¿Existe el derecho a no ser ofendido?

Rotundamente NO. Existe el derecho al honor, pero eso es algo muy diferente.

Derecho al honor es derecho a no ser difamado, vilipendiando ni calumniado. Es un derecho reconocido en todos los códigos civiles del planeta que sean decentes.

Pero derecho a no ser ofendido ni existe ni puede existir. Y es bastante sencillo de razonar: ser ofendido es algo completamente subjetivo. Yo me puedo sentir ofendido porque alguien cuente un chiste subido de tono, porque tengo unas férreas convicciones religiosas; o puedo sentirme ofendido por cualquier tontería: por una falda demasiado corta. o un escote demasiado pronunciado, dado que tengo un nivel de hipersensibilidad estratosférico. ¿Puedo exhibir mi derecho a no ser ofendido frente a la libertad del otro de vestir como le de la gana? ¡Obviamente no!

Así que, efectivamente existen líneas rojas que no deben ser cruzadas sin caer en el comportamiento ilícito, e incluso en el delito; pero deben incurrir en difamación, calumnia o falsedad grave hacia una persona; no una mera ofensa, que puede ser cualquier cosa.

Hay muchísimas cosas que no nos gustan del comportamiento de nuestros semejantes. Y no podemos ofendernos por ellos. Otras veces el comportamiento ajeno nos molesta con razón; y entones tenemos derecho a que la situación sea resuelta satisfactoriamente para nosotros. Estoy pensando, por ejemplo, en el derecho que tenemos todos al descanso nocturno, que puede ser alterado por el comportamiento incívico de trasnochadores borrachos en el barrio armando jaleo. Pero no debemos confundirnos; en esos casos no hay ofensa, no nos ofende ese comportamiento, sino que viola un derecho que sí tenemos: el de descanso nocturno, protegido por las leyes y los dictámenes municipales en ciertos horarios.

Tenemos que aprender a aceptar que los demás no van a actuar como nos gustaría que actuaran. No nos tiene por qué gustar, no se pide eso. Se pide tolerancia frente a la libertad de expresión, dentro de los límites mencionados.