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Academia Guatemalteca de la Lengua Cuarta Época – Número V Julio 2021 Reservados todos los derechos de conformidad con la ley. No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su traducción, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y escrito de los titulares del copyright. D.R.© Academia Guatemalteca de la Lengua -AGL- Correspondiente de la Real Academia Española -RAE- 12 calle 6-40, zona 9. Of. 403-404, Edificio Plazuela. Guatemala, 01009 Teléfono y fax: (502) 2332-2824 Correo electrónico: academiaguatemaltecadelalengua@gmail.com Editor responsable: Gustavo García Fong Secretario de la junta directiva de la AGL Impreso en Centro de Impresiones Gráficas www.cimgra.com info@cimgra.com Ciudad de Guatemala, Guatemala 418 A168 Academia Guatemalteca de la Lengua Boletín de la Academia Guatemalteca de la Lengua –AGL- correspondiente a la Real Academia Española –RAE- [Ponencias presentadas en ocasión del XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), realizado del 4 al 8 de noviembre de 2019 en Sevilla, España] / Gustavo García Fong [Editor].— Guatemala : AGL, 2021. 252 p. ; 21.59 cm. ISBN: 978-9929-8273-3-2 Lingüística / Análisis lingüístico / Lingüística- Investigaciones / Tradición oral / Lenguaje y lenguas – Influencia de la música / Analogía (Derecho) / Interpretación del Derecho / Derecho y Lenguaje / Uso del lenguaje – Sentencias – Certeza jurídica / Lenguaje y Lenguas – Congresos, conferencias, etc. JUNTA DIRECTIVA DE LA ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA PERÍODO 2018 - 2021 Directora Sra. D.ª Raquel Montenegro Muñoz Subdirectora Sra. D.ª Julia Guillermina Herrera Peña Secretario Sr. D. Gustavo García Fong Tesorera Sra. D.ª Gloria Hernández Montes Vocal Sra. D.ª Lucía Verdugo Urrejola ACADÉMICOS DE NÚMERO DE LA AGL Sr. D. Gustavo Adolfo Wyld Ferraté Sr. D. Mario Alberto Carrera Galindo Sra. D.ª Julia Guillermina Herrera Peña Sr. D. Francisco Pérez de Antón Sra. D.ª Ana María Urruela de Quezada Sr. D. Mario Antonio Sandoval Samayoa Sra. D.ª Carmen Matute Sra. D.ª Lucrecia Méndez de Penedo Sr. D. Francisco Morales Santos Sra. D.ª Delia Quiñónez Castillo Rvdmo. Sr. D. Gonzalo de Villa y Vásquez Sr. D. Dieter Hasso Lehnhoff Temme Sr. D. Mario Roberto Morales Álvarez Sra. D.ª María Raquel Montenegro Muñoz Sr. D. José Oswaldo Salazar de León Sr. D. Julio Roberto Palomo Silva Sr. D. Gustavo Adolfo García Fong Sra. D.ª María del Rosario Molina Sra. D.ª Gloria Hernández Montes Sra. D.ª Lucía Verdugo Urrejola Sr. D. Carlos Velásquez Sr. D. José Luis Perdomo Sr. D. Luis Aceituno Sra. D.ª Cecilia Cristina Echeverría Falla ACADÉMICOS CORRESPONDIENTES Sr. D. Antonio Porpetta Román Sr. D. Santiago Muñoz Machado ÍNDICE Presentación ........................................................................................... 11 Ponencias presentadas en ocasión del XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), realizado del 4 al 8 de noviembre de 2019 en Sevilla, España Lengua popular, contacto de lenguas y creatividad lingüística en producciones de la tradición oral guatemalteca ...... 15 D.ª Guillermina Herrera Peña Análisis lingüístico y de argumentación jurídica de sentencias de juzgados del ramo civil en el Organismo Judicial de Guatemala ................................................................... 105 D. Gustavo García Fong El idioma español en la música del Barroco iberoamericano ...... 143 D. Dieter Lehnhoff Discurso de ingreso Discurso de ingreso de la académica D.ª Cecilia Cristina Echeverría Falla: Repensar el Quijote a la luz de la filosofía narrativa de Alasdair MacIntyre ................................................... 151 Respuesta al discurso de D.ª Cecilia Cristina Echeverría Falla, por D.ª Ana María Urruela de Quezada ......................................... 213 Colaboración Los documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca (1690-1810) y su importancia para la diacronía del español guatemalteco ................................................................................. 227 D. José Luis Ramírez Luengo ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 11 - Presentación La Academia Guatemalteca de la Lengua –AGL-, correspondiente de la Real Academia Española –RAE-, presenta para la consideración de profesionales del idioma español, investigadores, profesores, escritores, periodistas, estudiantes y demás interesados, el boletín de la corporación, correspondiente a la cuarta época, número V, julio de 2021. Este número contiene las ponencias presentadas por varios académicos de número de la AGL, durante el XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), realizado del 4 al 8 de noviembre de 2019 en Sevilla, España. Es la primera vez en la historia de los congresos de la Asale, en que la AGL contó con una importante presencia de sus académicos numerarios, pues participaron, sea como ponentes, como profesores invitados a impartir una cátedra universitaria, o como expositores de trabajos académicos, las siguientes personas: Da. Raquel Montenegro Muñoz (directora de la AGL y quien presentó un trabajo académico), Da. Guillermina Herrera Peña (subdirectora de la AGL y ponente), D. Dieter Lehnhoff (anterior vocal de la junta directiva de la AGL y ponente), D. Gustavo García Fong (secretario de la AGL y ponente), Da. Gloria Hernández Montes (tesorera de la AGL, profesora invitada a impartir una cátedra en la Universidad de Sevilla y expositora de trabajos académicos), y D. Mario Antonio Sandoval (exdirector de la AGL y profesor invitado a impartir una cátedra en la Universidad de Sevilla). ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 12 - Se reproduce también el trabajo de ingreso a la AGL de la académica numeraria Da. Cecilia Cristina Echeverría Falla y su respectivo discurso de respuesta, a cargo de la académica de número Da. Ana María Urruela de Quezada, abordando un tema histórico, literario y filosófico de interés y actualidad para dichas disciplinas. También se incluye, en este número, la colaboración de don José Luis Ramírez Luego quien aborda los documentos lingüísticos de la Guatemala dieciochesca y su importancia para la diacronía del español guatemalteco. Este artículo tiene su origen en una conferencia sobre el tema que fue disertada por el autor en la ciudad de Guatemala en febrero de 2019. Confiamos en que la información contenida en el boletín sirva como referente divulgativo sobre las actividades de la AGL y contribuya a la consolidación y formación de competencias sobre el adecuado uso del idioma español en el país. LA JUNTA DIRECTIVA Guatemala, julio de 2021 Ponencias presentadas en ocasión del XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), realizado del 4 al 8 de noviembre de 2019 en Sevilla, España ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 14 - ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 15 - LENGUA POPULAR, CONTACTO DE LENGUAS Y CREATIVIDAD LINGÜÍSTICA EN PRODUCCIONES DE LA TRADICIÓN ORAL GUATEMALTECA D.ª Guillermina Herrera Peña Sumario: Introducción. 1. Sobre los relatos que han servido de base para el análisis. 2. Rasgos del español guatemalteco en las producciones analizadas: 2.1 Español guatemalteco general; 2.2 Presencia de léxico del habla popular y del proveniente del contacto entre lenguas; 2.3 Anotaciones adicionales sobre los relatos base. 3. Conclusiones. 4. Referencias bibliográficas. Anexo. Introducción Este trabajo analizaelementos de la lengua popular del español guatemalteco y algunos derivados de la influencia que tiene sobre él el contacto con las lenguas indígenas, con énfasis en el papel que juegan en la creatividad lingüística. El estudio tomó como base relatos de la tradición oral recogidos por la autora y los contrastó con otros recolectados por ella misma y por ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 16 - terceros. (Cf. Herrera, 2012, 2014, 2017; Polanco, 1989, 2914; Lara, 1990, 1995 y 1996). Los relatos son representativos de tres contextos: el valle de la capital, el oriente del país en áreas con escasa población indígena y un área en donde ocurre una relación significativa entre el español, el idioma maya q´eqchi´ y otras lenguas mayas minoritarias en cuanto al número de hablantes, específicamente los departamentos de Alta y Baja Verapaz y Petén. Los títulos y la procedencia de los relatos base son los siguientes: La leyenda del Sombrerón, del valle de la capital; Tio Conejo y Tio Coyote, de Zacapa, en el oriente del país y El viejo tamarindo, de Petén, departamento del norte de Guatemala. La leyenda del Sombrerón se contrastó con El Cadejo protector y La Siguanaba, historias recopiladas por la autora en la ciudad de Guatemala y en Antigua Guatemala, respectivamente, y con El misterioso llanto de la Llorona, recopilada por el antropólogo e historiador Celso Lara Figueroa (1990). Tio Conejo y Tio Coyote se contrastó con Tío Conejo y las chancletas de la abuelita, El tigre, el buey y Tío Conejo, El arriero y el barbero, Los caites de cuero crudo y El tigre cuto, historias recopiladas por el filósofo y escritor Moris Polanco Barrera (Polanco, 1989 y 2014). El viejo tamarindo se contrastó con La paloma torcaz y El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros, según se los contaron a la autora en Cobán, en el departamento de Alta Verapaz, y La monja blanca, que le contaron en Tactic, también en Alta Verapaz, en ambos casos poblados norteños. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 17 - La tradición oral ofrece muchas versiones, tantas como personas las narran. Para su análisis, entre otros factores, deben tomarse en cuenta la edad y grado de escolaridad de los narradores. El momento y el contexto en el que se dan las narraciones ejercen también notoria influencia. Consecuentemente, para el presente estudio, se ha seleccionado una versión de cada relato base, contada en la actualidad y por un único narrador. Los narradores de los relatos están situados en un rango de edad de 30 a 45 años, con excepción de quien narró las historias al escritor Moris Polanco Barrera, que se sitúa por arriba del rango, y de quien narró la historia al antropólogo Celso Lara Figueroa, cuya edad se desconoce. El grado de escolaridad de los narradores se sitúa en un rango de 6 a 10 años de escuela, con excepción de la fuente del antropólogo Lara Figueroa, de la cual se desconoce esta información. La tradición oral guatemalteca es sumamente rica y es una fuente importante para análisis lingüísticos. Es difícil, sin embargo, caracterizarla como una sola corriente, porque, aun cuando presenta características culturales y lingüísticas comunes, hay marcadas diferencias entre los diferentes grupos socioculturales que las producen, y las transmiten, así como entre los dialectos del español que estos hablan. En las producciones seleccionadas, si bien aparecen rasgos propios del español guatemalteco general, los específicos de las variantes lingüísticas regionales aportan elementos vitales que las distinguen. Esto se refiere también a la mayor o menor presencia de elementos del habla popular, del habla rural y de aquellos que han llegado por medio del contacto de lenguas. En relación con este último punto, es claro que la fisonomía del español guatemalteco está marcada por el contacto con las lenguas ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 18 - indígenas. Se hablan en el país más de veinte lenguas mayas, además de la garífuna y la xinca, e históricamente se dio un gran influjo del náhuatl, el cual pervive en muchos términos. El censo de población 2018 reporta un 41.7 de guatemaltecos que se autoidentifican como mayas. Sin embargo, fenómenos sociales estigmatizan las lenguas indígenas. La estigmatización se refleja, por ejemplo, en el rechazo a incorporar términos indígenas contemporáneos, pero no evita que el contacto se manifieste en fenómenos sobre los cuales el hispanohablante tiene menos conciencia y en el uso de términos del náhuatl o de las lenguas mayas incorporados en el pasado, que se ha ido transformando, en muchos de los casos, hasta adquirir connotaciones novedosas. Debe señalarse, también, que en el habla popular hay un gran influjo del español mexicano por contacto entre hablantes y a través de la radio, la televisión y otros medios. A esta influencia, que se da sobre todo en el occidente y en el valle de la capital, se suma la que llega del español centroamericano al oriente del país, en donde el español resulta más cercano al salvadoreño y al hondureño. Finalmente, se informa de que los análisis del estudio reportan elementos lingüísticos particularmente productivos en cuanto a la creatividad, en especial aquellos que se refieren al léxico. Los análisis aportan también algunas observaciones fonético-fonológicas y morfosintácticas del español guatemalteco que aparecen como constante en las producciones. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 19 - 1. Sobre los relatos que han servido de base para el análisis Algunas historias y personajes de la tradición oral, reportados como originales del valle de la capital o del oriente de Guatemala, aparecen en diferentes regiones del país. Esto se debe sin duda a las dinámicas propias de la tradición oral, pero también a la difusión que han logrado gracias a escritores muy leídos, como el Premio Nobel Miguel Ángel Asturias (Asturias, 2005); el creador de la novela histórica guatemalteca, José Milla (2007) y el gran recopilador de la tradición oral, Celso Lara Figueroa (1990, 1995, 1996). Algunos de estos relatos han inspirado a artistas reconocidos, como el cineasta Jayro Bustamente, director de la película La Llorona, recientemente presentada al público, o la cantautora Gaby Moreno, quien, por ejemplo, ha incorporado a su repertorio La leyenda del Sombrerón. Los nombres de los protagonistas de estas historias aparecen en otros ámbitos, como en la publicidad. Por ejemplo, en una marca de cerveza denominada El Cadejo, y en nombres de establecimientos que comercializan productos típicos de Guatemala. Asimismo, es importante señalar que estos relatos se publican recurrentemente en las páginas culturales de periódicos de gran tiraje y que son material de lectura en el sistema escolar. Unos cuantos relatos y personajes aparecen también en la tradición oral maya, como las historias del conejo y el coyote. Al respecto, es interesante observar el papel que tiene el conejo en la tradición maya, en la cual se le considera “el sabio” entre los animales. La tradición oral del valle de la capital de Guatemala se caracteriza por relatos de terror, cuyos personajes son enigmáticos fantasmas (o espantos, como se les llama comúnmente) y ánimas en pena, que viven aventuras generalmente trágicas. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 20 - Entre ellos, destacan los del Cadejo, un perro con pezuñas de cabro, que acompaña a los borrachos. Puede ser maligno, pero también compasivo y cuidar de ellos, así como de viudas, niños o personas especialmente vulnerables. Los de la Siguanaba, mujer que seduce a los hombres para luego embarrancarlos (de siguán, que en algunas lenguas mayas significa barranco); los del Sombrerón o Tzitzimite, enano que enamora a las jóvenes de pelo largo y ojos grandes, las cuales acaban trágicamente cuando caen en la seducción; los de la Tatuanay otros tantos de similar catadura, entre los cuales no faltan, como en México y en otros países hispanoamericanos, los de la Llorona, mujer que mató o perdió trágicamente a sus hijos y los busca, desconsolada, por las noches. Las historias se desarrollan en un ambiente que resalta en partes iguales lo tenebroso y lo mágico, con decorados melancólicos. La lengua usada para narrarlas guarda relación con los enigmáticos espantos, sus historias y su entorno. Por lo general, no incorpora muchos términos del habla popular, los cuales no cabrían en el género. Más bien se puede encontrar en las historias versos y o tópicos de índole romántica. Ilustra esta situación el siguiente fragmento de la historia El misterioso llanto de la Llorona (Lara, 1990: 121) Cuentan las abuelas que, por las noches, deambula una hermosa mujer vestida de negro cerca de los lugares obscuros en donde corre agua. Su tragedia se hace eco en los gritos plañideros, largos y agudos. Cuando llora lejos es que está cerca y cuando lo hace cerca es que está lejos. Dicen que quienes la han escuchado ya no pueden andar, su paso se hace más pesado y lento, y sienten un aire de frio con la presencia de este ser sobrenatural que casi le paraliza el corazón. Pero ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 21 - si se oye el tercer grito y lo “halla a uno en el mismo lugar, de seguro que se lo gana”. Si escuchas un grito perdido en la oscuridad de la noche, no dudes en empezar a correr. También son ilustrativos los versos que el Sombrerón canta a su enamorada, en el relato La leyenda del Sombrerón que se ha analizado para este ensayo: Eres palomita blanca como la flor de limón, si no me das tu palabra me moriré de pasión. Ay...ay... mañana cuando te vayas, voy a salir al camino para llevarte un pañuelo de lágrimas y suspiros. Corazón de palo santo, ramo de limón florido, ¿por qué dejas en el olvido a quien te quiere tanto? Una excepción se encuentra en los relatos sobre el Cadejo, que se distinguen por registros diferentes, con mayor presencia del habla popular. Esto no sorprende, pues las aventuras ocurren en medio de cantinas y arrabales. Por ejemplo, en la historia El Cadejo protector: … No le hacía mal a nadie, solo era chingón. –Ya madurá, mijo –le decía su mamá–, parecés ishto y ya vas a cumplir la mayoría de edad. –Solo me distraigo un poco con mis amigos –respondía el muchacho. –No le hacemos mal a nadie. –El mal te lo estás haciendo a vos mismo –le decía la madre. –Ya es hora que te formalicés. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 22 - Pero, en lugar de formalizarse, el Tello iba de mal en peor. Poco a poco se fue alejando de sus amigos de la niñez, de las chamuscas y de las travesuras, y comenzó a andar en malas compañías. Él, que nunca había tomado, comenzó a chupar. Sus nuevos amigos eran bolos que se reunían en una cantina que estaba cerca del mercado. Era un lugar todo shuco, con el suelo lleno de chencas de cigarro, donde aquellos jóvenes que andaban por mal camino se ponían grandes borracheras. Cuando ya no tenían para comprar guaro decente, tomaban cusha. Entonces, al día siguiente, ni se levantaban, porque amanecían con una gran goma. La leyenda del Sombrerón que sirvió de base para el estudio es una de las muchas versiones que se cuentan. Antiguamente al personaje se le llamaba también Tzitzimite, pero este nombre ha caído en desuso, al menos en la capital, en donde se le llama también con un genérico “el duende”. El Sombrerón aparece en la historia seleccionada como un hombre de muy corta estatura; siempre viste de negro y calza botas con adornos dorados. En la cabeza lleva un sombrero de grandes proporciones, el cual esconde su mirada y sus intenciones. Colgada al hombro lleva una guitarra. Como en todas las versiones, el Sombrerón recorre las calles y los barrios antiguos de la ciudad acompañado de cuatro mulas, buscando jovencitas para seducirlas con canciones y los acordes de su guitarra. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 23 - Concreta su hechizo al amarrar las cuatro mulas frente a la casa de la joven de la cual se ha enamorado. Al notar su presencia, la muchacha queda embrujada. El Sombrerón se ocupa de perseguirla sin descanso; sin que se dé cuenta le trenza el cabello por las noches. Al caer en la seducción del Sombrerón, la jovencita deja de comer, languidece de melancolía y acaba muriendo. A continuación, el texto seleccionado. Al igual que en los de los otros dos relatos base que se exponen más adelante, en este no se presenta la transcripción fonética, solo se distinguen algunas palabras en las que ocurren características fonético-fonológicas relevantes para el análisis. El texto fue recogido por la autora en la ciudad capital. Un día, como a las seis de la tarde, por el barrio de Candelaria, aparecieron en la esquina de la casa de la Mariana cuatro mulas amarradas en un poste de la luz. Pasaron por allí dos vecinas y una de ellas dijo: ¡Ala! ¿Será el Sombrerón? Vonós mejor, doña Toyita, le advirtió la otra, no sea que por shutes nos vaya mal. ¡Púchica!, dijeron muy asustadas mientras observaban a las mulas. ¡El gran poder de Dios!, se persinó doña Toyita, y salieron corriendo. A esa hora, la Mariana ya se había retirado a su dormitorio y comenzaba a dormirse, porque estaba fatigada. Entonces, comenzó a oír una música muy bella y una voz dulce que se colaba por su ventana adornada por la buganvilia y la mata de [granadías]: “Eres palomita blanca como la flor de limón, si no me das tu palabra me moriré de pasión”, escuchó. Desde ese día, todas las noches, la Mariana esperaba ansiosamente esa música. Las melodías se oían por mucho tiempo, pero solo podía escucharlo la Mariana, nadie en la casa se daba cuenta de lo que estaba pasando. Un día, la joven ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 24 - no aguantó la curiosidad y se asomó a la ventana y ¡cual va siendo su sorpresa! Vio a un [ombresío] que calzaba botitas con espuelas doradas y que cantaba y bailaba con su guitarra de plata, frente a su ventana. Desde entonces, la Mariana no dejó de pensar en aquel [ombresío]. Ya no comía, solo vivía esperando el momento de volverlo a escuchar. El [ombresío] la había embrujado. Al darse cuenta que las mulas seguían apareciendo todas las noches amarradas en el poste de la luz, los vecinos fueron a ver a los padres de la Mariana para advertirle, porque el [ombresío] de las mulas era el mero duende. Los señores se admiraron mucho, porque su hija era más bien amishada, hasta le costaba tener amigos. Entonces la aconsejaron de que no prestara atención a la seducción del Sombrerón, pero ella ya no se hallaba sin las dulces melodías de su enamorado. Las cosas fueron poniéndose cada día pior: hasta amanecía la patoja con su largo pelo trenzado, sin que se hubiera hecho trenzas para irse a acostar. La Mariana, cada día empioraba porque ya no comía. Solo estaba pendiente del anochecer, extrañando las canciones y la cautivante música de su enamorado. Ya sin saber qué hacer, los padres la mandaron a la Antigua, a la casa de una su tía, pero la patoja dejó diuna vez de comer y cada día estaba más triste. ¡Ni que tuvieran pistarrajales, la hubieran podido salvar sus pobres padres! Ya había caído la patoja en las redes del duende, él ya la consideraba suya. Mientras tanto el [ombresío] se volvía loco, buscándola por todas partes. Vivía choteando la casa, a ver si aparecía. Por fin la bella Mariana no soportó la tristeza y murió el día de Santa Cecilia. Su cuerpo fue llevado a la casa de sus padres para velarla. De repente, se escuchó un llanto muy triste. Era ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 25 - el Sombrerón, que llegaba a cantarle a su amada: “Ay...ay... mañana cuando te vayas, voy a salir al camino para llevarte un pañuelo de lágrimas y suspiros”. Los que vieron al Sombrerón eldía del velorio cuentan que gruesas lágrimas rodaban por su cara mientras cantaba. Toda la gente lloraba al ver su sufrimiento. Y cuentan que, para el día de Santa Cecilia, siempre se ven, en el cementerio, las cuatro mulas cerca de la tumba de la joven. Entre las flores que aparecen todos los años adornando el sepulcro de la Mariana, destacan una sus rosas rojas… Por ratos, se escucha un dulce canto: “Corazón de palo santo, ramo de limón florido, ¿por qué dejas en el olvido a quien te quiere tanto?” Las madres aconsejan a sus hijas que no le hagan caso al Sombrerón. El oficio de él es andar traidiando, pero no le conviene a ninguna señorita. En el oriente del país, cuyo español constituye un dialecto claramente diferenciado del de la capital, aunque naturalmente con rasgos importantes en común, la tradición oral refleja una visión desenfadada de la vida. Los personajes y las historias tienen componentes de picardía y jocosidad mezclados con una deliciosa y aparente ingenuidad. La lengua usada para narrarlas incluye elementos del habla popular combinados con otros de la ruralidad. Las producciones retratan claramente su influencia en la creatividad de la lengua. Como se indicó, la historia base seleccionada para este estudio se titula Tio Conejo y Tio Coyote. Son muchas las fábulas que tienen como protagonistas a estos personajes, que se enfrentan porque el coyote persigue al conejo para comérselo. Tío Conejo es el listo y pícaro de la historia, engaña a Tío Coyote y siempre sale bien librado. Por su parte, ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 26 - Tío Coyote acaba todo el tiempo en situaciones penosas. Son historias con el tema recurrente del predominio de la inteligencia sobre la fuerza bruta. A continuación, el texto seleccionado, que fue recogido por la autora en el oriental departamento de Zacapa. Un día, Tio Conejo estaba muy tranquilo comiendo zapotes arriba de un palo. Tio Coyote, como siempre, lo andaba cuijiando para ver dónde podía cazarlo y comérselo. Al Tio Conejo le gustaba casaquiarlo, así que cuando lo vio pasar, le gritó: —¡Oiga, Tio Coyote! —Conque ahí estás... Hasta hambre ando aguantando por andar detrás de vos—le dijo Tio Coyote. —¿Y para qué me busca, pue? —le preguntó el conejo, haciéndose el papo. —Hoy te como, ya lo vas a ver —le dijo Tio Coyote. —¡Púchis, Tio Coyote! ¡Qué diahuevo! ¿Por qué me va a comer? No soy tan buena comida, le va a doler la panza —le respondió Tio Conejo subiendo un poquito más por las ramas del palo de zapote. —Pues no importa, hoy te como; es demás—insistió Tio Coyote relamiéndose el hocico porque ya se hacía con el conejito. —Mire—le dijo Tio Conejo—, si tanta hambre tiene, pruebe lo que estoy comiendo aquí arriba, ¡viera qué rico! —y le tiró un pedazo de zapote maduro. Al coyote le gustó el zapote, hasta se relamió. Al darse cuenta, Tio Conejo buscó otro bien maduro, y se lo tiró también a Tio Coyote. —¿Qué tal? —le preguntó Tio Conejo, - ¿No le dije que era rico, pue? ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 27 - —Sí, pero qué me voy a andar llenando con ese pushito de fruta que me tiraste—le respondió Tio Coyote. –Tirame uno grande. —Ta bueno, pero espérese tantito: le voy a escoger uno bien maduro, pue —le dijo Tio Conejo buscando entre la fruta que colgaba de las ramas. No cortó ni un maduro ni siquiera un camagüe, sino uno verde muy grande. Calculó que no le cabía en la boca al coyote, y le dijo: —Mire, aquí le va, pero no lo vaya a dejar caer, porque se deshace de tan maduro que está. Abra bien la boca. EI coyote abrió bien el hocico, y Tio Conejo le dejó caer el zapote. —¡Ayyy! —gritó el coyote cuando le cayó el zapote verde. ¡Conejo hijoeputa! Entonce, aprovechó Tio Conejo para salir huyendo. Al chilazo se fue de ahí. Como pudo el coyote se quitó el zapote verde del hocico: trabado se le había quedado el zapote. Los dientes todo adoloridos le quedaron. Hasta escupió unos, porque se había quedado cholco. Muy enojado después del gran clavo, se puso a seguir las huellas del conejo. —Ah, hoy no te me librás condenado conejo —decía mientras lo buscaba en el monte. Pero ese día ya no lo halló. El conejito se había escapado. Corrió veloz, se fue a la cocina de su cuevita y se sirvió un pocío de café. Días después, el coyote encontró al conejo comiendo zacate. Cuando quiso capturarlo, el conejo se le escapó corriéndosele por debajo de las patas, y el coyote se puso a perseguirlo. — Pará, pará —le decía todo agitado ya de la carrera. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 28 - Pero Tio Conejo ya tenía pensado cómo librarse del coyote: se metió por debajo de un cerco de alambre de púas que rodeaba el zacatal. Como era pequeño, pasó sin dificultad. El coyote lo siguió lleno de furia. Pensó el pobre que también él podía pasar, pero no pudo, y se quedó enredado en los alambres aullando. Tio Conejo encontró un armadío y se montó sobre él, así se fue, muy chilero, a su cuevita a tomar café pal susto. Finalmente, el tercer relato base titulado El viejo tamarindo, fue recogido por la autora en Sayaxché, Petén, departamento norteño en el que convive el español con el maya q´eqchi´. La tradición oral de contextos como el referido se caracteriza por una gran influencia cultural indígena, que se manifiesta tanto en los personajes, como en la incorporación de costumbres y tradiciones. Tiene un componente esencial de magia y encantamientos y ambientes caracterizados por la exuberancia de la flora y fauna local. Contiene términos de la lengua indígena en contacto, aunque no vayan mucho más allá de topónimos y de algunos préstamos que no generan mayor creatividad en el español. Ilustran lo indicado, los siguientes fragmentos: Del relato La monja blanca, recogido por la autora en Tactic, departamento de Alta Verapaz: La muchacha se va a vivir con el Tz´ultak´a al interior del cerro, después de realizar las ceremonias rituales correspondientes. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 29 - De El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros, relato recogido por la autora en Cobán, departamento de Alta Verapaz: Cuando no se llevan a cabo las antiguas costumbres, para pedir permiso a Tz´ultak’a, para cazar animales, cortar árboles o utilizar las fuentes de agua, el Señor del Cerro castiga al transgresor. Él tenía que hacer muchas cosas que mandaba el Señor del Cerro; tenía que desahumar a sus perros con copal, pom; desahumar su casa, sus armas, dormir en el suelo frente al altar y, en fin, no hizo todo lo que mandaban los antiguos, que eran mandados por el Señor de los Cerros. Entonces un día se fueron a cazar el venado a como fuera; pero lo que pasaba era que Juan no quería cumplir con la costumbre de quemar candelas, copal, pom, velar una noche antes pidiendo ante el altar de Tz´ultak’a el permiso para entrar en sus campos a tentar a sus animalitos, pues Tz´ultak´a, que es el Señor de los Cerros y los Valles de por aquí, los tenía bien cuidados. A continuación, el texto de El viejo tamarindo: No muy lejos de Sayaxhé estaba el pueblo de Raxcholol, pero no era fácil llegar porque el camino era trabajoso. Después de pasar por el ferry el río La Pasión, se cruzaba Sayaxché y se tenían que caminar muchas leguas y atravesar unas aguadas. Por eso no llegaban muchos extraños a Raxcholol. Los turcos sí iban y cuando llevaban su venta era como un día de mercado, toda la gente se arremolinaba, porque llevaban cortes para las señoras, vajías, herramientas y otras cosas muy útiles. Cuentan que, cuando los turcos llevaban su venta a aquel lugar, se almiraban del aprecio que todos sentían por el matrimonio ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 30 - de don Lucas y doña Petra. Y es que verdaderamente eran personas muy apreciadas por todos, decía la gente antigua. No dudaban los turcos en darles fiado de vez en cuando, porqueeran muy cumplidores de sus deudas. En Raxcholol, la gente no era caquero y todos tenían en veces alguna necesidad, pero no todos eran cumplidores y los turcos escogían a quién darle fiado. A don Lucas y doña Petra sí le daban. Eran personas discretas y nadie las había visto nunca shutear a los vecinos, tampoco hablaban mal de nadie. Por eso los apreciaban. Los esposos tenían una su casa en la entrada de Raxcholol. Enfrente de la casita habían dos grandes tamarindos, muy viejos, tal vez tenían doscientos años o eran de la época de los mayas, como decía la gente antigua. ¡Quién sabe! Lo cierto es que eran una pareja de tamarindos, porque uno era macho y el otro, hembra. Esos palos de tamarindo llamaban la atención de todos, porque se parecían a la pareja de don Lucas y doña Petra. Llevaban mucho tiempo juntos, macizos se alzaban desde el suelo y se llenaban de fruta cuando era la temporada. Era sabrosa la sombra que daban La gente decían que eran como el matrimonio de don Lucas y doña Petra, que parecía que no iba nunca a acabarse. De ahí que la gente los llamaba a ellos también “los tamarindo”, pues nunca se separaban, solo cuando don Lucas iba al monte a trabajar. Lo cierto es que eran una pareja muy especial, decían las mujeres de aquellos tiempos. Siempre andaban juntitos, iban juntos a la iglesia, a los bailes, a los cuchubales, al trabajadero que tenía el marido, a echarse algún colazo. En esa época era raro ver a una pareja de esposos andar juntos en todos lados, como a don Lucas y a doña Petra. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 31 - Las mujeres envidiaban ese matrimonio de ellos y les decían a sus maridos: ¡Qué dicha tener un marido como don Lucas! Y les reclamaban que las atendieran mejor, que tuvieran más consideración con ellas. ¡Mire!, le decía una esposa a su marido, tome ejemplo y sea más considerado conmigo. Lléveme al baile o acompáñeme a la iglesia hoy que van a haber bautizos. ¿Por qué no aprendés, le reclamaba otra al marido, ellos sí se quieren, pero vos a mí… ¡Me dijistes que ahora sí ibas a ir conmigo a la iglesia!, y se ponía a llorar. De plano era por la época, que los maridos creían que ellos mandaban y que a las mujeres solo les tocaba cocinar y criar a los hijos, pero ellos era para estar afuera, en la calle. Los hombres se burlaban de don Lucas. Decían que le hacía los mandados a su mujer, que ella lo tenía como fustán pegado a sus naguas, pero en el fondo también lo envidiaban, porque doña Petra se desvivía por él y lo atendía con mucho amor. A don Lucas lo que decían los hombres no le importaba, porque eran chirmoles y era muy feliz con su mujer. Decía que el amor que le tengás a tu mujer te hace querer estar viéndola a todas horas. Esa respuesta le caía requetemal a los raxchololeños, pero era por la envidia que sentían. Los apreciaban, al matrimonio, pero mejor no se llevaban mucho con ellos. Pero don Lucas y doña Petra vivían muy felices en su casita, con sus flores y yerbas y su gainero lleno de gaínas y poítos. Una mañana se fue don Lucas al trabajo, pero iba preocupado pues la Petra había amanecido enferma, con un calenturón que no se le bajaba. Solo le encomendó a sus vecinas que le echaran un ojo mientras regresaba. Se dirigió a su casa del patrón, pues iba a pedir unos centavos para llevar a su amada esposa con el doctor. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 32 - Mire, patrón, dicen que le dijo, ¡por vida suya! Deme un adelanto que tengo que llevar a mi esposa al doctor. ¿Qué le pasa a la Petra?, preguntó el patrón. Don Lucas dudó en contarle, pero se animó recordando a su esposa y le dijo: Miré usté, hoy amaneció con fiebre y con dolor, y le hice unos sus remedios, pero no se alivia. El patrón le dio el adelanto y don Lucas se fue de ahí muy agradecido. Salió de su casa del patrón al chilazo, con un pálpito raro, como que algo malo iba a pasar. Puyaba a su bestia para que corriera más y más… En eso el caballo trompezó con unos ramales que estaban en medio camino y don Lucas cayó y se dio contra unas piedras. Ahí quedó, muerto, tendido el pobre don Lucas. El caballo siguió trotando solo para avisar a doña Petra lo que había sucedido a su esposo. Cuando el caballo llegó a Raxcholol sin jinete, todos se almiraron, porque eso nunca había pasado con don Lucas. Él no era dado a dejar su caballo. Pero la gente se asustó de veras cuando el caballo se fue a parar abajo del tamarindo macho. Todos comenzaron a decir que algo grave le había pasado a don Lucas. Doña Petra oyó el laberinto de la gente y fue a gritar, pero el grito se le atoró en la garganta. Como pudo se arrastró desde la cama por una bestia y salió corriendo a buscar a su marido. Los pobladores se fueron algunos detrás para ver en qué podía ayudar a la pobre… Ya no pudieron hacer nada, porque doña Petra había divisado a su marido, muerto en el camino… Cuando la gente llegó, encontró tirado el cuerpo de don Lucas, pero a doña Petra no la encontraron nunca, y eso que buscaron en las sabanas, en los chololes, en las montañas, en los julupes y en las aguadas a ver si aparecía… Pero jamás apareció. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 33 - A los nueve días de muerto don Lucas, el tamarindo macho cayó, nadie se explica qué fue lo que pasó porque no estaba seco; solo quedó el tamarindo hembra y es el que hoy se encuentra en Raxcholol. Ora le llaman el viejo tamarindo. 2. Rasgos del español guatemalteco en las producciones analizadas 2.1 Español guatemalteco general Sin pretender exhaustividad, se presentan rasgos del español guatemalteco general que aparecen en los relatos analizados. Entre los rasgos fonético-fonológicos, es importante mencionar el yeísmo con elisión del fonema cuando una de las vocales que lo rodean es i, así como el extremado relajamiento que presenta en otras posiciones. Este rasgo es común tanto en la norma culta como en el habla popular. En La leyenda del Sombrerón aparece, por ejemplo, en: … su ventana adornada por la buganvilia y la mata de granadía (por granadillas). En Tio Conejo y Tio Coyote: … se fue a la cocina de su cuevita y se sirvió un pocío de café (por pocillo). En El viejo tamarindo: … la gente se arremolinaba, porque llevaban cortes para las señoras, vajías (por vajillas), herramientas y otras cosas muy útiles. …. el gainero lleno de gaínas y poítos (por gallinero, gallinas y pollitos). ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 34 - Asimismo, es constante en los relatos la velarización de la nasal n en posición final de palabra, rasgo que se da en la norma culta y en el habla popular. Otro rasgo frecuente es el rehilamiento de r. Aunque ha ido desapareciendo, pervive aún en muchos hablantes. En casos de algunas palabras, por ejemplo, el adjetivo rico (a), muchos hablantes perciben que la pronunciación con rehilamiento expresa mejor la cualidad. Del contacto con las lenguas indígenas, la variante guatemalteca tiene los fonemas ortográficamente representados como tl, tz y x (o sh) y el ensordecimiento y fricatización de los fonemas l y y en posición final de palabra. Estos rasgos se dan tanto en la norma culta como en el habla popular. El grupo consonántico t+l se fonologizó en un solo fonema, que ocurre siempre, inclusive en palabras propias del español. En relación con x (sh), es importante mencionar que ocurre en un grupo numeroso de palabras percibidas por los hablantes como propiamente guatemaltecas. En algunos casos, las consideran vagamente como palabras indígenas. Para la transcripción se ha elegido escribirlas con el grafema sh, porque es el uso común, aunque no normado. Contrasta con la ortografía con x, que se usa para escribir los términos reconocidamente indígenas, y que aparece en nombres como Xela (Quetzatenango) o xocomil (remolino de aguas en el lago de Atitlán), etc. Si bien pertenecen al habla popular, muchasde las palabras con sh se utilizan también en el habla informal de hablantes de norma culta. Son elementos que propician la creatividad en la lengua por sí mismos y por medio de sus derivados y aplicaciones. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 35 - Una de estas es, por ejemplo, la palabra shute, con el significado de entrometido (a), y derivados como shutear, curiosear y shutencia, entrometimiento. Aparecen regularmente en los relatos analizados. Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón: — Vonós mejor, doña Toyita, le advirtió la otra, no sea que por shutes nos vaya mal. En El viejo tamarindo: Eran personas discretas y nadie las había visto nunca shutear a los vecinos. En la historia La paloma torcaz, shute aparece con el significado denotativo de espina o aguijón: Entonces la mujer lo tomó entre sus brazos y, al acariciarlo, le quitó el shute que tenía clavado en el cuello. La pronunciación x (sh) en estas palabras es general, con excepción de la variante regional del oriente del país con escasa población indígena, en donde puede pronunciarse como ch. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote, aparece la palabra cholco (desdentado, sin algunos dientes), que en el resto del país se pronuncia sholco. Hasta escupió unos, porque se había quedado cholco. Pero también aparece pushito (poquito), que es como se pronuncia esta palabra en el resto del país: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 36 - Sí, pero qué me voy a andar llenando con ese pushito de fruta que me tiraste—le respondió Tio Coyote. –Tirame uno grande. A pesar de la pronunciación con ch de muchas de estas palabras en el contexto del oriente del país, no es aventurado indicar que x (sh) podría considerarse un fonema del español guatemalteco, según puede observarse, por ejemplo, en los siguientes pares: Shola (cabeza) / Chola (hipocorístico del nombre propio Soledad). Sheca (inteligente y también una clase de pan) / checa (de chequear). Xela (nombre con el que se conoce comúnmente la ciudad de Quetzaltenango) / chela (cerveza) y también Chela, por Marcela, nombre propio. En cuanto a rasgos morfológicos del español guatemalteco, tal vez el más importante que aparece en los relatos es el voseo y sus correspondientes conjugaciones verbales, entre las cuales se conserva en el habla popular y rural el pretérito perfecto simple de indicativo: dijistes, comistes (también puede ocurrir como dijites, comites, etc.). Adicionalmente, la ausencia del pronombre tú (que pervive en la norma culta) y, por tanto, la reducción del paradigma a vos y usted para segunda persona singular. Ejemplo, en El viejo tamarindo: —¡Mire!, le decía una esposa a su marido, tome ejemplo y sea más considerado conmigo. Lléveme al baile o acompáñeme a la iglesia hoy que van a haber bautizos. ¿Por qué no aprendés, le reclamaba otra al marido, ellos sí se quieren, pero vos a mí… ¡Me dijistes que ahora sí ibas a ir conmigo a la iglesia!, y se ponía a llorar. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 37 - Otros rasgos comunes tienen que ver con el posesivo: por ejemplo, la presencia de artículos indeterminados antes de este, común tanto en la norma culta como en el habla popular y rural. Por ejemplo, en La Leyenda del Sombrerón: … a la casa de una su tía… Entre las flores que aparecen todos los años adornando el sepulcro de la Mariana, destacan una sus rosas rojas… En El tigre, el buey y Tio Conejo (Polanco, 2014: 23-25): … si te la quito, vos me comés. ¡Una tu patada te voy a meter! En El viejo tamarindo: Los esposos tenían una su casa en la entrada de Raxcholol. — Miré usté, hoy amaneció con fiebre y con dolor, y le hice unos sus remedios, pero no se alivia. En El Cadejo protector: Ahora lo que tenés que hacer es buscar un tu trabajo En contextos de contacto de lenguas se da duplicación del posesivo. Por ejemplo, en El viejo tamarindo: Se dirigió a su casa del patrón, pues iba a pedir unos centavos para llevar a su amada esposa con el doctor. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 38 - En el uso de posesivo y pronombre personal como dativo, pueden ocurrir construcciones como la siguiente que aparece en El arriero, el barbero y Tío Conejo (Polanco, 1989: 13-16): … una tu patada te voy a meter —le dijo, y siguió su camino. En el habla popular y rural ocurre con frecuencia falta de concordancia en género y número. Por ejemplo, en La leyenda de El Sombrerón: Las melodías se oían por mucho tiempo, pero solo podía escucharlo la Mariana, nadie en la casa se daba cuenta de lo que estaba pasando. En El viejo tamarindo: Los hombres del pueblo se fueron algunos detrás para ver en qué podía ayudar a la pobre… La gente decían que eran como el matrimonio de don Lucas y doña Petra. Solo le encomendó a sus vecinas que le echaran un ojo mientras regresaba. En El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros: Por más que Juan ofreció pisto y riquezas a los curanderos, que en aquel lugar habían famosos, no quisieron llegar por tratarse de un caso grave. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 39 - Asimismo, comúnmente aparece el artículo determinado antes del nombre propio. Ejemplos: En La leyenda del Sombrerón: … aparecieron en la esquina de la casa de la Mariana En El Cadejo protector: El Tello la miró agradecido de saber que estaba en su casa. En El viejo tamarindo: ¿Qué le pasa a la Petra?, preguntó el patrón. En La monja blanca: …el padre de la Dominga se convence que es Tz´ultak’a el que desea casarse con su hija. En relación con los tiempos verbales utilizados, es notoria la ausencia casi total del pretérito perfecto compuesto de indicativo. Para ilustrar este fenómeno, nótese el tratamiento del pretérito en los relatos base según fueron expuestos anteriormente. Otro ejemplo, en El Cadejo protector: -Sí –dijo la señora-, de plano fue el Cadejo. ¿Te agachaste a verlo? ¿Te lamió en la boca? ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 40 - Pero el Tello le aseguró que no, que solo le había olisqueado los pies y lo había acompañado en silencio. Son comunes también el dequeísmo, el queísmo y algunos fenómenos más que comparte el español guatemalteco con otras variantes hispanoamericanas. En La leyenda del Sombrerón: Entonces la aconsejaron de que no prestara atención a la seducción del Sombrerón, pero ella ya no se hallaba sin las dulces melodías de su enamorado. Al darse cuenta que las mulas seguían apareciendo todas las noches amarradas en el poste de la luz, los vecinos fueron a ver a los padres… En La Siguanaba: … su matrimonio era motivo de chirmoles y críticas y esto hacía de que se sintiera muy infeliz. 2.2 Presencia de léxico del habla popular y del proveniente del contacto entre lenguas En el análisis de los relatos, se prestó especial atención al léxico proveniente del habla popular o del contacto de lenguas, cuyas connotaciones modulan o cambian los significados literales u originales, en función de la experiencia, los sesgos socioculturales y la intencionalidad de los hablantes. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 41 - Algunos términos del habla popular que aparecen en las historias son propios del español y resultan sumamente fecundos para la creatividad de la lengua. Por ejemplo, la palabra huevo tiene un gran número de derivados con diferentes connotaciones, a veces contrarias por marcas de entonación. La siguiente es una lista no exhaustiva de estos términos y expresiones: ¡A huevos! significa “¡seguro que sí!”. ¡Mi huevo!, “¡seguro que no!”. A puro huevo, “que algo es obligatorio”. ¡Qué huevos!, “¡qué terrible!”. Hacer huevo, “romper”, “estrellar algo”, “chocar un vehículo”. Hacerle huevos, “aguantar”, “soportar”. Hacer huevos, “ayudar a alguien”. Ponerle huevos, “poner empeñoen algo”, “esforzarse”. ¡Qué hueva!, hueva, “¡qué pereza!”, “pereza”. Ahuevar, “asustar”. Huevear, “robar”. Huevón, “haragán”. Huevudo, “valiente”. ¡Qué de a huevo!, se dice de algo que “está muy bien”, pero cambiando la entonación significa que “alguien se está queriendo aprovechar de quien dice la frase”. Ilustra este último caso la respuesta de Tio Conejo a Tio Coyote, cuando el primero dice: ¡Qué diahuevo! ¿Por qué me va a comer? No soy tan buena comida, le va a doler la panza. La expresión de Tio Conejo refiere al sentimiento de sentirse usado, de que alguien (el coyote) se quiere aprovechar de él. Significados relacionados son los siguientes del habla popular: pasearse (en alguien), columpiarse (en alguien), con el significado “abusar de alguien” o “de haber acabado con la reputación de alguien”. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 42 - Otros ejemplos de las aplicaciones de derivados de huevo, aparecen en El Cadejo protector: En realidad, algunos ya hueviaban cuando podían. Pero el Tello no era ladrón. En el fondo seguía siendo bueno. Ahora lo que tenés que hacer es buscar un tu trabajo y dejar de chupar y de andar de huevón. Es, también, sumamente productiva en el habla popular puta y sus derivados y aplicaciones. Como en el caso anterior, pueden tener significado positivo o negativo según el contexto y expresado por medio de marcas de entonación. ¡Puta! ¡A la gran puta!, ¡Ala! ¡A la gran!, ¡Ulugrún!, ¡Púchica! o ¡púchis!. ¡Hijo de la gran puta!, ¡Hijoeputa!, Hijoemilputas!, etc. Tio Coyote recibe el zapote verde en su hocico y exclama: ¡Ayyy! (…) ¡Conejo hijoeputa! Algunos de los derivados son eufemismos sobre los cuales el hablante no suele ser consciente, tal el caso de ¡ala!, púchica o púchis. En La leyenda del Sombrerón: Pasaron por allí dos vecinas y una de ellas dijo: ¡Ala! ¿Será el Sombrerón? ¡Púchica!, dijeron muy asustadas. ¡El gran poder de Dios!, se persinó doña Toyita, y salieron corriendo. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 43 - En Tio Conejo y Tio Coyote: ¡Púchis, Tio Coyote! ¡Qué diahuevo! ¿Por qué me va a comer? No soy tan buena comida, le va a doler la panza… Destacan también las siguientes palabras y sus derivados: Pisto, que significa dinero. Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón: ¡Ni que tuvieran pistarrajales, la hubieran podido salvar sus pobres padres! En El arriero y el barbero (Polanco, 1989: 13-16): Cuando llegó a su casa, le dijo la esposa: —Dame mi pisto del chumpipe. En El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros: Por más que Juan ofreció pisto y riquezas a los curanderos… Pertenecen al mismo campo semántico los siguientes términos del habla popular: len, que significa centavo, real y peso, términos usados en sustitución de quetzal, que es la moneda nacional, y choca, moneda de veinticinco centavos. Por ejemplo, en Los caites de cuero crudo (Polanco, 1989: 17-21): ¿Y a cómo los da? A dos riales. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 44 - Otra palabra muy propia del español guatemalteco en registros informales y de habla popular es traido (a), “enamorado (a)” y sus derivados como traidear, “enamorar”, “tontear”. Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón: El oficio de él es andar traidiando, pero no le conviene a ninguna señorita. En La Siguanaba: Era un hombre galán, con el pelo canche y los ojos zarcos, pero muy traidero. (Canche significa rubio.) En el mismo campo semántico están, por ejemplo, términos del habla popular, como colgarse, “enamorarse” y colgado (a), “enamorado (a)”. A continuación, algunas palabras más, muy productivas para la creatividad lingüística: Caquero (a) es un adjetivo muy usado que tiene el significado de “engreído (a)”, “presumido (a)”, “que hace alarde de riqueza”. Por ejemplo, en El viejo tamarindo: En Raxcholol, la gente no era caquero y todos tenían en veces alguna necesidad, pero no todos eran cumplidores y los turcos escogían a quién darle fiado. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 45 - Clavo es una palabra a la que se recurre frecuentemente con el significado de “problema”. Es frecuente también su derivado clavero, “persona que suele meterse en problemas o ponerse en evidencia”. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: Muy enojado después del gran clavo, se puso a seguir las huellas del conejo. Casaquear significa “mentir”, “engañar” o “enredar por medio de palabras”. Por ejemplo, en Tio conejo y Tio Coyote: Al Tio Conejo le gustaba casaquiarlo, así que cuando lo vio pasar, le gritó… En relación con el léxico proveniente del contacto con las lenguas mayas, hay algunos préstamos con efectos creativos y de emotividad, como los siguientes: Chipe, que en algunas lenguas mayas significa “el menor de los hijos”, pero en español guatemalteco tiene connotaciones que van desde “estar llorando o lloriqueando” a “estar deprimido (a)”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: … ya pará de chipiar, mejor dale gracias a Dios. Cuchubal, término que nombra una “suerte de juego en el que un grupo de personas da cada una cantidad de dinero mensualmente y va recibiendo el total”. Aparece en El viejo tamarindo: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 46 - …a los cuchubales… Chunero, de ch´un, que significa “cal” en algunas lenguas mayas. En el español guatemalteco se le llama así al “ayudante de albañil”. Ejemplo, en El Cadejo protector: …que tenía el oficio de chunero y falleció en una obra cuando se desprendió una pared. Chaye, “obsidiana” en algunas lenguas mayas. En español pasó a significar “pedazo de cristal”, “vidrio roto”. Ejemplo, en El Cadejo protector: Al rato, el suelo de la cantina estaba lleno de chayes, porque en el relajo habían quebrado montón de botellas y vasos. Entre los términos del habla popular aparecen algunos de origen náhuatl, lengua que influyó determinantemente al español guatemalteco, porque los españoles llegaron inicialmente de México con el acervo lingüístico del náhuatl y de las lenguas indígenas del Caribe para nombrar lo novedoso americano. Muchos de los topónimos guatemaltecos usados en español son de origen náhuatl, como el mismo nombre de Guatemala, Quetzaltenango, Huehuetenango, Chimaltenango, etc., y contrastan con los topónimos de las lenguas mayas para los mismos lugares. Las muchas derivaciones de la palabra chile (del náhuatl chilli) son sumamente versátiles, muestran y promueven la creatividad lingüística y se usan frecuentemente en el habla popular. Probablemente algunas de ellas derivan del contacto con el español mexicano actual. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 47 - ¡Al chile!, que significa “rápidamente”. ¡Al chilazo!, “inmediatamente”. Chilero, “bonito”, “que luce bien”; una variante: Lero, lero, bien chilero, (el componente “lero” es muy guatemalteco), frase que significa “que luce bien”. Puede darse con sorna. Chilerear, “presumir”; echando chile, “rápidamente”. En el mismo campo semántico de chilerear y chilero está, por ejemplo, la expresión ¡Sa nigua!, usada en el habla popular. Ejemplos: En El viejo tamarindo: Salió de su casa del patrón al chilazo, con un pálpito raro, como que algo malo iba a pasar En Tio Conejo y Tio Coyote: Entonce, aprovechó Tio Conejo para salir huyendo. Al chilazo se fue de ahí… … así se fue, muy chilero, a su cuevita a tomar café pal susto. Caite, del náhuatl cactli, sandalia, es también un término muy usado. Caitudo puede aplicarse para nombrar o calificar a una persona pobre, de origen humilde o que se considera ignorante. Aparece, por ejemplo, en el título del relato Los caites de cuero crudo (Polanco, 1989: 17-21). Sin etimología definida, aparece cuaje (cuajarse) con el significado de “dormirse”. En el mismo campo semántico están echarse un cuaje,fondearse, términos del habla popular. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 48 - Por ejemplo, en La Siguanaba aparece: … quería echarse un cuaje, pero solo de pensar que se iba a encontrar con ella, retrasaba su llegada. También cuto, que significa “corto”. Tiene derivados interesantes como cutencia, por “cortedad”, que se usa en frases como ¡qué cutencia!, con la cual se indica, por ejemplo, que una mujer lleva un vestido muy corto. Aparece en el título del relato El tigre cuto (Polanco, 2014: 33-37), en este caso indica que el tigre no tenía cola. La variante guatemalteca del español tiene dos grupos de palabras que la distinguen. Los hablantes las consideran propias de Guatemala, y hasta signos de identidad. Se desconocen las etimologías de gran parte de ellas, pero los hablantes las perciben vagamente como de origen indígena. Son términos muy productivos para la creatividad y pueden tener muchos derivados y aplicaciones. Algunas tienen un componente afectivo. Pertenecen a la variante popular, pero también se usan en comunicaciones informales. Son palabras que corresponden, en su mayoría, al ámbito de la vida cotidiana. Para categorizarlas, se las ha dividido aquí en palabras que llevan x (sh) y palabras que llevan ch, por el componente afectivo que percibe el hablante en estos fonemas. Ilustra este fenómeno el caso de la nana rurrú, rurrú, rurró, que en el español guatemalteco pasó probablemente de la pronunciación con r rehilada a la x (sh): shushú, shushú, shushó. Algunas palabras con x (sh): Sheca, “tipo de pan integral con anís”, pero también se dice de “alguien muy inteligente”. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 49 - Por ejemplo, en El castigo de Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros: ¡Qué sheca el Juan!, decía la gente admirada… Pashte, “estropajo”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Me va a tocar limpiar con pashtes toda esta shuquedad... (por suciedad). Cusha, un “tipo de licor”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Cuando ya no tenían para comprar guaro decente, tomaban cusha. Amishar, de mish, “gato”, significa “avergonzar”; amishado (a), “tímido (a)”. Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón: Los señores se admiraron mucho, porque su hija era más bien amishada… Ishto (a), “niño (a)” y también “inmaduro (a)”. Deriva del maya Kaqchikel xta´, “niña”, “jovencita”. En el mismo campo semántico se encuentran otras palabras del habla popular, como patojo (a), chirís, güiro (a), por “niño (a)”, “joven”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Ya madurá, mijo –le decía su mamá-, parecés ishto y ya vas a cumplir la mayoría de edad. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 50 - … había sacado adelante sola, con la ayuda de Dios, a sus patojos… En La leyenda del Sombrerón: … pero la patoja dejó diuna vez de comer y cada día estaba más triste. Ya había caído la patoja en las redes del duende, él ya la consideraba suya. Sho, “interjección vulgar para detener una conversación o callar a alguien”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: ¡Sho, vieja! –le gritó el cabecilla del grupo del Tello. Shola, “cabeza”. Variante de chola. Derivados: sholón, sholotón, “persona que tiene la cabeza grande”. Por ejemplo, en La Siguanaba: El hombre era feo, sholotón y arrugado. Sholco, “desdentado”, “sin algunos dientes”. Por ejemplo, en La Siguanaba: Cojeaba y se había quedado sholco. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 51 - Shuco (a), “sucio (a)”, “algo que está podrido o descompuesto”, pero también una “clase de emparedado popular” y una “clase de tamal”; shuquearse, “descomponerse”; shuquedad, “suciedad”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Era un lugar todo shuco… Me va a tocar limpiar con pashtes toda esta shuquedad... Shute, ya citada anteriormente. Su significado literal es “espina”, “aguijón”, pero también significa “persona entrometida”. Algunos derivados son: shutear, “curiosear”; shutencia, “entrometimiento”. Por ejemplo, es un dicho popular: De cien problemas que tenés, diez son por mula y noventa por shute. Deriva de una palabra de origen maya, con el significado de “algo con punta aguda”. También, en algunas lenguas mayas significa “ano”. Algunas palabras pertenecientes al grupo con ch: Chancletas, derivado de chancla. “Sandalias para andar por casa o en la playa”. Aparece, por ejemplo, en el título del relato Tío Conejo y las chancletas de la abuelita (Polanco, 2014: 12-13). Se usa, asimismo, para nombrar un “dulce hecho con güisquil (del náhuatl hitzli, espina y quilitl, yerba), azúcar y canela”. En Guatemala güisquil tiene el significado de chayote (“un fruto”). Chamusca, “juego improvisado de fútbol”. Ejemplo, en El Cadejo protector: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 52 - Poco a poco se fue alejando de sus amigos de la niñez, de las chamuscas y de las travesuras… Chenca, “colilla del cigarrillo” –al cigarrillo se le llama cigarro-, “lo que sobra del cigarrillo ya fumado”. También es sinónimo de “cigarrillo” en el habla popular. Por ejemplo, en El Cadejo protector: …con el suelo lleno de chencas de cigarro… Chiclero, “vendedor informal de golosinas, que suele colocar su puesto en las esquinas”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Aunque sea de chiclero podés trabajar. Ya pará de chipiar… Chinto (a), “de colores chillantes”. Es sinónimo de chingalavista. Por ejemplo, en El Cadejo protector: … pintada con colores chintos y toda sucia. Chingar, aparece con el significado “hacer algo como broma o juego”. Entre sus derivados está chingón, “travieso”, “juguetón”; chingadera, “molestia seria”, pero también “travesura”. Ejemplo, en El Cadejo protector: Tello era un muchacho despreocupado, que le gustaba andar chingando con los amigos haciéndole bromas a los demás y también molestando a las patojas del barrio, allá por Guajitos. No le hacía mal a nadie, solo era chingón. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 53 - Encachimbarse, “enojarse”; cachimbazo, “golpe”. Por ejemplo, en La Siguanaba: Se encachimbaba por nada, así ella se hubiera esmerado en preparar la comida, en lavar y planchar la ropa y en tener muy aseada la casa. Cachimbazo se sitúa en el mismo campo semántico de otros términos del habla popular, como morongazo, “golpe fuerte”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Volaron los trancazos, los morongazos y las patadas. Chirmol, del náhuatl chilmolli, “salsa de chile”. Por extensión, “salsa de tomate”, pero también “chisme”; chirmolero (a), “chismoso”, “chismosa”. Ejemplo, en El viejo tamarindo: A don Lucas lo que decían los hombres no le importaba, porque eran chirmoles y era muy feliz con su mujer. En La Siguanaba: Era muy desgraciada, porque, para colmo, su matrimonio era motivo de chirmoles y críticas y esto hacía que se sintiera muy infeliz. Chish, “expresión de repugnancia o desagrado”. Puede indicar también “que se trata de poca cosa o de algo sumamente fácil”. Probablemente, deriva del maya xix, “migajas”, “sobras de comida”. (Cf. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 54 - Flores Farfán, 2013) Ejemplo, en El Cadejo protector: Chish –dijo una señora que trabajaba ahí-, qué sucio lo están dejando todo. Chipuste, forma generalmente despectiva para referirse a “una cosa pequeña que puede o no causar desagrado”. Ejemplo, en La Siguanaba: Solo quedó en el suelo un chipuste hediondo que contagió el aire con un olor como de azufre. Chiviarse, “avergonzarse”, chiviado (a), “avergonzado (a)”. Por ejemplo, en La Siguanaba: La pobre esposa estaba cansada y se sentía chiviada hasta de salir a la calle. Chonguengue, “fiesta”, “parranda”. Chotear, “vigilar”, “controlar”. También “desacreditar”. Choteado (a), “que ya no puede pasar inadvertido”; “señalado”, “desacreditado”.En el campo semántico de chotear, cuijiar, con el significado de “vigilar”. Ejemplo, en El Cadejo protector: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 55 - La policía ya los tenía choteados, porque como no trabajaban, cualquier día se ponían a robar. En La leyenda del Sombrerón: Vivía choteando la casa, a ver si aparecía. En Tio Conejo y Tio Coyote, aparece cuijiar: Tio Coyote, como siempre, lo andaba cuijiando para ver dónde podía cazarlo y comérselo. Choco (a), “que le cuesta ver”; choquera, “falta de vista”. Por ejemplo, en La Siguanaba: … y choco de los ojos. Choya, “lentitud”, “caminar perezosamente y sintiendo pesadez” choyudo (a), “persona que hace las cosas con lentitud o perezosamente”; Por ejemplo, en La Siguanaba: Iba con choya, retrasando el regreso, porque ya no quería a su mujer. Choconoy, “clase de gusano”, pero también “apodo para referirse a alguien con el pelo liso y difícil de peinar”, a quien se llama también quishpinudo. Asimismo, se utiliza para describir “cejas gruesas”. Ejemplo, en Tz´ultak´a, el Señor de los Cerros: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 56 - … era alto, con el pelo y los ojos negros, cejas de choconoy… Chompipe, chumpipe, también chunto, chumpe, significa “pavo”. El derivado chompipear, chumpipear es un verbo que indica “caminar tontamente, sin rumbo fijo, con movimientos poco articulados”, es decir, un significado muy diferente a pavonearse. Ejemplo, en El arriero y el barbero (Polanco, 1989: 13-16): Mirá, vos, llevame el chumpipe a venderlo. Chupar, “embriagarse”. En el mismo campo semántico están bolo, “borracho”; goma, “resaca”; cusha, “tipo de licor”. Ejemplos, en El Cadejo protector: Él, que nunca había tomado, comenzó a chupar. Sus nuevos amigos eran bolos que se reunían en una cantina que estaba cerca del mercado. … cuando el Cadejo lame la boca de un bolo, no deja de seguirlo por nueve días y al final se lo lleva: el bolo muere y el Cadejo se lleva su alma. Cuando ya no tenían para comprar guaro decente, tomaban cusha. Entonces, al día siguiente, ni se levantaban, porque amanecían con una gran goma. Finalmente, algunas expresiones del habla popular que aparecen en los relatos: Es común el apelativo muchá, de muchachos (as), que equivale a “ustedes”. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 57 - Por ejemplo, en El Cadejo protector: Muchá –les dijo a sus amigos-, miren, ya llegaron unas señoritas. Hacer la campaña, significa hace un favor. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Vio para todos lados en la calle, a ver si veía a algún conocido que le hiciera la campaña de darle jalón para su casa, que quedaba como a doce cuadras, pero no había nadie en la calle. 13): En Tío Conejo y las chancletas de la abuelita (Polanco, 2014: 12- Ay, señor, es que mire..., yo me traje las chancletas de mi abuelita, y allí anda ella en la calle, la pobrecita. Quiero ver cómo se las paso. Hágame una campaña, usted...—le dijo Tío Conejo al borracho. Pedir jalón, que significa “pedir que lo lleven gratuitamente en algún transporte”; “pedir un aventón”, autostop. Por ejemplo, en El Cadejo protector: … que le hiciera la campaña de darle jalón para su casa, que quedaba como a doce cuadras, pero no había nadie en la calle. Ponele, equivale a “pedir que se suponga algo”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 58 - Ponele –dijo uno de los amigos del Tello-, que a estas señoritas se les haga noche aquí… ¿quién las va a acompañar a su casa? ¡Te rayaste!, ¡estás rayado! Equivale a tener chiripa. Significa “tener suerte”. Por ejemplo, en El Cadejo protector: Te rayaste, Tello, dale gracias a Dios –le dijo a su hijo-, el que se te apareció fue el Cadejo protector. Va´a, también va. Expresión de uso muy frecuente al final de la frase. Es una transformación de la pregunta retórica ¿verdad? Por ejemplo, en El Cadejo protector: Nosotros pasamos, ¿va´a? Dar un colazo significa “ir de paseo”. Por ejemplo, en El viejo tamarindo: … echarse algún colazo… 2.3 Anotaciones adicionales sobre los relatos base Sin pretender exhaustividad, se presentan algunos otros rasgos lingüísticos de los relatos utilizados como base para el análisis. En relación con la fonética, aparece el cambio, por demás común en español, de e en i, por ejemplo, en traidiar y diunavez, en La leyenda del Sombrerón; o casaquiar y diahuevo, en Tio Conejo y Tio Coyote. En este último relato, aparecen pue y entonce, que retratan la aspiración de s propia del dialecto del oriente de Guatemala. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 59 - En El viejo tamarindo, aparece almirar por admirar. Son interesantes, las siguientes palabras: Turcos, nombre con el que se llama a los comerciantes del Oriente Medio, generalmente libaneses y palestinos. Por ejemplo, en El viejo tamarindo: No dudaban los turcos en darles fiado de vez en cuando, porque eran muy cumplidores de sus deudas. Dar o pedir fiado, “al fiado”. Fustán, “prenda interior de mujer”. Se distingue de combinación, porque solo corresponde a la falda. Por ejemplo, en El viejo tamarindo: … que ella lo tenía como fustán pegado a sus naguas. Laberinto, término antiguo equivalente a “ruido”. Sigue usándose, aunque con poca frecuencia, en el habla rural. Por ejemplo, en El viejo tamarindo: Doña Petra oyó el laberinto de la gente y fue a gritar, pero el grito se le atoró en la garganta. Librás, de librar, con el significado de “escapar”. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: Ah, hoy no te me librás condenado conejo —decía mientras lo buscaba en el monte. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 60 - Palo, “árbol”. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: Un día, Tio Conejo estaba muy tranquilo comiendo zapotes arriba de un palo. En El viejo tamarindo: Esos palos de tamarindo llamaban la atención de todos, porque se parecían a la pareja de don Lucas y doña Petra. Camagüe, se dice de una “fruta más verde que madura”. No está clara la etimología de esta palabra. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: No cortó ni un maduro ni siquiera un camagüe, sino uno verde muy grande. En El viejo tamarindo, es interesante el uso de julepes por “laguneta”. En este mismo relato aparecen palabras mayas, por ejemplo: Raxcholol, nombre del lugar en donde sucede la historia. La traducción literal del maya q´eqchi´ sería “verde conjunto arbóreo”. Seguramente se trata de un nombre ficticio, pues no existe ningún pueblo en la zona que se conozca con esa denominación. (Raxchololeños, gentilicio para los habitantes de Raxcholol.) Chololes, “conjuntos arbóreos que se encuentran en las sabanas”. Entre las expresiones que se dan en los relatos base destacan las siguientes. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 61 - La suplicatoria ¡por vida suya!, que aparece en El viejo tamarindo en boca de don Lucas cuando se dirige a su patrón. Es una fórmula antigua, pero pervive, sobre todo, en el habla rural. ¡El gran poder de Dios!, ¡Gran poder de Dios!, también es una fórmula que ha ido cayendo en desuso en ambientes urbanos, pero que se mantiene en el habla popular y rural. Por ejemplo, aparece en La leyenda del Sombrerón y en El Cadejo protector, lo cual es curioso porque ocurre en boca del joven Tello cuando lo usual es que la utilicen personas mayores. Estas dos expresiones ocurren con patrones de entonación muy marcados. Hacerse el papo, “hacerse el desentendido”. Aparece más frecuentemente en el habla rural, por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: …preguntó el conejo, haciéndose el papo. Hacerle los mandados (a alguien), “hacer de sirviente por temor o devoción”. Aparece en El viejo tamarindo: Los hombres se burlaban de don Lucas. Decían que le hacíalos mandados a su mujer… Es demás, equivale a “es por demás”. Pertenece al habla rural. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: Pues no importa, hoy te como; es demás—insistió Tio Coyote relamiéndose el hocico porque ya se hacía con el conejito. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 62 - En relación con otros elementos lingüísticos, nótese que los adjetivos en los textos presentan una frecuencia equilibrada. No hay un exceso de calificativos y los que aparecen guardan la necesaria relevancia en las descripciones. En cuanto a la clase de sustantivos, predominan los concretos sobre los abstractos. No se da profusión de diminutivos ni de despectivos. Entre los diminutivos, destaca “hombrecillo”, [ombresío], en La leyenda del Sombrerón, porque no es usual en el español guatemalteco, en donde la preferencia sería “hombrecito”. Tal vez llamarle [ombresío] responda a la intención del hablante, que utiliza un diminutivo poco usual para distinguir a un ser sobrenatural, pero la terminación –illo en este término también se distingue de la usual en –ito, por su significado despectivo. Sobre el verbo, es interesante el uso de ir más gerundio, que se usa para poner énfasis en algún momento de la narración. Por ejemplo, en La leyenda del Sombrerón aparece va siendo: Un día, la joven no aguantó la curiosidad y se asomó a la ventana y ¡cual va siendo su sorpresa! Vio a un hombrecío que calzaba botitas con espuelas doradas y que cantaba y bailaba con su guitarra de plata, frente a su ventana. En cuanto a la sintaxis, ocurre alteración en el orden de las palabras por anteposición del tema o para conseguir énfasis sobre algún segmento del mensaje. Por ejemplo, en Tio Conejo y Tio Coyote: ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 63 - Hasta hambre ando aguantando por andar detrás de vos—le dijo Tio Coyote. Los dientes todo adoloridos le quedaron. En El viejo tamarindo: Los apreciaban, al matrimonio, pero mejor no se llevaban mucho con ellos. Los pobladores se fueron algunos detrás para ver en que podía ayudar a la pobre… En La leyenda del Sombrerón: ¡Ni que tuvieran pistarrajales, la hubieran podido salvar sus pobres padres! En este relato aparece una construcción propia más bien del habla rural: hallarse o no hallarse: … pero ella ya no se hallaba sin las dulces melodías de su enamorado Finalmente, se observa una mayor presencia de elementos del habla rural en los relatos Tio Conejo y Tio Coyote y El viejo tamarindo, originarios de contextos en el interior del país. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 64 - 3. Conclusiones El estudio corrobora, una vez más, cómo la tradición oral es una fuente importante para el conocimiento de las variantes dialectales del español, del habla popular, informal y rural, así como de los efectos del contacto con las lenguas indígenas. Los relatos analizados, provenientes de contextos lingüísticamente relevantes, retratan el español guatemalteco general y características de las variantes dialectales habladas en dichos contextos. Asimismo, se perfilan como textos especialmente privilegiados para observar la creatividad de la lengua en dinámicas descriptivas, narrativas y de diálogo entre personajes. Por la enorme riqueza de las fuentes, el estudio no puede ser exhaustivo, más bien da pie a posteriores análisis. Sin embargo, ha arrojado información interesante con la cual trazar un primer retrato actualizado del español guatemalteco y de la creatividad lingüística que aporta al español general. El estudio reporta efectos de fenómenos sociales, como el racismo, que inciden en el habla. En este caso, la estigmatización que sufren las lenguas mayas en la actualidad como detonante de un rechazo generalizado a la incorporación de términos de estas lenguas al español. Si bien tal fenómeno sociolingüístico se alza como barrera que entorpece la fluidez del contacto de lenguas, por demás, natural, no evita que este se manifieste en aspectos en los que el hablante es menos consciente, como en la fonética y la morfosintaxis. Este fenómeno explica por qué en el estudio se han reportado situaciones resultantes del contacto de lenguas más allá del componente lexical. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 65 - Es interesante el componente afectivo que para el hablante guatemalteco muestran ciertos fonemas y términos que los llevan, muchos de los cuales aparecen en el habla popular e informal. Son términos con los que los hispanohablantes se identifican y reconocen como miembros de un grupo sociocultural. Es significativo que estos términos sean también elementos versátiles, que generan creatividad en la lengua. Hay unacontradicciónmarcadaentreel rechazo alaslenguasindígenas y la percepción de estos términos como propiamente guatemaltecos y signos de identidad, a pesar de que los hispanohablantes puedan considerarlos vagamente indígenas. No obstante, esta contradicción es la que se vive en Guatemala, entre el rechazo y la acogida del componente indígena de la sociedad, dependiendo de situaciones y contextos. 4. Referencias bibliográficas Asociación de Academias de la Lengua Española (2019). Diccionario de americanismos. Madrid: Taurus. Asturias, Miguel Ángel (2005). Leyendas de Guatemala. Madrid, Alianza Editorial. Flores Farfán, J. (2013). Spanish in contact with indigenous tongues. Asociación Mexicana de Lingüística Aplicada. Lingüística Mexicana, Vol. VII. Herrera Peña, Guillermina (2012). Por qué el tigre tiene manchas. Guatemala: Editorial Santillana. Herrera Peña, Guillermina. (2014). El tesoro de los luceros errantes. Guatemala: Editorial Santillana. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 66 - Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras I. Guatemala: Ediciones ASEC. Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras II. Guatemala: Ediciones ASEC. Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras III. Guatemala: Ediciones ASEC. Herrera Peña, Guillermina. (2017). Héroes y aventuras IV. Guatemala: Ediciones ASEC. Lara Figueroa, Celso (1990). Leyendas y casos de la tradición oral de Guatemala. Guatemala: Centro de Estudios Folklóricos. Editorial Universitaria. Lara Figueroa, Celso. (1995). Por los viejos barrios de la ciudad de Guatemala. Guatemala: Editorial Artemis-Edinter. Lara Figueroa, Celso. (1996). Leyendas populares de aparecidos y ánimas en pena en Guatemala. Guatemala: Editorial Artemis-Edinter. Milla y Vidaurre, José (2007). La historia de un Pepe. Guatemala: Editorial Piedrasanta. Polanco Barreda, Moris (1989). Cuentos populares de Guatemala. Guatemala: Universidad Rafael Landívar. Serviprensa. Polanco Barreda, Moris. (2914). Cuentos tradicionales del oriente de Guatemala contados por Efraín Polanco. Createspace Independent Publishing Platform. Real Academia Española de la Lengua (2014). Diccionario de la lengua española. Madrid: S.L.U. Espasa Libros. ACADEMIA GUATEMALTECA DE LA LENGUA - 67 - ANEXO OTROS RELATOS CONSULTADOS La Siguanaba Érase una vez una muchacha muy linda a la que su padre la casó con un hombre mucho mayor que ella, como cuarenta años le llevaba. El hombre era feo, sholotón y arrugado. Cojeaba y se había quedado sholco y choco de los ojos. Ni iba ni al médico ni al dentista, porque era muy codo. Además, era un hombre muy celoso y tenía grandes ataques de furia pensando que una mujer tan joven y bonita como ella iba a serle necesariamente infiel. Entonces, decidió hechizarla, para que no lo engañara, y la convirtió en una mujer fea y vieja como él. La pobre no vivió mucho, pero su alma se había vuelto negra por el rencor de lo que le había hecho su marido y, antes de él, su propio padre, que no había tenido compasión y la había entregado a un hombre malvado. Lo único que quería era vengarse, por eso, al morir, perdió