaso (ig. 61.7) se registra en la cercana villa de Els Alters procedente del nivel de prepa- ración del pavimento de una de las estancias que fueron objeto de reformas a inicios del siglo iii d.C. (Sánchez de Prado, 2006: ig. 2.3). El otro tipo muestra un borde oblicuo prolongado hacia el exterior (ig. 61.8 y 61.9), pu- diendo quedar liso o aparecer decorado con un sencillo cordón, caracterizándose por presentar en su base un doble anillo (Xusto, 2001: 300, ig. 49d). Se trata de una forma bien registrada en Portugal, como demuestra su presencia tanto en Conimbriga (Alarcão y Alarcão, 1965: est. IV, 110-119 y 121; Alarcão, 1976: pl. XL, 165-168), como en la villa de San Cucufate donde se ha relaciona- do con la forma Isings 87 (Nolen, 1988: 23, est. II, 49 y 51). Este modelo también es conocido como “copa Airlie” y “copa Baldock”, dados los primeros y más signiicativos hallazgos en inglaterra (Alarcão y Alarcão, 1965: 80) que son fechados entre los años 128-139/142 d.C., alcanzan- do su apogeo durante el período antonino, para perdurar durante la primera mitad de la centuria siguiente (Xusto, 2001: 302). En la villa de Els Alters, esta última variante se ha documentado en diversas unidades relacionadas tanto con las remodelaciones que sufrió la villa hacia el siglo III d.C. (Sánchez de Prado, 2006: igs. 2.2 y 2.7), como en sus niveles de abandono (Sánchez de Prado, 2006: igs. 3.1 y 4.1), un hecho que parece se produjo hacia el primer tercio del siglo V d.C. (Rosselló, 2006: 113). La Estancia 2 Los recipientes de vidrio recuperados en este espa- cio son muy escasos. Por una parte, en el nivel de uso (UE 1089) se ha encontrado un fragmento de pie acam- panado, en vidrio incoloro traslúcido (ig. 62.1). Se trata nuevamente del vaso forma isings 21 (vid. supra), siendo interesante su presencia en este nivel, cuyo material ce- rámico remite a mediados del iii d.C., lo que corrobora la perduración de este tipo. Por otra, del nivel de derrumbe (UE 1069), tan sólo se recuperó un fragmento informe de vidrio incoloro decorado con un ino hilo aplicado en relieve (ig. 62.2), en realidad un recurso decorativo muy habitual en esos momentos. La Estancia 3 Las excavaciones en este espacio han permitido do- cumentar diversos recipientes que se relacionan con los niveles que completan la secuencia de uso/abandono. Por una parte, procedente del nivel de pavimento (UE 1050), hay que señalar la presencia de la boca de un frasco (ig. 62.3), en vidrio verde-azulado, que se rela- ciona con la forma isings 94, un tipo que presenta una Los recipientes de vidrio 71 amplia boca, un estrecho cuello y cuerpo globular, am- pliamente registrado a partir de la segunda mitad del si- glo II d.C. (Isings, 1957: 111). Este frasco aparece entre el vidrio de Conimbriga ya en niveles trajaneos y lavios (Alarcão, 1976: pl. XXXVII, 91 y 93), así como en Aven- ticum, donde encontramos varios ejemplares que se en- cuadran, en general, en el siglo ii d.C., sobre todo en su segunda mitad (Bonnet, 1997: 39, pl. 17, AVV90-92). Junto a él, parte de un vaso, realizado en vidrio incolo- ro, que muestra un borde cortado en aristas vivas y el arranque del cuerpo que parece adoptar una forma entre cilíndrica y elipsoidal (ig. 62.4), pudiendo corresponder a uno de los modelos más habituales y corrientes en esos momentos como fue la forma isings 34, de amplia perdu- ración (1957: 48), sin descartar la relación con las prime- ras versiones del vaso elipsoidal, forma Isings 96a (1957: 113 s.), que aparece hacia ines de la segunda centuria. Del nivel de abandono (UE 1049) tan sólo se ha recu- perado un pequeño fragmento informe de vidrio incoloro, de forma indeterminada. Sin embargo, mayor informa- ción ha reportado el nivel de derrumbe (UE 1047), que, además de una pequeña cuenta bicónica de collar (ig. 62.8), ha proporcionado los restos de tres recipientes en vidrio incoloro. En primer lugar, los restos de la base de un vaso (ig. 62.6) querecuerda otra recuperada en uno de los niveles de reformas identiicados en la villa de Els Alters (Sánchez de Prado, 2006: ig. 2.5), relaciona- da con un tipo muy corriente decorado con depresiones, la forma Isings 32 (1957: 46 s.). Además, encontramos el borde de un cuenco de paredes cónicas que muestra bajo el borde una línea tallada al exterior (ig. 62.5), al igual que algunos recipientes de peril similar proceden- tes de Conimbriga (Alarcão, 1976: pl. XL, 159 y 161), y que, en general, se asimilan a la forma Isings 80 que surgiría en la segunda mitad del siglo II (1957: 80). Sin embargo, el hallazgo más signiicativo en este nivel es un fragmento del cuenco semiesférico –Isings 96b (1957: 114 ss.)- con decoración tallada (ig. 62.7). Se trata de un tipo ya documentado (vid. nivel supericial), aunque, en este caso, muestra una composición distinta distribuida en el campo inferior de su cuerpo que queda delimitado por una línea tallada, bajo la cual se han dispuesto, a in- tervalos regulares, ilas de entalles ovales, de forma simi- Figura 62. Estancia 2: UE 1089: 1. Vaso troncocónico; UE 1069: 2. Fragmento con hilo aplicado en relieve; Estancia 3: UE 1050: 3. Frasco/Ungüentario globular; 4. Vaso con borde cortado en aristas vivas; UE 1047: 5. Plato de paredes cónicas; 6. Vaso de base plana; 7. Cuenco con decoración tallada; 8. Cuenta de collar bicónica. Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 72 lar a lo mostrado por algunos fragmentos de Conimbriga (Alarcão y Alarcão, 1965: est. III, 85-87). Dada su compo- sición decorativa, podría tratarse de alguno de los prime- ros ejemplares importados desde oriente (vid. Paolucci, 1997: 99 s.), que están llegando a diferentes puertos del Mediterráneo occidental a partir de la segunda mitad del siglo II d.C. (Foy y Nenna, 2003: 277 s.), siendo durante la primera mitad de la centuria siguiente cuando se con- centran la mayoría de los hallazgos. Las Fosas Las excavaciones han permitido la documentación de diversas fosas, algunas interpretadas para extracción de arcillas, que, como simples vertederos, irían colmatán- dose a lo largo de la vida del establecimiento o en su momento inal, y otras de inalidad indeterminada, que han proporcionado lotes, más o menos nutridos, de dife- rentes recipientes de vidrio. Fosa UE 1007 En ella se han diferenciado diversos rellenos (UUEE 1006, 1025, 1029 y 1032) que, en general, han permitido reunir un pequeño conjunto de vidrios que ofrecen gran homogeneidad cronológica al corresponder a formas muy corrientes que estarían en uso a lo largo del siglo ii d.C. Procedentes de los rellenos superiores, UUEE 1006 y 1025, encontramos los restos de un recipien- te tan usual como fue la botella prismática (ig. 63.1 y 63.3), forma Isings 50 (1957: 63 ss.), que aparece hacia el segundo tercio del siglo i d.C., llegando ser uno de las producciones más comunes durante las dos prime- ras centurias de nuestra era, pues resulta el contenedor idóneo para el almacenamiento y transporte de líquidos, su función principal. Este recipiente se fabricó tanto por medio del soplado como con la ayuda de moldes, mos- trando éstos últimos variadas decoraciones en el fondo, posiblemente las marcas de los talleres que los fabrica- ban (Foy y nenna, 2006). Estos niveles han proporcio- nado dos fragmentos de bases de botellas, una de ellas, lisa (ig. 63.1), soplada al aire libre y en tono verde claro, mientras que otra, en vidrio azul turquesa, muestra los restos de una decoración a molde (ig. 63.3), que recuer- da la representación del ave que muestra una botella, procedente del cantón de Tesino, recogida por Biaggio (1991: 182, tav. 36, 139.2.008). Este característico con- tenedor se mantuvo en uso en periodos más avanzados, como parece demostrar el ejemplar realizado en un tono verde muy claro, una coloración que muestran también los recuperados en el nivel 3 del santuario de Turiaso, que remite, como ya se ha señalado, a inales del siglo III (Ortiz, 2001: 260 s., igs. 65-68). Por el contrario, los vasos son numerosos, todos ellos realizados por medio del soplado y en vidrio incolo- ro, correspondiendo a algunos de los modelos más co- munes que se van a elaborar desde mediados del siglo i d.C. Por una parte, hay que referirse nuevamente al vaso troncocónico –forma isings 21-, que en este caso muestra un borde cortado en aristas vivas y una deco- ración de líneas talladas (ig. 63.2). Este ejemplar, ela- borado en un vidrio de gran calidad, es representativo de su variedad más sencilla frente a aquella más lujosa decorada con tallados de panal de abeja, de clara impor- tación de centros vidrieros egipcios (Paolucci, 1997: 69). Es interesante la recuperación de un vaso igual en San- tomé (orense) en un nivel bajoimperial, un hecho que se explica dado el carácter lujoso de estas piezas por lo que habría permanecido en uso hasta inicios del siglo iii d.C. (Xusto, 2001: 290). Por otra parte, hay que señalar la presencia de otros vasos, más corrientes, que ofre- cen el borde cortado en aristas vivas (ig. 63.4 y 63.6), un rasgo característico de esos momentos (Sánchez de Prado, 2004: ig. 3.16 y 3.17). Entre ellos, uno de los ti- pos más habituales es el decorado con depresiones, for- ma Isings 32/35 (1957: 46 ss.), que ha sido identiicado gracias a la conservación de la parte inferior de uno de ellos, en la que se observa el rehundido lateral (ig. 63.7). El tipo, en general, corresponde a un vaso que muestra un borde estrangulado terminado en aristas vivas, cuyo cuerpo adopta forma de tendencia cilíndrica o troncocó- nica y que ofrece dos variantes según el tipo de base, ya plana o ligeramente cóncava (ig. 63.9), ya con pie anular formado por un repliegue de la propia pared (ig. 63.7 y 63.8). Su característica principal es la decoración de depresiones que muestra el cuerpo generalmente en número de cuatro, obtenidas al modelar la pared del mis- mo con un utensilio cuando el vidrio estaba aún caliente. En realidad, ambas variantes son muy comunes en toda el área mediterránea y corresponden a un modelo que se introduce a partir de la segunda mitad del siglo i d.C., siendo su registro a partir de época de nerón, y, sobre todo, durante los Flavios muy frecuente. Ello queda co- rroborado tanto por el hallazgo de una pieza completa en la canalización de la Palestra del ediicio de las Termas Monumentales de Segobriga, junto a abundante material de ines del siglo I d.C. (Sánchez de Prado, 2004: ig. 3.18), como por los diversos ejemplares documentados en el vertedero al exterior del ediicio de tabernas de Lor- ca (Sánchez de Prado, 2008: ig. 5.1-5.7). Ambos mo- delos perduran ampliamente, como demuestran ciertos ejemplares que remiten al siglo iii d.C., documentados en Turiaso (Ortiz, 2001, 238: ig. 49.12) y en el cantón del Tesino (Biaggio, 1991: 112 s., tav. 12,139.2.027-029 y 139.1.036), lo que corrobora el amplio periodo de fabri- cación de este tipo apenas sin variaciones formales. Fi- Los recipientes de vidrio 73 nalmente en uno de los niveles inferiores del relleno, UE 1029, encontramos, nuevamente, un fragmento de vaso que ofrece este característico borde cortado en aristas vivas (ig. 63.10). Fosa UE 1009 Su relleno, UE 1008, tan sólo ha proporcionado un vaso que conserva la parte superior del cuerpo, remata- Figura 63. Fosa UE 1007: UE 1006: 1. Base botella prismática; 2. Vaso troncocónico decorado con líneas talladas; UE 1025: 3. Base botella con decoración moldeada; 4-6. Vasos con borde cortado en aristas vivas; 7. Vaso decorado con depresiones; 8. Base anular de pie plegado; 9. Base plana; UE 1029: 10. Vaso cilíndrico con borde cortado en aristas vivas; Fosa UE 1009: 11. Vaso elipsoidal con borde cortado en aristas vivas; Fosa UE 1021: 12. Vaso cilíndrico con borde engrosado; Fosa UE 1023: 13. Base botella con decoraciónmoldeada. Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 74 do por un borde cortado en aristas vivas, realizado igual- mente en vidrio incoloro, mostrando, asimismo, paredes muy delgadas (ig. 63.11). Presenta, bajo el borde, dos inas líneas talladas, y cuerpo de tendencia elipsoidal, lo que nos lleva a relacionarlo con una pieza muy similar procedente de Aventicum en un contexto que alcanza la segunda mitad del siglo II (Bonnet, 1997: 30, AVV50), pudiendo corresponder a esos primeros ejemplares de la forma isings 96a, que comienzan hacia esa fecha. Fosa UE 1021 De su nivel de relleno, UE 1020, procede un peque- ño borde ligeramente engrosado al exterior de un vaso realizado en vidrio incoloro traslúcido (ig. 63.12) que re- cuerda la forma Isings 85b, un modelo muy popular entre la segunda mitad del siglo ii y las primeras décadas de la centuria siguiente (vid. nivel de derrumbe de la E.1), aunque, como suele ser habitual para muchos de estos recipientes, sigue apareciendo en niveles más tardíos, como el ejemplar documentado en San Cucufate proce- dente de una unidad relacionada con la construcción de la villa III, fechada hacia inales del siglo IV d.C. (Nolen, 1988: 22, est. II, 42). Fosa UE 1023 Su relleno, UE 1022, ha proporcionado 14 fragmen- tos, de los que tan sólo se ha podido identiicar parte de una base que, en su parte externa, conserva restos de dos anillos concéntricos en relieve, el resto se trata de pequeños fragmentos informes e indeterminados. La base conservada (ig. 63.13) corresponde a una botella, posiblemente prismática, realizada mediante el soplado en molde, dado el motivo decorativo que muestra. Esta decoración de anillos o círculos concéntricos es un mo- tivo muy común, resultando una solución muy sencilla que mejoraba la estabilidad de la botella, para lo que se utilizaban pequeños moldes de piedra o cerámica, ha- biéndose identiicado recientemente uno de ellos en la provincia de Cáceres (vid. Aguilar-Tablada y Sánchez de Prado, 2006), que se suma a otros muchos procedentes de los diversos talleres occidentales que estarían produ- ciendo este tipo de contenedor (Amrein y Nenna, 2006: 491). Fosa UE 1059 Se trata de una fosa realizada para la extracción de tierra arcillosa, que quedaría colmatada como vertedero hacia el inal de estas instalaciones, dado que en sus niveles inferiores -UUEE 1073 y 1077- se han registrado materiales datados en la segunda mitad del siglo iii d.C. El relleno UE 1073 ha permitido recuperar una pe- queña base provista de un pie generado por un repliegue de la propia pared (ig. 64.1) y un galbo decorado con dos hilos aplicados en relieve (ig. 64.2), ambos en vidrio incoloro. Pocos signiicativos, ambos fragmentos remiten a producciones habituales bien contextualizadas en el siglo iii d.C. Más interesante es el material procedente del nivel inferior, UE 1077, que ha aportado un nutrido conjunto de recipientes, destacando la presencia de unos pocos contenedores, todos ellos en tonos verdes o azulados. Hay que señalar la documentación de dos fragmentos correspondientes a sendas bases cuadran- gulares de botellas (ig. 64.3 y 64.4) –forma Isings 50-, junto a la parte inferior de dos depósitos de ungüentarios (ig. 64.6 y 64.7), que parecen adoptar forma piriforme o cónica, lo que nos lleva a relacionarlos con la forma Isings 28a/b (1957: 42 s.), uno de los tipos más caracte- rísticos del siglo i d.C. en uso durante un amplio período. Además, se ha recuperado la parte superior de otro, que muestra un estrecho cuello cilíndrico y borde exvasado cuyo extremo se pliega hacia su interior (ig. 64.5), que se relaciona ya con el ungüentario de candelero -forma Isings 82A1 (1957: 97 s.), una variante que se encuadra desde el 70/80 d. C. hasta la primera mitad de la centu- ria siguiente (Biaggio, 1991: 149, ig. 25). Todos estos mismos contenedores los encontramos amortizados en el basurero al exterior del ediicio de tabernas de Lorca, que se generaría en esos momentos (Sánchez de Prado, 2008: igs. 6.12 y 6.13 y 7.1-7.10), perdurando en uso, al menos, hasta el siglo iii d.C. como indica su presencia en niveles tardíos de la villa de Els Alters (Sánchez de Prado, 2006: ig. 1.1., 1.2 y 1.11). La forma predominante en este nivel son, nuevamen- te, los vasos, todos ellos realizados mediante el soplado al aire libre y en vidrio incoloro. Se trata de formas ya conocidas como el vaso con depresiones, del que se ha recuperado la parte inferior de un ejemplar (ig. 64.18) que permite distinguir claramente esa característica de- coración. Corresponde a la forma isings 32, al presentar una base plana con ligera concavidad, un tipo muy co- mún durante los Flavios, aunque este mismo modelo se- guirá en uso ampliamente, como corrobora su presencia, ya apuntada, en Turiaso (ortiz, 2001). otros fondos po- drían relacionarse con este tipo, pudiendo corresponder tanto al modelo anterior con base aplanada (ig. 64.19) como al que presenta base anular (ig. 64.21-64.23), la forma Isings 35, una variante también de amplia perdura- ción (Biaggio, 1991). Junto a éstos, encontramos cuatro ejemplares que muestran paredes de tendencia recta y borde ligeramente engrosado (ig. 64.8-64.11), que se pueden relacionar sin diicultad con el vaso cilíndrico – forma Isings 85b-, que puede aparecer tanto liso como Los recipientes de vidrio 75 Figura 64. Fosa UE 1059: UE 1073: 1. Base de pie plegado; 2. Fragmento decorado con hilos aplicados en relieve; UE 1077: 3-4. Bases de botellas prismáticas; 5-7. Ungüentarios; 8-11. Vasos cilíndricos con borde engrosado; 12-13. Vasos de borde saliente; 14. Vaso troncocónico de borde engrosado; 15. Cuenco semiesférico; 16-17. Bases anulares de pie aplicado; 18-19. Vasos decorados con depresiones; 20. Plato; 21-23. Bases anulares de pie plegado. Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 76 decorado con hilos, mostrando uno de estos ejemplares un ino cordón aplicado bajo el borde (ig. 64.11). Nueva- mente aparece la variante que ofrece una amplia boca exvasada, de la que se han recogido dos piezas (ig. 64.12 y 64.13), conservando una de ellas un ino cordón en relieve, aplicado en la parte superior del cuerpo. Se trata de dos modelos que encontrábamos en los niveles de derrumbe de la E.1 (vid. supra), y que hay que poner en relación con los hallazgos procedentes de la villa de Els Alters, donde se encuentran entre el material proce- dente tanto de sus niveles de reformas como de aban- dono (Sánchez de Prado, 2006). Por otra parte, hay que señalar la presencia de un vaso troncocónico que ofrece un borde ligeramente engrosado (ig. 64.14), un tipo que empieza a popularizarse en el siglo iii d.C., para impo- nerse de forma rotunda en época bajoimperial (isings, 1957: forma 106, 126 ss.). Junto a los vasos, un cuenco semiesférico de borde simple, reentrante, y base aplanada, realizado en vidrio incoloro con cierto tinte verdoso (ig. 64.15). Una forma que recuerda al típico cuenco semiesférico –isings 96a- característico de los siglos III y IV d.C. (Isings, 1957: 113 ss.), cuando se populariza, habiéndose documentado ampliamente en la necrópolis de La olmeda (Palencia), encuadrada en esa última centuria (Abásolo et al., 2004: 13, ig. 5.4). Finalmente hay que indicar la recuperación de la parte inferior de un recipiente, en vidrio incoloro traslúcido de aspecto lechoso, provisto de un pequeño pie anular constituido por un grueso anillo de vidrio apli- cado (ig. 64.20), además de otras dos bases anulares (ig. 64.16 y 64.17), que habrían de corresponder a los platos y cuencos más corrientes en esos momentos, to- davía elaborados en molde. Fosa 1 rellenada por diferentes estratos, tan sólo se han re- cuperado recipientes de vidrio en las UUEE 1080 y 1081. El primero de ellos ha proporcionadoun vaso casi com- pleto de forma cilíndrica cuyo borde se prolonga al exte- rior, conservando dos inos hilos aplicados en relieve que decoran la parte superior e inferior del cuerpo, presen- tando un anillo, igualmente aplicado, que sirve de apoyo a la pieza (ig. 65.1). Se trata de una de las variantes ya apuntadas de la forma Isings 85b, conocida como copa Airlie (vid. supra). Sus hallazgos son numerosos, pudien- do citar algunas piezas similares que presentan un ino cordón bajo el borde y otro en la transición entre el cuer- po y la base, en la villa de Baños de Riocaldo (Orense), donde se relacionan con el comienzo de su ocupación bajoimperial, un momento que se sitúa entre inales del siglo II o inicios del III d.C. (Xusto, 2001: 300, ig. 49d), también en la de Els Munts (Altafulla, Tarragona), encua- drada entre el 100 al 250 d.C., cuyo nivel de destruc- ción se lleva al 268 d.C. (Price, 1981: 627, ig. 40.11) o en la ciudad de Mérida (Caldera, 1983: ig. 19b). En realidad, se trata de uno de los vasos que resultan más frecuentes en occidente entre el último cuarto del siglo ii y primeras décadas de la centuria siguiente, no sólo en las regiones septentrionales y continentales del impe- rio sino también en el área mediterránea (Foy y nenna, 2003: 282 ss.), lo que queda, además, corroborado por su numerosa presencia en el pecio de las Embiez Oeste 1, en el sur de Francia, donde se documentaron las dos variantes de este vaso cilíndrico, tanto el que presenta borde recto como el de borde exvasado, cuya caracterís- tica esencial es el pie aplicado a la base de la pieza, un rasgo que suelen presentar las importaciones de origen oriental (Foy et al., 2005: 122, ig. 1.1 y 1.2), siendo un detalle que muestra nuestro ejemplar. otro tipo de vaso documentado es el que ofrece un cuerpo de tendencia troncocónica que aparece decorado con un sencillo hilo de vidrio aplicado bajo el borde exvasado (ig. 65.2), que recuerda otro procedente del nivel de construcción de la villa iii de San Cucufate, fechado en el siglo iV d.C. (no- len, 1988: 20, est. II, 31). Además, en este relleno encon- tramos restos de cuencos o platos, que ofrecen paredes de tendencia cónica con periles más o menos sinuosos y borde ligeramente engrosado (ig. 65.3-65.5 y 65.7), correspondiendo a modelos que se registran en contex- tos de los siglos ii y iii d.C. (Alarcão y Alarcão, 1965: 79, est. IV, 108-109), pudiéndolos encontrar amortizados en niveles posteriores, como en el citado de la villa de San Cucufate (Nolen, 1988: 32, est. III, 76, 79-80). Finalmen- te, dos bases anulares (ig. 65.6 y 65.8) que podrían co- rresponder a algunos de los tipos registrados. El estrato de relleno UE 1081, ha proporcionado un pequeño conjunto de recipientes que corresponden a formas ya vistas. Por una parte, encontramos dos frag- mentos de bases de botellas (ig. 66.1 y 66.2), de las que se evidencia su forma prismática, al conservarse un ángulo de las mismas, ofreciendo ambas el habitual tono verde-azulado que caracteriza estos contenedores. Por otra, algunas formas elaboradas en ese vidrio incoloro de aspecto traslúcido, como el vaso de cuerpo redondea- do y borde ligeramente engrosado al exterior (ig. 66.3) que corresponde a una de las primeras modalidades del tipo Isings 85b, junto al que se han recuperado diversos fragmentos de la variante que ofrece un cuerpo de ten- dencia cilíndrica o redondeada y un pequeño borde que se prolonga en oblicuo al exterior, de la que encontramos ejemplares lisos (ig. 66.5 y 66.6) o decorados con un ino cordón aplicado en relieve en la parte superior del cuerpo (ig. 66.4). Además, los restos de un vaso con Los recipientes de vidrio 77 cuerpo de tendencia troncocónica y borde ligeramente engrosado (ig. 66.7), un tipo que surge hacia inicios del siglo iii cuando será elaborado en vidrio incoloro, junto al que seguimos encontrando ese tan corriente caracte- rizado por su borde cortado en aristas vivas (ig. 66.8), claramente ya residual. Finalmente, un plato de paredes de tendencia cónica y borde ligeramente engrosado (ig. 66.9), que recuerda las formas ya registradas en la UE 1080, además de la base de un posible cuenco o vaso, de tipo indeterminado (ig. 66.10). CONCLUSIONES Las excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento de Faldetes han permitido recuperar un interesante lote de vidrios, en el que encontramos producciones muy ca- racterísticas cuya elaboración se inicia hacia inales del siglo i d.C. En esos momentos, tras unos primeros tipos moldeados que adoptaban periles cerámicos intencio- nadamente coloreados y fabricados en talleres de italia, se produce un profundo cambio en la vajilla que será elaborada en un vidrio incoloro de apariencia casi traslú- cida, constituyendo una producción de “estilo internacio- nal” que será fabricada, además, en un gran número de talleres occidentales, perdurando su uso hasta inicios del siglo iii d.C. Un análisis detallado del conjunto permite constatar la presencia del plato de peril con doble con- vexidad provisto de un alto pie (ig. 67.1), que se localizó amortizado en el nivel de abandono de la E.1, siendo uno de los últimos recipientes que encontramos fabricado a molde y que todavía se inspira en formas cerámicas. Además, se han registrado, en el nivel supericial, cuen- cos y platos de amplia boca exvasada (ig. 67.2 y 67.3) junto a otros de borde vuelto al exterior (ig. 67.4 y 67.5), procedentes de los niveles de derrumbe o de los rellenos que colmataban alguna de las fosas, que serían elabo- rados ya mediante el moldeado o el soplado. Se trata de algunos de los recipientes auxiliares que se utilizaron de forma habitual en el servicio de mesa a lo largo de todo el siglo ii d.C. e incluso durante parte de la centuria Figura 65. Fosa 1: UE 1080: 1. Vaso cilíndrico con borde saliente decorado con hilos aplicados en relieve; 2. Vaso acampanado decorado con hilo aplicado; 3-5 y 7: Platos y cuencos de paredes sinuosas y borde engrosado; 6. Base anular de pie plegado; 8. Base anular de pie aplicado. Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 78 siguiente, de ahí su registro en los niveles relacionados con la etapa inal de este establecimiento. Junto a éstos y en gran número, encontramos diver- sos modelos de vasos que van a surgir hacia inales del siglo i d.C. Entre ellos, el vaso troncocónico provisto de un pie acampanado de escasa elevación, cuya variante más lujosa ofrece una cuidadosa decoración tallada de panal de abeja y la más sencilla, como la aquí registrada, simples líneas talladas (ig. 67.6). Es interesante señalar su presencia en el nivel de uso de la E.2 y en una de las fosas, lo que demuestra que, aunque dejara de fabri- carse hacia mediados del siglo ii d.C., al tratarse de un producto de cierto lujo debió perdurar un tiempo, de ahí su documentación en estos contextos de cronología más avanzada. Además, otros vasos más corrientes, funcionales y sencillos, que ofrecen cuerpos cilíndricos o elipsoidales, lisos o decorados con simples y inas líneas talladas (ig. 67.7 y 67.8) y con depresiones laterales (igs. 67.9 y 68), en realidad una simple solución para evitar que la pieza pudiera resbalar de las manos. Todos se caracterizan por mostrar un borde cuyo labio queda cortado en aristas vi- vas, resultando modelos muy habituales a lo largo del siglo ii d.C. Es interesante destacar la recuperación, en el nivel de pavimento de la E.3, de un vaso que podría corresponder a uno de los primeros modelos de cuer- po elipsoidal, una producción que no comenzará hasta la segunda mitad del siglo ii d.C., lo que corroboraría el inicio del funcionamiento de estas instalaciones en esos momentos. Figura 66. Fosa 1: UE 1081: 1-2. Bases de botellas prismáticas; 3. Vaso con borde engrosado; 4-6. Vasos con borde saliente; 7. Vaso troncocónico;8. Vaso con borde cortado en aristas vivas; 9. Plato de paredes cónicas; 10. Base plana. Los recipientes de vidrio 79 Figura 67. Repertorio de Faldetes: 1. Plato de borde en ala (Is. 2); 2. Cuenco de borde saliente (Is. 41); 3. Plato de amplio borde exvasado (Is. 42). 4-5: Platos de borde vuelto al exterior; 6. Vaso alto troncocónico (Is. 21); 7-8. Vasos con borde cortado en aristas vivas (Is. 34/96a); 9. Vaso con depresiones (Is. 32/35) 10. Botellas prismáticas (Is. 50); 11. Frasco/Ungüentario (Is. 94); 12. Un- güentario piriforme (Is. 28); 13. Ungüentario de candelero (Is. 82A1); 14. Vaso de cuerpo redondeado (Is. 85b); 15. Vaso cilíndrico (Is. 85b); 16. Vaso con borde saliente (Is. 85b var./87); 17. Vaso troncocónico (Is. 106); 18. Cuenco semiesférico liso (Is. 96a); 19. Cuenco con decoración tallada “grano de arroz” (Is. 96b). Al pie de la vía Augusta. El yacimiento romano de Faldetes (Moixent, València). 80 Otra de las producciones frecuentes a partir de ines del siglo i d.C. serán ciertos modelos de contenedores, que, en general, aparecen en número muy reducido dado su uso comunal. Todos ellos, salvo uno, se han re- cuperado en las distintas fosas, tratándose de piezas ya residuales. Uno de los más corrientes en estos momen- tos fue la botella prismática (ig. 67.10) de la que se han encontrado diversas bases lisas, prueba de su elabora- ción mediante el soplado al aire libre, mientras que otra conserva parte de un motivo decorativo en relieve, obte- nido mediante el soplado en molde, un rasgo frecuente y característico que responde a la marca de los diversos talleres que las fabricaron. Además, unos pocos ungüen- tarios, como uno globular (ig. 67.11), una pieza recu- perada en el nivel de pavimento de la E.3 junto al vaso anteriormente citado, u otros dos que muestran un cuer- po piriforme (ig. 67.12), uno de los tipos más frecuen- tes a partir de entonces tanto en ambientes funerarios como de hábitat. éstos se hallaron en el nivel inferior de la fosa UE 1059 junto a un modelo algo más avanzado, el ungüentario de candelero (igs. 67.13 y 68), del que encontramos una de sus primeras variantes que surgirá en época lavia. Como se ha podido constatar en otros conjuntos próximos, estos contenedores -tipo botella o ungüentario- destinados a contener o escanciar líquidos, ya vino, aceites o perfumes, suelen ser producciones salidas de pequeños talleres que estarían trabajando a nivel local, ofreciendo siempre una gran homogeneidad tipológica o formal, siendo característica su elaboración en un tono azulado. En realidad, son tipos que habrán de perdurar ampliamente sin apenas cambios formales como demuestra su amortización en las fosas documen- tadas, un hecho que queda corroborado por su presen- cia en los niveles tardíos de la villa de Els Alters o en el santuario de las aguas de Turiaso, donde, sobre todo, los restos de botellas prismáticas siguen siendo numerosos en esos niveles del siglo iii d.C. Hacia la segunda mitad del siglo ii d.C. se introduce un nuevo modelo de recipiente destinado a beber que llegará a imponerse a inicios de la siguiente centuria. Se trata del vaso cilíndrico con pie anular, plegado o aplica- do, que puede aparecer liso o decorado con inos cor- dones, del mismo tipo de vidrio, que quedan en relieve distribuidos a modo de inas molduras por su cuerpo (ig. 67.14-67.16). Es el tipo más representado en este con- junto, habiéndose identiicado al menos 17 ejemplares, que responden a diversas modalidades, las cuales se encuentran ampliamente difundidas por la parte occiden- tal del imperio. Ello llevó, en un principio, a que su proce- dencia se relacionara sólo con talleres centroeuropeos, algo actualmente modiicado al conocerse importaciones orientales cuya característica esencial es la presencia del pie anular aplicado sobre la base del objeto, una pe- culiaridad que muestra alguno de estos ejemplares. En- tre las variantes registradas, una que presenta el borde reentrante y cuerpo redondeado, relacionándose con los primeros modelos que, aunque en un principio se rea- Figura 68. Detalle de algunas piezas: Vaso con depresiones (1025-81); Ungüentario de candelero (1077-372); Cuenco tallado (1001-27); Vaso cilíndrico, base con hilos aplicados (1080-49). Los recipientes de vidrio 81 lizaron en un tono verde-azulado, pronto se fabricarán en vidrio incoloro (ig. 67.14), mostrando, en general, un aspecto traslúcido quizá por su fabricación mediante el moldeado en talleres occidentales hacia mediados del siglo ii d.C. Junto a ella y participando de características técnicas similares, otra que ofrece, en cambio, cuerpo de paredes rectas (ig. 67.15). A ellas se une una nueva variante, alejada de las anteriores tanto por la técnica, al haber sido fabricada mediante el soplado, como por la forma, ya que muestra el borde vuelto al exterior y una base anular obtenida por la aplicación de un grueso ani- llo (ig. 67.16), un rasgo que remite a su fabricación en centros orientales. Todos estos modelos presentan una cronología similar que alcanza las primeras décadas del siglo III d.C., siendo, pues, signiicativa su presencia en los niveles de derrumbe de la E.1, así como en las dis- tintas fosas localizadas, destacando la pieza recuperada en la UE 1080 (ig. 68), un nivel de relleno que ha propor- cionado un material muy homogéneo cronológicamente, al reducirse a algunas de las formas más habituales du- rante esos momentos, que han de relacionarse con el proceso de deterioro y abandono de estas instalaciones. Las últimas producciones aquí registradas quedan re- presentadas por el vaso troncocónico, caracterizado por mostrar un borde ligeramente engrosado (ig. 67.17), del que se han recuperado dos fragmentos, y por el cuenco semiesférico (ig. 67.18-19), correspondiendo a dos nue- vos tipos que se introducen en la vajilla a partir de inicios del siglo iii d.C. Es interesante destacar los cuencos apa- recidos que responden a dos modelos muy diferentes. Por una parte, una variante muy sencilla, lisa, que ofrece un borde ligeramente reentrante (ig. 67.18), procedente de uno de los rellenos de la fosa UE 1059; por otra, una segunda más lujosa que muestra una cuidadosa deco- ración tallada conocida como grano de arroz, siendo un recipiente de gran calidad y alto coste que está llegando a nuestras costas durante la primera mitad de esa cen- turia. De este tipo (ig. 67.19) se han documentado dos ejemplares, que ofrecen una composición decorativa di- ferente, uno procedente de los niveles supericiales (ig. 68, UE 1001) y el otro del derrumbe de la E.3, siendo su presencia determinante para corroborar el abandono del yacimiento de Faldetes en un momento situado hacia inales del siglo III d.C., lo que queda ratiicado, además, por la completa ausencia de cualquier recipiente de vi- drio de cronología más avanzada. En deinitiva, se trata de una vajilla compuesta mayo- ritariamente por vasos destinados a beber, ya que este recipiente, dada su transparencia, se convierte en el pre- ferido para degustar tanto bebidas frías como preciados vinos al permitir mostrar ielmente su color, apreciar su aroma y consistencia al no sumar sabores adicionales. En menor número, unos pocos recipientes auxiliares destinados a servir y presentar alimentos, como son los cuencos y platos, mientras que resultan realmente esca- sos los contenedores, representados tan sólo por los res- tos de alguna botella prismática y otros que correspon- den a pequeños ungüentarios. nos encontramos ante un repertorio que guarda una estrecha relación con la vajilla de vidrio incoloro, vitreamina, que se habría utilizado en el santuario de Turiaso y durante la Fase i de la villa de Els Alters, habiéndose registrado en ambos sitios formas muy similares, pues corresponden a producciones muy corrientes elaboradas en diversos talleres occidentalesdestinadas a cubrir la demanda de una clientela próxima y, en general, poco exigente. no obstante, hay que seña- lar la presencia de unas pocas piezas que habrían sido importadas desde diversos centros vidrieros localizados en la parte oriental del imperio, algunas más sencillas, como el vaso decorado con líneas talladas o con cordo- nes en relieve, otras de mayor exquisitez como el cuenco con decoración tallada de grano de arroz, sólo una pe- queña muestra de esos recipientes que, por medio del comercio marítimo, están llegando a Hispania para pos- teriormente comercializarse a través de las principales rutas terrestres como la que ofrecía la vía Augusta, con la que hay que relacionar este yacimiento y la villa de Els Alters, muy cercana a la antigua Saetabis, dos intere- santes enclaves que habrían de coincidir temporalmente lo que explica las similitudes encontradas en ambos re- pertorios de su instrumentum domesticum. Sin embargo cada uno sufrió una trayectoria distinta, pues mientras estas instalaciones quedaron en desuso a inales del si- glo iii d.C., la villa se mantendría sin cambios hasta la segunda mitad del IV, para abandonarse, ya deinitiva- mente, a principios de la centuria siguiente. Bibliografía BiBLioGrAFíA 143 A.A.V.V. (1981): Enciclopedia dell’Arte Antica Classica e Orien- tale. Atlante delle forme ceramiche, Vol. i y ii. istituto della Enciclopedia italiana. roma. A.A.V.V. (1990): Los bronces romanos en España. Madrid. A.A.V.V. (2000): La ceràmica de vernís negre dels segles I i II a.C.: centres productors mediterranis i comercialització a la Península Ibérica. Taula rodona Empúries 1998. Museu de Mataró. Mataró. Abad, L.; Sala, F.; Grau, i.; Moratalla, J.; Pastor, A. y Tendero, M. (2001): “La excavación” en L. Abad y F. Sala (eds.), Pobla- miento Ibérico en el Bajo Segura: El Oral (II) y La Escuera, Bibliotheca Archaeologica Hispana 12. Madrid. Abascal, J.M. 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