Además de estar siempre pendientes de mí, de acompañarme voluntariamente a donde yo vaya, sin abandonarme,
de cuidarme mientras trabajo,
y mientras duermo,
de querer complacerme "trabajando" conmigo,
de ponerse en guardia cuando no les gusta quien se acerca a mí
y de ser felices cuando me ven, me gusta pensar que en esos ojitos hay cierto afecto.
Si los perros se comen a sus propias crías muertas, probablemente también lo harían conmigo si muero. Siguen siendo perros y obedecen a un instinto natural y necesario.
Mientras tanto, déjenme con esa ilusión de cariño demostrado a diario.
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
Comportamento Organizacional
Comportamento Organizacional
Comportamento Organizacional
Compartir